¿Niños que no se identifican con su sexo?

La respuesta del Colegio de Pediatras de EEUU

Existe un problema psicológico objetivo en la mente, no en el cuerpo, y debe ser tratado como tal

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El Colegio de Pediatras de Estados Unidos ha dado a conocer una declaración, firmada por su presidenta y su vicepresidente y por uno de los más eminentes pediatras del país, titulada La ideología de género hace daño a los niños.

En ella urgen a “educadores y legisladores” a “rechazar todas las políticas que condicionen a los niños para aceptar como normal una vida de suplantación química o quirúrgica de su sexo por el sexo opuesto“.

“Son los hechos y no la ideología”, afirman, “quienes determinan la realidad”, esto es, que “la sexualidad es un rasgo biológico objetivo“.

Transcribimos el texto completo de la declaración de la Asociación Americana de Pediatría sobre la ideología de género.

Se trata, advierten, de “una declaración temporal con referencias” y anuncian para este verano una “declaración completa”. Incluimos al final la relación completa de las referencias científicas citadas por los autores en respaldo de sus afirmaciones.

La ideología de género hace daño a los niños

El Colegio Americano de Pediatras urge a los educadores y legisladores a rechazar todas las políticas que condicionen a los niños para aceptar como normal una vida de suplantación química o quirúrgica de su sexo por el sexo opuesto. Son los hechos, y no la ideología, quienes determinan la realidad.

  1. La sexualidad humana es un rasgo biológico objetivo binario: XY y XX son marcadores genéticos saludables, no los marcadores genéticos de un trastorno. La norma del diseño humano es ser concebido como hombre o como mujer. La sexualidad humana es binaria por definición, siendo su finalidad obvia la reproducción y crecimiento de nuestra especie. Este principio es evidente por sí mismo. Losextraordinariamente raros trastornos del desarrollo sexual, entre ellos la feminización testicular (o síndrome de insensibilidad de los andrógenos) y la hiperplasia suprarrenal congénita, son desviaciones de la norma sexual binaria, todas ellas médicamente identificables y directamente admitidas como trastornos del diseño humano. Los individuos con trastornos del desarrollo sexual no constituyen un tercer sexo.
  2. Nadie nace con un género. Todos nacemos con un sexo biológico. El género (la conciencia y sentimiento de uno mismo como hombre o mujer) es un concepto sociológico y psicológico, no un concepto biológico objetivo. Nadie nace con conciencia de sí mismo como hombre o mujer; esta conciencia se desarrolla con el tiempo y, como todos los procesos de desarrollo, puede desviarse a consecuencia de las percepciones subjetivas del niño, de sus relaciones y de sus experiencias adversas desde la infancia. Quienes se identifican como “sintiéndose del sexo opuesto” o como “algo intermedio” no conforman un tercer sexo. Siguen siendo hombres biológicos o mujeres biológicas.
  3. La creencia de una persona de que él o ella es algo que no es, constituye, en el mejor de los casos, un signo de pensamiento confuso. Cuando un niño biológicamente sano cree que es una niña, o una niña biológicamente sana cree que es un niño, existe un problema psicológico objetivo en la mente, no en el cuerpo, y debe ser tratado como tal.

Estos niños padecen disforia de género. La disforia de género, antes denominada trastorno de identidad de género, es un trastorno mental así reconocido. Las teorías psicodinámicas y de aprendizaje social sobre la disforia de género o trastorno de identidad de género nunca han sido refutadas.

  1. La pubertad no es una enfermedad, y los bloqueadores hormonales pueden ser peligrosos. Reversibles o no, los bloqueadores hormonales inducen un estado de enfermedad -la ausencia de pubertad- e inhiben el crecimiento y la fertilidad en un niño que antes era biológicamente sano.
  2. Hasta un 98% de niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso aceptan finalmente su sexo biológico tras pasar la pubertad de forma natural.
  3. Los niños que utilizan bloqueadores hormonales para reasignación de sexo, necesitarán hormonas cruzadas al final de la adolescencia. Las hormonas cruzadas (testosterona y estrógenos) se asocian con riesgos para la salud, entre ellos hipertensión, coágulos de sangre, derrame cerebral y cáncer.
  4. Las tasas de suicidio son veinte veces mayores entre los adultos que utilizan hormonas cruzadas y sufren cirugía de reasignación de sexo, incluso en Suecia, que se encuentra entre los países con mayor respaldo LGBT.¿Qué persona compasiva y razonable condenaría a ese destino a chicos jóvenes sabiendo que tras la pubertad hasta un 88% de las chicas y un 98% de los chicos aceptarán la realidad y alcanzarán un estado de salud física y mental?
  5. Condicionar a los niños a creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso infantil.Respaldar la discordancia de género como algo normal a través de la educación pública y de las políticas legales confundirá a hijos y padres, llevando a muchos niños a acudir a “clínicas de género” donde les administren fármacos bloqueadores hormonales. Esto, a su vez, virtualmente asegura que ellos “elegirán” recibir hormonas cruzadas cancerígenas, o de un modo u otro, tóxicas, y probablemente considerarán innecesariamente, cuando sean adultos jóvenes, la mutilación quirúrgica de sus órganos sanos.

Cuando la infidelidad se “instala” en el matrimonio, ¿hay solución?

Un caso real y doloroso que tuve en mi consulta

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Les traigo aquí un caso real que tuve que atender, una historia dolorosa. El mayor problema de la infidelidad es cuando se “instala” en el matrimonio y el esposo o esposa infiel no quiere realmente dejar esa relación.

Esposo.

Verá usted, mi esposa y yo tenemos dieciséis años de casados y dos hijos adolescentes, hemos sido más o menos felices, pero desde hace cinco años yo había tenido una relación en la clandestinidad con una compañera de trabajo, mi esposa lo descubrió y estamos en una fuerte crisis.

La verdad es que con mi otra relación experimento sentimientos distintos y un fuerte deseo sexual; usted entenderá, ella es más joven que mi esposa, no tiene hijos, siempre esta arreglada y despreocupada para mí. También es capaz de comprenderme mejor que mi esposa.

Quiero a mi esposa y me siento mal, en verdad no soy cínico y me encuentro luchando conmigo mismo, pues quisiera reconstruir mi matrimonio y cuento con que ella lo desea, está dispuesta a perdonarme, así como seguir al pié de la letra todo lo que nos aconseje usted como terapeuta para salvar nuestro matrimonio.

Tengo una fuerte sensación de pérdida de cuánto representa el matrimonio y la familia, de la forma en que me ven mis hijos ante los cuales no sé qué explicaciones dar. También siento culpa por el dolor que estoy causando. Creí que no llegaría a provocar nada de eso cuando mi infidelidad estaba en la clandestinidad, me había acostumbrado a llevar una doble vida y pienso que no hacia mal, pues cumplía con todas mis obligaciones familiares. Ahora todo ha cambiado.

Aunque debo admitir, que por otro lado, estoy roto por dentro, pues se me hace difícil, casi que imposible, renunciar a todo lo que siento con mí… amante… si mi esposa lo supiera… En los últimos seis meses me he ido de mi casa por seis ocasiones y he regresado a los pocos días, esto debido a que siento intensa nostalgia de estar con mi amante, y eso me hace pensar que no podre dejarla; además, tengo con ella un compromiso, pues por mi causa dejo un novio que tenía, al menos, es lo que me reclama.

Todos los días me digo; ahora sí voy a rectificar, ya me voy a portar bien, pero…. mañana empiezo.

Esposa

Lo que han sido las cosas…

Yo, por haberme enfermado, y mi esposo por fingir demencia, fuimos al especialista. A él por sus incongruencias lo diagnosticaron con trastorno bipolar y le recetaron sales de litio; a mí, un cuadro depresivo y sus respectivos medicamentos, pero eso es simplemente absurdo, ya que el origen de nuestros problemas, bien lo sabemos, es su infidelidad que nos tiene a todos rotos por dentro, eso y no otra cosa es nuestra enfermedad, que no inventen.

Mis hijos también están afectados pues han bajado su rendimiento escolar y se han vuelto muy conflictivos en sus relaciones, sabemos muy bien que son adolescentes, con todo, no eran así antes, nos han llamado de la escuela y pueden ser expulsados. Han recibido ayuda psicológica, pero no ha funcionado, son muchachos más bien tristes.

Pero en su orientación matrimonial, el enfoque profesional fue distinto, por lo que yo me esforcé y sé que pudo habernos ayudado mucho, pues coincidí con usted en que:

  • Ambos, a través del diagnóstico y la terapia correcta, teníamos la posibilidad y responsabilidad de volver al punto, donde pudiéramos entender cómo y cuándo nuestro amor se enfermó de muerte.
  • Que existen disfunciones en nuestra unión conyugal que pudimos identificar, enfrentar y resolver.
  • Que mi esposo debe superar una sexualidad desintegrada por las que se orienta a la infidelidad.
  • Que la verdadera causa la podíamos haber resuelto no solo a partir de la comprensión del problema y en el perdón, sino además, en recuperar el entrelazamiento amoroso de esposos y en el darnos y acogernos mutuamente. Que si bien existe una terapia, esta no suplía nuestra propia capacidad de auto regenerarnos gradualmente para volvernos a unir.

El grave problema es que mi esposo realmente no ha querido enderezar su vida, y ante esto no hay terapia que sirva. Llegué al final del camino, me encuentro muy cansada, no quiero seguir, esto se acabó.

Mi esposo sigue con muchas contradicciones, cuando no busca hacerse el ofendido, se victimiza, ha llegado a decirme que no está en su voluntad comportarse como se comporta, que es como si estuviera hechizado. Busca evadir su responsabilidad dándome regalos personales, saliendo conmigo y tratándome muy bien. Dice que quiere arreglar su vida, que conserve esa esperanza, peroel suyo es un querer sin querer, pues está instalado en su infidelidad, y para mí, lo que realmente busca, es que yo termine aceptándolo así.

Todo lo contrario, jamás lo aceptare, ni guardo ya esperanzas.

¿Cómo puedo tener aun esperanza?, si cada vez pierdo más y más mi confianza en él, estoy además muy desconcertada, pues ya no sé qué hacer o decirle para que reaccione de ese comportamiento tan contradictorio y cínico.

Estas contradicciones y su ir y venir me han hecho un gran daño, pues mi salud se ha deteriorado. Ya no me puedo ver como mujer, esposa, madre, es como si mi vida entera se hubiera hecho jirones. Quise luchar por mi matrimonio, primero por amor a él, después solo para conservar un padre para mis hijos, pero ha sido inútil. Estoy muy descorazonada.

Lo que mi esposo no alcanza a comprender, es que poco a poco he perdido el deseo de luchar, de llegar a una solución, ya no tengo la fortaleza para eso. Estoy triste y sin esperanzas. Ahora lo que deseo es apartarme de él, pues todo esto me ahoga y destroza.

Desenlace. Divorcio y un profundo daño familiar.

La esposa. Tendrá que superar una gran tristeza, una enorme decepción respecto de los pilares en los que había basado su vida, una crisis profunda de autoestima, y una gran desesperanza sobre la valía de su futuro. Habrá de enfrentar problemas de medios económicos, y la ausencia en el cada día de la figura paterna, para sacar adelante a sus hijos.

Los hijos. Sufren la desintegración de la familia, y con ello, un grave deterioro en su principal referente de identidad, que afectara definitivamente el desarrollo de sus personalidades.

El esposo. Empezó a vivir con su amante pero la relación simplemente no funcionó, como no funciona todo lo que se funda en el más despersonalizado egoísmo. Trató de volver con la ex esposa y fue rechazado contundentemente, aumentando el daño moral y psicológico entre ellos. Vive solo y visita a sus hijos a través de acuerdo legal.

La amante. Al margen del grado de culpa o responsabilidad, jamás sabrá el daño directo o indirectamente causado por ella. No lo sabrá porque le es imposible dimensionar la profundidad de las heridas producidas, o porque por insensibilidad, no quiera o le interese acercarse a esta verdad. Aunque no lo admitiera, también a sí misma se hizo un gran daño moral y la secuela de la injusticia cometida será muy difícil de seguir, y siempre será a través de un oscuro rastro.

La infidelidad atenta directamente al matrimonio y se convierte en un cáncer que invade a toda la familia, rompiendo su unidad de vida y amor al través del daño espiritual, moral, psicológico y corporal.

La infidelidad introduce la muerte en los lazos familiares.

Por Orfa Astorga de Lira, Orientadora familiar. Máster en matrimonio y familia. Universidad de Navarra.

Escribenos a  consultorio@aleteia.org

Asesinado por sus primos por convertirse al cristianismo, ahora le atribuyen milagros

En exclusiva, la historia de Hassan Hussein Ibrahim Hamdar, conocido como “Joseph”

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Una historia descubierta por la edición árabe de Aleteia: Hassan Hussein Ibrahim Hamdar es de Mrah Sghir, subordinada al pueblo de Bechtelida, en el distrito de Keserwan, en el Líbano.

Su padre era imán en su lugar de residencia, al igual que su tío Mohammad lo era en una región diferente. Su primo Hassan Hamdar era juez de doctrina chií.

Mohammad Bin Hassan reconcilió al pueblo de Bechtelida y sus subordinados. Esta población se unió a través del matrimonio con la dinastía husainí, que incluía a nobleza de la dinastía del imam Alí y de Fátima, hija del profeta Mohammad. Se caracterizan por llevar un turbante azul.

Hassan emigró a Beirut, Sidón y Trípoli, y luego regresó a Amchit y vivió entre cristianos. Le fue concedido el don de la conversión y del martirio.

A pesar de sufrir todo tipo de opresiones y vicisitudes en la vida, nunca ofendió ni robó el dinero de nadie. Nunca blasfemó contra nadie… Era puro.

Siempre iba a la iglesia para asistir a las celebraciones religiosas y escuchar los sermones y las enseñanzas cristianas. Sentía admiración por los cristianos y su buen comportamiento.

Y así, la gracia de Dios tocó su corazón y le ayudó a expresar su deseo de convertirse al cristianismo. Comenzó a aprender las verdades cristianas y las oraciones básicas.

Pasó parte del verano de 1918 entre los miembros de su familia y contó a su mujer su deseo de convertirse. Ella le respondió: “¡Pobre de ti! Si tus parientes se enteran de esto, sin duda te matarán de inmediato”. A lo que él replicó: “No temo esa muerte”.

Volvió a Amchit a principios de septiembre de 1918. Luego aconteció un incidente importante. El ganado entró en el monasterio de los hermanos marianitas y dejaron caer la estatua de la Santa Virgen. Por entonces, nadie osaba tocar nada en aquel lugar, puesto que estaba bajo dominación turca. Sin ningún miedo, Hassan cargó con la estatua hasta la iglesia y rezó una novena.

Todo esto sucedió el 10 de septiembre de 1918. La reina de los mártires recompensó a su piadoso sirviente ofreciéndole el don del martirio, justo un año más tarde, el 10 de septiembre de 1919…

A comienzos de febrero de 1919, en la víspera de la festividad de Nuestra Señora, pidió a un sacerdote que le bautizara lo antes posible.

Desde entonces, su conversión causó alboroto entre los chiíes, que amenazaban con matarle. Así que se llevaron a su esposa e hijo y llamaron a su hermano Mohammad para que viniera desde Baalbek; lo matarían en caso de que recibiera el bautismo.

También habían amenazado con matar a cualquiera que contribuyera a su conversión. Pero Hassan no tenía miedo de sus amenazas.

Cuando quiso comprar una túnica para Pascua, pidió que pintaran una gran cruz en el pecho. Luego, fue al pueblo vestido con ella, para que todos pudieran ver que pronto se convertiría al cristianismo.

Finalmente, en julio de 1919, acudió al patriarca maronita, que le mandó al superior de la orden maronita libanesa, en el monasterio de Al-Maunat.

El 18 de julio, muchas personas, tanto clérigos como seglares, acudieron desde Amchit y del barrio de su pueblo para acompañarle en su bautismo. Recibió el sacramento con reverencia y adoptó el nombre de Joseph, por petición propia…

El 19 de julio recibió la Sagrada Comunión después de su bautismo y sirvió a Dios yendo semanalmente a confesarse y recibiendo la Sagrada Comunión diariamente, hasta su muerte en martirio.

Día tras día, fue creciendo en virtud y cada vez pasaba más tiempo durante la noche frente a la Sagrada Eucaristía, rezando con fervor. Mientras tanto, no paraba de escuchar las amenazas continuas.

El lunes 8 de septiembre de 1919, se confesó y recibió la comunión. Al día siguiente, tras hacer lo mismo, el párroco Yousif Sibrine vino y le acompañó a su pueblo. De camino, pasaron la mayor parte del tiempo rezando el rosario.

Cuando llegaron, entrada la tarde, Joseph, tras un breve descanso, fue solo a visitar la iglesia y allí permaneció hasta bien pasado el ocaso. El párroco fue a buscarle y le encontró en oración, arrodillado frente a la puerta de la iglesia.

El 10 de septiembre, asistió a misa y recibió la Eucaristía por última vez.

Entre tanto, sus parientes supieron de su llegada, pero su hermano estaba ausente. Dos de sus primos hermanos llegaron armados y aguardaron a su regreso.

A mediodía, el párroco y Joseph tomaron dirección a Amchit y, en el camino, mujeres chiíes les imprecaron y amenazaron.

A su llegada a Zardaq, sus dos primos aparecieron y le pidieron que retornara a la religión de sus ancestros.

También le recordaron que su padre era un sheikh y que, como líder religioso, le daría una gran suma de dinero, le compraría dos vacas, le mandaría a Baalbek y le devolvería a su joven mujer y a su único hijo.

Pero le advirtieron de que se enfrentaría a la muerte en caso de negarse.

Joseph no aceptó su oferta, así que dispararon cerca de él como intimidación, dos veces. Sin embargo, como insistía en su lealtad a la fe cristiana, le mataron de un disparo en el pecho.

Durante la investigación de Aleteia en relación a esta historia, un anciano sacerdote aseguró que sucedieron muchos milagros tras la muerte de Joseph, en especial a una de las familias que conservó su túnica.

Su cuerpo fue enterrado en el lugar de su muerte, pero fue transferido la mañana del día siguiente a otro lugar para esconderlo. Hoy día, la Iglesia desconoce su paradero.

Por último, el sacerdote afirmó a Aleteia que hubo un intento de mandar su caso a Roma, en vista de los milagros acontecidos, pero el archivo fue cerrado. Todo lo que queda por hacer es rezar y esperar una señal de Dios.

Un signo de los tiempos: la Apostasía

annabella-1Todos hemos observado una familia unida, feliz, que de pronto se disuelve y se aleja de Dios, y esto se repite una y otra vez. ¿En qué consiste la apostasía? En resumen consiste en dejar la práctica de la fe. En las últimas décadas hemos visto la contraofensiva del paganismo, del racionalismo, del relativismo. Muchos bautizados han abandonado la fe de sus padres. Muchos católicos dejan de ir a Misa los domingos y muestran cierta indiferencia hacia la religión. Vemos confusión moral y doctrinal y la aparición de falsos profetas.

En la Iglesia notamos faltas de unidad con el Romano Pontífice y “católicos” que disienten públicamente de las enseñanzas de la Iglesia. La apostasía se refleja claramente en el abandono de la devoción a la Eucaristía y a la Virgen María.

Se puede observar una gran confusión en el mundo. Muchas personas son seducidas por doctrinas orientales e ideologías extranjeras, como la perspectiva de género. La apostasía es como un cáncer que debilita a la Iglesia. La frialdad espiritual y comunitaria se extiende, y cobran fuerza los corruptos.

San Pablo lo describió hace dos mil años: “En los últimos días se presentarán tiempos difíciles. Pues los hombres serán egoístas, codiciosos, arrogantes, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, crueles, implacables, calumniadores, desenfrenados, inhumanos, enemigos del bien, traidores, temerarios, envanecidos, más amantes del placer que de Dios, guardarán ciertos formalismos de la piedad pero habrán renegado de su verdadera esencia. Algunos de ellos se meten en las casas y cautivan a mujerzuelas cargadas de pecados y arrastradas por todo tipo de pasiones” (2 Tim 3, 1-6).

Se esperaba con optimismo una época luminosa después del Concilio Vaticano II. Este concilio permitió la asistencia de observadores no católicos dentro de sus sesiones. El Concilió tardó mucho en editar sus documentos, pero estos observadores se dieron prisa en hablar a los medios de comunicación social sus propias interpretaciones del Concilio. Hablaron de mil temas que provocan desatinos, como que se iba a permitir el divorcio, de quitar el sagrario del centro de las iglesias, de quitar el Rosario y las imágenes sagradas, de la libre interpretación del dogma para promover el ecumenismo. Miles de católicos creyeron lo que dijeron estos observadores. La gran apostasía había comenzado.

Años después de la clausura del Concilio Vaticano II, Paulo VI se planteaba: “Se creía que, después del concilio, el sol habría brillado sobre la historia de la Iglesia. Pero en lugar del sol han aparecido las nubes, la tempestad, las tinieblas, la incertidumbre. Una potencia hostil ha intervenido… El humo de Satanás ha entrado por alguna fisura en el templo de Dios” (29 junio 1972).

Después, refiriéndose a las publicaciones de algunos teólogos, Paulo VI comentaba: “Se separan se la enseñanza de la Iglesia y de la Biblia los que se niegan a reconocer la existencia del diablo, o los que lo consideran un principio autónomo que no tiene, como todas las criaturas, su origen en Dios; y también los que lo explican como una pseudorealidad, una invención del espíritu para personificar las causas desconocidas de nuestros males”.

El cardenal J.L. Suenens enfatizó al final de uno de sus libros: “Me doy cuenta de que a lo largo de mi ministerio pastoral no he subrayado bastante la realidad de las potencias del mal que actúan en nuestro mundo contemporáneo y la necesidad del combate espiritual que se impone entre nosotros”.

Y es que, efectivamente, hay una conspiración del silencio sobre la existencia de los demonios (Gabriel Marie Garrone). Por eso, León Arthur Elchinger, quien fuera Obispo de Estrasburgo, dijo: “Creo en Lucifer porque creo en Jesucristo que nos pone en guardia contra él y nos pide combatirlo con todas nuestras fuerzas si no queremos ser engañados sobre el sentido de la vida y del amor”.

La duda sobre la fe verdadera ha entrado en las conciencias por un poder adversario. La apostasía está tan extendida que por ello se le llama “gran apostasía”, como la llamó San Pablo. La gran apostasía aumenta y coincidirá con la manifestación del enemigo de Dios.

Pocos sacerdotes hablan de las postrimerías, de abstinencia y castidad. Se habla más de actualizarse y fomentar la paz que de Jesucristo.

Se silencian mensajes clave del Evangelio. Se predican sólo pasajes del Evangelio que el hombre moderno puede aceptar, y se calla lo que puede resultar incómodo.

Finalmente sabemos que la batalla la ganará Dios, pero mientras tanto se pueden perder muchas almas. ¿Qué podemos hacer? Lo primero es apartarse definitivamente del pecado y procurar estar siempre en estado de gracia. Luego, acercarse a los sacramentos que son los que nos dan fuerzas para la lucha de cada día y, finalmente, recuperar el amor a la Eucaristía y a la Santísima Virgen María. Ella ha pedido muchas veces que nos consagremos al Sagrado Corazón de Jesús y a Su Sagrado Corazón.

12 hijos: Convertir el amor en vida

«Sentir la vida crecer en mí me hacía muy feliz”

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“Vivimos no una, sino varias crisis a lo largo de estos años. A medida que nuestra familia fue creciendo, nuestras amistades se iban alejando. Y es que las matemáticas de Dios no son fáciles de comprender. Junto a mi esposo Mario, detrás de cada uno de nuestros hijos íbamos descubriendo un regalo de Él”, cuenta Cecilia a Aleteia.

David, Sandra, Raquel, Israel, Moisés, Fátima, Ana y Miguel (gemelos), Rebeca, Gabriel, Elías y Emanuel son los nombres de los 12 hijos de esta familia de 5 mujeres y 7 varones que Mario González y Cecilia Mendieta formaron desde hace 20 años.

Yo le pedí con mucha fe sólo un hijo a Dios. Nunca imaginé esta maravilla. La magia de convertir el amor en vida, ha sembrado en mí esperanza cada día. No siempre estuvimos abiertos a la vida”, confesó Cecilia.

“No entendía los planes de Dios. Él me había elegido para ser madre. Me enviaba ángeles desde el cielo. Sabía por qué lo hacía y en qué momento hacerlo. Ahora recién lo comprendo. Pasábamos momentos difíciles en nuestra economía”, expresó Cecilia.

Sin embargo, esa luz que Dios ponía en el vientre de Cecilia era la mejor medicina.

Una verdadera comunidad

A la segunda de sus hijas, Sandra de 22 años, le ha tocado dejar el hogar, pues acaba de contraer matrimonio. David, el mayor de los varones de 24 años, desde hace tres estudia para sacerdote. Ellos dejan la familia con la experiencia de haber recibido la fe desde pequeños”, cuenta Cecilia.

“Cada uno iba llegando en el momento más oportuno”, cuenta Cecilia, entre risas, hasta en un momento ellos se convirtieron en “antiestrés” para la pareja, eran la mejor terapia.

“A veces tratamos de confeccionar un Dios de bolsillo, queremos todo a nuestra medida”, dice otro de los hijos tratando de explicar la falta de fe y el temor al fracaso de los matrimonios jóvenes, quienes parecen no comprender la dimensión de la familia.

Se tejen nuevas miradas frente a la vida, se forma una verdadera comunidad. Uno aprende del otro.

El último, de 6 años, está agradecido de contar con tan buenos maestros en casa: sus hermanos. Se aprende a manejar los momentos difíciles con lo que se tiene alrededor.

El milagro de las familias numerosas

“Los más duros momentos fueron cuando se tuvieron que enfrentar a la adolescencia. Hemos visto milagros en nuestros propios hijos cuando se enfermaban, incluso cuando se han querido ir de casa. La vida misma es un milagro, para nosotros”, señaló Cecilia.

Esta madre ya no podrá engendrar más hijos: le han diagnosticado histerectomía en el cuello del útero. Sin embargo, las pupilas de los ojos de sus hijos hablan ahora de todo lo vivido en su familia.

“Creo haber cumplido con los planes de Dios, le estoy muy agradecida”. “El sentir la vida crecer en mí me hacía muy feliz”, agregó Cecilia.

Las familias numerosas, dice el papa Francisco, no son causa de pobreza, “las familias sanas son esenciales para la vida de la sociedad”. Muchas parejas que tienen familias numerosas entienden su labor de padres como una forma de colaborar con Dios en la creación.

Paciente de 84 años conmueve las redes con mensaje a su enfermero

Anciano partió a la casa del Padre con el corazón lleno de agradecimiento por su paciencia

enfermero

Un pedacito de servilleta se hizo viral en los últimos días y en ella el reconocimiento de un trabajo bien hecho, lo que para muchos es algo que no tiene valor.

Nery dos Santos, de 84 años, fue internado en Urgencias del Hospital Universitario de Santa María (HUSM), en Río Grande del Sur, para una cirugía de fémur, a causa de una fractura, desde el día 24 de abril.

Durante esas semanas, el técnico de enfermería Eduardo de Campos había dedicado tiempo y cuidados para hacer mejores los días del señor, que llegó a quedar por los pasillos esperando una camilla y luego un cuarto.

Cuando Nery aún estaba por los corredores, tras un baño, escribió una nota a Eduardo agradeciendo su paciencia.“Este enfermero es bueno, tiene paciencia con la gente para bañarla”, dice la nota.

“Fue mi segundo contacto con él, el primero fue sólo para darle el medicamento”, dice el enfermero en una entrevista aG1.

Durante el baño, se tomó la preocupación de preguntar siempre si todo estaba bien y también, gentilmente, lo afeitó.

“La diferencia no fue la técnica, sino el contacto con el paciente. La diferencia hoy, que falta, es conversar con el paciente. No hice nada fuera de lo normal. La gente se mecaniza, pierde contacto con los pacientes, toma el brazo y pone el medicamento. El contacto, con una sonrisa, es fundamental”, explica Eduardo.

Estoy muy agradecido por su cuidado y atención, Nery escribió el recado en la servilleta que vino con su comida tras los cuidados que recibió.

Pidió entonces que su hija se lo entregara a Eduardo, que, tras quedar conmovido con el gesto, publicó en su muro de Facebook una foto y no imaginaba la repercusión que tendría: 27 mil “me gusta” y más de 3 mil veces compartida.

“Los medicamentos alivian el dolor, tratan infecciones, calman los nervios, pero nada supera el cuidado; a veces para nosotros es ‘sólo un paciente más’ a quien tener que bañar en un área de emergencia llena, pero para quien lo recibe, cuando aún está consciente, observa todo, juzga, unos exponen, otros comentan”, explica en su muro de Facebook.

El joven enfermero cree que compartir actos como este sirve de ejemplo para quien se está formando y para él mismo.

Sirve para que yo también no pierda la fe, finalmente, soy humano y también tengo mis días de irritación, angustia y esos otros mis, mis, mis…. No es necesario que se me felicite y cosas de ese estilo, no hice nada de exuberante, hice mi trabajo”, añadió.

Finalmente, lanza un mensaje a otros profesionales: “Antes que otra cosa, si tú quieres cuidar de alguien, te tiene que gustar la gente. Ellos son frágiles por estar enfermos. Están en un pasillo lleno de personas, tienen miedo de lo que otras personas padecen a su alrededor. Entonces ellos tienen miedo, no saben cuándo serán operados”.

guardanapo

Actualización el 10 de mayo de 2016:

“Un sencillo agradecimiento a través de un simple pedazo de papel fue capaz de cambiar muchos conceptos, visiones y motivar a muchas personas…es decir, siempre existe la posibilidad de evolucionar, basta querer.

A “Seu Nery”, muchas gracias por darme esa nota en el momento adecuado y cuando más lo necesitaba.

Pero, como no todo es como la gente quiere…

¡Descansa en paz “Seu Nery” y que tu familia sea fuerte en este momento!

Desgraciadamente no se gana siempre…

Sin más”

Por Inquietaria