“Ya no creo en Dios”, dice alguno

Le podrías contestar: “. Pero Él sí cree en ti. Tú te alejaste de Dios, pero, lo sepas o no, Él te está esperando con inmenso amor y con su misericordia. No para echarte en cara nada sino para sanar tus heridas”. Sin embargo, a veces esperamos que sea Dios quien se adapte a nuestro modo de pensar o a nuestro estilo de vida, y no es eso, se trata de identificarnos con la Voluntad de Dios.

El escándalo del mal y el sufrimiento de los inocentes ha sido siempre una de las justificaciones del ateísmo y del rechazo de un Dios personal y bueno. Este rechazo procede de no aceptar el sentido de la libertad del hombre, que implica su capacidad de hacer tanto el bien como el mal.

Muchos creyentes se dejan dominar por una mentalidad hedonista, consumista y relativista, entonces se adormece la conciencia.

Edith Stein decía: “No aceptes como verdad lo que esté privado del amor”, el uno sin el otro se convierte en una mentira destructora”.

Se puede probar la existencia de Dios a través de la Apologética. Los argumentos más sólidos son los metafísicos que son las cinco vías de Tomás de Aquino o vías tomistas. Aquí no las voy a explicar porque es tarea del interesado.

A Dios lo conocemos por sus obras. Lo invisible de Dios se hace reconocible a través de la creación de sus obras. La idolatría consiste en equivocarse de quién es Dios.

El ateísmo en la antigüedad era escaso, hay quienes desconfiaron de sus dioses, como Demócrito. Los dioses que niegan Demócrito y Leucipo –filósofos atomistas- son los dioses del Olimpo. Los dioses negados son ridículos, no son una explicación del universo.

Queremos demostrar la existencia de Dios para profundizar en un misterio en el que ya creemos. No cuestionamos su existencia, sino que las obras de Dios pregonan su gloria, proclaman quién es Dios. Queremos profundizar en la belleza de su Ser para hacer más consistente nuestra relación. Nos preguntamos para creer con más razones. Queremos demostrar la existencia de Dios para allanar el camino al que no cree, para que vea que es posible creer. La razón humana no reemplaza la fe pero sí despeja el terreno para creer.

Es frecuente que un científico diga que la fe es producto de la Ignorancia, entonces uno se arma de paciencia y le dice a la persona. El dios que niega es “el dios para huecos”, ese no es mi Dios, no es el Dios verdadero. Queremos allanar el camino para el que duda o para el que no cree.

Otras personas se acercan a Dios por testimonios, un poco emocionales, ya sea de su experiencia o de la experiencia de seres amados. Las pruebas morales y las testimoniales son de persuasión. Allí quedan dudas que quedan sin resolverse.

Las demostraciones sólidas sirven para quitar obstáculos y para afianzar a los que ya creen, las demostraciones testimoniales, sirven para los que no creen. La racionalidad tiene una capacidad muy limitada de persuasión.

El ser humano con una sensibilidad fina se conmueve ante la Capilla Sixtina pintada por Miguel Ángel.

Los regímenes ateos como el comunismo soviético, no pudieron derribar las cúpulas del Kremlin, no suprimieron los mosaicos del Pantocrátor y el arte cristiano.

Hay gente que reza porque piensa: ¿Qué va a pasar con mis hijos si se los lleva el ateísmo? Se quedan con pocas raíces.

Para volver a Dios, ayuda mucho acudir a la Confesión. Para ello hay que ver más allá del sacerdote, es decir, ver al Sumo Sacerdote, en donde encontramos la salud y el camino.

Nelson Medina explica los dos límites de la racionalidad humana: los sociales y los psicológicos.

Los límites sociales de la racionalidad es lo que se llama “ir contra corriente”, eso pasa cuando se entra a un tema ético en donde no se está de acuerdo con la mayoría. Es muy difícil contradecir lo social. Decía Santo Tomás: “Sólo niega a Dios aquel a quien no le conviene que exista”. Hay gente que atribuye su fe a un hecho social o cultural, y de allí se concluye que se es creyente por accidente. Saber preguntarse por encima de lo cultural y de lo social es difícil, pero se puede superar: ¿Qué hay de convicción y qué hay de costumbre?

La limitación psicológica tiene que ver con la historia de uno mismo. Si se reflexiona uno descubre cosas que no funcionan. Situémonos en el caso de un hombre que dice: “Yo vivo y dejo vivir”. En su historia personal tiene amigos y tiene novia. Todo parecía ir bien, pero de repente siente la rutina y empieza a salir con otra mujer. La novia ve que es infiel. Él le dice: “Yo no tengo ningún contrato contigo, que cada uno haga lo que quiera. Yo quiero ser independiente”. Él queda tranquilo, pero ella tenía implicado el corazón y ella se siente estafada. La causa del sufrimiento es él. El muchacho trata de justificarse pero por dentro concluye: “Soy una porquería, un asco”. Se da cuenta de que el principio que ha guiado su vida no funciona. Ese principio deja a la gente lastimada, y debe reformarlo. Ese señor luego va a defraudar a los hijos si no cambia.

Toda fe es una apuesta. ¿A qué le apuestas?

La existencia de Dios se puede demostrar, pero aun demostrada, se puede siempre preguntar. 

Rezar por las almas del Purgatorio

“He aquí que paso la noche rezando por las almas del Purgatorio, y el día por la conversión de los pecadores. La práctica de la oración por la liberación del Purgatorio es, después de haber rezado por la conversión de los pecadores, la más agradable a Dios” (El Santo Cura de Ars).

En el Purgatorio las almas de los justos pagan su deuda a la justicia Divina. Las penas del Purgatorio no son las mismas para todas las almas. Varían en duración e intensidad según la culpabilidad de cada uno. En el Purgatorio reina una gran paz y una alegría cierta pues ven su pena como un medio de glorificar a Dios y llegar al Cielo.

Las almas del Purgatorio están seguras de su salvación, no tienen el menor movimiento de impaciencia ni cometen la menor imperfección; pero en la otra vida ya no pueden merecer. Aman a Dios más que a sí mismas. Están en una especie de infierno en cuanto al dolor, pero en un paraíso en cuanto a la dulzura que hay en su corazón. Allí las almas están en un estado de necesidad y de receptividad. Nuestras oraciones las alivian mucho, y más aún la Santa Misa. Por eso es oportuno ofrecer en noviembre la Misa, la Comunión y el Rosario por ellas.

Cuando la Iglesia dejó de hablar del purgatorio, la gente empezó a darle importancia a la reencarnación porque el ser humano ve la necesidad de purificación. Por eso es importante hablar sobre el purgatorio.

En el libro El Purgatorio, Una revelación particular. Anónimo. Ed. Rialp, Madrid 2007, se lee:

Las almas del Purgatorio sufren mucho al verse olvidadas por las personas que viven en la tierra, porque ven en ello una negligencia.

“Me ha sido mostrado que en el seno del purgatorio hay constantemente un número de almas muy superior al de las personas que están todavía en la tierra. Y masas y masas llegan cada día” (100). Hay muchas más almas en el Purgatorio que en el infierno. El autor del libro escribe: Un Ángel me dice: “El peligro de condenarse va siempre creciendo debido a las aberraciones de vuestra manera de vivir (…) No hay ni un alma de cada diez que trabaje para su salvación. Estáis ante un periodo muy grave a causa de los atentados perpetrados directamente contra la vida y contra las fuentes mismas de la vida. Dios está presto a castigar a la humanidad a la medida de sus crímenes. La santidad de Dios tiene para vosotros grandes exigencias. Olvidáis que sois creados a imagen y semejanza de Dios (…). Pero la Trinidad va a suscitar entre vosotros un ejército de santos, un gran número de adoradores que despreciarán lo mundano para dedicarse a buscar la gloria de Dios, y para trabajar en el silencio y la oración por la salvación de todos sus hermanos” (101-103).

Las benditas almas del Purgatorio “se unen de manera particular a todas las celebraciones litúrgicas de la tierra, y estas fiestas marcan para ellas un cierto ritmo, aunque no conocen ya la medida del tiempo” (130). Con ocasión de algunas fiestas y, especialmente, las de la Virgen, muchas son liberadas.

María SIMMA escribe: Ningún alma querría volver del Purgatorio a la tierra: Aún cuando allá el sufrimiento es terrible, sin embargo, existe la certeza de vivir para siempre con Dios. No quieren volver a la tierra, donde nunca estamos seguros de nada.

Los pecados que llevan al Purgatorio son los pecados contra la caridad, la dureza de corazón, la hostilidad, la maledicencia, la calumnia, rehusarse a la reconciliación… La persona que desaprovecha sus sufrimientos, al morir ve lo mucho que pudo haber ganado –para el bien de ella y de otros, por la comunión de los santos-, llevándolos bien.

Lo mejor que podemos hacer, dice María Simma, es unir nuestros sufrimientos a los de Jesús, poniéndolos en manos de María Santísima. Contemplar los sufrimientos del Señor en el Via Crucis ayuda a odiar el pecado y desear la salvación de todas las personas, y esto da alivio a las almas del Purgatorio. Por medio del Rosario, muchas almas salen del Purgatorio. Las indulgencias tienen también un valor inestimable para ellas.

Las almas del Purgatorio no pueden ya hacer nada en favor de sí mismas porque al momento de la muerte, el tiempo de ganar méritos se termina. Si los vivos no rezan por ellas, quedan abandonadas. Cada uno de nosotros tiene el inmenso poder de aliviarlas. Mientras estamos vivos podemos reparar el mal que hagamos hecho. Pero a menudo el sufrimiento nos lleva a rebelarnos.

Los sufrimientos son la prueba más grande del amor de Dios. Debemos acogerlos como un don y entregarlo a Nuestra Señora. Ella es quien sabe mejor quien necesita tal o cual ofrenda para salvarse. Los sufrimientos soportados con paciencia salvan más almas que la oración, dice María; pero la oración nos ayuda a soportar nuestros sufrimientos.

En el Purgatorio hay diferentes grados de dolor. Cada alma tiene un sufrimiento único. Los Ángeles custodios les proporcionan consuelo.

Imagina tu historia de amor

Una de las cosas más importantes en la vida es tener y dar amor. El matrimonio puede ser un camino de felicidad, pero hay que ser exigentes. Si tienes novio o novia, pregúntate “¿lo conozco?”. Porque muchas veces salen y entran pero no se conocen a fondo. Hay que saber cuáles son sus creencias en el terreno espiritual, qué piensa de la libertad, cómo piensa en general, a qué aspira. Hay que pasar bastantes horas hablando. Hay parejas a las que les sobra cama y les falta sofá. El amor no resuelve los problemas psicológicos, eso se arregla con el especialista.

El rostro, la cara de una persona es programática, anuncia la vida. Las personas inteligentes se enamoran no sólo de lo de fuera –de la belleza exterior-, sino de lo de dentro –de la belleza interior de esa persona-, de sus valores.

Es un error pensar con el corazón, hay que pensar con la cabeza y educar el corazón. Un adolescente le dijo a su padre:

— Fulano vive con su novia.

Su padre respondió:

—  ¿Por qué piensas que hace mal?… ¿No estará estropeando su historia de amor?

Las preguntas ayudan a saber razonarle el porqué de sus principios.

El plan de Dios nunca incluye romper los mandamientos ni romper lo que enseña la Biblia. Nunca es voluntad de Dios el pecado. Para que Dios nos muestre su voluntad debemos de tener deseos de conocerla y Dios nos va a mostrar su voluntad. Dios no quiere el uso de anticonceptivos sino la abstinencia en los solteros y la castidad conyugal en el matrimonio; y esta castidad implica respetar el curso natural de las relaciones íntimas.El plan de Dios nunca incluye romper los mandamientos ni romper lo que enseña la Biblia. Nunca es voluntad de Dios el pecado. Para que Dios nos muestre su voluntad debemos de tener deseos de conocerla y Dios nos va a mostrar su voluntad. Dios no quiere el uso de anticonceptivos sino la abstinencia en los solteros y la castidad conyugal en el matrimonio; y esta castidad implica respetar el curso natural de las relaciones íntimas.

Una amiga que vive en Estados Unidos me dijo algo que me hizo pensar:

Lo que a ustedes los latinoamericanos los salva el hecho de que aún hay romanticismo en sus jóvenes. Acá se acabó hace años.

<p class="has-text-align-justify" value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">El amor implica exclusividad —sólo esta persona— y lleva la nota del “para siempre”. El amor tiende a la eternidad, a dar ya recibir: a ser amor eterno.El amor implica exclusividad —sólo esta persona— y lleva la nota del “para siempre”. El amor tiende a la eternidad, a dar ya recibir: a ser amor eterno.

El amor es salir del “yo”, del egoísmo. Hay amores falsos que tienden al provecho personal, hay amores brutalmente posesivos; pero el verdadero amor es benevolente aunque no deja de tener su toque de posesivo.

<p class="has-text-align-justify" value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">La fe es el criterio que define nuestro estilo de vida. “Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne, en cambio los que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu” (Rom 8,5). Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad” (1 Tes 4,7).La fe es el criterio que define nuestro estilo de vida. “Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne, en cambio los que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu” (Rom 8,5). Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad” (1 Tes 4,7).

CERRADA LA TUMBA DE CARLO ACUTIS

Este miércoles, el obispo Marcello Semeraro, nuevo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, se desplazó hasta Asís para proceder al cierre de la tumba del Carlo Acutis, que no volverá a abrirse a la veneración de los fieles hasta el mes de mayo. Ha sido visitada por más de cuarenta mil personas desde los días que precedieron a su beatificación, el 10 de octubre. La vida de este joven devoto de la Eucaristía ha roto barreras impensables, con una acogida mundial de su historia por cauces mediáticos no habituales.

Carlo Acutis abre brecha en una sociedad postcristiana

«Te deja en shock», confiesa Iker Jiménez

Carlo Acutis ha abierto brecha como pocos en los muros que van más allá de la Iglesia. La historia de este joven italiano beatificado el pasado 10 de octubre se ha convertido en todo un fenómeno. Ver a este adolescente elevado a los altares y vestido con sudadera, zapatillas deportivas y pantalones vaqueros ha permitido que sean millones de personas no religiosas las que hayan llegado a conocer a través de internet a “un santo de nuestros días”.

Precisamente, ha sido a través de internet donde Carlo Acutis abrió esta brecha tanto en vida como ya muerto. Llamado popularmente como el “apóstol de internet” durante estas semanas él mismo ha estado evangelizando pues la casi totalidad de la prensa generalista, e incluso la tradicionalmente anticatólica, los informativos de televisión y hasta en la prensa deportiva han mostrado su vida.

Una puerta abierta a un público no católico

La historia de Acutis no ha pasado desapercibido tampoco para Iker Jiménez, director y presentador de Cuarto Milenio, el programa que se emite en Cuatro los domingos por la noche en horario de máxima audiencia. Y el tema central en su último programa fue este adolescente, al que definió como “un niño bueno, que ayudaba a los demás y que a una edad temprana sintió una conexión con las alturas”.

Una vez más, el fenómeno Carlo Acutis quedó patente, pues el programa que tuvo como tema principal a este beato adolescente fue el espacio más visto de todo el canal ese día, consiguiendo una cuota media de pantalla del 6,5% y 1.041.000 espectadores. La emisión fue sintonizada en algún momento por casi 5,7 millones de personas.

“Es una historia que te deja en shock”, confesó Iker Jiménez al conocer la fe desde niño de este beato y las obras que realizó en su vida como la asistencia a los pobres, su amor por la Eucaristía o su evangelización a través de internet.

Cabe destacar que el especial sobre Carlo Acutis de Cuarto Milenio no se centró en el “misterio” que rodea al cuerpo “casi intacto” del joven, lo que caracteriza este espacio. Se hizo un repaso muy respetuoso por la vida y muerte del adolescente, y su proceso de beatificación.

Un tema tratado con gran respeto

Durante los últimos años Iker Jiménez ha salido en defensa de la Iglesia en varias ocasiones y el respeto por el catolicismo en su programa es cada vez más evidente.

Nacho Navarro, colaborador del programa, fue relatando la vida de Carlo Acutis y recordó que en una semana la leucemia acabó con su vida. “Los médicos estaban anonadados con la fuerza y felicidad de Carlo porque él hablaba de su autopista hasta el cielo”, contaba.

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Cuarto Milenio mostró un vídeo del propio Carlo en el que decía: “estoy destinado a morir”. Además, recordaban su ‘profecía’ en la que anunciaba que cuando pesara 70 kilos moriría.

En el programa destacaron que pese a provenir de una familia católica, sus padres no eran practicantes por lo que sorprendía aún más la ferviente fe que manifestó este beato desde que casi era un bebé. “Cuando tenía 3 años pedía pasar a todas las iglesias y visitar el Santísimo. Iba a los parques para coger flores y dárselas a su ‘cómplice’, que era la Virgen”, explicaba Navarro a un boquiabierto Iker Jiménez.

«Tecnología y fe pueden ir de la mano»

Tras su primera comunión le pudo su amor por la Eucaristía, y su visita a la iglesia era diaria, contaban también, al igual que la sorpresa que se llevaron sus padres en el funeral de Carlo. “Estaba a rebosar y no conocían a casi nadie. Había transeúntes, gente sin techo… a los que desde que tenía cinco años iba recolectando dinero para comprarles comida, sacos de dormir, colchones… y se llenó la iglesia de estas personas”, agregaba el colaborador de Cuarto Milenio.

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Su enorme manejo de internet y de las nuevas tecnologías fue otro de los puntos que más llamó la atención al presentador de Cuatro. El uso de sus talentos para evangelizar a través de la red y realizar webs con los milagros eucarísticos aprobados por la Iglesia ha hecho que se le considera que como el “influencer de Dios” o un “ciberapóstol”. “Tecnología y fe pueden ir de la mano”, agregaban en el programa.

Como programa de “misterio” que es tampoco podía faltar la gran repercusión que ha tenido el estado del cuerpo de Carlo Acutis. Tras hablar de su amor por Asís y su deseo de ser enterrado cerca de San Francisco hablaron de la exhumación de y de la sorpresa al encontrar el cuerpo en un estado de conservación muy bueno, no incorrupto, pero sí “prácticamente intacto”.

«Un santo de nuestros días»

Tampoco faltó información del milagro del niño brasileño curado por intercesión de Carlo Acutis destacando que “cuando hablamos de beatificaciones no se puede hablar tan alegremente, porque el elenco científico del Vaticano es muy estricto”, dejando claro que el proceso médico y científico es muy exhaustivo.

Todos nacemos originales, pero muchos mueren como fotocopias”. Esta frase de Carlo Acutis y que el Papa Francisco ha destacado que le llamó mucho la atención también dejó admirado a Iker Jiménez, que confesó estar en “shock” con alguien como Carlo Acutis, “un santo de nuestro tiempo”.

El último deseo de Don José, un servidor «esencial»

El capellán-ingeniero del Hospital de Cuidados Laguna encadenó su muerte a la de su amigo Fermín, viudo hace un tiempo, y fallecido por coronavirus. Antes de recalar en Laguna había sido capellán general de la Policía Nacional. Falleció el 31 de marzo, entre la pena de una legión de sanitarios y amigos que no pudieron darle el último adiós, y que ahora le homenajean en este vídeo.

ABC Nuestro Giuseppe Berdelli español: el último deseo de Don José, un servidor «esencial» (Noticia publicada el 4 de abril de 2020)

A don José le gustaba mucho cantar. Amenizó las «mañanitas» de muchos enfermos que recibían cuidados paliativos en el Hospital de Cuidados Laguna de Madrid.

Una vez apareció vestido de mariachi con el hijo cantante de una mujer que estaba interna. Ella falleció y don José Ruiz, el capellán de este centro de enfermos terminales, adoptó al muchacho como si fuera un amigo de toda la vida. Cada Navidad le invitaba al centro para tocar el corazón, a dos voces, de cada residente, con sus canciones.

Algo así le ocurrió con su querido amigo Fermín, fallecido hace dos semanas por coronavirus. Don José va a ser nuestro Giuseppe Berardelli español. El sacerdote de Casnigo, en la diócesis italiana de Bérgamo, murió hace unos días a sus 72 años por ceder su respirador a un joven. El cura italiano murió de coronavirus, el joven se salvó. Pero en el caso de José, su amigo no logró vencer la embestida del virus.

José era el fiel escudero de Fermín desde que enviudó hace un mes. Velaron juntos en las faldas de la cama de la enferma. El sacerdote no se separó de ellos. Al perder Fermín a su mitad, José le acompañó en cada comida de auxilio que necesitaba para remontar su soledad. En cada llamada, José escuchó. Pero hace quince días a Fermín se lo llevó el coronavirus. Hace hoy una semana que el capellán de 80 años ingresó en la Clínica Universidad de Navarra en Madrid. Se marchó el pasado martes 31 de marzo, entre la pena de una legión de sanitarios y amigos que no han podido darle el último adiós.

EL CURA ITALIANO MURIÓ DE CORONAVIRUS, EL JOVEN SE SALVÓ. EN EL CASO DE JOSÉ, SU AMIGO NO LOGRÓ VENCER LA EMBESTIDA DEL VIRUS

Don José bautizó, casó, se deshizo en atenciones en la unidad pediátrica y movió Roma con Santiago por cumplir los últimos deseos de los internos. Con Mateo, enfermo de ELA, compartía su pulso andaluz por el flamenco. Así que la última gran «juerga» del paciente la vivió con el tablao de Casa Patas encajado en su habitación del hospital madrileño. Mateo se despidió con su «fiestorro», se felicitó José, y señaló, como siempre hacía: «Estoy para servir». Y sirvió de un modo esencial.

Don José no nació con la sotana. Hasta los 53 años no fue ordenado sacerdote. Perteneciente al Opus Dei desde tiempo atrás, era ingeniero técnico industrial y empresario prestigiado, con gran pulsión intelectual, como le recuerdan sus homólogos.D. José saluda a Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei. Foto: Álvaro García FuentesD. José saluda a Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei. Foto: Álvaro García Fuentes

Pero los últimos veinte años de su vida decidió que las dos virtudes que resaltan sus amigos tenían que servir para algo más: «Siempre encontraba la palabra de cariño exacta, la broma a tiempo. Aunque tú le asaltabas con tus apuros mundanos, él, que acompañaba en sus últimas horas a los enfermos y tenía mucho trabajo, porque estaba de lunes a domingo y solo descansaba el sábado, te hacía hueco y te dedicaba esa alegría contagiosa y discreta que le caracterizaba. Era un hombre increíble», dice Ana, compañera en el Hospital de Cuidados Laguna.

COGÍA LA MANO DE CADA PACIENTE Y SABÍA DARLE LO QUE NECESITABA

Cogía la mano de cada paciente y sabía darle lo que necesitaba. Tenía un don para penetrar en el interior de cada persona, sin juzgar. Por eso, don José asistió a miles de despedidas, a miles de velatorios.

Instructor del final de la vida

Antes de recalar en Laguna había sido capellán general de la Policía Nacional, donde ofició y consoló a familias de víctimas de atentados terroristas. Seguía yendo periódicamente a impartir charlas a los agentes y a perorar sobre temas de actualidad.Don José celebrando una boda hace tres años en el Centro de Cuidados Laguna (Madrid)

Además, acudía a congresos médicos y formaba a los capellanes de hospitales sobre la atención que se necesita al final de la vida. Instruía sobre «lo moralmente aceptable y lo clínicamente factible». Al final de la suya nadie duda de que en una situación menos excepcional, «la cola habría dado la vuelta a la clínica para despedirlo».

El año pasado escribió un artículo con motivo de la Semana Santa en el suplemento «Alfa y Omega». Hablaba del milagro de la «resurrección» de Jesucristo, al que ayudaría a llevar la pesada carga de su Cruz [también escribió este Via Crucis, en 2019]. Que José Ruiz se haya ido, contagiado por amistad, y en la antesala del duelo santo, tiene un sentido.


Semblanza escrita por una Trabajadora Social del Hospital Centro de Cuidados Laguna

Requiem por un hombre del sur

Era un hombre andaluz con aroma a manzanilla, a tostada recién hecha y a churro con kilo y medio de azúcar. Era un hombre del sur que albergaba Madrid en su alma, una en la que cabía un mundo y había un mundo también. Las paredes de este lugar rezuman rancheras y salves rocieras, rezuman sonrisas y ronquidos, rezuman caricias de buen padre que nos llamaba entre diminutivos, intentando mecernos en los brazos de la cercanía.

Las paredes de este lugar suenan a un Linares olvidado, forzado e inventado, las paredes de este ugar huelen a alegría, a tertulia a las 8.30 y a puntualidad. Huelen a hombre bueno, generoso, a hombre de carácter entregado a cada uno de los que por aquí pasaran se fueran de la mano de Dios por el Artículo 16, entregado a acompañar, a abrigar a las almas que tenían frío.

Era un hombre de Excel dedicado a los demás, dedicado a enseñar el camino que solo lleva a un buen Lugar. Era un ingeniero del amor, era un hombre de perdón y gracias, era un hombre tocado por lo divino que se detenía en lo humano, era un buen pastor con la absoluta entrega de guiarnos y darnos nuestro sitio, de hacernos saber importantes.

Era un hombre, un compañero, también de trabajo, era de luz, de sonrisa sencilla que arropaba amorosamente y desbrozaba senderos, era un hombre lleno de vida que llenaba la vida también. Calaba hasta los huesos, como este sol de hoy en el que las campanas siguen sonando a Réquiem, a Réquiem por un hombre del Sur.

Lourdes Corredera Parra

LA GRAN MENTIRA

La gran mentira de nuestro tiempo es que los condones y la “educación sexual” son la respuesta al problema del embarazo adolescente y el modo de evitar las enfermedades de transmisión sexual. Por el contrario, la “educación sexual” que se pretende impartir es parte del problema, y no parte de la solución.

La mayor parte del contenido que se transmite en las clases de “educación sexual oficial”, no es científica ni médica sino ideológica. Mina la autoridad paterna y los valores tradicionales. Se les repite obsesivamente que las decisiones personales se basan en los sentimientos propios, no en lo que es racional o razonable, sino en lo que “sientes”.

Tratan de desproteger el sentido del pudor y de la vergüenza, de inhibir las reservas que todo individuo tiene para cuidar su intimidad. Se burlan de todo sentido de honor y de dignidad personal. Se hacen preguntas sobre la vida íntima de los participantes y se les expone material gráfico para que sea posteriormente discutido.

Nadie se debe sorprender que esas clases de educación sexual no reduzcan la actividad sexual, sino que más bien la impulsan, y aumenta el embarazo adolescente. El condón da un falso sentido de seguridad, la realidad es que es peligroso tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. El hecho de que las clases de “educación sexual amplia” lleven a que se incremente la actividad sexual y el embarazo adolescente, les lleva a decir que eso muestra que la abstinencia sexual es poco realista. Los hechos no cuadran con sus dogmas. La gente inteligente no usa condón, vive lo que es seguro: la continencia. La realidad es que los jóvenes siempre han tenido actividad hormonal, casi siempre se han podido controlar y, en suma, entienden bien los mensajes de castidad…, cuando no están maleados.

Los padres deben saber que sus hijos son sometidos a una gran presión para que tengan relaciones prematrimoniales. En casa se aprende a decir “si me amas, sabrás esperar”, y sabrán vencer a no involucrarse físicamente en relaciones íntimas. La influencia familiar es prioritaria en este tema. Lo que más le pesa a un joven es lo que sus padres piensen y esto es más efectivo que los condones y las clínicas.

Está comprobado que los condones usados por los adolescentes fallan en un 20% de los casos. Ahora quieren hacer el aborto legal y a libre demanda, para quedar bien con las políticas internacionales, aunque se llegue a debilitar al pueblo. “La pobreza o la riqueza de un pueblo está en su sexualidad, en qué tan sana es”, dice Patrick Fagan.

En Minnesota (Estados Unidos), las clínicas abortivas solicitan el permiso explícito de los padres de familia para proceder; con esa medida el embarazo y el aborto adolescente han declinado (Thomas Sowell, Hoover Institution in Stanford, Calif.).

Se dice que hay explosión demográfica, cuando lo que hay es implosión demográfica. No somos muchos los habitantes de este mundo. El mundo tiene la capacidad de dar alimento a 50 mil millones de personas y apenas somos 6 mil millones.

Carlo Acutis fue un millenial muy santo

Carlo Acutis nació en Londres el 3 de mayo de 1991 y murió en Monza, Italia, el 12 de octubre de 2006. Fue beatificado en Asís el 10 de octubre de 2020. Su familia era católica no practicante. Su madre cuenta que su hijo tenía una natural predisposición para lo sagrado. A tres años manifestó le pidió a su madre que lo llevara a la iglesia para saludar a Jesús o llevar flores a la Virgen, expresó su gusto por la piedad y un amor grande a Dios. El niño descubrió la fe gracias a su niñera, una polaca llamada Beata.

Desde muy joven tuvo una devoción especial por la Eucaristía y por la Virgen María, a quien luego definiría como “la única mujer de su vida”. Le gustó especialmente la historia de las apariciones de la Virgen en Lourdes, Francia y en Fátima, Portugal. También fue apasionado de la vida de los santos.

Carlo manifestó su deseo de recibir la comunión, a la que llamó “mi autopista hacia el Cielo”. A los 7 años pidió hacer su Primera Comunión, sus padres consultaron a un prelado, quien lo encontró maduro para ello, y desde entonces hasta su muerte asistió a diario a Misa. También rezo el Rosario todos los días, se confesaba una vez por semana y daba clases de catecismo en su parroquia.

Su madre se apuntó a unas clases de teología para poder responder a las preguntas de su hijo Carlo. Antonia Salzano, la madre de Carlo dice: “Gracias a él comencé un viaje de fe”. Cuenta que cuando salía de viaje preguntaba dónde estaba la Iglesia más cercana para no perderse la Santa Misa. El lema de Carlo era: “No yo, sino Dios”.

Su adolescencia fue como la de cualquier otro joven, ya que tenía muchos amigos, amaba el futbol y los animales. Dedicaba parte de su tiempo a ayudar a personas sin hogar como voluntario en los comedores populares. Estaba particularmente interesado en las tecnologías de la información y comunicación, entre sus pasiones estaba la informática. Desde los once años, investiga en internet e hizo un estudio sobre 136 milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia y los expuso en internet. Sus padres lo apoyaron para hacer esta investigación, ya que iba a los lugares de los hechos.

Se le considera un genio de la informática, un santo eucarístico cibernético. Su intensa vida espiritual lo llevó a crear lo que algunos consideran el “kit para hacerse santo”, compuesto por la Santa Misa, el Rosario, la confesión frecuente, la lectura diaria de la Biblia y el servicio a los demás.

Carlo fue deportista, alegre y estudioso.  En su diario escribió: “La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios… A veces nos amargamos por la soberbia, en vez de confiar en Dios”. A Carlo le gustaba esta frase: “Todos los hombres nacen como originales pero muchos mueren como fotocopias, ¡no dejes que eso te pase a ti!”.

Pensaba que los adolescentes se hacen ateos porque piensan que de este modo pueden parecer más inteligentes ante sus compañeros, pero a Carlo nunca le importó la opinión de la mayoría. Le agradaba ayudar a los necesitados y darles lo que estaba a su alcance.

El P. Roberto Gazzarigi recuerda a Carlo de estudiante en Milán: “Tengo el recuerdo de un joven de una amabilidad, un señorío y una delicadeza de ánimo verdaderamente notable… Carlo tenía pasión por la vida, para nuestro centro educativo fue un regalo.”

En una entrevista que concedió Antonia reveló detalles poco conocidos. Cuenta que ella no era particularmente devota. Carlo fue muy obediente, muy especial. Le dio la libertad de vivir su fe. Relata que Carlo le dijo en un sueño: “Seré beatificado pronto y poco después canonizado. Después de esto, vendrá una generación de santos”.

Continua su madre: Cuando Carlo estaba frente a la Eucaristía sentía su alma elevada. Siempre rezaba por las almas del purgatorio. Su hijo luchaba con sus defectos. Se impuso jugar sólo una vez a la semana con los juegos electrónicos. Le encantaba comer y se impuso a sí mismo más templanza, pero sabía disfrutar de la comida. Cuando hablaba era un líder, estaba lleno de Dios. Sabía cuando evangelizar. Carlo era niño estaba muy conectado a la tierra pero Jesús fue su primera prioridad.

Carlo, que era hijo único, predijo a su madre que iba a tener mellizos, a pesar de que estaba por cumplir los 40 años. En 2010, cuando Antonia tenía 43 años, dio a luz a una niña y un niño: Francesca y Michele. Ahora tienen 9 años y son también muy piadosos.

A principios de octubre de 2006 enfermó de algo que parecía gripe pero fue leucemia del tipo M3, la más agresiva. Al entrar al hospital le dijo a su madre: “De aquí ya no salgo, pero mamá, te daré muchos avisos. No te preocupes”. Antes de fallecer le dijo a su madre: “Muero feliz porque no he pasado ni siquiera un minuto desperdiciando el tiempo en las cosas que no le agradan a Dios”.

Antes de conocer su enfermedad dijo que si moría, le gustaría que lo enterraran en Asís. Y así se hizo. Su cuerpo descansa en el Santuario de la Expoliación.

Raejsh, de origen hindú, trabajaba en la casa de Carlo, en la limpieza; reveló que al conocer a Carlo, dijo tras su fallecimiento: “Un chico tan joven, tan guapo y tan rico, pudiendo hacer tantas cosas, decidió hacer una vida sencilla, me contagió con su fe profunda, caridad y pureza”. Luego de ver su fe decidió bautizarse y practicar el catolicismo.

EDUCAR EN LA ACEPTACIÓN DEL FRACASO

En educación es muy importante educar a los niños en la aceptación del fracaso, porque en la vida no todo es éxito. Todos nos podemos equivocar, lo importante es reconocer que nos hemos equivocado. Una estudiante se puede equivocar al tener relaciones sexuales con el novio, sin estar preparada para afrontar  una responsabilidad, pero en este mundo todo tiene solución. Puede prepararse para la segunda virginidad, y, si queda embarazada, tiene la opción de dar ese bebé en adopción. De otro modo queda herida y vulnerable para toda la vida, si no pone los medios para curarse. No todo está perdido. Sin embargo, una mujer puede cometer un segundo error: acudir al aborto. Lo que sería funesto es que este error se diera a nivel nacional. ¿Por qué? Porque la gente confunde lo legal con lo ético, y, lo peor que puede pasar es no distinguir entre el bien y el mal. Hay una malicia moral en todo aborto provocado, es gravemente contrario a la ley natural. Hay un derecho inalienable de todo ser humano inocente a la vida. Si quieren que seamos menos, que se fomente la fidelidad matrimonial y la abstinencia en los adolescentes.