¿Qué tiene de diferente el Anticristo?

San Miguel Arcángel a Luz de María de Bonilla el 10 de noviembre de 2022

Amados hijos de la Santísima Trinidad, vengo a ustedes como mensajero de la Santísima Trinidad.

Pueblo de nuestro Rey y Señor Jesucristo, crecen en fe. Vive bajo la protección de la Divina Voluntad. A medida que los tiempos se intensifiquen, las obras y acciones de aquellos que caminan a la sombra del Altísimo darán frutos de vida eterna (Jn. 15:16 y Jn. 15:5), y los compartirán con sus hermanos y hermanas.

En este momento, los seres humanos están gastando sus vidas en un vacío espiritual tan profundo que proyectan toda su falta de fraternidad hacia sus hermanos y hermanas. Con cada paso que dan, contagian a sus hermanos y hermanas con la frialdad con la que la mayoría vive sus vidas.

El ego humano no debe ser desarraigado, sino transformado y fusionado con la obra y la acción de nuestro Rey y Señor Jesucristo, para que todos los seres humanos vivan con profundo amor y compartan la bendición de ser hijos de Dios. Esta generación, al alejarse de la Santísima Trinidad y buscar la luz divina por los caminos equivocados, se ha sumergido en aguas peligrosas donde no pueden nadar, sino solo mantenerse a flote, porque son aguas pútridas.

Veo a gran parte de la humanidad corriendo detrás del Anticristo por no conocer a nuestro Rey y Señor Jesucristo, ignorando el hecho de que nuestro Rey y Señor Jesucristo hicieron milagros y no se jactaron de ello, sino que, por el contrario, se fueron rápidamente. Lo que es diferente acerca del Anticristo es que anunciará los supuestos «milagros» que hará. Sabes muy bien que no serán milagros, sino obras del mal: él hará uso de demonios para aparecer para resucitar a alguien de entre los muertos.

Por lo tanto, es urgente que conozcas a nuestro Rey y Señor Jesucristo directamente de la Sagrada Escritura. De esta manera, lo reconocerás y no serás engañado. Protege tu mente, continúa sin ensuciarla y sin traer las cosas dañinas del mundo a ella. Vayan a nuestra Reina y Madre que los guía a su Divino Hijo en estos tiempos de tanta agitación.

Este pueblo perteneciente a la Santísima Trinidad es tonto. Ellos saben [en sus corazones (implícito)] que no habrá paz^[1]Detrás de los falsos acuerdos de paz se encuentra la preparación para la aniquilación mutua con un aumento de armamentos.

Pueblo de Dios, al haber decidido alejaros del amor divino, y en conjunción con el signo de la pasada luna de sangre, se os anuncia el siguiente castigo: la abominable desolación de la Iglesia de nuestro Rey y Señor Jesucristo. La desolación del alma ha llegado en este momento en que están quitando a la Santísima Trinidad de los lugares reservados para la oración y el culto, cuando están quitando a nuestra Reina y Madre de ellos. Esta es una pequeña advertencia antes de la gran y final profanación.

¡Pueblo de nuestro Rey y Señor Jesucristo, tomen este mensaje con la debida seriedad! Aumentad vuestra fe siendo guardianes de la Ley de Dios, de los sacramentos y del conocimiento de Aquel que se sacrificó en la Cruz por la salvación de la humanidad. Medita en este llamado. ¡No te lo tomes a la ligera!

En el amor de nuestro Rey y Señor Jesucristo, los bendigo, ilumino su camino, los protejo y los defiendo

San Miguel Arcángel

Ave María purísima, concebida sin pecado

Ave María purísima, concebida sin pecado

Ave María purísima, concebida sin pecado

Comentario de Luz de María

Hermanos y hermanas:

En este bendito día en que recibimos este llamado a cada uno de nuestros corazones, nos unimos como pueblo de Dios para conocer, reparar y orar, dado el anuncio de San Miguel Arcángel.

Las primeras palabras de San Miguel Arcángel son un claro recordatorio de las acciones y obras apropiadas de un hijo de Dios. Luego se enfoca en la realidad humana, donde todo el tiempo, Dios está siendo removido cada vez más de los lugares públicos, y los oratorios se están cerrando porque el hombre mismo está allanando el camino para el Anticristo.

Hermanos y hermanas, necesitamos conocer a Nuestro Señor Jesucristo e ir directamente a la Sagrada Escritura, particularmente leyendo los Santos Evangelios, para que la humanidad no vaya tras el Anticristo que, con grandes maravillas malvadas, hará todo tipo de «milagros» o maravillas y señales engañosas, como anuncia el apóstol San Pablo en su carta a los cristianos tesalonicenses (2 Tesalonicenses 2:9). La gran diferencia entre Nuestro Señor y Dios Jesucristo y el Anticristo es la humildad del Señor. El opresor no será humilde y hará alarde de su poder, empleando falsos gestos de humildad.

Este último eclipse total del 8 de noviembre de 2022 también simbolizó el punto de mayor alejamiento de la humanidad del amor divino y de nuestra Santísima Madre. Este signo evoca un castigo que no es el que ocurrirá después del Milagro, sino un castigo previo, fruto del orgullo humano y de la abominación desoladora de la Iglesia ante la negación de Dios por parte del hombre.

Sigamos orando para que se frene la avalancha que introducirá los grandes cambios en la vida de la Iglesia, que abrirán la puerta a la desolación profetizada por Daniel sobre la abolición pública del Sacrificio Perpetuo.

El profeta Daniel nos habla del lugar santo y de la abominación desoladora (Mt 24:15). San Mateo 24:22 también nos dice: «y si ese tiempo no se acortara, nadie saldría vivo; pero Dios lo acortará a causa de sus elegidos».

San Miguel Arcángel nos habla de un período muy difícil para el pueblo de Dios, en el que las persecuciones, las blasfemias, los sacrilegios y la soledad serán más continuos, y es entonces cuando la fe tendrá que prevalecer aún más para permanecer firme en el Dios Trino.

Debemos recordar que las virtudes humanas deben acompañar a las virtudes infundidas: no se pueden improvisar de un día para otro. Es por eso que es ahora, en el momento presente, que es nuestro deber entrenarnos en la virtud para que nuestro libre albedrío sea fuerte cuando lleguen los mayores choques que sacudirán nuestra realidad o nuestro entorno inmediato, donde todavía podemos estar viviendo muy despreocupadamente.

Amén.

Notas

↑1	La implicación es que, aunque en sus corazones saben que no habrá paz, actúan como si todo volviera a «lo de siempre» (ver el final del comentario de Luz de María a continuación sobre vivir con indiferencia.