¿Por qué triunfan las teorías de la conspiración y negacioncitas?

Que si el COVID no existe, que si el Papa Francisco es masón, que si la tierra es plana y nos han engañado, que si oscuras fuerzas gobiernan el mundo…

Todo el tiempo me llegan consultas de personas para saber si es verdad que el Papa Francisco es masón; o si es verdad que un científico norteamericano dijo que el Covid no existe, y si es verdad; porque “hay un video en internet” que dice que “las vacunas se hacen con embriones humanos abortados” [Es cierto que en algunas, en la fase de investigación, se han utilizado líneas celulares procedentes de abortos realizados en 1970, y de ahí la reserva de la Iglesia, N.d.E.]. Y la verdad, no nos da la vida para responder al tsunami de noticias falsas, sobre todo respecto al Covid, que saturan nuestras redes sociales.

Las teorías conspirativas ofrecen explicaciones simplistas y reduccionistas para comprender fenómenos complejos que generan una gran incertidumbre, angustia y ansiedad en la población. Por ello son muy seductoras en tiempos de crisis.

Es mucho más fácil si todo es parte de un plan, sea de parte de Dios, de la Virgen María, de los Illuminatti, de la Masonería, del demonio, de los extraterrestres o de un grupo de magnates que dominan la tierra en las sombras. Si es así, todo es más fácil de entender.

En una sociedad donde se estimula la rapidez en la información, la brevedad y la mayor simplicidad, van desapareciendo los matices, los grises donde las cosas no son blanco o negro, buenas o malas.

Saturación de información

La complejidad del mundo en el que vivimos, donde la información disponible no solo es indigerible e inabarcable, sino que no es fácil corroborar su veracidad, predispone al escepticismo por saturación.

Y a su vez, provoca la necesidad de crear relatos simples, donde los males tienen una sola causa y donde el enemigo está perfectamente identificado y es el culpable de todo. La pereza para pensar simplifica la realidad.

La sospecha sobre las propias raíces y tradiciones, la sospecha sobre la ciencia y las instituciones abre la puerta a una gran ingenuidad y credulidad a discursos que simplifiquen los problemas, sin importar la fuente. Si alguien habla mal de las voces “oficiales”, debe tener razón, se piensa.

Y para completar el cuadro, la inteligencia artificial a través de las redes sociales nos muestra lo que es más atractivo y lo que más se consume, por lo cual las noticias falsas y las teorías conspirativas tienen más presencia que la investigación seria y la formación crítica que surge desde la producción académica.

¡Pero el que lo dijo era doctor!

Hoy uno puede encontrarse con personas formadas, profesionales de todas las áreas imaginables, que adhieren a teorías conspirativas, con un discurso paranoide, que llegan a negar la evidencia científica con el pretexto de que “estamos siendo engañados por un complot de dimensiones globales”.

Sin embargo, aunque todos sus colegas estén siendo supuestamente “engañados o sean parte del engaño”, solo ellos, los nuevos profetas que quieren liberar a la humanidad de su ceguera y “mostrar la verdad”. Se apoyan en su formación y ciencia para afirmar una interminable lista de absurdos que antes uno solo podía escuchar de un líder sectario con delirio paranoide.

Hay conferencias de profesionales de la salud diciendo que una vacuna “va a modificarnos genéticamente”, o que “van a instalarnos un microchip para controlarnos”, o promoviendo el consumo de sustancias tóxicas como la supuesta cura del Covid19 e incluso de cualquier otra enfermedad.

Si ya había una larga lista de pseudociencias y pseudoterapias, dietas milagrosas y sanadores mágicos, la crisis creada por la pandemia del Covid19 los ha multiplicado en ambientes hasta ahora impensables. He leído y escuchado a médicos, abogados, sacerdotes católicos, pastores evangélicos, gurús, psicólogos y profesores, adherirse a estos relatos. E incluso repetirlos sin el más mínimo sentido crítico, sin investigar las fuentes.

Y es que, en momentos críticos y complejos, que todo tenga una explicación sencilla da tranquilidad y se construye fácilmente un enemigo identificable. Además, estas teorías ahora pueden amplificarse a través de las redes sociales, llegando a un público impensable hace tan solo unas décadas.

Conspiraciones apocalípticas

A esto se le agregan relatos con teorías extraterrestres, profecías astrológicas, y una conspiración global que incluiría al Vaticano, la Masonería y la OMS. La inmanejable cantidad de información falsa que circula en las redes sociales, sobre los temas más variados, permite que se llene de contenidos delirantes presentados como la última investigación científica o la revelación de un secreto que “los poderosos del mundo no quieren que se sepa”.

Lo más aburrido para los “conspiranoicos” es la realidad, porque es siempre más compleja que las teorías de “buenos y malos” y seguro menos atractiva para explicar, por eso menos creíble cuando escasea el pensamiento crítico.

Nadie va a negar la existencia de personas y grupos que se benefician de desgracias ajenas, ni la existencia de organismos internacionales que presionan a los Estados con determinadas políticas públicas, ni de que existan agendas que quieren imponerse. Pero eso no es evidencia de una conspiración mundial de dimensiones apocalípticas. Parece una novela de Dan Brown, pero lo viven como real.

En el ambiente New Age y sus derivados de pseudoterapias mágicas, son también incontables las personas que predican contra la medicina; y que nos invitan a optar por frenar el virus con ejercicios de meditación y pensamientos positivos, evitando así el contagio “gracias al poder de la mente”.

En este tipo de literatura o conferencias se alimenta la desconfianza en los tratamientos médicos, se promueve la desconfianza en las vacunas y se prometen “secretos” que vencen cualquier mal. Porque en general enseñan que todos los problemas vienen solamente de nuestros pensamientos, de la falta de fe o de un desequilibrio de nuestro mundo emocional.

La construcción de la teoría del complot

La fascinación y el dramatismo que tiene la historia se sostienen en su imprevisibilidad. De hecho, planes preparados durante años pueden fallar por las circunstancias y los incontables factores que entran en juego en situaciones impensables. Incluso incidentes insignificantes y no planeados pueden cambiar el curso de los acontecimientos históricos.

el desconcierto que generan fenómenos imprevisibles o situaciones dramáticas difíciles de comprender, les llevan a pensar que las cosas no son como nos las cuentan y que no nos están contando la verdad de los acontecimientos.

Los constructores de teorías del complot entienden que todos los acontecimientos aparentemente imprevistos fueron cuidadosamente preparados por personas que viven en las sombras, organizando la historia como un verdadero complot.

Siempre el relato será fácil de explicar, encontrando analogías con otras historias, coincidencias extrañas y siempre se hace en forma reduccionista, porque todo se reduce a pocos elementos ocultos y simples, que solo un pequeño grupo de valientes sale a comunicar. Pero obviamente ya anuncian que “no les van a creer”.

En la investigación histórica no pueden negarse los microcomplots, donde acontecimientos como la Revolución Francesa o la Revolución Bolchevique, no fueron espontáneos. Pero aún así, siempre tienen sus límites y los acontecimientos terminan yendo más lejos de cualquier plan orquestado, ya que el juego de libertades humanas tiene grandes márgenes de imprevisibilidad, que incluso ni la inteligencia artificial puede predecir.

Aunque los complots existen, la historia de la humanidad no es la historia de un plan programado donde todos están involucrados como dominadores y el resto como ciegos que no saben que son manipulados.

El complot es atractivo

Lo que es cierto es que es mucho más atractivo pensar que la historia se explica mediante grandes complots que hacer el duro trabajo de comprender la complejidad de los hechos que no responden a una sola causa. Los conspiranoicos quieren creer sus teorías y todo lo que vean o escuchen les confirmará su versión conspirativa.

Ejemplos abundan: Todavía hoy hay documentales sobre los Protocolos de los Sabios de Sión, documento que demostraría que hay un movimiento judío sionista cuyo plan es dominar el mundo entero. Pero lo cierto es que este falso documento fue creado en los ambientes antisemitas rusos y fueron ellos mismos quienes lo crearon y difundieron entre 1902 y 1903.

Hay también incontables “documentales” de teorías falsas sobre la Iglesia Católica y la vida de los Papas, como verdaderas novelas de ficción, pero que se consumen como historia.

Otro caso famoso es el de los Illuminati, que en realidad ya no existen hace tiempo, porque pertenecieron al siglo XVIII. Ahora serían los nuevos dominadores que en la oscuridad manejan a la Masonería y los grandes poderes mundiales. Y así podríamos seguir incluso con historias sobre la CIA y los Rosacruces. Incluso hay quienes llegan más lejos y ponen detrás de estas organizaciones a entidades espirituales, seres sobrenaturales o extraterrestres.

¿Será que, bombardeados por tanta información superflua, ya no queda tiempo para pensar con cierto nivel de reflexión y análisis crítico?

¿Es cierta la profecía de San Malaquías sobre los Papas?

¿Escribió este santo obispo irlandés medieval la lista profética? Si es así, ¿qué hemos de pensar de ella? ¿Estamos ante el final de la Iglesia?

1.San Malaquías es un personaje que existió verdaderamente y que es reconocido como santo por la Iglesia católica.

Ante el riesgo de tachar todo episodio histórico poco claro de legendario, lo primero que hay que afirmar es que San Malaquías de Armagh, obispo irlandés, es un personaje histórico. El resumen que hace el Martirologio Romano (el catálogo de los santos reconocidos por la Iglesia católica) en el día de su memoria litúrgica, el 2 de noviembre, es el siguiente: “En el monasterio de Clairvaux, en la Borgoña, sepultura de san Malaquías, obispo de Down y Connor, en Irlanda, que restauró allí la vida de la Iglesia, y cuando se dirigía a Roma, en dicho monasterio, y en presencia del abad san Bernardo, entregó su espíritu al Señor (1148)”.

En un momento difícil para la Iglesia en Irlanda, después de unos años de violentas incursiones de los bárbaros y de una gran relajación en la fe y en las costumbres, el joven Malaquías fue ordenado sacerdote tras haber vivido con un ermitaño. Destacó por su espíritu de pobreza y por su celo evangélico, siendo un referente en la vida monástica de su tiempo, y con 30 años fue nombrado obispo de Down y Connor. Más tarde tuvo que hacerse cargo de la sede metropolitana de Armagh no sin muchas dificultades, y cuando logró instaurar la paz regresó a su antigua diócesis. En un viaje a Roma conoció a San Bernardo, al pasar por Claraval, y éste se hizo amigo y admirador suyo, llegando a escribir su biografía. En otro de sus viajes, murió en 1148 precisamente en Claraval, en brazos del iniciador del Císter, que lo honró como santo. Después, en 1190 fue canonizado.

2. San Malaquías fue considerado un santo hacedor de milagros y visionario. Entre sus profecías, se le atribuye una lista de los Papas desde su tiempo hasta el fin del mundo.

En su hagiografía se cuentan varios milagros y predicciones, entre las que destacarían la de su propia muerte y algunas sobre la Iglesia de su tiempo y sobre su patria. Sin embargo, su nombre está vinculado actualmente a una profecía sobre el papado, que vuelve a ponerse de actualidad en momentos como éste, cuando se da la sucesión en la sede episcopal de Roma. Se trata de un listado de 112 Papas, comprendiendo el período desde Celestino II, que inauguró su pontificado en 1130, hasta el fin del mundo.

Lo más curioso y enigmático de este vaticinio es que cada Papa viene designado con un lema breve en latín, que presuntamente refleja su personalidad o las circunstancias históricas de su ministerio.

Así, si tomamos los lemas que corresponderían a los últimos Papas, nos encontramos con “Pastor angelicus” para Pío XII, “Pastor et nauta” para Juan XXIII, “Flos florum” para Pablo VI, “De medietate lunae” para Juan Pablo I, “De labore solis” para Juan Pablo II y, por último, “Gloria olivae” para Benedicto XVI. El último pontífice, número 112, tiene como lema “Petrus romanus”, y el texto de la profecía es más explícito que en el resto del catálogo: “En la persecución final de la Santa Iglesia Romana reinará Pedro el Romano, quien alimentará a su grey en medio de muchas tribulaciones. Después de esto la ciudad de las siete colinas será destruida y el temido juez juzgará a su pueblo. El Fin”. Ciertamente inquietante.

3. La primera atribución de la lista de Papas a San Malaquías data de finales del siglo XVI, casi 450 años después de su muerte, y todos los indicios apuntan a que es falsa.

Aquí nos encontramos con algo semejante a lo que ocurre con la célebre oración “Haz de mí un instrumento de tu paz”, que se atribuye a San Francisco de Asís cuando resulta que no se ha conocido el texto hasta el siglo XIX. La primera aparición del listado de Papas supuestamente redactado por San Malaquías data del año 1595, casi 450 años después de la muerte del prelado irlandés. No hay texto anterior alguno ni, por supuesto, manuscrito original ni nada que se le parezca. Un historiador benedictino, Arnoldo de Wyon, fue quien publicó ese año el documento profético (“una cierta profecía”, lo llamó) y quien lo atribuyó a San Malaquías.

Hay varias razones de peso, además de lo ya dicho, para rechazar la autoría. Por ejemplo, el principal biógrafo del arzobispo, que fue San Bernardo de Claraval, cuenta en su obra los milagros y predicciones, pero no habla para nada de la lista de Papas. Ni lo hace ningún autor anterior a 1595. No tenemos datos para rastrear su origen, y por tanto no sabemos si el monje Arnoldo se encontró el texto y lo aceptó de forma acrítica, o si lo compuso él directamente. Estamos hablando de lo que en literatura se denomina “pseudoepigrafía”, es decir, la atribución de un documento a un autor para que gane en autoridad y credibilidad, pero siendo falsa esa autoría.

Un elemento interno muy interesante a la hora de juzgar el texto es, además, el acierto o no de las predicciones. El apologista católico Jimmy Akin, de Catholic Answers, ha hecho un exhaustivo estudio de los nombres que aparecen en la lista de Papas y asegura, con los datos en la mano, que los anteriores a 1590 alcanzan un índice de acierto del 95 %, mientras que los posteriores a esa fecha sólo son satisfactorios en el 8 % de los casos. La composición en torno a esa fecha es, por lo tanto, algo más que probable. Incluso se ha apuntado que los aciertos y errores en los lemas latinos coinciden en gran medida con una obra escrita en el siglo XVI por el agustino Onofrio Panvinio, Epitome Romanorum pontificum.

4. La Iglesia nunca ha aceptado esta profecía, y muchos autores la han rechazado de forma tajante.

Lo primero que hay que aclarar, una vez más, es que la Iglesia considera que las llamadas “revelaciones privadas” no completan la revelación divina, que ha sido hecha definitivamente en Cristo, sino que ayudan a vivirla en un momento histórico determinado (Catecismo de la Iglesia Católica, 67). Aunque algunas cuenten con el reconocimiento oficial de la Iglesia, no tienen una autoridad que exija la fe de los cristianos. Como escribió en 2000 cuando se hizo público el tercer secreto de Fátima el entonces cardenal Ratzinger, “es una ayuda que se ofrece, pero no es obligatorio hacer uso de la misma”.

Dicho esto, hay que afirmar que la Iglesia católica nunca ha aceptado la lista de Papas atribuida falsamente a San Malaquías. Desde su aparición han sido muchos los autores que la han rechazado como apócrifa. El insigne ensayista español Benito Jerónimo Feijoo, benedictino como Wyon, escribió en su Teatro crítico universal (1726-1739), en lo tocante a astrólogos y adivinos, que su vaticinio “es aplicable a mil sucesos diferentes, usando en esto del mismo arte que practicaban en sus respuestas los oráculos y el mismo de que se valió el francés Nostradamo en sus predicciones, como también el que fabricó las supuestas profecías de Malaquías”. Historiadores como Papebroeck, Ménestrier, Harnock, Thurston y Vacandard han hecho una severa crítica de la profecía.

5. ¿Qué pensar, entonces, de la profecía falsamente atribuida a San Malaquías?

Algunos pueden pensar que hay algo de verdadero, pero todo lo que parezca acierto ha de considerarse una simple coincidencia. Además, hay que tener en cuenta que, como en el caso de Nostradamus y de tantos otros visionarios, se emplea un lenguaje sibilino u oracular, lo suficientemente vago para que pueda “demostrarse a posteriori” su acierto. Basta con ser un poco hábil entremezclando catástrofes y felicidades para escribir algo que pueda aplicarse a los hechos venideros sin mucha dificultad.

Y para entenderlo nos puede valer un ejemplo bien conocido de la mitología clásica: cuando Creso, rey de Lidia en el siglo VI a.C., se preparaba para la batalla contra Ciro, rey de Persia, consultó al célebre oráculo de Delfos, y recibió por respuesta que si trababa combate un imperio sería destruido. Animado por lo que consideraba un buen augurio de victoria, se lanzó a la batalla con otras potencias aliadas y resultaron derrotados, cumpliéndose así el vaticinio, pero no como él lo había imaginado: fue su imperio el que desapareció.

Una persona con fe no puede vivir pendiente de estos anuncios –nada infalibles, por cierto– que pretenden conocer de antemano el futuro. Hacerlo es dejar de lado la confianza en la Providencia de Dios y la responsabilidad humana en la construcción de la historia. Sólo Dios sabe el día y la hora del final, y por eso la vida en la tierra está marcada por la virtud de la esperanza.

La Virgen con una hoz

La aparición de Porzus y otras en las que pidió guardar las fiestas

En la iglesia en Porzûs recuerdan la aparición de la Virgen a una niña, con un mensaje

No blasfemar y guardar el domingo y los días festivos. Este tema, que no aparece en las apariciones marianas de Lourdes, en 1858, sí aparece con cierta frecuencia en otras apariciones francesas. Y también, como veremos, en la aparición italo-eslovena de Porzûs, en 1855, tres años antes de Lourdes.

Dominique Le Tourneau, sacerdote investigador de los santuarios marianos en Francia, autor del libro Guide des Sanctuaires Mariaux de Franceseñalaba que varias apariciones marianas insisten en la necesidad de respetar los festivos sin trabajar y en reprochar, al mismo tiempo, a los que juran con palabrotas blasfemas. Son pecados que, en estas apariciones, parecen ir siempre juntos.

“Este es el significado de las apariciones en Notre-Dame de l’Osier en 1649, y en La Salette en 1846, en Isère, y aún más claramente en Hérault, en Saint-Bauzille-de-la-Sylve en 1873, donde se rinde culto a Nuestra Señora del Domingo”, apunta.

Notre-Dame de l’Osier en 1657 y el campesino protestante

El 25 de marzo de 1649, día de la Anunciación, era fiesta de precepto y la ley civil francesa castigaba con multas a quien trabajara ese día. Pierre Port-Combet era un campesino hugonote (es decir, protestante) que ese día decidió ponerse a cortar ramas de mimbre. Cuenta la historia que del arbusto brotó sangre que manchó la podadera y la ropa del campesino, que se asustó.

Ocho años más tarde, en 1657, de nuevo en marzo, 1657, Pierre vio en uno de sus campos a una hermosa dama vestida de blanco, envuelta en un manto azul y con la cabeza cubierta por un velo negro.

– Aquel hugonote que cortó el mimbre, ¿dónde vive? ¿No quiere convertirse? -preguntó la misteriosa dama.
– No lo sé… Habita muy del otro lado -dijo él.
– ¡Ah, miserable! ¿Crees que no sé que tú eres el hugonote? Pues bien, sabe que el tiempo de tu fin está próximo. Si no cambias tu situación serás uno de los mayores tizones de infierno que hubo jamás. Si cambias de religión, yo te protegeré ante Dios.

Pierre se hizo católico antes del 15 de agosto y murió poco después. Más allá del cambio de denominación, tradicionalmente se ve esta historia como una crítica a los campesinos que no guardan el domingo.

La Salette en 1846: la Señora que lloraba

El 19 de septiembre de 1846, los pastorcitos Mélanie Mathieu y Maximin Giraud informaron haber encontrado a una «bella dama» sentada en la ladera de una pequeña aldea en los Alpes franceses que lloraba desconsolada tapándose la cara con las manos. Llevaba unas cadenas sobre los hombros, un chal rojo y le rodeaban rosas.

No les dijo explícitamente ser la Virgen, pero sí les dijo, hablando en francés y en occitano, que lloraba por la impiedad imperante en la sociedad, especialmente porque muchas personas blasfemaban al hablar, y porque no dedicaban el domingo a descansar y acudir a misa, sino que trabajaban.

Hérault, en Saint-Bauzille-de-la-Sylve en 1873: la dama de blanco en las viñas

El caso de 1873 se da a unos 30 kilómetros de Montpellier, en medio de una plaga de filoxera que destruía viñas en pueblos no lejanos. El caso de Lourdes, que empezó en 1858, había sido valorado como verdadero por la Iglesia, que empezaba a fomentar las peregrinaciones.

Auguste Arnaud era un agricultor católico pero no muy piadoso, que por lo general trabajaba en las viñas de otros dueños, pero dedicaba algunos domingos a trabajar en las suyas propias. Después de dos horas de trabajo muy temprano de mañana, toma su almuerzo en la viña, se prepara para sacar su pipa y antes de encenderla aparece ante él, a uno o dos metros, una hermosa joven que, dice, aparenta tener entre 25 y 28 años y está vestido completamente de blanco.

– ¿Cal ses bous? (¿Quién es usted?) – le pregunta él en occitano.
 Sioi la Sainta Bierja. N’agès pas paou (Soy la Santa Virgen, no tengas miedo) – responde ella en el mismo idioma. Hablan en occitano y ella le avisa de que vendrá un terrible enfermedad a las viñas… ¿Le estaba criticando por trabajar en domingo? Después ella pide que reclame al sacerdote local que ponga en los campos de vides una nueva cruz con una imagen de la Virgen. «Después de estas palabras, la aparición se elevó verticalmente como un aerostato y la seguí con los ojos hasta que ya no pude verla», declaró él.

Un mes después habría otra aparición, con varios testigos describiendo el trance de Arnaud. La iglesia investigó el caso. Un obispo le dio credibilidad, pero no se difundió mucho, quizá porque -apuntan algunos- no interesaba que compitiera con Lourdes.

Porzûs, 1855: la Virgen siega con la hoz

Recientemente ha ido ganando en popularidad la aparición de la Virgen en 1855 en Porzus, una aldea de montaña que hoy tiene 30 habitantes, en Italia, casi en la frontera con Eslovenia. Muchos historiadores de la Segunda Guerra Mundial conocen el lugar porque allí unos partisanos comunistas mataron en febrero de 1945 a 17 partisanos católicos, algunos en emboscada y otros como prisioneros ejecutados (es conocido como el ‘Eccidio di Porzûs’).

La fuente de la aparición mariana de 1855 son notas biográficas guardadas en el Instituto de las Hermanas de la Providencia en la cercana ciudad de Udine. El sacerdote udinés San Luigi Scrosoppi (1804-1884), fundador de esta congregación, fue el acompañante de la niña vidente. No hubo peregrinación al lugar de los hechos hasta 1992 y su narración básica la escribió el sacerdote Carlo Gamberoni en su librito «La Virgen en Porzus: Se apareció a una niña y luego fue olvidado».

Teresa Dush nació en 1845 en Porzus, cuando sus padres, Giuseppe y Caterina Grimaz, llevaban ya 18 años casados. Era una familia muy pobre de campesinos de lengua eslovena. Tenían un terreno pedregoso y poco fértil, con algunos pastos. Teresa, de niña o de joven, siempre fue de salud frágil, aunque colaboraba en las tareas de la casa.

Empezó a recibir lecciones de catequesis en 1854, a los 9 años. La aparición mariana sucedió tres días antes de que Teresa cumpliera los 10 años. Era el 8 de septiembre de 1855, fiesta de la Natividad de la Virgen, que caía en sábado. Era una fiesta de guardar, seguida de un domingo, pero la madre de Teresa se había olvidado de estos festivos y no había preparado hierba para dar a los animales.

La madre pidió a la niña que fuera al pasto y trajera hierba para los animales. Ella le recordó lo que había aprendido en el catecismo: no había que trabajar en la fiesta de la Virgen. La madre le respondió: “Si nosotros comemos, los animales también deben comer”.

La niña fue al prado hoz en mano, dudando sobre el asunto. Cuando levantó la hoz, notó que alguien se la quitaba. Al alzar los ojos, vio a una hermosa dama.

– ¡No deberías trabajar en la fiesta! – dijo la dama con voz dulce en lengua eslovena. Y recortando un poco de hierba y dándoselo a la niña, añadió: – Toma, esto será suficiente.

Después la desconocida dijo:

– Di a todos que santifiquen el nombre del Señor y no blasfemen, porque al hacerlo ofenden a mi Hijo y hieren mi Corazón materno. Además, quiero que se observen ayunos y vigilias.

Cuando la niña comentó en el pueblo lo sucedido, los vecinos dijeron a la niña: “Dile a Nuestra Señora que te dé alguna señal”.

Sucedió al domingo siguiente, cuando Teresa se encontraba en la iglesia. La Virgen se le apareció allí, cerca del altar, con un vestido cubierto de rosas (lo que hace pensar en La Salette 9 años antes). Otras chicas y vecinos veían a la niña en éxtasis hablando cerca del altar, pero nadie veía ni oía nada. Después la niña les enseñó una marca en su mano izquierda: un signo como impreso en la piel, brillante «como el oro», con forma de cruz de 3 cm de largo. No había forma de borrarlo. Esa cruz se mantuvo en su mano hasta su muerte quince años después.

Muy pronto murieron los padres de la niña. Teresa fue encomendada a los cuidados de San Luigi Scrosoppi, que con las hermanas de la Providencia cuidaba a otras niñas. A los 23 años Teresa entró en esta congregación con el nombre de Sor María Osanna. Murió dos años después, de tuberculosis pulmonar, con 25 años, habiendo dejado algunos datos más sobre sus visiones.

En 1885, treinta años después de los hechos, los vecinos edificaron una capillita en el prado de la aparición y un mensaje recordando la enseñanza de la Virgen: “Santificad las fiestas. No blasfeméis y observad ayunos y vigilias”. Los vecinos adquirieron la costumbre de rezar allí el rosario los domingos por la tarde. La capilla fue bendecida por el obispo auxiliar de Udine en 1953.

En 2018 celebró misa allí el cardenal esloveno -aunque formado en los paúles de Argentina- Franc Rodé, arzobispo emérito de Liubliana y prefecto emérito de la Congregación vaticana de Vida Consagrada. Destacó que en Porzûs, como en Lourdes (y en La Salette, Herault y otros sitios) la Virgen hablaba con los lugareños en el dialecto local. También destacó la actualidad de sus peticiones: abstenerse de blasfemar y respetar las festividades.

Un fotorreportaje de Porzus aquí

Vídeo de 2020 sobre Parzus y la misa a los 150 años de la muerte de la joven vidente

Las intenciones de oración del Papa en abril

“Recemos este mes por el personal sanitario”. Es lo que ha pedido el Papa Francisco a los fieles de todo el mundo a través de su tradicional video con sus intenciones de oración para el mes de abril de 2022.

“Recemos para que el compromiso del personal sanitario de atender a los enfermos y a los ancianos, especialmente en los países más pobres, sea apoyado por los gobiernos y las comunidades locales”. 

El Pontífice ha demostrado su gran aprecio por el personal sanitario que durante la pandemia ha mostrado “entrega” y “generosidad”, en especial se refirió al personal “sanitario, voluntarios, trabajadores y trabajadoras de la salud, sacerdotes, religiosos, religiosas”. 

Ver el vídeo del Papa en Aleteia

Más noticias del Papa, el Vaticano y la Santa Sede: 

  • El cardenal y el entrenador de fútbol del AS Roma. En el campo de fútbol como en la vida, se juega en equipo y considerando a los otros no como enemigos, sino como hermanos y reflejo de nuestra humanidad. El 29 de marzo, en Biblioteca Vaticana, tuvo lugar un diálogo entre el cardenal José Tolentino de Mendonça, archivero y bibliotecario de la Santa Iglesia Romana, y el entrenador del equipo de fútbol AS Roma, José Mourinho. Promovido por L’Osservatore Romano, el encuentro entre las dos personalidades portuguesas abarcó diversos temas, desde el valor de la educación y el deporte hasta la importancia decisiva de las relaciones humanas en todos los contextos de la vida. Y también hablaron de la dramática situación de Ucrania debido a la guerra.
  • Vía Crucis en los Jardines Vaticanos: Por la Iglesia peregrina en la tierra, por la curación de las heridas del alma y del cuerpo, para obtener los bienes de la salvación, por los pecadores. Estas son las intenciones de oración de la primera estación del Vía Crucis en los Jardines Vaticanos promovida en la mañana del martes 5 de abril por el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano en colaboración con la Limosneria Apostólica. Los fieles se reunieron en la plaza frente al edificio del gobierno. El Vía Crucis fue presidido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente emérito del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, en presencia de su sucesor, el arzobispo Fernando Vérgez Alzaga, y de la hermana Raffaella Petrini, secretaria general.
  • El Papa convierte la Fundación Pontificia Scholas en Asociación privada de Fieles de carácter internacional. Lo hizo a través de un Quirógrafo firmado el pasado 19 de marzo de 2022. Una evolución que hace que la entidad que ha promovido el pontífice pase a depender del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Leer más aquí.

Ucrania. Carta a Putin de los santuarios de Fátima y Lourdes

Ary Waldir Ramos Díaz.“Alto a esta guerra deshumanizante”, claman los principales santuarios marianos de Europa en el 41º día de “esta terrible y sangrienta guerra”. El Papa dijo que era una “crueldad”  la matanza de Bucha. “Imágenes como estas Europa sólo vio cuando liberaba a sus ciudades de los nazis”, confirma el líder de la Iglesia griega-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk. 

Tras el rito de consagración de Rusia y Ucrania al corazón inmaculado de María, realizado simultáneamente con la celebración del Papa en la Basílica de San Pedro (25.03.2022), Fátima, Lourdes, Czestochowa, Loreto, Mariazell se unen para otro llamamiento. Por primera vez, los principales santuarios marianos europeos han escrito a Vladimir Putin suplicándole para que detenga la guerra y piden el fin de las hostilidades en Ucrania. 

La noticia ha sido confirmada por el primado de la Iglesia greco-católica ucraniana: “Quiero agradecer especialmente a la Asociación de santuarios marianos de Europa, quienes enviaron una carta al presidente de Rusia (Putin) condenando enérgicamente esta guerra y exigiéndole que se detenga esta terrible agresión y derramamiento de sangre en Ucrania.” (03.04.2022). 

Leer la noticia completa en Aleteia.

EL «FOTÓGRAFO DE LA VIRGEN»

MATEO IVANKOVIC DE MEDJUGORJE: «FOTOGRAFIANDO CONOCÍ MEJOR A LA VIRGEN»

Soy Mateo Ivanković – «fotógrafo de la Virgen»,  estoy casado y soy padre de tres hijos. Nací, crecí y vivo en Bijakovići, al pie de la Colina de las Apariciones (Pobdro), cerca del lugar donde la Santísima Madre descendió del Cielo hace 40 años para llevar a sus hijos hacia su Hijo Jesús. Desde mi infancia, he estado unido a la Virgen y a Medjugorje. Yo, un niño pequeño, fui bautizado por el Padre Slavko Barbarić. Hasta los 21 años, era un «creyente dominical normal», porque iba a la Santa Misa sólo los domingos. No conocía el rezo del Rosario con el corazón, ¡y del ayuno era mejor no decirlo! Mi verdadero interés era sólo la fotografía. Cuando era estudiante de secundaria, tenía una simple cámara digital porque no podía comprar una mejor, lo fotografiaba todo, todo lo que me rodeaba era objeto de mi lente fotográfico.

Después de mi boda me compré mi primera cámara profesional. No sé por qué, pero a partir de ese momento, mi amor por la Virgen y por Medjugorje se hizo cada vez más fuerte; solía ir a la Colina de las Apariciones, al Monte de la Cruz (Križevac), los alrededores de la Iglesia de Santiago Apóstol (parroquia de Medjugorje), y tomaba fotos de todo lo que ocurría a su alrededor. Di a conocer mi «pasión» a los demás compartiendo siempre mis fotos en las redes sociales, poco a poco, el conocimiento del «fenómeno» de Medjugorje me aclaró, por qué la Madre Celestial vino aquí. Todos los días, ahora, estoy presente en todos los lugares de oración de Medjugorje y a través de mis fotos y vídeos, siento la necesidad de transmitir al mundo los mensajes de la Reina de la Paz y todo lo que aquí sucede; fotografiando los acontecimientos de la colina, llegué a conocer mejor a la Virgen; fotografiando los acontecimientos en el Križevac, conocí a Jesucristo, y fotografiando todo lo que rodea a la Iglesia: la Adoración del Santísimo Sacramento, la Veneración de la Cruz, las Santas Confesiones, la Santa Misa, las oraciones, los peregrinos, el Mladifest (Festival de jóvenes)… todas estas experiencias me han hecho comprender cada vez más el gran plan que la Virgen tiene para la salvación de la humanidad a través de esta parroquia.

Hoy, diez años después de mi primer encuentro con esta realidad, puedo decir con certeza que la Virgen se sirvió de una cámara fotográfica para moldearme en lo que soy hoy: marido y padre de tres hijos. Junto con mi mujer, yendo a la Santa Misa casi todos los días, rezando el Rosario, rezando en familia por la noche, ayunando y leyendo diariamente las Sagradas Escrituras, queremos transmitir la semilla de la fe a nuestros hijos, para que un día sean personas buenas y santas, porque la misma Virgen nos llama a la santidad. La Virgen ha obrado grandes milagros en nuestra familia cuando la hemos acogido con el corazón. Conocí a mi esposa el 24 de noviembre, el día del nacimiento del Padre Slavko en el Cielo. Le pedí que se casara conmigo delante de la estatua de la Virgen en la Colina de las Apariciones. Gracias a las oraciones de la Virgen tuvimos el regalo de nuestros tres hijos. Mi madre se curó milagrosamente en 2018, en el 37º aniversario de las Apariciones, mi padre dejó de jurar, me he reconciliado con mis vecinos; me convertí en fotógrafo al servicio de la Reina de la Paz y el padre Jozo Zovko bendijo mi trabajo. Hemos recibido muchas gracias de la Virgen, y a cambio Ella sólo nos ha pedido nuestro corazón.

Estamos viviendo un momento especial, un tiempo de gracia y de milagros. Un momento especial de la «presencia Materna», un momento del que aún no somos completamente conscientes. Para mí, Medjugorje es la respuesta del Cielo a las necesidades del mundo, y creo que la Virgen lo transformará a través de estos acontecimientos, y que llevará a sus hijos hacia su Hijo.

Fuente: Info Medjugorje

Conversos universitarios

Tomar clases, trabajar a tiempo parcial, construir una vida social y encontrar la verdad de la fe católica: así es como estos estudiantes están pasando sus carreras universitarias. Cada uno a su manera, han conocido a la Persona de Jesús y han tomado la decisión de perseguirlo como miembro de la Iglesia Católica.

3 caminos de estudiantes a la Iglesia Católica

Tomar clases, trabajar a tiempo parcial, construir una vida social y encontrar la verdad de la fe católica: así es como estos estudiantes están pasando sus carreras universitarias. Cada uno a su manera, han conocido a la Persona de Jesús y han tomado la decisión de perseguirlo como miembro de la Iglesia Católica.

De la tibieza

Aidan Cyrus corrió media milla bajo la lluvia para llegar a la segunda misa en la que había estado en su vida. Estaba en la nueva capilla imponente y austera en el campus de Hillsdale College, y fue porque, por alguna razón, se sintió obligado a ir.

Arrodillado junto a sus amigos en un banco, vio al obispo levantar la Hostia consagrada y decir: «El Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo».

«No soy un tipo emocional. Crecí en una comunidad de la iglesia que era muy intensa acerca de tus sentimientos porque así es como te mantienes cerca de Cristo. Eso me desanimó», dijo Cyrus al Register. «Pero cuando el obispo levantó la Hostia, tuve este verdadero sentimiento de miedo, de terror genuino».

Porque si esto fuera cierto, si eso fuera Cristo, pensó, sería mejor que cambiara mucho sobre su vida, y tan pronto como fuera posible.

Después de la Misa, relató su experiencia a un amigo, quien le dijo que había pasado la Misa rezando para que Ciro llegara a entender la Eucaristía. Diez meses después, ese amigo patrocinaría a Ciro cuando entrara en la Iglesia Católica.

Ahora con 21 años y un estudiante de último año en Hillsdale, Cyrus creció en una familia devota, amorosa y no denominacional y asistió a una iglesia bautista donde la gente se refería a sí misma como «cristianos creyentes en la Biblia». Se confundió cuando observó lo que entendía que era su interpretación de lo que la Biblia decía en su lugar.

Asistía a la iglesia principalmente por su participación en la banda de adoración y a menudo se la saltaba para los partidos de fútbol dominicales. Cuando se fue a la universidad en el sur de Virginia, eligió una iglesia basada en la música que celebraban sus servicios.

Después de un año, se transfirió a Hillsdale, una pequeña escuela cristiana evangélica de artes liberales en Michigan.

«En Hillsdale, todos saben lo que creen, en su mayor parte, y por qué lo creen. También están, en su mayor parte, dispuestos a cambiar lo que creen. Tienen una especie de humildad intelectual», explicó Cyrus. «Estás leyendo estas grandes cosas y rodeado de estas personas que son muy intencionales y se preocupan por lo que creen».

Hizo amigos, especialmente católicos, que «no eran tibios de ninguna manera» y lo encontraron el lugar perfecto para luchar con su propia fe. Comenzó a asistir a la iglesia anglicana local y se sintió atraído por la belleza de la liturgia y la falta de similitud con la música rock a la que estaba acostumbrado en un fondo evangélico.

Asistió a esa misa en la capilla del campus por invitación de sus amigos, y después, dijo que era solo cuestión de leer y hablar con tantas personas como fuera posible.

«Porque, incluso en mi tibieza como cristiano, creía en la oración», dijo Ciro sobre la conversación que él y su amigo tuvieron después de la Misa. «Si él estaba orando para que yo, de alguna manera, entendiera la Eucaristía, y entendiera la Eucaristía de alguna manera, entonces debe haber algo de bondad y algo de verdad en la Iglesia Católica. La Iglesia no era solo el tipo de ‘pendiente resbaladiza’ que entendí mientras crecía».

Se sumergió en las lecturas de los primeros Padres de la Iglesia y las describió como obras profundas y sustanciales que afectaron su percepción de la doctrina católica que anteriormente no entendía ni creía.

«Cuando tengo a los discípulos de San Juan diciendo: ‘Sí, este es el Cuerpo de Cristo, y eres un hereje si piensas lo contrario’, probablemente debería estar escuchando», dijo Cyrus. «Probablemente tenga más razón que el pastor Bob de First Baptist«.

Pasó unos meses evitando el proceso de convertirse en católico, tratando de convencerse de lo contrario. Sabía que probablemente perdería amigos y experimentaría incomodidad con su familia. No fue divertido, dijo, pero tenía que suceder.

Antes de su primera confesión, pasó un par de horas en la iglesia escribiendo lo que describió como su propia pequeña versión de las Confesiones de Agustín. Entró en el confesionario, y antes de irse, el sacerdote tuvo que ofrecerle un pañuelo.

«Se siente increíble cuando dice esas palabras de absolución. Fui un desastre por el resto del día», dijo Cyrus. «En realidad tengo que arrepentirme ante Cristo en persona, en la persona del sacerdote, no sólo en mi cabeza. Eso fue mucho más fácil. Tu vida espiritual significa que realmente tienes responsabilidades ahora».

Después de su conversión, todo se magnificó, explicó.

«El pecado se vuelve muy real, pero también lo hacen las grandes partes de la vida católica», dijo. «Hay mucha más vida y gozo debido a la realidad del pecado que he experimentado. Sientes en mayor medida la bondad y la redención de Cristo».

De la incredulidad

Para los estudiantes universitarios como Sarah, la conversión viene con algunas complicaciones adicionales.

Por el bien de su anonimato, será conocida aquí solo como Sarah, porque es una estudiante de primer año de la universidad de 18 años inscrita en RICA, u OCIA, como se llama ahora, y sus padres aún no lo saben. Ella se está preparando y emocionada de entrar a la Iglesia esta Pascua. «Va a haber tanta gracia y tanto bien que saldrá de ella».

Criada en el judaísmo reformado y en un hogar no religioso, puso su pie en la puerta de la Iglesia Católica al elegir discusiones con un maestro de secundaria, un graduado universitario católico practicante que enseñaba geometría.

Ella lo presionó sobre preguntas morales importantes que nadie sabía cómo responder. Con los abuelos que sobrevivieron al Holocausto, algunas preguntas fueron particularmente importantes para Sarah. «Si Dios es bueno, si Dios nos ama, ¿por qué sucedió la Segunda Guerra Mundial?»

Ella hablaba con él casi todos los días, participando en debates filosóficos y políticos durante una o dos horas. Para el 10º grado, él la había convencido de la existencia de Dios.

«Era algo que no había tenido ninguna posibilidad de creer porque mi educación era muy secular», dijo Sarah. «A partir de ahí, todas las fichas de dominó simplemente cayeron».

El verano antes de su último año, asistió a un programa de verano en la misma escuela de artes liberales de la que su maestra se había graduado y lo describió como «probablemente las mejores dos semanas de mi vida».

Se encontró rodeada de personas que compartían sus creencias políticas y entablaban una conversación profunda con ellos. Si bien la repentina inmersión en una comunidad católica la sacudió, y la falta de superficialidad entre ellos la sorprendió, llegó a ver la fe católica desde afuera.

Sara no tenía idea de lo que era el Rosario, pero cada noche, la gente se reunía para rezarlo.

«Es solo un grupo de personas caminando, recitando estas cosas, y todas las noches, pensaba: ‘Se supone que no debo estar aquí’. Simplemente me escapaba», recordó, riendo. «Lo cual fue una experiencia extraña, mirando hacia atrás, porque ahora sé lo que es el Rosario, y es tan hermoso».

«Wow, estas personas tienen algo que yo no tengo», pensó para sí misma un par de semanas después del viaje. «Quiero eso: el gozo abrumador que viene de una vida con Cristo».

Una vez que aceptó las preguntas morales con las que había estado luchando y descubrió explicaciones para ellas, algo que sintió que necesitaba convertir, experimentó «una paz y alegría abrumadoras».

Si bien esperaba asistir a esa escuela, después de contarles a sus padres sobre sus planes, Sarah se encontró en una universidad pública de investigación. Ella encuentra una inmensa gracia en eso, dijo, y no se desanima.

La esposa del maestro con el que había debatido importantes cuestiones teológicas en la escuela secundaria creció con el mismo sacerdote que ahora ministra en su campus universitario. Y un nuevo Newman Center llegó al campus tal como lo hizo Sarah como estudiante de primer año el otoño pasado, cuando se involucró «lo más posible».

Para su santa de confirmación, Sara eligió a Santa Teresa Benedicta de la Cruz, más conocida como Edith Stein, una judía conversa y brillante filósofa.

«Poder recibir la Comunión es justo, vaya: Qué concepto», dijo Sarah. Ser capaz de ser plenamente, en realidad, parte de la Iglesia es una perspectiva tan emocionante».

De la negación

«Oye, me gusta tu salmonete».

Andrew Dannemiller, estudiante de último año de la universidad, se volvió para saludar al extraño elogiando su corte de pelo: un misionero católico también salía de la misa de las 9 p.m.

A la mañana siguiente, Dannemiller llamó a la parroquia y se registró en OCIA.

Sin saberlo, ese misionero de St. Paul’s Outreach se convirtió en la señal que Dannemiller había estado esperando, una que proporcionó una comunidad católica y fraternal en su campus de la Universidad Estatal de Ohio después de los años de Dannemiller de contemplar la fe católica. Él ingresará a la Iglesia esta Pascua y planea convertirse en misionero de SPO después de graduarse.

«Durante toda la universidad, sigo sintiendo este tirón en mi corazón de: ‘Necesitas explorar el catolicismo'», dijo Dannemiller al Register.

Ahora con 22 años, Dannemiller tenía solo 7 años cuando su familia dejó la Iglesia Católica para convertirse en cristianos no denominacionales y un adolescente cuando experimentó lo que dice, «en retrospectiva, era el Espíritu Santo».

Como estudiante de secundaria, luchando por sentirse alimentado espiritualmente en la iglesia no denominacional, comenzó a caminar regularmente a la parroquia católica cercana para asistir a la misa dominical.

«John 6 fue algo importante para mí. La Eucaristía es realmente Jesús; la sangre es la sangre», explicó Dannemiller, y agregó irónicamente: «Y después de eso, yo estaba un poco … como, ‘Aw, hombre, es verdad'».

Ante la insistencia de un amigo, regresó a la iglesia de sus padres en su último año de secundaria. A lo largo de la universidad, continuó leyendo regularmente las Escrituras, investigando diferentes piezas de la fe católica y pensando una y otra vez para sí mismo: «Oh, eso tiene sentido».

«Llegué a ese punto en el que quería pensar en ello, pero discernir se convirtió en retrasar y retrasar se convirtió en negar, eventualmente», dijo Dannemiller. «Pude sentirlo porque comencé a estar cada vez menos satisfecha yendo a una iglesia no denominacional».

Al regresar al campus de OSU para su último año, decidió volver a asistir a la misa diaria católica. «Nadie estará allí», se dijo a sí mismo.

Tenía razón: era solo Dannemiller, el sacerdote y el lector. Después de que el sacerdote le presentó la Eucaristía dos veces, Dannemiller lo saludó cortésmente, se fue pensando en lo incómodo que era eso y, sin embargo, en lo bien que se sentía estar de vuelta en una iglesia católica.

«Fui a misa y todo cambió para mejor. Durante años solo traté de evitar ir a Columbus, y luego obtener mi título de cuatro años funcionó totalmente de una manera que no podía imaginar que fuera tan hermosa», dijo. «Pero el Señor siempre trabaja para ti, incluso si estás tratando de trabajar en contra de él».

Él está pasando esta temporada de Cuaresma haciendo todo lo posible para prepararse antes de recibir a Jesús y acercarse más al Señor. A veces, es difícil ser paciente.

«Honestamente, en este momento de mi vida, he esperado mucho tiempo y he contemplado el catolicismo durante tanto tiempo. Hay un punto en el que piensas, quiero terminar con esto, y solo quiero recibir la Eucaristía», explicó Dannemiller.

Ahora, está contento de tener la oportunidad de esperar, de hacer que la temporada de Cuaresma sea lo más impactante posible. En cierto modo, dijo, está emocionado de esperar.

«En cada misa rezo: ‘Oh Señor, no puedo esperar para recibirte'», dijo Dannemiller. «Un día, un día, podré recibirte».

https://www.ncregister.com/author/meghan-schultz

Un acto de amor decide la salvación de un alma

La primera vez que Jesús se hizo sentir en mi corazón fue en la comunión general con las Hijas de María en Airasca el 8 de diciembre de 1916. Tenía poco más de 13 años y salía de la confesión llorando, porque el Señor me había hecho sentir el dolor de mis faltas muy graves. A la edad de 13 años, me consagré a la Virgen Inmaculada… Cuando fui a la comunión a la mañana siguiente, Jesús miró mi extrema miseria. Cuando regresé al banco, escondí mi rostro en mis manos para hacer mi acción de gracias. Jesús se hizo sentir en lo más profundo de mi corazón y me dijo: «¿Quieres ser todo mío? Esta frase me conmovió totalmente y lloré, porque, sin entender bien la pregunta, respondí: «Sí, Jesús«.

Ser todo de Jesús fue para mí convertirme en religioso. Lo mantuve en secreto, pero a partir de esa mañana, me acostumbré a decir con frecuencia: «Jesús, hazme todo tuyo y llévame lejos del mundo a un convento«.

Mi hermana María me había regalado un librito de piedad. Lo que más me gustó de ese libro fue la frase: «Dios mío, te amo«.

Un día, cuando estaba haciendo un recado en un camino solitario, comencé a pronunciar con mi corazón: «Dios mío, te amo». Y de inmediato sentí una alegría íntima, suave e indescriptible como lo son todas las alegrías que vienen del Señor. Mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría. Ese fue mi primer acto de amor. Y lo repetí con mucho amor y alegría cientos y miles de veces.

Hasta que entré en las Hermanas Salesianas, Dios se me manifestó a través de la naturaleza y elevó mi alma como si estuviera embelesada de amor. A veces me detenía a contemplar el inmenso cielo estrellado, mientras lágrimas silenciosas inundaban mi rostro. En esos momentos, sentí la inmensidad de Dios, pero sobre todo que Él era Amor, que Él me amaba y yo también lo amaba.

Y escribe en sus notas autobiográficas: Un lunes del verano de 1924, una amiga mía, Gina Richetto, me rogó que le guardara un libro, que recogería más tarde. Era la «Historia de un alma» de Santa Teresa.

Sentado junto a la ventana de la tienda, a la luz de la farola, leí el libro. Y mientras lo leía, la luz divina iluminaba mi espíritu cada vez más. Era la hora de la gracia y también de la vocación del amor. Sentí esa tarde que podía hacer mía la vida de amor de Santa Teresa y que correspondía plenamente a los deseos de mi corazón. La frase que más me conmovió y me hizo estallar en lágrimas fue: «Dios mío, me gustaría amarte tanto como nadie te ha amado nunca», y repetí y repetí: «Dios mío, te amo». Jesús inundó mi alma con una ternura que nunca antes había conocido, que continuó mientras yo era postulante entre las Hijas de María Auxiliadora en Giaveno. Luego aumenté la eyaculación y repetí: «Dios mío, te amo, aumenta mi amor por ti». Y a veces el amor de Jesús llenaba mi alma tanto que tenía que decirle: «Basta, basta, Jesús, no puedo seguir más. Me vas a hacer morir.

Entonces Jesús me pidió que repitiera: «Jesús, María, te amo. Y más tarde quiso completar la frase con la fórmula definitiva: «Jesús, María, te amo, salva almas». Me aseguró que cada vez que decía: «Jesús, María, te amo, salva almas», estaba reparando mil blasfemias, ya que el acto de amor valía más que cualquier otra obra.

Me decía: «Jesús, María, te amo, salva almas», y lo entendió todo: las almas en el purgatorio y las almas de la Iglesia militante. El alma inocente así como el culpable, el moribundo, los ateos, etc. (20 de junio de 1940).

Ella explica: Tan pronto como me despierto, comienzo el acto de amor y no quiero interrumpirlo hasta que me duerma por la noche, cuando le pido a mi ángel que ore en mi lugar durante mi sueño (febrero de 1937).

Y Jesús le recordó para que no olvidara: Un acto de amor decide la salvación de un alma y vale como reparación por mil blasfemias.

P. ÁNGEL PEÑA O.A.R.

HERMANA CONSOLATA BETRONE

Y EL INCESANTE ACTO DE AMOR

Robert Kennedy habla sobre las vacunas contra el Covid

VÍDEO:

https://t.me/voluntasoficial/2010

Robert Kennedy Jr, presidente de Children’s Health Defense, desacredita la narrativa de que las vacunas contra el covid son necesarias y seguras, advierte sobre los graves riesgos de la miocarditis en los jóvenes y destaca la importancia de recuperar la autonomía corporal para las decisiones personales de salud.