
Nuestra Señora a Gisella Cardia el 19 de marzo de 2022
Hijos Míos, gracias por responder a Mi llamado en sus corazones y por doblar sus rodillas en oración. Mis queridos hijos, estén siempre preparados para lo que sucederá de repente. Europa será invadida: rezad por Occidente, orad por el Papa, porque esta es la hora de su gran dolor y preocupación.[1] Hijos Míos, recuerden que la oración es la única medicina para su alma y para su cuerpo; abrid vuestros corazones a la Gracia, porque sólo así podréis tener paz en vuestros corazones, a pesar de los tiempos oscuros. Queridos hijos, no tengáis miedo, sino tomad mis manos y os llevaré a mi Hijo Jesús. Hijos Míos, la persecución será grande, por lo tanto, estén siempre en fe, incluso cuando todo parezca perdido. Confía en Dios: Él estará cerca de ti todos los días hasta el final. Ahora los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Notas
↑1 | Esta palabra es significativa inmediatamente después del anuncio de que Francisco consagrará Rusia a Nuestra Señora de Fátima. En la visión a los niños en 1917, vieron la figura del Santo Padre subiendo una colina con gran dolor antes de su martirio. Ver Francisco y el gran naufragio |
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