Los videntes de la Virgen de Zaro

Las supuestas apariciones marianas en Zaro di Ischia (una isla cercana a Nápoles, en Italia) se producen desde 1994. Las dos videntes actuales, Simona Patalano y Ángela Fabiani, reciben mensajes los días 8 y 26 de cada mes, y Don Ciro Vespoli, que les proporciona guía espiritual, fue él mismo uno de los grupos de videntes durante la fase inicial de las apariciones, antes de hacerse sacerdote. (Es Don Ciro quien, al menos hasta hace poco, leía en voz alta los mensajes escritos por Simona y Angela después de salir de sus supuestos éxtasis o «descanso en el Espíritu-riposo nello Spirito»).
Los mensajes de la Virgen de Zaro no son muy conocidos en el mundo anglosajón, pero se puede argumentar que hay que tomarlos en serio por varios motivos. El primero es que las autoridades diocesanas los están estudiando activamente y en 2014 crearon una comisión oficial encargada, entre otras cosas, de recoger testimonios de curaciones y otros frutos asociados a las apariciones. Los videntes y sus apariciones, por tanto, están sometidos a un intenso escrutinio y, que sepamos, no ha habido denuncias de mala praxis. El propio don Ciro ha señalado que no podría haber sido ordenado por monseñor Filippo Strofaldi, que seguía las apariciones desde 1999, si el monseñor hubiera juzgado las apariciones como diabólicas o fruto de una enfermedad mental. Un tercer factor a favor de tomar en serio las apariciones/mensajes de Zaro es la clara evidencia de que, en 1995, los videntes tuvieron lo que parece haber sido una visión precognitiva (publicada en la revista Epoca) de la destrucción de las Torres Gemelas* en Nueva York en 2001. (Esto fue lo que atrajo la atención de la prensa nacional hacia Zaro). En cuanto al contenido, a menudo aleccionador, de los mensajes,** hay una sorprendente convergencia entre ellos y otras fuentes serias, sin errores teológicos.
Fuentes :
Video documentary (Italian) including archival 1995 footage of the seers (among them Ciro Vespoli):
https://www.youtube.com/watch?v=qkZ3LUxx-8E

Don Ciro Vespoli fue uno de los miembros del grupo original de videntes cuando era adolescente, y posteriormente se convirtió en sacerdote. Ya no vive cerca de Zaro, pero recibe y vigila los mensajes.