
Nuestra Señora a Gisella Cardia el 3 de abril de 2022
Amados hijos, gracias por haber respondido a Mi llamado en sus corazones. Hijos Míos, gracias por doblar sus rodillas en oración. Hija, mira mi corazón sangrante, rodeado de una corona de espinas. Mi corazón sangra porque aún no has entendido cuál será la justicia de Dios: será peor que el día del diluvio universal. Oren, hijos, conviertan sus corazones, cambien sus vidas para que no se les encuentre desprevenidos. Hijos Míos, pronto habrá un fuerte terremoto en toda la tierra para despertar sus conciencias; no te duermas, pero vigila. Hijos Míos, todo está enfermo; la Iglesia será juzgada porque se ha convertido sólo en una institución política y ya no confía en Dios. [1] Oren por los pastores que se han perdido y oren por Francia. Hija Mía, debes decirle a la gente que reserve comida y agua para hacer provisiones para los tiempos oscuros. Hijos Míos, ahora los bendigo en el nombre de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Nuestra Señora se alegró hoy porque vio a tanta gente unida en oración, pero también estaba triste y sostenía un corazón sangrante en sus manos con una corona de espinas a su alrededor.
Lecturas relacionadas
Ver: Gran temblor, gran despertar
Notas
↑1 | Italiano: «non è più affidata a Dio», literalmente «ya no se confía a Dios» |
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