Extremadamente bien informado. El arzobispo Viganò ha escrito una carta muy bien informada del 7 de marzo sobre el conflicto de Ucrania, un texto que todos deberían leer. Advierte de las «burdas falsificaciones» de los medios de comunicación oligarcas occidentales, y subraya que el régimen de Biden quiere deliberadamente hacer imposible una resolución pacífica. En cambio, Biden ha estado estableciendo bases de misiles a pocos kilómetros de la frontera con Rusia.
Nuevo Orden Mundial. Viganò presenta declaraciones de George Soros, quien admitió que jugó un papel decisivo en el golpe de Maidan en Ucrania que llevó al poder al actual régimen antirruso en Kiev, que integró las fuerzas neonazis en su ejército. Viganò explica que los ucranianos son víctimas del mismo golpe de Estado global que están llevando a cabo las potencias que pretenden, no la paz, sino el establecimiento de la tiranía del Nuevo Orden Mundial. Cita a la parlamentaria ucraniana Kira Rudik que dijo a Fox News, mientras sostenía un kalashnikov: «Sabemos que no solo estamos luchando por Ucrania, sino también por el Nuevo Orden Mundial».
Corrupción por delante. Viganò observa que el lavado de cerebro llevado a cabo por los medios de comunicación oligarcas occidentales no ha llegado a los ucranianos que son conscientes de la corrupción de su clase política. Saben que los oligarcas ucranianos están vendiendo su país al Occidente corrupto y corrupto. Los ucranianos no son más que los últimos rehenes involuntarios del régimen totalitario supranacional. Viganò advierte a los ucranianos que Occidente prepara para ellos su cancelación definitiva, su esclavitud al Gran Reinicio que prevé todo excepto la protección de su identidad, su soberanía y sus fronteras.
Miren a Europa. Viganò les dice a los ucranianos que miren lo que ha sucedido con las naciones de la UE: el espejismo de la prosperidad y la seguridad es demolido por la contemplación de los escombros dejados por el euro y los grupos de presión de Bruselas. Naciones invadidas por inmigrantes ilegales que alimentan la delincuencia y la prostitución; destruidos en su tejido social por ideologías políticamente correctas; llevado a sabiendas a la bancarrota por políticas económicas y fiscales imprudentes; conducido a la pobreza por la cancelación de las protecciones laborales y de seguridad social; privado de un futuro por la destrucción de la familia y la corrupción moral e intelectual de las nuevas generaciones. Una vez que las naciones independientes se han transformado en una masa sin forma de personas sin ideales, sin esperanzas, sin fe, sin siquiera la fuerza para reaccionar contra los abusos y crímenes de quienes las gobiernan.