
Nuestro Señor Jesús a Sierva de Dios Luisa Piccarreta el 16 de marzo de 1922
Luisa: ‘Mi amor, en estos días las circunstancias han sido tales que me he sentido distraída’. Y él:
Por lo tanto, estad atentos, porque cuando todo lo que hacéis no fluye en mi Voluntad, sucede como si el Sol detuviera su curso; y cuando estás distraído, formas nubes ante el Sol y permaneces oscurecido. Sin embargo, cuando las distracciones son involuntarias, un acto fuerte y firme de tu voluntad de correr en mi Voluntad, es suficiente para colocar al Sol en su curso, y como una brisa rápida, para disipar las nubes con el fin de hacer que el Sol de mi Voluntad brille más bellamente.