¿Por qué el lobby gay empieza a desvelar el «lado oscuro» de la vida homosexual?

ReL 26 abril 2017

Recientemente en ReL hemos dado noticia de dos importantes reportajes, a medias testimoniales y a medias documentales, publicados por sendos gays activos en The Huffington Post, un medio en absoluto contrario a las causas del lobby LGTB.

El primero explicaba que la mayor parte de las personas que practican la homosexualidad tuvieron su primera experiencia como víctimas en una relación de abuso de menores (esto es, con una pareja mayor de edad).

El segundo caracterizaba como epidémica la soledad de las personas gays activas, y acumulaba testimonios y datos que apuntaban a la misma vida gay, y no solo al acoso o la discriminación, como causa de la profunda infelicidad de muchas de estas personas y de su constatada mayor probabilidad de suicidio, depresión, ansiedad, abuso de drogas, prácticas sexuales de riesgo y trastornos del estado de ánimo.

Austin Ruse, presidente de C-Fam (Centro por la Familia y los Derechos Humanos), analiza estos y otros datos que apuntan en la misma dirección en un artículo publicado en Crisis Magazine bajo el título «Homo-Homofobia«:

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Austin Ruse es un firme defensor de la familia y de los derechos civiles frente a las imposiciones y presiones del lobby gay.

HOMO-HOMOFOBIA
Cuando el Tribunal Supremo impuso el falso matrimonio en todo el país, los LGBT se quedaron preguntándose qué hacer después, cómo hacer para que se siguiera hablando del tema.

Algunos de ellos, y en particular el presentador de radio y activista Michelangelo Signorelli, acertadamente predijeron que la respuesta de los cristianos conservadores sería proteger la libertad religiosa y que pedirían ser los únicos a quienes no se les obligara a realizar servicios religiosos moralmente reprobables.

Transgénero: de dos noticias a mil
Otros centros de poder homosexual respondieron impulsando la cuestión transgénero, a pesar de que nunca antes habían estado realmente interesados en ella. Una mirada somera al New York Times demuestra que prácticamente no se publicaban historias sobre los transgénero hasta 2015, el periodo previo a Obergefell [sentencia que legalizó el llamado matrimonio homosexual]. Las historias pasaron de una o dos a más de mil prácticamente de la noche a la mañana.

Ambas respuestas tenían que ver, sobre todo, con la captación de fondos y con mantener vivo ante el público el tema que les interesaba tras su victoria en el Tribunal Supremo. Al fin y al cabo, las parejas gays podían fácilmente encontrar otros panaderos y fotógrafos para decorar y conmemorar sus «nupcias».

Enseñar en la escuela
Lo más increíble es que ahora su mayor deseo es hablar abiertamente de su estilo de vida. La abominable, pero dominante, publicación gay Advocate publicó una historia -de un médico nada menos- en la que se enseñaba a los jóvenes cómo preparar sus cuerpos para la sodomía. Es una lectura horripilante.

Escribe: «A menudo les digo a mis pacientes que grandes pasivos [expresión que viene del inglés bottom y que hace referencia en la pareja gay a la parte receptora en el sexo anal] lo han estado haciendo durante bastante tiempo; muchos de ellos lo experimentaron por primera vez durante su juventud. Por desgracia, nadie nos enseñó el modo correcto de ‘ser pasivo» durante nuestras clases de educación sexual en el instituto. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para aprender y disfrutar de nuevas y positivas experiencias sexuales. He aquí mi guía de 101 pasos para ‘ser pasivo’…”

La revista también publica un artículo donde dice que los gays deben hacerse regularmente un frotis de sus traseros. Ahora bien, nadie fuera de los círculos homosexuales lee estos artículos. Pero hay dos asombrosos y reveladores artículos a disposición de un público más amplio publicados en el importante y conocido The Huffington Post.

Hay que recordar que si no pensaran que ya han ganado todo, no estarían deseando revelar el desagradable lado oscuro de su estilo de vida.

De víctimas de un abuso…
Chad Felix Greene empieza su Qué pasa cuando los hombres tienen sexo con chicos adolescentes con esta provocadora frase: «Tuve sexo con un hombre por primera vez cuando era un adolescente de 14 años». Explica que un hombre mayor se acercó a él en una biblioteca pública y, básicamente, le agredió. Le gustó y siguió haciéndolo. Escribe que el hombre mayor «le guió a través de diversas actividades sexuales».

Greene continúa describiendo la vida sexual desenfrenada y peligrosa de su adolescencia: «A los 15 me quedaba solo en las zonas de parking, a la una de la madrugada, esperando que hombres desconocidos me llamaran para tener sexo en sus coches». A los 16 tenía «cientos de parejas sexuales». Cuando acabó el instituto conoció a más chicos gays de su edad y se «sorprendió al saber que casi todos habían pasado por las mismas experiencias«.

Greene tiene ahora 34 años y dice que no puede imaginarse haciendo a un adolescente lo que le hicieron a él. Sin embargo, lo que él describe es habitual, algo que los gays hasta ahora odiaban admitir.

…a víctimas de la soledad
La otra historia publicada en The Huffington Post se titula: «Together Along: The Epidemic of Gay Loneliness» [Caminando juntos, la epidemia de la soledad gay] y su autor es Michael Hobbes. Es extenso y sólo puede describirse como un grito del corazón sobre la fealdad del mundo gay. Hobbes describe la trayectoria que separa a sus amigos gays de sus amigos que no lo son: los que son sexualmente normales tienden a tener relaciones, al matrimonio, a la felicidad; la vida de los gays está alimentada por el sexo anónimo y furtivo, el consumo excesivo de alcohol, la pornografía y una aplastante soledad. Hobbes cita media docena de estudios que demuestran que hay algo que está terriblemente equivocado en el mundo gay.

En él «hay de dos a diez veces más posibilidades de suicidio que en el mundo heterosexual… y el doble de posibilidades de sufrir depresión profunda«. Tres cuartas partes de «los hombres gays que han llegado recientemente a Nueva York sufren de ansiedad o depresión, consumen drogas o alcohol, tienen relaciones sexuales arriesgadas o una combinación de las tres».

Hobbes dice que «los hombres gays tienen menos amigos íntimos que los heterosexuales o las lesbianas» y que el sentimiento de vacío en sus vidas «no es únicamente un fenómeno americano. En los Países Bajos, donde el matrimonio gay es legal desde 2001, los hombres gays sufren más que los hombres heterosexuales de trastornos del estado de ánimo y tienen diez veces más posibilidades de cometer suicidio«. En Suecia, donde existen las uniones civiles desde 1995 y el matrimonio desde 2009, los hombres casados con hombres tienen un índice de suicidio tres veces mayor que los hombres casados con mujeres.

Hobbes menciona deliberadamente Nueva York, Suecia y los Países Bajos con el fin de plantear la cuestión. Todos ellos son paraísos gays en los que la «homofobia» no puede ser una razón. El propio Hobbes fue «educado en una ciudad moderna y cosmopolita por padres PFLAG [Parent, Families and Friends of Lesbians and Gays: Padres, familias y amigos de lesbianas y gays]. Nunca he conocido a nadie que muriera de sida, no me he sentido nunca discriminado y salí del armario para entrar en un mundo en el que el matrimonio, una cerca y un golden retriever no sólo eran factibles, sino esperados». Sigue: «También he entrado y salido de terapia más veces de las que he descargado y eliminado Grindr” [aplicación de contactos gays].

¿Estrés de minoría?
Hobbes afirma que parte del problema es la homofobia interiorizada, lo que se podría llamar «homo-homofobia», pero que ellos llaman «estrés de la minoría». La teoría del estrés de la minoría afirma que un miembro de una comunidad «marginada» puede experimentar absoluta hostilidad o, por lo menos, necesitar un esfuerzo extra en todos los aspectos de su vida, una presión que la mayoría de nosotros no siente. Tal vez. Tal vez no.

En su magistral reseña sobre la bibliografía que trata el tema de la orientación sexual e identidad de género, los Drs. Lawrence Mayer y Paul McHugh escriben: «El modelo de estrés social puede explicar algunos de los problemas de salud mental de las minorías sexuales, a pesar de que las pruebas que apoyan este modelo son limitadas, inconsistentes e incompletas. Algunos de los conceptos fundamentales de este modelo, como la estigmatización, no son fácilmente mensurables. Hay pruebas que vinculan algunas formas de maltrato, estigmatización y discriminación a algunos de los problemas de salud mental experimentados por los que no son heterosexuales; pero aún no es evidente que estos factores expliquen todas las disparidades existentes entre la población heterosexual y la no heterosexual».

Un curso católico cambió su vida

EXPULSADA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y CANSADA DE LOS MORMONES

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El primer día, el ponente empezó el curso así: «Hermanos y hermanas, si hay en este lugar alguien que no sea católico y no desea serlo, este es el momento de irse… ¡porque le garantizo que si termina el curso se hace católico!»

29/04/17 4:00 PM

(REL/InfoCatólica) Laura Soto Salazar, administrativa de 41 años en San José de Costa Rica, ha vivido un itinerario espiritual peculiar. Nació en una familia de Testigos de Jehová. Cuando la expulsaron, se sintió acogida por los mormones. Más adelante, harta de que no respondiesen a sus dudas intelectuales, intentó vivir con Dios «a su manera», sin religiones. Pero un anuncio en Facebook le llamó la atención:

«¿Es la Iglesia Católica la Gran Ramera del Apocalipsis?» Era un curso católico. Se apuntó… y quedó más que sorprendida. Por primera vez podía vivir la fe, con la Biblia, en un entorno de comunidad no sectario y de doctrina razonable. Esta es su historia, que ha hecho llegar a ReligionEnLibertad.

Una familia de los Testigos de Jehová

«Nací en un hogar de Testigos de Jehová», escribe Laura. «Mis abuelos paternos y maternos lo eran y, como ellos dicen, yo nací “en la verdad”. Era la mayor de tres hermanas y mis padres tenían altas expectativas para mí. Como es costumbre en un hogar de Testigos de Jehová, desde muy niña me hacían aprender textos bíblicos que después debía usar para hablar a amigos y vecinos de “’la verdad”. Recuerdo lo orgullosa que se sentía mi abuela de escucharme decir de memoria los nombres de los 66 libros que tiene la Biblia», recuerda Laura… que en esa época no sabía que en las Biblias protestantes, y las de los Testigos de Jehová, faltan los 7 libros deuterocanónicos (Tobit, Judit, Sabiduría, Eclesiástico o Sirácida, Baruc y los dos libros de Macabeos).

«A la edad de 12 años yo era capaz de contestar las preguntas de mis compañeros de escuela: ¿por qué los Testigos no celebran los cumpleaños?, ¿por qué no celebran la Navidad?»

El bautismo de los Testigos

Siendo ella la mayor, sin embargo, sus hermanas menores ya habían dado el paso de recibir el bautismo de los Testigos, que para ellos tiene un valor de arrepentimiento y dedicación a Dios, que se hace cuando ya se conoce algo de la Biblia.

Ninguna iglesia cristiana (católica, protestante ni ortodoxa) acepta la validez de este bautismo, porque los Testigos no creen en la Trinidad.

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Bautizarse implicaba un estudio intenso. «A mí se me hacía bastante pesado las dos horas en reuniones un día entre semana, más una hora de un estudio del libro en una de las casas vecinas, más otras dos horas en la reunión del fin de semana, que podría ser sábado o domingo… además de las horas en la predicación, que como publicadora no bautizada debía reportar».

«Sin embargo, después de tener a mi primera hija, después de mi primer divorcio, decidí estudiar y bautizarme. Así, pensé, mis padres, mis hermanas, la familia entera estaría por fin orgullosa de mí y no se fijarían tanto en que fracasé con la elección de un esposo».

«Después de bautizada mis responsabilidades se aumentaron. Se esperaba que yo misma condujera algún estudio bíblico». Para entonces ya podía impartir la clásica doctrina de los Testigos contra el uso de imágenes religiosas, contra las «religiones falsas», en defensa de la palabra «Jehová» como nombre de Dios, hablando de los cálculos sobre el fin de los tiempos, etc…

Expulsada de los Testigos

«Cinco años después, conocí al padre de mi segunda hija. Quedé embarazada sin estar casada. A los 5 meses de embarazo me convocaron los ancianos de la congregación. Me senté en un salón con 5 hombres frente a mí. Me juzgaron. Me preguntaron cosas no para buscar mi arrepentimiento, sino más bien para alimentar las mentes de ellos con detalles íntimos del momento de la concepción», asegura Laura. «Al negarme a contestar con detalles y al rechazar la oferta de abandonar por completo al padre de mi segunda hija, el resultado fue expulsarme. Yo no había demostrado estar arrepentida».

Una de las acusaciones habituales que se hacen a los Testigos es su rotundidad a la hora de cortar los lazos humanos y familiares con los parientes expulsados o castigados.

«Perdí todo. Perdí a mi familia, todos ellos me dejaron de hablar. Como vivía con mis padres, me hablaban sólo lo imprescindible. Mis amigos, que me habían visto crecer, cruzaban al otro lado de la calle para no saludarme».

Diez años de soledad… y la oferta de los mormones

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Durante diez años, fuera de los Testigos, Laura intentó buscar una comunidad en la que poder relacionarse con Dios. Fueron diez años de soledad y tristeza.

«Intenté buscar a Dios en una iglesia evangélica a la que me invitaron, pero no me fue muy bien con los espectáculos que veía, de “milagros” a diestra y siniestra, con un Dios que proclamaba prosperidad en mi vida si yo daba el diezmo. Aún peor me iba con las personas que se dedicaban a “hablar en lenguas”, aunque no pudieran comunicar su mensaje a nadie más, como si pasó en Pentecostés».

Pasados esos diez años volvió a los Testigos, «lo único que de verdad conocía». Le daban ayuda, pero era una ayuda condicionada. «De inmediato llegó su presión para que yo predicara y convirtiera a muchos vecinos. Y por mi vida en esos 10 años me seguían juzgando».

Unos clásicos misioneros mormones

«De casualidad empecé a hablar con unos mormones. Ellos, con la misma Biblia, me señalaban que los Testigos de Jehová estaban equivocados, mientras que ellos sí tenían la verdad. El amor que reflejaban entre ellos, la unidad de sus familias… eso era algo que siempre había deseado. Sin pensarlo mucho puse mi renuncia a los Testigos de Jehová y me bauticé con los mormones. Ellos no son tan estrictos para bautizar personas: con que se tenga un conocimiento básico y el deseo de hacerlo es suficiente», señala.

Las iglesias cristianas (católicos, ortodoxos o protestantes) tampoco reconocen validez alguna al bautismo mormón.

Los mormones siempre piden al neófito que lea el Libro de Mormón, que para ellos complementa a la Biblia y tiene prioridad sobre ella, y que pregunte a Dios, en oración, si es verdad lo que se cuenta en él. Cualquier sensación en oración se interpretará como una «confirmación» de Dios.

«Recuerdo cuando me presentaron el Libro de Mormón y me dijeron: “debes leerlo y preguntarle a Dios en oración si este libro es verdadero, Él te contestará”. Así lo hice. La felicidad y la paz que sentía eran mi “confirmación” de que era un libro inspirado por Dios. No pensé entonces que mi corazón estaba tan sediento de amor, que lo que ellos me mostraban era lo que yo anhelaba».

Ni Testigos ni mormones

«Mi familia de nuevo me dejó de hablar. Yo había hecho lo imperdonable: había renunciado a ser Testigo de Jehová, ¡me había convertido en una apóstata! Fui realmente repudiada por todos. Y aún es así, hasta el día de hoy».

 A Laura le gustaba leer el Libro de Mormón, lo leía rápido y lo estudiaba. «En seis meses yo sabía ya lo mismo o más que personas que habían estado en ello más de cinco años. Y, sin embargo, empecé a encontrar muchas incongruencias en los escritos e historias del Libro de Mormón. El libro llegó a parecerme un cuento de ficción».

Además, a medida que en Laura se despertaban preguntas y extrañezas, a medida que estudiaba más y más, se daba cuenta de que los mormones no eran capaces de responder sus dudas ni objeciones. «Nunca me fueron contestadas, por lo tanto, dejé de reunirme con ellos».

Tomó una opción individualista. «Ya mi fe había decaído, no quería ninguna religión.  Me parecía que todas las religiones interpretaban la Biblia como mejor les convenía para apoyar su doctrina. Dios y yo tendríamos en adelante sólo una relación personal. Yo le hablaría a Él y Él a mí. Nadie más se metería, nadie me juzgaría. Todos estaban en el error. Esa ‘verdad’ de la que tanto me hablaban desde que nací, en realidad, no existía».

Un anuncio en Facebook: «¿La Iglesia Católica es la Gran Ramera?»

Un día a Laura le llamó la atención un anuncio que alguien colocó en sus contactos de Facebook. El anuncio decía: «¿Somos los católicos idólatras? ¿Adoramos a María? ¿Es la Iglesia Católica la Gran Ramera del Apocalipsis? Sepa la verdad en nuestro curso».

Laura lo tenía claro. Las respuestas eran sí son idólatras, sí adoran a María, sí es la Gran Ramera. «Esas eran las preguntas que yo usaba en mi predicación cuando era Testigo de Jehová. Sabía de memoria esos temas».

Pero, claro, ahora ya no se fiaba mucho de lo que le habían enseñado.

«Me pareció lógico preguntar a un católico para ver qué es lo que cree un católico. Así que llamé al teléfono de contacto».

– ¿Aló?

-Hola, buenas… Yo estoy interesada en asistir al curso. Pero debo decirle que no soy católica y, bueno, tampoco pretendo serlo. ¿Puedo acudir?

– Sí, claro. Debes traer un cuaderno, un lápiz y una Biblia.

El primer día, el ponente empezó el curso así: «Hermanos y hermanas, si hay en este lugar alguien que no sea católico y no desea serlo, este es el momento de irse… ¡porque le garantizo que si termina el curso se hace católico

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Para Laura, que había estudiado la Biblia tantos años, le parecía un desafío, casi insultante.

«Yo, ahí sentada, con los ojos bien abiertos, no podía creer lo que escuchaba. Me dije: “¿Y este quién se cree? ¡Si yo sé más que cualquiera de los que está aquí sentado! Me voy a quedar y le voy a demostrar con su propia Biblia lo equivocado que está», decidió.

Los pasos de un curso de apologética

El curso era un curso de apologética católica, y estaba diseñado para responder a los interrogantes más frecuentes en personas de otros ambientes cristianos.

Primer tema: Antigua y Nueva Alianza.  «Me pareció interesante», dice Laura.

Segundo Tema: Sola Biblia, Sola Escritura… la doctrina que Lutero implantó, pero que no aparece en la Biblia. «Este tema me golpeó bajo: me hizo dudar de lo que yo creía», recuerda Laura.

Tercer Tema: El canon bíblico. ¿Quién decide cuáles son los libros de la Biblia? ¿Con qué autoridad? ¿Por qué la Biblia católica tiene 7 libros más que las protestantes? «Aquí ya tuve que ir a comprar una biblia católica», dice Laura.

Cuarto Tema: sobre las doctrinas protestantes de «Sola Fe» y «Una vez salvo, siempre salvo». Laura llegaba a casa, revisaba todo lo que se había comentado en clase, y sentía que todo lo que le mostraban en el curso tenía sentido.

Quinto Tema: La Iglesia del Pentecostés. «Era una Iglesia que no se parecía nada a las sectas en las que yo había estado».

Sexto Tema: La Iglesia de Jesucristo, ¿cuántas Iglesias fundo Jesús? Aquí Laura aceptó, sin duda, que la Iglesia que Cristo fundó fue la católica… y que ella llevaba equivocada toda la vida en este tema.

Séptimo Tema: San Pedro,  primer Papa. «En este tema lloré como nunca lo había hecho. Yo, sí, yo, había sido una de las que había perseguido a la verdadera Iglesia de Jesucristo. Sentí un arrepentimiento tan profundo… Era un amor por la Iglesia Católica que no pude aguantar más. Solicite que se me diera la catequesis necesaria para bautizarme y recibir mis sacramentos».

Bautizo y sacramentos católicos de iniciación de Laura en 2015

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En 2015 fue bautizada como católica. Pertenece a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Hatillo, aunque ella sirve a la Iglesia en el Ministerio de Apologética Católico Soy nacido en la Parroquia del Perpetuo Socorro.

«En resumen, lo que digo a los católicos es “instrúyanse en la fe, un católico instruido no será confundido”. La verdad sí existe y la ha tenido siempre la Iglesia Católica».

Ordination of 31 new priests of Opus Dei

Today (04/29/2017), Cardinal Cardinal Giuseppe Bertello, president of the Governorate of the Vatican City State has ordained 31 new priests of Opus Dei. The Prelate of Opus Dei, Monsignor Fernando Ocáriz, took part in the ceremony from the presbytery.

34301216566_a93d59e94eThe priests’ names are listed below. Among them, there are 10 Spaniards, 2 from Portugal, 1 from Lebanon, 3 Italians, 2 Peruvians, 2 from the Philippines and 2 from Australia, and 1 each from Belgium, Canada, Colombia, Kenya, Guatemala, Venezuela, Chile, the United States and Poland.

Cardinal Bertello stressed that “this is an occasion of joy for the Church, and of gratitude towards the Lord”. The ceremony took place in the Basilica of St. Eugene, in Rome.

Cardinal Bertello reminded the candidates that, in order to fulfill his mission, “the priest must have the same relation with Jesus Christ that Christ Himself has with God the Father: be united to Christ, and remember that, without Him, nothing is possible”.

All your ministry will come together in the service of the Word of God, Jesus Christ and his Gospel.

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He also added: Dear candidates, about to be ordained. In a few moments, you will be transformed into Christ. You will be their living instruments, as if you disappeared so that He may act through you. From now on, the Mass will be the central point of your day.

Always and everywhere, you are called to build Opus Dei, the Work of God.

The new priests had received the ordination as deacons six months ago, from Msgr. Javier Echevarría, Prelate of Opus Dei, who passed away on December 12

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Alejandro Pardo Fernández (Spain)
Etienne Montero Redondo (Belgium)
Andrés Echevarría Escribens (Peru)
Giovanni Manfrini (Italy)
Erwin See (Philippines)
Álvaro Ruiz Antón (Spain)
Javier Ruiz Antón (Spain)
Rafael Peró Baig (Lebanon)
Salvador Rego Bárcena (Canada)
Carlos Aníbal Valencia Ospina (Colombia)
Diogo da Cunha e Lorena de Brito (Portugal)
Francisco José Chapa Sancho (Spain)
Luigi Vassallo (Italy)
Pablo Rojo Mardones (Spain)
Martin Mundia Gikonyo (Kenya)
Álvaro René Villamar Rosales (Guatemala)
Álvaro Javier Mira García (Spain)
Alexander Vaz Serrano (Spain)
Santiago Callejo Goena (Spain)
Joseph Frederick Keefe (United States)
Daniele Guasconi (Italy)
Francisco Javier Bordonaba Leiva (Spain)
Phillip Joseph Elias (Australia)
John Paul Watson (Australia)
Rafael Alejandro Quintero Pérez (Venezuela)
António Maria Braga Dias Alves Mendes (Portugal)
Benjamín Goldenberg Ibáñez (Chile)
Gerard Jiménez Clopés (Spain)
Dante Parado Estepa Jr. (Philippines)
Adam Andrzej Sołomiewicz (Poland)
Ricardo Guillermo Bazán Mogollón (Peru)