Es la esposa de un sacerdote católico pero defiende el celibato sacerdotal

Esta es su argumentación

Andrea Erdman con los niños en Disneyworld, en verano de 2016, cuando todos en casa eran solo laicos católicos novatos

«Estoy casada con un sacerdote católico», escribe Andrea Erdman. Y es cierto: Andrea Erdman es la mujer del padre Jonathan Erdman, y madre de sus hijitos Sarah, de 9 años, Joseph, de 7 y los gemelos Gabriel y Naomi de 4. Y con un bebé de camino. 

Los Erdman dejaron la Iglesia Episcopaliana (anglicanos de EEUU) en enero de 2016 y se hicieron católicos en verano de ese año. Jonathan, licenciado en Psicología, llevaba 12 años como pastor  episcopaliano. También el padre y el hermano de él son pastores episcopalianos. Ellos lo han asumido con realismo y tranquilidad. Cuando Andrea dice que conoce muchas mujeres de clérigos, habla en serio, las tiene en la familia. 

Andrea y Jonathan, de sacerdote episcopaliano

Después de un año como laico católico, desde julio de 2017 Jonathan Erdman es ahora sacerdote católico, encargado de la nueva y pequeña comunidad de Nuestra Señora y San Juan, en Louisville (EEUU), formada por ex-episcopalianos que hoy son católicos. Celebra la misa en la parroquia de San Martin de Tours de esta ciudad, los domingos por la tarde. 

Se hizo católico, dice, porque buscaba fe enraizada en la tradición y la razón» y porque deseaba «verdadera unidad con la Iglesia que Cristo fundó y unidad con el sucesor de los apóstoles». En la prensa local no da más datos, pero en la web anglicana conservadora VirtueOnline se explica además que algunos parroquianos anglicanos progresistas le presionaban para que celebrara bodas del mismo sexo, denunciándole ante su obispo episcopaliano porque se negaba. Eso fue el detonante para dejar una denominación ya sin «tradición» ni «razón». 

 El padre Erdman con los niños

Su esposa Andrea ha escrito un texto (aquí) explicando por qué ella, como esposa de sacerdote, apoya la disciplina de la Iglesia Católica de rito latino que sólo ordena como sacerdotes a hombres casados en situaciones muy excepcionales, siempre clérigos de probada virtud y capacidad paternal llegados desde el protestantismo.

Es el caso de los 60 sacerdotes en el Ordinariato de la Cátedra de San Pedro, creado hace seis años por Benedicto XVI, que hoy cuenta en EEUU y Canadá con 44 comunidades y unos 6.700 fieles ex-anglicanos o ex-protestantes en su mayoría. 

El artículo se ha difundido mucho por la red en inglés. ReL lo ofrece ahora en español. 

De parte de la esposa del padre: una perspectiva sobre el matrimonio y el sacerdocio

por Andrea Erdman

Estoy casada con un sacerdote católico.

Si eso a usted le hace sentir confusión, lo entiendo. Hay muy pocas de nosotras, esposas de sacerdotes, y menos aún con niños pequeños. La mayoría de los católicos no tienen ni idea de que hay sacerdotes casados en el mundo.

Mi esposo y yo llevamos 15 años casados. Fue sacerdote episcopaliano durante unos 11 años antes de seguir la llamada a dejar la Iglesia Episcopaliana y venir a casa, a la Iglesia Católica. Entramos en plena comunión con la Iglesia Católica el año pasado a través del Ordinariato personal de la Silla de San Pedro (ordinariate.net). Tenemos cuatro niños deliciosos, y otro que viene de camino.   

Mi esposo y yo estamos bendecidos en esta vida que tenemos juntos, y abrumados agradecemos la merced de que la Iglesia le haya otorgado la ordenación y la dispensa de la ley canónica sobre el celibato sacerdotal por el bien de conducir nuestra nueva parroquia a la Santa Iglesia Católica.

Este ministerio nos permite la habilidad de llegar a las almas de formas únicas, y compartir las Buenas Noticias a través de las vidas que tocamos. Abrimos nuestro hogar para alimentar a amigos y extraños, confortamos a personas que viven un duelo o un trauma, y educamos a la gente en nuestra fe católica.

Tenemos un ministerio especial para los casados, los padres, especialmente aquellos que han sufrido la pérdida de un hijo durante el embarazo.

Yo soy el confort de mi esposo, su mayor fan, su crítica más dura, su compañera.

Cuando él yacía postrado en su ordenación, ante Dios y su obispo, de muchas maneras también yo yacía a su lado, entregándome toda a Dios y su Santa Iglesia. Nuestro hogar está lleno de luz, vida y gozo.

Es una bendición ser miembros del Ordinariato, donde nuestro obispo y su oficina trabajan en armonía con nuestro arzobispo local para proveer por nuestras necesidades espirituales, financieras y físicas. Puesto que nuestra parroquia recién creada es pequeña, nuestras finanzas están entretejidas con diversas fuentes de la arquidiócesis. Menaje, alojamiento, comida, pensiones, seguros, ropa y las facturas escolares de los niños las provee la generosidad de la Iglesia.

 En verano de 2016, como laicos, en Disneylandia

El obispo Lopes, nuestro obispo del Ordinariato Personal de la Silla de San Pedro, nos ha dado un capellán para familias de clérigos que ofrece cuidado espiritual directo y nutre con apoyo mutuo a otras esposas de clérigos en retiros de oración. Me  abruma esta gracia que nunca antes vi como esposa de clérigo. Aunque nunca seremos ricos, se anticipan cada una de nuestras necesidades.

Dicho esto… a algunos les puede sorprender que yo esté a favor de la actual práctica católica sobre el celibato sacerdotal.

No tengo duda de que las esposas e hijos de las tradiciones católicas y no católicas por igual son los primeros blancos de los enemigos de la Iglesia cuando un sacerdote se mantiene firme con la fe apostólica y la tradición.

Hemos recibido amenazas. Hemos recibido cartas llenas de odio. Se han burlado de nosotros y han conspirado contra nosotros. Otras familias se han hundido en problemas financieros, han perdido sus casas y empleos, pensiones, seguros, al servicio de la fe.

Muchas esposas que conozco tienen práctica en esconder sus heridas, mantener una fachada de perfección permanente, no mostrando nunca enfermedad ni dolor. Viven con miedo a que su debilidad exponga un rasguño en la armadura de su marido.

Aunque estas experiencias no son distintas a las de los laicos en otras carreras, pocos están preparados para que este tipo de experiencias se den en la vida de un sacerdote o su familia cuando el hogar, se espera, ha de ser un santuario y no un frente del campo de batalla.

Creo que esta es la razón por la que mi esposo y nuestro matrimonio fueron cuidadosamente examinados por nuestra oficina del Ordinariato y por el Vaticano antes de aprobar la ordenación de mi marido.

Mi esposo y yo tenemos un hermoso matrimonio, y la fuerza de nuestra familia y fe se han profundizado con las pruebas. Sin embargo, lo de mi esposo y yo es infrecuente.

Somos unos pocos que hemos prosperado en la tribulación por la gracia de Dios y la generosidad de la Iglesia. He visto muchas familias y ministerios caer bajo esta presión.

Creo que la actual práctica de la Iglesia respecto al celibato sacerdotal es una merced, una protección del ministerio sacerdotal y de la familia. El ministerio sacerdotal es una relación santa, un matrimonio con la Iglesia. La paternidad es un ministerio hacia la esposa y la familia. Hacer ambas cosas amenaza las fuerzas de ambos ministerios.

El sacerdocio casado es para esos hombres que han probado ser padres y maridos excepcionales y que son necesarios como sacerdotes para su comunidad.

El padre Erdman, ya como sacerdote católico, bendice a un compañero sacerdote

El sacerdocio casado ha de ser infrecuente, ejercido solo por el bien de la unidad a la Iglesia bajo extraordinarias circunstancias.

Si deseamos llamar a más hombres para el sacerdocio, tenemos que ser evangelizadores entusiastas y profundizar nuestra catequesis con los fieles. Creemos una cultura de fe profunda y discernimiento de la llamada de Dios y compromiso apasionado para sacrificarnos por Cristo, que se sacrificó por nosotros.

La Asociación de Exorcistas matiza al superior jesuita

El diablo es un ser real, que piensa y actúa

Sin duda, los exorcistas más famosos de la literatura y el cine de ficción son dos jesuitas: el padre Karras y el padre Merrin de la novela de W.P.Blatty y la película de W.Friedkin. Por eso, incluso culturalmente es confuso que el actual superior de los jesuitas, cuando le preguntan sobre el demonio, parezca reducirlo a un concepto simbólico, no a un ente real, con mente y personalidad.

Según una entrevista en la revista italiana Tempi, el P. Arturo Sosa Abascal, superior de los jesuitas de todo el mundo (hay unos 15.000, y tienen 3 millones de alumnos en sus colegios) habría dicho que «el diablo existe como realidad simbólica, no como realidad personal”.

Esta declaración ha motivado que la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), católica y reconocida por la Iglesia, publique una nota recordando con más exactitud la enseñanza del Catecismo, del Papa Pablo VI y de la tradición de eclesial. “La existencia real del diablo, como sujeto personal que piensa y actúa y que hizo la elección de rebelarse a Dios, es una verdad de fe que forma parte desde siempre de la doctrina cristiana”, dice la nota de los exorcistas.

Lo que Sosa habría dicho (según la revista Tempi)

Según la revista Tempi, en su edición del 21 de agosto, ante la pregunta de si el diablo existe, el sacerdote dijo (aquí se puede leer en italiano) que “en diversos modos. Se necesita comprender los elementos culturales para referirse a este personaje. En el lenguaje de San Ignacio es el espíritu maligno que te lleva a hacer las cosas que van contra el espíritu de Dios. Existe como mal personificado en diversas estructuras pero no en las personas, porque no es una persona, es una manera de ejecutar el mal”.

No es una persona como la persona humana. Es una manera del mal de estar presente en la vida humana. El bien y el mal están en lucha permanente en la conciencia humana, y tenemos los modos para indicarlos. Reconocemos a Dios como bueno, enteramente bueno. Los símbolos son parte de la realidad, y el diablo existe como realidad simbólica, no como realidad personal”, afirmó el Superior General de los jesuitas.

Existe el diablo: es un sujeto personal que piensa y actúa

En su comunicado del 22 de agosto, la asociación, que reúne exorcistas de todo el mundo, advirtió que las afirmaciones del P. Sosa Abascal son “graves” y “desorientadas”, pues “la existencia real del diablo, cual sujeto personal que piensa y actúa y que hizo la elección de rebelarse a Dios, es una verdad de fe que forma parte desde siempre de la doctrina cristiana”.

Recuerdan, por ejemplo, la audiencia del Papa San Pablo VI del 15 de noviembre de 1972, cuando dijo que “el mal no es solo una deficiencia, sino un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y aterradora”, advirtió San Pablo VI.

San Pablo VI habló con claridad del diablo: «este ser oscuro y perturbador existe de verdad»

La AIE señaló que el Papa también afirmó la necesidad de creer que el diablo es un ser creado por Dios y no como un principio absoluto independiente o como simple símbolo del mal. “Sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer”, la realidad del demonio, expresó. San Pablo VI, indicó la AIE, reiteró que el diablo “es el enemigo número uno, es el tentador por excelencia. Sabemos así que este ser oscuro y perturbador existe de verdad”.

El Papa Francisco habla mucho del demonio como alguien real

Asimismo, el Papa Francisco “en diversas circunstancias ha reiterado con insistencia y fuertemente la realidad del demonio”, como en su exhortación apostólica Gaudete et exultate, en la que ha abordado profundamente “sobre la temática demoníaca”. Indicó que el Pontífice ha recordado que el camino a la santidad “es un combate permanente en el que se necesita fuerza y coraje para resistir las tentaciones del diablo”.

Este texto del Papa Francisco menciona al demonio 8 veces, a Satanás 2 y a diablo 6.

Francisco habla mucho del diablo con ser personal, real

En Gaudete y Exultate, en el párrafo 160 y 161, el Papa Francisco habla con firmeza sobre el demonio: «Cuando Jesús nos dejó el Padrenuestro quiso que termináramos pidiendo al Padre que nos libere del Malo. La expresión utilizada allí no se refiere al mal en abstracto y su traducción más precisa es «el Malo». Indica un ser personal que nos acosa. Jesús nos enseñó a pedir cotidianamente esa liberación para que su poder no nos domine. Entonces, no pensemos que es un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea. Ese engaño nos lleva a bajar los brazos, a descuidarnos y a quedar más expuestos», afirma el texto del primer jesuita que ha llegado a ser Papa.

La Asociación de Exorcistas insiste: “El Papa precisa que cuando se habla de la lucha contra el demonio, no se trata de un contraste con la mentalidad mundana ni con las inclinaciones personales hacia el mal, sino más puntualmente se refiere a una lucha contra un ser real, ‘que es el príncipe del mal’. Con esta expresión viene subrayada la dimensión de sujeto o persona en lo concreto, lo que es una entidad subsistente real, que se llama y es el Maligno. Jesús mismo lo ha derrotado y se alegra”. 

Asimismo, indicó que Francisco “explica que para los tiempos de Jesús se podía entender una enfermedad, como la epilepsia, como una acción demoniaca, sin embargo es necesario reconocer que Jesús ha hecho muchas liberaciones de obsesiones. La acción diabólica confirma la real existencia del diablo y su constante presencia, desde el inicio de la creación, como resulta de las primeras páginas de las Escrituras, en referencia al relato genesíaco de la seducción de la serpiente hacia la primera pareja humana, Adán y Eva”.

Además, el Papa advierte de “los errores que se difunden en torno a la figura de Satanás: ‘No pensemos entonces que es un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea. Tal engaño nos lleva a bajar la guardia, a descuidarnos y quedar más expuestos’”.

La asociación de exorcistas señaló que “la afirmación es clara y no admite dudas o discusiones sobre la existencia real de Satanás”, pues como advierte el Papa, “si se niega tal verdad (…) se cae fácilmente bajo las garras del diablo, que ‘como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar’”.

El demonio es una criatura y un ser personal

“Por tanto, la Iglesia, fundándose sobre la Sagrada Escritura y sobre la Tradición Apostólica oficialmente enseña que el demonio es una criatura y un ser personal, y pone en guardia a aquellos que, como el padre Sosa lo consideran solo un símbolo”, expresó la AIE.

Finalmente, la Asociación Internacional de Exorcistas concluye su comunicado recordando lo que afirma la Conferencia Episcopal Italiana en la presentación del nuevo rito para exorcismos, promulgado por la Santa Sede el 22 de noviembre de 1998.

“El discípulo de Cristo, a la luz del Evangelio y de la enseñanza de la Iglesia, cree que el Maligno y los demonios existen y actúan en la historia personal y comunitaria de los hombres. El Evangelio, de hecho, describe la obra de Jesús como una lucha contra Satanás.También la vida de sus discípulos comporta una batalla que ‘no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal’”, recordó.

Dos enseñanzas del Catecismo

En el numeral 319 del Catecismo, la Iglesia Católica afirma la existencia del diablo al enseñar que Satanás es “un ángel caído” que tentó a “nuestros primeros padres”. “La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios”.

Asimismo, el numeral 395 afirma que “el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios”.

La Asociación Internacional de Exorcistas empezó a funcionar en los años 90, por iniciativa del ya difunto exorcista italiano Gabriele Amorth. Sus encuentros de formación en Roma, sobre exorcística, demonología y sectas, atraen a unos 300 asistentes en cada edición.

Caveat, binge-watcher!

Hey, you, Apostle of Christ! Are you guilty of binge watching?

You’ve heard the analogy several times that if you put a frog into boiling water, it will jump right out. If you put it in cold water, then slowly turn up the heat until boiling, it will boil to death. This explanation is fitting for many aspects of the sudden changes the new media have brought into our lives today, but it seems particularly true of television.

Netflix, Hulu, and other streaming services have become the new staple in media consumption because of its low prices and on-demand access to massive collections of media. For just a few dollars a month, we have access to more media than we could actually consume in a lifetime. Netflix has proudly proclaimed that binge watching has become the new normal. They also continue to make it easier to watch the next episode with automatic play, so indulging in acedia is a truly passive activity.

Machado, in this article, worries that shows about the traditional family have disappeared from the map. The most popular recent TV show that comes to mind about family is Modern Family, which does feature one traditional family (a father, mother, three children), but as one option among other equal options (a same-sex couple that adopts children, an older man with a child from a previous marriage with a younger woman). In fact, the entire premise of the show seems to be to undermine the image of the traditional family. Instead of family, there are many shows about groups of friends (The Big Bang Theory), colleagues (13 Reasons Why), vampires (The Vampire Diaries), work places such as offices, hospitals, courts (Grey’s Anatomy, Suits) and crime (Gotham, Sherlock).

Sleep is one of the big casualties of binge-watching. According to Psychology Today, a joint University of Michigan-University of Leuven study found that regular TV viewing doesn’t disrupt sleep patterns, but binge-watching does. Binge watching was linked to insomnia symptoms, fatigue and poor sleep quality. And among those who already had poor sleep quality, a third of them could link it to binge-viewing. “When we’re deprived of sleep, lots of stuff can go wrong. For one, anxiety and depression can increase. That makes us prone to mistakes, which can stress us out more,” according to an article in USC News, a University of Southern California online publication. “Research shows binge-watchers report higher levels of loneliness and depression.” On the good side, though, binge-watchers said it gave them something to talk about with friends and colleagues.

Tim and Leslie decided to consult Church documents about television and the social communications media. The Catechism says “the means of social communication (especially the mass media) can give rise to a certain passivity among users, making them less than vigilant consumers of what is said or shown. Users should practice moderation and discipline in their approach to the mass media. They will want to form enlightened and correct consciences the more easily to resist unwholesome influences.”

And when it becomes an addiction? It would be absurd to consider technology in this regard “liberating”. Says social psychologist Adam Alter in his book, Irresistible: The Rise of Addictive Technology and the Business of Keeping Us Hooked. “In the past, we thought of addiction as mostly related to chemical substances: heroin, cocaine, nicotine,” says Dr. Alter, an associate professor at the Stern School of Business at New York University. “Today, we have this phenomenon of behavioral addictions where, one tech industry leader told me, people are spending nearly three hours a day tethered to their cellphones. Where teenage boys sometimes spend weeks alone in their rooms playing video games. Where Snapchat will boast that its youthful users open their app more than 18 times a day.”

Taken from authors site: http://adamalterauthor.com/irresistible

Hey, you, Apostle of Christ! Are you guilty of binge watching, especially films without values?

Studies (pusc.it) show that seven out of ten young people in the West watch TV series through subscription ‘streaming’ platforms like Netflix. 72% of young people watch TV series several times a week; three out of ten do it to daily, according to an international survey of more than 3,600 young people.

Netflix has imposed a cultural revolution and, from a mere distributor, it also has become a producer of TV series. In just three years, Netflix landed in Europe and won over the public for the platform’s simplicity of use. What are the ingredients of Netflix’s success? TV series churned out at will and the ability to create pure addiction, episode by episode, among its subscribers, notwithstanding the quality of the content offered.

For us Christians, for whom the communication of the “Good News” is a fundamental commitment, influencing this area of media is urgent. The media of social communication have become so important that for many they are the principal informative and formative instrument of orientation and inspiration for individual, family, and social behavior.” Pope John Paul II wrote: “The first Areopagus of the modern age is the world of communications, which is unifying humanity and turning it into what is known as a ‘global village.’

St Josemaría, on speaking of the “apostolate of public opinion”, had always encouraged us to write and speak, with ‘gift of tongues’, in order to spread the truth about the Church and about human beings. He has always insisted that one of the greatest evils is ignorance: and we have to talk courageously and truthfully about what we have in our heads and in our hearts… This ‘apostolate of public opinion’ can be done in several ways: from a Theology lecture, to an article in a newspaper, to a simple conversation with a friend, say, while walking along the corridor… What are you and I doing to make sure that these “unli-movies” (available on demand from these streaming platforms) transmit the values that will enable us to achieve “human flourishing” and, ultimately, lead us to our final end, to God Himself?

For Catholics, America Magazine has compiled a “Guide for Catholic movies and shows to watch on Netflix, Hulu and Amazon Prime”.

The Guide is available HERE –> 
https://www.americamagazine.org/arts-culture/2017/10/13/your-guide-catholic-movies-and-shows-watch-netflix-hulu-and-amazon-prime