The Pope Francis, announces the canonization of Louis and Zelie Martin, first couple canonized
Louis and Zelie Martin will canonized the 18th of October during the synode on the family.
Communique immediately after the announcement
of the canonization of Louis and Zelie Martin
The news that we have just received from Rome announcing the canonization of Louis and Zelie Martin fills us with joy.
Joy in heaven for this family, joy on earth for the whole Church.
We thank Pope Francis for giving to the church and the world, for the first time, saintly spouses and parents as an example. We thank Pope Francis for telling us how marriage is a path to holiness.
We awaited this decision with confidence. It is the successful conclusion of a process begun sixty years ago (1956). The beatification in 2008 was a milestone.
For the Shrines of Alençon and Lisieux, this canonization is also a responsibility.
Alencon: the city where the family lived, where Louis and Zelie celebrated their marriage, where they celebrated the baptisms of their children. The place of the ordinary family life, happy, committed, and often tested by trials.
Lisieux: the city where the family moved after the death of Zelie, the place where the daughters successively decided to enter religious life. The place of Louis’s illness and death.
If the Church canonizes some of her children, it does so to offer them as examples, so that they may inspire Christians of all times. It is for us to deepen the wealth.
The one who wants to discover the Martin family in all its truth must go both to Alençon and Lisieux.
This couple, this family has experienced the joy of the Gospel in all its dimensions.
Now that the Church has recognized their holiness, may they help us, with their daughters Therese and Leonie, to move forward on this path.
Hija de entrenador, entró en vida religiosa a los 38 años
Reza con hombretones y prohíbe las palabrotas
Pepe Rodríguez Rodríguez / Masdeporte.as.com 6 octubre 2015
Cuenta Lisa Maurer, de 46 años, que una de las veces que más lloró en su vida fue cuando decidió seguir su vocación religiosa y hacerse monja.
Se podría pensar que, en un momento de duda en su fe, valoró las cosas materiales y físicas que perdería para siempre y que eso le encogió el alma al punto de hacerla derramar lágrimas.
Pero el motivo era de índole bien poco predecible en una mujer de su edad y condición[entonces tenía 38 años y era profesora], pues resulta quelo que le compungía era pensar que nunca más iba a entrenar a chicos en el instituto.
Pero la vida le tenía reservada una sorpresa: convertirse en entrenadora de fútbol americano.
Hija de entrenador y profesora Maurer es hija de un entrenador defootball[fútbol americano]. Desde bien pequeña estuvo en contacto con el mundillo y es buena conocedora de sus interioridades. De los sacrificios familiares que ha de afrontar alguien que forma a los jóvenes, de las relaciones con estos, de las incontables sesiones de vídeo.
Antes del año 2007 era profesora en un instituto y se dedicaba a echar una mano en equipos femeninos de voleibol y otros deportes.
Pero sintió la llamada del Señor y quiso dedicar su vida a la oración y la reflexión. Ingresó en el convento benedictino de Duluth, en Minnesota, y comenzó una nueva etapa de su existencia.
Lo que pasa es que esa congregación benedictina había fundado, a principios del siglo XX, la universidad de St. Scholastica y, como es norma en Estados Unidos, ésta tenía un equipo de football. Modesto, de la tercera división de la NCAA, pero equipo al fin y al cabo.
En el vestuario (masculino) ya no se dicen tacos, al menos no con la hermana Maurer delante
Cuando escuchó los silbatos, llegó elgusanillo Algo se movió en los sentimientos de la Hermana Lisa cuando escuchó los silbatos de los entrenadores en el campo cercano a su habitación, donde rezaba el rosario. Ese algo, ese gusanillo, eserecordar sus orígenes, a su padre y su pasión, le llevaron a bajar al cesped y rezar allí mismo.
Poco tiempo después, intrigado, el entrenador de la universidad, Kurt Ramler, se interesó por la hermana.
«Me sorprendió poder hablar con ella de football. No tenía un conocimiento superficial. En absoluto. Era una auténtica enamorada del juegoy sabía muy bien lo que decía». Ramler no se lo pensó y le ofreció un puesto de entrenadora junto a él, en concreto con los kickers y los punters.
«Lo que busco en mi equipo de asistentes es inteligencia, corazón y ganas de enseñar. Y en todas esas facetas es extraordinaria», concluye Ramler.
«Dios ha sido bueno, esto no podía sospecharlo» Maurer no se lo pensó dos veces, «el Señor ha sido muy bueno conmigo. No podía sospechar el tener esta oportunidad», aclara.
La monja fue parte, el año pasado, de un equipo que acabó la temporada regular 10-0, aunque perdieron el primer partido de playoff. Este año han comenzado 3-1 la campaña.
Los jugadores, en cualquier caso, están encantados con ella.
Prohibidos los tacos y palabrotas Se producen situaciones extrañas en un vestuario de football, como es el hecho de queprácticamente han desaparecido los tacos. Dice Maurer: «a veces se les escapa alguno y me miran y dicen «perdón, hermana», pero por supuesto que no tiene importancia».
El entrenador, Ramler, opina igual: «sí, debo ser el entrenador que menos tacos dice del mundo, pero esa es la única diferencia con otros equipos y grupos técnicos».
Otro asunto que distingue tan especial presencia en la banda, en los entrenamientos, es que la relación humana es más estrecha. «Los chicos vienen y me cuentan sus cosas, que se les ha muerto un abuelo, lo que les pasa en casa, cómo les va con sus novias, rezamos juntos. Supongo que esa es otra diferencia», añade la Hermana Lisa.
Oración rodilla a tierra con los jugadores fortachones
Con Lisa Maurer ya son dos las mujeres que son entrenadoras en el mundo del fútbol americano, al menos en lo que se refiere a la NFL y la NCAA. A la religiosa se unió en esta histórica lista la psicóloga Jen Welter, que Bruce Arians fichó para su grupo en los Arizona Cardinals.
Bajo estas líneas, en un vídeo de YouTube vemos a la hermana entrenando a su equipo
Con frío ambiental pero corazón ardiente cientos de miles caminaron a Luján
Mucho frío de noche, mucho sol de día, pero fe intacta a toda hora. Cientos de miles de argentinos participaron de la 41 peregrinación juvenil a pie a Luján, que une Buenos Aires con el santuario nacional, organizada por la arquidiócesis primada pero a la que se suman de numerosas diócesis.
Cada paso es oración, hablaba un laico con un sacerdote apostado en uno de las postas de atención a los peregrinos, una de las tantas que a la vera del camino sirven a quienes se prestaron durante la jornada a caminar a la casa de Nuestra Señora de Luján, patrona de los argentinos.
Muchos con el teléfono móvil, compartiendo con amigos y en redes sociales distintas postales de la caminata, aunque moderando el uso, para que alcance al final de la peregrinación y cuando las piernas no den más, poder encontrar a los amigos. Y también testificar con una “selfie” con María, en la misma imagen que nunca quiso irse de allí, que se llegó a destino.
Desde temprano del sábado se registraron arribos de grupos a la Basílica, principalmente de quienes salieron desde Moreno, punto intermedio, para poder celebrar la Misa durante la tarde o la noche del sábado, y dormir en casa.
Otros acompañaron la caravana central, que partió a las 12 del santuario de San Cayetano, en Capital Federal, y tuvo su Misa de cierre a las 7 del domingo. En esta ocasión la celebración central fue presidida por Joaquín Sucunza, obispo auxiliar de Buenos Aires, acompañado por otros prelados y sacerdotes.
Muchos aprovecharon para rezar por motivos personales, o incluso poniendo en manos de María distintas campañas que llevaban en sus camisetas.
Pero la oración por la nación estuvo muy presente, motivada desde la cuenta oficial de la Peregrinación, @LaPereLuján, activa como nunca. Un gesto especial en oración por la patria tuvo lugar a la 1, cuando miles encendieron una vela por el país, que en poco menos de un mes elige presidente.
La política dio su presente, de manera directa con la presencia del candidato Daniel Scioli, quien visitó una de las carpas sanitarias, según lo afirmó en su cuenta de Twitter.
También se vio peregrinar a jóvenes con consignas del Pro, partido encabezado por Mauricio Macri, también candidato para las generales, e imágenes de los candidatos de las distintas fuerzas en varios puntos, incluso en puestos de asistencia a los peregrinos.
Muchos manifestaban su enojo al ver que aliviar y acompañar su esfuerzo era motivo de campaña. Pero María podía más, y por ella se caminaba. No por ese vaso de agua.
No hay ideología que movilice lo que mueve Maríaen cada una de sus advocaciones, en este caso, Nuestra Señora de Luján. Es ella la que hace posible que cientos de miles, familias, ancianos, amigos, feligreses de parroquia, alumnos de colegio, compañeros de club e incluso de ideas, caminen por horas y horas para completar los hasta 60 kilómetros de la peregrinación más tradicional de Buenos Aires.
Conmovedoras historias de valor y salvación en medio de una brutal tragedia que ha conmocionado a EE.UU.
WINSTON, OR – OCTOBER 03: Nancy Peete prays during a prayer service and candlelight vigil at River Bend Park to remember the victims of the mass shooting at Umpqua Community College in nearby Roseburg on October 3, 2015 in Winston, Oregon. On Thursday 26-year-old Chris Harper Mercer went on a shooting rampage at the college killing nine people and wounding another nine before killing himself. Scott Olson/Getty Images/AFP
Inestabilidad mental es solo uno de los primeros diagnósticos para describir al hombre de 26 años de edad que este jueves pasado, en un violento ataque con armas de fuego, asesinó a sangre fría a nueve personas e hirió a otras veinte personas en un colegio comunitario en el estado de Oregon (EE.UU.)
Las investigaciones por parte de las autoridades continúan para determinar las razones que llevaron a un hombre de 26 años a cometer el brutal ataque en un campus universitario.
De acuerdo con el testimonio ofrecido por parte de la familia de una de las supervivientes del ataque, el asesino preguntaba a sus víctimas si eran cristianos: si la respuesta era sí, los ejecutaba con un tiro a a la cabeza; si no se identificaban como cristianos, les disparaba en las piernas.
El testimonio fue ofrecido por la joven Ana Boylen, la cual se encuentra en recuperación después de pasar por el quirófano para extraer una bala que recibió en la espinal dorsal.
La tragedia ha conmocionado a la nación: conforme pasan los días se van dando a conocer los nombres de las victimas mortales y los heridos en esta tragedia.
Las notas a resaltar en esta tragedia la ofrecen los actos heroicos de estudiantes que no lo pensaron dos veces en salvar la vida de sus compañeros. Tal es el caso del veterano del ejército estadounidense Chris Mintz, el cual, de acuerdo a su tía Sheila Brown, recibió siete balazos al proteger y salvar a estudiantes.
Chris Mintz recibió balazos en las manos, el abdomen y la espalda, y también termino con las dos piernas rotas. “No estamos seguros de como se rompió las piernas” dijo su tía.
Lacey Sroggins está viva gracias a las acciones de Treven Anspach, el cual la protegió con su cuerpo herido de muerte. Lacey, al estar cubierta en sangre de su Anspach, evitó recibir un balazo por parte del asesino. Treven Anspach, de tan solo veinte años de edad demostró una vez más junto con Chris Mintz que aún en las horas más oscuras de tragedia y dolor el valor y amor al prójimo siempre aparecen.
Un sínodo no es nada más, y nada menos, que un órgano consultivo para aconsejar al Papa. No es un Concilio, ni siquiera es un órgano permanente del Colegio apostólico y carece de cualquier poder legislativo o ejecutivo más allá de lo que quiera el Papa en cada caso.
Cuenta la tradición que en el año 325 San Nicolás, obispo, (Santa Claus, Papa Noel o como se le quiera llamar) estaba en prisión. Se le apareció Nuestro Señor que le preguntó “¿Por qué estás aquí?”, a lo que Nicolás respondió “Porque te amo, mi Dios y mi Señor”. Jesús le entregó un ejemplar de los Evangelios y la Santísima Virgen invistió a Nicolás con su palio devolviéndole la dignidad episcopal.
Había acabado en las mazmorras por orden del Emperador. Su delito: levantarse en medio del Concilio de Nicea y arrearle un buen sopapo delante de todos a Arrio. Nicolás no soportaba más sus herejías. Y aunque la vida de San Nicolás está llena de milagros, prodigios y un amor extremo por los pobres, el pueblo siempre ha querido representarlo con aquella escena, la del amor por la Verdad en medio de un Concilio, aunque los métodos no fuesen los más apropiados.
La historia de los sínodos y concilios de la Iglesia también es así, y ahora que ha comenzado la “segunda parte del Sínodo de la Familia”, nadie debería extrañarse que se digan cosas fuertes, en voz más alta de lo normal, e incluso desagradables. “Parresía”, libertad para decirlo todo, pide el Papa Francisco.
En este caso, creo que la vehemencia está incluso justificada, se están tratando verdades profundas para los católicos. Porque detrás de lo que mediáticamente se ha llamado de un modo simplista el asunto de “la comunión de los recasados”, en realidad están en juego los sacramentos del Matrimonio, de la Confesión y de la Eucaristía, la llamada universal a la santidad o la acción de la Gracia. Lo incompresible es la actitud timorata y mediocre de gran parte del episcopado, que con frases políticamente correctas despachan estos temas como si no les incumbiese.
Un sínodo no es un concilio
Durante las tres semanas que durará la segunda fase del Sínodo de la Familia, del 4 al 25 de octubre, experimentaremos la frustrante experiencia informativa que hemos soportado desde hace dos años: tener que enterarnos de lo que pasa “por la prensa”. Desgraciadamente, los marcos interpretativos de los medios de comunicación suelen ser ajenos a los de la Iglesia.
De este modo, las sesiones sinodales parecen las de un Parlamento, las votaciones tienen un aire a legislativas, los padres sinodales son políticos, las controversias teológicas o pastorales se convierten en programas electorales y se generan unas infundadas expectativas respecto a la importancia del resultado.
Un sínodo no es nada más, y nada menos, que un órgano consultivo para aconsejar al Papa. No es un Concilio, ni siquiera es un órgano permanente del Colegio apostólico y carece de cualquier poder legislativo o ejecutivo más allá de lo que quiera el Papa en cada caso. Los documentos aprobados en un Sínodo no tienen valor magisterial, aunque el Papa suele publicar una Exhortación apostólica post-sinodal, en la que propone las conclusiones del Sínodo, matizándolas o modificándolas si le parece a toda la Iglesia y que tendrá el valor y la fuerza que el Papa quiera concederle.
¿El Papa puede no hacer caso o actuar al margen de lo que diga el Sínodo? Así es. Porque el Papa es el Papa, y el Sínodo aconseja, no más
¿Quiere decir esto que el Papa puede no hacer caso o actuar al margen de lo que diga el Sínodo? Así es. Antes, durante y después. Porque el Papa es el Papa, y el Sínodo aconseja, no más. Veamos algunos ejemplos.
Uno de los temas que se debería tratar en esta fase del Sínodo de las Familias será el de los procesos de nulidad, según los números 114 y 115 del Instrumentum Laboris (documento de trabajo que determina los asuntos a tratar), tal como se votó en la primera fase del Sínodo el año pasado (5 al 19 de octubre de 2014). Sin embargo, el Papa Francisco publicó el 8 de septiembre el Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus con el que se regularán los procesos de nulidad sin esperar a que se celebre el Sínodo, ni a lo que opinen los obispos.
Un Motu Proprio es un documento que el Papa escribe por propia iniciativa, no como respuesta a una petición. Pero es más, el Papa ya había tomado la decisión mes y medio antes de que comenzase la primera parte, con la creación de una comisión especial a la que encargó el trabajo, en agosto de 2014.
Durante la primera fase del Sínodo para aprobar cada uno de los puntos del Documento final (Relatio Synodi) era necesario recabar dos tercios de los votos. Esos puntos constituyen los temas y el enfoque sobre los que se trabajará estas tres semanas, y no otros. Los puntos 52, 53 y 55, referentes al acceso a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar y sobre los hombres y mujeres con tendencia homosexual no obtuvieron esa mayoría. Pero el Papa decidió que se mantuviesen en la Relatio, con su número de votos. A efectos prácticos pasaron al documento de trabajo.
En cuanto a si puede actuar al margen del Sínodo después, aunque todavía está en curso, el Santo Padre ya ha mencionado el ejemplo de Pablo VI y la Humanae Vitae, a la que calificó de “genialidad profética” en marzo de 2014, no sólo por su contenido, también porque supo anticipar los tiempos, oponerse a la mayoría y afirmar con valentía el bien del hombre, incluso exponiéndose a la impopularidad y a las críticas.
Si no se tienen en cuenta estas coordenadas es muy difícil contextualizar correctamente las informaciones y análisis sobre el Sínodo. Con un matizable lenguaje popular podríamos decir que sólo vale lo que diga o calle el Papa cuando acabe, o antes o durante. Eso no quita como recordaba hace unos días Santiago Martín que:
“Por lo tanto, sea lo que sea lo que se apruebe en el Sínodo, no se juega nada trascendental. Sin embargo, sería grave y haría mucho daño, porque crearía una gran confusión en la gente, si en el Sínodo se aprobara algo contrario a la doctrina de la Iglesia”.
Añadiría que ese daño ya está hecho de algún modo y que sólo con el tiempo podremos valorarlo correctamente.
El Sínodo de los medios
El conjunto de obispos que siguen lo que se ha venido en llamar las «tesis kasperitas», en referencia a la primera propuesta del cardenal Kasper en febrero de 2014, aunque todavía no haya terminado el Sínodo, dan una idea del estado en el que se encuentran muchas diócesis, en especial de Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda.
Las declaraciones públicas han ido en un crescendo escandaloso. Y lo que en principio iba a ser un Sínodo dedicado a “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización” en dos fases, una con un Sínodo Extraordinario en 2014 que serviría para preparar la segunda, el Sínodo Ordinario de 2015, se ha transformado en una carrera de despropósitos que han terminado por cambiar el foco de una pastoral de la familia a centrarse en la “comunión para divorciados vueltos a casar” y en posible aceptación de las parejas homosexuales.
Walter Kasper, en una visita a Reino Unido / Flickr Catholic Church England
De esto no tienen la culpa los medios de comunicación que se han limitado a recoger desde las propuestas más elaboradas del cardenal Kasper hasta las más bastas del obispo de Amberes, Mons. Bonny, que directamente propone que “debemos buscar en el seno de la Iglesia un reconocimiento formal de la relación que también está presente en numerosas parejas bisexuales y homosexuales”.
A pesar de que bienintencionadamente se insista en que hay un “Sínodo de los medios” y un “Sínodo real”, da la sensación de que esta vez ha sido un efecto buscado. Al menos eso puede deducirse la distribución en el Sínodo de 2014 del “documento de trabajo intermedio” traducido a varios idiomas en tiempo récord antes a la prensa que a los padres sinodales. Un documento, que como luego se demostró, no reflejaba no sólo el sentir del Sínodo, ni siquiera expresaba tampoco lo hablado durante las intervenciones, y que sin embargo terminó por fijar la agenda de las discusiones en los temas que los kasperitas querían.
El efecto sólo pudo ser mitigado por la incontinencia verbal del cardenal Kasper en un corrillo: “No se puede hablar de esto con los africanos y los países musulmanes. No es posible. Es un tema tabú”. Cuando se publicaron sus palabras negó haberlo declarado eso: “Estoy horrorizado, nunca he hablado así acerca de los africanos y no lo haría nunca”. Al día siguiente aparecieron las grabaciones de la entrevista, confirmando sus despectivas palabras hacia los obispos africanos y acto seguido incorporan al combativo sudafricano cardenal Napier al equipo que redactaría la declaración final. Efectivamente no había en el ningún africano.
Metodología para el Sínodo de 2015
Con “Sínodo de los medios” o sin él, todos estos hechos arrojaron algunas sombras y suspicacias que se han querido corregir. En una especie de reconocimiento implícito se ha instituido una comisión para la elaboración de la relación final, nombrada por el Papa, para que se respete la transparencia del proceso y que representen los cinco continentes:
Cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest (Hungría), Relator General;
Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto (Italia), Secretario General;
Cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India);
Cardenal Donald William Wuerl, arzobispo de Washington (Estados Unidos);
Cardenal John Atcherley Dew, arzobispo de Wellington (Nueva Zelanda);
Victor Manuel Fernández, arzobispo titular de Tiburnia y rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina (Argentina);
Mathieu Madega Lebouakehan, obispo de Mouila (Gabon);
Marcello Semeraro, obispo de Albano (Italia);
Padre Adolfo Nicolás Pachón, S.I., Preposito General de la Compañía de Jesús, en representación de la Unión de los Superiores Generales.
Además del Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario del Sínodo.
Primero, el Presidente Delegado (el Papa es el Presidente del Sínodo) dirige un saludo al Santo Padre.
Después el Secretario General (Card. Baldisseri) y el Relator General (Cardenal Péter Erdo) presentan los temas.
En tercer lugar un testimonio de matrimonio de auditores para dar paso a las intervenciones de los Padres sinodales (todos juntos, en la Asamblea General), en las que sólo dispondrán de tres minutos, pero pueden aportar la documentación de apoyo que consideren oportuna. Las aportaciones formarán parte también de las discusiones posteriores.
Al terminar, los 270 Padres sinodales se distribuyen en los trece Círculos Menores, por lenguas: un círculo alemán, cuatro ingleses, tres españoles, dos italianos, tres franceses. Hablan, discuten, acuerdan y al terminar entregan el trabajo desarrollado que se llaman “modos” que serán publicados, no así las grabaciones de las intervenciones de tres minutos en la Asamblea General.
Al final del Sínodo el sábado, 24 de octubre, se redacta el Informe final que se presentará en el Aula y por la tarde se someterá al sufragio de la Asamblea. Después se entregará al Papa que tomará la decisión oportuna.
A pesar de que se le preguntó expresamente, el Secretario no ha detallado cuántos votos serán necesario esta vez para que se dé por aprobada una proposición.
Indudablemente la nueva metodología fomenta que haya más tiempo para el intercambio de pareceres, aunque la reducción del tiempo de exposición ha suscitado ya algunas críticas. Previsiblemente dará lugar a discursos inanes o por el contrario a afirmaciones que por poco matizadas por lo escaso de tiempo puedan dar lugar a malos entendidos. Además se pierde algo de universalidad.
También se han corregido las ausencias de la anterior fase sinodal, extrañaba no ver a nadie relacionado con el Pontificio Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, que algo saben del tema. O pertenecientes a las nuevas realidades eclesiales.
El cardenal Baldisseri en la presentación de la nueva metodología comentó que “estamos en el mar, donde hay también alguna turbulencia” respecto a la situación que se está viviendo.Yo me atrevería a pedir al menos trece San Nicolás bien distribuidos.
Andrea va a morir en breve. Tras padecer una terrible enfermendad neurológica degenerativa, sus padres, sin duda desesperados ante sus sufrimientos, han pedido que se le retire la alimentación para acelerar su muerte. Los médicos del hospital donde está ingresada, se opusieron en un primer momento a tal medida. Es lógico. Alimentar a un enfermo no tiene nada de encarnizamiento terapéutico. Es, simplemente, hacer lo que cualquier ser humano haría con otro.
Sin embargo, la presión mediática y judicial sobre los galenos les ha hecho cambiar de opinión. Andrea ha empezado ya a morir de desnutrición. No pasará hambre porque la van a sedar para que no sienta nada. Pero lo cierto es que su muerte se va a producir no tanto por la enfermedad que padece -aunque la misma habría provocado su fallecimiento- como por el hecho de que su cuerpo va a dejar de recibir el pan nuestro de cada día.
La Iglesia ya se ha pronunciado sobre este tipo de medias. Mons. Reig Pla, el único obispo español que, aunque se enfrente a críticas y desprecios del mundo y de parte de sus colegas de episcopado, siempre habla claro sobre estas cosas, recordó hace unos días el dictamen de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Muchos dirán que la Iglesia puede opinar lo que le venga en gana pero sin imponer sus tesis a la sociedad. La realidad es que la Iglesia no puede imponer sus tesis, fruto de su conocimiento de la ley natural y su análisis de la Revelación, ni siquiera entre sus fieles. Primero, porque no tiene capacidad real de hacerlo. No verán ustedes a un guardia suizo poniendo grilletes a los fieles que vayan por libre. Segundo, porque siempre habrá algún obispo, sacerdote, teólogo, etc, que se dedique a contradecir públicamente lo que el Magisterio diga, sin que se mueva una simple briza de aire para impedir tal cosa. Es decir, en la Iglesia la defensa de la vida llega solo a la literalidad de ciertos textos y declaraciones. Cuando se trata dedefenderla de verdad, expulsando de la comunión eclesial a quienes hacen la obra sucia de la cultura de la muerte dentro de la propia Iglesia, ésta mira para otro lado. Y no hace falta que dé ejemplos de eso, porque todos los conocemos.
Apelar a la humanidad y a la caridad para justificar que se deje de alimentar a un enfermo es un ejemplo más de la depravación de la conciencia del hombre caído en este momento de la historia. Hay mucha diferencia entre medicar a un enfermo para que no sufra dolor físico y provocar su muerte retirándole la alimentación.
En todo caso, lo que está en juego es si en este país se da vía libre a la eutanasia. Doy por hecho que así será. No hay apenas barrera alguna que impida que la cultura de la muerte imponga también el suicidio asistido. En una sociedad donde Dios no juega ningún papel, es normal que la gente que no quiere vivir, por las razones que sean, encuentren facilidad para poner fin a sus vidas. Y donde Cristo no reina, reina la muerte.
Volviendo al caso de Andrea, no hay muerte digna que consista en dejar de recibir alimento. Eso no se le hace ni a los perros ciegos. Ni a los caballos cojos. Ya que se han empeñado en que muera antes de lo que el transcurrir natural de su enfermedad determine, sería mejor que la mataran directamente por medio de una inyección letal, como si fuera un gatito en una clínica veterinaria. Sí, moralmente sería un crimen. Pero se dejaría al menos la hipocresía a un lado.
Vayamos preparándonos. Los siervos del mal siempre buscan casos extremos para justificar leyes indignas. Y en este país sabemos de casos en que han aplicado sedaciones para acabar con la vida de pacientes, tanto si lo pedían como si no. No daré nombres para que no me caiga una demanda. Pero tengan ustedes muy claro que una vez que se introduce la eutanasia, no habrá nada que impida que se aplique a quien ni siquiera la ha pedido. Otros decidirán por nosotros lo que es una vida digna y cómo alcanzar la “muerte digna”. Veremos si, pasado un tiempo, a los cristianos nos permiten al menos dejar por escrito que no queremos recibir la muerte que ellos proponen. Lo dudo.
Solo una cosa más. Los padres de Andrea son fruto de la sociedad española que ha apostatado del cristianismo. Aunque lo que piden es inaceptable para un católico fiel a la Iglesia, no tiene demasiado sentido cargar contra ellos. Son el síntoma, no la raíz del problema.
“El futuro de Europa será cristiano, falta que el pueblo sufra un susto y esto está cerca”
Sin pelos en la lengua, esta joven directora de cine francesa habla de la conversión de musulmanes al cristianismo en Europa, del laicismo imperante en Francia y también del papel de Occidente en Oriente Medio.
Cheyenne Marie Carron (1976) es una directora de cine francesa de origen bereber que, habiendo sido abandonada cuando era un bebé, fue acogida por una familia católica. Políticamente incorrecta, esta joven no tiene problemas en analizar en los tabús que imperan en Francia.
Ejemplo de ello es su última película, El Apostol, que trata la conversión de un musulmán al cristianismo. Su contundencia y claridad en lo que cree y piensa no deja indiferente a nadie.
¿Cómo se le ocurrió la idea de dirigir, en una Europa como la que vivimos actualmente, una película como El Apostol?
La idea me vino porque ya era hora de ser valiente, de que los cristianos salieran de su reserva y que hablaran, con respeto, de su fe.
¿Esta película parte de su propia experiencia?
En mi pueblo, la hermana del sacerdote fue asesinada por un musulmán. El sacerdote dijo: “Me quedo a vivir cerca de la familia del asesino de mi hermana, pues mi presencia les ayudará a vivir”. Ese crimen me impactó y la belleza del gesto de este religioso me conmovió todavía más. Esta película la hice para él y para su hermana, muerta hace 19 años.
La película muestra la conversión de un musulmán al cristianismo en Francia, ¿por qué sigue siendo tabú hablar de esto y, aún más, hacer una película sobre este tema?
Porque en el islam el que cambia de religión es tratado de apóstata corre el peligro de ser asesinado
¿Está garantizada la libertad religiosa en Europa o estamos retrocediendo?
No retrocedemos, pero es el islamismo el que no ha avanzado en este asunto.
Tras los atentados contra Charlie Hebdo la película se retiró de las salas, ¿ha tenido algún tipo de problema por tratar la conversión de los musulmanes?
Las autoridades la retiraron por miedo, pero no fue a petición de los musulmanes. El atentado de Charlie Hebdo conmocionó muchísimo a Francia. Después, una vez que el miedo pasó, mi película fue proyectada de nuevo.
La palabra islamofobia está de moda. ¿Por qué los musulmanes son intocables y no se les puede criticar, a diferencia de cristianos o judíos?
Yo creo, más bien, que en Francia no se critica a los judíos por miedo a ser acusado de antisemitismo. Esto tendrá que cambiar pues hay mucho que decir sobre el comportamiento de Israel con el pueblo palestino.
“Dios no dejará desaparecer a los cristianos de Oriente Medio. Pero la prueba a la que se enfrentan es terrible. Y, seamos sinceros, en Europa no hacemos gran cosa por ellos”
¿Qué cree que se debería hacer en Francia y en Europa para frenar el auge del islamismo dentro de nuestras propias fronteras?
Quizá sería bueno animar a los musulmanes practicantes, que se niegan a desligar sus obligaciones religiosas de las civiles, a que se establezcan en países donde el islamismo sea la religión del Estado.
¿Qué opina de lo que está ocurriendo en Europa con los refugiados?
Europa está sin ambición y, a veces, es hipócrita… Crea guerras injustas y siembra a veces el desorden: en Libia, en Irak, y pronto en Siria. Lo hace por razones de interés económico, como el gas y el petróleo. Luego, acoge a los inmigrantes para bajar el costo de la mano de obra y paliar su falta de natalidad. Todo ello es triste y feo.
La mayoría de nuestros dirigentes europeos son ‘personillas’. El verdadero amor hacia el otro sería reflexionar sobre la manera de ayudar a la gente a desarrollar sus países y a vivir de sus riquezas, pero eso es demasiado ambicioso para ellos y quizá también demasiado noble.
¿Desaparecerán los cristianos de Oriente Medio?
Sobrevivirán, pues sus tierras eran Irak o Siria mucho antes de la llegada de los musulmanes. Dios no les dejará desaparecer. Pero la prueba a la que se enfrentan es terrible. Y, seamos sinceros, en Europa no hacemos gran cosa por ellos.
¿Cómo valora el papel de los países musulmanes contra el Estado Islámico?
No han hecho nada. Igual que los países de Europa o Estados Unidos. Son de hecho, a veces, los países que los arman. Pienso en Francia con la denominada “rebelión” siria.
¿Y el papel de Europa? ¿Cómo habría que actuar contra el Estado Islámico?
Dejando actuar a Rusia. Los rusos son los únicos que actualmente me inspiran confianza para actuar sobre el terreno, pero eso no se consigue sin instrucción, sin educación y todos los países deben ser conscientes de ello.
Usted es creyente y se ha bautizado recientemente, ¿cómo ha sido el camino que le ha llevado hasta la Iglesia Católica?
Soy creyente desde siempre y bautizada hace poco porque provengo de los servicios sociales. Crecí en una familia de acogida, católica practicante, que no tenía el derecho de llevarme a bautizar porque no eran oficialmente mis padres.
Por lo tanto, decidí bautizarme cuando llegara a la mayoría de edad, pero retrasé la fecha porque no me sentía digna de recibir el sacramento. Más tarde, un día decidí que había llegado el momento. ¡Y eso a mis 36 años!
¿Cómo se practica la religión en la laica Francia?
Desde mi punto de vista, mi Francia es católica. Aunque en este momento Francia sea tan sumamente laica como para querer borrar toda su cultura cristiana, esto no durará, ya lo veréis. El futuro será cristiano para Europa entera. Solo falta que el pueblo se lleve un susto, y estamos cerca…
Entrevista realizada a: Cheyenne Carron, directora de ‘El Apostol’
¿Cálculo político? ¿O algo se remueve en el pasado de Barack Obama?
Alguna vez –cuando era muy joven—Barack Obama trabajó con la Iglesia católica en Chicago. La semana pasada, durante la recepción en el Jardín Sur de la Casa Blanca, se deshizo en elogios para el Papa Francisco y encomió, muchísimo, la labor de los católicos en Estados Unidos y en todo el mundo.
Mucha gente pensó que era un guiño político de Obama; una especie de oportunismo dada la ola de simpatías que el Pontífice desató en Washington, Nueva York y Filadelfia, y en el resto del país del Norte. Los políticos estadounidenses son, por decirlo así, especialistas en uso del “spin” (giro) comunicativo en sus discursos. Y Obama ante el Papa Francisco y 15 mil invitados, pronunció una pieza oratoria memorable.
Ahora resulta que podría ser verdad, cuando menos en lo que respecta a sus elogios al Papa Francisco, pues el día de ayer viernes –en el transcurso de una rueda de prensa en la Casa Blanca– Obama dijo “amarlo”, por ser un “buen hombre” con “un corazón sensible, una gran imaginación moral y un buen sentido del humor”.
“No puedo compartir todas sus bromas pero todas fueron blancas”, reveló durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, donde evitó aludir a la controversia sobre la reunión del Papa con la empleada de Kentucky, Kim Davis (reunión de la cual El Vaticano ya ha dado su postura).
Obama sostuvo que el Papa Francisco no debe ser catalogado bajo las típicas etiquetas políticas de Estados Unidos como liberal o conservador, o como un hombre de izquierda o de derecha.
Nos invita a mejorar
En Estados Unidos, país de solamente dos partidos políticos y nación muy dada a las diferencias tajantes, este tipo de clasificaciones son recurrentes y casi se diría normales. Antes de la visita del Papa, se debatió sobre sus inclinaciones políticas. Incluso hubo una serie de publicaciones que introdujeron el debate sobre si Jesús sería republicano o demócrata.
“Creo que él habla a todas nuestras conciencias, para decirnos que tenemos que ver si hay maneras de ser mejores”, señaló Obama a los periodistas en la Casa Blanca. En su opinión, el primer Papa latinoamericano expresa “la conciencia del cristianismo.”
“Es provechoso que nos haga (sentir) incómodos a su gentil manera, que sacuda la conciencia de la gente y nos pida a todos, de todos los signos políticos, qué más podemos (hacer) para ser buenos, útiles, para ser amorosos y hacer sacrificios y servir”, indicó.
Más adelante, abundando sobre el tema y tratando de minimizar el impacto que podría tener sobre otras formaciones religiosas en Estados Unidos, el presidente Obama señaló que tras haber pasado tiempo con alguien como el Papa Francisco, “al igual que con otros individuos profundamente morales”, siente “la necesidad de ser mejor”.
Un regalo y un desafío
“Esas personas son grandes regalos al mundo, a veces es un maestro escolar, o tu vecino o tu mamá o tu esposa o tus hijos, pueden alentarte a ser mejores, eso es lo que todos queremos: ser mejores”, finalizó Obama.
En marzo de 2014, previo a una vista de Obama al Papa en Roma había dicho: “Él nos desafía. Él nos implora que nos acordemos de las personas, especialmente los pobres, cuya vida propia está condicionada por las decisiones que tomamos. Él nos invita a detenernos y reflexionar sobre la dignidad que es inherente a todo ser humano”.
En ése entonces también señaló Obama: “El Papa ha inspirado a la gente de todo el mundo y también a mí con su compromiso por la justicia social y su mensaje de amor y compasión, especialmente por las personas que, entre todos, son más pobres y vulnerables”.
La familia está herida en una sociedad egoísta y consumista que alimenta una masa de hombres y mujeres solos e infelices
El Papa Francisco, este domingo 04 de octubre, en la Basílica de San Pedro centró bajo tres puntos la crisis social y familiar moderna en la homilía de apertura del Sínodo Ordinario: El drama de la soledad, la crisis en el amor entre el hombre y la mujer, y las consecuencias en la vida de la familia.
Entretanto, pidió una Iglesia de puertas abiertas que a través de la misericordia abraza el dolor humano. Jesús dijo: “No he venido a llamar justos, sino pecadores”, (Mc 2,17), recordó.
“Una Iglesia que educa al amor autentico, capaz de alejar de la soledad, sin olvidar su misión de buen samaritano de la humanidad herida”, invitó Francisco a los 270 padres sinodales que en las próximas tres semanas reflexionarán sobre la familia.
La soledad, crisis de hombres y mujeres modernos
El Obispo de Roma sostuvo que la soledad es el drama que “aún aflige a muchos hombres y mujeres” de hoy: ancianos abandonados; “viudos y viudas”; personas abandonadas por sus cónyuges, “emigrantes y refugiados” que huyen, “jóvenes víctimas de la cultura del consumo”, dijo el Papa.
El Papa señaló la “paradoja de un mundo globalizado”, donde hay “menos calor de hogar y de familia; “muchos placeres, pero poco amor; tanta libertad, pero poca autonomía”, indicó.
Un mundo poblado de personas cada vez más solas y vulnerables. La misma experiencia de Adán que vivió “tanto poder acompañado de tanta soledad y vulnerabilidad; y la familia es su imagen”.
Además denunció, la situación de los países avanzados, que a pesar de todo tienen el mayor “promedio de abortos, de divorcios, de suicidios y de contaminación ambiental y social”.
La crisis del amor entre el hombre y la mujer
La crisis de la sociedad, que necesita del amor entre el hombre y la mujer para sacar a la humanidad de su infelicidad. El hombre, como Adán sufre la soledad, pero se alegra cuando encuentra un “corazón que se asemeje a él, que le corresponda”(Gn 2,18).
Así explicó – “Dios no ha creado el ser humano para vivir en la tristeza o para estar solo, sino para la felicidad, para compartir su camino con otra persona que es su complemento; para vivir la extraordinaria experiencia del amor: es decir de amar y ser amado; y para ver su amor fecundo en los hijos, como dice el salmo de hoy (cf. Sal 128)”.
El Papa reveló que el “sueño de Dios para su criatura predilecta” es “verla realizada en la unión de amor entre hombre y mujer”; “De modo que ya no son dos, sino una sola carne” (Mc 10,6-8; cf. Gn 1,27; 2,24).
El divorcio también entró en el debate de la Iglesia hace 2000 años. El Papa recordó que Jesús también enfrentó el dilema del divorcio, ante la pregunta retórica que le habían dirigido – probablemente como una trampa, para hacerlo quedar mal ante la multitud que lo seguía y que practicaba el divorcio, como realidad consolidada e intangible.
La unidad y la indisolubilidad – explicó – “es el objetivo de la vida conyugal no es sólo vivir juntos, sino también amarse para siempre. Jesús restablece así el orden original y originalmente”.
La crisis de la familia
El Papa exhortó a “superar toda forma de individualismo y de legalismo, que esconde un mezquino egoísmo y el miedo de aceptar el significado autentico de la pareja y de la sexualidad humana en el plan de Dios”.
Siguiendo a Jesús, entonces- señaló- será comprensible la locura de la gratuidad de un amor conyugal único.
El hombre de hoy –que con frecuencia ridiculiza este plan- e insistió que se le ve “ir tras los amores temporales, pero sueña el amor autentico; corre tras los placeres de la carne, pero desea la entrega total”.
En efecto, “la tristeza de este mundo” está hecha de placeres que son finitos, mientras que señaló el infinito del amor como la meta final y única. (Joseph Ratzinger, Auf Christus schauen. Einübung in Glaube, Hoffnung, Liebe, Freiburg 1989, p. 73).
Después de analizar el contexto social y matrimonial “bastante difícil” de la actualidad, el Papa ha señalado la misión de la Iglesia que “está llamada” a responder desde la “fidelidad, la verdad y la caridad”, indicó.
Se enfrentaba cada día a una dramática realidad: la atención de los pacientes terminales de cáncer
La vida del Dr. John Morrissey tuvo un capítulo oscuro del cual salió gracias a la Sacramento de la Penitencia, según un relato suyo publicado por el informativo inglés The Catholic Herald. Después de llegar a la depresión por el contacto continuo con la muerte en un entorno de alejamiento de Dios, el médico recordó el consuelo del sacramento y acudió a él con urgencia. “Mi estado espiritual era el de un alegre pagano, un Baco en una bata blanca sucia y una aureola falsa”,admitió el Dr. Morrissey en su relato. “A pesar de una profunda experiencia religiosa dos años atrás, mi vida moral estaba aún pintada en varias gamas de negro, y mi cabeza estaba llena de sincretismo confuso, sinsentido de Nueva Era”.
En este estado se enfrentaba cada día a una dramática realidad: la atención de los pacientes terminales de cáncer en su hospital, un trabajo que realizó durante un año. Después de un año de no practicar la fe, su incompleto regreso se limitaba a algunas oraciones “pidiendo que mis pacientes se recuperaran, o que yo no estuviera de turno cuando necesitaran ser admitidos”, recordó. “Mis oraciones no fueron respondidas. Las muertes continuaron sin descanso. Una gran sensación de falta de sentido y desesperanza llenó mi corazón”.
El impacto de la necesidad de conversión
El médico no sólo atravesaba una crisis espiritual y profesional, sino que además vivía en soledad y no tenía amigos, por cuanto comenzó a frecuentar el alcohol, sin siquiera tener amigos causales para este fin. “Mi corazón estaba latiendo, pero yo no estaba vivo”, resumió el Dr. Morrissey. El lugar más bajo en su crisis fue alcanzado cuando revisaba las notas de un paciente joven recién fallecido y sintió hundirse en la depresión. Ante la expresión de su rostro, una presente le preguntó si se sentía bien. Con lágrimas en el rostro respondió: “Lo siento, estoy luchando para ver algo de bien en este lugar. Simplemente hay demasiada muerte acá”.
Al hallarse en esas condiciones mientras bebía una noche, sintió la necesidad angustiosa de salir del bar. “Era como si viera el lugar por primera vez, como realmente era”, confesó, al tiempo que refirió cómo veía a todos los presentes como perdedores y cómo cada una de sus miradas parecía estar manchadas de malicia. “Me sentí muy solo. Volví en mí frío y sudorosos y comencé a buscar una ruta de escape”.
La sensación fue acompañada por una certeza de su propia condenación y la necesidad urgente de acudir a la confesión. “Como un hombre joven jugando en la gran ciudad, yo no era extraño al pecado, pero hasta ese momento, nunca había sido consciente de los efectos de su cobro letal sobre mi alma”, relató. Al no pertenecer a una parroquia, buscó en el directorio telefónico y encontró una comunidad jesuita a la que llamó y se dirigió inmediatamente en un taxi.
El impulso del cambio
Al llegar fue acogido por religiosos y esperó a un sacerdote que tuvo que despertar en medio de la noche para atenderlo. “Él hizo claro que todo eso era muy irregular, pero le supliqué tan sin reparo que escuchara mi confesión, que él accedió misericordiosamente”, narró el doctor Morrissey.Después de más de 10 años sin confesarse, el hombre fue guiado por el sacerdote y pudo recordar el acto de contrición que aprendió en su infancia.“Con las palabras finales de la absolución, con mis ojos cerrados, mi miedo desapareció completamente. Nunca había estado tan agradecido como en ese momento. Pedí perdón por mi alocada intrusión y dejé esa casa en paz”.
“Nada de lo externo había cambiado, pero yo había cambiado, había sido reconciliado”, recordó el médico. “Me di cuenta que sólo mis propios pecados podrían realmente herirme y que si rompía mis vínculos con ellos, perdería el miedo a la muerte”. En su ejercicio profesional, los pacientes seguían falleciendo pero esta vez oraba para que, como él, pudieran encontrar la gracia de la misericordia que él mismo había experimentado.
El Dr. Morrissey describió cómo las personas no son debidamente conscientes de los límites de la medicina y el deber de prepararse adecuadamente para el momento de la muerte. Además, reflexionó en las similitudes del pecado con la enfermedad del cáncer y cómo los pacientes sucumben ante el mal porque el tratamiento de radiación afecta la médula ósea y los deja sin defensas. Espiritualmente, los católicos reciben un “trasplante” de vida espiritual a través de la Eucaristía directamente de Jesucristo el “donante universal”, quien además enseña al hombre a emplear el sufrimiento para su salvación. Todas estas razones lo llevan a agradecer una vez más la dramática experiencia en la que percibió la necesidad de pedir perdón y recibir la misericordia de Dios.
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