¡alabados sean Jesús y María!

Medjugorje, 20 de enero de 2022

Mis queridos amigos, ¡alabados sean Jesús y María!

1 – El 25 de diciembre de 2021, la vidente Marija recibió el siguiente mensaje:

«¡Queridos hijos! Hoy les traigo a mi Hijo Jesús para que Él les dé su paz. Hijitos, sin paz no tienen futuro ni bendición, por lo tanto, regresen a la oración porque el fruto de la oración es la alegría y la fe, sin las cuales no pueden vivir. La bendición de hoy que les damos, llévenla a sus familias y enriquezcan a todos quienes encuentran, para que puedan sentir la gracia que ustedes reciben. ¡Gracias por haber respondido mi llamado!»

El vidente Jakov Colo recibió su aparición anual. He aquí el mensaje:

“¡Queridos hijos!, ustedes son y se llaman ‘hijos de Dios’. Si tan solo sus corazones sintieran el inmenso amor que Dios tiene por ustedes, sus corazones lo adorarían y agradecerían en cada instante de su vida. Por eso, hijitos, hoy, en este Día de gracia, abran sus corazones y pidan al Señor el don de la fe, para que puedan ser verdaderamente dignos del nombre de ‘hijos de Dios’, quienes con corazones puros agradecen y honran a su Padre Celestial. Estoy con ustedes y los bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido mi llamado!”

2 – ¡La Navidad pasa, pero el Niño permanece! ¿Llegamos a comprender que el Niño Jesús nos pertenece? Él es nuestro porque, a través de María, el Padre Celestial nos lo ha dado. No logramos captar hasta qué punto Dios se entrega a nosotros, llegando hasta la Eucaristía donde podemos disponer enteramente de Él. Pero a cambio es necesario acogerlo, ponernos nosotros mismos a su disposición, “ver” con sus ojos…

En la vida de santa Teresa de Ávila ocurrió un hermoso episodio. Una noche, mientras subía al piso superior del monasterio de la Encarnación, vio a un niño de cautivante belleza en el último escalón. ¿Cómo habría podido entrar allí?, pensaba ella; y el niño le preguntó:

  • ¿Quién eres?
  • Soy Teresa de Jesús. Y tú, ¿cómo te llamas, querido niño?
  • Si tú eres Teresa de Jesús, ¡yo soy Jesús de Teresa!

Impresionante diálogo que podría hacernos envidiar lo que Dios otorga a los santos. Pero aquello que le ha sido dado a Teresa de Ávila también es ofrecido a cada uno de nosotros. Si yo le pertenezco a Dios, Jesús me pertenece. Si me consagro a su Corazón, su Corazón me pertenece. Ya el profeta Isaías lo proclamaba: “Un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado…” ¿Dado a quién? ¿A quién se refiere ese “nos”? ¿A María y a José? Sí, por cierto, pero este niño también te pertenece a ti, a mí, a cada uno de nosotros.  ¡Es Jesús de ………… (agrega tu nombre)!

Cuando un bebé llega en una familia, todo cambia en el hogar. Él se convierte en el centro de nuestra atención porque, en su vulnerabilidad, lo espera todo de nosotros, así como el Niño Jesús lo esperaba todo de sus padres. El niño que nos llega no es algo inerte, una estatua, sino un ser bien vivo, con su sed de amor. Tener un niño transforma la vida, ¡tanto más cuando se trata del Niño Jesús! Como todos los pequeños, Jesús desea ser acogido, amado, estrechado contra nuestro corazón y, sobre todo, adorado.

En cada Navidad, María nuevamente nos lo da para que permanezca con nosotros. “Queridos hijos, que la ternura de mi pequeño Jesús los acompañe siempre” nos dice. Lo que Ella nos da, no lo vuelve a tomar. Desea que Él nazca en nuestros corazones y nos traiga la paz. “Hijitos, sin paz no tienen futuro ni bendición; por lo tanto, regresen a la oración… “

Muchos santos han vivido hermosas experiencias con el Niño Jesús. Citarlos todos tomaría una página entera. ¡Y para consignar sus testimonios nos harían falta voluminosos libros! (Conozco personalmente gente que en su infancia jugaba con el Niño Jesús y en su inocencia pensaba que aquello era absolutamente normal). He aquí 4 ejemplos entre tantos otros:

La venerable Margarita del Santísimo Sacramento (Carmelo de Beaume, 1619-1648) vivió una relación muy especial con el Niño Jesús, quien la llamaba “la esposa de mi infancia”. El título que recibió es: “Pequeña esposa del Niño Jesús en el Portal donde Él se deleita”.

Jesús ha querido que viviera una participación única en el misterio de su infancia, de manera que inclusive el crecimiento físico de Margarita se detuvo cuando ella cumplió los doce años. Le ha hecho vivir todas las virtudes de Su Infancia y la ha asociado a la Potencia de su Infancia. No le negaré nada a sus oraciones”

Margarita fue una de las primeras en decir que: “las oraciones ofrecidas por los méritos de la infancia de Jesús siempre son escuchadas”.

Cierto día un religioso le preguntó cómo podía hacer que el Niño Jesús viviera en su corazón y lo modelara por su presencia. La hermana carmelita le respondió: “Hay que vivir imitando al Niño Jesús y no según nuestra propia naturaleza, sin querer ver ni sentir nada que no sea Él, como si en el mundo sólo existieran usted y el Niño Jesús. Debe abandonarse enteramente en Sus manos divinas para que Él pueda disponer de usted tanto en su vida como en la hora de su muerte. Debe abandonarlo todo, lo que usted es, lo que le concierne tanto en el tiempo como en la eternidad…”

Mélanie, un ejemplo poco conocido: La pastorcita de La Salette, Mélanie Calvat (1831-1904) fue favorecida con un encuentro extraordinario con el Niño Jesús cuando se encontraba en una dramática situación. Su mamá no toleraba sus silencios y su atracción hacia Jesús. Ella quería una hija sociable y comunicativa, pero la pequeña se resistía. Entonces sucedió algo inaudito: su madre abrió la puerta de la casa y gritando su odio, ¡la echó! (Ver PS 1)

“¡Lárgate de aquí, vete con los zorros y los lobos y no vuelvas más! ¡Mélanie sólo tenía 3 añitos! Ella lloraba, lloraba y lloraba… y fue a sentarse bajo un roble. Lloró largo, largo rato, gritando que quería una madre. Luego se quedó dormida. En su sueño vio a un hermoso niño vestido de blanco que también tenía 3 años y la consolaba. Jugaba con ella como lo hacen los niños. Cuando despertó, volvió a llorar… Entonces ese “hermanito” vino hacia ella en la realidad, no ya en sueños. Permaneció con ella y creció con ella. Fue mucho después que Mélanie cayó en la cuenta de que se trataba del Niño Jesús. Era Él quien le enseñaba. Después le presentó a su Madre del Cielo y en 1846 comenzaron las apariciones de María en La Salette… Es la historia de una pequeña mártir, de un alma de elección. Mélanie, estigmatizada, se convirtió en terciaria dominica, tomando el nombre de Sor María de la Cruz, esa cruz que ella había desposado con determinación desde su más tierna infancia, guiada por “el pequeño niño”.

Teresita de Lisieux, fascinada por las palabras de Jesús, nos ayuda a vivir la pequeñez de los niños, a quienes les ha sido dada la promesa de entrar en el Reino. Su hermana Céline cuenta un simpático episodio de su infancia, que Teresita se lo recordó antes de morir: “Estábamos en casa de unos vecinos en Alençon; un caballo nos impedía entrar en el jardín. Mientas los mayores buscaban otra forma de acceso, nuestra vecinita fácilmente pasó por debajo del animal. Ella se deslizó primero y luego me extendió la mano y la seguí arrastrando a Teresita. Como éramos pequeñitas conseguimos nuestro propósito, sin tener que inclinarnos mucho”.

“Ésta es la ventaja de ser pequeña”. “No hay obstáculos para los pequeños, se escabullen por todas partes. Las grandes almas pueden planear sobre ciertos asuntos, superar dificultades, alcanzar sus propósitos gracias al razonamiento o a la virtud, pero quienes somos pequeñas, debemos abstenernos de todo eso. ¡simplemente pasemos por debajo!”

Santa Faustina. También ella tuvo la gracia de llevar en brazos al Niño Jesús. Nos relata: “Hoy, durante la Santa Misa, junto a mi reclinatorio vi al Niño Jesús que parecía tener un año y que me pidió que lo tomara en brazos. Cuando lo alcé, se acurrucó contra mi corazón y me dijo: Me siento tan bien junto a tu corazónAunque eres tan pequeño, sé que tú eres Dios. ¿Por qué tomas el aspecto de un chiquitín para tratar conmigo? Porque quiero enseñarte la infancia espiritual. Quiero que seas muy pequeña, ya que siendo pequeñita te llevo junto a Mi Corazón, así como tú me tienes en este momento junto al tuyo”En ese momento me quedé sola; nadie podrá comprender lo que experimentaba en el alma; estaba toda sumergida en Dios como una esponja en el mar… (Diario, 1481)

Una religiosa croata a quien conozco personalmente le dijo a Jesús: “Cuando recurro a ti como adulta, demoras cierto tiempo en concederme lo que te pido, pero cuando me dirijo a ti como una niña, me lo concedes mucho más rápido. ¿Cómo es eso? Y Jesús le respondió esta palabra de oro: “¡Amé tanto mi infancia!”

3 – Jesús le habla a un alma. Durante el tiempo de Navidad, leí un texto de un autor italiano desconocido que me conmovió mucho. Jesús se dirige a un alma en dificultad. “Deseo pasar un tiempo contigo, deseo colocar mi pequeño pesebre en tu corazón. Hoy te pido que coloques el ruido que hay en tu alma sobre un puñado de paja; todas esas voces que hablan, que gritan, que te distraen, que te desorientan, que te agitan; todas esas voces que no te permiten encontrar la calma ni el silencio que necesitas para escuchar tu propio corazón. Aun cuando estás sola, te das cuenta de que en tu silencio hay más ruido que el que pensabas y sientes un zumbido incesante en tus oídos. ¡Detente! ¡Ven! Aquí no hay nadie sino tú y Yo”.

“Dime, pequeña alma, ¿cuál ha sido el ruido más fuerte y más doloroso que has debido soportar hoy? ¿Continúa resonando en ti? Pero ahora estate atenta, cierra los ojos, escúchame, ¡dame tus manos! Estoy preparando mi pequeña cunita en tu corazón. No temas, déjame obrar”.

“Déjame hacer esto, únicamente por amor…

Permíteme entar en tu corazón para llamarte.

Permíteme llamarte, quisiera hablarte en la lengua de los ángeles.

Déjame hablarte para iluminarte de inmensidad.

Déjame iluminarte para salvarte para siempre

Permíteme salvarte para llevarte conmigo a las moradas eternas.

En las moradas de los ángeles, déjame darte toda la felicidad eterna en la gloria divina.

Déjame darte la vida eterna para que estés siempre conmigo, con el Amor que te ha creado.

Permíteme hacerlo, solamente para abrazarte con ternura.

Deseo quedarme siempre contigo, porque para eso te he creado.

Déjame arder de un amor divino y eterno, sólo para ti.

Déjame obrar! Permíteme hacerlo, sólo por amor!”

4 – ¡Francia reza! Una excelente iniciativa de oración ha sido lanzada con fervor en Francia, propuesta a cuantos aman a nuestro país y desean su resurgimiento. ¡Con la oración todo es posible! Los invitamos a que se unan a los miles de católicos que ya se están reuniendo aquí y allá para rezar juntos el rosario, fuera de sus hogares, preferentemente los miércoles a las 18.

“Se trata de promover y multiplicar el rezo del Santo Rosario por Francia en los espacios públicos, para encomendar el lugar a la Santísima Virgen y a cambio obtener de Ella la paz y la luz, y el respeto del derecho natural en la sociedad francesa. La iniciativa La France prie retoma en Francia una iniciativa lanzada en Austria el 29 de noviembre de 2021 y que muy rápidamente ha sido emulada en varios países, sumando en menos de 2 meses más de mil lugares de rezo de rosarios públicos cada miércoles en Europa central. Toda persona de buena voluntad que se sienta llamada a organizar un encuentro de oración debe inscribir sus referencias en Telegram para orar frente a un Calvario, una Cruz, una ermita cercana a su entorno, y de esta manera posibilitar que otras personas se vayan sumando a la oración”.

¡Jesús nos envía a su Madre!, Con María, por María y en María, Francia se volverá a poner de pie. Marthe Robin había dicho: “Será la Virgen María quien vendrá a salvar a Francia”

Acabo de enterarme de que también el Líbano se ha sumado a esta iniciativa. ¡Felicitaciones!

Querida Gospa, sabemos que la victoria del Mal hoy en día es tan sólo aparente, porque Dios es el único Dueño del mundo. Él trabaja más que todos nuestros enemigos juntos y sabe cuándo y cómo intervenir con su poder para salvar a sus hijos. Por tu hijo Juan Pablo II, sabemos también que todas las victorias de la Iglesia han sido logradas gracias a tu intercesión y con tu ayuda. ¡Quédate junto a nosotros en la prueba! ¡Protégenos bajo tu manto maternal para preparar contigo el Triunfo de tu Corazón Inmaculado!

Sor Emmanuel +

(Comunidad de las Bienaventuranzas)

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ENTREVISTA DEL PADRE LIVIO A MARIJA

CON MOTIVO DEL MENSAJE DEL 25 DE DICIEMBRE DE 2021

P. Livio: Queridos amigos, tenemos ahora en directo a Marija de Medjugorje que nos comentará el mensaje de la Virgen de hoy 25 de diciembre, es decir, del día de Navidad de 2021. ¡Buenas tardes Marija!

Marija: ¡Buenas tardes padre Livio! Un saludo a todos los oyentes de Radio María y les deseo a todos una feliz Navidad llena de alegría y paz. Hoy, como cada 25 de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:

«¡Queridos hijos! Hoy les traigo a mi Hijo Jesús para que Él les dé su paz. Hijitos, sin paz no tienen futuro ni bendición, por lo tanto, regresen a la oración porque el fruto de la oración es la alegría y la fe, sin las cuales no pueden vivir. La bendición de hoy que les damos, llévenla a sus familias y enriquezcan a todos quienes encuentran, para que puedan sentir la gracia que ustedes reciben. ¡Gracias por haber respondido mi llamado!»

P. Livio: Marija, la cosa más importante de hoy es que la Virgen ha venido con el Niño Jesús.

Marija: Sí, la cosa más grande es esa. Precisamente, esta tarde, les hemos ofrecido una novena para agradecer lo bello que es ese momento, por esa fuerza y bendición que recibimos. La Virgen, como cada año en Navidad, nos ha traído en sus brazos al Niño Jesús que es el Rey de la paz y que nos pide la paz, la cual no se valora hasta que no se vive la guerra. Hoy, la Virgen, de manera especial, nos ha dado la bendición de la paz con su hijo Jesús.

P. Livio: Sabes, me ha sorprendido mucho el hecho de que la Virgen haya dicho: “La bendición que hoy os damos”. Sé que la Virgen ha dado su bendición, pero ¿También el Niño Jesús ha dado la bendición?

Marija: Efectivamente. Los dos nos han dado la bendición. Es algo extraordinario y bello. Extraordinario también porque el Niño Jesús nos ha dado su bendición con la señal de la cruz, al igual que hace siempre la Virgen.

P. Livio: Es decir, la Virgen ha venido con el Niño en brazos y ¿el Niño se ha girado hacia ti y te ha dado su bendición mirándote?

Marija: Exactamente. Y como la Virgen dice en su mensaje, han dado su bendición no solamente a mí, sino a todos los que estaban conmigo y a todos aquellos a los que nos encontraremos.

P. Livio: Marija, te lo pregunto porque es tan bonito describir las apariciones a la gente. El Niño, ¿es un niño recién nacido?

Marija: Sí, es un bebé pequeño de una belleza tal que nuestro corazón se derrite de felicidad, incluso pensando ya en la Navidad, porque cada Navidad es especial. La Virgen va siempre con el vestido dorado muy bonito, como bordado de oro. Al mismo tiempo, con el Niño Jesús que es el portador de la paz para nosotros y nuestro futuro. Hoy, de forma especial he pedido a la Virgen y al Niño Jesús que nos liberen de esta pandemia y den la paz a todo el mundo.

P. Livio: Perdona Marija si soy un poco curioso, pero dime, ¿el Niño Jesús está en pañales o bien va vestido?

Marija: El Niño está envuelto en el velo y el vestido de la Virgen. Es como si la Virgen y el Niño fueran una sola cosa. No sé como describirlo, es esa riqueza no solo del vestido, sino también de esa unidad que hay entre los dos. Además del vestido tan bonito, la Virgen lleva también un velo muy grande que los envuelve. ¡Es maravilloso! Creo que solo en el Paraíso se puede ver algo así.

P. Livio: Perdona si me atrevo a ser tan curioso, pero dime Marija, el vestido es dorado, pero ¿el velo también es dorado?

Marija: Sí, todo. Es como bordado, es algo que no se ve aquí, y dentro de este velo está el Niño Jesús.

P. Livio: Entonces, me dices que María cubre al Niño con su velo.

Marija: Sí. Pero el Niño Jesús también lleva su vestidito porque cuando alza las manitas para dar su bendición se ven las mangas de ese vestido.

P. Livio: Entonces, cuando el Niño Jesús, en la Navidad del 2012, se levantó y dijo: “Yo soy vuestra paz, vivid mis Mandamientos”, ¿llevaba también un vestidito o una túnica?

Marija: Sí, sí, lleva un vestidito, pero al mismo tiempo lo cubre María con su velo.

P. Livio: El Niño Jesús es un recién nacido, pero dime ¿tiene cabello?

Marija: Sí, tiene cabello y lo tiene un poco rizado y de color castaño.

P. Livio: En cambio la Virgen tiene el cabello negro, ¿verdad?

Marija: Sí, la Virgen tiene el cabello negro, pero se ve poco porque lleva el velo por encima, pero se ve un poco por detrás porque es largo.

P. Livio: Y el Niño Jesús, ¿tiene los ojos azules?

Marija: Sí, el Niño Jesús tiene los ojos azules.

P. Livio: Entonces, el Niño Jesús tiene los ojos del color de su Madre. Quiere decir que se parecen.

Marija: Sí, la Virgen se parece al Niño y el Niño se parece a la Virgen. Creo que también es esa luz de Paraíso que tienen sus expresiones que les hace todavía más similares. Es maravilloso, porque no es solamente la luz que llega con la Virgen y el Niño, sino también la belleza, esa expresión de amor de la Virgen hacia su Hijo Jesús y que también tiene hacia nosotros. Nosotros, cada vez que la vemos sentimos el Paraíso y cuando llega la Navidad, lo más hermoso es esa bendición que recibimos y la paz que se siente sin ser pronunciada.

P. Livio: De todas maneras Marija, me ha sorprendido el hecho de que los dos hayan dado la bendición, pero una vez la Virgen hizo una distinción diciendo: “Yo os doy mi bendición maternal y Él os dará su bendición”, como si la bendición del Niño fuera aquella divina y la de María la maternal.

Marija: Es verdad, pero hoy Jesús y María nos han dado juntos su bendición. Esto es especial. Una bendición de felicidad, de fe, sin la cual no podemos vivir, como nos dice la Virgen

P. Livio: Marija, tú ahora estás en Italia, pero supongo que sabes que a Medjugorje han llegado cincuenta autocares de Ucrania, es decir, miles de personas que han venido a rogar por la paz porque su país está amenazado por la guerra.

Marija: Es verdad, porque estoy en contacto con las personas que les acompañan. Mañana o pasado mañana nos iremos hacia allí y estaremos con ellos.

P. Livio: Para mí es también una invitación para todos nosotros a orar por la paz en este momento tan difícil y que puede provocar la invasión de Rusia en Ucrania. De hecho, cuando la Virgen dice que sin la paz, no hay futuro es porque cuando una guerra empieza, puede llegar a destruir el mundo.

Marija. Exactamente, porque la paz es un don que no valoramos. Me acuerdo que cuando empezó la guerra de los Balcanes nadie lo habría imaginado y después comprendimos por qué la Virgen llegó con el nombre de Reina de la Paz. El tercer día de las apariciones de la Virgen, Ella lloró sin que nosotros supiéramos el porqué, pero cuando empezó la guerra lo entendimos perfectamente. Estos peregrinos que han llegado piden la protección de la Reina de la Paz. Ellos ya hace años que viven una guerra engañosa. Era un país rico y ahora se han empobrecido mucho. La paz es también prosperidad, paz es futuro, paz es bendición. Allí no hay paz y tampoco hay libertad de decisión. La Virgen en el cuarenta aniversario nos pidió orar por la libertad. Cuando no hay libertad, hay opresión, hay guerra.

P. Livio: Sí, la Virgen dice que sin paz no hay futuro y también dice que sin la fe no se puede vivir. Las tres cosas fundamentales que nos pide la Virgen son: la paz, la fe y la oración.

Marija: Exactamente. Yo creo que en cada país, como también aquí en Italia, si no tenemos paz, si no tenemos bendición, si no tenemos oración, no tenemos futuro. El fruto de la oración es la fe y la alegría. Si tenemos fe, estamos en paz. La Virgen nos dice que sin Dios no hay ni futuro, ni vida eterna. Futuro también para el pueblo en general. Ahora con el problema del Covid, veo que aquí en Italia muchos han decidido no tener hijos y veo que este país no tiene ninguna política de protección para las familias. Creo que debemos rezar también para que Dios ilumine a nuestros políticos para que empiece un nuevo mundo de paz, de serenidad y también de prosperidad. Por esto, se lo pedimos a la Virgen y al Niño Jesús en un día tan especial como hoy. Hace años, la Virgen nos pidió consagrar a su Corazón Inmaculado nuestras familias y el futuro de nuestras naciones.

P. Livio: Debemos recordar también que cuando empezó la guerra de Bosnia, en julio de 1991, la Virgen nos dijo que la duración de esa guerra iba a depender de nuestras oraciones. Es decir, que debemos creer verdaderamente que con la oración se puede parar la guerra.

Marija: La Virgen dijo que se podía parar la guerra con la oración y el ayuno. También se puede alejar a los espíritus malignos que hoy en día, hay muchos. Yo tantas veces lo veo en tantas personas que se han vuelto violentas como por ejemplo: los pro vacunas, los pro contra vacunas, los pro paz, los pro contra la paz, incluso en una misma familia. Este desorden es porque no hay oración y por eso no se respetan unos a otros. Allí falta la fe y la esperanza que la fe nos da. Porque la persona que reza es alegre, apacible, dócil… Esto es lo que quiere la Virgen que seamos: personas dóciles, personas de oración y con esperanza de futuro.

P. Livio: La segunda parte del mensaje es muy bonita también. En ella, María nos dice de llevar a las familias la bendición que Jesús y María nos han dado y con esta bendición enriquecer a todos aquellos que encontremos para que ellos sientan la gracia que nosotros recibimos. Verdaderamente si somos gente de paz y de oración, las personas que encontramos lo sienten, sienten esa paz a través de los que la traen. Tengo que decir que esta es una experiencia verdadera.

Marija: Sí, la Virgen dice que nosotros nos volvamos bendición para los demás con nuestro ejemplo, con nuestro comportamiento. Esto es lo que la Virgen, durante todos estos años, nos está ayudando a entender.

P. Livio: Es así como se propaga la paz, como se propagan los mensajes de la Virgen con la propia vida.

 P. Livio: Marija, te quiero preguntar tu impresión. Hemos tenido ya dos años de epidemia, dos años de sufrimiento y al mismo tiempo se ha incrementado el malestar, el miedo, la angustia… ¿Te parece que en estos dos años el mundo se ha acercado a Dios, o bien se ha alejado todavía más?

Marija: Depende, si a raíz de esto se ha empezado a rezar, entonces ya es la bendición de que habla la Virgen y muchas personas lo han hecho. Yo lo he visto y lo he vivido. En Medjugorje, después de haber estado desde el pasado mes de mayo, debo decir que la oración es intensa, cierto que es un lugar muy pequeño y hay poca pandemia, pero he encontrado una fe más fuerte. Aquí, en cambio, solo se oye hablar de la pandemia mientras que en Medjugorje todo es oración. Son dos dimensiones diferentes, obviamente no se pueden hacer comparaciones porque allí es un lugar muy pequeño, es como una gran familia y aquí es un mundo diferente, más consumista y veo que falta la fe. La Virgen dice que debemos aumentar nuestra fe y que con la oración y el ayuno podemos parar las guerras. Pues yo creo profundamente que incluso podríamos parar la pandemia, todo depende de nosotros, de nuestro comportamiento, de nuestra oración. Si creemos verdaderamente, también esta pandemia se puede acabar. Tantas veces, cuando rezamos y ofrecemos nuestras oraciones, nuestros ayunos, nuestras novenas a la Virgen, se siente en nuestras vidas. Debemos ofrecer todo esto a la Sagrada Familia (San José, María y al Niño Jesús) para que protejan a nuestras familias y seguro que habrá respuesta con la paz, la alegría y la unidad. Lo he visto en tantas familias que me han pedido oración y yo les he dicho que son ellos los que deben rezar juntos para recibir lo que piden y así ha sido.

P. Livio: Sí Marija, yo también estoy convencido de esto y también estoy convencido de que en estos dos años no hemos rezado con tanta convicción a pesar de que la Virgen nos ha dicho más de una vez que la oración hace milagros en el corazón y en el mundo. Cierto que la ciencia hace su parte, pero no es suficiente ya que necesitamos la ayuda de Dios. Por lo tanto, creo que hubiéramos debido ser más determinados por lo que hace a la pandemia orando y ayunando más. Estoy convencido de que no ha sido suficiente. Pero ahora, además existe el peligro de una guerra mundial porque empieza siempre de una parte y no se sabe como va a seguir. ¡Y es que no creemos del todo que la oración y el ayuno sean tan eficaces! Creo que esto es una falta de fe.

Marija: Sí, esto es falta de fe. Pidamos al Niño Jesús, que es tan inocente, que se ha hecho tan pequeño naciendo en un establo y que ha acercado a Él a todas las personas de buena voluntad, pidámosle que aumente nuestra fe. La Virgen nos dijo una vez que ofreciéramos una flor a la familia del pesebre como ofreciéndoles nuestro corazón, nuestra situación de precariedad, de miedo, de tensión, incluso de peleas porque la Navidad puede llegar a ser un infierno si no somos portadores de paz, si no somos capaces de crear una situación de paz, de alegría, de unidad. Tantas familias me dicen: “Marija, reza por nosotros porque esta Navidad puede ser una pesadilla”. Pero, ¿por qué no podemos hacer las paces? Me acuerdo que la Virgen nos dijo una vez que fuéramos de casa en casa para hablar con los que habíamos tenido peleas. En Medjugorje se trabajaba en el campo y a veces por cuestiones de terreno la gente no se hablaba durante años. Por esto, la Virgen dijo que fuéramos todos de casa en casa a pedir perdón y hacer las paces. ¡Y así lo hicimos! La Virgen y el Niño Jesús nos han dado su bendición y nos piden a nosotros esa bendición para los demás.

P. Livio: Sí, nos pide enriquecer a los demás con lo que Dios nos ha dado a nosotros.

Marija: Exactamente, porque Dios nos ha dado mucho. Podemos ser pobres, pero Dios es nuestra riqueza.

P. Livio: Mañana será la fiesta de la Sagrada Familia, pensemos pues en las familias para que tengan la valentía, sobre todo los jóvenes, para que sean capaces de emprender la misión de crear una familia porque parece que ya no piensan en ello.

Marija: Debéis saber que en Medjugorje, ahora con el Covid, nuestro obispo, en vez de reducir el número de misas, ha pedido que se hagan más. Lo digo porque ahora vienen muchas familias con niños y como se hacen fuera en la explanada podemos disfrutar de la fe de este pueblo que todavía cree en el futuro. Hoy, en cambio, aquí en Italia, cuando he ido a misa, me ha dado tristeza ver que solo había una familia con niños y además, la iglesia estaba solo llena la mitad a pesar de ser el día de Navidad. Se ve en nuestras iglesias que hay pocos niños, por esto, debemos pedir a la Sagrada Familia por todas las familias. Yo hoy también se lo he pedido a la Virgen al igual que por todas las personas que han pasado por Medjugorje para que puedan irradiar la paz, la alegría y la fe para que puedan surgir buenos frutos. ¿Cuántas personas han venido a Medjugorje en estos años y ahora tienen tanto miedo a morir? Yo digo, igualmente tenemos que morir ya sea de Covid, de un tumor o de una teja que nos cae de un tejado ¿no? Pero, ¿Estamos preparados? ¿Cuánto oramos? ¿Cómo es de profunda nuestra vida espiritual? Me acuerdo que las personas ancianas decían: “La vida y la muerte están en manos de Dios”. Hoy, en cambio, parece que la vida y la muerte estén en nuestras manos, como si nosotros pudiéramos protegernos, mientras que si no nos protege el buen Dios, no nos protege nadie. Obviamente, debemos tener cuidado, pero sobre todo debemos confiar en el Señor con nuestra fe, con la esperanza, con la oración. Conocí a personas que habían estado rezando a Santa Faustina para obtener una buena muerte y la muerte les vino en su día justo mientras rezaban la coronilla. Sí, Jesús misericordioso fue a su encuentro. Me acuerdo también de un sacerdote anciano muy enamorado de la Virgen a la cual había dicho: “ven a por mí” y ¿sabes que sucedió? Que en el momento de su muerte, las personas que estaban junto a él dijeron que su rostro se había iluminado y que dijo: “Aquí está, ha llegado”, esbozó una sonrisa y murió. ¿Quién me dirá que no fue la Virgen la que fue a su encuentro? Esto lo saben en el Paraíso. Es la fe de esas personas porque han rezado, les han invocado. Recemos la letanía de los Santos porque ellos no duermen en el Paraíso sino que interceden por nosotros. Yo, tantas veces, hago las letanías cantadas y añado además las mías propias añadiendo santos como San Juan Pablo II y le pido interceder por nosotros, él que había tenido siempre esa alegría de vivir incluso en la vejez. Todos los encuentros que tuvimos con San Juan Pablo II eran siempre de una alegría inmensa y cuando me acuerdo de ellos, se me llena el corazón. También nosotros podemos ser esa alegría para los demás. ¿Verdad padre Livio?

P. Livio: Sí, claro que sí. Lo que pasa es que, como tú has dicho, Europa, en general, ha perdido la fe. Este es el gran problema. Son minoría los que creen, que creen a nivel personal, personas que se convierten, pero el clima general es de incredulidad. Se tiene una visión de la vida muy atea y se cree que con la muerte todo acaba. Esta es la verdadera pandemia que nos hace morir y tenemos que reaccionar.

Marija: Yo pienso que esta pandemia puede ser una oportunidad, pero sí es verdad que la mayoría no lo piensa. Hoy fui a comprar unas rosas blancas para la Virgencita para hacerlo más bonito y cuando le dije al vendedor: “Feliz Navidad”, me respondió: “Felicidades”. Me disgustó porque “felicidades” lo dices para fin de año, pero para Navidad se debe desear que el Niño Jesús nos dé la alegría, la paz, Su bendición,… En cualquier caso, debemos luchar padre Livio, nosotros no tenemos miedo ¿verdad?

P. Livio: Por supuesto Marija. Evidentemente, la Virgen cuenta con todos aquellos que hemos escuchado su llamada, a los que llama sus apóstoles para despertar la fe de un pueblo que tiene una gran tradición, una Europa que llevó la fe a todo el mundo y que ahora, una gran mayoría, la ha perdido, pero al mismo tiempo, la Virgen está preparando tiempos nuevos como Ella dice y por eso debemos ser sus colaboradores.

Marija: La cosa más bonita es nuestra fe cristiana. Hoy, en casa, hemos escuchado y cantado tantos villancicos que son tan bonitos y que nos dan tanta alegría. Yo cada vez me siento muy feliz pensando cuantas generaciones han pasado cantando al Niño Jesús y a la Virgen en nuestras familias. Estas tradiciones son siempre una riqueza y creo que nuestros hijos se acordarán siempre de lo que nosotros hemos hecho. Por lo tanto, sigamos delante con Jesús, José y María y veremos como todo irá bien.

P. Livio: Gracias Marija por esta mirada de esperanza por el futuro ya que hoy la Virgen nos ha pedido ser testimonios de esperanza. Te encomiendo toda nuestra gran familia de Radio María que en estos días está rezando mucho por la paz. Navidad es un día de paz, pero además, el mundo está muy necesitado de esa paz en estos momentos. Te pedimos que intercedas también por todos nuestros enfermos ya que para ellos ser conocedores de tu intercesión, les da mucha esperanza.

Marija: La Virgen nos eligió para esto. El Señor nos ayuda a ser Sus instrumentos y nosotros oramos por Radio María y también por el mundo entero. Hoy, durante la aparición, he pedido especialmente a la Virgen por la paz en el mundo, a través de su Hijo Jesús presente, le he pedido paz y prosperidad. Tantas veces le pedimos a la Virgen por los enfermos, por los que sufren, no para que el Señor les quite el sufrimiento, sino para que les dé la fuerza necesaria para soportarlo. Muchas personas, con el sufrimiento, se acercan a Dios, empiezan a rezar. Yo he oído decir muchas veces que si no llega a ser por ese sufrimiento, nunca hubieran venido a Medjugorje y no se hubieran acercado a Dios ni a la oración. Por este motivo, el sufrimiento puede ser un bien y nosotros rogamos para que el Señor nos dé la fuerza y sepamos ofrecer ese sufrimiento sabiendo que no es en vano y que sirve mucho para las almas del Purgatorio.

P. Livio: Gracias de nuevo Marija por todo. Unámonos ahora en la oración para agradecer al Señor este día tan bonito que nos ha regalado.

Traducción: Voluntarios Asociación Amor de Déu

Sanación interior

Emiliano Tardiff explica que podemos tener heridas olvidadas o conscientes. Hay cosas en la memoria que nos hieren, y el Señor nos puede sanar.

La incubación de recuerdos dolorosos produce traumas o complejos. Por eso es importante sanar. Regresamos al pasado buscando el origen de nuestros sufrimientos y lo ponemos ante Dios, y Jesús, que es el mismo hoy, ayer y siempre sana, como el sol sana las heridas del cuerpo. Jesús sana los corazones destrozados y venda sus heridas.

Una niña sufrió un susto grande porque un ladrón entró en su habitación, ella grito y él se fue. Al día siguiente amaneció ciega. Los médicos no pudieron hacer nada. La llevaron con el Padre Tardiff. Él pidió por la sanación de su memoria, a los 3 min. empezó a ver algo, siguieron orando y, a los diez minutos, recuperó la vista, y se echó en manos de su madre.

Un alcohólico puede salir de su vicio con oraciones de sanación. Un hombre no encontró al sacerdote, así que oró solo ante el Santísimo, lloró, se quedó mucho tiempo adorando al Señor, y salió curado de la capilla y ya no ha caído. ¡Es el poder liberador de Jesucristo! Hay que pedir a Dios nos sane de raíz. Hay veces que el problema no se soluciona, se traslada. Hay generalmente una herida de falta de amor en nuestras enfermedades, por eso se llama curación de amor. El rechazo puede ser la causa de falta de amor, eso se cura con amor de Dios.

Pedro negó a Jesús cerca de unas brasas encendidas, donde se calentó junto con los sirvientes de Caifás.

Pedro lloró amargamente. Jesús lo miró y lo perdonó. Y cada vez que Pedro veía una hoguera se ponía triste. Un día pescaba Pedro y otros. Jesús les dice que echen la barca a la derecha y encontraron muchos peces. Pedro se lanzó al mar. Al llegar a tierra vio que había unas brasas y un pez sobre ellas. El deseo de Jesús era sanar la herida de Pedro causada por la triple negación, cerca de unas brasas. Le pregunta Jesús tres veces que si lo amaba y Pedro dijo que sí. Jesús le dice: “Apacienta a mis ovejas”. Sanó la herida de Pedro con una triple profesión de amor. Ahora, al ver una hoguera, recordará su triple acto de amor.

No basta descubrir el problema, como sucede con el psiquiatra, eso no sana el problema. Jesús sana la herida, raíz de nuestro problema. Es necesario llenar este vacío con el amor misericordioso de Jesús. Él ya cargó con nuestras culpas, si nos arrepentimos. No debemos centrar nuestra atención en los síntomas, sino en la causa del problema, y pedirle a Jesús, por sus llagas, que nos sane.

La solución de nuestros problemas no está en el alcohol o en una sexualidad desordenada, sino en llegar a la raíz del problema y pedir la ayuda del Señor.

Una señora tenía crisis de asma. Mons. Uribe le dice: Trate de recordar cuándo comenzó su crisis de asma. Ella dijo: Después del nacimiento del tercer hijo. Una vecina dijo: “No es de su esposo”. La hirió tanto que la hirió con el asma. Mons. Uribe oró pidiendo que sanara la herida causada por ese chisme en la memoria de la señora y le dijo: “Vamos a dejar eso en manos del Señor”. Días después el asma desapareció. No siempre el asma o la úlcera vienen de problemas emocionales. A uno le llegó la úlcera por el pleito con un jefe, sangraba. Cuando el perdonó al jefe de la empresa, la úlcera se curó.

La sanación interior es muy importante, no la da el psicólogo, sino el sacerdote, mediador de Dios ante los hombres. Hay tendencias desordenadas que sanan poco a poco. Hay que seguir orando, visitando al Santísimo y pedir al Señor que siga sanándonos, y Él lo hace.

Emiliano Tardiff DICE MÁS EN EN VIDEO.

Revelaciones del Amor Divino a un sacerdote

Alfonso Chico dice: “Yo había hecho siempre mi voluntad, pero ¿cómo hacer tu Voluntad? Hazme saber qué quieres. Quiero lo que Tú quieras. Jesús, que tiene sentido del humor, comenzó a dar señales. Le dije a Jesús: Esto tiene que quedar entre Tú y yo. Se dio a su manera. Se calló un mes. Después hacía oración y empecé a sentir un latido fuerte en el corazón y una gran paz, y así fue como vi su Voluntad. El seminario lo eligió Jesús para mí. Conocí los Libros de Cielo (Luisa Piccarreta) hasta el n. 12. Los dejé tres años y empecé con sequedad. Los volví a tomar, leí hasta el 36. Después leí, de María Valtorta El Evangelio como me ha sido revelado. Dios le revela a Luisa que toda la creación es un poema de amor por su criatura, y luego la Redención, lo mismo. Toda criatura está hecha por amor y para amar. Lo dice Benedicto XVI: Lo esencial del cristianismo es el encuentro con un acontecimiento que es Jesús de Nazaret que da una panorama nuevo. Como un buen amante, intenta enamorar al alma. Detrás de la justicia, es el amor el que le mueve… Hemos perdido el sentido simbólico de la realidad. Nos hemos convertido en torpes para saber qué me quiere decir el amanecer. Hay que hacernos al estilo de Jesús. Thomassiny afirma que el amor al modo divino no es un sentimiento, es un acto, es un darse. El amor tiene un aspecto pasional y otro volitivo. Hay una unión afectiva con las personas que amamos, que existen fuera y dentro de nosotros. Yo quiero a esta persona porque es un bien a sí misma y los bienes que son necesarios para el bien de las personas. Nuestro mayor bien es hacer la Divina Voluntad. El Padre quiere lo mejor para su hijo. En el ser humano no es posible repetir nuestra vida en el hijo, en Dios sí se puede. El Bien absoluto para el hombre es Dios mismo, y Él sí puede darse.

San Francisco revolucionó el mundo cambiando él mismo, tratando de identificarse con Jesús. Cosas tan sencillas como respirar, lo puedes hacer sin Dios o con Dios.

Jesús le dice a Luisa que nos dio un cuerpo porque si sólo nos diera lo espiritual, poco le podríamos dar. Nuestra vida unida a la de Jesús hace que nuestro actuar sean como ondas que repercutan en la humanidad entera. He conocido al Señor por un acto hecho hace 21 siglos. Todo está unido, todas las generaciones, en Cristo. Lo bueno y lo malo que hagamos repercute en la humanidad.