Falleció Alfie Evans. ¡Descansa en paz pequeño guerrero!

El pequeño Alfie Evans falleció este sábado 28 de abril, según informaron sus padres a través de un emotivo mensaje en Facebook.

“A nuestro bebé le crecieron sus alas esta noche a las 2:30 a.m. Estamos con el corazón roto. Gracias a todos por todo su apoyo”, expresaron Kate James y Thomas Evans desde la cuenta de Facebook de Alfie’s Army.

En los últimos meses un verdadero ejército de personas de todo el mundo se unió en oración y gestos de solidaridad por el pequeño niño.

Alfie tenía 23 de meses de edad y permanecía hospitalizado desde diciembre de 2016 en “estado semi-vegetativo” debido a una condición neurológica degenerativa desconocida.

Durante meses los padres sostuvieron una batalla legal con el hospital Alder Hey de Liverpool –donde se encontraba el pequeño–, debido a que el centro médico deseaba desconectarle el soporte vital y dejarlo morir, argumentando que era lo mejor para Alfie.

Ambos padres recurrieron sucesivas veces a los tribunales de Reino Unido y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que les permitieran llevar al niño a otros centros médicos que se ofrecieron a acogerlo, entre ellos el Hospital Pediátrico Bambino Gesú de Roma y el Instituto Neurológico Carlo Besta de Milán. Pero todos sus pedidos fueron rechazados por los jueces.

El Papa Francisco también se pronunció y solicitó escuchar el clamor de los padres, e incluso el Gobierno de Italia le concedió la nacionalidad italiana el 23 de abril y preparó un avión para que lo llevase a este país.

Sin embargo, con el respaldo del juez Anthony Hayden del Tribunal Supremo de Inglaterra y Gales, el Alder Hey desconectó el soporte vital la noche del lunes 23. Según el cálculo de los médicos el niño debía fallecer dentro de las seis primeras horas, pero Alfie comenzó a respirar por cuenta propia y luego de nueve horas de lucha le volvieron a suministrar oxígeno e hidratación.

Otros líderes internacionales como el presidente de Polonia, Andrzej Duda; y el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, también pidieron salvar la vida de Alfie.

Asimismo, cientos de personas acudieron al hospital para exigir que se respetara la voluntad de los padres y la vida del niño, sin embargo, fueron repelidos por la policía británica.

Finalmente, el 26 de abril los padres de Alfie publicaron una conmovedora carta agradeciendo a las personas por el apoyo brindado todos estos meses, pero les pidieron que regresaran a sus casas porque ahora deseaban construir una relación positiva con el Alder Hey y así poder llevar a su hijo a casa.

“Estamos muy agradecidos y apreciamos todo el apoyo que hemos recibido de todo el mundo, incluidos nuestros seguidores italianos y polacos, que han dedicado su tiempo y apoyo a nuestra increíble lucha. Ahora le pedimos que regresen a su vida cotidiana y permita, a Kate y a mí, formar una relación con Alder Hey, construir un puente y cruzarlo”, escribieron.

En una entrevista al sitio web italiano In Terris, el Presidente Emérito de la Pontificia Academia para la Vida y experto en bioética, Cardenal Elio Sgreccia, señaló que el caso de Alfie Evans constituye “un ataque a la institución familiar” y advirtió que “todo nace del estatismo. Eso nos hace estremecer cuando suscita el recuerdo de lo que han hecho en la historia los regímenes totalitarios”.

“La dignidad de la persona se mantiene en cada fase de la vida, ya sea cuando está sana o cuando se encuentra a punto de morir. Sin embargo, es el beneficio económico lo que prevalece. Se deja morir a una persona porque la asistencia tiene un costo: se deja morir para ahorrar”, señaló el 23 de abril.

En ese sentido, denunció que el caso del pequeño Alfie es el resultado de “una dictadura económica sobre la vida humana: se trata de una perversión y debe ser considerada así”.

Abrazar la vida todos los días

Tras una polémica suscitada en redes, la famosa argentina contó por qué apuesta a la vida

Fue un error de una periodista que promueve la legalización del aborto en la Argentina. Fue una agresión, innecesaria y cruel, pero que dio lugar a un bellísimo testimonio de maternidad que se hizo viral en las redes.

Mientras en el Parlamento argentino ciudadanos se expresan a favor y en contra del aborto ante distintos proyectos que podrían legalizarlo, en las redes sociales se repite el debate. Y en un video en el que algunas personalidades públicas hicieron público su pedido para que se defienda siempre tanto la vida del niño por nacer como de la madre, la cocinera y conductora Maru Botana también hizo pública su posición a favor de la vida expresando: “Yo voy por la vida. ¿Sabías que de la semana seis a la catorce, el corazón del bebé late más de trece millones de veces?”.

Ante su comentario, una periodista que promueve activamente la legalización del aborto, Claudia Acuña, hizo referencia en Twitter a un doloroso momento en la vida Botana, al evocar el fallecimiento por muerta súbita de uno de sus hijos. “Solo yo me acuerdo que Maru Botana usó la frase ‘dos vidas’ cuando dejó a su bebé recién nacido con su mamá en Cba y murió? Es muy perverso porque es un tema doloroso para todas y para ella más. Muy”.

La reacción de parte de los usuarios de redes fue inmediata, y muy crítica para la periodista, a la que le reprocharon fuertemente evocar ese duro momento en la vida de Botana, y el haber vinculado su ausencia durante el momento del trágico deceso de Facundo en 2008, el sexto de sus ocho hijos.

A las pocas horas, Maru compartió en Instagram una foto con su hijo Facu, y un bellísimo testimonio en el que explicó por qué apuesta a la vida:

“¿Cómo no apostar a la vida? Es inmenso el dolor de la muerte, el vacío total, un precipicio. Me aterra de solo pensarlo. Obvio que es muy delicada la situación que uno se encuentre. Pero yo apuesto a la vida todos los días porque la perdida de un hijo es un dolor que no podés soportar.

Yo quiero que respetemos las ideas de cada uno, nos escuchemos y podamos hablar de este tema. Apostemos más a la familia y a trabajar para cuidar vidas. Yo pasé por el dolor más grande que puede tener una madre, un dolor que te atraviesa por todo tu cuerpo y te deja su marca para toda la vida.

Fue muy difícil, pero gracias a Dios y al amor que nos tenemos lo logramos. Y apostamos a la vida nuevamente con mucho miedo pero con mucho amor. La vida nos regaló dos bombones que nos enseñaron a volver a creer.

Yo creo que todos nosotros tenemos que volver a creer en nosotros a confiar a respetarnos a valorarnos a escucharnos y a hacer un cambio. No se si pueda expresarles lo que siento porque la realidad es que dolores como este son inimaginables, pero sí decirles que sin dudarlo apuesto a la vida y trabajé y eduqué a mis hijos para que no tengan miedo y crezcan felices. Yo abrazo la vida todos los días”.

La carta de Maru, rápidamente viralizada, tuvo su impacto en quien la motivó. Tras leerla, Acuña se disculpó con ella: “Recién leo la carta de Maru Botana. Le pido disculpas, muchas, por haberla herido. No fue mi intención, pero eso no cambia el hecho de cómo se sintió. Ojalá estas disculpas reparen algo de eso. Al resto, al que usa esto, ni cabida. A ella, todo mi respeto”.

Claudia Acuña@muclaudia

Recien leo la carta de Maru Botana. Le pido disculpas, muchas, por haberla herido. No fue mi intencion, pero eso no cambia el hecho de como se sintio. Ojala estas disculpas reparen algo de eso. Al resto, al que usa esto, ni cabida. A ella, todo mi respeto.

Four Strategies Satan Uses Against Christian Order

A Christian order presupposes that we believe in Christ and His law. As a result, Christians organize all society in function of this law, and from this comes order and peace. A Christian society also presupposes a fight against evil and all those threats that attack the good order of society. When a society upholds the law of God and rejects evil in all its manifestations, there are all the elements for progress and sanctification.

In modern times, Satan’s great triumph has been to undermine this concept of society. Above all, he has sought to destroy in the minds of Christians the idea of this fight between good and evil. Thus, he employs several strategies to keep Christians out of the good fight.

First Strategy: Deprive Christians of an Enemy

He has sought by all means to cause mankind to disbelieve in him. He encourages a culture which spreads the idea that he does not exist or is not a threat. Once his existence is called into question, it is only a small step to convince mankind that moral evil in any form also does not exist.

Hence, disbelief in Satan destroys the need to fight against evil and our vices. Evil becomes a kind of disease that can be cured by proper psychiatric or medical treatment. People are led to believe that bad things happen because people are ill-informed or uneducated. Others claim that evil deeds are the result of adverse circumstances or oppressive social structures.

Satan does everything possible to promote a society that denies the idea of a fight between good and evil, and therefore between God and himself. He promotes the defect of getting people to not hate evil.

Second Strategy: Deprive Christians of an Ally

To disbelieve in Satan is to be logically committed to a disbelief in God. By this strategy, the devil deprives us of our greatest and most powerful support in the fight against evil. He deprives us of the means for victory since God will always triumph over the devil.
By promoting disbelief in God, it is easy to convince Christians that moral good does not exist. Rather, any good is merely an emotional state without any real value. Good is a feel-good condition for weak individuals. “Good” people must not fight evil but must constantly make concessions and show “compassion” to evil. Above all, society must not promote a concept of a moral good since good is merely a matter of opinion.

Third Strategy: Disguise Evil by Making It Look Good

Even by destroying the notions of good and evil, the devil finds it difficult to get society to practice outright evil since it is so contrary to our nature and good order. Often the devil needs to disguise evil in order to lead Christians and all society to perdition.

Satan is an expert in determining the proper moment to attack. He watches society and understands its dispositions, needs, desires, and circumstances. He knows that he will be defeated if he suggests outright evil to an upright people. Thus, he will confuse his victims by disorganizing their feelings; he will suggest something seemingly praiseworthy as a means for deviating the person to an evil end. He will lead and confuse all society to perdition by proposing that men seek after things that appear helpful but really are not good. He will disguise the evil of abortion, for example, as an act of “compassion” for women.

Satan suggests to us that the satisfaction of our own needs, desires and ambitions (however legitimate they may be) is more important than doing the Will of God. He promotes a society where the rule of money prevails and God’s honor is put aside and forgotten.

Fourth Strategy: Change the Order of a Person’s Priorities

Finally, Satan seeks to change a people’s priorities by favoring a culture that encourages people to center upon themselves, even to the point of satisfying legitimate desires.

Indeed, Satan tried to do this with Christ Himself when He suffered hunger after fasting for forty days and nights. “And the tempter came and said to Him, ‘If Thou be the Son of God, command that these stones be made bread’” (Matt. 4:3).

Saint Thomas Aquinas speaks of this action of the devil as a deordinatio, a perversion of the proper order of things. By Original Sin, we tend toward evil and disorder. Satan capitalizes on this tendency by turning things upside down. He suggests to us that the satisfaction of our own needs, desires and ambitions (however legitimate they may be) is more important than doing the Will of God. He promotes a society where the rule of money prevails and God’s honor is put aside and forgotten.

Fighting Back

To fight the action of Satan, we must be convinced that God “will not allow us to be tempted beyond our strength” (1Cor. 10:13). God allows temptation but He also checks and restrains the tempter. By suffering and resisting temptations with God’s help, we can be strengthened and increase our sanctity. When all society resists Satan, it leads to an order that is conducive to virtuous life in common.

When Satan employs these strategies against us, we should immediately have recourse to God and the Blessed Mother. We should engage in this cultural fight that Satan promotes. In so doing, we can humiliate the devil by showing him his powerlessness against the Grace of God. Saint Thomas teaches that God allows the just to be tempted to show them the greatness which grace bestows on them.

In other words, as long as we are engaged in the fight against evil, we can be assured of victory and a return to order. God controls the devil and will assure his defeat.

John Horvat II