
Rosario de Las Virtudes
Nuestra Señora tenía en Su Mano izquierda un Rosario rosado y dorado, y rezaba con la mano derecha. Ella recitaba todas las Oraciones muy despacio y reverentemente, con mucho amor.
“Queridos Míos: Estas Oraciones son para obtener las Virtudes. Se empieza con el Credo, luego la Consagración a Mi Corazón Inmaculado, y después El Ángelus. Posteriormente se reza la Virtud, seguida por el Padre Nuestro, el Gloria al Padre y la Oración al Espíritu Santo. Después se recita la siguiente Virtud y así se completan las Siete Virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, Humildad, Paciencia, Perseverancia y Obediencia.” Octubre 1º de 1992.
Esta pequeña Coronilla o Rosario tiene
7 Misterios y 3 cuentas en cada Misterio.
La Señal de la Cruz
† Por la Señal de la Santa Cruz,
† de nuestros enemigos,
† líbranos, Señor, Dios nuestro.
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIONES INICIALES
El Credo
Creo en Dios, / Padre Todopoderoso, / Creador del Cielo y de la Tierra. / Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor, / que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, / nació de Santa María Virgen, / padeció bajo el poder de Poncio Pilato, / fue crucificado, muerto y sepultado, / descendió a los infiernos / y al tercer día, resucitó de entre los muertos; / subió a los Cielos / y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. / Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. / Creo en el Espíritu Santo, / en la Santa Iglesia Católica, / en la Comunión de los Santos, / en el perdón de los peca-dos, / en la resurrección de la carne / y en la vida eterna. / Amén.
Totus Tuus [1]
San Bernardo de Claraval, Francia (1090-1153)
¡Oh, Señora y Madre mía!
Yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
Te consagro en este día:
mis ojos, mis oídos,
mi boca, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Y ya que soy TODO (a) TUYO (a),
¡oh, Madre de Bondad!,
guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión Tuya.
Amén.
Ángelus
† El Ángel del Señor anunció a María, que el Hijo de Dios Padre se Encarnaría en Sus Entrañas, para la Redención del mundo. Y Ella Concibió por Obra y Gracia del Espíritu Santo.
- Dios Te Salve, María…
María Santísima lo admitió diciendo: “He aquí la Esclava del Señor; hágase en Mí según Tu Palabra.” (Lc. 1, 38)
- Dios Te Salve, María…
Y el Hijo de Dios se hizo Hombre y vive entre nosotros.
- Dios Te Salve, María…
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu….
Oración:
Te suplicamos, Señor, que infundas Tu Gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por el Anuncio del Ángel, el Misterio de la Encarnación de Tu Hijo, por los Méritos de Su Pasión y de Su Cruz, seamos conducidos a la Gloria de la Resurrección. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
1º
Pedimos la Virtud de la FE
En las TRES Cuentas Pequeñas:
V: Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase Tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.
R: Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
V: Dios Te Salve, María, llena eres de Gracia. El Señor es Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el Fruto de Tu Vientre: ¡Jesús!
R: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
V: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R: Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Al final de cada Triduo se dice la Oración al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las obras que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén. [2]
2º
Pedimos la Virtud de la ESPERANZA
En las TRES Cuentas Pequeñas:
- Padre Nuestro…
- Dios Te Salve, María…
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu….
Al final de cada Triduo se dice la Oración al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente para conocer las obras que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
3º
Pedimos la Virtud de la CARIDAD
En las TRES Cuentas Pequeñas:
- Padre Nuestro…
- Dios Te Salve, María…
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu….
Al final de cada Triduo se dice la Oración al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente para conocer las obras que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
4º
Pedimos la Virtud de la HUMILDAD
En las TRES Cuentas Pequeñas:
- Padre Nuestro…
- Dios Te Salve, María…
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu….
Al final de cada Triduo se dice la Oración al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente para conocer las obras que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
5º
Pedimos la Virtud de la PACIENCIA
En las TRES Cuentas Pequeñas:
- Padre Nuestro…
- Dios Te Salve, María…
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu….
Al final de cada Triduo se dice la Oración al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente para conocer las obras que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
6º
Pedimos la Virtud de la PERSEVERANCIA
En las TRES Cuentas Pequeñas:
- Padre Nuestro…
- Dios Te Salve, María…
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu….
Al final de cada Triduo se dice la Oración al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente para conocer las obras que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
7º
Pedimos la Virtud de la OBEDIENCIA
En las TRES Cuentas Pequeñas:
- Padre Nuestro…
- Dios Te Salve, María…
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu….
Al final de cada Triduo se dice la Oración al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi mente para conocer las obras que son de Dios. Ven, Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, a fin de que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
ORACIONES FINALES
¡Oh, María!
¡Oh, María! Transforma mi corazón como el Tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtudes. Toma mi corazón, querida Madre, consagrado como Tuyo propio, preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, ¡oh, María!, en hacer Tu Corazón más conocido cada día. Amén. [3]
Oración de Pentecostés
¡Espíritu de Cristo! Despiértame.
¡Espíritu de Cristo! Muéveme.
¡Espíritu de Cristo! Lléname.
¡Espíritu de Cristo! Séllame.
¡Oh, Padre Celestial!, conságrame a Tu Corazón y Voluntad; sé en mí una Fuente de Virtudes, sella mi alma como Tuya propia, para que Tu Reflejo en mí sea una Luz que todos vean. Amén. [4]
[1] 500 días de indulgencia.
[2] Mensaje del día 23 de Diciembre de 1991.
[3] Mensaje del día 19 de Marzo de 1993.
[4] Mensaje del día 7 de Junio de 1992.
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6º Día
«Hijos Míos: Junten sus corazones como uno solo, recuerden la intención de sus respuestas a Mi Llamado. -Para honrar, amar y servir a la Trinidad, Tres Personas en Una-.
Los amo, y deseo para ustedes sólo bondad y regocijo. ¡Mucho se alcanzará al pasar este día! Prepárense para la batalla. -La batalla final para la Armonía y la Paz-. Manténganse fuertes y unidos, sosténganse bajo la Promesa de la Paz global. El Padre Todopoderoso lo ha asegurado.
El Acto de la Consagración ha sido presentado y aceptado, la conversión que Él espera. Él ansía poseer cada corazón para llenar cada alma con Su Reino. Tomen Mi Mano, no teman, corran Conmigo; no vacilen, empujen todo su ser al corazón de esta Misión. Deseo sus respuestas al llamado de conversión.
Queridos hijos, esto significa, no sólo que ustedes se consuman, sino repartir esta chispa de Amor. La unidad no puede ser creada por uno solo, sino alcanzando los corazones de esos que te rodean y asiéndote al corazón que alcanza el tuyo. La conversión se encuentra en ti por medio del reflejo de Él.» (Diciembre 31 de 1992).
Guía: El alma reconoce que al hacer la Consagración, ciertas peticiones de gracia, intercesión, guía y dirección son concedidas por Nuestra Señora, pero también es importante comprender lo que Ella nos pide a cambio. Debemos recordar que no puede haber una relación de un solo lado; sino es la participación de ambos lados. Nosotros no podemos seguir adelante, sin saber cuál es el resultado que Dios espera al final. Nuestra Señora nos pide que avancemos en santidad, pero es sólo por Su Mano que se nos da el modo para cumplirlo.
Dirección: Es verdad que cualquier bien que nosotros hagamos viene de Dios, y que sin Su Gracia, nosotros no podemos ni pronunciar Su Nombre. Comprendiendo que nosotros dependemos enteramente de la Gracia, Dios nos ordena tomar nuestra parte y cooperar con Él en la Obra de la Salvación. Muchos desean llegar a ser santos, pero quieren que Dios haga todo el trabajo y que Él los lleve a la gloria eterna sin esfuerzo o inconveniencia para ellos. Pero esto es imposible, la Ley Divina de Dios declara que la carga debe ser llevada por los dos, para mostrar que Su Mano Divina y nuestra cooperación son indispensablemente necesarias para crear la santidad del alma. Al llevar esta carga, se gana el mérito de la felicidad eterna. Por esto, nosotros tenemos que someter nuestras voluntades a la violencia, para así aplastar el obstáculo a la santidad.
Meditación: ¡Oh, Inmaculado Corazón de María! Confiado (a) en la Misericordia Infinita de Dios, ruego con firme seguridad amarte con todo mi corazón. Veo que las gracias que yo recibo, la luz, los buenos deseos y la buena voluntad que Dios me da, son el fruto de Tu Intercesión. Madre querida, continúa intercediendo por este (a) hijo (a), y ruega conmigo por mi santificación hasta que todo mi ser llegue a ser como Dios lo desea. Ruego para que mi Consagración a Jesús, por medio Tuyo, sea sin ninguna reserva, y ruego que mi firme esperanza pueda ser realizada pronto.
«Así, pues, debe brillar su luz ante los hombres,
para que vean sus buenas obras y glorifiquen
al Padre de ustedes que está en los Cielos.»
(Mateo 5, 16)
- Concluye el Día 6 con el rezo del Rosario de Las Virtudes.
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7º Día
«Mis queridos hijos: Vengo a convocarlos a esta Misión de Paz; les prometo no separarme de su lado, regresar a ustedes en este Mi sábado de cada mes, para prepararlos y enseñarles su parte en este Plan Divino de Gracia. Queridos Míos, los llamo aquí para completar todo lo que les he pedido. La hora para la culminación de Mi Mensaje de Paz ha llegado, reúnanse todos fielmente para su Consagración, con el «Sí» a Dios Padre, en el día de Mi Fiesta en Marzo. A Mí se Me dará el camino para hacer posible sus deseos de ayudar en esta Misión. Vengan todos juntos bajo la guía de Mi Corazón y de Mis pastores escogidos. Plantaré en ustedes la semilla de santidad, por la cual crecerá la Gracia y la Virtud.» (Enero 9 de 1993).
Guía: El propósito central de la Consagración es crear la unión. Nuestra Señora concederá una Gracia especial para infundir esta unión; es muy necesario que preparemos nuestra alma para recibir esta gracia santa, de otra manera quedaremos con solo una parte de lo que Ella había intentado conferirnos. Esta Gracia no se puede manifestar con la perfección que ha sido diseñada si el alma no ha preparado el vaso en que será recibida. El alma recibirá solamente el nivel de Gracia que está preparada para recibir. El alma debe entonces reconocer la intención por la cual Nuestra Señora nos trae esta Gracia, y la expectativa de los frutos de esta Gracia; nosotros deberíamos recordar que todas las gracias son puramente un don que es conferido con el propósito de glorificar a Dios; éste es el propósito final de cada uno de los dones del Cielo.
Dirección: No se desanimen cuando encuentren que no han llegado a la perfección que ustedes querían. Si se decepcionan por las imperfecciones que desean corregir, esto sería ceder a una gran ilusión de Satanás. El alma que siempre acaricia el deseo ardiente de avanzar en la virtud y se esfuerza continuamente en seguir adelante, podrá obtener, con la asistencia Divina, la perfección que se puede alcanzar en esta vida. El descorazonamiento da lugar a que se pierda la esperanza en las gracias obtenidas por medio de tu voto a la Consagración. La Promesa de la Consagración es la marca del vínculo eterno de un puro «FIAT».
Meditación: ¡Oh, inmaculado Corazón de María! Por estas luces interiores infundidas en mi alma por medio Tuyo en el momento de mi Consagración, ayúdame a recibir y ganar la Gracia. Que yo busque continuamente la Voluntad de Dios como Tú lo hiciste, y a ejecutarla sin reservas. Me ofrezco totalmente para privarme de todos los apegos mundanos, a sufrir la cruz que abrazo con pasión, y a permanecer firme a Tu lado en orden de batalla, listo (a) para defender el Triunfo de Tu Inmaculado Corazón.
«Él se fijó en la felicidad que le estaba reservada,
y por ella no hizo caso de la vergüenza de la cruz.»
(Hebreos 12, 2)
- Concluye el Día 7 con el rezo del Rosario de Las Virtudes.
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8º Día
«Mis queridos hijos, no Me abandonen. Yo anhelo acogerlos a todos en el calor de Mis Brazos; permanezcan fuertes en unidad. Satanás no puede causar daño cuando permanecemos todos unidos con Mi Jesús como nuestro centro. Les digo, vengo a llamarlos hacia una convicción; la convicción de la Consagración global. Vendré a recoger la cosecha de esta Consagración unificada, Mi cohorte.
En la Consagración a Mi Inmaculado Corazón ustedes darán su «Sí» para ser escogidos y colocados a Su servicio de un modo especial. Ustedes están aceptando los sacrificios del Triunfo, porque Yo le pediré mucho a cada uno. Humillen sus almas y tomen Mi Mano, permítanme conducirlos a la Paz. -La paz de sus familias, la paz de sus países nativos, y la paz en el mundo-.
Queridos, abran sus corazones a Mí, porque Yo deseo colocar Mi chispa dentro de ustedes. Yo sólo puedo dar lo que ustedes puedan aceptar; mientras más permitan el paso de Mi Mensaje a su alma, se Me permite llevarlos dentro a las profundidades de la comprensión. Vivan las palabras que Yo les doy; se las doy para enseñarles y para preparar sus almas para los días venideros. Vengo a ayudarles a transformar su corazón y su alma al verdadero sentido de la conversión. -A la Imagen de Dios-.
¿Vendrán ustedes hacia a Mí? ¿Me permitirán llevar sus corazones al Padre? Ésta es la elección que ustedes tienen que hacer sin reservas; les pido que reflexionen acerca de la importancia de este día.» (Enero 10 de 1993).
Guía: Este Acto de Consagración encontrará tu alma llena de un amor profundo; este amor es tan ardiente que llega hasta el Corazón de Nuestra Señora con tanta fuerza que Ella es atraída a tu corazón. El deseo del alma de consagrarse a Nuestra Señora causa cierta atracción, un magnetismo. Es esa atracción la que lleva este intenso deseo de tu corazón a la atención de Nuestra Señora. En cuanto Ella encuentra y enfoca los deseos de tu alma, Ella concentra e intensifica este amor y los fundamentos para que se forme el intercambio Divino.
Dirección: El alma es como un jardín en el cual las malas hierbas crecen constantemente. Entonces, tenemos que practicar la abnegación, manteniendo continuamente la pala en nuestras manos para arrancarla cada una y arrojarlas de nuestros corazones. Si no tu alma se volverá salvaje. -Una basura sin cultivar, cubierta de espinas. ¿Cómo nos puede ayudar esto a cultivar nuestro exterior, a efectuar las devociones, y dejar nuestro interior como un campo indomable? Es tu propia voluntad la que trae la ruina a tu alma, pero por medio de tu Consagración, se fertiliza la tierra. Al podar tu alma sientas las bases de las gracias en la Consagración. Es por medio de tus constantes esfuerzos que un jardín de pureza es creado para recibir las flores de virtud en medio de tu corazón.
Meditación: ¡Oh, Inmaculado Corazón de María! Atráeme enteramente hasta Tu Hijo y ayúdame a encender en mi corazón Su Santo Amor, por el cual yo deseo ser enteramente consumido (a). Madre querida, toma posesión de mi corazón y cámbialo por el Tuyo. Llénalo con el deseo de todo lo que es santo y bueno, ilumínalo para que esté listo y dispuesto para ejecutar la Voluntad del Padre y, siguiendo Tu ejemplo, pueda yo encontrar la santificación. Únete a mí, y yo a Ti, con un perfecto amor que nunca pueda ser disuelto. Haz que mi corazón no sea ya más mío, sino que sea enteramente de Dios a través de las Gracias infundidas en mi Consagración a Tu Corazón Maternal.
«Un jardín es mi hermana, mi novia.»
(Cantar de los Cantares 4, 12)
- Concluye el Día 8 con el rezo del Rosario de Las Virtudes.
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9º Día
«¡Queridos hijos, cómo se esconden del Amor de Mi Inmaculado Corazón! Vengo a traerles Mi Mensaje de Paz dentro del mundo. Para ayudarme en esta tarea, ustedes deben permitirme que Yo habite dentro, y a través de ustedes, en sus Consagraciones a Mi Inmaculado Corazón. Sólo de esta manera ustedes podrán participar en lo más profundo de Mi Triunfo. Cuando Mi Corazón sea infundido en los suyos, y los suyos se vuelvan Míos, ustedes ganarán la victoria de la Paz en la Tierra.
Queridos hijos, les pido una intención en sus oraciones del Rosario: Que todos los corazones se abran para responder a Mi Petición por esta Consagración global. Lo que Yo deseo más que todo, es estar con ustedes otra vez en este día, el próximo mes. Vendré con la abundancia de Gracias del Espíritu Santo dentro de Mi Corazón para prepararlos para el momento de su FIAT.» (Febrero 14 de 1993).
Guía: El fundamento para la Consagración se encuentra en este deseo magnético; este deseo atrae a Nuestra Señora hacia nosotros y a nosotros hacia Ella. Por medio de esta atracción, el fundamento está puesto para continuar la Preparación de la Consagración. El Espíritu Santo, como el Esposo de Nuestra Señora, viene del interior del Corazón de Ella al nuestro. Una vez que Nuestra Señora ha hecho madurar nuestros corazones, el Espíritu Santo vendrá a cosechar ese Amor tan santo, porque todavía es a Su Hijo a Quien Ella lleva cada corazón. Nuestra Señora nos asegura que Ella vendrá a habitar dentro de nuestros corazones, y con Ella viene la chispa del Espíritu Santo para hacer fructífera nuestra Consagración.
Dirección: La humildad es la base y guardiana de todas las virtudes. El Señor ha prometido escuchar todas nuestras oraciones. Al orgulloso, Él le oye con oídos sordos y se resiste a sus peticiones, pero con el humilde, Él es generoso más allá de toda medida; a ellos Él les abre Sus Manos y les concede todo lo que ellos pidan o deseen. A través de nuestra Consagración nosotros ganamos en esta Gracia, pero es sólo en la humildad como nosotros podemos realizar y disfrutar de nuestra promesa. Con el FIAT que haremos vienen los bloques que forman el cimiento del Triunfo de Nuestra Señora dentro de nuestros propios corazones. Humilla tu alma ante el Señor, y espera de Sus Manos cualquier cosa que busques.
Meditación: ¡Oh, Inmaculado Corazón de María! Ten piedad de mí, ilumina mi alma, y hazme ser y sentir lo que yo soy y lo que yo merezco. Ayúdame a descubrir que las costumbres del mundo sólo están llenas de tristezas, y a encontrar los méritos del Cielo en las profundidades de la humildad. Reina y Abogada mía, asísteme para humillar mi corazón y mi alma ante la Gloria de Dios; concédeme la gracia de la humildad en el momento de mi Consagración, para que yo pueda imitar la intensidad de Tu propio FIAT.
«Porque quiso mirar la condición humilde de su esclava.»
(Lucas 1, 47)
- Concluye el día 9 con el rezo del Rosario de Las Virtudes.
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10º Día
«Recuerda, Mi ángel querido, que la verdadera devoción a Mi Inmaculado Corazón es interior; es decir, viene solamente de dentro de tu corazón y es cultivada en el alma.
La perfección de la Consagración es tener confianza como la de un niño en Mí, su Madre; esta confianza hace que tu alma recurra a Mi Inmaculado Corazón con mucha sencillez y ternura. Tú Me implorarás a todas horas, en todo lugar, y por sobre todas las cosas: En tus dudas, para iluminarte; en tus extravíos, para que encuentres de nuevo el camino correcto; en tus tentaciones, para sostenerte; en tus debilidades, para fortalecerte; en cada día, para que Yo pueda levantarte; en cada desánimo, para que Yo pueda consolarte; en tus cruces, afanes y tribulaciones de la vida, para darte valor, para aceptar y soportar.
Estos momentos son dados a través del profundo Amor en Mi Corazón por ti. Ven, querida Mía, recoge la Gracia del Cielo; abre tu corazón y permite que el Espíritu Santo llene y penetre en ti plenamente. Extiende tus manos y expón tu corazón a los deseos de Su Toque Majestuoso.» (Marzo 6 de 1993).
Guía: En el centro del Reinado de Sus Dos Corazones, está el Acto Divino de la Redención. El único propósito de este Acto es el de unirse a Su propia Unidad. Cuando el Espíritu Santo viene dentro del corazón, Él viene como Divino Unificador. Así como la atracción se junta en nuestro propio corazón, los Dos Corazones de Jesús y María se unen y la unión de ellos trae el Acto de la Redención y la Corredención; siendo éste, el verdadero propósito de la Consagración. La Consagración tiene como objetivo preparar el corazón para recibir a Jesús por medio del Espíritu Santo, y por este mismo movimiento, une los poderes corredentores de Jesús y María; esto es lo que causa que el alma sea fructífera. En la unidad de los Dos Corazones viene la unión de nuestros propios corazones. ¡Una unidad muy especial de tres es creada!
Dirección: Debemos comprender lo que significa la soledad del corazón. Consiste en expulsar del alma cada afecto que no sea para Dios solamente, y en buscar en nuestras acciones sólo la complacencia de Su Sagrado Corazón. En esencia, la soledad de corazón implica que tú puedas decir con sinceridad: «Dios mío, yo te deseo a Ti solamente y nada más». Nosotros debemos separarnos de todas las cosas, buscándolo solo a Él, y así encontraremos Su Corazón en abundancia. No se puede buscar ni encontrar a Dios, si Él no es conocido por el alma. El corazón, ocupado por los afectos del mundo, no puede reflejar puramente Su Luz Divina. El alma que desea ver a Dios tiene que remover el mundo de su corazón; el alma que desea ver a Dios tiene que retirarse a un corazón abierto, -un corazón simplemente enfocado a Él.
Meditación: ¡Oh, Inmaculado Corazón de María! Guía mi corazón para encontrar solo a Dios en todas las cosas y sobre todas las cosas, y descansar sólo cuando haya encontrado esa soledad. Concédeme que en mi Consagración, mi corazón busque esa soledad en la tranquilidad de Su Paz. Que el Fuego del Espíritu Santo consuma todos mis afectos del mundo desde lo más profundo. ¡Oh, María!, mi Madre y mi Refugio, concédeme la Gracia de un corazón que sepa estar en soledad.
«Tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta
y reza a tu Padre que comparte tus secretos,
y tu Padre que ve los secretos, te premiará.»
(Mateo 6, 6)
- Concluye el Día 10 con el rezo del Rosario de Las Virtudes.