ENTRETENIDA CON MOMENTOS DE REFLEXIÓN

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Los héroes de acción del cine van y vienen. Algunos tienen una vida longeva y otros solamente un breve instante, o bien algunos como el agente especial Mike Banning (Gerard Butler), pasan un poco desapercibidos a pesar de tener una presencia de seis años en pantalla y por estar a la sombra de super héroes y misiones imposibles.
Previamente el agente Banning apareció en “Olimpo Bajo Fuego” (2013) donde debía impedir el secuestro del presidente de los Estados Unidos, y posteriormente en “Londres Bajo Fuego” (2016) resguardando la seguridad de varios líderes mundiales. En esta nueva aventura, dirigida por Ric Roman Waugh, Mike Banning es incriminado por un atento de asesinato al nuevo presidente de los Estados Unidos, Trumbull, protagonizado por Morgan Freeman; quién ha estado presente desde el inicio de la saga, solo que con distintas actividades (en la primera fungía como vocero de la Casa Blanca, y en la segunda parte como vicepresidente).
Muy en la corriente de “El Fugitivo” (A. Davis, 1993), esta tercera entrega es un juego de persecución gato-ratón, Banning debe eludir en todo momento a las autoridades para limpiar su nombre. El protagonista Gerard Butler, entrega una creíble actuación, a pesar de su versatilidad y de que también ha incursionado en la comedia, se le siente mucho más cómodo en el género de acción. Con la finalidad de no arruinar la sorpresa, cabe mencionar que su némesis en esta cinta le da un balance a las motivaciones del personaje y hace buena mancuerna con Butler.

De las tres cintas, es quizás esta la más fluida y mejor desarrollada. Quizás se deba a que los creadores del personaje, Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt, le dan un cierre definitivo a esta trilogía, y al hecho de que también el novato director ha fungido como doble de acción en numerosas películas, lo que hace que detalle las secuencias de batalla y acción de forma coordinada, vistosa y verosímil; además de acentuar con acercamientos las expresiones de los protagonistas en momentos clave para generar tensión en los espectadores.
El ritmo de la cinta no decae desde que se genera el conflicto principal y sin que las actuaciones sean espectaculares, todo el elenco logra un buen trabajo. Sin embargo, es el veterano actor Nick Nolte, Clay Banning, quién se roba por momentos la pantalla con su interpretación del padre de Mike.

A pesar de que es una película hecha para entretener, tiene puntos interesantes que muestran un poco de los temores de la sociedad norteamericana. Nuevamente se remarca la tendencia de amor/odio con Rusia, como en recientes series o películas que se han hecho durante la administración del presidente Trump, lo cual ha generado una especie de nueva Guerra Fría en pantalla. Y lo más destacable, aunque no es tan nuevo, es la tendencia de resaltar el terrorismo tecnológico post 9/11. Ahora las armas nucleares son del pasado y el caos que pueden provocar las computadoras, drones y el robo de identidad son los temores más latentes de la sociedad actual. Aún sin profundizar en esto último, seguramente dejará alguna inquietud en los espectadores, pues el robo de identidad es un acto presente a nivel mundial y el pivote que genera la acción de esta película.
“Agente Bajo Fuego” es una cinta entretenida, mejor lograda que sus predecesoras, y supuestamente concluye las aventuras del agente Mike Banning. Sin más intenciones que divertir, también puede dejar en los espectadores algunos momentos de reflexión y si son seguidores de la saga seguramente saldrán satisfechos.
Crítica escrita por: Anwar Sosa.