La paz es el resultado de un compromiso positivo con los demás, y eso comienza en casa.
La semana pasada estaba leyendo una biografía sobre el poeta Rainer Maria Rilke cuando un fuerte graznido estalló detrás de mi silla. Sacado sin contemplaciones de la contemplación poética, dejé caer el libro en mi regazo. Las risitas de los niños pequeños fluían incontrolablemente mientras miraba a mi alrededor confundido. Detrás de la silla, mi hija estaba agachada, tapándose la boca con las manos y pensando que había hecho la broma más graciosa del mundo. No era un pato, era mi dulce y preciosa hija, que interrumpía el tiempo de lectura de papá.
Cada día trato de sacar una hora de tiempo para un libro. Esa hora, digamos, tiene lugar en bloques de tiempo discretos y más pequeños. Escaneo una página. Un niño pequeño cuelga de mi pierna. Hago una pausa en medio de una página para jugar una ronda de escondite. Leí otro párrafo. Mi hija me trae una pelota saltarina. Lanzo la pelota saltarina con ella hasta que la perdemos debajo de uno de los radiadores. Leo otra página. Ella me arrastra afuera en un paseo por la naturaleza durante el cual examinamos hojas y bayas. De vuelta adentro, leo otra página antes de darme cuenta de que tengo que llegar a una reunión de trabajo. Total de páginas leídas: Cuatro.
Con seis hijos, a menudo me encuentro en el ojo de un huracán. Los chicos dan tumbos por la habitación, riéndose y golpeándose, las chicas saltando con alas de mariposa, cantando canciones y bailando. En el corazón de la vorágine, soy una roca. Soy una fuerza paterna que destila constancia y el deseo y el compromiso inquebrantables de sentarme en mi sillón a leer. Solo una. Solo una página.
Las familias son ruidosas y caóticas. Nuestra casa está llena de gritos, risas y risitas. Hay lloriqueos y acurrucamientos, tiroteos fingidos y actuaciones de bailarinas. En medio de todo esto, estoy verdaderamente en paz.
¿Hay paz entre el ruido?
El caos de la familia es, en todo caso, estimulante. Vivir en paz, en mi opinión, no tiene nada que ver con la calma o la quietud superficiales. La paz no es la falta de algo. No es simplemente la ausencia de conflicto, ruido o actividad. La paz es una cualidad tangible. La logramos. Construimos una vida pacífica juntos, como una familia.
Quiero que mis hijos sean amigos, no hermanos que pelean y discuten y eventualmente se separan. A veces esto significa que necesitan ser libres para resolver sus problemas y aprender a negociar y perdonarse unos a otros. No puedo anular sus argumentos e imponer una paz artificial a la situación. No hay atajos para construir una relación genuina.
Espero que mis hijos vivan vidas alegres y felices. Mi deseo es que desarrollen virtudes de humildad y mansedumbre, que busquen activamente vivir en paz unos con otros y con todos los que encuentren.
La verdadera paz se gana con esfuerzo
Vivir en paz no sucede por casualidad. No es tan fácil como exigir que cesen los gritos y las discusiones, o fingir que todo está bien si no es así. Somos como cualquier otra familia. Tenemos peleas. Esos desacuerdos deben abordarse y sanarse, no barrerse debajo de la alfombra. La capacidad de superar el conflicto y emerger con una amistad más fuerte requiere esfuerzo. La verdadera paz se gana con esfuerzo. Es una virtud que hay que practicar y cultivar.
La paz es el resultado de un compromiso positivo con los demás. No siempre soy el mejor en eso, y admito que a veces, cuando estoy desesperado por tener una hora tranquila para leer o estoy cansado después de un largo día de trabajo y no quiero lidiar con conflictos interpersonales, no soy exactamente el portador de la paz en nuestro hogar. Sin embargo, me las he arreglado para darme cuenta, después de muchos fracasos, de que vale la pena esforzarse por lograr una paz genuina. De hecho, cuando estoy cansado e impaciente es cuando más lo necesito. Puede ser un sacrificio dedicarnos a la tarea de hacer las paces, pero descubrí que nuestra familia se ha beneficiado enormemente. El resultado general es un hogar pacífico.
Superficialmente hablando, mi paz y tranquilidad se interrumpen regularmente. Y sí, nuestra familia puede verse envuelta en conflictos personales. Pero a medida que aprendemos a vivir unos con otros, aprendemos a amarnos unos a otros. Puedo decir honestamente que mi vida se basa en la paz de una manera que nunca existió cuando estaba solo. En ese entonces, tenía la oportunidad y el tiempo para hacer lo que quisiera. Nunca tuve que compartir espacio y nunca se me interumpió cuando me disponía a hacer lo que quería hacer. Pero esa paz era demasiado fácil. Le faltó amor. Le faltaba alguien con quien compartirla.
Así que a veces un pato me grazna mientras trato de leer poesía romántica alemana, pero como diría Rilke, las personas que se aman se protegen mutuamente. Así que haré guardia sobre mis hijos, y ellos pueden interrumpirme en cualquier momento con sus risitas y risas, sus peleas y reconciliaciones, su necesidad del tiempo y la atención de un padre. Sobre todo se asienta una paz que trasciende todo entendimiento, guardando nuestros corazones y mentes.
Ante las acusaciones de abuso contra el P. Kentenich, el obispo de Tréveris decide suspender el proceso y comenzar nuevas y libres investigaciones
El obispo de Tréveris, Stepahn Ackerman anunció que el proceso de beatificación del P. José Kentenich queda suspendido. «El Obispo Dr. Stephan Ackermann no proseguirá activamente el proceso; en lugar de ello promueve nuevas y libres investigaciones», afirman desde la página web Schoensttat.com
El P. Kentenich falleció el 15 de septiembre de 1968 en Schoenstatt/Vallendar. De ahí que el Obispo de Tréveris es el responsable de la investigación diocesana en el proceso de beatificación del fundador de Schoenstatt iniciado en 1975.
En el año 2020 y tras la información de la apertura de archivos vaticanos se disponía de nuevos documentos que no había podido ser integrados a la investigación diocesana del proceso de beatificación del fundador del Movimiento de Schoenstatt.
«Ante esta situación, en julio de 2020 el Obispo Ackermann había expresado que quería convocar una segunda comisión de historiadores, en conformidad con la Instrucción Sanctorum Mater que reglamenta los procesos de beatificación», explican desde Schoenstatt.
«En diálogo con peritos de diversas disciplinas sobre el procedimiento adecuado a seguir, y sobre la base de las experiencias de la última década en el campo del esclarecimiento y revisión de los abusos en sus diferentes formas, se detectaron dos necesidades que contemplar: desde puntos de vista de contenidos sólo se puede lograr un panorama completo si junto con la historiografía se incluye también la psicología y la pedagogía», añaden mediante un comunicado.
Para que esto se realice debe ser «de manera independiente y transparente» y al no poder realizarse por una mera comisión de historiadores según establece la Instrucción romana han decidido suspender la causa de momento.
Aspectos de la causa Kentenich
El obispo Ackermann ha pedido revisar otro aspecto de la causa Kentenich: en los años 90, un ciudadano norteamericano acusó a Kentenich de haber abusado sexualmente de él en los años 1958 a 1962. En 2021 Ackermann hizo examinar nuevamente por un ex fiscal federal la acusación ya investigada en los EE.UU. por parte de la Iglesia, a fin de comprobar si la indagación hecha podría considerarse como suficiente a la luz de los criterios actuales.
“Los debates de los últimos dos años han señalado que es necesaria una investigación más profunda de la persona y obra de José Kentenich”, declara el Obispo Ackermann.
La decisión del Obispo Ackermann fue consultada con la Congregación para las Causas de los Santos y comunicada a la Presidencia General de la Obra Internacional de Schoenstatt. “Soy consciente de que la suspensión del proceso de beatificación es un paso doloroso para la Familia de Schoenstatt”, dijo el Obispo de Tréveris. Pero con ello no se menoscaba de ninguna manera la importancia de la variada acción de Schoenstatt en todo el mundo.
Le podemos llamar adoración eucarística, hora santa o adoración perpetua.
Es pasar un tiempo en contemplación con Nuestro Señor presente en la hostia consagrada.
El objetivo es entrar en el profundo silencio de Dios, sentándose silenciosamente ante su presencia.
Esta conducta es una actividad que Él está esperando que hagamos.
Él le pidió a Santa Margarita María de Alacoque, en una aparición en Paray-le-Monial en 1674, que pasara una hora, desde el jueves a las 23hs a las 24 hs, ante el Santísimo Sacramento.
Significa ponerse a escuchar con nuestra mente y con nuestro corazón.
Cómo lo ha hecho Santa Teresa de Calcuta que pasaba horas contemplando en silencio el Santísimo Sacramento.
Y San Juan Pablo II, que incluso tenía la capacidad de entrar en oración contemplativa estando ante un millón de personas.
Aunque esta práctica se está extendiendo a través de las capillas de adoración continúa las 24 horas, tiene sus enemigos dentro de la Iglesia.
Hace unos pocos años el Foro de Curas de Vizcaya criticó duramente a un obispo por activar la adoración eucarística 24 horas en una parroquia diciendo,
¨En un tiempo como el nuestro, en el que se ha universalizado la voluntad ecuménica… no es momento ni ocasión para activar (y menos institucionalmente) una práctica piadosa, marcadamente preconciliar y de dudoso alcance ecuménico¨, puede leerse aquí toda la declaración.
Evidentemente la lógica de los sacerdotes progres conspira contra la adoración eucarística.
Sin embargo esta posición, típica de la teología de la liberación, está cediendo paso a la multiplicación de capillas de adoración continúa o perpetua, de jornadas nocturnas de adoración en los templos, y de exposición del Santísimo Sacramento antes de la misa, para un momento de adoración.
SE LO PIDIÓ NUESTRO SEÑOR A SANTA MARGARITA MARÍA
El origen de la Hora Santa se remonta directamente a las revelaciones de Paray-le-Monial (Francia). . Y centra su origen en el Corazón mismo de Nuestro Señor.
Jesús se apareció en 1674 a una «pequeña religiosa», santa Margarita María de Alacoque (1647-1690) mientras se hallaba en oración.
No era la primera vez que Cristo se le manifestaba mostrándole su Corazón.
En aquella ocasión, Jesús le pidió la «Hora Santa» de reparación, a hacerse todas las noches entre el jueves y el viernes, desde las once hasta la medianoche.
En aquella Hora le hacía partícipe de la tristeza de Jesús en Getsemaní.
Jesús le dijo:
“Todas las noches del jueves al viernes te haré participar de la mortal tristeza que quise padecer en el Huerto de los Olivos; tristeza que te reducirá a una especie de agonía más difícil de soportar que la muerte.
Y para acompañarme en aquella humilde plegaria, que entonces presenté a mi Padre, te postrarás con la faz en tierra, deseosa de aplacar la cólera divina y en demanda de perdón por los pecadores«.
La difusión de esta práctica piadosa en el mundo católico estuvo íntimamente ligada al favor que encontró, en los siglos XVIII-XIX, el culto al Sagrado Corazón de Jesús.
La Hora Santa tiene tres características principales que se recogen en las memorias de santa Margarita María: -la oración reparadora, .la unión con Jesús sufriente en Getsemaní y .los gestos de humillación.
Se trata por tanto de dedicar una hora a meditar los misterios cuando Cristo se sintió sólo y débil, como nosotros, y pide al Padre aparte el cáliz.
Una hora para acompañarle, como el Ángel del huerto, místicamente, junto al sagrario.
Pero también hora santa se utiliza para designar el momento que cada uno dispone para estar a solas con el Señor, diariamente.
El famoso Venerable Fulton J. Sheen, famoso tele-radio-evangelista, prolífico escritor, director de la Sociedad Misionera de la Iglesia, predicador, amigo y confidente de muchos Papas mundialmente conocido, amado por millones, atribuyó su éxito a una sola cosa: una profunda relación con nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
El amor de este gran hombre de Dios se manifiesta en particular en su fidelidad a la oración diaria, lo que él llamaba su Hora Santa o Hour of Power.
Al final de su vida tomó la decisión de hacer retiros, después de que él se retiró como arzobispo de Rochester, Nueva York. Sin embargo, su audiencia era muy selecta y específica sólo sacerdotes y obispos.
Él los desafió, les dijo,
“Cuando ustedes hablan no siempre los oyentes prestan atención. Sin embargo, cuando Él habla la gente escucha”.
La clave de Sheen fue hacer hincapié en la unión con Dios a través de la Hora Santa-The Hour of Power.
Los santos son los que están locamente enamorados de Jesucristo, de la cabeza a los pies.
Este fuego de amor sólo puede ser encendido a través de la oración profunda y esa profunda oración se convierte en una realidad específica a través de la práctica de la Hora Santa diaria.
Reverendo Fulton Sheen
LAS 10 RAZONES PARA PRACTICAR LA HORA SANTA SEGÚN FULTON SHEEN
Las siguientes son las diez razones por las que se debería llevar a cabo la práctica de la Hora Santa diaria.
Nunca te arrepentirás de incorporar la Hora de Poder en el tejido de tu rutina diaria, porque cambiará tu vida.
Sheen creía que la conversión del sacerdocio y el episcopado debería empezar por una prolongada y fervorosa oración, la Hora Santa/ Hora de Poder.
Nosotros deberíamos encontrar el tiempo para darle al Señor.
Podemos fácilmente pasar más de una hora frente a la televisión o a la computadora o hablando con un amigo o simplemente perdiendo el tiempo.
¿Por qué no dar al Señor y Creador del cielo y de la tierra una hora del día?
1 – EVITA EL PECADO
Existe una relación directa entre el pecado y la falta de oración.
Ejemplo: Los Apóstoles en el Jardín.
Para evitar el pecado necesitamos la gracia de Dios, esto viene especialmente a través de la oración y los sacramentos.
2 – SE APRENDE EL ARTE DE LA ORACIÓN
San Alfonso decía que el arte de todas las artes es el de la oración.
En cualquier profesión o empresa la perfección viene después del trabajo duro.
Sin dolor no hay ganancia. Atletas olímpicos entrenan años antes de sus actuaciones.
¿No deberíamos dar al Señor nuestro tiempo, los esfuerzos y la buena voluntad y aprender a orar más y mejor?
3 – MEJORA LA RECEPCIÓN DE LA EUCARISTÍA
De hecho, la vida sacramental mejora cuando se mejora la vida de oración personal.
Jesús se hace más real en la Sagrada Comunión.
En lugar de una recepción fría, debemos recibir a Jesús con fuego, pasión y amor.
4 – EVITA LA MEDIOCRIDAD
Vivimos en un mundo con indiferencia religiosa.
Leemos esto en el libro de Apocalipsis 3: «Tú no eres ni frío ni caliente, sino tibio, yo te vomitaré de mi boca…« (a la Iglesia de Laodicea)
5 – INICIA INCENDIOS EN NUESTRO CORAZÓN
La Oración pone a nuestros corazones en llamas, al igual que los discípulos en el camino a Emaús:
“¿No es verdad que, cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba las escrituras, sentíamos como que un fuego ardía en nuestros corazones?” (Lucas 24)
6 – AYUDA A SUPERAR MALOS HÁBITOS
El dicho es muy cierto: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
Si pasamos este tiempo de calidad con Jesús entonces vamos a empezar a imitarlo.
Y entonces podremos ser capaces de decir con San Pablo: “Ya yo no vivo en mí, sino es Cristo quien vive en mí”.
7 – BENDICE A TU FAMILIA
Todos tenemos muchos problemas familiares que nos gustaría resolver, y probablemente hemos tratado de solucionarlos sin mucho éxito.
Primero debemos hablar con Dios un largo tiempo y luego podemos hablar con otros acerca de Dios.
Así se dijo de Santo Domingo que iba a hablar primero a Dios y luego hablar de Dios a los demás.
8 – DA PAZ EN EL ALMA
Vivimos en un mundo agitado por el activismo.
Como Marta, muchos de nosotros preferimos trabajar más que rezar cayendo en el activismo o la horizontalidad.
En consecuencia vivimos estresados y así estresamos a otros también.
Carecemos de profunda oración. La Profunda oración nos da la profunda paz.
Nuestro Dios fue llamado Emmanuel que significa Dios con nosotros. Él es el Príncipe de la paz.
9 – ES ÚTIL PARA SALVACIÓN DE NUESTRAS ALMAS Y LAS DE OTROS
San Alfonso dice: “No hay personas débiles o fuertes, pero sí hay personas que saben cómo orar y aquellas que no saben cómo orar”.
La oración ferviente junto con la penitencia son claves para la apertura del corazón de Dios para la conversión de los pecadores.
En primer lugar, el Cura de Ars oró muchas horas, derramó lágrimas abundantes y practicó severa penitencia y luego su parroquia se convirtió.
Si realmente supiéramos el valor de un alma inmortal, vamos a pasar mucho más tiempo de rodillas rogando por la conversión de los pecadores y sus almas inmortales.
Nuestras almas han sido redimidas por la sangre preciosa del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
10 – JESÚS Y MARÍA SE REGOCIJAN
El hecho de que hayas tomado la decisión de dar al Señor una hora, la Hora Santa, es un signo de buena voluntad y esto hace que el Corazón de Jesús se regocije.
Cuando alguien viene a visitarnos con buena voluntad nos alegramos por esta muestra de amistad.
Jesús queda aún más agradecido. Al pasar una hora en la presencia de Jesús, Él se convertirá en tu mejor amigo en este tiempo y por toda la eternidad.
La adoración eucarística es una actividad básicamente no estructurada que tiene mucho de inspiración del momento.
Pero para sacarle mayor provecho podríamos utilizar algunos de estos dos planes.
El primero es un plan centrado en dividir el tiempo en cuatro actividades.
Y el segundo es un plan de utilizar el tiempo en una secuencia de etapas de adoración.
Veremos las dos estrategias.
EL USO DEL TIEMPO FRENTE AL SANTÍSIMO SACRAMENTO EN 4 ACTIVIDADES
Es esencial tener suficiente tiempo para visualizar realmente el propósito en cada período; un propósito claro y definido.
La segunda sugerencia es que ese primer período de 15 minutos dedicarlo a la comprensión de quién está presente en la Santa Eucaristía.
Por supuesto que sabes la respuesta a eso, pero piensa en ello hasta que encuentres en tu alma una respuesta de admiración:
«¿Es posible?», «¿Cómo puede ser?». Y sin embargo «es verdad»: ¡Jesús está realmente, realmente presente aquí!
Una sugerencia para los segundos 15 minutos es dedicar el tiempo a pensamientos y oraciones de acción de gracias a Dios, mientras te sujetas la maravilla de que realmente está presente.
Palabras de agradecimiento que se levanten desde tu alma, y de gracias a Dios por su presencia aquí de manera tan notable.
También puedes tomar algún tiempo para recordar y agradecer a Dios por otras bendiciones especiales y maravillas de Dios en tu familia, vocación, vida, amigos especiales, etc.
Una sugerencia para los terceros 15 minutos es dedicar a preguntar a Jesús.
Preguntar a Jesús aquí presente en la Santa Eucaristía la gracia que es más querida por él, la gracia que él más quiere para ti: tu salvación.
Basta pensar, por algún tiempo lo que eso significa, para ti, para cada miembro de su familia, amigos, la gente del barrio y la parroquia, para toda la humanidad.
Piensa en lo bonito que sería si todos fueran tan bendecidos: estar en el cielo por toda la eternidad ¡Ora por eso!
Ora por las conversiones. Ora por las personas particulares, a los que están alejados de la Iglesia y los Sacramentos.
Ora por los enfermos y solitarios, los desalentados, nuestra juventud, los no nacidos, nuestro país, sus líderes.
Ora por nuestro Santo Padre, y por todos los sacerdotes y religiosos que puedan estar tan influenciados por la gracia que sean instrumentos eficaces que hacen el trabajo de Dios.
Dedica los últimos 15 minutos de la Hora Santa a la expiación.
Una mirada a la propia conciencia de uno y a la conciencia del mundo da la respuesta.
Un simple vistazo a los titulares y ves insultos, blasfemias, el desafío lanzado por el hombre en el rostro de Dios.
Estos te harán estremecer, a menos que tu corazón este frío e indiferente.
Es posible que desees expresar sus pensamientos de tristeza por todos estos males mediante cualquier acto tradicional de contrición o por las palabras litúrgicas del «Señor, ten piedad», el «Cordero de Dios» o el himno «Oh Señor, no soy digno.»
Un lento y reflexivo del Rosario sería muy útil durante el desarrollo de una Hora Santa.
Con nuestra Mater y con Cristo presente allí en la Santa Eucaristía, recuerda y ten en cuenta los acontecimientos de su vida.
7 ETAPAS A RECORRER EN LA ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
1 – Pide ayuda al Espíritu Santo para discernir su voluntad
2 – Enfócate en su divina presencia y la maravilla de este momento de comunicación con el Señor
3 – Pide perdón por tus pecados y debilidades
4 – Da gracias por todos los favores que has recibido, si quieres uno por uno los más importantes, y da gracias por la disposición del Señor para recibirte
5 – Ábrete a la comunicación tratando de reconocer los pensamientos inspiradores que llegan a tu corazón
6 – Pide al Señor por tus necesidades y las de los demás, reflexionando sobre esas necesidades y sin esperar una respuesta inmediata
7 – Clarifica tus decisiones sobre cómo mejorar tu vida, incluso abriendo un espacio para escuchar las sugerencias del Señor al respecto
Las Horas Santas también se pueden hacer en casa, ya sea solo o con la familia.
Uniéndose uno mismo con Jesús en el Santísimo Sacramento en el sagrario más cercano o en todos los tabernáculos del mundo.
P. Livio: Queridos amigos, ahora tenemos en directo a Marija de Medjugorje que nos transmitirá el mensaje de la Reina de la Paz del día de hoy 25 de abril 2022.
¡Buenas tardes Marija!
Marija: ¡Buenas tardes padre Livio! Un saludo cordial a todos los oyentes de Radio María deseando a todos una feliz Pascua de Resurrección y también un feliz domingo de la Divina Misericordia. Hoy día 25, como cada mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:
«¡Queridos hijos! Los miro y veo que están perdidos. Por eso los invito a todos: regresen a Dios, regresen a la oración y el Espíritu Santo los colmará de Su amor que da alegría al corazón. La esperanza crecerá en ustedes y en un futuro mejor, y se convertirán en testigos gozosos de la misericordia de Dios en ustedes y a su alrededor. Gracias por haber respondido a mi llamado.»
P. Livio: Marija, ¿Hoy la Virgen estaba seria como las veces pasadas?
Marija: No, estaba más tranquila, pero el mensaje es igualmente muy comprometedor. Cuando dice: “Os miro y veo que estáis perdidos”, me da a entender que por mucho que hagamos, no es bastante. Estamos perdidos porque no estamos lo suficientemente apegados a todo lo que la Virgen nos pide. Ella nos llama a la santidad, nos mira con ojos del Cielo y nosotros en cambio seguimos apegados a las cosas terrenales. Yo siempre le pido al Señor que nos ayude a colmarnos siempre más de Él, a estar siempre más abiertos a Su voluntad. Sí, el mundo está perdido y muchas veces nosotros nos perdemos con el mundo. Por esto la Virgen repite también hoy: “Regresad a Dios, regresad a la oración”. También esta vez nos habla muy concretamente y nos dice: “El Espíritu Santo os colmará con Su amor que da la alegría al corazón”. Por esto, pienso que muchos cristianos somos demasiado serios y que nos falta la alegría que debería caracterizar al buen cristiano. Muchas veces nos preocupamos de dar testimonio con nuestra rigidez, mientras que la Virgen nos invita a la alegría de la Pascua y a que nuestra mirada esté siempre vuelta hacia el Cielo, hacia Dios que nos da tantas gracias que no sabemos apreciar y poner en práctica para sentirnos colmados de Su amor. Ese amor que no somos capaces de sentir porque creo que no oramos bastante. Creo que el mensaje de hoy es también para mí porque, no estamos perdidos en Dios, cuando deberíamos perdernos en Él, en todo el amor que Dios nos da, también con la presencia cotidiana de la Virgen, ya que todavía tres de los seis videntes seguimos teniendo la aparición cada día. Creo que no sabemos agradecerlo bastante.
P. Livio: Cuando he leído esta expresión que la Virgen ha dicho: “Os miro y veo que estáis perdidos”, me ha parecido que ya lo había dicho en otra ocasión. Y esto me ha hecho pensar que quizá la Virgen esperaba algo más de esta Pascua ya que esta Pascua ha sido un poco especial. Quizá vosotros en Medjugorje no os habéis dado cuenta, pero fuera de allí, en la televisión, en la radio, en los periódicos nos se hablaba de otra cosa que de la guerra en la que además no hubo ni tan siquiera una tregua. La verdad es que ha sido una Pascua de muerte y de odio. El mundo está en un momento en que se prepara para la guerra y la situación se vuelve siempre peor como ya ha dicho el Papa tantas veces. Por esto pienso que quizá el contexto del mensaje sea porque el mundo piensa en matar justo en esta gran solemnidad que nos llama a la oración, a la confesión, a la conversión… En cambio, hemos estado distraídos con este suceso tremendo que nos condiciona a todos.
Marija: Sí, es verdad padre Livio. Lo que tú dices lo hemos sentido también aquí porque en el corazón de muchas personas hay esta maldita guerra. Hoy mismo, me han preguntado si la Virgen había dicho algo de Ucrania. Todos esperábamos que la Virgen nos dijera algo en el mensaje ya que la situación se ha vuelto tan difícil. Ni siquiera Rusia respetó la tregua que pidieron en Ucrania. Pero lo que más me duele de todo esto es que somos cristianos contra cristianos, cosa que no consigo entender. Tenemos la misma fe, el mismo Dios y sin embargo estamos haciendo una tragedia de nosotros mismos. Me hace pensar también en el aborto. ¿Cuantos abortos cristianos se practican? ¡Esta es la tragedia más grande! Por esto pienso que vamos contra nosotros mismos. Por esto creo que estamos perdidos, creo que nuestro corazón no es consciente, no somos lo suficientemente cristianos, no entendemos bien el valor de la oración y por esto la Virgen nos pide que oremos más. Siento una enorme tristeza en el corazón, pero pienso que el Señor nos ayudará, que Él, de alguna manera, nos dará esa alegría de la Pascua. Es verdad, como tú dices padre Livio, que aquí en Medjugorje es como un oasis en la Tierra con la presencia de la Virgen y los peregrinos sienten esa presencia y sus mensajes. Aquí hemos vívido la Cuaresma con la oración, con sacrificios, con el ayuno, con la confesión que es lo que la Virgen nos ha enseñado. Así es como se ha vuelto nuestra vida y todas las familias de Medjugorje se han preparado para la Pascua de este modo. Pero en el resto del mundo no es así, pero espero que todos los grupos de oración que han aprendido esto en Medjugorje, lo transmitan a sus parroquias, como ya he sabido de algunos y creo que es muy bonito. Creo que debemos hacer siempre comunidad, es decir, que si sufre una parte de nuestro cuerpo, sufre todo el cuerpo. Así también debemos renunciar a esta situación del paganismo, a la guerra, a situaciones ajenas a Dios. He pensado en escribir a Putin para decirle: “Basta ya de esta guerra”. No sé si somos conscientes de que Satanás esta jugando con nosotros. Parece que a Putin lo estén guiando los sacerdotes y se esté convirtiendo. ¿Pero dónde están los frutos de esa conversión? El Señor nos pide ser portadores de paz y de alegría. Y esto se lo podemos decir a él, pero también a nosotros mismos.
P. Livio: Dime Marija, vosotros vivisteis la guerra de Bosnia y orabais y ayunabais para que terminase la guerra. Me acuerdo que la Virgen, al principio, os dijo que la duración de la guerra dependería de vuestras oraciones. ¿Crees que si toda la Iglesia se pone a orar y ayunar se puede cumplir el milagro de que la guerra cese?
Marija: Creo que sí, porque he visto el poder de la oración. Muchas veces al principio cuando llegaban personas enfermas, orábamos y ayunábamos y lo sentíamos. Cuando a veces llegan matrimonios que están desesperados por no tener hijos, les digo que oren y ayunen con fe por este fin y seguro que lo obtendrán porque cuando la oración es de corazón a corazón, Dios escucha y abre la puerta. También por esta situación de la guerra, yo creo profundamente que, tal como la Virgen nos dijo, cuanto más oremos, más pronto acabará. Me acuerdo que muchísimas personas oraban y ayunaban, como también lo hacemos ahora, pero, al parecer, no es bastante. El mal es fuerte, es confusión, es guerra…, en estas situaciones, el mal es cada vez peor. Parece estar dentro de una centrifugadora en la que solo hay el instinto de la bestia. La Virgen nos pide mirar con los ojos de Dios.
P. Livio: Sí Marija. La Virgen no se cansa de invitarnos a regresar a Dios, a la oración. Es decir, es paciente, no se cansa nunca, tiene siempre la esperanza de que le hagamos caso. De todas maneras, veo que hay mucha gente que responde.
Marija: Sí, gracias a Dios, sí. Pero debemos ser fuertes porque yo también a veces tengo altibajos y cuando estoy en lo bajo con todas mis cosas, me debo dar un golpe de valor para volver a la oración, al ayuno, al sacrificio, a levantarme más temprano para tener más tiempo para orar. ¡No podemos dar si no tenemos experiencia de Dios! La Virgen nos dice que el Espíritu Santo colmará nuestro corazón. De este modo, sentiremos el amor y la alegría de Dios y podremos ser verdaderos testimonios haciendo a la vez un futuro mejor. Si yo soy mejor, podré transmitir ese “mejor” de mí al mundo; transmitiré la oración, mi alegría, mi amor hacia Dios.
P. Livio: Marija, quizá deberíamos empezar a pensar que no hay conversiones en masa. Sí que ha habido, en pocos decenios, la descristianización en masa, una vuelta al paganismo debido sobre todo a los mas-media que nos llenan de mundanidad, pero volver al cristianismo es algo individual, de uno a uno. Es decir, es un camino que se hace personalmente con mucha fatiga.
Marija: Depende padre Livio, con mucha fatiga, o con mucha alegría, porque cuando se encuentra al Señor, se encuentra también la alegría en esta vida cristiana. No es un desafío, es un acto de amor lo que sentimos, un acto de amor hacia Dios y hacia el prójimo y cuando testimoniamos, lo hacemos por lo que hemos vivido, por sentir a Dios en nuestro corazón. Yo siento una enorme alegría y siempre digo que gritaré mientras viva que el Señor es grande, misericordioso, bueno y piadoso con nuestra humanidad. Sí, debemos combatir diariamente, pero al mismo tiempo vemos que el Señor manda a Su Madre y Ella no se cansa nunca de llamarnos, de amarnos, de guiarnos hacia ese camino que Ella llama “el camino de la santidad, la escuela de la oración”. Debemos ser conscientes de que la vida es corta, estamos solo de paso y nos espera la eternidad. A pesar de que muchas veces en esta vida no estamos bien, no la queremos dejar y tenemos miedo de morir cuando podemos ir al Paraíso. Hace pocos días hemos tenido aquí un terremoto bastante grande y todos, hemos intentado salvarnos y hemos salido fuera de las casas como es justo, pero muy pocas personas han preferido quedarse en su cama diciendo que si debían morir, morirían en su casa. Creo que nos falta fe. Pidamos al Señor que fortalezca nuestra fe en los momentos difíciles, en los momentos de prueba, para que podamos ser como los primeros mártires que testimoniaron con su ejemplo. Ellos oraban y alababan a Dios frente a la muerte con la conciencia muy clara y con fe inconmovible. También a veces nosotros hacemos un sacrificio cuando al testimoniar nuestra fe nos toman por fanáticos. En tiempos del comunismo se decía que la fe era el opio del pueblo. Imaginaos a la Virgen diciéndoles: ¿Este es el opio del pueblo? la presencia de Dios, mi presencia, yo que soy la mujer del futuro llego a vosotros a deciros que aquí la vida es pasajera y os espera la vida eterna y a vosotros quizá el infierno o el purgatorio.
P. Livio: Yo veo que la Virgen nos quiere preparar también para Pentecostés, es decir, la fiesta del Espíritu Santo porque nos dice: “Volved a la oración y el Espíritu Santo os colmará de Su amor”. Ella nos invita siempre a la conversión, aunque sea con fatiga para dejar el pecado ya que a veces son muchas las ataduras del mal en las personas que no se confiesan en tanto tiempo. Pero debemos tener fe en el Espíritu Santo que es el que nos da la fuerza, nos da la luz y realiza los milagros del corazón.
Marija: Sí, la Virgen nos dice que volvamos a la oración y el Espíritu Santo nos colmará de Su amor que nos da alegría en el corazón. Es decir, si oramos, el Espíritu Santo nos usará, nos colmará de Su amor y no solamente nosotros seremos mejores, sino también nuestro futuro. Nosotros obramos el bien y el mal según nuestra decisión y si nosotros elegimos la santidad, si elegimos el bien, nos volveremos testimonios de la misericordia de Dios para los demás.
P. Livio: A mí me ha gustado mucho esta expresión: “Os colmará de Su amor que da alegría al corazón”. Es decir, es el sentirse amado por Dios lo que llena de felicidad.
Marija: Exactamente. Es lo que yo siempre intento testimoniar, ya que para mí no es una obligación sino algo que me hace feliz y siento esa necesidad. El Señor nos ha dado, nos ha colmado, nos está plasmando Su amor y este amor no es un amor cualquiera. El amor de Dios nos llena de gracia y colma el corazón de felicidad y da sentido a la vida viendo así todas las cosas con otra perspectiva, sabiendo que no estamos solos y que iremos al Paraíso. Es maravilloso poder ser el reflejo de Dios y pensar que todos somos hermanos. Así crecerá en nosotros la esperanza en un futuro mejor. Yo, hoy mismo, decía que a mí no me interesa ni el Infierno ni el Purgatorio. Yo tengo la fijación en el Paraíso. Aquí en la Tierra intentaré, siempre que pueda, vivir la santidad. Sí, es verdad que la Virgen nos dice que estamos perdidos, pero aunque de vez en cuando caigamos, nos volvemos a levantar y sabemos que el Espíritu Santo nos iluminará, nos ayudará y nos colmará con Su amor y nos guiará hacia una vida nueva.
P. Livio: Marija, ¿tú crees realmente que esta situación actual puede llegar a provocar una guerra mundial, o piensas que todavía hay la posibilidad de un mundo mejor sin un milagro extraordinario de la gracia?
Marija: Yo creo en el mensaje de la Virgen. Ella se presentó como Reina de la Paz y esto es muy claro. Ella nos dice que Dios le permite estar entre nosotros para guiarnos hacia el camino de la santidad, hacia la conversión, hacia la vida eterna. Obviamente, el diablo quiere la guerra tal como nos ha dicho la Virgen, pero también estamos nosotros. Hay tantas personas que oran, tantas personas que trabajan por la paz. También ahora por la situación de Ucrania, no puedes imaginarte cuantas personas intentan comunicarse conmigo, que me cuentan sus experiencias. Es sorprendente, pero me contaron que dos militares, uno ruso y uno ucraniano se pusieron a rezar juntos por la paz. Cada uno responderá por sí mismo ante Dios porque algunos que luchan están obligados a ello aunque no lo quieran. Yo espero que los que estemos por la paz lleguemos a rebelarnos contra la guerra porque queremos a Dios en nuestras familias. Dios es la libertad, Dios es la felicidad.
P. Livio: De hecho Marija, nosotros poseemos un arma extraordinaria que es la oración del Rosario que vence todas las batallas, pero o no la usamos, o no la usamos lo suficiente.
Marija: Sí, la Virgen dice que con la oración y el ayuno incluso las guerras pueden acabar. Yo he conocido gente que ayuna a pan y agua, no solamente en los cuarenta días de Cuaresma sino incluso más. Desde que empezó esta guerra, hay gente del Este que está ayunando, aunque no sea siempre a pan y agua. Yo cada día, en el momento de la aparición, le pido a la Virgen por la paz y pienso que el Señor nos escuchará. La Virgen está con nosotros y Ella llamará a la puerta del corazón de Dios para pedirle la paz por esa pobre gente. Nosotros debemos ser constantes. Yo le pido cada día esta gracia a la Virgen. Quizá seamos pocos, pero lo hacemos de todo corazón.
P. Livio: Marija, por lo que se difunde en las noticias, ¿tú no crees que hay el peligro de que esta guerra se prolongue provocando una intervención mundial que pueda llegar a la destrucción global?
Marija: Yo rezo y creo que no, porque la Virgen está con nosotros. Ella es la mujer del futuro, Ella es la Madre de Dios y ha venido a guiarnos y a salvarnos. Yo creo profundamente que esto no sucederá. Es verdad que nosotros somos terribles porque ya no creemos, ya no oramos, ya no respetamos las leyes de Dios, pero a pesar de todo, la Virgen está con nosotros.
P. Livio: De hecho, hay una respuesta porque son muchas las personas que no conocemos y que oran, que dan testimonio. Por lo tanto, debemos ser optimistas, tener confianza en Dios y pensar que realmente el mundo mejorará.
Marija: Yo me acuerdo del testimonio de un hombre que era abortista. Tenía una clínica para abortos y él decía que se sentía bien porque en vez de que fueran a abortar clandestinamente, él ayudaba sobre todo a las chicas jóvenes que no eran lo suficientemente maduras para la responsabilidad de ser madres. Así pues, ese hombre pensaba que estaba haciendo un bien. Fíjate cómo Satanás lo engañaba, hasta que llegó el momento en que se dio cuenta de la cantidad de muertes que había provocado, ya que esos niños podían haber sido hombres como él. Se convirtió y fundó el movimiento Pro vida en su ciudad y su testimonio fue muy fuerte porque en un momento dado el Espíritu Santo tocó su corazón y empezó una vida nueva.
P. Livio: Marija, han pasado ya más de cuarenta años desde que empezaron las apariciones. No quiero entrar en argumentos que no se pueden tocar, pero ¿se puede decir que todavía estamos al principio de las apariciones? Es decir, a veces hablando con vosotros me habíais dicho que el plan de María era tan grande que se podía decir que estaba todavía al inicio de ese plan por el tiempo que faltaba para llegar a su término. ¿Podemos decir lo mismo ahora?
Marija: No puedo decir que estemos en los inicios porque ya han pasado cuarenta años, aunque cuarenta años a los ojos de Dios son como dos días. Puede ser el inicio y puede también ser el final porque quizá mañana la Virgen me dice que no se me aparecerá más. Yo espero que la Virgen estará más tiempo con nosotros para continuar guiándonos y diciéndonos que nos ama.
P. Livio: Perdona Marija, pero ¿tú personalmente cómo reaccionarías si la Virgen te dijera que se acabaron las apariciones diarias y que ya solo la verás una vez al año como pasa con Jakov, Ivanka y Mirjana?
Marija: No lo sé padre Livio. Yo solo quiero aceptar la voluntad de Dios, por lo tanto, que sea lo que Él quiera. Yo agradezco inmensamente a Dios este gran don, pero estamos preparados porque del mismo modo que lo hemos recibido, sabemos que no será para siempre. Desde que la Virgen se apareció a nosotros cuando éramos niños nuestra vida cotidiana ha estado siempre relacionada con las apariciones independientemente de la duración de las mismas, pero cada día ha estado entrelazado con esta maravillosa experiencia que Dios ha querido darnos.
P. Livio: Es pues un don para vivirlo con gratitud, pero al cual habéis dedicado vuestra vida.
Marija: Le hemos dedicado nuestra vida porque hemos recibido esta vida nueva. Sí, a veces cuando hablo con mis hermanas me dicen que ellas no podrían soportar una vida así porque piensan que es una vida llena de sacrificios, con gente que te para, que quiere hablarte en el momento menos oportuno, que quiere hacerse una foto contigo o una oración. Es verdad que nuestra vida no ha sido fácil, pero por otro lado debo decir que no he tenido nunca miedo de la gente ni de testimoniar porque siento más el bien que las molestias que ello pueda ocasionar. Es verdad que hemos tenido experiencias negativas cuando nos llevaron a los médicos pensando que estábamos enfermos. Tantas personas que no nos creen y piensan que somos unos fanáticos y que hemos hecho esto para enriquecernos y siempre nos miran con lupa. Pero, en realidad no saben quienes somos. A mí me dicen que tantas personas se tienen por amigos míos y cuando me acerco veo que yo no les conozco, pero no importa porque son todos hermanos míos, somos amigos en Dios. Esto es muy bonito y sabemos que esto es un don para los demás. Somos conscientes de que este don no es solo para nosotros, sino que a través de nosotros, es para el mundo entero.
P. Livio: De hecho, ahora sois maduros, pero en unos años empezareis a ser viejecitos.
Marija: Ya lo somos padre Livio, porque algún dolor aquí o allí ya se nota (se ríe), pero nuestro corazón sigue siendo joven.
P. Livio: ¡Claro, esto es lo que cuenta! Entonces Marija, podemos decir que eres muy feliz con tu misión, a pesar de que la Virgen da, pero también pide, como es justo que sea.
Marija: Sí, pero yo siempre digo que pasados los cincuenta nos volvemos siempre más jóvenes para el Paraíso. Ahora ya no contamos los años que tenemos, sino los que nos faltan para llegar al Paraíso y cuando lo miras desde esta perspectiva, te aseguro que se vive mucho mejor.
P. Livio: Sí claro, tú puedes decir esto porque cuando ves a la Virgen ves el Paraíso, pero nosotros no.
Marija: Pero debes creerlo. Por eso debemos pedir al Señor que aumente nuestra fe. Cuando llegamos a ser conscientes de esto, a pesar de vivir estos momentos difíciles con la guerra a mí me viene espontáneamente la oración de San Francisco: “Hazme instrumento de paz”, instrumento de Jesús Resucitado, porque de veras Jesús resucitó. Jesús nos ha llevado de la muerte a la vida y esto es para cada uno de nosotros y este pensamiento me llena de felicidad. El tiempo de Pascua es un tiempo tan maravilloso del que seguramente no somos plenamente conscientes debido a todas las cosas mundanas que le añadimos a esa fiesta. La Virgen nos pide estar siempre más cerca de las cosas celestiales para ser más conscientes del Paraíso, para sentirlo más cerca. Una vez Ella nos dijo que quería que viviéramos el Paraíso ya aquí en la Tierra.
P. Livio: Sí, también en el último mensaje nos dijo que podíamos vivir bien aquí en la Tierra. Efectivamente, si uno vive la vida de Dios, ya es feliz aquí en la Tierra.
Marija: Nosotros vemos personas que no rezan y tienen muchos problemas psicológicos, no se sienten seguros de sí mismos, no ven un futuro para ellos. En cambio, la Virgen dice: “Volved a la oración”, así seremos conscientes de ser amados por Dios y tendremos su fuerza y su positividad renovando así nuestra vida.
P. Livio: Sí Marija, la Virgen nos repite que volvamos a Dios, que volvamos a la oración. Esto lo podemos hacer y si lo hacemos, en realidad cambia nuestra vida.
Marija: Así es padre Livio. Ayudémonos en la oración los unos a los otros, sobre todo a los que están enfermos les digo que confíen en la misericordia del Señor porque Él les ayudará. Oremos también por la paz junto a todos los ucranianos que se han unido a Radio María.
P. Livio: Muchas gracias Marija por tu testimonio, que como siempre ha sido muy bonito y unámonos pues en la oración.
«Jesús, Hijo de María Santísima» a Valeria Copponi el 27 de abril de 2022
«Mi queridísima hija, en la persona de mi sacerdote, estoy presente hoy aquí entre vosotros. Yo los protejo y los guardo en estos tiempos difíciles, pero para ustedes, hijos míos, las dificultades no existirán.* Siempre estoy con ustedes, tengan la seguridad; no tengan miedo, porque donde está mi Madre, ahí estoy. Nunca los dejaré solos, estaré cerca de ustedes en todos los momentos más difíciles y los guiaré hasta el final cuando los presentaré a Mi Padre.
Ora y vive siempre como si este fuera tu último día, es decir, [vive] en la gracia de Dios. Mi Padre los sanará y los curará y finalmente vivirán en la gloria de su Padre.
Hijos Míos, ustedes saben muy bien que sólo la oración rodeada de buenas obras abrirá la puerta del gozo de Mi Padre.
No seáis encontrados desprevenidos, sino que estad siempre dispuestos a entrar Conmigo en el Reino de Mi Padre. Tu tierra está manchada con la sangre de tus hermanos y hermanas; es para ti limpiarlo de todas las ofensas y blasfemias contra Dios.
Puedes ver cómo la tierra se está volviendo más oscura y más difícil para ti; es para que lo sanes con tus oraciones para devolverle un poco de vigor espiritual saludable.
Los amo y no permitiré que Satanás haga más mal de lo necesario.** Hijos Míos, oren y hagan que la gente ore y Yo, con Mi Santísima Madre, regresaré entre ustedes en la gloria de Mi Padre. Los bendigo en el nombre de la Santísima Trinidad.
Jesús, Hijo de María Santísima
[* A nivel espiritual gracias a la protección del Señor.
** «Necesario» en el sentido de que la acción de Satanás ocurre dentro de la voluntad permisiva de Dios, lo que no implica que el mal sea activamente querido por Dios. Notas del traductor.]
Amado de Nuestro Rey y Señor Jesucristo: Vengo a llamarlos a seguir el amor divino… de donde provienen la fe, la esperanza y la caridad. Las Palabras de Nuestro Rey y Señor Jesucristo no son palabras vacías, son Palabras de vida en abundancia. (cf. Jn. 6,68). ¡Escucha, humanidad! Presta atención a las Llamadas Divinas frente a la constante pérdida de la paz y la libertad humana. Nuestro Rey y Señor Jesucristo te muestra el camino a seguir para que no caigas presa de aquellos que te confundirán y te tomarán cautivo.
Los invito a la conversión y a profundizar en sus obras y acciones personales. Veo tantos hijos de Dios que no se miran a sí mismos, que no se examinan a sí mismos para no enfrentarse al monstruo de su «ego» crecido y excesivo. Deben permanecer atentos para que sus obras y obras sean una bendición para sus hermanos y hermanas y no un obstáculo, dada la vida cotidiana en la que la humanidad se ha sumergido, en la que ni siquiera tienen un momento para unirse con Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
Los invito al arrepentimiento… Los invito a orar… (cf. Lc 11, 2-4). Os invito a practicar las Obras de Misericordia (Mt 25,34-46); de esta manera los asuntos de Nuestro Rey serán más familiares para ustedes y profundizarán su amor por su prójimo. La masonería ha entrado en la Casa de Dios y está contaminando con sus errores a los que sirven en la Casa de Dios, haciéndolos seguir lo que no es la Voluntad Divina, sino la voluntad de los hombres. Sin olvidar a Nuestro Rey y Señor Jesucristo y Su Sacrificio por cada ser humano, dar gracias a Nuestro Rey y Señor Jesucristo porque Él es bueno y es misericordia y justicia al mismo tiempo.
Os dirigís a grandes pruebas, no sólo por la guerra y las grandes acciones en detrimento de la humanidad, sino por la transformación de las personas que abrazan peligrosas innovaciones espirituales que los alejan de Dios y los hacen enfrentar graves pruebas en la Fe. Pueblo de Dios: verás a los hermanos abandonar la fe, con otros negando la religión y algunos siendo transformados en perseguidores de sus hermanos. Se acerca el hambre que, junto con la pérdida de la fe, convertirá al ser humano en un siervo del mal. Permanezcan atentos: el Anticristo se está moviendo libremente en la Tierra y continúa interfiriendo con las decisiones de la humanidad. Cada uno debe ser el guardián de su hermano para que permanezcas fiel a la Santísima Trinidad. Permanezcan en el Amor Divino, sean misericordiosos y fieles a Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
Los invito a orar unos por otros frente a la continua ola de innovaciones que se acercan para la humanidad y los confunden.
Oren, Pueblo de Dios, oren para que la Fe permanezca firme en cada uno de ustedes.
Oren, Pueblo de Dios, oren por sus hermanos y hermanas que están sufriendo la opresión del comunismo.
Oren, Pueblo de Dios, oren por aquellos que sufrirán debido a la actividad de terremotos graves.
Pueblo de Nuestro Rey y Señor Jesucristo: ustedes pertenecen a nuestro Rey: no sigan falsas ideologías que los lleven a perder su alma. Persevera en la fe. Los bendigo y los protejo. Con Mi Espada en alto te defiendo si así lo solicitas.
Ave María más pura, concebida sin pecado Ave María más pura, concebida sin pecado Ave María más pura, concebida sin pecado
Comentario de Luz de María
Hermanos y hermanas: vemos cómo San Miguel Arcángel saca a la luz el poder del comunismo y su ideología con respecto a la humanidad. La llamada a la conversión implica un cambio en las obras y acciones que han echado raíces en el ser humano y que dificultan la unión del hombre con su Creador. Dado el progreso del poder dominante del Anticristo y sus seguidores, que impondrán una religión falsa y engañosa, aquellos que no han cambiado su forma de trabajar y comportarse se encontrarán demasiado expuestos y tentados a caer en las garras del engañador de la humanidad.
Hermanos y hermanas, el comunismo avanza sobre la humanidad, al igual que la guerra.
Cito de un Mensaje de San Miguel Arcángel fechado el 6 de abril de 2021:
Vengo a llamaros a la conversión. La conversión es personal. La decisión es personal. La voluntad de abandonar los actos contrarios al bien del alma es personal.
Por lo tanto, necesitamos conocer las Obras de Misericordia, ya que su práctica es una decisión personal y comunitaria. Las Obras de Misericordia se dividen en dos:
Obras Corporales de Misericordia:
1) Visitar a los enfermos.
2) Dar comida a los hambrientos
3) Dar de beber a los sedientos
4) Dar alojamiento al peregrino
5) Vestir al desnudo
6) Visitar a los presos
7) Enterrar a los muertos
Obras Espirituales de Misericordia:
1) Enseñar a los que no saben
2) Dar buenos consejos a quienes lo necesitan
3) Corregir a los que están equivocados
4) Perdonar a los que nos ofenden
5) Consolar a los tristes
6) Soportar pacientemente los defectos de nuestro prójimo
Debe estar conectado para enviar un comentario.