Santi Rodríguez, conocido actor y monologuista, cuenta cómo las enseñanzas de San Josemaría le han ayudado a estar orgulloso de ser cristiano y procurar vivir en Dios
Mes: junio 2019
10 puntos que disgustan a los jóvenes varones de las mujeres

Hay cosas que los jóvenes valiosos rechazan en la mujer:
Que sea charlatana o gritona, que hable sin parar y no sepa escuchar. Quien no sabe escuchar no sabrá comprender.
- Que sea poco aseada, vista con descuido y ande con chanclas. Una mujer, aunque no sea muy bonita, luce bien si se presenta arreglada.
- Que sea pesimista y no vea el aspecto bueno de los acontecimientos; que se comporte como hombres, escupa o diga palabras groseras.
- Que se muestre desinhibida o aventada con todos los varones. A estas mujeres los hombres las usan para pasarla bien, pero no las toman en serio.
- Que sea una chica “fácil”, que le diga que sí a las peticiones de sus amigos –sea lo que sea- pues eso aburre a los varones.
- Que hable con albures y maldiciones al dirigirse a cualquier persona. La calidad del lenguaje muestra la calidad espiritual de una persona.
- Que carezca de fortaleza, que aguante poco los golpes de la vida, pues así no podrá ser sostén moral de la familia, que sea llorona, quejica y chille por todo.
- Que sea amante del alcohol pues un vicio conduce a otros; además de que vomitan fácilmente y dan espectáculos que producen lástima.
El alcohol desinhibe y tomado en cantidades excesivas – para cada persona el límite cuantitativo es distinto, y a veces muy pequeño- predispone a conductas violentas personales o grupales; euforias que pueden ser peligrosas en el uso de vehículos, y no cabe olvidar que los accidentes de motos y coches son la primera causa de muerte juvenil.
- Que trate de llamar la atención en donde quiera que vaya, a base de vestir con minifalda, tops, indumentarias extravagantes o actitudes externas, pues, como carece de una personalidad fuerte, quiere sustituir el carácter con el vestido.
- Que sea poco discreta: que cuente sus intimidades, por ejemplo, que “anda en sus días”; que todas sus amigas sepan lo que pasa entre ella y su novio; que cuente la vida privada de sus padres o de otras personas; que pida dinero para vestirse mejor.
Canonization date for Card. Newman

Card. John Henry Newman, 4 others soon to be saints
Pope Francis has called an Ordinary Public Consistory of Cardinals in Rome next week to decide on the canonization of five Blesseds, including Cardinal John Henry Newman of England and Sister Mariam Thresia of India.
The Office for the Liturgical Celebrations of the Supreme Pontiff released a note on Thursday saying the Pope will preside over the celebration of the Liturgy of the Hours and an Ordinary Public Consistory in the Vatican’s Clementine Hall on July 1 which will set the dates of the Canonization of John Henry Cardinal Newman and 4 other Blesseds.
Fulton Sheen’s remains have been move to Peoria, Illinois
Fulton Sheen’s remains have been transferred from the crypts of Saint Patrick’s in New York to Peoria in Illinois, reopening his cause for canonization.
In 2002, the cause for canonization of Archbishop Sheen was opened by the Diocese of Peoria after the Archdiocese of New York stated they would not explore a cause. In 2014, Bishop Daniel Jenky of Peoria suspended the cause for beatification on grounds that the Holy See would expect Sheen’s remains to be in Peoria.
On June 27th, Bishop Jenky announced that Sheen’s remains had been transferred from Saint Patrick’s Cathedral in NYC to Peoria in Illinois.
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Miles de personas se reúnen para despedir a Teresa Cardona en Barcelona
Una muchedumbre serena se dio cita este jueves en la Basílica de Santa María del Mar, en pleno corazón del barrio de La Ribera de Barcelona, para despedir el cuerpo de Teresa Cardona, la profesora catalana fallecida en un accidente en Costa de Marfil cuando participaba junto a un grupo de estudiantes en un proyecto de voluntariado.
Más información Artículos y condolencias con motivo del fallecimiento de Teresa Cardona.
Entre las más de 2.000 personas que abarrotaban el templo gótico se encontraban sus hermanos y familiares, sus colegas de trabajo en el colegio Canigó y las estudiantes que la acompañaron durante el viaje en el que perdió la vida. Varias de estas voluntarias fueron las encargadas de colocar sobre el féretro unos centros repletos de flores blancas.
Fueron muchas, decenas de personas, las que trajeron ramos y los colocaron en el altar, las escaleras o las capillas laterales. Uno de los ramos llegaba incluso desde el otro lado del océano, enviado desde Venezuela por un grupo de personas del Opus Dei de ese país.

La luz filtrada a través de las vidrieras y rosetones llenaba el templo de una atmósfera apacible, en la que cientos de personas seguían la ceremonia cantando, rezando o llorando según los casos. Sonriendo también, cuando el sacerdote Manuel Cardona, hermano de Teresa y encargado de celebrar la Eucaristía, leyó en voz alta una carta enviada por ella para felicitarle el cumpleaños cuando tenía 17 años. O cuando el vicario del Opus Dei en Barcelona, Ignacio Font, recordó en la homilía algunos trazos de su modo de ser tras una pequeña encuesta efectuada a sus amigas, compañeras y alumnas.
“He pedido que me definieran en una palabra lo más significativo de su carácter. Y me han contestado que era apasionada, expansiva, moderna, vehemente, vitalista, jovial, animada, caótica, impetuosa, alegre, trabajadora e impulsiva. Y la mayoría añadía además que era intensa. Vivió con gran intensidad, procurando acercar a la gente a Dios, sembrar paz y alegría”, consideró el vicario. También, según Ignacio Font, “armando lío”, como el Papa Francisco pedía a los jóvenes.
El Papa Francisco envía su bendición
El vicario leyó a los asistentes unas palabras enviadas por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de su santidad, en las que el Santo Padre hacía llegar su pesar por la repentina muerte de Teresa y se comprometía a elevar sufragios por su eterno descanso. En su mensaje, el Papa manifestaba también que estaba pidiendo, por intercesión de san Josemaría, la pronta recuperación de las jóvenes que resultaron heridas yles enviaba su bendición.
El prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, también envió un mensaje para transmitir su cariño y cercanía. “En ocasiones como éstas los caminos de Dios nos sobrecogen y nos sorprenden. No acabamos de comprender el porqué de la pérdida de una mujer joven y alegre con tantos proyectos por delante. Al mismo tiempo, estas circunstancias dolorosas nos llevan a mirar y a confiar una vez más en Dios, nuestro Padre del Cielo, que nos quiere inmensamente y nos acompaña siempre. Dios vino a buscar a Teresa un día, inesperado para nosotros, pero previsto por Él, en que la encontró poniendo en juego su ilusión, su alegría, su amistad y su afán por ayudar a los demás en un lugar lejano”, escribía Mons. Fernando Ocáriz en su misiva en la que además elogiaba el ejemplo de serenidad y entereza de las voluntarias y agradecía las numerosas muestras de cariño que el Opus Dei ha recibido estos días por parte de personas particulares e instituciones civiles y religiosas.
El bien siempre asoma la cabeza
La serenidad de las voluntarias, pendientes las unas de las otras tras el siniestro, es precisamente una de las notas más destacadas de lo ocurrido, según Nuria Borrás, otra de las responsables del grupo del Colegio Mayor Bonaigua, que recordó cómo mantuvieron la calma pese a la tragedia y los nervios, y la profunda huella que ha dejado en ellas lo sucedido.

“Por encima del dolor del momento todas se han dado cuenta de la explosión de generosidad que han vivido a su alrededor estos días. La generosidad se tradujo en la asistencia en carretera, el traslado de las heridas, la acogida en casas y residencias, el cuidado y el consuelo ofrecido por muchas personas del país africano a las voluntarias”. Una manifestación de cariño que, según Borrás, ha dejado en ellas “una huella de cómo, por encima de las dificultades, siempre el bien asoma la cabeza y deja unos regalos impresionantes”.
Palabras enviadas por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de su santidad
Vaticano, 26 de junio de 2019
Rvdo. Abdoulaye SIssoko. Vicario Regional del Opus Dei (Abidjan)
Recibida la triste noticia del trágico accidente de carretera que ha
truncado la vida de la señora Teresa Cardona cuando, junto con estudiantes del Colegio Canigó de Barcelona, se dirigía para realizar obras de solidaridad y de promoción de la mujer en Yamoussoukro, deseo hacer llegar, por medio de usted, el sentido pésame del Santo Padre a la familia
de la fallecida y a los miembros de esa comunidad educativa, al mismo tiempo que eleva un ferviente sufragio por su eterno descanso.
Asimismo, el Papa Francisco pide por intercesión de San Josemaría Escrivá la pronta recuperación de todas las personas que están heridas, y
como signo de fe y esperanza en Cristo Resucitado, les otorga a todos la confortadora bendición apostólica.
Cardenal Pietro Parolin
Secretario de Estado de su santidad
La santidad, un sueño posible
El 26 de junio se celebran numerosas misas con motivo de la festividad de san Josemaría. Un día señalado para recordar el mensaje del “santo de lo ordinario”, como lo definió san Juan Pablo II. El vicario regional, Ignacio Barrera, recién nombrado, ha presidido la Eucaristía en la Catedral de la Almudena.

Una misa vespertina a finales de junio suele llevar premio: la ola de calor fue citada al comienzo de la homilía y, entre abanicos, los asistentes que llenaron la catedral se ganaron un poco de cielo y, posiblemente, un necesario refresco posterior.
Guadalupe y Teresa
Ignacio Barrera, en su primera Misa de la fiesta de san Josemaría como vicario regional del Opus Dei en España, enmarcó la homilía entre dos mujeres, Guadalupe y Teresa, además de la Virgen María, como es lógico.

Primero recordó el ejemplo de la beata Guadalupe Ortiz de Landázuri, recientemente beatificada, y por tanto “confirmación de que nosotros podemos llegar a la santidad”. Al final, unas palabras dedicadas a Teresa Cardona, numeraria fallecida en accidente durante un proyecto de voluntariado en Costa de Marfil: “Su alegría, vocación de servicio y trabajo” –señaló Ignacio Barrera- nos dejan “un recuerdo imborrable”.
La búsqueda de la santidad, pese a todo
“La santidad llama a la santidad”, remarcó el vicario, como hilo central de toda la homilía. Aunque cada uno tiene su itinerario, sus luchas, y una diversidad enriquecedora, que hace precisamente amable y atractiva cada santidad personal. “Al mismo tiempo”, resumió, “los santos en el cielo son parecidos, porque todos han sido moldeados por el Espíritu Santo y tienen a Cristo como modelo”.

“Nuestras ilusiones se verán colmadas por las maravillas de Dios nos recordaba san Josemaría en una de sus homilías”, continuó el vicario regional, que finalizó citando al Papa Francisco: “el amor de Dios y nuestra relación con Cristo vivo no nos privan de soñar, no nos exigen que achiquemos nuestros horizontes. Al contrario, ese amor nos mueve, nos estimula, nos lanza hacia una vida mejor y más bella” (Exh. ap. Christus vivit, n. 138).
Dios y el sexo
La Teología del Cuerpo nos hará salir de la crisis actual, dice Christopher West

Christopher West, norteamericano de 50 años, casado y padre de 5 hijos, es uno de los mayores divulgadores de la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II. El 1 y 2 de julio (lunes y martes) será el orador del encuentro Living the joy of beauty (Vivir la alegría de la belleza)Dios habla a través de tu cuerpo” en la Universidad Francisco de Vitoria. Se trata de unas jornadas pensadas para jóvenes, adultos, padres de familia, educadores, religiosos… y todos aquellos que quieren entender qué tienen que ver Dios, el amor, nuestros cuerpos y el sexo, y cómo eso nos da una identidad sana después de las heridas de 50 años de revolución sexual.
Ya en 2018 una primera presentación de este tema en la Universidad Francisco de Vitoria atrajo a una multitud de inscritos. West dirige en Filadelfia un centro, el Theology of the Body Institute , especializado en formar catequistas, agentes de pastoral, sacerdotes… para difundir la Teología del Cuerpo en sus colegios, parroquias, asociaciones, etc. Su instituto acredita unos estudios Teología del Cuerpo compuestos por nueve módulos y cuyo título se consigue tras la elaboración de una tesis.
La Teología del Cuerpo de Juan Pablo II nació como una serie de catequesis entre 1979 y 1984 acerca del sexo, el cuerpo y el amor. Pero hoy ha dado lugar a toda una visión de la vida capaz de enfrentarse a los retos de nuestra época hedonista y herida. «Esta visión lleva a la gente a la raíz de la crisis en el mundo moderno, y en la Iglesia y en nuestras relaciones. Más importante, nos muestra cómo salir de ella. Nos da esperanza, aire para respirar. La Teología del Cuerpo de Juan Pablo II se nos ha dado para tiempos como los nuestros», explica West en una detallada entrevista concedida a ReL.

– ¿Cuál sería el kerigma o eslógan de la Teología del Cuerpo?
– Que tú eres irrepetible, irremplazable e indispensable. Que estás hecho para más de lo que el mundo espera de ti. Y que tu cuerpo cuenta una historia divina sobre el amor: sobre de dónde vienes y a qué estás destinado, y cómo llegar allí.
– Hoy los jóvenes muestran sus cuerpos en Internet ansiando un «like»…
– Eso demuestra que ansiamos ser amados por quienes somos, incluyendo nuestro cuerpo, pero la cultura de las redes sociales nos conduce a escondernos a menudo tras máscaras superficiales y desdeñar nuestra humanidad real. La Teología del Cuerpo nos enseña a no ignorar ni reprimir este deseo de amor, sino a darle su lugar correcto, a conducir ese deseo en la buena dirección. Sólo Dios puede decirnos quiénes somos realmente y llenar ese vacío infinito dentro de nosotros.
– Muchos jóvenes y adultos acumulan heridas causadas en sus relaciones sexuales y sentimentales. ¿Cómo sanar eso?
– Nuestro Dios es rico en misericordia. En latín se refiere a un corazón que se da a otro que sufre miserablemente. Sí, las mentiras de la revolución sexual nos han traído muchas miserias. Pero esas miserias no hacen que Dios se retire. Atraen su corazón a nosotros. La redención trata de eso. Cristo no viene a condenarnos, sino a salvarnos, a curarnos. Nada de lo que hayamos hecho será más poderoso que la Cruz de Cristo. Cuando Cristo murió, tomó nuestra humanidad caída con él, y resucitó para que también nosotros pudiéramos vivir una vida nueva (veamos Romanos 6,4). Esta vida nueva nos llega, en cuerpo y alma, a través de los sacramentos.
Cuando hablo de un Dios que puede perdonar, curar y restaurar, para mí no es mera teoría.Soy un hombre muy quebrantado, que ha encontrado a un Dios muy misericordioso. Explico algo de eso en mis conferencias en Madrid. Siempre hay posibilidad de conversión. No importa lo hondo que hayas caído en tu foso, o lo hastiados que estemos. Siempre podemos girarnos, caminar hacia la luz y experimentar una vida nueva. La sanación que necesitamos requiere un viaje que es toda una vida, pero es la aventura más llena de esperanza que esta vida puede ofrecer.
– ¿Cuándo y cómo padres y educadores podemos usar la palabra «castidad»?
– La palabra castidad viene del latín “castus”, que significa “puro”. Por desgracia, la pureza sexual a menudo se confunde con puritanismo, un enfoque temeroso y represivo hacia todo lo sexual. Como resultado, la palabra “castidad” en sí tiende a sufrir de connotaciones negativas y necesita ser rehabilitada, como decía el mismo Juan Pablo II.
La pureza, bien entendida, es del todo positiva. Pensemos en oro puro. ¿No lo preferirías al oro impuro? La castidad en la virtud que resulta al permitir al fuego del Amor de Dios purificar tus deseos sexuales, pensamientos y comportamientos, quitándoles el aguijón de egoísmo y lujuria, como el fuego purifica los metales preciosos. A través de esa purificación, la castidad ordena nuestros deseos, pensamientos y comportamientos sexuales hacia la verdad del amor auténtico.
Eso significa que la castidad no es primariamente un ‘no’ al sexo ilícito. La castidad es primero y antes que nada, un gran ‘sí’ al verdadero significado del sexo, a la bondad de ser creados como hombre y mujer a la imagen de Dios. La castidad no es represiva, es totalmente liberadora.
– ¿En qué sentido libera la castidad?
– Nuestra cultura habla mucho de libertad sexual. Pero, ¿a qué se refiere con eso? “Haz lo que quieres, cuando quieras, sin decir nunca ‘no’” ¿Es libre una persona que no puede decir ‘no’ a sus deseos sexuales? ¿O está encadenada? Veámoslo de cerca. Lo que nuestra cultura promueve como libertad sexual, en realidad lleva a la adicción sexual.
La libertad no consiste en dejarnos llevar por nuestras compulsiones. Es un liberarse de la compulsión de dejarnos llevar. Solo una persona así es libre para ser un don para los demás. La castidad afronta precisamente esa libertad, la libertad de ser un don, la libertad de amar. Eso requiere disciplina, sin duda, pero es como la disciplina del atleta que le permite ser excelente en su deporte, o la disciplina de un músico que le permite hacer hermosa música.

como catequistas, profesores, orientadores de familia, responsables de jóvenes, padres…
– ¿Ayuda la Teología del Cuerpo a matrimonios en crisis?
– ¿Dónde hizo Jesús su primer milagro? En una boda. ¿Qué le pasó a esa pareja? Se quedaron sin vino. El vino es en la Escritura un símbolo del amor divino. Quedarse sin vino, como explica Juan Pablo II, es un símbolo del pecado original. El propósito mismo del matrimonio es compartir el amor divino. El problema es que, debido al pecado original, nos hemos quedado sin vino. Y no puedes dar lo que no tienes. Pero ahora sale a la luz la buena noticia del primer milagro de Jesús. ¿Qué hace Jesús por la pareja? ¡Restaura el vino con superabundancia! ¿Sabes cual es entonces el objetivo de la vida cristiana desde esa perspectiva? Es emborracharse en el vino de Dios. La Teología del Cuerpo de Juan Pablo II ayuda a las parejas a beber profundamente de este vino nuevo. Es la única solución verdadera a la crisis de amor. Por eso Juan Pablo II insistía en que los matrimonios están llamados, antes que nadie, a hacer de esta teología del cuerpo el contenido de su vida y comportamiento.
– ¿Por qué Juan Pablo II escribió y predicó tanto sobre matrimonio, sexo y familia?
– Juan Pablo II escribió sobre sexualidad, matrimonio y vida familiar más que ningún otro Papa, pero no deberíamos reducir su Teología del Cuerpo a una enseñanza para casados. Él despliega lo que llama una ‘antropología adecuada’, una visión de lo que significa ser humano, más específicamente, una visión de lo que significa ser humano como hombre y mujer. El celibato, adecuadamente entendido y vivido, no es un rechazo de lo que Dios planeaba para nosotros al hacernos hombres y mujeres, sino que es una forma de vivir el propósito último de nuestra creación como hombre y mujer.

Dios nos hizo hombre y mujer y pidió que ambos llegaran a ser “una carne” como señal y prefiguración de nuestro destino celestial: lo que la Escritura llama “las bodas del Cordero” (Apocalipsis 19,7). El hombre célibe vive su verdad imitando a Cristo, al tomar a la Iglesia como su esposa, y la mujer célibe toma a Cristo como su esposo. San Juan Pablo II vivió esto con hermosura.
Además, Karol Wojtyla, siendo un joven sacerdote, dijo, se “enamoró del amor humano” y dedicó su sacerdocio a ayudar a otros a entender el plan divino para el amor humano. Nuestra creación como hombres y mujeres es una llamada a la entrega de uno mismo. Los casados viven esto de una forma y los célibes consagrados de otra, pero ambos fluyen de la misma realidad de la sexualidad humana. Es el mismo fundamento en ambas vocaciones. Por eso la ideología de la revolución sexual ha hecho sufrir terriblemente a ambas vocaciones.
– ¿Qué hay de «nuevo» en la teología del Cuerpo?
– San Juan Pablo II reafirma y profundiza nuestra comprensión de verdades antiguas. Esas verdades no son nuevas, pero el lenguaje que usa para iluminarlas a menudo sí es nuevo. Por ejemplo, una de las frases más importantes de toda la Teología del Cuerpo es “significado esponsal del cuerpo”. Vivimos en un mundo que declara que nuestros cuerpos no tienen significado, que la diferencia sexual no tiene significado.
San Juan Pablo II ilustra con belleza que nuestros cuerpos no solo no carecen de significado, sino que revelan un significado final: revelan que la autodonación y el amor generoso y generador son el cimiento de la vida humana y la vocación innata y fundamental de cada ser humano. El cuerpo humano no tiene sentido en sí mismo, ni tampoco el de la mujer. Pero vistos a la luz el uno del otro, a menos que seamos ciegos, reconoceremos que el hombre y la mujer están hechos uno para el otro.
– ¿En qué sentido vemos esta relación entre hombre y mujer?
– Estamos hechos para ser un don dador de vida el uno al otro a través de la entrega personal de uno mismo. Esto se ve en el significado esponsal del cuerpo. Es la llamada a amar como Cristo ama, sellada directamente en nuestros cuerpos. ¿Cómo ama Cristo? A través de la donación corporal de sí mismo: “Este es mi cuerpo entregado por vosotros”. Una de las contribuciones más importantes de toda la enseñanza es que el Evangelio llama a amar como Cristo nos ama, y eso está sellado en nuestros cuerpos, directamente en nuestra diferencia sexual.
La enseñanza de la Iglesia sobre sexo, género y matrimonio es una noticia buena porque es la verdad sobre el amor, y el amor verdadero da la plenitud a la persona. Esto no ha cambiado desde que se fundó la Iglesia. San Juan Pablo II desarrolló la teología del cuerpo como unas gafas para clarificar la visión que tenemos de nosotros mismos y de las enseñanzas de la Iglesia. A través de esas gafas vemos la fe católica completa –y no solo sus enseñanzas sobre sexualidad – porque toda la Creación canta alabanzas a Dios cuando tenemos ojos para verlo.
Al mostrarnos el significado de la vida de forma brillante, la Teología del Cuerpo también nos da la gracia de superar nuestros temores, nuestras heridas, egoísmos y pecados, para vivir según ese significado. Es atractiva porque devuelve el foco a la fe, no como sólo reglas y regulaciones, sino como el lugar para encontrar sanación y clemencia para que podamos llegar a ser lo que somos en el plan de Dios.
– ¿Puede la Teología del Cuerpo ayudarnos frente a la dictadura de la ideología de género?
– La Teología del Cuerpo de Juan Pablo II arraiga firmemente la identidad humana en la unidad de cuerpo y alma. La ideología de género de hoy (sería más exacto decir “ideología sin género”) se basa en una ruptura fundamental de esa unidad. Hay una palabra para la ruptura entre cuerpo y alma: se llama muerte.
En el mundo moderno nos hemos tragado esta ruptura. Los Gobiernos, de hecho, ahora exigen que identifiquemos a cada uno sin identificar ningún cuerpo. Pero cuando identificamos a alguien sin referencia a su cuerpo, en realidad, no lo identificamos. Una vision bífida de las relaciones entre el cuerpo humano y la identidad humana crea una lengua bífida. Palabras como hombre y mujer, chico y chica, sexo y género, pierden todo significado. Separa el cuerpo humano de la relación humana y el significado de palabras como esposo y esposa, padre y madre, hermano y hermana, tío y tía, quedan ofuscados.
Podemos aprender mucho simplemente examinando la raíz de la palabra “género”. Es la misma raíz que en palabras como generosos, generar, genesis, genética, genealogía y progenie. “Gen” significa “engendrar” o “dar a luz”. El gén-ero de una persona se basaría en la forma en que esa persona gen-era nueva vida, y eso lo determinan el tipo de gen-italesque tiene. Cuando una cultura entiende y trata con reverencia el significado de nuestros genitales, esa cultura entiende la importancia y significado del género.
Si atacan al significado de nuestros genitales es inevitable que ataquen el significado del género. Dicho de otra forma: una vez una cultura empieza a vaciar la actividad sexual de su significado, es solo cuestión de tiempo que también empiece a vaciar de significado la identidad sexual. Las dos cosas perecen o se sostienen juntas.
La diferencia de género literalmente organiza a los hombres y mujeres, el uno para el otro. A hombres y mujeres se les han dado órganos que les permiten trabajar juntos como, digamos, un organismo, para engendrar nuevos seres humanos. Antes del impacto des-organizadorde la tecnología anticonceptiva moderna, la sociedad entera se organizaba de forma natural a sí misma entorno a esta realidad.
Hoy, nuevas ideologías sin género se han hecho mainstream. Si introduces una anticoncepción eficaz a gran escala, al final el lazo fundamental entre género, genitales y engendrar se desvanecerá de la forma en que entendemos nuestras relaciones y nuestras “identidades de género”.
– Sobre anticoncepción hablaba Pablo VI hace también 50 años…
– El mismo San Pablo VI nos avisaba en Humanae Vitae que un mundo contraceptivo no solo se convierte en un mundo con abundante infidelidad, un mundo en el que la mujer y el criar hijos son degradados, y un mundo en el que los gobiernos pisotean los derechos y necesidades de la familia. Avisó de que también se convierte en un mundo en el que los seres humanos creen que pueden manipular sus cuerpos a voluntad.
En una entrevista en 1984, quien luego sería el Papa Benedicto XVI, explicó el paso de la contracepción a la confusion de género de esta forma: pagaremos en nuestros días, dijo, “las consecuencias de una sexualidad que ya no está ligada a la procreación. Se deduce lógicamente de ello que toda forma de [actividad genital] es equivalente.
No teniendo ya una razón objetiva para justificarlo, el sexo busca la razón subjetiva en la gratificación del deseo, en la respuesta más ‘satisfactoria’ para el individuo”. Además, señaló que todo el mundo se vuelve “libre de dar a su libido personal el contenido que considere adecuado. Por lo tanto, de aquí se sigue que todas las formas de gratificación sexual se transforman en derechos del individuo”. De aquí, él concluía que la gente acabaría exigiendo el derecho de “escapar de la ‘esclavitud de la naturaleza’, exigiendo el derecho de ser hombre o mujer según la voluntad o gusto de cada uno”.
“Living the joy of beauty”, el 1 y 2 de julio en la Universidad Francisco de Vitoria, está pensado en cuatro sesiones que se imparte a lo largo de dos días. Christopher West, en las sesiones, de unas tres horas cada una, desgrana el mensaje con su fuerza particular para tocar el corazón de las personas.
El encuentro Living the joy of beauty, Dios habla a través de tu cuerpo está organizado por el Instituto Desarrollo y Persona de la Universidad Francisco de Vitoria, y cuenta con la colaboración de Regnum Christi y de varios medios de comunicación: Religión en Libertad, Vida Nueva, Catholic-Net y la Agencia Zenit.
Más información en Aprendamos A Amar
Así ayuda Proyecto de Amor Conyugal a matrimonios en crisis
Redacción ACI Prensa
Los esposos José Luis Gadea y Magüi Gálvez son los iniciadores del Proyecto Amor Conyugal, que según define el mismo Gadea es “un proyecto misionero de María para el matrimonio y la familia” que surgió en la Diócesis de Málaga (España).
Gadea explica en una entrevista concedida a HM Televisión que todo comenzó tras una crisis conyugal y un matrimonio amigo les invitó a una peregrinación al Santuario de Fátima.
“Allí tuvimos una experiencia muy fuerte con la Virgen, fue nuestra conversión. La Virgen nos encomendó un proyecto para matrimonios. Muy torpemente nos dejamos llevar por las puertas que la Virgen nos abría o nos cerraba, nos dejamos guiar por ella. Nos llevó a las catequesis de San Juan Pablo II, donde descubrimos la verdad y la belleza del matrimonio”, explica Gadea en la entrevista.
A pesar de haberse casado ilusionados, su matrimonio se había desgastado por la convivencia, el día a día y las diferencias.
“Cada uno intentaba imponer su visión y generaba conflictos. Y recuerdo estar en la cama despierto pensando que esto no tenía solución. Había tal maraña de problemas que no sabíamos cómo resolverlos y cuando lo intentábamos era peor, porque no lo conseguíamos y salían a colación todos las demás problemas y no conseguíamos nada”, recuerda.
Sin embargo, en ese viaje a Fátima, Gadea asegura que “la Virgen se apiadó de nosotros”, “nos dimos cuenta que intentamos resolver los problemas en las ramas del árbol, pero ahí no se soluciona nada, se pueden llegar a pactos, pero no se llega a nada. Hay que profundizar más, ir a las raíces del amor y desde ahí se sana todo lo demás”.
Así José Luis y Magüi comenzaron a vivir lo que San Juan Pablo II decía y su matrimonio comenzó a sanar. “Dio un vuelco impresionante, comenzamos a compartir con otros matrimonios y casi sin querer ni esperarlo nació el Proyecto Amor Conyugal”.
Este proyecto se basa en reuniones, llamadas “itinerarios” para matrimonios, y actualmente también cuentan con un retiro donde “se habla de la verdad del matrimonio y su belleza. Contamos una verdad y después se vive una experiencia relacionada con esta verdad”, precisan.
En el primer retiro que organizaron “vinieron matrimonios de todo tipo, con crisis, cerca de la Iglesia, alejados. Ver cómo salieron fue impresionante”.
Pero este camino de matrimonios, según afirma Gadea, no es sólo de formación sino también de “oración y vida”.
Por eso crearon una web donde publican el evangelio del día con un comentario orientado específicamente a matrimonios “porque es nuestra vocación, nuestro camino de encuentro con el Señor y por eso es importante plantearme qué está diciendo Dios a mí como esposo”.
Otro aspecto del Proyecto de Amor Conyugal es la oración del matrimonio juntos. Según explica Gadea, tratar de “recuperar esa intimidad entre los esposos y con Dios, y rezar juntos es una manera. Construir esa intimidad con Dios une mucho más que cualquier lazo humano”.
También diariamente rezan por la vocación conyugal porque, según afirma, “salvar el matrimonio es salvar la sociedad, la Iglesia y el mundo”.
Para ayudar a vivir la vocación al matrimonio, en Proyecto de Amor Conyugal existe la figura llamada “matrimonios tutores”, es decir, matrimonios que acompañan a otros que están pasando una crisis para enseñarles a vivir esta vocación. “Hay cientos de matrimonios que crecen en su vocación o sanan sus heridas de sus crisis matrimoniales. Ésta es la maravilla que nos ha regalado nuestra madre la Virgen“, explica.
“Estamos teniendo el privilegio de asistir a un milagro en masa de nuestra Madre, que está haciendo con muchísimos matrimonios alejados y también los que están dentro de la Iglesia, que aunque no lo parezca también hay muchas crisis que quizás no se ven. Hablan con nosotros y se ve que intentan encontrar a Dios por separado y quizás rezan todos lo días, pero el matrimonio no va bien y es porque no saben unir su fe y su vocación”.
Más información sobre este proyecto para matrimonios AQUÍ
¿Qué hacer cuando Dios pide cosas insensatas?

Si creo que es imposible, dejaré de luchar antes de tiempo
Jesús ha estado predicando al pueblo. Está oscureciendo. Todos están cansados y tienen hambre. Los discípulos entonces aconsejan lo razonable:
“Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado”.
Mejor que cada uno vaya a su casa. Así podrán descansar y comer. Es lo más lógico. ¿Por qué no hacer eso? A menudo tengo claro lo que deberían hacer los otros. Tengo claro los pasos a seguir. Aconsejo con rapidez. Opto por lo sensato. Es lo que de verdad importa. Lo elijo.
Pero Jesús hoy me pide la mayor insensatez. Jesús les dice a los discípulos que hagan lo imposible: “Dadles vosotros de comer”.
Me pide que me ponga manos a la obra para llevar a cabo una empresa imposible. Dar de comer a miles. Salvar la vida de tantos.
Siempre me ha impresionado esta escena. Me asombra que Jesús me pida lo que no puedo hacer. Como si yo pudiera. Tal vez confía más en mí de lo que yo confío. O cree en mis capacidades ocultas.
Tengo claro lo que es imposible, lo he aprendido. Sé lo que puedo hacer y lo que no. La montaña que logro escalar y la que encuentro demasiado alta.
A veces me han metido en el alma ideas que me limitan. Desde pequeño escuché: “Tú no puedes hacerlo”. Y me lo he acabado creyendo con el paso del tiempo.
Quiero creer que puedo para ponerme manos a la obra. Si creo que es imposible, dejaré de luchar antes de tiempo. Comenta la sicóloga Mirta Medici:
“Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar. Que no te permitas los no puedo y que reconozcas los no quiero”.
Quiero llegar más lejos, más alto, más dentro. Quiero ser capaz de lo que ahora me parece inalcanzable. Tantas veces me limito. Pienso que no se puede lograr y no lo intento.
Es que no quiero probar el sabor amargo de la derrota. O el aspecto bochornoso del que fracasa. Quiero triunfar siempre y me pongo metas posibles. Para no desanimarme con las derrotas.
Pero ya no sueño. No confío en cambiar el mundo. Ni a las personas. No creo en el poder imposible del Espíritu Santo en mi vida. Creo sólo en lo que mis manos tocan, hacen, alcanzan. Lo posible me parece más verdadero que lo inalcanzable. ¿Para qué creer en lo que no se puede hacer?
Hoy Jesús me pide que dé yo de comer a miles de hombres que tienen hambre. Quiere que cambie el rostro de este mundo que me cuesta y pesa muchas veces.
Quiere que recorra caminos imposibles, rutas escondidas. Quiere que descubra sendas nuevas y me arriesgue. Quiere, como leía el otro día, que llegue a “entender que por nosotros mismos no somos ni podemos nada. Abandonarnos en una total confianza en Dios para quien nada es imposible, apoyándonos por la fe en su misericordia y su fidelidad”[1].
Quiero aprender a confiar más. Esa palabra que escucho tan a menudo y se me atraganta en el alma. Confiar significa dejar hacer. O hacer convencido de que la victoria final es de Dios, no mía: “Hago lo que puedo, lo demás lo dejo en tus manos”[2].
Esa forma de vivir la vida me da paz.
Es poco lo que puedo hacer. Y siento que mi voz, mi gesto, mi vida, traspasan los límites de mi carne en la fuerza del Espíritu. ¿No lo he visto tantas veces?
Mi orgullo en ocasiones me hace creer que he sido yo. Que mis manos han hecho el milagro. Han dado de comer a muchos. He sido yo el que ha tocado la vida y todo es nuevo.
Soy yo y no soy yo al mismo tiempo. Tengo que querer y ponerme en camino. Tengo que hacer lo que puedo. Tengo que comenzar a andar y los siguientes pasos caerán lentamente sobre el camino.
Hay que dar el primer sí, el golpe decisivo. Ese es el que quiero dar. Me pongo manos a la obra. ¿Cuántas cosas imposibles se abren ante mí?
Pienso en lo imposible que es vivir plenamente un camino de santidad. Es imposible superar mis debilidades cada vez que caigo en mi pecado.
Me duele mi fragilidad para enfrentar la vida y alegrarme de todo lo que Dios me regala. Dios cuenta conmigo para cambiar este mundo que necesita amor. Cuenta con lo poco que yo tengo.
Los discípulos son conscientes de lo poco que tienen: “No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío”.
Cuentan los panes y los peces y ven que no basta. Hacen cálculos humanos, como yo, que soy prudente. Es más sensato mandarlos a casa.
Mi sensatez me dice que no puedo darles de comer. Miro a mi alrededor y veo tanta hambre de Dios, de amor, de plenitud. Veo tanta sed, tantas enfermedades del alma.
¿Qué puedo hacer yo que también tengo sed de hogar, de paz, de amor? ¿Qué puedo darles yo si también soy un mendigo de misericordia? Mis panes, mis peces.
Los cuento una y otra vez pensando que van a aumentar con el paso del tiempo. Pero no es así. Son pocos. No soy mejor que antes. No tengo más que antes. Son los mismos panes, los mismos peces. Toco mi miseria y mi pobreza. Palpo mi indigencia y me conmuevo.
[1] Jacques Philippe, Si conocieras el don de Dios
[2] Tomás Trigo Oubiña, Dios te quiere y tú no lo sabes
El rosario, una sanación de la Virgen y Medjugorje
la tristeza se fue de su vida al traer a Dios

Lourdes Pérez, de Sevilla, ha contado cómo se educó en una familia sin práctica religiosa y vivió en una tristeza mundana y sin Dios. El Camino de Santiago, el rezo del rosario y una curación asombrosa por intercesión de la Virgen cambiarían su vida y la sacarían de la tristeza. Lo ha explicado en «Cambio de Agujas«, el programa de testimonios de HM Televisión.
Una familia que ni rezaba ni iba a misa
Se formó en «una familia sencilla, trabajadora». La familia no iba a misa ni a ella le enseñaron a rezar en casa. Recibió el bautizo y celebró la Primera Comunión, pero en casa no hubo más relación con la fe.
De niña fue a un colegio religioso donde le enseñaron el Padrenuestro y el Avemaría. Por esa influencia del colegio, de niña adquirió el hábito de rezar el Padrenuestro en casa al acostarse. «Y siempre le pedía al Señor que yo quería ser feliz, siempre. Y pedía también por un abuelo difunto que yo quería muchísimo. Pedía esas dos cosas», recuerda.
Adolescencia, alternar fiesta y tristeza profunda
En la adolescencia, pasó a una escuela secundaria que no tenía nada religioso, y ella se volcó en salir con las amistades, llegar tarde a casa, incluso pasar toda la noche fuera y llegar solo de madrugada. Su padre le preguntó, con calma: «¿Te pasa algo, tienes problemas?» Notó que era una llamada de atención.
Y empezó a combinar periodos de depresión con abundancia de salidas y fiesta. «Era una tristeza muy profunda. Mi madre me llevó al psicólogo y no me sirvió. El segundo psicólogo la solución que me daba era ir al teatro, a distraer mi mente. Yo sentía que eso no era la solución«.

Llorando en el banco de la iglesia
Lourdes no tenía vida de fe. Pero cuando estaba muy triste, daba largos paseos. Y se acostumbró a acabar los paseos en una parroquia que estaba abierta. «Me sentaba en un banco de la iglesia y allí me desahogaba, venga a llorar, y salía nueva». Hoy entiende que quien le consolaba y le sanaba era Dios, pero entonces no lo sabía, porque no sabía casi nada de Dios.
Ella seguía con su vida de fiesta, alcohol y trasnochar. Pensaba que la felicidad llegaría con un buen trabajo y independencia económica. No pensaba en casarse, «yo no quería tener un compromiso». Estuvo viviendo 5 años con un chico, hasta que cortaron. Llegó a tener dinero, coche, casa… Pero eso no le evitaba caer en sus crisis de tristeza.
Una promesa en el Camino de Santiago… y a rezar
Lourdes fue a hacer el Camino de Santiago. Un amigo suyo había perdido un objeto valioso para él y ella sintió el impulso de hablar con Dios. «Mira, Dios, si mi amigo encuentra este objeto, yo te rezaré el rosario, aunque sea un par de veces por semana», le dijo.
El objeto perdido apareció, así que Lourdes sintió que tenía que cumplir su promesa. Orar con el Rosario entró así en su vida. «Yo no sabía rezarlo, en realidad, lo rezaba con el Padrenuestro, no con los misterios del rosario«.
«Perdí dos litros de sangre»… un operación muy peligrosa
Cuando llevaba un año rezando así, vivió un momento especialmente duro. Había perdido un trabajo importante para ella, había perdido su relación de pareja y sufrió mucho en una operación médica que salió mal.
«Perdí dos litros de sangre, me tuvieron que hacer una transfusión. Y no bastaba. Había que entrar en quirófano otra vez. Mis padres estaban muy nerviosos, les habían dicho que yo podía perder la vida». Incluso le hablaron de que en la nueva operación casi seguro tendrían que quitarle el útero, cosa que a la madre de Lourdes le entristecía mucho porque quería nietos.
Lourdes se había traído el rosario al hospital. «Mi madre, al verme el Rosario en la mano, me dijo: ‘pero, hija, ¿tu sabes rezarlo?’; ‘pues, no’. Y mi hermana entró en Internet con el móvil, encontró un croquis y ese fue mi primer rosario bien rezado, como Dios manda«, recuerda.
La operación salió muy bien, no hizo falta extirpar el útero «y de hecho ahora tengo dos hijos», explica muy alegre. «Soy madre, fue un milagro de la Virgen y estoy en deuda».
Ahora quería saber sobre la Virgen
Ella siguió viviendo en clave mundana y de pecado un tiempo. Pero algo había empezado a cambiar. Ahora quería saber cosas de la Virgen. Leía algún libro sobre ella. «Mi actual marido me llevó a visitar Lourdes, a visitar al año siguiente Garabandal. Fue un proceso. Pero lo que me marcó fue el santuario de Medjugorje, en Bosnia. ¡Hasta allí tuvo que llevarme el Señor, imagínate!»
Durante un tiempo antes de Medjugorje, buscando más sobre lo espiritual, un conocido le introdujo en «el lado oscuro espiritual, lo oculto, el esoterismo». «Yo antes desconocía el mundo espiritual, pensé que sólo existía lo visible. Conocí el reiki, me echaban las cartas… todas esas técnicas, que detrás está el demonio. Entré ahí pensando que podía ser feliz. Y en medio de ese cacao la Virgen me llevó a Medjugoje. Antes de Medjugorje íbamos a misa sin comulgar, porque vivíamos en pecado, pero escuchábamos con atención en misa. Y un cura había dicho: ‘cuidado con el reiki’. Pero yo defendía el reiki, lo defendía ante otros peregrinos a Medjugorje».
En esas técnicas ella buscaba una paz efímera, puntual, y los problemas seguían, y hasta venían otros, más gordos.

Confesión y cambio vital en Medjugorje
«Medjugorje es un centro espiritual impresionante, grandísimo, allí la presencia de Dios se palpa. Yo fui con mi mochila bien cargada de pecado. Yo, y mi actual marido, porque entonces vivíamos en pareja. Allí fue mi primera confesión. Rompí a llorar delante del sacerdote. Le conté mis remordimientos, lo que había hecho. Ahí empezó el cambio, porque mi marido me pidió matrimonio allí, en el Monte de las Apariciones de la Virgen».
«En Medjugorje hice ayuno, lo que la Virgen pedía, y yo pedí luz a la Virgen… y así fue saliendo de esas cosas [esotéricas], con sutileza, poco a poco».
Tras Medjugorje entendió que tenía que rezar el rosario con el corazón, leer la Biblia, practicar la confesión frecuente… «y eso ya me lo tomé en serio. Yo no puedo bajar la guardia».

Hoy Lourdes dice: «siempre estaré en deuda, que me faltan días para dar gracias por el bien que me han regalado, Dios y mi madre María«.
A quien tenga inquietudes: «que hable con un sacerdote»
A las personas que buscan «les aconsejaría que se acerquen a una parroquia, que se confiesen, que hablen con un sacerdote, le cuenten sus problemas, e inquietudes, aunque piensen que ‘soy buena persona, no hago daño a nadie’.
A los jóvenes les anima a formarse, ayudándose de sacerdotes, catequistas y consagrados. «El verdadero sentido de la vida no es dejarnos llevar por el mundo: no seamos borregos. La vida no es hacer lo que te da la gana, sino nuestro deber. Que no tengan miedo, con Dios en el centro no hay que tener miedo del qué pasará, Él nunca me ha defraudado».
Y concluye: «He encontrado la felicidad y se llama Dios».
Cómo hacerse católico

Una guía práctica para curiosos sobre la fe católica
Si bien muchos se inician en la fe católica cuando son bebés, cada año miles de personas tocan las puertas de la Iglesia como adultos. Puede ser un momento de gran alegría para un alma que busca la verdad, pero el proceso de conversión no siempre es claro.
Aquí algunos consejos útiles para curiosos sobre la fe católica que no saben por dónde empezar.
Visita una parroquia cercana

Uno de los primeros pasos para un alma interesada en convertirse en católica es simplemente asistir a una misa dominical en una iglesia local. Puede ser una parroquia donde ya conoces a alguien, o podría ser la única iglesia católica de la ciudad.
Cualquiera que sea el caso, tu viaje hacia la fe católica comenzará en una iglesia en particular. Serás iniciado en la vida de esa comunidad y serás bienvenido al redil del pastor local.
Te invitamos a asistir a la misa, pero como no católico no puedes recibir la Comunión, porque compartir en la Eucaristía está reservado para aquellos que han sido completamente iniciados (recibieron los sacramentos del Bautismo y, como adulto, Confirmación) y están en estado de gracia.
Si no sabes dónde está la iglesia católica más cercana, visita misas.org para encontrar tu parroquia más cercana.
Llama al servicio dedicado al bautismo de adultos

Si, después de asistir a la misa por un período de tiempo, todavía sientes la llamada a unirte a la Iglesia católica, acude a la oficina parroquial para conocer las clases de catecumenado. Llamado en algunos países RICA, se trata del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos.
Es un proceso que imita lo que sucedió en la Iglesia primitiva cuando alguien quería ser bautizado como cristiano. El pastor o el director de educación religiosa te ayudarán a determinar si no estás bautizado o si has sido bautizado de pequeño como católico o como miembro de otra denominación cristiana cuyos bautismos reconoce la Iglesia.
Normalmente, una parroquia comienza las clases de RICA en otoño, aunque a veces los sacerdotes enseñan personalmente a alguien si llegan a mediados del año. La mayoría de los programas de RICA duran de agosto a mayo, mientras que algunos lugares requieren un año adicional.
La Iglesia primitiva tuvo un proceso que podía tomar entre 2 y 3 años antes de que una persona fuera bautizada. El objetivo no era convertir a las personas que no tenían idea de lo que estaban haciendo, sino asegurarse cuidadosamente de que la persona supiera en qué estaban entrando.
El objetivo de estas clases de catecumenado es responder a cualquier pregunta que tenga y darle la plenitud de la fe.
Si, por algún motivo, tienes una mala experiencia o no te sientes preparado, simplemente puedes suspender las clases y continuarlas en otro momento.
Por lo general, se recomienda no volverse católico si uno se siente apresurado o preparado de manera inadecuada. Si tienes dudas, es posible que necesites un tiempo adicional de preparación.
Hagas lo que hagas, ¡no dejes de hacer preguntas! Puede molestar al sacerdote o al instructor, pero es vital que todas sus preguntas sean respondidas antes de dar el gran salto.
Elige un patrocinador/padrino

Ya sea que necesites el sacramento del Bautismo (iniciación completa) o que ingreses a la Iglesia a través del sacramento de la Confirmación, deberás encontrar un católico practicante que pueda ofrecerte orientación espiritual.
Esta persona debe ser elegida no solo por una relación (por ejemplo, la abuela), sino por una fuerte convicción de fe. Deben ser personas en las que puedas confiar y hacer preguntas a medida que avanzas en tu viaje.
Si simplemente no conoces a nadie, pídele al catequista de catecumenado o al sacerdote que te asigne un patrocinador/ padrino. Ellos conocerán a personas en la parroquia que encajarán bien y de esta manera, puedes hacer nuevos amigos en la comunidad parroquial.
¡No dejes de aprender!

Después de pasar por todas las clases de catecumenado y llegar a la Vigilia Pascual para sumergirte en la fe católica, no dejes de aprender más sobre la fe que ahora profesas. Muchos conversos a la fe católica caen por las grietas después de ser iniciados y poco después dejan de ir a misa el domingo.
Convertirse en católico no es un tipo de ceremonia “que se hizo una vez”, sino que es un llamado continuo a la conversión. Es un viaje de por vida y muchos de los que se bautizaron en la fe cuando eran bebés continúan aprendiendo de adultos. El objetivo no es convertirse en católicos “tibios”, sino incendiarse con el amor de Dios.
Entonces, si estás pensando en convertirte en católico, visita una parroquia local y permite que Dios mueva tu corazón y descubra la verdad que estás buscando.
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