Primera mujer para llegar a la Casa Blanca

Hillary Clinton y los Demócratas hacen historia

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Ayer, en Filadelfia, los Demócratas estadounidenses siguieron caminos que, por lo menos, dos décadas atrás parecerían imposibles. A la nominación de un candidato afroamericano, que finalmente gobernó ocho años el país, ha seguido la nominación de la primera mujer en la historia de uno de los dos partidos nacionales para llegar a la Casa Blanca.

La historia quedó sellada (aunque ya se sabía todo el guión que iba a seguir la Convención Demócrata) después de que Bernie Sanders (el último que había quedado en la carrera) propuso suspender el proceso de votación y que fuera proclamada candidata por aclamación. Era ésta la segunda ocasión que Clinton optaba por la candidatura presidencial. La primera fue en 2008, y perdió con Barack Obama.

La votación fue reñida, pero Clinton, finalmente, logró superar los 2,383 votos requeridos (de un total de 4,764). Sanders tomó el micrófono y propuso la suspensión del conteo, cediéndole todos los delegados que iban a votar por él. Los Demócratas tenían, por fin, una figura femenina qué oponer al candidato Republicano, Donald Trump –no precisamente querido por las mujeres– en noviembre de 2016.

El discurso de aceptación de Clinton se dará el próximo jueves y con él se espera que cierren las heridas abiertas durante el primero y el segundo días de la Convención Nacional Demócrata que se está desarrollando, toda esta semana, en Filadelfia.

La que fuera por ocho años Primera Dama (y que, en caso de llegar a la presidencia convertiría a Bill Clinton, su marido, en el Primer Esposo de la historia estadounidense), no la ha tenido fácil en su carrera hacia la nominación: varias decenas de delegados de Sanders abandonaron la arena, indignados con lo que ellos consideraron “una traición” de la cúpula de su Partido.

Los delegados de Sanders creen que éste fue obligado por la dirigencia de su Partido a cederle los votos a Hillary Clinton.Hablan de “fraude” y de que ellos no serán los culpables de que Trump gane las elecciones, sino aquellos que le quitaron lo demócrata al Partido Demócrata.

En fin, las cartas están echadas en lo que muchos estadounidenses califican como la elección con los dos peores candidatos de la historia. Y la mayoría no se hace ilusiones. Clinton representa la continuidad y Trump el cambio. Curioso: la liberal conservadora y el conservador revolucionario. Pero ¿continuidad de qué? ¿Cambio hacia dónde?

En Estados Unidos nadie lo sabe.

Autor: Moral y Luces

Moral y Luces

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