
«María, Madre Nuestra» a Valeria Copponi el 16 de noviembre de 2022
Que la paz de Jesús esté siempre con vosotros. Yo, vuestra Madre estoy con vosotros: no os dejaré ni por un momento. Mis hijos que me siguen son cada vez menos, pero Yo, María, Madre de la Iglesia, no os dejaré ni por un momento. Ya comprenderás que el diablo está saqueando a mis hijos más débiles, pero él sabe muy bien que estos son también los últimos tiempos para él. Hijos míos, acérquense cada vez más a Jesús, su Alimento indispensable. Sin Él perecerás. Estoy cerca de vosotros, pero la mayoría, especialmente de los jóvenes, se alejan de mí y de Jesús. No saben que el diablo se regocija y se convierte en su amo absoluto. Hijos Míos, ustedes saben muy bien que los tiempos están llegando a su fin;[1]Tu tierra ya no te dará los frutos que has tenido hasta ahora, te faltará pan y todo lo que consideres necesario[2]— entonces tal vez algunos de tus hermanos y hermanas desobedientes se arrepientan. Jesús está dispuesto a perdonar; Acércate a Aquel que todavía te dará Su ayuda divina. Rezo por ustedes y los apoyo; no dejes que mis oraciones se empobrezcan a los ojos de Dios.[3] Ayúdenme, hijos míos; Cuento mucho con vosotros y con las oraciones con las que intercedéis por todos mis hijos que están bajo la tentación diabólica. Ánimo, porque vuestra salvación está cerca; Jesús te ama y sigue contando contigo. Los bendigo y los sostengo en sus dificultades.
Notas
↑1 | Ie. El fin de esta era, no el mundo. Ver Los Papas y la Era del Amanecer |
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↑2 | Jesús: «Habrá terremotos de un lugar a otro y habrá hambrunas. Estos son los comienzos de los dolores de parto». (Marcos 13:8) «Cuando abrió el tercer sello, escuché a la tercera criatura viviente gritar: ‘Adelante’. Miré, y había un caballo negro, y su jinete sostenía una balanza en la mano. Escuché lo que parecía ser una voz en medio de las cuatro criaturas vivientes. Decía: «Una ración de trigo cuesta el salario de un día, y tres raciones de cebada cuestan el pago de un día». (Apocalipsis 6:5-6) |
↑3 | «Pobre» por no ser sostenido por la oración del lado de los creyentes en la tierra. Nota del traductor. |