
Nuestra Señora a Gisella Cardia el 20 de agosto de 2022
Queridos hijos benditos, gracias por haber doblado vuestras rodillas en oración y por haber escuchado mi llamada en vuestros corazones. Mi Hijo os ha pedido que bebáis al pie de la Cruz, pero muchos no buscan aguas frescas y benditas, sino aguas salobres. Nadie, o pocas personas, ven todo lo que está sucediendo en la tierra; el cielo te está enviando señales para orar más,[1] pero muchos continúan en su ceguera. Hijos Míos, el desierto avanza y ustedes serán invadidos por otros hermanos y hermanas. Hijos Míos, oren por los sacerdotes, porque no todos son pastores: no traen las ovejas al redil. Hijos Míos, escuchen y miren; no se distraiga y por favor conviértase, es muy urgente. Ahora los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Notas
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