El 17 de marzo falleció en Holland (Massachusetts, Estados Unidos), a los 80 años de edad, Dick Hoyt, quien con su hijo Rick formó el célebre Equipo Hoyt. Juntos participaron en 257 competiciones de triatlón y 72 maratones, en una historia de superación que es por sí misma todo un desmentido a la cultura de la muerte y a la aniquilación de la figura paterna por parte de la cultura contemporánea. Rick nació en 1962 con parálisis cerebral por falta de oxígeno al estrangularse durante el embarazo con el cordón umbilical. Muchos animaron a sus padres a internarlo desde pequeño porque iba a ser siempre «un vegetal», pero ellos apostaron por intensificar las vías de comunicación visual y auditiva que apreciaban en el pequeño. Y lo consiguieron. Aprendió el alfabeto, y conectándole a una computadora descubrieron que su inteligencia le permitía un aprendizaje casi normal. Aunque nunca ha podido andar ni hablar, fue al colegio y en 1993 completó sus estudios universitarios y trabaja en el diseño de sistemas informáticos orientados a personas con necesidades especiales. Pero la fama para los Hoyt llegó por otro camino. En 1977, Rick pidió a su padre participar en una carrera benéfica. Dick tenía 36 años y era teniente coronel retirado de la Guardia Nacional Aérea. Aún era joven y su forma física era buena, pero no tenía preparación como corredor. Aun así, por dar satisfacción a su hijo, se entrenó duro. Mientras él estaba en clase, salí a correr cargando la silla con peso equivalente. Participaron en 1130 competiciones hasta que Dick lo dejó en 2014, con 73 años. Cuando competían, decían que el padre era el cuerpo y el hijo era el corazón. Pero es el corazón del padre el que asombró al mundo. «Papá, cuando corro, no me siento discapacitado», le decía su hijo. Ése era el premio que lo compensaba todo.
Día: 22 de marzo de 2021
Predicar, confesar, esquiar, ir en Kawasaki, pintar iconos rezando… el día a día del padre Jim
«La mayor injusticia del mundo es olvidarse de agradecer a Dios», enseña

Jim Perkl, de 62 años, es sacerdote en Burnsville (Minnesota, EEUU). Los feligreses de su parroquia le conocen por su espesa barba blanca y sus peculiares aficiones: deporte, su moto Kawasaki y su pasión por pintar iconos.
Conoció su vocación en un lugar milagroso
“Conocí mi vocación en el estanque de Betesda, en Jerusalén, durante un programa de estudios en el St. Olaf College”, cuenta en The Catholic Spirit. Era 1979 y aquel mismo día “mis compañeros dijeron que `ya que estamos todos de viaje, ¡no nos afeitaremos!´ Así empezó todo”, recuerda el padre Jim, que desde aquel día luce una frondosa barba, hoy blanca.
En 1984 se ordenó sacerdote. “Tras ordenarme, estaba en el seminario de St. John Vianney trabajando como director espiritual cuando escuché que se impartían unas clases de iconos. Nunca había cogido un pincel”, explica el sacerdote, aunque admite que sus padres sí pintaban.
Aprendió así a escribir iconos (pues, según la tradición griega, los iconos se ‘escriben’, no son meramente pintados). Esta disciplina se convirtió en su “otra forma de predicar y de anunciar el Evangelio”.
Para el padre Jim, “la pintura de iconos es un regalo de Dios. Él tiene su propia manera de relacionar ideas y sucesos, y la pintura de iconos, por ser un proceso silencioso y que favorece la oración, me ha ayudado en esa reflexión”.
¿Casualidades o señales de Dios?
Perkl recuerda algunas sorpresas que le han sucedido realizando algunos iconos. “Por ejemplo, hice uno para la sala de San Olaf en el seminario de San Pablo. Estaba realizando los últimos detalles y añadiendo pequeñas impresiones en el halo dorado. Era de noche y yo estaba muy cansado, pero de repente me vino un curioso pensamiento: `¡Cuéntalas! ¿Estás seguro de que quieres hacer más impresiones? Quizá ya esté terminado…´”.
Jim se apresuró a contar las impresiones y descubrió que eran 84, el año en que fue ordenado. “El sacerdocio te da un asiento de primera fila ante la vida, y los iconos te ayudan a pintar aquello que ves. Aquel icono, con sus 84 impresiones que significaban mi ordenación, era una anticipación de los seminaristas que contemplasen con aquel icono su próxima ordenación”.

El padre Jim Perkl, con algunos de sus iconos. A la izquierda, el Buen Pastor para la misión de Risen Savior en Filipinas (Catholic Spirit)
Sus iconos han dado la vuelta al mundo
Jerry y Barb Krosnowski son dos feligreses de la parroquia del padre Perkl en Burnsville que luchan contra el hambre en el Tercer Mundo. Desde 1967, Risen Savior Missions, el proyecto de este matrimonio, ha enviado a Filipinas más de 56 millones de comidas a los más necesitados, y el sacerdote quiso agradecerles su trabajo.
“Hice un icono del Buen Pastor para Jerry y las misiones, para mostrar como su proyecto ayuda a los niños y a los más necesitados, alimentándoles e impartiéndoles la eucaristía”, explicó el sacerdote, que incluyó fotografías de los niños junto a la alegoría de Cristo del Buen Pastor.
Desafiando un toro en España
Preguntado por sus aficiones, el sacerdote menciona que le gusta esquiar, patinar y caminar.
Recuerda especialmente “el año sabático que tomé antes de la pandemia. Hicimos el Camino de Santiago en España. Era el tercer pueblo por el que pasábamos en el que veíamos toros, y pensé: `El hombre contra el toro, vamos a hacerlo´”. Iban a correr delante de los animales.
“El toro nos embistió tres veces. Después hubo bebidas para todos, nunca había visto a gente tan feliz, pero mi sabiduría me dice que no vuelva a correr delante de los toros”.
El padre Perkl también tiene “una motocicleta, de la vieja escuela”, matiza: Una Kawasaki Concours 2000. “No la uso como medio de transporte diario, solo para hacer viajes largos, me resulta muy relajante. Un amigo de un feligrés se enteró de que necesitaba una moto, y entre los chicos de los Cursillos y los Caballeros de Colón me la regalaron”.

El sacerdote Jim Perkl imparte la bendición a un conductor (Catholic Spirit)
«¿A quién amas?», pregunta en las confesiones
Perkl disfruta viendo los frutos espirituales de la confesión.“Cuando me encuentro con penitentes que no saben ni por dónde empezar, les preguntó que a quién aman. Suelen responder que a su familia, a Dios y a los demás”, menciona el padre Jim.
“Entonces les preguntó de qué modo han hecho daño a sus seres queridos y comienzan a hablar de todo lo que han ocultado durante años. Ahí es cuando comienza el sacramento de la penitencia, y empiezan a sentir alivio de la carga que han llevado durante tanto tiempo. Es precioso presenciar la sanación espiritual del Señor”.
Reservar un lugar de oración en casa
“Jesucristo siempre desea penetrar profundamente el corazón de los fieles”, menciona el padre Perkl, refiriéndose a la importancia de la oración. “Antes de la pandemia, el padre Tim y yo invitamos a nuestros feligreses a reservar un lugar de oración en sus hogares, para darle a Jesús un lugar de descanso en el hogar.
El sacerdote concluye remarcando la importancia de la oración. “El domingo es el día de descanso, y oración. La mayor injusticia del mundo es olvidarse de agradecer a Dios, que todo lo provee”, explica. “Haciendo caso a la gracia en nuestra vida, nos aguarda un maravilloso mensaje que espera a ser descubierto”.
A LA CIUDADANÍA

Covid significa “Certificado de identidad de vacunación con inteligencia artificial”, ni más ni menos que el plan internacional para reducir la población en el mundo. La gente no investiga qué contienen las vacunas, y la 2ª dosis agravará su situación. Pocos saben que con ella pretenden meter un virus, ahora sí mortal, porque dicen que somos demasiados en el mundo: ¡Se trata de despoblar! Bill Gates dijo: “Para salvar a la humanidad se necesita un genocidio”, y él es el principal promotor de las vacunas. Su abuelo, y su padre eran racistas promotores de la eugenesia.
La vacuna no previene de una infección y sí corren riesgo al recibirla (lo dicen los mismos fabricantes). Además, los expertos dicen que los cubrebocas no protegen contra el virus. El sistema inmunológico necesita contacto, ¿por qué mantener la distancia?
Los “Médicos por la Verdad” alertan, pero los medios de comunicación los silencian y bajan su información de internet, Facebook, YouTube y demás.
Joseph Mercola sí es fiable pues no se mueve por dinero y conoce la corrupción de las grandes farmacéuticas. El dueño de la CNN, Ted Turner, asegura que lo ideal es reducir la población de siete mil millones a 500 millones. Hace años Gates dijo que la solución para reducir la población eran las vacunas “obligatorias”.
La Dra. Alexandra Henrion-Caude, francesa, experta en medicina genética, coincide con Dolores Cahill, al asegurar el Covid es un virus manipulado por el hombre, que el 30% de los vacunados morirán en pocos meses, y su muerte se atribuirá a la nueva cepa del Covid.
Las vacunas que se hagan en los propios países, quizás puedan ser fiables pero las ya hechas contienen materiales nocivos. Supe que en Querétaro (México) se está elaborando una vacuna que puede ser fiable… si los que la hacen con personas honestas.
Algunos eclesiásticos han recomendado las vacunas, por ignorancia o por maldad, no lo sé, pero lo que sí sé es que, así como hay una Élite oscura, también hay una Élite eclesiástica oscura (Deep Church, la llaman los ingleses), lamentablemente.
Todo lo que se dice de “despoblar la Tierra” no extraña a los que hemos seguido de cerca las Conferencias de la ONU, ya que es su “obsesión”, y conocer da cierta sensibilidad para entender cuando la Élite mundialista habla entre líneas.
Lo ideal es fortalecer nuestro sistema inmunológico e Informarse en los medios independientes.
No hay exceso de mortalidad en el mundo, están inflando las cifras para que la gente entre en pánico “pida a gritos la vacuna”. Martha Morales