San Miguel Arcángel a Luz de María de Bonilla el 4 de septiembre de 2022
Pueblo de nuestro Rey:
Mi fidelidad y amor por Dios me llevaron a unir a los ángeles para defender el Trono Paterno contra el orgullo de Lucifer, quien se levantó contra Dios junto con otros ángeles. Había una guerra en el cielo contra el Diablo (Apocalipsis 12, 7-8), y Lucifer ya había perdido su belleza debido a estar lleno de orgullo y envidia.
No descanses de día ni de noche, porque el Diablo no descansa. La lucha entre el bien y el mal es constante. En este momento, estamos luchando contra el Diablo por la salvación de las almas, que él quiere llevar al lago de fuego. Los hijos de Nuestro Señor y Rey Jesucristo no deben ser pasivos, sino combativos, contra sí mismos, si es necesario, para que no caigan en el orgullo y el pecado. El orgullo del Diablo hizo que fuera expulsado del cielo junto con sus ángeles malvados, y fueron enviados a la tierra.
El Diablo tiene un lema: «Todo por mí. Vivo para mí mismo por encima de todos y de todo». Por lo tanto, los invito, pueblo de Dios, a darlo todo por Dios, a vivir para Dios, amando a Dios y a su prójimo.
La humanidad se dirige hacia el abismo…
La humanidad se dirige hacia la confrontación…
La humanidad se dirige hacia la hambruna espiritual y física… (1)
La humanidad se dirige hacia el colapso económico… (2)
La humanidad se dirige hacia la apropiación del Anticristo (3) de aquellos que lo recibirán como el amo de la tierra y pondrán su marca sobre sí mismos… (4)
Al no creer lo que te estoy diciendo, te burlas de los mensajes del cielo. Pero prepárense antes de llorar. Confiesa tus pecados antes de que las tinieblas te encuentren en un estado de pecado. Se cometerán grandes injusticias ante tus ojos, y te sentirás impotente, pero la justicia divina está con el pueblo de Dios y sobre el pueblo de Dios. Resiste, no estás solo.
Orad, pueblo de Dios: no os canséis de orar desde el corazón.
Oren, pueblo de Dios: oren y reparen las graves ofensas de la humanidad contra la Santísima Trinidad.
Oren, pueblo de Dios: la tierra temblará con mayor fuerza; orar por Puerto Rico, República Dominicana, Centroamérica, Ecuador y Japón.
Oren, pueblo de Dios: viene la nueva plaga; la piel y el sistema respiratorio se verán afectados.
El sol golpeará fuertemente la tierra con una tormenta solar (5), dejando la tierra en la oscuridad y dejando a la humanidad silenciada y sacudida al mismo tiempo. Al caer la noche, la humanidad se iluminará con lo que ha preparado para este propósito. Por la noche, no salgas de tus casas; oren en familia o solos, pero oren.
Eres como en el tiempo de Noé… Cree y prepárate, incluso si se burlan de ti. ¡Ya estás en ese punto!
La tierra está girando, el tiempo humano se ha acelerado, y ustedes, pueblo de Dios, deben detenerse y examinarse a sí mismos.
Estoy con mis legiones celestiales por mandato divino para ayudarlos en este tiempo de transición. Ten fe en la Santísima Trinidad, en nuestra Reina y Madre, y en nuestra protección. Estás delante de la asistencia divina que merece el niño obediente, el hijo de la fe y el niño humilde. Los sacramentales necesitan ser bendecidos; esto es necesario si tienes fe en ellos.
Mis legiones obedecen a la Divina Voluntad, que quiere el bien para sus hijos.
Los bendigo.
San Miguel Arcángel
Ave María más pura, concebida sin pecado
Ave María más pura, concebida sin pecado
Ave María más pura, concebida sin pecado
(1) Lea sobre el hambre universal:
(2) Lea sobre el colapso de la economía global:
(3) Lea acerca del Anticristo:
(4) Lea acerca de la marca de la bestia:
(5) Lea sobre el efecto del sol en la Tierra y la vida humana:
Comentario de Luz de Maria
Hermanos y hermanas:
Al recibir este mensaje de San Miguel Arcángel, se me permitió ver cómo el mal no solo aflige el alma, sino que pasa al exterior del ser humano. Se me permitió ver cómo cada uno de nosotros es como Noé, continuando con el esfuerzo de permanecer en el camino de Cristo. El hijo de Dios cae y se levanta de nuevo, y mil veces más, y el objetivo al levantarse no es separarse de la Voluntad de Dios.
Al mismo tiempo, se me permitió ver los elementos que azotaban la tierra y sus habitantes. El silencio me recordó la falta de oración y la incredulidad en el poder de la oración; Observé el mar elevarse sobre algunas costas, y vi algunas costas en forma humana, lo que significa que no es solo la tierra la que está siendo azotada, sino también el hombre, para despertarlo.
Y una voz que me recordó a San Miguel Arcángel dijo: «Sed fieles a Dios, Uno y Tres, a Nuestra Reina y Madre del Fin de los Tiempos, y sed fieles a vosotros mismos, sin engañaros a vosotros mismos. Sed criaturas de fe. Debéis exigir fidelidad de vosotros mismos, no tibieza. Estad seguros de que Dios está con su pueblo».
Amén.
Moral y Luces 