«La mejora educativa se promueve con una cultura de la colaboración, no con una dialéctica de batalla»

El presidente de CECE, Alfonso Aguiló, hace balance de un curso escolar intenso, protagonizado por la pandemia, pero también por una política educativa sin consenso.

El presidente de CECE hace balance de un curso escolar intenso, protagonizado por la pandemia, pero también por una política educativa basada en la confrontación: con la educación concertada, con la educación especial, con los centros de educación infantil de iniciativa privada, con la asignatura de Religión, con el derecho de las familias a elegir colegio… “Afortunadamente la educación puede sobrevivir a los errores legislativos”, incide Alfonso Aguiló. Pero «hay que estar atentos a que no se discrimine a nadie», tanto en los desarrollos autonómicos de la LOMLOE como en el acceso a fondos públicos y europeos dedicados a la recuperación y la mejora de la educación. «Nosotros –subraya– no buscamos privilegios; buscamos que no se discrimine».

Al margen de la política, repasamos con él lo que de verdad ha impactado en las aulas este curso: el Covid-19. Aguiló destaca la disciplina del alumnado con las restricciones, el esfuerzo y el compromiso de toda la comunidad educativa, y la actitud proactiva de los centros (al menos los vinculados a CECE) por encima de la queja. «El desafío educativo de la pandemia no ha sido tanto tecnológico como de actitud», señala. Y para el curso que viene una de las lecciones aprendidas de éste es que «disminuir el número de alumnos por aula ha supuesto un gran coste y apenas ha reducido los niveles de riesgo», así que «si aumenta la financiación para educación, sería más útil dedicarla a orientación, refuerzo, detección temprana de problemas, y a mejorar el sistema de sustituciones».

Pregunta.– Este curso ha representado un desafío sin precedentes para los centros educativos y para todos los miembros de la comunidad educativa. Un desafío que se presentaba casi como imposible y que ha sido superado con nota. ¿Qué destacaría usted de todo ello?
Respuesta.–
El esfuerzo de toda la comunidad educativa. Hay que reconocer el esfuerzo y el compromiso de los profesores, de las familias y, muy especialmente, de los alumnos, que han llevado las restricciones con una disciplina que hay que resaltar. Gracias a todo ello, los colegios han sido uno de los ámbitos más seguros en todo este periodo de pandemia. Ha habido unas ratios muy bajas de confinamientos en las escuelas, y eso ha supuesto un enorme alivio para todos. Y se ha demostrado que las restricciones eran suficientes y que se han aplicado con rigor. Tener mejor o peor tecnología no fue el principal obstáculo para sacar la educación adelante. Fue más importante la voluntad de ingeniárselas para encontrar soluciones rápidamente».

P.– ¿Y en lo educativo qué destacaría?
R.– Destacaría que la adaptación a la enseñanza online fue muy rápida, que se hizo bien y que se demostró la gran capacidad de reacción de la comunidad educativa. Al principio se habló mucho de la falta de medios materiales, pero enseguida se puso de manifiesto que no era tanto un problema de medios como de actitud.

P.– En el ámbito de la toma de decisiones, en los equipos directivos, ¿qué destacaría? Porque han tenido que hacer la cuadratura del círculo casi cada día…
R.– En general la respuesta ha sido muy buena, pero también ha habido algunos que se han centrado mucho en la queja y el lamento, y quizá esas energías habrían estado mejor empleadas en buscar soluciones. Respecto a los centros asociados a CECE mi valoración es muy positiva: todas las personas, de la primera a la última, se han remangado para dar un mejor servicio a pesar de la situación. Es un viejo atavismo restringir sólo a lo público cualquier ayuda para dar la idea de mayor equidad, cuando lo que se consigue es que haya mayor discriminación».

P.– ¿Qué aprendizajes nos llevamos para aplicar el curso próximo, teniendo en cuenta que las aulas van a estar sujetas aún a restricciones?
R.– Pienso que disminuir el número de alumnos por aula ha supuesto un gran coste y apenas ha reducido los niveles de riesgo. En mi opinión, se podrían haber dedicado esos recursos a facilitar las sustituciones de los profesores que estaban enfermos o confinados, o a facilitar mejores medios materiales. Si aumenta la financiación para educación, sería más útil dedicarla a mejorar la orientación, el refuerzo, la detección temprana de problemas, y a mejorar el sistema de sustituciones. Creo que eso cuesta menos dinero que bajar las ratios y es más prioritario.

P.– El estudio SELFIE de la Comisión Europea puso de manifiesto una mejor capacidad digital de los centros privados y concertados justo antes de que comenzara la pandemia. ¿Cree que esa ‘ventaja digital’ se tradujo en un mejor abordaje de los desafíos educativos impuestos por la pandemia y en un freno del impacto en el alumnado?
R.– El desafío no ha sido tanto tecnológico como de actitud. La mayoría de las herramientas digitales en educación son gratuitas. Tener mejor o peor tecnología no fue el principal obstáculo para sacar la educación adelante. Fue más importante la voluntad de buscar rápidamente soluciones, de ingeniárselas para encontrarlas, ponerlas en práctica y alinearse todos con ellas. Hay millones de alumnos y decenas de miles de profesores que jamás habían hecho uso de las videollamadas y que, en pocos días, en aquel mes de marzo de 2020, las convirtieron en habituales; no requirieron un gran aprendizaje. Otra cosa era disponer en casa de un terminal adecuado, que en algunas familias fue un verdadero problema para el que no estaban preparados, pero en esos casos muchos colegios lo detectaron rápidamente y se las ingeniaron para atajar ese problema. Enfrentar a lo público y lo privado es ficticio y cainita; ellos mismos apelan a la cooperación público-privada donde les interesa. Está demostrado que es buena para ambas esferas y en educación también».

P.– Se han dado clases en salones de actos, en patios y, por supuesto, en las casas. ¿Se abre una puerta al replanteamiento de espacios educativos aprovechando el mayor uso de la tecnología digital?
R.–
Estoy seguro de que algunos de los cambios que ha traído la pandemia han llegado para quedarse. Pienso, sobre todo, en las reuniones online de profesores y con las familias, en las tutorías con los padres o con los propios alumnos, en la comunicación con otros centros o instituciones… Pero lo que son las clases, la vida escolar, eso no cambiará mucho. Hay una experiencia totalmente universal, de muchísimos años, sobre el valor formativo de la escuela tal como la conocemos. Seguro que se harán muchas cosas, y muy creativas, pero el valor de la clase como grupo de alumnos con un profesor, se mantendrá con rotundidad; no va a desaparecer porque haya tabletas. Respecto al uso de espacios en la escuela, me gustaría que se flexibilizara la normativa porque ahora mismo es muy estricta respecto al cumplimiento de los metros cuadrados exactos y el número de alumnos que caben…

La LOMLOE, la concertada, la pluralidad

P.– En lo educativo, ¿qué le parece la nueva ley, la LOMLOE?
R.– Creo que aporta poco desde el punto de vista educativo. Se han centrado en unas batallas ideológicas que responden sobre todo a imposiciones de sus socios de gobierno. Tienen poco que ver con las anteriores leyes pactadas entre el PSOE y CiU, que nunca cayeron en esto. La LOMLOE aporta poco desde el punto de vista educativo. Se ha centrado en unas batallas ideológicas que responden sobre todo a imposiciones de sus socios de gobierno».

P.– Y de lo que se sabe hasta ahora, ¿qué opinión le suscita la nueva reforma curricular?
R.–
Lo recibo con respeto y con interés, pero lo más sustancial para mejorar la educación no son esos cambios curriculares. Lo sustancial es lograr una dinámica y un compromiso constantes de mejora en las escuelas. La magia de la educación no reside en si el currículum tiene una cosa más o una cosa menos.

P.– ¿Y dónde está la magia de la educación?
R.–
Es un intangible muy difícil de aterrizar. Pero, desde luego, la forma de promoverla no es la polarización ni la ideologización, ni la discriminación de determinados colectivos. Una parte muy importante reside en la cultura de colaboración; eso es algo que tiene que estar en el aula, entre los alumnos; en la escuela, entre los docentes; entre la familia y la escuela, entre las escuelas, entre los territorios, entre las instituciones públicas y los agentes educativos, entre patronales y sindicatos… La magia de la educación está en que cada uno mire por el conjunto y no sólo en sus intereses. Y mirando por el conjunto es como se consigue que una realidad compleja mejore. Se trata de hacer una sinfonía, no una batalla. Por eso, que se haya renunciado tan pronto al consenso y a que haya mejor entendimiento, y que se haya planteado esa dialéctica de batalla, me parece un error gordo. Es un error gordo que se haya renunciado tan pronto al consenso y que se haya planteado esa dialéctica de batalla».

P.– ¿Y eso afecta al día a día en el aula?
R.– Afortunadamente la educación puede sobrevivir a muchos errores legislativos y de las administraciones. Cuando un profesor entra en el aula las leyes influyen muy poco.La dinámica de aprendizaje, de colaboración, de innovación, de deseo de saber, de análisis crítico que un docente lleva a su aula puede estar en las leyes, pero no lo generan las leyes. Lo que pueden hacer las leyes y los políticos es crear un marco para que eso crezca; igual que para que crezca una planta, hay que crear un ecosistema favorable, no tirar de las hojas. La energía está en las personas. Nosotros no buscamos privilegios; buscamos que no se discrimine. Que las familias puedan elegir, que todos sean iguales ante la ley».

P.– Con la intensidad de la pandemia, y sobre todo con el golpe que supuso la tercera ola de Covid, parece que quedan muy lejos las movilizaciones de gran parte de la comunidad educativa contra la LOMLOE, así como todo el revuelo que levantó su rápido trámite y su aprobación, antes de Navidad. ¿Qué queda de todo aquello? ¿Hay iniciativas de Más Plurales en marcha?
R.–
Las movilizaciones fueron muy intensas y en todo el país, pese a estar efectivamente en un momento difícil por las restricciones. Una vez aprobada la LOMLOE, de una forma tan poco elegante, sin ninguna voluntad de consenso, desde Más Plurales hemos seguido trabajando, aunque en estos meses más en el ámbito jurídico y político. Hemos apoyado los recursos que se han puesto en el Tribunal Constitucional, hemos interpuesto recursos ante el Parlamento y la Comisión Europea, hemos tratado el desarrollo de los decretos y la implantación en las CCAA… Estamos muy atentos en las CCAA a que no haya nuevos atropellos.

P.– ¿A qué aspectos de la la gestión educativa autonómica hay que prestar especial atención?
R.–
Hay que estar atentos a que no se discrimine a nadie. Nosotros no buscamos privilegios; buscamos que no se discrimine. Que las familias puedan elegir, que todos sean iguales ante la ley. No es mucho pedir, francamente… Hay que vigilar los decretos de admisión, vigilar cómo funcionan los organismos que atienden la escolarización, la adjudicación y retirada de unidades concertadas, que el reparto y adjudicación de fondos se haga con equidad, y que la política de becas y ayudas alcance a todos y no sólo a los que eligen un tipo de enseñanza. Es una lucha por la equidad en la que todos deberíamos estar implicados. No puede buscarse la equidad sólo para los que eligen enseñanza pública; tendremos que buscar financiar debidamente a las familias que eligen escuela concertada, por ejemplo, con ayudas de comedor y transporte para quien las necesite, y mediante la financiación adecuada de la enseñanza. Si se discrimina a las familias, nos tendrán en frente con toda rotundidad. Por otro lado, discriminar injustamente a unos no ayuda a los otros. Yo entiendo que el Ministerio se preocupe de mejorar la enseñanza pública, pero no va a mejorar a base de maltratar a la concertada. Todos reconocen que la enseñanza concertada no recibe la financiación adecuada. Que el Gobierno ponga el acento en el control de las cuotas es demagogia; todo el mundo sabe que las cuotas voluntarias son voluntarias».

P.– Si algo ha conseguido el Ministerio hasta ahora ha sido para unir a la escuela concertada, a su profesorado y sus familias. ¿Cuál es su experiencia en ese sentido, como parte de la plataforma Más Plurales?
R.–
Lo que ha unido a la plataforma no ha sido tanto la propia plataforma, sino el ataque tan brutal a la pluralidad en la educación. Nos ha hecho unirnos a todos.

P.– Más Plurales emprendió varias acciones en instituciones europeas, pero no han dado el fruto deseado.
R.–
Se han hecho porque era una obligación poner todos los medios para intentar frenar semejante atropello. Sabíamos que no tenían demasiado recorrido, pero han servido para dejar claro ante la opinión pública española y europea que de nuevo estamos con una ley de educación sin consenso, cuando eso es lo que habían pedido a España repetidamente desde Bruselas. El dinero europeo, si se emplea en la dirección equivocada, nos abocará a nuevos problemas cuando se acabe».

P.– ¿Podemos esperar más movilizaciones de Más Plurales el próximo curso?
R.–
Quisiera que no hicieran falta, pero las habrá si vuelven a intentar atropellar los derechos de las familias.

P.– La LOMLOE prohíbe a los centros imponer aportaciones económicas a las familias de manera directa o indirecta y dice que las Administraciones lo vigilarán, pero también dice que “dotarán a los centros de los recursos necesarios para hacer efectiva la gratuidad de las enseñanzas”. ¿Cabe esperar algo respecto a la demanda histórica de adecuar la financiación del puesto escolar concertado?
R.– No deja de ser un brindis al sol. Llevamos muchos años con eso. Todos reconocen que la enseñanza concertada no recibe la financiación adecuada. Respecto a los mecanismos de control de las Administraciones, ya existen y funcionan bastante bien. Que el Gobierno ponga el acento en eso es demagogia. A estas alturas todo el mundo sabe que las cuotas voluntarias son voluntarias y que uno se puede quedar a comer o no, y se puede a apuntar a una actividad complementaria o no, y que ésta no puede tener carácter discriminatorio. La gente sabe cuáles son sus derechos y cada vez hay más transparencia.

P.– ¿Cuáles son los principales focos de preocupación de la LOMLOE a corto y a largo plazo?
R.– Los que llevamos diciendo siempre: el ataque a la educación especial, el ataque a la educación 0-3, el ataque a la educación diferenciada, el ataque a la demanda social, el modo de hacer la asignación de alumnos con la zonificación… Son cosas que se han hecho con miras cortas. Por suerte, a la velocidad que se suceden las leyes de educación, el efecto es más bien limitado. Es triste que todas las energías y el dinero se destinen a estas luchas tontas de patio de colegio, cuando podrían dedicarse a empeños de mucho más alcance, pero yo espero que algún día tengamos políticos a la altura de este desafío. No está bien aprovechar una mayoría parlamentaria ocasional para discriminar y perjudicar a un colectivo».

P.– ¿Le preocupa un mayor agravio a la asignatura de Religión en los desarrollos curriculares?
R.–
Tengo confianza en que se respete la asignatura de Religión en la escuela como se está respetando prácticamente en toda Europa. Es de democracias jóvenes no mirar el estatus que tiene la asignatura de Religión en democracias veteranas. En cualquier caso, no está bien aprovechar una mayoría parlamentaria ocasional para discriminar y perjudicar a un colectivo.

P.– ¿Le parece que esta ley amplía la autonomía de los centros de manera significativa?
R.–
Que los centros tengan margen para decidir un 10% de lo que enseñan está bien, pero no creo que sea un gran avance en materia de autonomía.

Inversión y recursos públicos

Hay miles de escuelas infantiles en situación crítica y sería un desastre que, en vez de ayudar a ocupar esas plazas libres, se construyan nuevas plazas públicas con costes mucho mayores».

P.– Más allá de la LOMLOE, parece haber un empeño en legislar y gestionar partidas económicas de espaldas pensando sólo en la escuela pública y dando la espalda al alumnado de escuela concertada.
R.– Es un viejo atavismo restringir sólo a lo público cualquier ayuda para dar la idea de mayor equidad, cuando lo que se consigue es que haya mayor discriminación. La madurez de un país se nota, precisamente, cuando aumenta la iniciativa ciudadana y la información, la cultura y la educación no son monopolio de los poderes públicos. Cuando la población tiene iniciativa y no es sólo receptora de servicios pasamos a tener personas vivas que construyen la sociedad.

P.– Precisamente la iniciativa privada ha sido fundamental para mejorar las posibilidades de la población a la educación Infantil o a la Formación Profesional en los últimos años.
R.– Enfrentar a lo público y lo privado es ficticio y cainita, sobre todo cuando ellos mismos apelan a la cooperación público-privada donde les interesa, por ejemplo para la mejora de la formación práctica en FP. Está demostrado que la colaboración público-privada es buena para ambas esferas. Y en educación también: lo normal es que la iniciativa privada crezca y sea eficiente e innovadora, y que ello ayudará a mejorar la enseñanza pública y, a su vez, eso hará mejorar la iniciativa privada. Lo natural es que convivan las dos.

P.– En Educación Infantil la iniciativa ciudadana permitió escolarizar a muchos niños pequeños en las últimas décadas y la conciliación familiar y laboral de las mujeres, pero ahora es rechazada por los poderes públicos en las ayudas a la recuperación de la pandemia y el reparto de los fondos europeos para eso mismo. En el último año ha cerrado un 15% de las escuelas infantiles de iniciativa privada y nadie se ha inmutado. ¿Cabe alguna esperanza para el sector? Porque la caída de la natalidad tampoco ayuda.R.– En primer lugar, utilizar los fondos europeos sólo para crear plazas de 0-3 públicas es una clara discriminación hacia quienes quieren plazas no públicas. Pero, además, hay miles de escuelas infantiles que están en situación crítica y sería un desastre que, en vez de ayudar a ocupar esas plazas libres, se construyan nuevas plazas con unos costes mucho mayores. Está bien crear plazas públicas si hacen falta, pero facilitar la pervivencia de las plazas ya existentes, que es mucho más barato, evitaría que muchas personas que han empleado todo su patrimonio, que han arriesgado muchísimo y que en su gran mayoría son mujeres, lo pierdan todo. Los poderes públicos no deben nacionalizar la educación infantil, deben facilitar que la gente pueda acudir a un régimen de gratuidad en la educación infantil de modo universal, con plazas públicas y también subvencionando plazas privadas que ya existen.

P.– ¿Y el principio de eficiencia en el uso de los recursos públicos?
R.– No les preocupa. Es una decisión ideológica. En este caso, además, es una partida de dinero europeo, que, si se emplea en la dirección equivocada, cuando se acabe, nos abocará a nuevos problemas. Es un desatino que deberían corregir a tiempo.

COVID-19 advice for the public: Getting vaccinated

Coronavirus disease (COVID-19): Vaccines Coronavirus disease (COVID-19): Vaccines safety

The world is in the midst of a COVID-19 pandemic. As WHO and partners work together on the response — tracking the pandemic, advising on critical interventions, distributing vital medical supplies to those in need— they are racing to develop and deploy safe and effective vaccines. 

Vaccines save millions of lives each year. Vaccines work by training and preparing the body’s natural defences – the immune system – to recognize and fight off the viruses and bacteria they target. After vaccination, if the body is later exposed to those disease-causing germs, the body is immediately ready to destroy them, preventing illness.

There are several safe and effective vaccines that prevent people from getting seriously ill or dying from COVID-19. Thisis one part of managing COVID-19, in addition to the main preventive measures of staying at least 1 metre away from others, covering a cough or sneeze in your elbow, frequently cleaning your hands, wearing a mask and avoiding poorly ventilated rooms or opening a window.

As of 3 June 2021, WHO has evaluated that the following vaccines against COVID-19 have met the necessary criteria for safety and efficacy:

Read our Q&A on the Emergency Use Listing process to find out more about how WHO assesses the quality, safety and efficacy of COVID-19 vaccines.

Some national regulators have also assessed other COVID-19 vaccine products for use in their countries.

Take whatever vaccine is made available to you first, even if you have already had COVID-19. It is important to be vaccinated as soon as possible once it’s your turn and not wait. Approved COVID-19 vaccines provide a high degree of protection against getting seriously ill and dying from the disease, although no vaccine is 100% protective.

WHO SHOULD GET VACCINATED

The COVID-19 vaccines are safe for most people 18 years and older, including those with pre-existing conditions of any kind, including auto-immune disorders. These conditions include: hypertension, diabetes, asthma, pulmonary, liver and kidney disease, as well as chronic infections that are stable and controlled.

If supplies are limited in your area, discuss your situation with your care provider if you:

  • Have a compromised immune system
  • Are pregnant (if you are already breastfeeding, you should continue after vaccination)
  • Have a history of severe allergies, particularly to a vaccine (or any of the ingredients in the vaccine)
  • Are severely frail

Children and adolescents tend to have milder disease compared to adults, so unless they are part of a group at higher risk of severe COVID-19, it is less urgent to vaccinate them than older people, those with chronic health conditions and health workers.   
More evidence is needed on the use of the different COVID-19 vaccines in children to be able to make general recommendations on vaccinating children against COVID-19.
WHO’s Strategic Advisory Group of Experts (SAGE) has concluded that the Pfizer/BionTech vaccine is suitable for use by people aged 12 years and above. Children aged between 12 and 15 who are at high risk may be offered this vaccine alongside other priority groups for vaccination. Vaccine trials for children are ongoing and WHO will update its recommendations when the evidence or epidemiological situation warrants a change in policy.
It’s important for children to continue to have the recommended childhood vaccines.

WHAT SHOULD I DO AND EXPECT AFTER GETTING VACCINATED

Stay at the place where you get vaccinated for at least 15 minutes afterwards, just in case you have an unusual reaction, so health workers can help you. 

Check when you should come in for a second dose – if needed. Most of the vaccines available are two-dose vaccines. Check with your care provider whether you need to get a second dose and when you should get it. Second doses help boost the immune response and strengthen immunity.

In most cases, minor side effects are normal. Common side effects after vaccination, which indicate that a person’s body is building protection to COVID-19 infection include:

  • Arm soreness
  • Mild fever
  • Tiredness
  • Headaches
  • Muscle or joint aches

Contact your care provider if there is redness or tenderness (pain) where you got the shot that increases after 24 hours, or if side effects do not go away after a few days.

If you experience an immediate severe allergic reaction to a first dose of the COVID-19 vaccine, you should not receive additional doses of the vaccine. It’s extremely rare for severe health reactions to be directly caused by vaccines.

Taking painkillers such as paracetamol before receiving the COVID-19 vaccine to prevent side effects is not recommended. This is because it is not known how painkillers may affect how well the vaccine works. However, you may take paracetamol or other painkillers if you do develop side effects such as pain, fever, headache or muscle aches after vaccination.  

Even after you’re vaccinated, keep taking precautions

While a COVID-19 vaccine will prevent serious illness and death, we still don’t know the extent to which it keeps you from being infected and passing the virus on to others. The more we allow the virus to spread, the more opportunity the virus has to change.

Continue to take actions to slow and eventually stop the spread of the virus:

  • Keep at least 1 metre from others
  • Wear a mask, especially in crowded, closed and poorly ventilated settings.
  • Clean your hands frequently
  • Cover any cough or sneeze in your bent elbow
  • When indoors with others, ensure good ventilation, such as by opening a window

Doing it all protects us all.

Inmunomarcador de apoptosis y mal pronostico-muerte Covid 19

Un estudio realizado en unidades de cuidados intensivos de las islas canarias, publicadas hoy 24-06-2021.

En conclusión, este estudio es el primero que encuentra una asociación entre la apoptosis (evaluada por la concentración sanguínea de Fas) y la mortalidad en pacientes COVID-19.

Cuando analizamos el mecanismo intracelular complejo que desencadena el covid, se desencadenan fenómenos de señales celulares de apoptosis, muerte celular programada y estas pueden ser inferidas séricamente, esto ser un indicador de mal pronostico y muerte.

Un estudio elaborado en 8 Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de 6 hospitales públicos canarios ha asociado la apoptosis, o muerte celular programada, con la mortalidad por COVID-19. El objetivo del estudio es recoger datos, en sobrevivientes y no sobrevivientes por coronavirus, acerca de este fenómeno debido a la escasez de datos asociados en pacientes con COVID-19.

¿Qué es la apoptosis?

La apoptosis es un tipo de muerte celular que consiste en la capacidad que tienen las propias células del cuerpo humano de autodestruirse de forma activa. Este fenómeno es esencial para la regulación del desarrollo de tejidos y órganos durante la formación del feto y para el recambio celular en el individuo adulto.

La eliminación de miles de millones de células de forma controlada, mediante apoptosis, es un proceso que tiene lugar en los cuerpos humanos a diario. En este sentido, se ha observado un aumento de apoptosis en diferentes patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.

Este proceso puede activarse cuando un receptor de las células (llamado Fas) se une con su activador (llamado FasL). En este sentido, recientemente el grupo de investigación había encontrado que la cantidad de apoptosis, evaluado por la concentración sanguínea de Fas, se asociaba con la mortalidad de pacientes con sepsis o infección grave.

Cada día se produce en el cuerpo humano la eliminación de miles de millones de células de forma controlada mediante la apoptosis, para que exista un equilibrio con la proliferación celular y un adecuado número de células.

Se ha observado un aumento de la apoptosis en diferentes patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer.

Este proceso puede activarse cuando un receptor de las células (llamado Fas) se une con su activador (llamado FasL). Recientemente, este grupo de investigación había encontrado que la cantidad de apoptosis, evaluado por la concentración sanguínea de Fas, se asociaba con la mortalidad de pacientes con sepsis o infección grave.

Resultados del estudio

El trabajo se ha realizado determinándose los niveles sanguíneos de Fas al ingreso de los pacientes. Los pacientes con niveles séricos de Fas>846 ng/mL mostraron una mayor tasa de mortalidad en los primeros 30 días que los que tienen niveles<846 ng/mL (62% vs 8%).

En conclusión, este estudio estudio es el primero que encuentra una asociación entre la apoptosis (evaluada por la concentración sanguínea de Fas) y la mortalidad en pacientes COVID-19.

Asimismo, es la quinta publicación del grupo sobre pacientes COVID-19 de los hospitales públicos de Canarias. 

En publicaciones previas, analizaron que la genética, la forma de los hematíes, los niveles sanguíneos de nitratos y el daño oxidativo del ADN se asocian con la mortalidad.

En estudios con animales que se les ha provocado una sepsis (o infección grave), la administración de fármacos antiapoptóticos ha reducido la mortalidad.

26 de junio: San Josemaría Escrivá de Balaguer

A todos nos interesa ser personas creíbles, pero lo realmente importante es ser buenos. Y, ¿qué es ser bueno? “Bueno es el hombre que es tal y como Dios ha imaginado al hombre. Bueno es el hombre que es conforme a Dios; el hombre en quien brilla algo de la luz de Dios. Bueno es el hombre que no tapa con su propio yo la luz de Dios” (J. Ratzinger, “Wolfgang de Regensburg”).

San Agustín contó en una ocasión que tras su ordenación sacerdotal había llorado en silencio, porque ahora no debía rendir cuenta de su propia vida, sino también se le preguntará por los muchos que le han sido confiados. Deben renunciar a su propia vida, por decirlo así, y tomar sobre sí el equipaje de los demás, porque el Señor así lo quiere. Algo parecido encontramos en la historia de las grandes vocaciones. Un Moisés, un Jeremías, un Jonás, se resisten a las exigencias de Dios. Temían, no sólo la contradicción de los hombres, sino, sobre todo, su propia insuficiencia.

San Josemaría percibía una enorme desproporción entre lo que Dios le pedía y lo que él era… En 1928 él, tenía 26 años, la gracia de Dios y buen humor. Josemaría era consciente de la envergadura de la tarea que Dios le encomendaba.

Los que le conocieron dicen que escucharle daba vértigo: vislumbraban que aquello era una empresa de Dios, y que Dios la inspiraba a un hombre. Uno de los muchachos que asistía a las primeras Charlas que daba el Fundador, decía:

—“Esto no se le pudo ocurrir al Padre”.

Escribe el Fundador: “Quiso el Señor promover su Obra cuando, en la mayoría de los países, elites y masas enteras parecían alejarse de la Fuente de toda gracia; cuando, incluso en países de vieja historia cristiana, escaseaba la frecuencia de Sacramentos por parte del pueblo; cuando vastos estratos del laicado parecían adormilados, como si se hubiese desvanecido su fe operativa” (Carta 25-I-1961, n. 13 en revista Romana 31, 2000).

San Josemaría Escrivá hablaba con vigor de que “se han abierto los caminos divinos de la tierra”. Todas las ocupaciones pueden ser ocasión de encuentro con Dios: el estudio, el trabajo, el hogar… El común vivir de los hombres y mujeres debe ser valorado en su justa dimensión: como camino de santidad, como realidad en la que deben luchar por agradar a Dios; es decir, por ser santos.

En alguna ocasión, dijo el Postulador de la Causa de canonización: Cuando se estudia la vida de los santos lo más interesante no es tanto lo que ellos hicieron o su reacción ante la gracia, sino hacerse una idea de la acción de Dios en su persona. La historia de su alma es excepcional: estamos frente a una gracia divina particular; lo que Dios ha operado en su alma delinea una misión única en la historia de la Iglesia.

El Postulador de la causa de su canonización, Flavio Capucci, comentó que sus visitas a la Villa de Guadalupe, en mayo de 1970 en México, dejaron una huella honda en su vida. Afirmó que el fruto que él sacó de esas visitas fue la confianza absoluta en la Virgen. Cuando él veía la imposibilidad de poner remedio a situaciones difíciles con sus solas fuerzas -que era siempre-, acudía a la oración, y normalmente iba a santuarios marianos, y salía siempre reconfortado. Por eso nos decía que el optimismo es una actitud propia del cristiano. El cristiano debía vencer siempre toda mentalidad de angustia, de víctima y de preocupación, y confiar en Dios.

El 26 de junio próximo, se cumplen 46 años de que el Fundador del Opus Dei (Obra de Dios), San Josemaría Escrivá, terminó su vida terrena y nació a la vida verdadera. El 2 de octubre de1928, San Josemaría Escrivá, recibe en su corazón la semilla del Opus Dei, ve lo nuclear de este espíritu. En 1931 ve que la filiación divina ha de estar en la base de su espíritu.

La actividad del Opus Dei se resume en la formación de los fieles de la prelatura para que desarrollen —cada uno en su propio lugar en la Iglesia y en el mundo— una actividad apostólica multiforme, apoyando la tarea evangelizadora de los pastores y promoviendo a su alrededor el ideal de la llamada universal a la santidad. En consecuencia, la labor que llevan a cabo los fieles del Opus Dei, no se limita a un campo específico, como la educación, la atención a enfermos o la ayuda a discapacitados. Todos los cristianos han de cooperar a solucionar cristianamente los problemas de la sociedad y deben dar testimonio constante de su fe.

«La historia del Opus Dei se cuenta mejor a través de las personas»

¿Cómo se puede contar del mejor modo la historia del Opus Dei? Esta es una de las preguntas que se han planteado los historiadores reunidos en el primer congreso de historia del Opus Dei, que se ha celebrado los días 16 y 17 de junio en el Campus de Madrid de la Universidad de Navarra.

“La historia del Opus Dei es una historia por relatar, bastante desconocida, una historia llena de actores muy distintos que comparten un carisma y lo encarnan cada uno a su manera. No es lo mismo hablar de la historia de una institución (de sus entes de gobierno y decisiones) que considerar que lo importante de la historia de la Obra son las historias de quienes han escuchado ese mensaje y lo han hecho vida”, señala el profesor Santiago Martínez, director académico del congreso.

Los participantes están impulsando el estudio biográfico de personas del Opus Dei, especialmente el de las primeras mujeres, como la poetisa de la Generación del 27 Ernestina de Champourcin, la periodista y empresaria Mercedes Eguíbar, la escultora Hortensia Núñez-Ladeveze o Elena Blesa, primera agregada del Opus Dei.

“Nos gustaría hacer más visibles a mujeres del Opus Dei pioneras que se escapan de los estereotipos de mujeres de su época. Que el Opus Dei separe los apostolados de hombres y mujeres hace que éstas, desde el principio, estén motivadas para que, cuando la etapa de expansión del Opus Dei se estabilice, pongan en marcha iniciativas educativas y asistenciales muy importantes cuyos frutos vemos hoy”, detalla Santiago Martínez.

Al principio, había muy pocas mujeres y debido al ritmo acelerado de la expansión se hicieron cargo de la atención doméstica de los centros que se iban abriendo. Cuando el número de mujeres de la Obra creció, pudieron dedicarse también a otro tipo de ejercicio profesional o a desarrollar iniciativas educativas, sociales, asistenciales, etc. Hoy, 80 años después, el Opus Dei es mayoritariamente femenino (el 60% de sus miembros son mujeres), y han puesto en marcha muchísimas iniciativas que hablan de esa idea que tuvo al inicio san Josemaría Escrivá sobre las mujeres. “No hay duda de que el embrión de ese empoderamiento estaba desde el principio”, asegura el profesor.

En otro eje del congreso se han estudiado los movimientos católicos contemporáneos a la Obra entre 1939 y 1962, periodo histórico que acota el congreso. “La Iglesia católica es muy rica en iniciativas, carismas, sensibilidades, movimientos… y el Opus Dei es uno más”, subraya. Los historiadores han profundizado en la convivencia del Opus Dei con instituciones como Congregaciones Marianas, Acción Católica o la Asociación de Propagandistas.

Asimismo se ha profundizado en el desarrollo de la Obra en la década de los cuarenta: “De una institución que es masculina, urbana y universitaria en la década de 1940, pasa a ser una institución más rural y más femenina desde los años cincuenta. Este cambio sociológico se produce por la vitalidad del apostolado con personas casadas, la labor de los sacerdotes diocesanos y el primer acercamiento al apostolado con el mundo obrero”, concluye.

Líneas de futuro

En cuanto a líneas de futuro del Centro de Documentación y Estudios Josemaría Escrivá de Balaguer, el profesor Martínez señala la continuidad de las ediciones críticas de textos de san Josemaría, los proyectos de investigación relacionados con nuevas biografías, así como nuevas líneas de trabajo sobre la expansión de la Obra en España, los sacerdotes diocesanos y el apostolado con las personas que mayoritariamente están casadas, los supernumerarios. “Los supernumerarios son estadísticamente el grupo más numeroso en la Obra, el 80%, y el menos estudiado hasta el momento. Como hemos dicho al principio, queremos conocer mejor quiénes eran, qué hicieron, qué les atraía del mensaje de la Obra y cómo lo vivían porque a través de sus vidas es más fácil contar la historia del Opus Dei”.

El comité organizador del congreso está formado por los profesores: Santiago Martínez, Inmaculada Alva, Mercedes Montero, Onésimo Díaz, Fernando Crovetto y Federico Requena.