EN EL AÑO 590…

«En el año 590, cuando la peste diseminaba el terror y la muerte, el papa Gregorio Magno invitó a la población de Roma a salir en procesión imprecatoria y penitencial. Este fue el origen de las grandes letanías de la Iglesia o rogaciones, mediante las cuales se implora a Dios que nos defienda de las adversidades. 

El papa en persona llevaba el icono de la Virgen Salus Populi Romani desde la iglesia Santa María Mayor hasta el mausoleo de Adriano (basílica de San Pedro). Según el Beato Jacques de Voragine “a medida que la imagen sagrada avanzaba, el aire se esclarecía volviéndose saludable y los miasmas de la peste se disolvían.  Cuando la procesión llegó al puente sobre el río Tiber que une la ciudad con el mausoleo de Adriano, repentinamente se escuchó un coro de ángeles que cantaba: “Regina Coeli laetare, alleluia…”

Así nació el Regina Coeli, que se canta en el tiempo Pascual. Después del canto de los ángeles, Gregorio vio al Arcángel San Miguel sobre el mausoleo, vestido con una armadura centellante. Blandía una espada ensangrentada que enfundó en la vaina como signo de la culminación del flagelo. Este gesto marcó el final de la peste en Roma.

En 1304, en conmemoración del milagro, el papa Benedicto X hizo colocar en su cúspide una gran estatua de bronce de San Miguel, jefe de las milicias celestiales, envainando su espada. Desde entonces el mausoleo llevó el nombre de Castel Sant’Angelo (Crónica de Gregorio de Tours).

Durante una homilía, el papa Gregorio Magno exhortó al pueblo romano: “Consideren con extrema atención aquel día (el día del flagelo), enmienden sus vidas, cambien sus hábitos, dominen las tentaciones del mal con todas sus fuerzas, castiguen con lágrimas los pecados cometidos”.

Papa San Gregorio Magno»

“LA EUTANASIA” MUERTE INDUCIDA

 unidoscontralaapostasia

Mario E. Fumero

 

   ¿Tiene derecho el hombre a disponer de la vida cuando considere que está al borde de la muerte, y vive en sufrimiento? ¿Tiene derecho la ciencia o el Estado a eliminar a los que están en etapa terminal, o son un estorbo social? Tristemente Colombia y España están legalizando la eutanasia junto a la promoción del aborto y la agenda gay, por lo que vamos a un mundo sin valores, Estas preguntas nacen en una sociedad donde la falta de principios, por un lado, y los intereses creados por otros, se plantean el dilema de la “eutanasia” y esto lo vamos a analizar.

          Esta realidad se ha puesto de moda debido a la proclamación de que “Dios ha muerto”, hecha en el 1989 por el profesor Theodore Altizer. Después aparece el Dr. Jack Kevorkian llamado el doctor de la muerte, defendiendo la eutanasia y ayudando a las personas a morir, convirtiéndose en el “dios” que determina la muerte de un enfermo. Estos hechos han ido abonando el camino para que la eutanasia se convierta en un estilo de conducta social que se está legalizando en muchos países, como por ejemplo Holanda.

          Antes de analizar el tema debemos, plantearnos el significado del término “eutanasia”. Esta palabra “eu” y “tanasia” se compone de dos vocablos griegos “eu” que significa: “claro o bueno” y “thánatos” que significa “muerte o muerto”. Al unirla, el sentido es inducir la muerte para evitar el sufrimiento, provocándola[1] mediante la administración de ciertos medicamentos. Cuando se habla de eutanasia, se expone un método por medio del cual se le aplica a las personas una solución para eliminar el sufrimiento. La enciclopedia afirma que “hay otros medios lo suficientemente eficaces para aliviar los últimos días a cualquier enfermo incurable[2] sin tener que provocar la muerte para evitar el sufrimiento. Así que ese argumento no es valedero.

          ¿Qué promueve la eutanasia en nuestro tiempo? El otorgarle al enfermo el derecho a la muerte cuando éste lo pida. Esta acción va contra el orden Divino.

Existen dos razones básicas para que la eutanasia funcione a nivel legal.

          La primera está vinculada a la persona misma o sus familiares. El enfermo desea evadir el sufrimiento de una enfermedad letal, dolorosa o que le lleva a una vida vegetativa[3]. Antes de llegar al punto crítico de la agonía o coma, éste solicita a sus seres queridos, o al médico, que le produzcan la muerte a través de un procedimiento clínico, para no sufrir él, ni sus seres queridos.

          En esta situación se alega el derecho de la persona a no sufrir, y la muerte es una forma de escapar a una realidad inminente. En los países donde la eutanasia es legal, como en Holanda, el médico le pone una inyección letal, y así se evita llegar al punto crítico de la etapa terminal.

          El segundo caso de eutanasia es la dispuesta por el sistema social, para eliminar a los que ya no tienen solución a su mal y se convierten en una carga pública, social y eco-nómica para el Estado. Aquí no solamente se plantea la eliminación de los enfermos terminales, sino también eliminar a los ancianos o minusválidos que sean una carga para el erario público.

          Las estadísticas de muchos países industrializados, que practicaron una planificación rigurosa de la familia, revelan que su población está en proceso de disminución y envejecimiento, por lo que hay más ancianos que jóvenes. Esto hace que la fuerza productiva de la nación se reduzca, habiendo una descompensación entre jubilados y trabajadores. La tasa de pensionados sobrepasa la capacidad de ingresos de la seguridad social, ya que existe por cada cinco personas jubiladas, dos personas jóvenes que trabajan. Al ser más los pensionados que la fuerza productiva, por el decrecimiento poblacional, el colapso económico de los sistemas de seguridad social y jubilación conducirán a una bancarrota. Además de lo anterior, los recursos médicos para atender a tantos ancianos llevarán a una crisis financiera caótica. Si esto es así, ¿Cómo resolver el problema? Es ahí cuando entra en escena la idea absurda de producir una eutanasia institucionalizada, para quitar del medio toda carga pública[4]. Eliminando ancianos, enfermos terminales y minusválidos inútiles, se logra reducir la carga financiera del sistema.

Esta idea, escondida, pero latente en los círculos financieros de las altas esfera, se ha revelado en algunas películas de cine, donde en el mundo del futuro todos tienen derecho a vivir mientras sean productivos, determinado por un “dios estado” que establecerá las normas de quien puede vivir, y quien deben morir.

          ¿Podemos aceptar tal acción a la luz de la Palabra de Dios, donde la vida es un don inapreciable? Nadie, absolutamente nadie, tiene el derecho de disponer de la vida sino aquel que la dio. El mandamiento de “NO MATARAS” sigue vigente y no podemos tolerar que un ser humano, usurpando el lugar de Dios y alegando filosofías evasivas de la realidad se tome el derecho de determinar quién debe morir. El único que puede quitar la vida es aquel que la dio, y nosotros no nos pertenecemos a nosotros mismos, pues como dice san Pablo: “Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos: y si morimos, para el Señor morimos. Así que sea que vivamos o que muramos, del Señor somos”. Romanos 14:7-8.


[1] – “Diccionario General Ilustrado de la lengua Española” Edición Bibliográfica S.A.  Barcelona, España, 1984. Página 700.

[2] – “Diccionario Enciclopédico Salvat”. Barcelona, España. 1955 .Vol VI,  página 492.

[3] – No confundamos eutanasia activa, con la pasiva que yo llamo distansia, y que es no detener la muerte artificialmente, dejando que la misma siga su curso normal, no usando recursos humanos para prorrogar la vida.

[4] – En países como Perú se descubrió que para frenar la super-población organismo internacionales, en combinación con el gobier-no, esterilizaron a mujeres indígenas, sin información ni permisos de ellas. Si se ha hecho para frenar la superpoblación, ¿qué no harán para equilibrar su descompensación?

TUS HIJOS; Y LAS REDES SOCIALES

Los padres que no instruyen a sus hijos en el camino de Jesucristo y los dejan en manos de Youtubers, internet, redes sociales, tik tok, etc … No se dan cuenta de que satanás los está atrapando en un cautiverio espiritual dentro de sus mentes y habitaciones que los llevara a la destrucción y descubrirán muy tarde que estas redes están mutilando sus pensamientos, distorsionando la realidad y llevándolos a la adicción.

Muchos padres para calmar a sus hijos, callarlos y desobligarse de ellos, no dudan en regalarle una tableta o un teléfono inteligente… Grave error.

Papá!!! Mamá!!! arrebaten a sus pequeños de las vías satánicas que llevan a sus hij@s a la perdición de su alma, antes de que sea demasiado tarde. 

Cuide y blíndele a sus hij@s con oración protección, instruyendo en la senda correcta de vida, el mundo de nuestros niños, adolescentes y jóvenes está muriendo en manos de las drogas, el alcohol, las letras espantosas de la música, el robo de la identidad, la lujuria sexual, ellos van camino a la destrucción, ellos no se dan cuenta, ya están muertos en vida. Enseñe qué es bueno y qué no, acerque y muestre la vía donde la vida cobra sentido, vigile lo que ven dentro de su habitación, asuma el compromiso.

Se está librando la batalla espiritual más tremenda de los últimos tiempos, proteja a sus hij@s, nadie ni nada puede llenar el vacío existencial del ser, Cristo Jesús es el camino de vida y libertad de las nuevas generaciones.

El Salmo 127: 3 nos dice: “Los hijos son la herencia que Dios da a los padres. 

Cuidado con perder esa herencia pues algún día le rendirás cuentas a Dios por ellos”. De igual forma Proverbios 22:6 dice: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.

El Anti-Evangelio

Hay una marcada diferencia entre los resultados postsinodales actuales en comparación con el pontificado de San Juan Pablo II, cuyo memorial conmemoramos hoy. Fue este gran Santo, quien escudriñando el horizonte de la humanidad en 1976, declaró proféticamente sobre la Iglesia:

Ahora nos enfrentamos a la confrontación final entre la Iglesia y la anti-Iglesia, del Evangelio contra el anti-Evangelio, de Cristo contra el anti-Cristo… Es una prueba… de 2.000 años de cultura y civilización cristiana, con todas sus consecuencias para la dignidad humana, los derechos individuales, los derechos humanos y los derechos de las naciones. —Cardenal Karol Wojtyla (JUAN PABLO II), en el Congreso Eucarístico, Filadelfia, PA; 13 de agosto de 1976; cf. Catholic Online (las palabras anteriores fueron confirmadas por el diácono Keith Fournier, quien asistió ese día).

Y así es: hoy asistimos al surgimiento de un falso evangelio, propagado no menos por obispos y cardenales que contradicen abiertamente la enseñanza católica.[1] Detrás de sus sofismas hay una Anti-Misericordia, una falsa compasión que excusa e incluso celebra el pecado bajo las falsas virtudes de la «tolerancia» y la «inclusión». Por el contrario, el Evangelio auténtico se llama «buena noticia» precisamente porque no nos deja en las cadenas del pecado, sino que proporciona un medio para convertirnos en una nueva creación en Cristo: una que es liberada de los poderes de las tinieblas, las pasiones de la carne y la condenación del infierno. A cambio, el alma que se arrepiente del pecado es infundida con gracia santificante, está llena del Espíritu Santo y tiene el poder de participar en la Naturaleza Divina. Como escuchamos a San Pablo proclamar en la primera lectura de la Misa del lunes pasado:

Todos nosotros vivimos una vez entre ellos en los deseos de nuestra carne, siguiendo los deseos de la carne y los impulsos, y éramos por naturaleza hijos de ira, como el resto. Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor que tenía por nosotros, incluso cuando estábamos muertos en nuestras transgresiones, nos trajo a la vida con Cristo (por gracia has sido salvado), nos levantó con Él y nos sentó con Él en los cielos en Cristo Jesús… (cf. Ef 2:1-10)

En una exhortación apostólica postsinodal, San Juan Pablo II afirmó una vez más 2000 años de tradición y las claras enseñanzas de la Sagrada Escritura de la necesidad de conversión y arrepentimiento, es decir. «autoconocimiento» — para que no seamos engañados, condenándonos así a nosotros mismos:[2] 

En palabras del apóstol San Juan: «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo y perdonará nuestros pecados». Escritas en los albores de la Iglesia, estas palabras inspiradas introducen mejor que cualquier otra expresión humana el tema del pecado, que está íntimamente relacionado con el de la reconciliación. Estas palabras presentan la cuestión del pecado en su dimensión humana: el pecado como parte integrante de la verdad sobre el hombre. Pero relacionan inmediatamente la dimensión humana con su dimensión divina, donde el pecado es contrarrestado por la verdad del amor divino, que es justo, generoso y fiel, y que se revela sobre todo en el perdón y la redención. Así, San Juan también escribe un poco más sobre que «cualesquiera que sean las acusaciones (de nuestra conciencia) que puedan levantar contra nosotros, Dios es más grande que nuestra conciencia».

Reconocer el propio pecado, de hecho, penetrar aún más profundamente en la consideración de la propia persona, reconocerse a sí mismo como pecador, capaz de pecar e inclinado a cometer pecado, es el primer paso esencial para volver a Dios. Por ejemplo, esta es la experiencia de David, quien «habiendo hecho lo malo a los ojos del Señor» y habiendo sido reprendido por el profeta Natán, exclama: «Porque conozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, solo tú, he pecado y he hecho lo que es malo a tus ojos». Del mismo modo, Jesús mismo pone las siguientes palabras significativas en los labios y en el corazón del hijo pródigo: «Padre, he pecado contra el cielo y delante de ti».

En efecto, reconciliarse con Dios presupone e incluye desprenderse conscientemente y con determinación del pecado en el que uno ha caído. Presupone e incluye, por lo tanto, hacer penitencia en el sentido más amplio del término: arrepentirse, mostrar este arrepentimiento, adoptar una actitud real de arrepentimiento, que es la actitud de la persona que comienza el camino de retorno al Padre. Esta es una ley general y una que cada individuo debe seguir en su situación particular. Porque no es posible tratar con el pecado y la conversión sólo en términos abstractos.

En las circunstancias concretas de la humanidad pecadora, en las que no puede haber conversión sin el reconocimiento del propio pecado, el ministerio de reconciliación de la Iglesia interviene en cada caso individual con un propósito penitencial preciso. Es decir, el ministerio de la Iglesia interviene para llevar a la persona al «conocimiento de sí misma» -en palabras de santa Catalina de Siena- al rechazo del mal, al restablecimiento de la amistad con Dios, a un nuevo ordenamiento interior, a una nueva conversión eclesial. En efecto, incluso más allá de los límites de la Iglesia y de la comunidad de los creyentes, el mensaje y el ministerio de la penitencia se dirigen a todos los hombres y mujeres, porque todos necesitan conversión y reconciliación. —»Reconciliación y penitencia», n. 13; vatican.va

La Anti-Iglesia

Las palabras proféticas de San Juan Pablo II se están desplegando ante nuestros propios ojos.

Ahora nos enfrentamos a la confrontación final entre la Iglesia y la anti-Iglesia, del Evangelio contra el anti-Evangelio, de Cristo contra el anti-Cristo… Es una prueba… de 2.000 años de cultura y civilización cristiana, con todas sus consecuencias para la dignidad humana, los derechos individuales, los derechos humanos y los derechos de las naciones. —Cardenal Karol Wojtyla (JUAN PABLO II), en el Congreso Eucarístico, Filadelfia, PA; 13 de agosto de 1976; cf. Catholic Online (las palabras anteriores fueron confirmadas por el diácono Keith Fournier, quien asistió ese día).

Recientemente reflexioné sobre la falsa misericordia emergente que aparentemente constituye el fundamento mismo del emergente anti-Evangelio en nuestros tiempos. Y está siendo proclamado, no sólo por los llamados políticos y globalistas «despiertos», sino más asombrosamente por obispos y cardenales.[1] Sin embargo, San Pablo vio esta eventual apostasía viniendo de muy lejos:

Que nadie os engañe con argumentos vacíos, porque a causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los desobedientes. Así que no te asocies con ellos. Porque una vez fuiste tinieblas, pero ahora eres luz en el Señor. Vivan como hijos de luz. (La primera lectura de la Misa de hoy de Efesios 4)

En Romanos, Pablo reprende a aquellos que conocen a Dios, pero caen en la arrogancia.

… porque aunque conocían a Dios, no le concedieron gloria como Dios ni le dieron gracias. En cambio, se volvieron vanidosos en su razonamiento, y sus mentes sin sentido se oscurecieron. Mientras decían ser sabios, se volvieron tontos … (Romanos 1:21-22)

En una línea similar, advirtió a los colosenses:

Digo esto para que nadie te engañe con argumentos engañosos… Procurad que nadie os cautive con una filosofía vacía y seductora según la tradición humana, según los poderes elementales del mundo y no según Cristo. (Col 1:4, 8)

«Poderes elementales», o como dijo el Papa León XIII, naturalismo.

En este período, sin embargo, los partidarios del mal parecen estar combinándose, y luchando con vehemencia unida, dirigidos o asistidos por esa asociación fuertemente organizada y extendida llamada los masones. Ya no ocultan sus propósitos, ahora se están levantando audazmente contra Dios mismo … lo que es su propósito último se impone a sí mismo a la vista, a saber, el derrocamiento total de todo ese orden religioso y político del mundo que la enseñanza cristiana ha producido, y la sustitución de un nuevo estado de cosas de acuerdo con sus ideas, cuyos fundamentos y leyes se extraerán del mero naturalismo. —PAPA LEÓN XIII, Humanum Genus, Encíclica sobre la Francmasonería, n.10, 20 de abril de 1884

Por lo tanto, «habrá tiempos aterradores en los últimos días», profetizó San Pablo. Luego procede a describir virtualmente nuestros tiempos actuales, y tal vez aquellos obispos, que son «amantes del placer en lugar de amantes de Dios, ya que fingen la religión pero niegan su poder».[2]

Y en lo que puede ser la observación más interesante, si no notable, Paul advierte contra los «progresistas», que, en nuestros tiempos, es la nueva palabra de moda para los «comunistas» blandos que han adoptado elementos del programa marxista.

Muchos engañadores han salido al mundo, aquellos que no reconocen a Jesucristo como viniendo en carne; tal es el engañoso y el anticristo. Miren para que no pierdan aquello por lo que trabajamos, sino que puedan recibir una recompensa completa. Cualquiera que sea tan «progresista» como para no permanecer en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene al Padre y al Hijo. (2 Juan 1:7-9)

La anti-Iglesia, entonces, emerge como aquellos que «fingen la religión pero niegan su poder». Son modernistas que, en lugar de abandonar la Iglesia, pretenden cambiarla. Son progresistas que explican los milagros de Cristo como meras alegorías del amor fraterno; son agnósticos que ven los rituales y símbolos como arcaicos y tontos; son herejes que reducen el Sacrificio de la Misa a una mera «celebración» comunitaria; son engañadores que ignoran lo místico, se burlan de lo sobrenatural y desprecian a aquellos que, con fe infantil, observan obedientemente toda la Sagrada Tradición. Y en sus ataques finales a la Fe, son ilegales que, a la falsa luz de la «tolerancia» y la «inclusión», tienen como objetivo cambiar incluso las mismas leyes de Dios.

Porque tales personas son falsos apóstoles, obreros engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, porque incluso Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que no es extraño que sus ministros también se hagan pasar por ministros de justicia. Su fin corresponderá a sus hechos. (2 Corintios 11:13-15)

Ese será el tiempo en que la justicia será expulsada, y la inocencia será odiada; en el que los impíos se aprovecharán de los buenos como enemigos; ni la ley, ni el orden, ni la disciplina militar serán preservados… Todas las cosas serán confundidas y mezcladas contra el derecho y contra las leyes de la naturaleza. —Lactancio, Los Divinos Institutos, Libro VII, Cap. 17

Las palabras proféticas de Juan Pablo II y de San Pablo, de quien el difunto Papa sacó su tocayo, se están cumpliendo. El antídoto a este engaño global fue comunicado a los tesalonicenses:

… el sin ley será revelado, a quien el Señor Jesús matará con el aliento de su boca y dejará impotente por la manifestación de su venida, aquel cuya venida brota del poder de Satanás en toda obra poderosa y en señales y prodigios que mienten, y en todo engaño inicuo para aquellos que están pereciendo porque no han aceptado el amor de la verdad para que puedan ser salvos. Por lo tanto, Dios les está enviando un poder engañoso para que puedan creer la mentira, para que todos los que no han creído la verdad pero han aprobado las malas acciones puedan ser condenados… Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y aférrense a las tradiciones que se les enseñó, ya sea por una declaración oral o por una carta nuestra. (2 Tesalonicenses 2:8-12, 15)

En ese período en que nazca el Anticristo, habrá muchas guerras y el orden correcto será destruido en la tierra. La herejía será rampante y los herejes predicarán sus errores abiertamente sin restricciones. Incluso entre los cristianos se albergará la duda y el escepticismo con respecto a las creencias del catolicismo. —Santa Hildegarda, Detalles sobre el Anticristo, según las Sagradas Escrituras, Tradición y Revelación Privada, Prof. Franz Spirago

La tormenta en la iglesia

Nuestro Señor Jesús a Luisa Piccarreta el 7 de marzo de 1915

Paciencia, coraje; ¡no te desanimes! ¡Si supieras cuánto sufro para [tener que] castigar a los hombres! Pero la ingratitud de las criaturas me obliga a hacer esto: sus enormes pecados, su incredulidad, su voluntad de casi desafiarme… Y esto es lo menos… Si te hablara del lado religioso… ¡Cuántos sacrilegios! ¡Cuántas rebeliones! ¡Cuántos pretenden ser mis hijos, mientras que ellos son mis enemigos más feroces! Cuántos hijos falsos son usurpadores, egoístas e incrédulos. Sus corazones son sentinas de vicio. Estos niños serán los primeros en hacer la guerra contra la Iglesia; intentarán matar a su propia Madre … ¡Oh, cuántos de ellos ya están a punto de salir al campo! Ahora hay guerra entre los gobiernos; pronto harán la guerra contra la Iglesia, y sus mayores enemigos serán sus propios hijos… Mi corazón está destrozado por el dolor. A pesar de todo, dejaré pasar esta tormenta, y la faz de la tierra y las iglesias sean lavadas por la sangre de los mismos que las mancharon y contaminaron. Tú también, únete a mi dolor, reza y sé paciente al ver pasar esta tormenta.

Verás horrores en la Tierra

Nuestra Señora Reina de la Paz Pedro Regis el 22 de octubre de 2022

Queridos hijos, amad al Señor, porque Él os ama. Sean buenos los unos con los otros. Siempre amor. El amor es bueno para tu alma. Estáis viviendo en un tiempo de gran confusión espiritual. Pase lo que pase, no te apartes de la verdad. Todavía verán horrores en la Tierra, pero aquellos que permanezcan fieles hasta el fin recibirán la recompensa del Señor. Mi Señor ha preparado para vosotros lo que los ojos humanos nunca han visto. La felicidad eterna será la recompensa de los justos. No viváis lejos de Jesús. No pierdas el Cielo. Todavía tendrás largos años de duras pruebas. No retroceda. Cuando todo parezca perdido, la Victoria de Dios vendrá con el Triunfo definitivo de Mi Inmaculado Corazón. ¡Adelante sin miedo! Este es el mensaje que hoy os doy en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirlos aquí una vez más. Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén en paz.

Ser advertido de las falsas doctrinas

San Miguel Arcángel a Luz de María de Bonilla el 16 de octubre de 2022

Pueblo de mi Rey y Señor Jesucristo:

Como príncipe de las legiones celestiales, he sido enviado para informarles queha llegado el momento!. . . como fue decretado de antemano por la Santísima Trinidad y mencionado a ustedes.

Amados hijos de nuestro Rey y Señor Jesucristo, la tierra está temblando desde las profundidades, amplificando las fallas que crean terremotos. La tierra siempre ha temblado en un lugar u otro, pero no se puede negar que en este momento, los movimientos son más frecuentes y las erupciones volcánicas se están intensificando debido a los movimientos de la tierra.

Sean advertidos de las falsas doctrinas. La Ley de Dios no puede ser cambiada; el cuerpo místico de nuestro Rey y Señor Jesucristo es consciente de que la ley de Dios es una (Éxodo 20:1-17; Mt 22,36-40), y sólo en la Cruz y en la unidad podéis captar las dimensiones de la Voluntad Divina.

Fieles personas, es necesario que paséis de una vida espiritual mediocre a vivir la espiritualidad en su plenitud por la fe. El pueblo de Dios debe tener una fe firme (I Jn 5:4) en este momento en que la descristianización está progresando cada vez más. El respeto de la raza humana por lo divino ha caído muy bajo, y esto generará la gran persecución hacia el pueblo de Dios. Por esta razón, es necesario que los seres humanos tengan fe y comprensión para que sean firmes en la oración. Sin oración no hay fusión con la Santísima Trinidad.

La oración es necesaria, y como Príncipe de las Legiones Celestiales, les aseguro que cada súplica levantada con un corazón contrito es aceptada por la Santísima Trinidad y por nuestra Reina y Madre del Fin de los Tiempos.

Recibe el Cuerpo y la Sangre de nuestro Rey y Señor Jesucristo y sé fiel al verdadero Magisterio de la Iglesia de nuestro Rey y Señor Jesucristo.

Hijos de la Santísima Trinidades hora de que vivan la fe en plenitud sin miedo, sin ansiedad, sin tropiezos, como avanza el grito de guerra, y sin olvidar que los tratados de paz no son paz, sino pretensiones de las naciones para prepararse más y llegar a este punto.

Fe, pueblo de Dios, pueblo amadode nuestro Rey y Señor Jesucristo, el Aviso está cerca, así como la guerra está cerca. . . Orad como pueblo de Dios; rezad el Santo Rosario; es una de las oraciones en las que, junto con Nuestro Rey y Señor Jesucristo y con Nuestra Reina y Madre, recorréis la vida, pasión, muerte y resurrección de Nuestro Rey y Señor Jesucristo.

Oren, oren. En la Casa de Dios, las alabanzas deben ser proclamadas a la Santísima Trinidad y a Nuestra Reina y Madre del Fin de los Tiempos, y el Santo Rosario debe ser proclamado frente a las amenazas que enfrenta la humanidad debido a la proximidad de un cuerpo celeste que se acerca a la tierra.

Oren, hijos de la Santísima Trinidad, oren por lo que está sucediendo en la Tierra en este momento, y oren por los poderes que pasarán de hacer amenazas a la realidad de las armas. Oren, hijos de la Santísima Trinidad, oren con sus corazones para que disminuya la intensidad del uso de armas desconocidas para ustedes, si esta es la Voluntad Divina.

Orar. La oración es un bálsamo para el alma (1).

Yo los bendigo y los protejo.

San Miguel Arcángel

Ave María purísima, concebida sin pecado

Ave María purísima, concebida sin pecado

Ave María purísima, concebida sin pecado

(1) Descargue el libro de oraciones dictadas e inspiradas por el Cielo.

Comentario de Luz de María

Hermanos y hermanas:

Analizando esta llamada de San Miguel Arcángel, podemos concluir que en todos los aspectos de la sociedad hay un vacío espiritual: falta Dios. Y es esta generación atea la que se está hundiendo en las garras de Aquel que está preparando el camino para el Anticristo, y este camino es uno de guerra, persecución, división y traición.

Cristo está siendo prohibido, lo divino está siendo prohibido, y esto empeorará constantemente. Se está preparando el escenario para la parte más sangrienta de la Gran Tribulación. Y antes del Aviso, el juicio de cada persona sobre sí misma. . . ¿Nos estamos preparando para esta prueba personal?

Oremos, hermanos y sisters.et oremos. Cristo oró a su Padre en tiempos de prueba. Tenemos que orar.

Amén.