¿Llegar virgen al matri-qué?

Aunque la pregunta más adecuada a la mentalidad de muchos tendría que decir: ¿Llegar cómo al matrimonio? Pues resulta que hoy en día, según la forma de pensar de algunos, la única que tiene que llegar pura a los labios de un hombre honrado, es el agua embotellada.

Hasta hace algunos años se sobreentendía que sólo podían llegar de blanco al altar quienes se habían conservado vírgenes, y en broma se decía que si alguna había fallado permitiendo algún exceso al novio en las muestras de cariño, debía pedirle a la modista que cosiera, en su vestido de novia, alguna lentejuela de color. Si en la actualidad aplicáramos ese criterio una buena cantidad de las llamadas señoritas decentes deberían presentarse a contraer matrimonio vestidas de China Poblana.

Según parece, algunas jóvenes se entregan al novio por el miedo a perderlo, pero la experiencia demuestra que dichas relaciones no son garantía del amor eterno, como tampoco de conseguir con ello al marido deseado. Incluso, casi siempre, lo único que se consigue es una pérdida de respeto, que suele aflorar ya estando casados.

De ninguna manera me parece que sea un convencionalismo social el esconder, y mantener lejos de los extraños, aquellas partes del cuerpo que tienen como función la capacidad reproductora, sobre todo si partimos del principio de que concebir un hijo es transmitir la vida a otra criatura igual a él, y ello hace referencia a una de las labores más dignas que pueda realizar el ser humano en todos los órdenes, incluyendo, por supuesto el moral. Es en definitiva algo que raya en lo divino.

Quisiera mencionar un ejemplo que quizás no se adapte del todo al tema, pero a mi me resulta lógico que un cirujano no permita que su instrumental quirúrgico sea manipulado por todo tipo de personas, y esto por dos motivos: Primero, por la nobleza y el respeto que supone abrir el cuerpo humano, y segundo, por el peligro de descuidar la asepsia, lo cual podría provocar infecciones de fatales consecuencias.

Cualquier persona con sentido común, rechazará comprar una botella de vino que se encuentre abierta, pues ello le hará dudar de lo que le han sacado, o de lo que han mezclado en ese licor. En el caso que nos ocupa, dicha situación es mucho más delicada, dado que no estamos hablando del aspecto exclusivamente material, pues en toda relación sexual no forzada, no sólo se entrega la carne, sino también algo del alma. 

Es decir, en esa relación hay una donación no sólo del valioso tesoro del cuerpo, sino de una buena parte de uno mismo… la más íntima, aquello que ha de pertenecer sólo a quien se valora como otro yo, es más, como yo mismo; y por lo mismo, debe de reservarse para quien ya se ha obligado libremente y para siempre, en un compromiso, que de por sí, es irreversible. Si tratamos de entender por qué algunas jóvenes ya V dan tanta importancia al cuidado de la virtud de la castidad, habremos de buscar tales razones en esa devaluación del ser humano, y es evidente que la mercadotecnia ha influido en gran medida a la comercialización femenina. 

Alejandro Cortés

www.padrealejandro.org

Pelé, el jugador que recibió el fútbol… de Dios

«Dios me dio el fútbol y sólo Él me lo puede quitar», decía cuando se atrevían a vaticinar el fin de su reinado futbolístico

Pelé es el futbolista considerado, por muchos, el mejor de toda la historia de ese deporte. El Comité Olímpico Internacional lo definió “el mejor futbolista del siglo XX”.

«Dios me dio el fútbol y sólo Él me lo puede quitar«, decía cuando se atrevían a vaticinar el fin de su reinado futbolístico. Desde 1962 dijeron que ese reinado había terminado: luego lo repitieron en 1966… «El hecho es que aquí estoy, dispuesto a jugar otra Copa del Mundo. Lo que Dios da, sólo Dios lo quita».

Decía que Edson Arantes do Nascimiento, mejor conocido como Pelé, hablaba con la tranquilidad de un clérigo medieval.

«- ¿No se siente en ocasiones prisionero de su propia fama? – le preguntó un periodista en 2015-

Él contestó:

– Bueno, algunas veces, pero Dios sabe a quién da las cosas y si Él me dio la fama, el cariño de millones de personas, la curiosidad de centenares de periodistas, el dinero, el don de saber jugar fútbol, también me dio la paciencia para soportar lo desagradable que esas circunstancias pudieran traer. Soy Pelé. Lo sé. Pelé es un conjunto de cosas y nada valdría aceptar las gratas y rechazar aquellas que no son».

Pelé, uno de los más admirados y poderosos astros del balompié es ícono y modelo para sus fanáticos y un «dios» para los brasileros. Pero él tenía al suyo, al verdadero y único Dios. No tenía el menor interés en disimularlo. Era uno de esos ídolos de este mundo que parecía dispuesto a involucrarlo en su día a día cada vez que viniera a cuento, de manera sencilla y muy natural. Tal vez por ello ha llevado su carrera sin divismo, sin la prepotencia y hasta los escándalos que acompañan la trayectoria de algunos famosos de las canchas.

Cuando se comentaba que sus habilidades parecían declinar, dijo: «Dios me dio el fútbol y sólo Él me lo puede quitar – repuso Pelé -. Desde 1962 dijeron que ese reinado había terminado; luego lo repitieron en 1966… el hecho es que aquí estoy dispuesto a jugar otra Copa del Mundo. Lo que Dios da, sólo Dios lo quita». Era la víspera del Mundial de México 1970 y Pelé seguía siendo la figura indiscutible de la selección de Brasil.

Confesó que ganaba menos que muchos otros futbolistas, sin embargo, colocaba al dinero en el puesto correcto: «Yo tengo dinero, pero ese dinero no me servirá de nada si no tuviera la conciencia tranquila y la certeza de que si lo tengo es porque lo he ganado con un gran esfuerzo y en forma totalmente honesta».

Consideraba su actuación en las canchas deportivas un producto, más que de sus habilidades y cualidades, «un don del cielo, algo que me dio Dios».

«Tengo mucha fe en Dios»

5 mensajes inspiradores de Pelé en 2022

El astro brasileño fue hospitalizado una vez más en Brasil y las oraciones se multiplicaron en todo el mundo. Sin embargo, en medio de las dificultades, Pelé no deja de mostrarse confiado en Dios.

Mientras el planeta fútbol sigue embelesado con el desarrollo del Mundial de Qatar 2022, uno de sus más fieles representantes –leyenda del buen juego-, Edson Arantes do Nascimento (o simplemente Pelé) se transformó en noticia por una nueva hospitalización.

Es que lo sucedido con el astro brasileño –tres veces campeón de mundo- ha generado máxima preocupación, con rumores de todo tipo, algo que ha provocado que la propia familia tuviera que aclarar que su internación en San Pablo se debió a una infección en el pulmón.

La salud de Pelé, desde hace varios años ha ofrecido varias alertas por problemas de columna, cadera, rodilla y hasta crisis renales. Entre ellos también lo sucedido en 2021 con la identificación de cáncer de colon.

Sin embargo, en medio de estas dificultades, en horas que no parecen fáciles y con oraciones que se han multiplicado en el mundo por su salud (incluso hinchas de su querido Santos Fútbol Club que se reunieron para rezar a las puertas del hospital), la fe de Pelé en Dios parece inquebrantable.  

Precisamente, sus referencias a Dios en diversas etapas de su vida, así como mensajes cargados de trascendencia y hasta empatía con los que más sufren ha sido algo destacable de Pelé en sus últimos años.

A continuación el recuerdo de cinco mensajes inspiradores de Pelé en el último año, momento en que todos rezan por una persona que hizo felices a millones a lo largo de los años con su estilo de juego y perseverancia:

1 UN REGALO DE DIOS

El pasado 23 de octubre, «O Rey» cumplió 82 años y una vez más expresó a través de las redes sociales que eso ha sido «un regalo de Dios».  «En mi cumpleaños, solo quiero expresar mi gratitud. La vida es buena. Cumplir 82 años con mi familia, con buena salud, es el mejor regalo. Gracias por todo lo que he recibido», agregó Pelé a través de Instagram y con una cruz en el pecho. Un mensaje que no hace más que confirmar aquello de la importancia del agradecimiento a Dios en diversas etapas de la vida como los aniversarios.

2 EL FÚTBOL PUEDE UNIR

El papa Francisco, como «buen» sudamericano es un aficionado al fútbol desde niño. Como pontífice han sido varias las ocasiones en la que ha podido hablar de este deporte con mensajes de trascendencia donde aparece aquello de la disciplina, el sacrificio, pero también la fraternidad entre los pueblos.

Precisamente, el pasado 23 de noviembre, al término de la audiencia general, Francisco habló por primera vez públicamente del Mundial de Qatar 2022. Fue ahí donde señaló, tal cual recordó la nota de Ary Waldir Ramos Díaz en Aleteia, su deseo que el torneo «sea una oportunidad de encuentro y armonía entre las naciones, favoreciendo la fraternidad y la paz entre los pueblos».

Algo similar expresó Pelé en las últimas semanas cuando a través de Instagram publicó una foto en la que se lo ve firmando autógrafos y haciendo referencia a aquello del «fútbol como unión».

«Es increíble cómo el fútbol puede unir a la gente. Esta foto fue tomada en México, durante la Copa del Mundo de 1970. En ese momento, era mucho más difícil ver los campeonatos nacionales de otros países, pero aun así, recibí mucho cariño de fanáticos de todo el mundo», dijo Pelé en ese ese entonces, algo que deja de manifiesto aquello del deporte también como sinónimo de la «cultura del encuentro».

3 EL DEPORTE UN ACTO DE AMOR

En los primeros días de octubre, una nueva tragedia enlutó al mundo del fútbol. Tras una estampida en un estadio de Indonesia, los informes preliminares dieron cuenta de unos 125 fallecidos, entre ellos varios niños.  Más allá de los detalles de lo sucedido, el propio Pelé se mostró consternado y también se expresó en redes sociales con referencias a aquello al amor al prójimo. 

«Este fin de semana hemos sido testigos de una de las mayores catástrofes de la historia del fútbol. Hay al menos 32 niños, entre 125 muertos. Deseo mucha paz y amor a todo el pueblo de Indonesia. La violencia no va con el deporte. No hay dolor de derrota que pueda justificar que perdamos el amor al prójimo. El deporte debe ser siempre un acto de amor», dijo Pelé.

4 HACER EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN

Con la asistencia a un rival en plena cancha de fútbol que parecía acalambrado, así quiso ilustrar Pelé otro de sus mensajes en 2022. En este caso, con palabras vinculadas a aquello de la necesidad de la amabilidad y la empatía para lograr un mundo mejor.

«»Haz el bien sin mirar a quien». Puede sonar a cliché, pero hay una enseñanza muy importante en esta oración. La amabilidad y la empatía son valores fundamentales en la construcción de un mundo mejor. El futuro nos pertenece a todos».

5 TENGO MUCHA FE EN DIOS

Aquí uno de sus mensajes inspiradores más recientes y quizás el que mejor resume lo que ha sido la vida de Pelé, «el jugador que recibió el fútbol de Dios», tal cual se titulaba una nota de Aleteia escrita por Macky Arenas.

«Mis amigos, quiero mantener a todos tranquilos y positivos. Estoy fuerte, con mucha ilusión y sigo mi tratamiento como siempre. Quiero agradecer a todo el equipo médico y de enfermería por todos los cuidados que he recibido», dijo Pelé en alusión al parte médico difundido el 3 de diciembre en referencia a su estado situación.

«Tengo mucha fe en Dios y cada mensaje de amor que recibo de ustedes en todo el mundo me mantiene lleno de energía», añadió Pelé, quien confirmó una vez más que su vida está en manos de Dios. Y así lo quiere mostrar al mundo en una de sus horas más difíciles.   

Los enemigos propondrán una alianza

Nuestra Señora Reina de la Paz a Pedro Regis el 3 de diciembre de 2022

Queridos hijos, los enemigos propondrán una alianza, pero los frutos de esta alianza no vienen de Dios. La Verdad de Mi Jesús es Eterna. Su presencia en la Eucaristía es una verdad no negociable. Pase lo que pase, no os desviéis del camino que os he señalado. Quédate con Jesús y con el verdadero Magisterio de su Iglesia. Yo soy vuestra Madre Dolorosa y sufro por lo que viene por vosotros. Orar. Orar. Orar. Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén en paz.