Familia numerosa :

los secretos de las madres bien organizadas

Consejos de madres muy experimentada en la organización de su familia y su hogar

En todos los hogares, la vida cotidiana implica inevitablemente momentos de tormenta. Se alternan con momentos tranquilos, demasiado cortos, donde es necesario realizar un máximo de tareas para poder afrontar los próximos momentos de emergencia, programados con el regreso de los niños de la escuela y la secuencia fatal: los deberes, los baños, la cena…

Laurence, cuyo hijo mayor tiene 7 años y cuyo cuarto hijo tiene 3 semanas, anuncia tranquilamente: “Todo lo que es agotador es lo que no se ha hecho”. Pero, ¿cómo lo hacemos? ¿Es necesario “hacerlo todo”?

Encontrar una buena organización

Nadine es secretaria, está empezando a salir de los años difíciles en los que los niños no tenían autonomía: “Tenía que planearlo todo para ellos antes de marcharme. Mis días empezaban a las 6 de la mañana. Ahora que son mayorcitos, duermo media hora más por la mañana”. Solo la organización y la planificación han permitido satisfacer las múltiples exigencias de la vida cotidiana.

Anouk, madre de siete hijos, cree que “de la misma manera que a un niño se le pide que avance en sus deberes escolares, una madre debe anticipar”. “Si no planeas la prisa entre las 6:00 y las 8:00 de la tarde, seguro que te sentirás agobiado”.

Odile también busca ahorrar el máximo de tiempo posible para este hueco en el que tiene necesidades múltiples y diversas. “Cuando los niños regresan a casa de la escuela, la cena está lista”, explica Odile.

“Solo porque estés en casa no significa que no debas ser un poco profesional”, dice Anouk. Hay que ser muy exigente consigo mismo, fijando objetivos y prioridades.” ¿Objetivos? “Para estructurarse, para saber lo que se quiere hacer, hay que mirar más allá del trabajo a menudo repetitivo”. ¿Prioridades? “No podemos hacerlo todo, advierte Anouk. Es difícil aceptar que no todo esté terminado, pero es muy importante ser consciente de ello”. Otro aspecto tan importante como la organización y el progreso es la educación en la autonomía.  “Con cada niño, nos hacemos más eficientes. Al principio, con sólo uno, me sentía agobiada, ahora que tengo cuatro, tengo tiempo libre”, dice Odile.

La organización nos permite pensar. Anouk aconseja “escribirlo todo”. ¿Dónde escribir? En la imprescindible pizarra de la cocina, en una libreta al lado de la entrada, en un cuaderno, en su agenda, en su ordenador portátil, etc. Lo más importante es que el acceso a estas anotaciones sea simple y fácil.

“Conócete a ti mismo”

Para organizarse, es importante conocerse a sí mismo. En primer lugar, desde un punto de vista físico: “No planeo ninguna actividad por la noche después de las 20.00 horas”, dice Odile, porque “por lo general estoy demasiado cansada y necesito dormir mucho”. “También procuro pasar un día a la semana sin los niños”, dice Odile. Necesito relajarme. Entonces, aprovecho la oportunidad para salir, hacer compras, supervisar… Almuerzan en casa de una amiga y al día siguiente me llevo yo a sus niños”. Para Elisabeth, madre de tres hijos, relajarse significa leer revistas profesionales o de actualidad, muchas veces hasta la medianoche…

El conocimiento de su temperamento, de sus momentos de debilidad y de fuerza, también es fundamental para sacar el máximo provecho de sí mismo. Lo mismo ocurre con los niños: “Sé que no les gusta tener prisa por la mañana, dice Nadine. Así que por la noche, sacan sus cosas del desayuno, de forma que por la mañana empiezan a tomarlo solos. Lo mismo con las mochilas y la ropa de la escuela, corremos menos desde que entendí que teníamos que pedirles que lo tuvieran todo listo por la noche“.

La comunicación en el centro de la organización familiar

Para Marie, organización significa comunicación. El clima de la casa depende de eso. “Es increíble lo poco que sabemos decir lo que sentimos. Uno vuelve a casa de mal humor después de un día de trabajo, ve un detalle molesto: por ejemplo, una mochila en el pasillo. No lo expresamos y toda la casa se vuelve eléctrica. Atacamos al primero que se tope con nosotros.  En estos casos, es bueno explicarse, decir con calma lo que sentimos. Muy a menudo, el hecho de decirlo ya nos libera”, dice. Añade: “La comunicación es también saber quién hace cada cosa. Tenemos una gran agenda en la que se registran las idas y venidas de todos, así como las direcciones en las que se nos puede contactar”.

También es necesario usar su imaginación. “Cada familia tiene que encontrar sus propias reglas: mis cuatro hijas, por ejemplo, han establecido un sistema de turnos que les permite alternar en el baño. Desde entonces, los días empiezan con más calma, continúa Marie. Una excelente manera es reunir a la familia cuando sea necesario. El problema se expone y surgen ideas. Los niños tienen más imaginación que nosotros. Pero cuidado, tenemos una regla: “CCEM”. “C”: crítica prohibida; “C”: cantidad ilimitada de ideas; “E”: excentricidad permitida; “M”: multiplicación. De una idea, rebotamos a otra”. “Al principio, pensaba que la familia estaba basada únicamente en la autoridad. Con la experiencia, comprendí que no se trataba de convertirlo en una galera, sino en un velero con una tripulación que tiene recursos”, explica Marie.

Elisabeth se alegra de ver que las horas de presencia de la señora de la limpieza disminuyen gracias a la evolución de sus hijos. “Los más perezosos se alegraron de ver que todo estaba hecho. Ahora ayudan, ya están más involucrados. ¡Es mejor desde el punto de vista educativo!”, explica Elizabeth. Aunque todavía sean jóvenes, Odile también pide a cada uno de sus hijos que la ayuden. Sus tres hijos mayores se encargan de la comida. Sobre este tema, hay tantas soluciones como familias.

Algunos frigoríficos están cubiertos con una serie de tableros para hacer frente al doble reto de la equidad y la eficiencia. Otros, como Anouk, no valoran las listas demasiado fijas y prefieren favorecer la flexibilidad y el espíritu de equipo. Es la participación de todos la que hace posible el crecimiento del niño. Y luego, debemos recordar siempre que a través del equilibrio de la madre, ¡es el equilibrio de la familia lo que está en juego!

Bénédicte Drouin

La estremecedora lucha de una joven contra un demonio

y cómo la Iglesia la ayudó

“Coquetear con los espíritus del mal puede tener consecuencias muy graves”, asegura Rosa María a Aleteia. Un testimonio de cara al Primer Congreso Iberoamericano de la Pastoral del Exorcismo que se realizará en Paraguay

Son las 03.00 de la madrugada en Asunción, Paraguay. Esta es la hora en que Rosa María acostumbra despertarse – desde hace un par de años – para rezar el Santo Rosario. La joven, quien tiene 35 años, aprovechó el momento de oración y paz para relatar a Aleteia la estremecedora batalla que lidió para liberarse de un demonio que la asechó durante años.

Rosa María nos pide reservar su apellido considerando que muchos familiares suyos están implicados en su historia. Ella fue asistida por integrantes de la Pastoral del Exorcismo, que fue instituida a finales del 2017 en Paraguay. Si bien su caso no requirió del rito tradicional del exorcismo, ella pasó por duras sesiones de liberación.

“Mi madre me llevó desde niña a sesiones de Umbanda y Kimbanda. Ya en mi adolescencia, por curiosidad, fui a algunas sesiones para acompañar a una compañera de colegio. Se abrieron puertas en mi vida y un emisario de satanás se me pegó”, relató.

La joven explicó que durante una de las sesiones Umbanda ella vio por primera vez a un “emisario de Satanás”, un demonio con apariencia humana. Detalló que desde aquella ocasión, y por años, este ser estuvo presente en su vida.

“Este ser se me impregnó. No podría realizar mi vida en plenitud, me veía ahorcada, muerta, me daban ganas de suicidarme, no estaba a gusto ni conforme con mi vida. Tenía una visión donde veía a esta persona (demonio)”, mencionó.

Rosa María dijo que las manifestaciones extraordinarias del maligno eran visuales, sexuales y de diferentes maneras. “Este demonio me consideraba de su propiedad, es como si se enamoró de mi”, detalló.

Un ángel le indicó qué camino a seguir

La mujer explica que no sabía a quién acudir ya que su principal temor era que la consideren como una enferma mental. Ella se formó en una familia católica, pero varios de sus cercanos habían recurrido sectas. Su regreso a la Iglesia católica se dio luego de haber acudido a otras profesiones.

“Este ser se me presentó cara a cara durante uno de los encuentros Umbanda en el que los espíritus bajan y se dirigen a los participantes. Tuve mucho miedo, era una sensación horrible y pedí ayuda a Dios. En ese momento, a mi derecha apareció un ángel. De un lado estaba el emisario del mal y del otro lado estaba otro ser que me daba una paz increíble”, relató sin ocultar su emoción.

La experiencia con este “ángel de paz” condujo a Rosa María a acudir a un templo católico. Al día siguiente, tras años de alejamiento, ella fue hasta la Parroquia San Cristóbal de Asunción para participar de misa.

“Rompí en llanto y mientras lloraba con desconsuelo se me acercó una mujer y me dijo que la Virgen María me esperaba”, relató. Rosa María inició su retorno  a su fe católica desde aquel momento. Un camino que ella describió como “lleno de tentaciones y caídas”. El “emisario de Satanás” no se había marchado de su vida.

El rol de la Pastoral del Exorcismo

Durante un retiro espiritual de un grupo de adoradores de una parroquia asuncena la joven decidió contarle a un seminarista y psicólogo, Ricardo Moreno, sobre lo que le estaba pasando. Según describe, ella se sintió comprendida y éste lo contactó con el padre Francisco Silva, actual coordinador de la Pastoral del Exorcismo de la Diócesis de Asunción.

Tras un seguimiento integral donde conversó con profesionales de la psicología y se sometió a estudios médicos, acompañada por un diácono y dos sacerdotes, inició su dura batalla por la liberación.

“Tuve la gracia de Dios de que ellos pudieron discernir correctamente lo que me estaba sucediendo. En el proceso me enfrenté con mi pasado. Durante este camino yo me estaba preparando para mi Confirmación y ellos me dijeron que ese día terminaría mi batalla. La pastoral se manejó conmigo con mucha paciencia”, describió.

Una liberación sobrenatural

Rosa María comentó que su proceso de liberación duró más de dos meses. La preparación incluyo 40 días de ayuno, renuncias, reconciliación y misa. “Antes de irse, este demonio me causó mucho daño. Durante 40 días tuve llagas en todo el cuerpo. Los médicos no supieron explicar las causas”, explicó.

Tras dos sesiones de liberación, Rosa María sintió que estaba ganando la batalla a este ser diabólico. “El sacramento de la Confirmación me devolvió la vida. Me costó mucho llegar viva  a mis 35 años”, aseguró.

“Lo que vi y escuché durante las sesiones de liberación fue algo imposible de explicar. Vi ángeles cantando a mi rededor, sentía que algo me quemaba. Me emociona mucho recordar esto. Llegué a vomitar alimentos enteros, lo que era increíble porque yo venía de varios días de ayunar”, describió.

Rosa María comentó que el día de su liberación este ser diabólico que se obsesionó con ella se le puso frente a la puerta de su casa. “No quería dejarme pasar. Me aferré a mi rosario y mi biblia y cerrando los ojos lo atravesé”, relató.

“Es increíble el poder que tiene la Virgen María, el Santo Rosario fue mi aliado en esta lucha. Esta mujer (María) es única, nunca me dejó sola. A través de ella, Dios me hizo sentir su presencia”, dijo.

La gracia también se derramó sobre su familia

La joven explicó que sus padres están separados dese hace 25 años. “Mi madre ahora se está acercando a la Iglesia católica. Ella estuvo por años en temas oscuros. Le estoy acompañando en su proceso, aunque su caso es mucho más complicado. Ella está postrada en cama pero los médicos dicen que está sana”, explicó.

Para Rosa María, Dios actúa también sobre su familia. Detalló que tras más de dos décadas de no dirigirse la palabra, ahora sus padres llevan una relación cordial. “El sacramento del matrimonio es algo único”, dijo. “Ambos se hicieron mucho daño. Mi papá se salvó de milagro de un cáncer”, agregó.

La joven, quien durante años luchó contra las manifestaciones extraordinarias del maligno, insta a las personas a que no abran puertas a la oscuridad.

“Coquetear con los espíritus del mal puede tener consecuencias muy graves. No sabemos a lo que nos exponemos. Sin las fuerzas de Dios estas batallas no se pueden ganar”, subrayó.

Un servicio de amor y misericordia

El presbítero Francisco Silva Isasi, coordinador de la Pastoral del Exorcismo de la Diócesis de Asunción, explicó a Aleteia que este servicio surgió como una acción organizada de la Iglesia católica para dar respuestas y acompañar a aquellas personas que consideran tener influencias de acciones extraordinarias del maligno.

“Los casos en los que se llega al exorcismo son muy raros. Esto se realiza cuando se confirma que la persona esta poseída. Los casos son extraordinarios, no son muchos. La mayoría de las veces las personas creen tener influencias pero no es así”, detalló el sacerdote especializado en exorcismo.

El padre Silva informó que en Paraguay abundan experiencias de personas, que siendo católicos, recurren al curanderismo, hechicería y rituales que van contra la identidad de la Iglesia Católica.

“La mayor parte del servicio es escuchar a la gente y acompañar. Es un servicio de amor y misericordia. En muchos casos somos vistos como último recurso.  Este es un camino donde las personas se enfrentan a su propia historia. Muchas veces, por ignorancia o superstición uno puede ser presa de una experiencia así”, puntualizó.

El padre Francisco Silva explicó que el foco principal de la Pastoral del Exorcismo es “la conversión de las personas”. “Apuntamos a que la persona se encuentre con Jesucristo vivo. Este es un gesto de amor. Queremos ayudar a que la persona sea feliz”, expresó.

Para la Iglesia católica las acciones ordinarias del maligno se manifiestan a través de los pecados. Por su parte, las acciones extraordinarias pueden ser las presiones, infestaciones de objetos, la vejación, la obsesión y la posesión diabólica.

Primer Congreso Iberoamericano de la Pastoral del Exorcismo

“Para esto se han manifestado el hijo de Dios, para deshacer las obras del Diablo”. (1 de Juan 3:8), bajo este lema Paraguay será sede del Primer Congreso Iberoamericano de la Pastoral del Exorcismo que se desarrollará en Asunción del 15 al 17 de noviembre del 2019.

El evento apunta a capacitar a los agentes pastorales para discernir correctamente entre los casos de personas que creen tener manifestaciones extraordinarias del maligno. Se busca formar a los agentes de pastoral y dotarlos de criterios discernimiento.

Los interesados en participar del Primer Congreso Iberoamericano de la Pastoral del Exorcismo pueden inscribirse y recibir más información mediante un sitio web creado para el evento.

En el caso de los laicos se requiere de la autorización del obispo de la diócesis correspondiente. El costo por los tres días es de USD 100.