Lo que tienes que saber sobre la fiesta de la Candelaria

Aunque no se celebra en todas partes, mantiene una rica tradición de la Iglesia

Si cuentas 40 días después de la celebración de la Navidad, llegas al 2 de febrero. Antiguamente, la Iglesia marcaba este día con una fiesta especial, como el día final del “niño Jesús” en el calendario litúrgico, antes de la celebración de la Cuaresma.

La fiesta tiene muchos nombres diferentes en la Iglesia católica romana. Se ha llamado fiesta de la Presentación del Señor, fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen María y, como es más conocida, Candelaria. Cada nombre destaca un aspecto diferente de esta fiesta celebrada por la Iglesia.

Purificación de María

Primero, se llama fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen María por motivo de una antigua ley mosaica explicada en Levítico:

[Cuando una mujer quede embarazada y dé a luz, será impura] Al concluir el período de su purificación, tanto por el hijo como por la hija, la madre presentará al sacerdote, a la entrada de la Carpa del Encuentro, un cordero de un año para ofrecer un holocausto, y un pichón de paloma o una torcaza, para ofrecerlos como sacrificio por el pecado. El sacerdote lo presentará delante del Señor y practicará el rito de expiación en favor de ella. Así quedará purificada. (Levítico 12,6-7)

María, como judía devota, cumplió la ley e hizo lo que se esperaba de ella. Después de 40 días, se presentó al sacerdote con la ofrenda apropiada para ser declarada “pura”.

Presentación de Jesús en el templo

La celebración litúrgica también se conoce como fiesta de la Presentación del Señor, en referencia de nuevo a la antigua práctica judía de presentar al primogénito ante Dios.

También lo serán los primogénitos, tanto de hombres como de animales, ofrecidos al Señor. Pero harás rescatar los primogénitos de los hombres y los primogénitos de los animales impuros. (Números 18,15)

Así pues, María y José llevaron consigo a Jesús, como narra san Lucas:

“Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño [Jesús] a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: ‘Todo varón primogénito será consagrado al Señor’”.  (Lucas 2,22-23)

San Lucas cuenta que, estando en el templo, la Sagrada Familia se encontró con un anciano llamado Simeón y lo que dijo después constituye la esencia de por qué la fiesta se llama Candelaria.

Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera
en paz, como lo has prometido,
porque mis ojos han visto la salvación
que preparaste delante de todos los pueblos:
luz para iluminar a las naciones paganas
y gloria de tu pueblo Israel.
(Lucas 2,29-32)

Simeón declaró que Jesús sería una “luz”, de modo que la Iglesia desarrolló la costumbre de encender y bendecir velas, candelas, en este día.

Históricamente, el sacerdote bendecía todas las velas empleadas durante la misa para todo el año. La congregación también recibía candelas y se repetían las palabras de Simeón en una canción.

El Misal romano actual incluye la siguiente oración que resume este simbolismo.

Oración para bendecir las candelas

Oh Dios, fuente y origen de toda luz, 

que has mostrado hoy a Cristo, luz de las naciones, 

al justo Simeón: 

dígnate santificar con tu bendición estos cirios; 

acepta los deseos de tu pueblo 

que, llevándolos encendidos en las manos, 

se ha reunido para cantar tus alabanzas,

y concédenos caminar por la senda del bien, 

para que podamos llegar a la luz eterna. 

Aunque no es un día santo de precepto, sigue siendo un día hermoso en el calendario de la Iglesia, uno que señala el final del “ciclo navideño” y mira con esperanza a la luz que quebrará las tinieblas en la vigilia pascual, cuando se realiza otro servicio a la luz de las velas en reconocimiento de que “el pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz” (Mateo 4,16).

La plaga estará más extendida que el SIDA

Mi muy querida y amada hija, cómo te has distraído y te has dejado llevar fuera de mi vista durante los últimos dos días.¿No sabes qué creó esta diversión?Al perderse solo un día de adoración eucarística, fueron tomados y abusados en Mi Nombre, sin protegerse como Yo los he instruido. Mi instrucción es que continúen viniendo ante Mí diariamente, y que recen el Santísimo Rosario, para que Mi Madre pueda cubrirlos con la protección que necesitan en esta obra.

Muchos de los que están cerca de mí adquieren una confianza que los lleva a creer que ninguna cantidad de sufrimiento los detendrá cuando lleven a cabo mi misión, pero esto solo es posible cuando me llamas para guiarte. Hija Mía, pronto se verá el comienzo de una plaga, ya que Mi Padre arrojará sobre la Tierra un castigo a aquellas naciones que lo insultan y que permiten que la maldad y la injusticia sean infligidas a personas pobres e inocentes.

Esta plaga será visible en la cara y las llagas no serán sanadas hasta que el Gran Castigo haya terminado. La plaga estará más extendida que las ayudas y será uno de los primeros signos del castigo venidero. Esto será seguido por una hambruna en un tercio de la Tierra y será presenciado durante el reinado del Anticristo.

Así como el gobierno del Anticristo se extiende como una tela de araña, así será igualado por una serie de castigos derramados sobre los cuatro rincones del mundo por la mano de Mi Padre. La intervención divina ayudará a evitar que las almas sean arrebatadas por la bestia a través del poder del Anticristo. Sus seguidores sufrirán un castigo agónico y se verá en sus rostros a través de la peste. Ellos no escaparán de este severo castigo ni lo harán aquellos que llevan a cabo el engaño malvado sobre Mi Iglesia en la Tierra. Esta advertencia se está dando para que aquellos que dudan de Mi Mano de Justicia entiendan, eventualmente, que los hombres sufrirán como lo hicieron en el día de Noé si le dan la espalda a Dios. El insulto final contra Mi Padre, a través del pecado de la guerra y el aborto, traerá su mayor castigo sobre la humanidad. La vida del niño por nacer, arrebatada tan cruelmente, y sin remordimiento, será castigada con la muerte del cuerpo y la muerte del alma.

Tú Jesús

¿Alguna vez has sido salvado por los ángeles?

¿Alguna vez en tu vida has sido salvado por los ángeles de Dios de un peligro inminente? El periodista francés Pierre Jovanovic relata su propia experiencia:

«Una tarde de enero de 1988 estaba en Fremont (EEUU). Un amigo y yo nos habíamos subido a un auto alquilado y estábamos conduciendo por la autopista 101 a San Francisco. Todo parecía completamente normal y tranquilo. El sol brillaba y como no conducía el coche, estaba viendo pasar los grandes camiones…. Cuando de repente, sin reflexionar, me sacudí bruscamente hacia la izquierda. Un segundo después, una bala atravesó el parabrisas y golpeó exactamente donde había estado, a la derecha. Hablando de este caso con algunos compañeros, descubrí que no era el único al que le había pasado algo parecido. Otros colegas, periodistas o fotógrafos, me hablaron de casos inexplicables en los que se habían salvado de la muerte».

Lo atribuyó a su ángel de la guarda y, por ello, inició una investigación, viajando por todo el mundo para aprender todo lo que pudo sobre este tema, escribiendo su libro «Survey of Guardian Angels», donde relata interesantes testimonios, que alientan nuestra fe en su ayuda y protección.

Un amigo mío, de quien no puedo dudar en absoluto, me estaba contando lo que le sucedió personalmente, cuando era estudiante universitario. Un día estaba esperando el autobús al costado de la carretera, distraído y pensando en el próximo examen, cuando sintió que alguien lo agarraba bruscamente por el pelo y lo tiraba hacia atrás. En ese momento, un autobús pasó a toda velocidad por donde había estado. Cuando se volvió para ver quién lo había empujado … no vio a nadie, estaba solo. E inmediatamente pensó en su ángel. Desde entonces nunca lo olvida.

Recuerdo lo que me dijo una mujer. Una noche oscura y silenciosa se iba a casa, en silencio, cuando, de repente, un coche aparcado a su lado y dos hombres salieron y quisieron llevarla adentro. En ese momento, otro hombre alto llegó a la vuelta de la esquina y trató de ayudarla, y los otros dos huyeron sin pensarlo dos veces. El joven amablemente la escoltó a su casa. Ella nunca olvida este evento, que para ella fue una protección de Dios. ¿Era su ángel? ¿Fue una simple coincidencia, que alguien pasara por allí en ese momento y la ayudara resueltamente? Es posible, pero también podría ser que su ángel inspirara a ese joven a pasar por ese lugar en el momento adecuado para ayudarla y salvarla. Nada sucede por casualidad.

Del libro del Padre Ángel Peña sobre los ángeles

RECHAZABA LA FE HASTA QUE SE ENCONTRÓ CON MARÍA… Y EL DIABLO

En Medjugorje, Siobhan tuvo una visión que le llevó a la fe: «Supe que ‘eso’ era Jesús»

Siobhan Mhic Craith, hija del famoso cantante Liam Clancy, cuenta en Cambio de
Agujas su conversión a la fe en Medjugorje.

Siobhan Mhic Craith tuvo la vida que muchos desearían. Al menos en apariencia. Como hija de un famoso músico irlandés, vivía rodeada de fiestas, dinero y famosos, pero la felicidad era solo puertas a fuera. Su familia, entregada a la diversión, se oponía a la fe y vivía al margen de toda estabilidad en el hogar. Un viaje  a Medjugorje y un encuentro de la joven con lo que parecía ser actividad demoníaca le hizo despertar.

“Lo que más destaca de mi familia”, cuenta Siobhan en el programa de testimonios Cambio de Agujas de HM TV, “es sin duda mi padre, un famoso cantante de folk irlandés”.

Y no era para menos: Liam Clancy fue el miembro más joven y líder del grupo de folk The Clancy Brothers, la primera agrupación estrella del pop en Irlanda.

Grabaron 55 álbumes, sus ventas se contaban por millones, las entradas a sus conciertos se agotaban a los pocos días y tocaron en los principales escenarios culturales de Europa.

Un hogar con dinero y famosos, pero sin fe ni felicidad

Mis padres al principio eran dos católicos devotos que vivían en Nueva York, pero allí, en el mundo de la música y la fama, el catolicismo no estaba de moda. Su fe se enfrió, y cuando crecí en mi familia no había rastro de fe, oración, ni siquiera imágenes religiosas”, relata Siobhan.

La indiferencia de su padre se convirtió pronto en un feroz rechazo. “Rechazaba a la Iglesia y la religión. Intentaba disuadirnos de la fe y quitarnos de la cabeza lo que aprendíamos en nuestros colegios católicos, hablándonos de lo equivocado que estaba todo lo que nos enseñaban”.

Y con su madre, añade, casi no había diferencia. “La meta que buscaban siempre era la fiesta y la diversión, estábamos rodeados de grandes cantantes, músicos y dinero”.

El famoso cantante Liam Clancy, padre de Siobhan, junto con algunos miembros de su familia.

Para Siobhan era “la típica vida que todo el mundo envidiaría” de puertas a fuera, “pero nuestro hogar era frio y sin estabilidad”. Todo empeoró al comenzar la universidad.

“Solo tenía una vida de fiesta, diversión, alcohol y conciertos”, recuerda.

Rechazaba la fe y temía ser tocada por Dios

Mi tía invitó a mi madre a ir a Medjugorje. Tuvo una profunda conversión. Cuando volvió era otra persona, nuestro hogar comenzó a ser agradable y cálido y empezó a hablar de los mensajes de la Virgen”.

Años después la hermana de su madre decidió invitar a Siobhan al mismo destino. “Tenía 20 años, pensé que sería interesante ver otras partes del mundo y que quizá me pondría morena con el sol”, comenta.

En ese momento la joven vivía como todos sus amigos, “no muy bien” dice. “Rechazaba la fe, tenía mucho miedo de ir y de ser tocada por Dios”. Pero finalmente aceptó la invitación junto con toda su familia.

Una vez en Medjugorje, explica, “me sentía incómoda, fue difícil acostumbrarse a la oración, pero pasaban los días e iba asimilando las cosas”.

Sin embargo, la joven tenía una profunda lucha interna que crecía conforme terminaba la semana.

Signos del Maligno

“La última noche, una amiga y yo subimos la gran montaña de las apariciones. Había truenos, relámpagos y mucho calor y nos pusimos muy nerviosas. Cuando bajamos, nos separamos del grupo y nos fuimos a un bar a tomar unas copas”.

Entonces un grupo de hombres las rodearon y comenzaron a hablarles. “Nos sentíamos acosadas. El hombre que nos hablaba nos preguntó de dónde éramos, y cuando le dijimos que éramos irlandesas nos contó que formaban parte de un grupo similar al IRA”, un grupo terrorista.

Entonces el hombre le miró fijamente y le dijo: “No me gustas”. Cuando ella le miró, vio asustada como “su rostro se transformó en la cara del diablo”.

En ese momento llegó al bar un familiar. “Nos estaban buscando, era mi primo. No sé explicarlo, pero reaccioné con mucha ira y me enfadé con todos los que estaban buscándonos”.

Aquella noche, -añade- “volví a la habitación y sentía que veía cosas malas por todas partes, por el pasillo y me decía que solo eran imaginaciones, pero al sentarme era como si la cama no estuviese y debajo de mí estuviese el infierno. Algo me agarraba tirando de mí, mostrándome cosas pecaminosas mientras me decía: ‘Si te vas con ellos –Jesús y María– no podrás hacer todo esto’”.

«De repente lo supe: ‘Eso’ es Jesús»

De inmediato, recordó los mensajes de la Virgen de Medjugorje que le contaba su madre y un rosario que le regaló. “Ni si quiera me sabía los misterios, pero empecé a rezar y me dormí”, agrega

Siguiendo con su historia explica: “Me desperté con el sol atravesando mi ventana y le dije a mi madre: ‘Tengo que confesarme’. Salió de mí. Sabía que tenía que hacerlo, y que iba a ser un nuevo comienzo”.  

Después de confesarse, durante la misa, observó como el sacerdote elevaba la hostia en la consagración. “De repente lo supe: `Eso es Jesús´”. Me vino el don de la fe, solo sabía que Jesús estaba presente, era una certeza, y así comenzó mi fe”.

Cuando volvió a casa, como su madre, Siobhan era una persona nueva. “Busqué un grupo de oración y poco después acabé dirigiendo uno, pero necesitaba algo más, y me fui a formar parte de una comunidad de jóvenes de Escocia durante un año”.

Muchos de sus conocidos le decían que aquello solo sería una fase. Sin embargo, cuenta, “tuve muchas consolaciones aquellos primeros años, volví varias veces a Medjugorje y empecé a rezar el rosario leyendo los mensajes de Nuestra Señora”.

Lejos de ser algo esporádico, Siobhan se casó, tuvo tres hijas y comenzó a trabajar feliz como cocinera en una comunidad de jóvenes. “Estaba completamente enamorada de Dios”, concluye, y hasta hoy “no he vuelto a tener miedo”.