Ary Waldir Ramos. A pesar de “numerosas pruebas y sufrimientos”, Job obtuvo una respuesta de Dios, “porque se dejó transformar por el misterio de la ternura de Dios, que muchas veces se esconde en el silencio”. Job nunca dejó de elevar su oración al Padre.
Sol y calor en el Vaticano. El papa Francisco lució alegre y subió hoy a un grupo de niños al papamóvil. Así paseó sentado dentro del auto blanco que lo trasladó por los corredores en la plaza de San Pedro para saludar a los fieles congregados para la Audiencia General del miércoles.
El Papa habló de Job, un anciano, que pierde todo en su vida: dinero, hijos, familia y salud. Job sufrió y aguantó con entereza tantas humillaciones. Así, explicó que los ancianos —que ya han atravesado muchas pruebas a lo largo de su vida—, saben convertir el dolor por las pérdidas en espera confiada de las promesas de Dios.