¿Quieres sobornar a un alemán para ayudar a los judíos?

Una conversación con Józef Walaszczyk, uno de los Justos entre las Naciones que se reunirá con el papa Francisco el viernes

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Józef Walaszczyk, nacido en 1919, apodado ‘el segundo Schindler’. Durante la Segunda Guerra Mundial salvó las vidas de 53 judíos y, como reconocimiento, recibió en 2002 el título de Justo entre las Naciones. El próximo viernes, junto a otros Justos, se reunirá con el papa Francisco en Auschwitz.

Roman Polański le escribió una carta después de leer sus memorias, en la que decía que si hubiera conocido su historia antes de rodar El Pianista, habría hecho una película sobre él.

¿Por qué puso en peligro su vida para salvar las de otros?

Así me había criado, es parte de mi actitud personal. Fuimos la primera generación nacida tras la Primera Guerra Mundial, éramos patriotas y cristianos. Cuando Hitler invadió Polonia, ofrecimos resistencia por naturaleza. También era un asunto de solidaridad nacional: los judíos eran diferentes de nosotros, los polacos, pero eran de los nuestros.

En cierto modo, salvó a Irena Front por su belleza. 

Conocí a una chica maravillosa y nos hicimos amigos. Supe que era judía cuando de repente apareció la Gestapo en el hotel donde estábamos. Entonces, Irena me contó que su nombre no era Bartczak, sino Front, y que era judía.

¿Cuál fue la primera reacción de usted?

Por un lado estaba enfadado porque no se hubiera molestado en decírmelo antes. Por otro lado, nunca perdí los nervios e intenté pensar en una forma de salir de un aprieto tan difícil.

Así que escondió rápidamente a Irena detrás de un armario y fingió ante los agentes de la Gestapo que tenías molestias estomacales.

No quiero alardear demasiado, pero tuve unos nervios de acero. Después de todo, ya había sido detenido unas cuantas veces y había tenido que huir para salvar la vida.

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En cierta ocasión casi le ejecutan también

En una estación en Nowe Miasto los alemanes habían rodeado el tren en el que viajaba transportando documentos para el Ejército Nacional clandestino polaco (el AK). Los alemanes empezaron a registrar a los pasajeros pero, afortunadamente, mis camaradas en armas del AK estuvieron atentos y, de alguna forma milagrosa, mi equipaje desapareció.

Aunque un pasajero sin equipaje resultaría sospechoso a los alemanes

Empezaron a interrogarme a golpes y patadas. Me hicieron saltar mientras un soldado disparaba ráfagas bajo mis piernas y otro sobre mi cabeza. Luego, decidieron ejecutarme.

Allí de pie ante el pelotón de fusilamiento, únicamente esperaba escuchar las dos palabras definitivas: … drei, Feuer! Cerré los ojos para no ver el fuego de los rifles y justo entonces escuché: Halt! No podía creer que siguiera vivo.

Pero salía de la sartén sólo para caer en las brasas

Precisamente. El comandante Hoffman dijo que ese castigo sería demasiado indulgente para mí: “Te llevaré a la comisaría de policía y ya hablaremos allí”. Deseé haber recibido el disparo, porque no sabía si sobreviviría al interrogatorio.
Los alemanes arrestaron allí hasta 300 personas. Nos distribuyeron en dos filas y nos pusieron camino de una estación de policía militar. Durante el trayecto, un policía militar en motocicleta llegó para ver a Hoffman y le entregó un sobre. Era una carta de la Gestapo donde se decía que debían liberarme inmediatamente porque yo era “fundamental para el funcionamiento de la fábrica”.

Se refiere a una fábrica de harina de patata de la que usted era gerente.

Exacto. Me salvó un alemán conocido mío, el señor Albrecht. Si los nazis me hubieran fusilado, el documento lo habría recibido un hombre muerto. 

Tenía contratados a cerca de 200 personas en su fábrica, incluyendo a 30 judíos.

Cuando los alemanes iban a cerrar el gueto de Rawa Mazowiecka, mi amigo judío, el señor Wengrow, vino a verme para pedirme que empleara a un grupo de 40 jóvenes judíos fuertes, entre los que estaban sus hijos. Yo quise ayudarle, porque él también me había hecho un favor antes.

¿Qué tipo de favor?

Una vez me arruiné por completo jugando a las cartas en Varsovia (ríe). Al volver a casa traté averiguar qué podía hacer, dudaba si pedir a mi madre que me prestara dinero para pagar mis deudas.

Una situación embarazosa. 

Mucho. Y este judío, Wengrow, viene y me dice: “¿Por qué está usted tan triste, señor Ziutek. Usted debe de tener algún problema. Lo sé; le vendría bien algo de dinero. ¿Cuánto?”. Y me prestó el dinero. Así que cuando se me acercó pidiendo que diera trabajo a jóvenes judíos, fui al Arbeitsamt (oficina de empleo) e intenté hablarlo con el director Miller. Él sacó una pistola y me dijo: “¿Quieres sobornar a un alemán para salvar judíos?”. Sin embargo, conseguimos llegar a un acuerdo, aunque las condiciones del director eran estrictas: sólo podría contratar a 30, no 40, que además deberían obtener un sello del Arbeitsamt cada dos semanas, y cada sello sólo podía entregarse a cambio de un pequeño “pago de facilitación”. Le estuve visitando durante casi 2 años para recibir el sello y pagarle el soborno.

Hasta que los alemanes pusieron el ojo sobre la fábrica…

Cierto día llamé al Arbeitsamt para organizar la próxima reunión para prolongar los permisos. La secretaria me dijo que el señor Miller no estaba en la oficina y que no sabía cuándo volvería, a lo que añadió que quería que fuera allí lo antes posible. Percibí algo extraño. Dije a mi personal que no fuera a trabajar y les advertí para que se escondieran tan pronto vieran camiones alemanes. Los que me hicieron caso sobrevivieron. 

A veces se refieren a usted como ‘el segundo Schindler’.

Son palabras de Roman Polański. Después de leer mis memorias me escribió una carta diciéndome que de haber conocido mi historia antes de rodar El Pianista, habría hecho una película sobre mí.

¿De dónde sacó usted el dinero para pagar a Miller?

En la gestión de la fábrica, yo era responsable de grandes cantidades de dinero que, de todas formas, iban a parar a los alemanes…

Para poder salvar a Irena (en otra ocasión) tuvo que reunir un kilo de oro en nada menos que cinco horas.

Un amigo me llamó y me dijo que la Gestapo había detenido a Irena. Fui a la comisaría de policía; el Ejército Nacional tenía agentes dentro. Una vez allí, supe que Irena había sido detenida junto a un grupo de otros 20 judíos. Si quería poder liberarla, tenía que reunir un kilo de oro para las 5 pm; y era cerca de mediodía. Entonces los alemanes eliminarían la causa de los archivos y liberarían a los judíos.

Y lo consiguió. 

Tenía que conseguirlo; de otra forma Irena habría muerto.

Y de esta forma salvó a 20 personas que ni siquiera conocía.

La Gestapo los condujo en una furgoneta hasta mi casa. En cuanto se aseguraron de que había conseguido todo el oro, liberaron a los judíos, que saltaron del vehículo y desaparecieron en la oscuridad. No existe otro caso, que yo sepa, en el que la Gestapo de Varsovia liberara “voluntariamente” a 21 judíos.

Irena y usted rompieron después de la guerra…

Nuestra relación empezó a deteriorarse bajo circunstancias normales. Más tarde, Irena empezó una relación con mi amigo de Londres.

Y aun así fue ella la que quiso que recibiera el título de Justo entre las Naciones.

Una vez me llamó y me dijo que quería que nos viéramos. Entonces me dijo que no le quedaba mucho de vida y que quería presentar mi nombre. Yo accedí. Y luego se produjo una situación curiosa. Pasado un tiempo, la hija de Irena me llamó para decirme: “Hay unos judíos que no paran de llamarnos preguntando por ti. ¿De qué va todo esto?”. Resulta que la hija de Irena no tenía ni idea del linaje judío de su madre. Hace poco vino a verme el nieto de Irena porque quería saber más de su abuela, ya fallecida. 

¿Hay algo de lo que se arrepienta ahora?

En retrospectiva, creo que algunas veces arriesgué demasiado.

¿Por ejemplo?

Cuando entré en el gueto de Varsovia. Muchas personas ahora agradecen mis acciones, pero con la perspectiva del tiempo, creo que esto fue pura bravuconería. Había un tranvía que atravesaba el gueto pero que no se detenía allí. Los pasajeros iban vigilados por la policía alemana. Soborné al conductor del tranvía y a los policías para que, al entrar en el gueto, el tranvía redujera la velocidad, así que salté, me puse una banda en el brazo con la Estrella de David e hice algunos negocios allí. Regresé de la misma forma.

¿Por qué fue un riesgo tan extremo?

No tenía plan de contingencia. Tampoco tenía garantías de que el tranvía me fuera a recoger a la vuelta, ni de que no hubiera algún espía a bordo. 

¿Qué hacía allí usted exactamente?

Ayudar a mis amigos. Eran unos médicos a los que yo quería sacar del gueto, pero no querían saber nada de eso porque sus familias enteras estaban allí.

¿Qué piensa cuando vuelve la vista atrás sobre su historia?

He reflexionado muchas veces sobre ello, y creo que de no ser por la ayuda de Dios, no habría sobrevivido a todo aquello. En muchísimas ocasiones conseguí salir con vida de situaciones prácticamente desesperadas.

¿Espera con entusiasmo el encuentro con el papa Francisco?

Francisco es un hombre cercano y abierto. No hay orgullo en él ni mantiene las distancias. Me gustaría hablar con él de muchas cosas, pero no sé si tendré oportunidad. La verdad es que sí, estoy deseando conocerle.

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Primera mujer para llegar a la Casa Blanca

Hillary Clinton y los Demócratas hacen historia

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Ayer, en Filadelfia, los Demócratas estadounidenses siguieron caminos que, por lo menos, dos décadas atrás parecerían imposibles. A la nominación de un candidato afroamericano, que finalmente gobernó ocho años el país, ha seguido la nominación de la primera mujer en la historia de uno de los dos partidos nacionales para llegar a la Casa Blanca.

La historia quedó sellada (aunque ya se sabía todo el guión que iba a seguir la Convención Demócrata) después de que Bernie Sanders (el último que había quedado en la carrera) propuso suspender el proceso de votación y que fuera proclamada candidata por aclamación. Era ésta la segunda ocasión que Clinton optaba por la candidatura presidencial. La primera fue en 2008, y perdió con Barack Obama.

La votación fue reñida, pero Clinton, finalmente, logró superar los 2,383 votos requeridos (de un total de 4,764). Sanders tomó el micrófono y propuso la suspensión del conteo, cediéndole todos los delegados que iban a votar por él. Los Demócratas tenían, por fin, una figura femenina qué oponer al candidato Republicano, Donald Trump –no precisamente querido por las mujeres– en noviembre de 2016.

El discurso de aceptación de Clinton se dará el próximo jueves y con él se espera que cierren las heridas abiertas durante el primero y el segundo días de la Convención Nacional Demócrata que se está desarrollando, toda esta semana, en Filadelfia.

La que fuera por ocho años Primera Dama (y que, en caso de llegar a la presidencia convertiría a Bill Clinton, su marido, en el Primer Esposo de la historia estadounidense), no la ha tenido fácil en su carrera hacia la nominación: varias decenas de delegados de Sanders abandonaron la arena, indignados con lo que ellos consideraron “una traición” de la cúpula de su Partido.

Los delegados de Sanders creen que éste fue obligado por la dirigencia de su Partido a cederle los votos a Hillary Clinton.Hablan de “fraude” y de que ellos no serán los culpables de que Trump gane las elecciones, sino aquellos que le quitaron lo demócrata al Partido Demócrata.

En fin, las cartas están echadas en lo que muchos estadounidenses califican como la elección con los dos peores candidatos de la historia. Y la mayoría no se hace ilusiones. Clinton representa la continuidad y Trump el cambio. Curioso: la liberal conservadora y el conservador revolucionario. Pero ¿continuidad de qué? ¿Cambio hacia dónde?

En Estados Unidos nadie lo sabe.

La cura del alma y el nazismo

El párroco de Götzens (Tirol)

 

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En el Tirol austríaco, en la diócesis de Innsbruck y distrito de Innsbruck-Land, a poco más de siete kilómetros al sur-oeste de esta capital, se levante el pueblo de Götzens. Su bella iglesia parroquial de San Pedro y San Pablo, de estilo rococó, es también santuario de quien fue párroco de la localidad de 1932 a 1940, el beato Otto Neururer (1882-1940), mártir.

El beato mártir tirolés había nacido en el seno de una familia numerosa de la tirolesa localidad de Fliess, donde había ejercido durante 41 años Simon Alois Maass (1758-1846) un santo párroco aun recordado por su celo apostólico que fue contemporáneo de San Juan B. Vianney.

Después de cursar sus estudios eclesiásticos, Neururer se adhirió al movimiento social cristiano austríaco hecho que le provocaría algún encontronazo con sus superiores. Hombre tímido pero de convicciones rectas, había afirmado más tarde que la noción que la raza alemana era superior era una herejía y que “era deber de los cristianos amar a todos los hombres y a todas las personas, judíos incluidos”. Para ello se apoyaba también sobre el Antiguo Testamento, prohibido por los Nazis.

En el ejercicio de su actividad ministerial en Götzens, Neururer desaconsejó a una joven feligresa casarse con un hombre de moral cuestionable. Éste último, gracias a su amistad personal con el Gauleiter (jefe de región) nazi del Tirol, consiguió la detención del párroco. Neururer fue arrestado por “injuria al matrimonio alemán”, encarcelado en Innsbruck y posteriormente enviado al campo de concentración de Dachau y más tarde al de Buchenwald en el marco de una Austria anexionada a la Alemania nazi tras el célebre Anschluss.

En Buchenwald, Neurerer continuó ejerciendo la dirección espiritual. Durante el mes de abril de 1940, un detenido se le acercó pidiéndole ser bautizado. Junto a Matthias Spanlang, otro sacerdote austriaco, inició la preparación del catecúmeno pese a que toda actividad religiosa estaba absolutamente prohibida en el Campo. El 28 de mayo, los dos sacerdotes fueron arrestados después del trabajo al descubrirse la catequesis y enviados al “bunker”, una sala sin luz ni aireación, donde Neururer fue torturado y dejado sin comida ni bebida. Finalmente, fue colgado desnudo por los pies muriendo al cabo de 34 horas de agonía por exceso de sangre en el celebro el 30 de mayo de 1940.

Neururer fue víctima de las órdenes del SS-Hauptscharführer de Buchenwald Martin Sommer. Su cuerpo fue incinerado para ocultar el asesinado y la urna con sus cenizas enviadas a Götzens. Para evitar que se complicara la situación, ya que era el primer sacerdote austríaco en morir en Buchenwald, se informó que había muerto de una insuficiencia cardíaca y se ordenó realizar el entierro con la máxima discreción.

El vicario episcopal de la diócesis de Innsbruck, Carl Lampert, a demanda de la diócesis, publicó una nota necrológica en un periódico donde se elogiaba al párroco de Götzens y donde se revelaba el lugar de la muerte. Lampert había intentado liberar anteriormente Neururer sin éxito mediante gestiones delante de personas influentes. Lampert sería enviado a Dachau por incumplir el orden de silenciar el caso Neururer. Allí fue ejecutado.

Beatificado en 1996 in odium fidei, el altar mayor de la parroquial de Götzens se levanta hoy sobre la urna que contiene las cenizas del párroco que nunca dejó de serlo, Otto Neururer.

 

Declaración de derrota social

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Una sociedad avanzada es la que logra evitar la soledad de los ancianos, la que cuenta con médicos que saben cuidar cuando ya no pueden curar, la que ofrece los cuidados para dominar el dolor. En cambio, legalizar la eutanasia es una declaración de derrota social.

          Se dice que la eutanasia es una muerte dulce porque se parte de un error: si cabe la posibilidad de sufrir, cabe la posibilidad de saltarme esa etapa de la vida porque “no me gusta y no la quiero”. Eso es signo de materialismo. El dolor y el esfuerzo son dimensiones de la vida, no son un obstáculo para la vida. La persona que acepta el sufrimiento llega a vivir más humanamente que la que no acepta esas dimensiones, porque el dolor hace madurar a la persona. Es imposible evitar el dolor, además, quien lo evita tampoco será feliz.

TIPOS DE EUTANASIA

Eutanasia activa es la acción tomada con el propósito de causar o acelerar la muerte.

Eutanasia pasiva (negativa, indirecta) es una acción oculta que tiene el propósito de acelerar o causar la muerte. Incluye la negación u ocultamiento o el retiro de medidas ordinarias, incluyendo la comida y la bebida y la oxigenación. Ejemplos de este tipo de eutanasia son los millones de niños recién nacidos discapacitados en China, a quienes les es retirada la alimentación (eutanasia neonatal).

El Dr. Richard Stith sugiere 3 argumentos a favor de la eutanasia, y sus respuestas: 1)Que muera porque no es viable: la inviolabilidad del ser humano no depende de su viabilidad, sigue siendo “alguien”. No cambiamos de especie si perdemos una de las facultades humanas. La estrategia que siguen los pro eutanasia es que no atacan a la persona misma sino a su vida. Los que promueven la eutanasia alegan que les tienen mucha simpatía y que los beneficiarán. Argumentan con un dualismo: la vida como mala y la voluntad como buena. 2) Se pueden omitir medios para sostener una vida.La desconexión de una inyección intravenosa en realidad no es una omisión sino unaacción. La inyección mortífera es una acción. La realidad es que no hay una diferencia absoluta entre omisión y acción. 3) La gente sana tiene el derecho a suicidarse. Los que están enfermos no siempre pueden ejercer su derecho a morir. Se busca su fundamento en el derecho a morir, derecho que no existe. No es un derecho aprobado por la ley. Al perder facultades, el ser humano no cambia de especie.

Lo más esencial es muy simple: Destruir una vida humana siempre es destruir a “alguien“. Está en juego la inviolabilidad de la vida humana y de la igualdad. Se habla de “derecho a morir” cuando en realidad es derecho a que te maten.

En términos legales hay derechos que son irrenunciables por razón de interés y de orden público, de no ser así, la sociedad sufriría un menoscabo. La vida es un bien jurídico primario. En Colombia se debatió y se decía que la libertad era el primer derecho. ¿De qué sirve la libertad sin la vida?

La eutanasia ¿es un acto de piedad o un delito? muchos dicen que es un acto de piedad pero mal entendido. Se evalúa la muerte únicamente desde el punto de vista utilitario. En realidad, el rechazo a la vida es ajeno a la cultura mexicana donde siempre se ha tenido un gran cariño a los enfermos, y se ha descubierto el valor de los ancianos. En África se les valora más que en otros continentes, allí se dice que la muerte de un anciano es como la desaparición de una biblioteca.

“Una historia de amor”

El comercial que nos hace recordar ese primer amor que olvidamos

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Este bello corto se asemeja a la realidad que muchos vivimos hoy en día en nuestro trabajo u hogar. A veces olvidamos el propósito de las cosas, dejamos de lado el objetivo por el que estábamos luchando y tomamos el camino equivocado; como si la vida se tratase de una carrera.

Los protagonistas de esta historia se concentraron en construir un imperio para ser el ganador, pero olvidaron que el motivo que los impulsó a agrandar su negocio. Muchos de nosotros hemos pasado por la misma situación en otros ámbitos de la vida, olvidamos por completo el propósito que nos impulsó a tener clara una meta, y al final, cuando ya han pasado tal vez muchos años, nos damos cuenta que hemos perdido el tiempo en cosas que verdaderamente no importaban o peor aun llegando a una meta que no era la nuestra.

Cuando tenemos en mente un objetivo es importante trazar una ruta, un camino con pasos firmes que poco a poco nos permitan llegar a la meta sin dejar de lado los detalles pequeños, sin olvidar a las personas que nos ayudan a avanzar, a los que nos aconsejan, a los que nos corrigen o a los que (como la familia) siempre están ahí para ayudarnos. Hay muchos ejemplos para citar aquí. Uno de los más comunes se encuentra presente en el ámbito laboral, en la necesidad cada vez más urgente de pisotear al otro, de ser el número uno a toda costa, sin importar lo que conlleva, sin importar a cuantas personas lastime o destruya.

En las relaciones de pareja también puede pasar lo mismo, es como si a los dos les fallara la memoria y olvidaran que fue lo que los unió, cuales fueron esos detalles únicos que los hicieron amarse con tanta fuerza o cuál fue la razón por la que decidieron unir sus vidas y se centraran únicamente en competir. Un ejemplo bastante común de nuestra época, son algunos padres, sedientos de triunfo, aquellos que buscan especializarse cada vez más, llenar su hoja de vida con títulos que los hagan merecedores de altos cargos y por lo tanto salarios más altos. Buscan duplicar sus ganancias con el objetivo de «darle lo mejor a los hijos» y en el afán de llegar más lejos olvidan por completo su rol de padres.

De esta forma podemos llegar a tener una situación paradójica, en la que el padre, la madre o ambos están ausentes todo el tiempo, inmersos en sus trabajos, reuniones, conferencias o viajes de negocios, pensando que eso que hacen es lo mejor que pueden hacer por su familia, pero ¿es eso cierto? ¿Cómo podremos darle lo mejor a nuestros hijos si nunca estamos con ellos? Buscar el equilibrio entre nuestras metas y las personas a las que amamos es fundamental.

El final de esta historia además de ser conmovedor es alentador. Esta joven pareja nos recuerda que aunque hayan pasado muchos años nunca es tarde para volver a empezar de la manera correcta, como dicen por ahí, con el pie derecho. A pesar de que tardaron muchos años en darse cuenta de que la esencia de sus negocios había perdido todo sentido y carecía en su totalidad del «toque humano», por decirlo de alguna manera, supieron renunciar a ello y emprendieron juntos un nuevo proyecto en el que las habilidades de ambos eran el motor que sostenía, no solo su negocio, sino sus vidas.

Esta enfermedad del olvido (de la que lastimosamente muchos sufrimos) es resultado del agotador camino que hemos elegido para llevar a cabo nuestros planes. Podemos ser testigos de ello no solo en el ámbito laboral o en el de la pareja, también puede estar presente en las amistades que construimos con los demás.

¡Qué gran lección nos da este corto! Preguntémonos a nosotros mismos: ¿Por qué? ¿Por qué estamos haciendo las cosas?,¿por qué llevamos el estilo de vida que llevamos?, ¿por qué estamos donde estamos? Alcanzar nuestros sueños es mucho más fácil cuando tenemos presente el motivo que nos impulsa, pero es aún más fácil cuando elegimos llevar a cabo esos planes de la mano de Dios.

La inspiradora historia de Steve Gleason, atleta con atrofia muscular

Cumple los sueños de los demás, aunque él mismo no puede mantener ni la cuchara

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A veces, basta con un sólo momento para saber que algo especial va a pasar. Es lo que promete el trailer de un documental que cuenta la historia de un ex jugador de fútbol americano Steve Gleason.

Hay indicios de que la película Gleason no se mostrará en los cines de todos los países. Podríamos en este punto empezar a quejarnos de la comercialización del cine contemporáneo, donde no caben obras de valor. Pero esto no sería el estilo de nuestro protagonista.

Tu tiempo es limitado

El atleta sufre esclerosis lateral amiotrófica.

-¿Has pensado en cuánto tiempo te queda de vida? -le pregunta el periodista de televisión.

– Sí. Es un buen tema para la reflexión –le responde Gleason con una voz cada vez más débil.

-¿Por qué?

-Porque todos tenemos nuestro propio camino de la vida que es limitado. Sin embargo, la mayoría de nosotros vivimos como si no fuera así.

Este diálogo (que es una traducción libre) es la última parte del material para la NBC emitido antes de la Super Bowl en 2012, es decir, justo antes del evento deportivo más importante en los Estados Unidos.

Sin embargo, el programa con la participación de Gleason no se centró en la lucha deportiva, sino en la lucha con una enfermedad mortal.

El héroe del fútbol, antes musculoso y duro como una roca, apareció en el programa sufriendo ya más de un año de una enfermedad neurológica grave que consiste en la parálisis de las neuronas motoras, lo que conduce a la atrofia muscular progresiva y a la muerte.

El proceso de esta enfermedad se puede explicar también gracias a la analogía con el deporte: al principio aparecen problemas para tomar la pelota, y luego para tomar… el aliento.

“El santo” de Nueva Orleans

Puede parecer que la película Gleason es una historia sobre la pérdida, sobre revivir las antiguas glorias, sobre las injusticias del destino, la desesperación… No es ninguna de estas cosas.

No es el estilo del ex jugador del Santos de Nueva Orleans (New Orleans Saints), o populares “Santos” en Nueva Orleans.

Creo que mi futuro será mayor que mi pasado“, dice el atleta en la película. Tampoco piensa rendirse a la lenta desaparición de la función motora y a la muerte inminente.

En la fase inicial de la enfermedad comienza a realizar sus sueños. Después de un tiempo se da cuenta de que debería también hacer algo por los demás. Así que crea la fundación “Team Gleason”, cuya misión es organizar excursiones para otros pacientes con esclerosis lateral amiotrófica.

La idea es darles la motivación para seguir viviendo y para mostrar al mundo que las personas con esta enfermedad pueden alcanzar sus objetivos. Y cumplir sus sueños.

La belleza del matrimonio

El enfermo terminal Steve Gleason y su mujer deciden tener un hijo. Es una decisión consciente. La relación entre padre e hijo mostrada en la película, conmueve.

Por un lado vemos al antiguo héroe de los deportes, perdiendo la voz y la movilidad, cada vez más endeble que requiere de un cuidado constante. Por otro lado aparece el hijo, que -a diferencia de su padre- aprende a andar, hablar y con cada año aumenta su independencia.

También está la mujer que no tiene la intención de desesperase y apoya a su marido en la dureza de la enfermedad.

Aquí llegamos al mensaje que aparece al comienzo del anuncio de la película: lo importante en el matrimonio no es sólo la forma en que nos comportamos cuando todo va bien, sino, sobre todo, cómo nos comportamos en los tiempos difíciles.

“Mi bebé vivió sólo media hora”

Después de esa experiencia acoge en su casa a niños con problemas

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María Bonilla explica en el diario español ABC su labor para ayudar a otras mujeres y a sus hijos. Una historia pertrechada en un testimonio personal. Se quedó embarazada de su tercer hijo y los médicos le anunciaron la triste noticia de que el pequeño venía muy enfermo.

Como suele ocurrir en estos casos la recomendaron abortar y aunque se sintió “muy amenazada por ello”, decidió “seguir adelante”.

Sufrió la “la soledad social” y “el rechazo por parte de los sanitarios”. Fue así como entró en contacto con madres de la Fundación Madrina y allí percibió cómo madres embarazadas “se sienten obligadas a no dar a luz por la falta de medios económicos, pero sobre todo por la carencia de apoyo familiar y social. Me impactó mucho”.

El hijo de María Bonilla nació y sólo vivió media hora. Pero media hora muy intensa. “Fue una experiencia muy dura. Intensa. Pero bonita porque fue la naturaleza la que decidió que no viviera más tiempo, no fui yo la que tomó la decisión de acabar con su vida”.

Tras esa experiencia y según cuenta ABC decidió ayudar a las madres en dificultades. Muchas jóvenes han sido ayudadas, como el caso de una adolescente que por déficit de cariño en su infancia buscaba el amor estando con chicos y siempre en relacciones destructivas. Tuvo a su hija Paula y su pareja les abandonó.

“En esa búsqueda de amor a toda costa, quedó de nuevo en estado”, explica María, “Tras una brutal paliza por parte de su pareja perdió al bebé. Acogimos en casa durante cinco meses a Paula, que tenía tres años, para dar tiempo a que su madre se recuperara”.

Una situación que no fue fácil para su familia. Tenía que explicarle a sus hijos la situación: “Fueron ellos los que me sorprendieron. Son mucho más generosos y abiertos que los adultos. Con cada bebé se han mostrado ilusionados y le han cuidado con mucho cariño porque, al ser más pequeños que ellos, se sentían un poco como unos “papás” y les daban el biberón, ayudaban con su baño…, y, de vez en cuando, también se enfadaban porque les rompían los juguetes –todo hay que decirlo–. Lo fundamental es que han recibido una lección de solidaridad muy importante que les servirá para toda la vida”.

Tampoco fue fácil para su marido, pero “ahora está encantado. Todos los niños le llaman “papá” porque no han conocido la figura paterna”.

Para ella la excusa de no tener tiempo no es válida: “A los niños les matriculo en el colegio de mis hijos y al salir del trabajo me encargo de ellos, igual que de mis hijos. Es una oportunidad enorme de ofrecerles la posibilidad de saber que se puede vivir en una familia normalizada donde reina el amor y el respeto”.

Artículo original publicado en ABC

Hermosura del cuerpo

Dios ha querido dotar al cuerpo de una hermosura incomparable. El cuerpo de una mujer hermosa es capaz de ejercer una presión difícilmente resistible sobre el varón. La defensa contra esa fuerza poderosa para la mujer, es el recato, la modestia y el pudor.

La mujer lujuriosa puede seducir de forma irresistible al varón pero, al menguarle su libertad, no diremos que lo ama sino que lo avasalla. El varón pierde entonces la capacidad de descubrir una mujer –un sujeto de amor- y se ve hechizado por un cuerpo –objeto de placer-. Ha cambiado a la persona por la cosa. Y la mujer impúdica, por su parte, jamás podrá estar segura de ser amada, puesto que el amor brota del libre consentimiento. El arma de la mujer se volvió contra ella misma para destrozarla (Ricardo Sada, Cinco minutos, febrero, p. 64).

Afortunadamente el hombre tiene ojos con dos párpados y, por tanto, en momentos críticos, puede decidir no mirar. Guardar la vista salva de muchas tentaciones. El cuerpo humano es hermoso pero mucha más hermosa es el alma, sobre todo si está en estado de gracia.

La verdadera civilización, ya lo dijo Baudelaire, está en “la disminución de las huellas del pecado original”. Para triunfar sobre las tentaciones necesitamos poner los medios y ejercitar la fe. El ser humano “no puede subsistir sin adorar algo” (Fedor Dostoieuski).

Dios nos promete una vida alegre, pero no cómoda. Todos debemos prepararnos para la gran cosecha que se aproxima. Vamos a necesitar una buena disposición para aceptar los regalos del Espíritu Santo, dones que nos sostendrán en los momentos difíciles.

Hay que desenmascarar esos sucedáneos del Cielo, donde ya no está Dios, estamos nosotros, entonces hay tristeza y aburrimiento. No podemos permitir que el tiempo que nos queda se nos escape. Somos amados por Dios sin medida, más de lo que podemos imaginar. El tiempo de pruebas y persecuciones ya llegó. El camino del Calvario no se puede evitar. Hemos de aceptar llenos de gratitud las pruebas y sufrimientos de este mundo. Hay que discernir y no vacilar en desear la santidad ante la gran purificación que está por venir.

“No avanzar en el camino hacia Dios es retroceder”, afirma San Gregorio Magno. Toda la vida cristiana se reduce en ser por la gracia lo que Jesús es por naturaleza: Hijo de Dios. Esta verdad ha de impregnar todo nuestro ser y actuar. Quien sirve al Señor ha de ser amable con todos y ha de corregir con dulzura (cfr. 2 Tim, 22-26).

Nuestro corazón está diseñado para amar, odiar lo que nos aleje de Dios. Dios nos recuerda continuamente que vale la pena ir adelante. La vida es “una mala noche en una mala posada”, como decía Santa Teresa de Jesús. Todo pasa. Nos espera una vida mejor. El que nos espera en la meta camina junto a nosotros. El primer interesado en que lleguemos junto a Él es Dios, pero “quien te creó sin ti, no te salvará sin ti, como recordaba San Agustín. Dios espera de nosotros esfuerzo y dedicación, y después de esta corta vida vivida en su presencia, nos llevará al Cielo donde seremos eternamente felices.

Podemos decirle al Señor: “Tú siempre estás conmigo y eso me alienta para afrontar cualquier dificultad, por ardua que parezca. Gracias por el gozo de padecer por Ti. Dejo mis aflicciones y mis proyectos en tus manos. Me apoyo en Ti. En Ti encuentro mi fortaleza, mi esperanza. ¡Vale la pena vivir de esperanza!”.

C.S. Lewis, escritor inglés, dice en su libro Los cuatro amores, que los amores humanos son realmente como Dios, pero sólo por semejanza, no por aproximación. Si se confunden estos términos, podemos dar a nuestros amores la adhesión incondicional que le debemos solamente a Dios. Entonces se convierten en dioses: entonces se convierten en demonios. Entonces ellos nos destruirán, porque los amores naturales que llegan a convertirse en dioses no siguen siendo amores. Continúan llamándose así, pero de hecho pueden llegar a ser complicadas formas de odio. Lewis dice que resulta imposible amar a un ser humano simplemente demasiado. El desorden proviene de la falta de proporción entre ese amor natural y el Amor de Dios. Es la pequeñez de nuestro Amor a Dios, no la magnitud de nuestro amor por el hombre, lo que lo constituye desordenado. Hasta aquí, Lewis. Es decir; si absolutizamos a un ser humano, éste se convierte en nuestro dios, en “ídolo” y nosotros en idólatras.

El hombre al que amaba tenía cáncer

Al final del embarazo de su quinto hijo se enteró de que el hombre al que amaba tenía cáncer

Una conmovedora historia de la bloguera Emily Meyers

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Emily Meyers es una joven de 25 años de edad con un bonito pelo rojo. En dos palabras, esta bloguera es, feminidad total. Crea tutoriales de maquillaje y peluquería. Es una modelo de fotografía.

Está en Instagram, graba vídeos en el Periscope, trabaja con marcas de ropa y joyería, practica fitness activamente y escribe textos llenos del Espíritu en su blog, incluyendo deliciosas recetas culinarias.

Todo está unido al cuidado de sus cinco hijos. ¡En cinco años! Y aunque esta inspiradora mujer vive en Idaho (USA), y aunque nos separan miles de kilómetros, recibí de ella una muy valiosa lección sobre el matrimonio. 

Todo comenzó en 2014, cuando Emily y su marido Martin anunciaron a su “familia de Internet” (como llamaban a sus fans) que esperaban su quinto hijo. Aún más felices. Siempre llenos de esperanza.

Igual y diferente

Emily, como la mayoría de las mujeres embarazadas, sufría náuseas matutinas. Como la mayoría de las mujeres embarazadas, tuvo que volver a reorganizar el ritmo de la vida cotidiana.

Como la mayoría de las mujeres embarazadas, soportaba el peso de una gran parte de las responsabilidades del hogar cuando su marido estaba trabajando fuera de casa.

Como la mayoría de las mujeres embarazadas, disfrutaba al máximo preparando su canastilla para ir al hospital antes de dar a luz.

Y como una de las pocas mujeres en el noveno mes de embarazo se enteró de que su querido marido tenía cáncer. 

Martin casi inmediatamente comenzó el tratamiento. Y aunque los resultados de la biopsia les llegaron como un tsunami en su vida familiar, no se derrumbaron, no cayeron en la desesperanza.

Su amor resultó ser un rompeolas más fuerte que la muerte. Martin decía que su vida y la vida de Emily estaban hechas del mismo material. Que su vida cotidiana estaba llena de cosas importantes, divertidas y no tan divertidas.

Y el significado de todo esto es que estas dos vidas se entrelazaron entre sí. Que pueden construir algo entre los dos, y la alegría de estar juntos la cuentan en toneladas.

 La lucha por la normalidad

Por este motivo, ellos no trataron tal diagnóstico como una sentencia de muerte. Tuvieron suficiente energía, entusiasmo y distancia del problema, para entre goteo y goteo, organizar una sesión fotográfica, ir a la peluquería, comprar ropa de fiesta e ir a pasear juntos por la ciudad, inmortalizando los últimos momentos del embarazo.

“Esa fue la primera cosa que desde el día del diagnóstico hicimos, como si no pasara nada. Nos sentimos que una vez más todo puede estar en orden, que una vez más podemos ser muy felices y ¡estuvimos muy felices aquel día!“, escribió Emily.

Ambos luchaban no sólo por la vida, sino también porsentirla y vivirla tal y como es. Recogiendo cuantos más buenos recuerdos, gestos sensibles y palabras alentadoras.

La vida cotidiana continuaba con su ritmo impredecible: tratamientos, la quimioterapia, otras terapias y llamadas para recoger el dinero para estas terapias, sin abandonar los rituales familiares, tales como comer juntos o jugar con los niños.

Rodeados del cariño de la familia, los vecinos y la comunidad podían contar con la ayuda en el cuidado de los niños, en cortar el césped, con la cena caliente servida por algún vecino, y sobre todo con la oración de su familia real y virtual.

Todo irá bien

Llegó el día para el que es imposible prepararse con antelación. No existe tiempo adecuado para este tipo de mensajes, en tres palabras: cáncer con metástasis.

“Entonces, la médico respiró profundamente y dijo, en tono de disculpa: Estamos hablando de unas pocas semanas. Tal vez. No puedo ni explicar lo que se siente. Yo, lo único que sabía era que guardaba su mano caliente en la mía y en mi mente tenía a nuestros cinco hijos pequeños, y sabía que pasara lo que pasara con Martin, todos estaremos juntos. Que nuestra familia es para siempre, y que siempre estaremos bien”,compartía Emily en Internet.

Este, no hace mucho tiempo, esculpido culturista, se apagaba rápidamente. Por él, Emily se hizo dos veces más fuerte. Por él, ella encontró en la fe la fuerza suficiente para seguir persiguiendo con pasión su vocación de ser su esposa.

En su blog Emily escribió que en el mantenimiento de la llama de su amor les ayudaba el hecho de flirtear. Y todo esto, para recordarse mutuamente lo mejor de ellos mismos.

El día del aniversario de su boda, Emily organizó una celebración en el aparcamiento del hospital.Bajó las ventanas y con las canciones de Michael Bublé disfrutó bailando lentamente junto a su marido.

Su amor conyugal fue tejido con los detalles.Comprobaron cuánto poder tiene cogerse de las manos, el perdón y la simple alegría de su presencia cotidiana.

Es una lección que me tomo muy en serio, para como Emilyamar con el amor más fuerte que la muerte.

El pasado 16 de junio, a Martin se le llevó el Señor. Emily se despidió de él con las palabras: “… un día estaremos juntos de nuevo. Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas, volarán como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán (Isaías 40, 31).Hasta la próxima, te extraño, amado mío”.

Tiene 18 años, reza el Rosario y siempre lo lleva encima

Teresa García Serrano explica por qué y para qué rezarlo

Incluso lo regala a sus amigos de clase

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Teresa García Serrano tiene 18 años y reza el Rosario. Siempre lleva uno encima y da testimonio de su fe. En el coche, mientras va caminando… 

Evangeliza a sus compañeros de instituto.Cuando sus amigos le preguntan por qué lo lleva y por qué lo reza, ella les regala uno para que se inicien en la oración.

Con el Rosario a todas partes
Hay quien dice que los jóvenes ya no rezan el Rosario, que es una oración demasiado antigua y monótona para ellos. Otros afirman que el Rosario en familia solo sirve para que los niños aborrezcan el rezarlo.

Teresa García Serrano desmiente estas afirmaciones con la espontaneidad de sus dieciocho años recién cumplidos y a punto de comenzar sus estudios de Magisterio.

Teresa cuenta, entrevistada en el espacio de Orando con María de H.M Televisión, que aprendió a rezar el Rosario con su familia, de la mano de sus padres. Y no se ha avergonzado nunca de rezarlo, ni siquiera ante sus compañeros de clase en el instituto, ante los que ha dado testimonio muchas veces.

De hecho – cuenta ella – ha regalado varios Rosarios a compañeros suyos, con la esperanza de que un día también ellos le digan a nuestra Madre del Cielo, a través de esta oración, un “te quiero”.

Como ella hace cada día, porque “siempre hay tiempo para rezar el Rosario, siempre”, por la sencilla razón de que es una oración que “se puede rezar en cualquier lado, en cualquier momento del día”, “hay tantos y tantos momentos del día en los que puedes llevar tu Rosario en mano, o un denario, o con los diez dedos que nos ha dado Dios, y rezarlo cuando vas por la calle, cuando vas al colegio”. 

La entrevista en el espacio de Orando con María de H.M Televisión se visualiza y escucha en el siguiente vídeo.

Esta es la transcripción completa de la entrevista testimonial a Teresa García Serrano:

– ¿Quién es para ti la Virgen María?
– La Virgen para mí es una madre. Yo, siempre lo digo, tengo más confianza con la Virgen que con el Señor. Yo la cuento todo, y Ella siempre está ahí. Cuando éramos pequeños cantábamos una canción que dice que tenemos dos mamás, una en el Cielo y otra en la tierra. La Virgen María es mi madre, mi maestra, mi  modelo. Ella siempre está ahí para lo que la necesite. Tú te caes y Ella te levanta. Es una madre de verdad.

– ¿Cuándo comenzaste a rezar el Rosario?
– El Rosario siempre ha estado en mi vida porque en mi casa mis padres lo tenían como algo normal. Para nosotros no era nada raro ver un Rosario por casa, o reunirnos por la tarde para rezar el Rosario. A mí nunca me ha costado tener que rezar el Rosario. Recuerdo que mi madre me decía que al menos había que rezar un Misterio.

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Cuando nació mi hermano, como somos muy cercanos en edad, nos sentaba a rezar con mi padre y con ella. Y yo lo recuerdo como una cosa normal. Para mí el Rosario siempre ha estado presente, pero he notado el cambio de que, a medida que he ido creciendo, lo he sentido más mío, ha pasado a ser una oración que rezo porque yo quiero. A parte de que, gracias a mis padres, yo lo he podido rezar y llevar día a día, pues yo veo que es una oración muy mía, porque siempre la he tenido conmigo. El Rosario es del día a día, siempre.

– ¿Cuáles son tus misterios preferidos?
– El Rosario lo identifico con los Misterios Gozosos, porque en los Misterios gozosos es donde más “participa” la Virgen, por decirlo así. Pero mi Misterio favorito es el quinto de los Gloriosos, que es la Coronación de María como Reina y Señora de todo lo Creado.

Cuando rezo los Gozosos, los rezo como con más ímpetu, pero ese Misterio Glorioso es como ver que, después del triunfo de la Resurrección, siempre está ahí nuestra Madre,como culmen de toda la historia de la Salvación, por eso es mi misterio favorito.

– ¿Pides algo cuando rezas el Rosario?
– Yo siempre he sabido que, antes de comenzar a rezar el Rosario, se pide por unas intenciones. Y yo lo que hacía era una lista, siempre tenía mi lista con las intenciones del Rosario. Y yo sé que gracias a rezar el Rosario, tanto mi familia como yo hemos alcanzado gracias muy grandes.

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A lo mejor no lo ves, no lo palpas, pero tú sabes que es la Virgen la que está intercediendo gracias a que tú estás rezando ese Rosario con esa intención. Y siempre tenemos la costumbre, al empezar el Rosario, tener una serie de intenciones. Yo creo que sí, quesiempre vas a recibir una gracia bien para ti, o para el que la pidas.

– ¿Qué dicen tus compañeros de clase sobre el hecho de que reces el Rosario?
– Yo, en cuanto a la gente de mi edad y el Rosario, tengo varias historias divertidas porque yo siempre llevo el Rosario encima. Yo voy al Instituto y llevo el Rosario en la mano. Voy andando por la calle y llevo el Rosario en la mano. De hecho, todos mis compañeros pueden dar fe de ello, porque siempre lo tengo encima de la mesa o en el bolsillo.

Muchas veces me preguntan: “Pero, ¿por qué llevas esto?”, o “¿Qué significa esto para ti?” “Eres una pesada. ¿Por qué siempre lo llevas encima?” Pero cuando ellos entran en razones y les explico, al final me dicen: “Pero qué gozada que tú puedas rezar esto, y te sientas identificada y lo hagas como un acto de amor”. Porque yo siempre explico lo mismo: es como si tú estuvieras todos los días diciendo a tu madre: “Te quiero, te quiero, te quiero”. Pues es lo mismo, en cada Ave María le dices te quiero a tu Madre del Cielo.

Me hace mucha gracia, porque a veces unos dicen “qué tontería”, pero a otros les hace pensar y  dicen: “pues verdaderamente, ¿por qué no probar?” Y, de hecho, tengo amigos a los que les he regalado Rosarios, y les explico para que por lo menos sepan lo que es, para qué sirve, o para que no lo traten como un simple objeto religioso, o como un collar. Es muy bonito ver como reflexionan al dar tú tu testimonio de lo que para ti es el Rosario y de cómo tú lo rezas con fervor, y le dices “te quiero” a tu Madre cada vez que rezas ese Ave María. Es bonito decir a los demás lo que tú experimentas.

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– ¿Y qué dices a los que argumentan que no hay tiempo para rezar el Rosario?
Siempre hay tiempo para rezar el Rosario, siempre. No hay excusas porque se puede rezar en cualquier lado, en cualquier momento del día. Yo, al principio, me puse unos tiempos para rezar el Rosario, pero hay tantos y tantos momentos del día en que puedes llevar tu Rosario en la mano, o un denario, o con los diez dedos que nos ha dado Dios y rezarlo cuando vas por la calle, cuando vas al colegio. Yo, por ejemplo, lo rezo cuando voy al colegio, cuando vuelvo, si tengo alguna actividad extraescolar, en el coche…

Nosotros, en mi familia, lo rezamos juntos en el coche. Y luego, hay otra cosa, y es que túcuando algo te gusta siempre sacas tiempo para hacerlo. Entonces, si a ti te gusta decir te quiero a tu Madre cómo no vas a sacar tiempo para decírselo. Siempre hay tiempo para decirle cosas bonitas a nuestra Madre del Cielo.

– ¿Qué crees que piensa la sociedad sobre el Rosario?
– Yo creo que la sociedad tiene un concepto equivocado de lo que puede ser la oración del Rosario, porque vemos algo aburrido, porque no llegamos a comprender el valor de esa oración. Yo pienso que lo que le hace falta a la sociedad, es ese dar el paso de saber qué es eso, y de que todo el mundo que sabemos lo que es, y que lo rezamos, tanto los jóvenes como los adultos, compartamos eso que nosotros vemos: que el Rosario es bueno, que es algo que aporta, que no es una oración más.

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Hay oraciones y oraciones, pero luego está el Rosario, que es un compendio de todo, porque tiene todas las oraciones básicas, y además te diriges a nuestra Madre pero también te diriges al Señor, y todo lo que le hagas a nuestra Madre le agrada al Señor. Se tiene que dar a conocer, y dar a conocer las propiedades tan poderosas que tiene esta oración.

– ¿Cómo se conoce más a nuestra Madre?
Lo primero para conocer a nuestra Madre es querer conocerla. Yo creo que todo el mundo querría tener una madre como es la Virgen. Yo invito a todo el mundo, tanto jóvenes como adultos, a que la conozcan porque te cambia la vida. Yo tengo el privilegio y la suerte de haberla tenido cerca desde pequeña.

He vivido en un ambiente donde la Virgen era la Reina de la casa. Siempre la hemos tenido presente. En todas las habitaciones de la casa tenemos a la Virgen, y siempre es una referencia. Yo creo que es importante que la conozcamos, porque si no la conocemos pasa desapercibida, y no puede pasar desapercibida en nuestra vida la Virgen María. Yo os animo a conocerla porque es la mejor Madre de todas.