Sor Antonia dejó Beverly Hills, 2 divorcios y 7 hijos… y surgió el ángel de la prisión de Tijuana
Sor Antonia, en la capilla de la cárcel.
C.L./ReL 20 octubre 2013
El 17 de octubre de 2013 murió, a los 86 años de edad, Sor Antonia Brenner, fundadora de las Siervas Eudistas de la Undécima Hora y protagonista de una historia de entrega a los presos que recuerda a la de la española Sor Tripi. Aunque en el caso de esta religiosa norteamericana de origen irlandés lo llamativo no es sólo su entrega personal (vivió durante cuarenta años en la misma cárcelde Tijuana, en una celda), sino su trayectoria vital anterior.
Nació en 1926, llamada Mary Clarke, en California, en una exclusiva mansión de once dormitorios en Beverly Hills, en el seno de una familia católica acomodada. Se casó joven, se divorció y se volvió a casar, y era madre de siete hijos. Estaba volcada en obras de caridad, bajo la guía espiritual de un sacerdote, Anthony Browers, en homenaje al cual adoptaría luego, como religiosa, el nombre de Antonia.
En 1965, en una visita a la penitenciaría de La Mesadurante un viaje para llevar medicinas a Tijuana, al otro lado de la frontera mexicana, empezó a barruntar lo que sería luego su vocación final. En 1977, una vez que todos sus hijos tenían la vida encauzada, vendió todas sus posesiones e inició su vida consagrada.
En la cárcel En ese momento, y dada la irregularidad de su situación, no podía entrar en comunidad, pero recibió permiso para hacer votos privados y llevar hábito, y regresó a dicha cárcel para integrarse en ella y ayudar y orientar a los presos. Empezó a ser conocida como«el ángel de la prisión», y vivía en una celda muy sencilla en un pasillo oscuro, con vistas a la torre de vigilancia. Pero nunca hizo falta esa protección, porque incluso cuando tuvieron lugar en el centro incidentes y motines (en 2008 hubo doce muertos), ella siempre fue respetada.
En sus últimos años, aquejada por problemas cardiacos y una enfermedad neuromuscular, dejó la celda y pasó a vivir en la enfermería del convento de su congregación, aunque visitaba La Mesta con frecuencia y continuaba con sus gestiones en favor de los reclusos.
Aunque rechazaba los delitos, se compadecía de los delincuentes y aplacaba su violencia: «En cuanto entra una mujer con velo blanco, saben que hay alguien que les ama, y entonces se hace el silencio, llegan las explicaciones y las peleas se acaban», declaró a Associated Press en 2005.
La Madre Antonia también ayudaba a los funcionarios de prisiones, y fundó una asociación de apoyo económico a ellos y a sus familias a raíz del asesinato de un policía en 1997, quedando los suyos en situación muy complicada. Nadie en el ámbito carcelario quedó sin recibir su apoyo y el de sus religiosas.
Y, como centro de su vida, la oración: «Siempre paso los viacrucis pensando en mis hijos [los presos] y estoy feliz. ¿Qué hora es la mejor hora del día? La hora de la misa«, declaró en una entrevista.
Reconocimiento diocesano Quienes en los años setenta eran obispos de Tijuana, Juan Jesús Posadas, y San Diego,Leo Maher, viendo la eficaz labor de Sor Antonia, decidieron apoyarla, y monseñor Posadas la asimiló a la orden mercedaria, consagrada a los presos, para que pudiese ser religiosa.
Luego fundó en 1998 las Siervas Eudistas de la Undécima Hora. Eudistas, por su espiritualidad basada en San Juan Eudes (1601-1680), y de la Undécima Hora, en alusión a la parábola evangélica de las últimas llamadas, pues la congregación, por la naturaleza específica de su misión, sólo admite mujeres en edad madura. En 2003 obtuvo el reconocimiento canónico del obispo de Tijuana, Rafael Romo.
La muerte de Madre Antonia ha conmocionado a los presos y funcionarios de La Mesa, pero su recuerdo no se apagará. Desde 2007, una calle adyacente a la prisión lleva su nombre y servirá para recordar su mensaje. «¿Quieres una vida interesante?», decía: «¿Quieres una vida con ganas, con entusiasmo, con gozo, con comprensión? Reza al Espíritu Santo todos los días, pero ademásbusca a quien tú puedas servir”.
El comunismo intenta hacerse un hueco en el panorama político español. Se aprovecha de la ignorancia, la frustración por la crisis económica, el escándalo de la corrupción y la pérdida de valores morales. Estamos perdiendo las raíces cristianas que nos configuraron como nación. Debemos ejerce el derecho a voto, aunque sólo podamos optar por el mal menor.
Por ello ponemos en marcha con urgencia esta campaña de ayuno y oración por España hasta las próximas elecciones de noviembre 2015.
Comprométete a ayunar los viernes y rezar el rosario (a ser posible en familia) todos los domingos.
España necesita que pidamos por ella: por la conversión de sus ciudadanos y políticos, en especial por el futuro presidente de gobierno.
“En el Rosario está cifrada la salvación de España”
(Mensaje de la Virgen a San Antonio Mª Claret)
¡Santa María, ruega por España!
¡¡¡Difunde esta campaña a través de Whatsapp, páginas web, redes sociales o hablando de ella!!!
«Mañana empiezo«… «en las vacaciones, que tendré más tiempo libre«… «después de Navidad«… «en unos meses tendré menos trabajo y ahí seguro«…
¿Cuántas metas, cuántos sueños, cuantas ideas morirían hoy contigo sin ni siquiera haber intentado hacerlas realidad? ¿Qué vida que te hubiera gustado vivir, se convertiría en un susurro tan bajo que nadie podrá escuchar?
Tu felicidad es la clave para vivir una vida extraordinaria. Si hoy fuera el último día de tu vida ¿mirarías hacía atrás y dirías “Hice todo lo que pude para vivir una vida 100% feliz?,” ¿dirías “al menos lo intenté”?.
Dejamos nuestros sueños e ideas para otro momento. Nos centramos en las metas profesionales, y sacrificamos todo lo que nos importa por un trabajo (propio o ajeno) que en ocasiones ni nos gusta.
Es que no es fácil. No tengo tiempo. No tengo dinero. No sé cómo se hace. No tengo los recursos necesarios. Ahora es imposible. No, yo si lo voy a hacer, pero este no es el momento adecuado.
Lo sé, yo también he pensado todo eso. Yo también me he engañado con la esperanza de que alguna de esas respuestas me convenciera. Pero al final siempre quedaba insatisfecho con ellas. Siempre quería algo más. Siempre ardía algo dentro de mí que decía “no puedes esperar más”, “los años se pasan”.
La realidad es que entramos en una zona de confort de lo conocido. Que por muy incómoda que nos pueda resultar ésta, por muchas quejas que tengamos, es la que comprendemos. Y a veces nos paga bien para que sigamos ahí. En ocasiones pensamos que no nos queda otra opción. Sea la razón que sea, en ella te encuentras más a salvo. No hay riesgos. El único riesgo que corres es el de no vivir la vida que quieres. Pero en eso no piensas todos los días porque no tienes tiempo y hay muchas cosas de tu vida que te gustan. Y al fin y al cabo, es la vida que te ha tocado y es una vida buena, podría ser peor. Además prefieres ser realista.
Aun así, de una u otra manera siempre vuelves a pensar en esos sueños que tienes, en esas ideas que quieres llevar a cabo. En todo eso que un día harás o que… “ojalá te ocurra”.
La realidad es que si hoy fuera el último día de tu vida, y tienes un minuto para pensar antes de que llegue el momento, es muy probable que te arrepintieras de todo lo que no intentaste hacer y de lo que sabías que podías hacer pero no hiciste.
No te digo que abandones todo y tu dedicación total la redirijas a tus sueños. Todos tenemos obligaciones. Todos tenemos nuestra realidad. Pero también tienes la capacidad de hacer cosas extraordinarias. Y tienes que buscar el tiempo para ello. Ya sea dormir una hora menos, ver menos televisión, menos Facebook, menos Whatsapp… o si trabajas 13 horas al día, pues quitar 1 hora de trabajo para dedicársela a tus metas.
Chet Holmes, era un empresario de éxito, durante años le habían propuesto que escribiera un libro, y él quería hacerlo pero siempre estaba muy ocupado. Finalmente un año se propuso que todos los martes de 17:00 a 18:00 apagaba los teléfonos, cerraba las cuentas de email y se centraba sólo en escribir. Al cabo de unas 50 semanas había finalizado el libro. Unos meses después se publicó y al poco tiempo era un best seller que cambió su vida.
No todos los cambios requieren una dedicación absoluta, Pero requieren que tengas voluntad, que te planifiques, requiere un compromiso interno y que durante el tiempo que le dediques, sean 20 minutos o 2 horas, en ese tiempo tu entrega sí debe ser absoluta.
Hoy tienes que empezar. Hoy debes dar el primer paso hacia esa vida que quieres. Mañana otro. No hace falta que todos los días recorras medio camino. Puedes ir paso a paso, pero todos los días debes dar uno.
Quieres un cambio un tu vida, o llevar a cabo una idea o un sueño. Todos los días debes hacer algo que te acerque a ese objetivo. Por pequeña que sea esa acción, pero haz algo.
La historia de muchos cristianos deportados en la URSS
Sofía, superviviente del gulag
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo / Alfa y Omega 20 julio 2015
La señora Sofía, que ya falleció, y el padre Teijeiro, misionero de Astorga en la fría República de Komi
La historia la cuenta el sacerdote José Luis Teijeiro, misionero en Rusia, uno de los autores del boletín Icono de Fátima, de la Asociación de Amigos de Rusia San Nicolás.
En este tiempo de misión en la tierra que evangelizó san Andrés, don José Luis ha conocido muchas historias de fe y amor a los sacramentos, como la de Sofía
Sofía nació en Ucrania, en una familia católica de origen polaco. Teníaseis años cuando una noche se presentaron en su casa los temidos policías soviéticos, que sin dar ningún tipo de explicación se llevaron a su padre.
A ella y a su madre, les obligaron a abandonar su hogar, y les ordenaron establecerse en cualquier lugar al menos a cien kilómetros de allí. Decidieron irse a Siberia, donde vivía otro de los hijos de esta familia.
Al final de la II Guerra Mundial, su madre y su hermano ya habían fallecido, y Sofía, con 16 años y totalmente sola, decidió irse a Cracovia(Polonia), donde vivían otros hermanos suyos bastante más mayores.
Pero antes de llegar, la interceptaron los soldados soviéticos que ocupaban Polonia. Por haber intentado abandonar el país sin permiso, fue detenida y condenada a cinco años a un campo de trabajo en laRepública de Komi.
Allí conoció al que luego fue su marido, con el que tuvo cuatro hijos y vivió una vida que no se puede considerar fácil. Por fin, en el año 2006, después de muchos años de penalidades, pudo viajar a su tierra natal, para visitar la tumba de su padres.
Y por fin pudo también confesarse y comulgar, después de setenta años sin poder hacerlo. Con ese objetivo viajó los cuatro mil kilómetros que separan Komi de Ucrania occidental.
Don José Luis piensa de ella que «el Señor premió ese esfuerzo por acudir a los sacramentos, y por fin pudo recibirlos en nuestra pequeña parroquia, a unos veinte kilómetros de la casa de su niñez. Venía feliz cada mes, y a mí me edificaba mucho verla llegar, ya con más de 80 años,con unas temperaturas bajísimas, en transporte público además».
Sofía falleció hace unos pocos años y ya está en las manos de Dios, y don José Luis afirma que «pienso de verdad que el Señor premió su fidelidad a la fe, su paciencia en el sufrimiento y su esfuerzo enorme por recibir los sacramentos de la Confesión y la Eucaristía. Se nos fue preparada y en paz. Seguro que desde arriba nos ayudará, y seguirá siendo para muchos el testimonio de que vale la pena seguir luchando, puestos los ojos en el Cielo en el que ella nos espera».
Carolina Martínez: ‘Soy afortunada al poder decir que casi todos saben que voy a estar con ellos más que hasta ahora, aunque sea desde un convento.
by Luisfer Martínez | Jul 15, 2014
Carolina durante el acto de graduación en Derecho, en mayo de 2014
Carolina terminó cuarto de Derecho en la misma graduación que mis cien compañeros y yo, hace menos de dos meses. Carolina es navarra, de las que usan el ‘ico’ al final de casi todas las palabras, de las que vibran con lo foral, con cada tramo de la ciudadela y con cada adoquín de la Plaza del Castillo. La noche de la graduación nos juntamos cuatro amigos en un círculo, Álvaro, Paloma, Carolina y yo. Nos miramos con nostalgia y cariño a partes iguales, sabíamos que terminaba un ciclo, pero que empezaba algo más grande que lo que habíamos vivido hasta el momento. Carolina iba a comenzar su tesis doctoral el próximo mes de septiembre, pero le surgió otro evento en agosto. El evento tiene que ver con un monasterio de clausura en el que va a pasar su vida, aunque es precisamente ese verbo el que le lleva a no hacer la tesis. Carolina no quiere ‘pasar’ su vida, ha decidido exprimirla tanto que ha optado por guardar sus sentidos, sus afanes y sus capacidades solo para Dios. Carolina es una mujer sencilla, normal y amiga. Amiga de las que marcan, de esas que necesitan poco tiempo para ser un referente no impuesto. A mediados de junio me dijo que teníamos que quedar, que quería contarme una cosa. Me la contó y quedé tan impresionado que le propuse que escribiésemos a modo de entrevista lo que acababa de pasar.
¿Hay contacto real con Dios?
Sí. Hombre, no le voy a ver, ¿sabes? Pero rezando sí hay contacto real con Dios. Aunque eso no solo en el convento, pienso que todo cristiano tiene que tener ese contacto, si no, tendría una forma muy… solitaria de rezar.
¿Qué buscas en el convento? ¿Ser feliz o hacer feliz a alguien?
No entro ahí para buscar mi propia felicidad, eso ya te lo digo, y no creo que nadie lo haga (lo que no quita que tengo la certeza de que voy a ser feliz ahí). Pero tampoco voy para hacer feliz a alguna persona en concreto. A ver, es difícil de explicar, mi entrada y la felicidad de otros no es una relación directa causa-efecto. Yo no busco expresamente que alguien sea feliz; de hecho, probablemente yo nunca vea los “resultados” que busco entrando al convento. Pero sé que desde ahí voy a ayudar a los demás, y eso es lo que quiero.
¿En qué consiste esa felicidad?
No tanto el hecho de que yo entre ahora en un convento, sino más bien el hecho de que existan personas que deciden dejarlo todo para ayudar a gente que no conocen de nada, da un ejemplo a los demás, y quizá una o dos personas (y con eso es suficiente) se paren a pensar un poco, y conozcan cosas que igual nadie les ha enseñado.
¿Qué habrías hecho si no hubieses decidido ser monja de clausura?
Habría hecho la tesis en el área de Derecho Penal. Me encanta el derecho y el asunto estaba bastante zanjado cuando me decidí, de hecho. Me habría dedicado probablemente a la investigación y a la enseñanza.
¿Hace falta un convento para rezar?
No, ni mucho menos. Si “solo” quisiese rezar no sé si me iría de Carmelita Descalza. La oración es la base de todo cristiano, y para rezar no hace falta un sitio concreto, ni un ambiente, ni compañía, ni nada, solo querer hacerlo. Una amiga me dijo que no le gustaba la distinción entre monjas de vida activa y vida contemplativa, porque decía que contemplativos tenemos que ser todos los cristianos, y tiene toda la razón.
¿Qué vas a hacer cuando te aburras?
Pues ver la tele no, eso seguro –se ríe-. Por lo que me dicen las hermanas carmelitas, no voy a tener tiempo para aburrirme, pero ya te contaré cuando esté allí.
¿Cuánto tiempo has pensado hasta tomar una decisión tan importante para tu vida?
Varios meses. Tampoco fue algo que se me ocurriera de golpe eh, fue más progresivo, no sé, poco a poco. Pero así más en serio me lo planteé a principios de este año.
¿Y no te gustaría ser abuela?
Bueno, no es que no quiera ser madre ni abuela y por eso quiera ser monja, así, por descarte. Todas las decisiones implican renunciar a algo, y lo que quiero hacer y lo que quiero ser está por encima de eso, para mí. De todas formas, nunca he dudado entre ser monja o ser madre -y abuela-, sino entre ser monja (y todo lo que implica) o no serlo, independientemente de los hijos que aún no sé si tendría en el futuro. Quiero decir, no he tomado mi decisión con base en si quiero tener nietos o no.
¿Qué dicen tus amigos?
Pues la verdad es que se alegran, así me pierden de vista… –se ríe mientras niega con la cabeza-. Pero sí se alegran, alguna casi llora y todo -y alguno-. Bastantes flipan porque no es lo primero que te esperas de una chica de 21 años, ¿no? Y además tampoco soy la típica chica que está mucho en casa, y la imagen -errónea- que se tiene de las monjas es de mujeres serias y/o aburridas; pero somos normales. Todos tienen también mucha curiosidad, porque es un mundo muy desconocido entre los jóvenes.
¿A quién se lo contaste primero y por qué?
Aparte de a un sacerdote y a una amiga, a mi madre. Primero porque es mi madre y quería que lo supiese la primera; segundo porque me iba a ir dos días a visitar un convento (no el de carmelitas) y estaba en plenos exámenes y era muy raro que desapareciese de casa dos días, y tercero porque me da buenos consejos.
¿Es para siempre? ¿Y si te equivocas pero es demasiado tarde para rectificar?
Ser monja es para siempre, para siempre. Lo he repetido intencionadamente, para que quede claro. Si te equivocas cuando ya es demasiado tarde para rectificar, como dices, pues ya nada, qué quieres que te diga, como todo en la vida. Pero no se entra a un convento directamente como monja, igual que no te casas con el primero que conoces, ¿no? Yo no voy con la idea de “jo, y a una mala, ¿me puedo ir?”, no tendría sentido entrar así, y si hay alguna chica que esté en mi situación pero con esa idea, puede quedarse en su casa que hará mejor. Pero también por algo hay un tiempo de discernimiento, y una debe ser prudente al tomar una decisión así. Darse cuenta de que uno se ha equivocado cuando ya es demasiado tarde no es lo normal, otra cosa es que alguien cambie de opinión, o algo así, porque esto no es entrar al convento y ya está todo hecho, es una respuesta a Dios que tienes que dar cada día, y somos libres, y podemos decir que no cuando ya llevamos varios años dentro. En eso también hay que tener cuidado, la vocación no es algo momentáneo, es para toda la vida, y hay que vivirla día a día.
¿Separarte del mundo no es egoísta, como dejar de lado al resto de gente?
No. A mí también se me pasó eso por la cabeza cuando me estaba planteando ser monja, porque todo el mundo tiene sus problemas, y era consciente de que al irme, físicamente, no iba a estar tan pendiente de asuntos que me preocupan. Pero no, no me voy a desentender de la gente, todo lo contrario, quiero muchísimo a mi familia y a mis amigos, y el hecho de que me vaya a otro sitio no implica dejarles de lado. Soy afortunada al poder decir que casi todos saben que voy a estar con ellos más que hasta ahora, aunque sea desde un convento, y creo que también es un punto de unión para ellos, porque al fin y al cabo, es algo que no es lo más normal, tener una amiga o hermana monja.
¿Qué está haciendo mal Dios para que haya tan pocas vocaciones?
No creo que haya pocas vocaciones, hay poca gente que las sigue y que responde a ellas, que es distinto. El responsable no es Dios, somos nosotros, que somos mayores, y libres de plantearnos un par de cosas en la vida. Leí en la página web de Medjugorje que la Virgen decía lo siguiente: “Todas las personas adultas tienen capacidad para conocer que Dios existe. Las ciudades, las regiones, están llenas de iglesias y de mezquitas, pero las personas no entran allí para preguntar: ¿cómo debo vivir?“. La gente en general no se interesa, Dios sí.
¿Entre el Cielo y la tierra con qué te quedas?
–Se ríe antes de contestar la pregunta- Con el Cielo, sin pensarlo. Un poeta, Alphonse de Lamartine, dijo: “el tiempo es tu navío, no tu morada“, y leyendo “Historia de un alma“, Santa Teresita recordaba la cita un poco distinta, y decía “la vida es tu navío, no tu morada“, que a mí me gusta más; vamos, que aquí estamos de paso.
¿Es tan grande Dios como para entregar una vida entera?
Mira, si cada persona que existe en el mundo le entregase su vida entera, aún me parecería poco. Lo mínimo que yo puedo hacer, lo mínimo, ¿eh?, es entregarle mi vida entera. Pero esto lo digo para todos, la única forma de darle tu vida no es entrando en un convento o haciéndote cura, puedes casarte o vivir con 20 gatos y entregarle tu vida a Dios.
Qué es lo que más te preocupa ahora mismo, por lo que más vas a rezar.
Por las conversiones, para que todo el mundo conozca a Dios.
¿Qué es lo que más te atrae de la orden?
Qué difícil… Creo que la entrega que supone, el olvidarse de todo menos de Dios: “Solo Dios basta…” Conlleva una fortaleza que me llamó mucho la atención a la hora de decidirme no por ser monja en general, sino carmelita descalza.
“Solo Dios basta…” Conlleva una fortaleza que me llamó mucho la atención a la hora de decidirme no por ser monja en general, sino carmelita descalza. Foto de Guadalupe de la Vallina
¿Qué le dirías a alguien que tiene la convicción de que estás desperdiciando tu vida?
Depende de quién lo pregunte y cómo esté “aprovechando” la suya… –se ríe-. A ver, soy consciente de que nadie que no tenga esa vocación va a entender lo que hago, igual que yo no comparto muchos estilos de vida. Partiendo de eso, me parece una concepción muy pobre de la vida el creer que vale más cuantas más cosas hagas para ti, cuanto más dinero tengas, cuanto mejor sea tu trabajo, etc.
¿Tienes dudas? ¿Cómo las dejas de lado?
Sinceramente, no suelo tener dudas, yo voy a entrar en 3 semanas y que sea lo que Dios quiera. Sí que me entra a veces como vértigo, porque va a ser un cambio de vida un poco radical, pero tengo muchísimas ganas.
¿Qué estás haciendo durante los días inmediatamente anteriores a la entrada?
Rezar, sacar tiempo para estar con mis amigas y con mi familia, y hacer limpieza de cosas de mi cuarto, nada del otro mundo, no voy a hacer puenting ni cosas por el estilo.
Sé también que no eres la única monja de clausura que ha salido de clase, otra compañera ha tomado la misma decisión y está ya en el convento de la misma orden en Ávila. ¿Tan mal está el derecho u os ha salvado la vocación del ejercicio de la abogacía?
–Se ríe, hemos sufrido juntos los procesos de selección de varios despachos de abogados– Me encanta el derecho. Soy de las pocas que ha estudiado derecho y ha disfrutado casi cada asignatura, y me alegro de haber estudiado la carrera; pero sí, la vocación ha sido una salvación, no nos van a explotar en ningún despacho está claro.
Cuando le conté tu historia a una amiga me contestó asustada con la pregunta ‘¿y no puede ni pintarse las uñas?’ Seguro que hasta una monja tiene algo de presumida, ¿no?
Lo de las uñas ni me había parado a pensarlo en concreto -se ríe-. Sí que hay cosas que me he preguntado en ese aspecto, pero mira, es tan secundario comparado con el cambio de vida que supone entrar en un convento de clausura que me preocupa bastante poco. No, para mí no es importante en absoluto dejar de pintarme las uñas, maquillarme, ir de tiendas o salir de fiesta.
Este hombre común y corriente ha salvado a más de 2 millones de bebés
James Harrison es conocido como “El hombre con el brazo de oro”
Es conocido como “El hombre con el brazo de oro”. James Harrison, un australiano de 78 años, ha salvado la vida de más de dos millones de bebés a través de la donación de plasma casi cada semana durante los últimos 60 años. La CNN informa que a los 14 años, Harrison se sometió a una cirugía de 11 horas para que le extirparan un pulmón y cuando terminó, su padre – donante de sangre también él – le explicó lo que había sucedido.
“Él dijo que yo recibí 13 unidades (litros) de sangre y mi vida fue salvada por personas desconocidas”; dijo Harrison. “Él fue donante, por lo que dije que cuando fuera mayor, me haría donante de sangre”.
Que fue exactamente lo que hizo Harrison. Poco después, los doctores le dijeron que su sangre contenía un extraño anticuerpo que podría ayudar a madres que tienen la enfermedad rhesus, una condición donde la sangre de la mujer embarazada ataca los glóbulos blancos del feto. En el peor de los casos, puede resultar en daño cerebral o muerte del bebé, y hasta 1967, miles de bebés morían cada año en Australia y sin que nadie supiera por qué.
Harrison trabajó con los médicos para usar los anticuerpos para desarrollar una inyección llamada Anti-D, que previene a las mujeres con sangre rhesus negativo de desarrollar anticuerpos RhDdurante el embarazo. De acuerdo con el servicio de sangre de la Cruz Roja australiana, Australia “fue uno de los primeros países en descubrir un donador de sangre con este anticuerpo, por lo que fue realmente revolucionario en aquel tiempo”.
Es increíble pensar que cada lote de Anti-D que se hace en Australia ha provenido de la sangre de James. Más del 17% de las mujeres en Australia están en riesgo, por lo que Harrison ha ayudado – y continúa haciéndolo – a mucha gente.
Pero según la ley australiana, deberá dejar de donar en unos pocos años y se espera que algunas otras personas se ofrezcan a donar. Existen alrededor de otras 50 personas en el país que se conozca que también tienen los anticuerpos, de acuerdo al servicio de sangre de la Cruz Roja australiana.
Harrison ha ganado premios por su generosidad y altruismo, pero no se considera a sí mismo un héroe. Ha donado su plasma más de 1,000 veces, conduciéndolo a ganar el Record Guinness Mundial, de acuerdo con el NY Daily News. Pero en todas aquellas ocasiones en que donó sangre, no miró ni una vez.
“Miro hacia el techo o las enfermeras, quizá hablo con ellas un poco, pero nunca he mirado la aguja entrar en mi brazo. No soporto ver sangre, no soporto el dolor”.
Una mujer le quitó la ropa a su hijo para poder vestir a un bebé que él había salvado tras destrozarse el barco en el que viajaban las víctimas
ZOE ROMANOVSKY
Era una mañana común y corriente para Antoins Deligiorgis, un sargento del ejército que vive en la isla de Rodas, un popular destino turístico al sur de Grecia. Después de llevar a los niños a la escuela con su esposa, los dos se detuvieron en un bar a orillas del mar para tomar café.Según The Guardian, poco después, un barco de madera de Turquía, que transportaba a 93 refugiados y migrantes procedentes de Siria y Eritrea, se estrelló contra unas rocas escarpadas de la orilla y se deshizo en cuestión de minutos. Ocurrió el pasado mes de abril. “Parecía que fuera de papel”, dijo Deligiorgis. “Cuando me fui del café pasadas las 10, mucha gente se había acercado al lugar. Los guardacostas estaban ahí, un helicóptero sobrevolaba la zona, las ambulancias habían llegado, los pescadores se habían reunido en sus barcas. Sin pensar demasiado, hice lo que tenía que hacer. A las 10.15 me había quitado la camiseta y estaba en el agua”. Deligiorgis es responsable de llevar a la orilla por su propia cuenta a 20 de los 93 refugiados. “El agua estaba llena de aceite del barco y estaba muy amarga y las rocas eran resbaladizas y afiladas. Me corté gravemente las manos y los pies, pero lo único que podía pensar era en salvar a esa pobre gente”. El hombre de 34 años no recordaba a cuántas personas había salvado, excepto a una mujer de 24 años de Eritrea, Wegasi Nebiat, cuyos padres habían pagado $10,000 para llevarla ilegalmente a Europa. Dejó Eritrea, un país con mala reputación por abusos contra los derechos humanos, hace muchos meses y viajó a Turquía a través de contrabandistas.Se unió a un grupo de refugiados en Marmaris, quienes fueron llevados a una playa apartada para comenzar el peligroso viaje a través del Mediterráneo.
El diario británico Daily Mail, informó que Wegasi fue tratada durante tres días por presunta neumonía, y en su cama de hospital, cuando enseñó la foto que mostraba su rescate a manos de Deligiorgis, dijo que no recordaba mucho.
“Me encontraba en el agua asustada y luego estaba aquí. Me siento afortunada. Tengo familia allá en casa y soy afortunada por haber sobrevivido”.
Cuando Deligiorgis vio a Wegasi en el agua, las olas eran fuertes y Wegasi estaba teniendo problemas para respirar mientras se aferraba a los escombros.
“Habían algunos chicos de la guardia costera alrededor de mí que habían saltado con su ropa puesta. Estaba teniendo dificultad para sacarla del mar. Ellos me ayudaron y luego, instintivamente, la coloqué sobre mi hombro”, recuerda Deligiorgis.
Deligiorgis, también rescató a una mujer que parió a un bebé sano en el hospital de Rodos, dijo que las habilidades de supervivencia y la técnicas que aprendió en el ejército lo ayudaron. No se considera un héroe – dice que simplemente hizo su deber “como ser humano y como hombre”.
La nueva madre de Eritrea piensa llamar a su bebé como Deligiorgis, el hombre que los salvó a ambos.
El sargento del ejército no es la única persona que arriesgó su vida para salvar a los migrantes. Manolis Stavris, un marino local, fue otro – el primero en llegar a la escena, de acuerdo a una historia delDaily Mail.
“Fuimos los primeros en ver el barco, pensamos que era de turistas. Cuando lo vimos estrellarse contra las rocas, contactamos a la compañía y nos dijeron que nos apresuráramos a salvar a la gente”.
Stavris vio una joven chica agarrada de un tubo con un bebé en sus brazos.
“Gritaba: «¡el bebé!, ¡el bebé!. Vi al bebé escurrirse de sus manos y lentamente descender hacia el fondo del mar, como plomo, como una piedra. El bebé llevaba mucha ropa. Me sumergí en el agua y lo agarré. Otras seis personas se lanzaron al agua después de mí”, dijo.
Y añadió: «No podía sentir el frío, ni nada. Sólo me importaba salvar a la gente. La criatura no emitía sonido alguno. Me miró como queriendo decir algo, la abracé y no pronunció palabra, ni siquiera lloró». «Nunca había visto algo parecido a lo que pasó ayer, sólo en la televisión. He viajado durante 38 años y nunca había visto nada igual”.
Incluso aquellos que permanecieron en la orilla estaban haciendo su mejor esfuerzo. Stavris recordó a una mujer griega que se encontraba de pie cerca del lugar que le quitó la ropa a su hijo para poder vestir a un bebé que él había salvado.
“Estamos muy orgullosos de ser griegos. Puede ser que no tengamos suficiente, que estemos muertos de hambre, pero en situaciones como ésta somos las mejores personas del mundo”.
Tras la publicación de la foto de Gabriel en Facebook, el pequeño recibe el suficiente dinero para realizar su sueño: estudiar y hacerse policía
ISABELLE COUSTURIÉ
En unas horas, su foto dio la vuelta al mundo convirtiéndose en un símbolo de esperanza para miles de niños que no pueden estudiar por falta de dinero y de electricidad. El resultado: el pequeño Daniel ha recibido suficiente dinero para realizar su sueño: estudiar y llevar algún día el uniforme de la policía.En la foto, Daniel Cabrera, de 9 años, estaba haciendo sus deberes. Y los hacía en una acera de la ciudad de Mandaue, en la provincia filipina de Cebú.Su madre, de 42 años, es viuda desde 2013. Tiene tres hijos y trabaja por 80 pesos al día (el equivalente a 2 euros).Y Daniel tiene una fuerza de voluntad tan grande que no se inquieta si no tiene electricidad y la va a buscar en la calle, que está iluminada.
Inclinándose sobre su libreta, más grande que el viejo taburete que le sirve de mesa, todo él brilla en dignidad… ¡mucho más fuerte que su pobreza!
La foto fue publicada en Facebook por una joven estudiante de medicina el pasado 23 de junio. Sólo bastaron unas pocas horas para que a la familia del niño le empezaran a llegar los primeros regalos.
“Dinero líquido, material escolar, incluso una beca para estudios universitarios”, hizo saber Cristina, su madre, orgullosa de este “niño tan estudioso como resuelto”.
A Ella, Gabriel siempre le dice: “Mamá, yo no quiero permanecer pobre, quiero vivir mis sueños”.
Todos estos regalos los recoge la parroquia y un centro social del barrio, que se ha visto “un poco sobrepasado” por los acontecimientos.
En Filipinas se estima que un millón y medio de niños viven en la calle. 6 meses después del viaje del Papa Francisco al archipiélago (del 12 al 19 de enero de 2015), la historia de Daniel es una bella ilustración de las palabras y recomendaciones dichas en circunstancias similares.
“En el Evangelio, Jesús acoge a los niños, los abraza y los bendice. Nosotros debemos, también, proteger, guiar y alentar a nuestra juventud, ayudándola a construir una sociedad digna de su gran herencia espiritual y cultural”, dijo en la misa en el Ryzal Park de Manila.
“En concreto, debemos mirar a cada niño como un don que debe ser acogido, apreciado y protegido –añadió-. Y debemos cuidar de nuestra juventud, sin permitir que le sea robada la esperanza y que esté condenada a vivir en la calle”.
Su conversión, leyendo un libro sobre las apariciones de la Virgen María en Medjugorje
Pasó su juventud entre drogas, delitos, robos y prisiones. Hoy lleva sotana y de aquella vida sólo queda el surf cuando lo permiten sus conferencias en todo el mundo. Su vida fue transformada por el amor de Dios leyendo un libro sobre las apariciones de la Virgen María en Medjugorje que ni tan siquiera entendía Desde hace unos meses, en las librerías norteamericanas se encuentra una obra, No turning back. A witness to mercy [No hay vuelta atrás. Un testimonio de la misericordia], cuyo autor es de los que tienen una vida que contar. Se trata del padre Donald H. Calloway, que narra en él de forma pormenorizada la historia de su conversión. No es la primera vez que lo hace, y de hecho recorre el mundo con esa misión. Su agenda de conferencias, disponible en su página web, está repleta para 2011 y 2012, y ya hay algunas anunciadas para 2013 y 2014. La cubierta del libro le muestra como es hoy: con sotana, rosario en mano, junto al mar y con la tabla de surf, su gran pasión, a los pies (un cura «muy americano»).
En la década de los ochenta la vida de Calloway hacía presagiar poco su futuro. Su vida estaba, como ha confesado en alguna entrevista, «en espiral descendente». Familia desestructurada (su madre se casó tres veces), ninguna formación religiosa, pelo hasta la cintura, tatuajes por todo el cuerpo, drogas, alcohol…
Era una pesadilla en las bases militares en las que vivía por razones familiares, tanto en Japón como en Estados Unidos. Desesperada por su caso, su madre consultó a un sacerdote y acabó convirtiéndose al catolicismo, pero todo pareció inútil durante años, y los tratamientos de rehabilitación no arreglaban el problema más que temporalmente. Pasó por correccionales, en Louisiana visitó la cárcel en más de una ocasión…
«Yo había pasado por todo lo que un niño podría hacer hasta la edad de veinte años. Mi madre se había casado tres veces y no teníamos religión. La familia era muy hedonista. Hubo una espiral descendente en mi vida», afirma el padre Donald H. Calloway.
Todo comenzó en Virginia Beach –estando su padrastro en el ejército- y continuó cuando la familia se mudó a California. Drogas, sexo, fumar y beber. Todo a la edad de 11 años. «Es una escalada hasta el punto de salirse de control . Nos mudamos cerca de Los Ángeles. Después a Japón. Esto sacudió mi mundo», cuenta Donald. Desarraigado así de forma continuada de sus amigos y su entorno, el joven Donald Calloway había decidido enseñar una lección a sus padres. Tan pronto como llegaron a Japón, se convirtió en un «infierno» para ellos. Se relacionó con gente equivocada y empezó a usar «increíbles» cantidades de drogas: el opio, la heroína, el alcohol todos los días, incluso la inhalación de los vapores de la gasolina. Eso llegó hasta la base militar así que huyeron a un país extranjero, cometiendo delitos: robo de «enormes cantidades» de dinero, coches, ciclomotores. Incluso se involucró haciendo recados para los japoneses de la «mafia» (Yakuza). «No tenía ninguna preocupación por nada ni nadie», dice el Padre Calloway, cuya madre sufrió una crisis, llegó a consultar a un sacerdote, y se convirtió al catolicismo.
Se vio obligado a regresar a los EE.UU. La policía interceptó incluso los teléfonos de la base militar para tratar de conseguir al joven, y finalmente le aprehendieron. Cuando lo hicieron, Calloway escupió en la cara de uno de los policías militares. A estas alturas tenía 15 años con el pelo largo y una boca muy sucia. Lanzado fuera de Japón, Calloway regresó a los Estados Unidos, donde le dijo a su madre que él la odiaba, pero accedió a entrar en un centro de rehabilitación. En poco tiempo se escapó de allí y volvió a las drogas tomando muchas más sustancias: heroína, crack, LSD, estimulantes, tranquilizantes.
Y entonces las chicas. «Llegó un punto en el que inicié la «Gran Muerte» y que viví en lugares como el tronco de un árbol», recuerda el sacerdote. «En Louisiana, terminé en la cárcel. Fue un caos absoluto». Estaba abandonado, con el pelo hasta la cintura, tatuado. Se trataba de «un ciclo de vida hacia la muerte.» Hubo otro intento de rehabilitación, pero por supuesto, no alcanzó a finalizarlo exitosamente. De hecho, el consumo de drogas se hizo aún más pesado nuevamente. «Entonces, una noche en 1992 supe que mi vida cambiaría radicalmente, de que algo iba a suceder en mi vida a causa de un cambio radical», dice. «Sabía que algo iba a suceder. Algo iba a suceder.»
Fue esta súbita y poderosa intuición peculiar la que le cambió la vida. Un sentimiento tan poderoso que él rechazó las llamadas de amigos para salir de fiesta como lo hacía todas las noches. Todavía tiene problemas para explicar exactamente lo que sucedió. ¿Las oraciones de una madre? Durante un tiempo Calloway se mantuvo en su cuarto en espera de este desconocido «algo» que debía llegar, luego fue a la sala en busca de una revista o un libro para leer mientras esperaba, guiado por un sentimiento interior.
«Quería ver una especie de revista con fotos mientras yo estaba esperando, algo así como National Geographic, con fotos y me fui por ahí y había un libro que me llamó la atención», dice. Tenía escrito: “La Reina de la Paz. Visitas a Medjugorje». Era un libro sobre el lugar de las apariciones en Bosnia-Herzegovina por el padre Joseph A. Pelletier y Calloway no podía comprender lo que significaban las palabras, porque estaba en un idioma extranjero.
Él en las fotos vio a seis niños mirando a la nada. Se preguntó si los videntes habían tenido una aparición, algo de lo que nunca había oído hablar. Leyó el título y dijo que estaban buscando a la «Virgen María». Estaba tan poco familiarizado con la religión que no tenía idea de quién era la “Virgen”.
«Creo que Jesús fue como Santa Claus», recuerda. «Yo era una pizarra en blanco». Siguió viendo más imágenes, y vio otras palabras, como el Rosario, la comunión y la Eucaristía, sobre los cuales tenía una idea muy vana. Estaba en lenguaje católico, pero él comenzó a leerla con avidez. No podía dejar de leerlo. «Leí el libro entero antes de las 3:30 o 4 de la mañana», dice. «Me comí ese libro como si fuera la vida. Lo consumí. Y me dije, ‘Eso es verdad. Todo en ese libro es cierto».
Ella decía que Jesús era Dios, y pensé, todo lo que dice es verdad. Parecía tan hermoso y perfecto. Ella cautivó mi corazón». Y Donald dijo entonces: ‘Yo me entrego totalmente a esta mujer. «
El joven se dirigió a su madre a la mañana siguiente y le dijo que quería ver a un sacerdote. Ella se sorprendió. Conocía a un capellán de la base, y ahí es donde terminó yendo, saltando de alegría como un niño pequeño con su pelo largo que aún conservaba.
Cuando Calloway se encontró con el capellán de la Armada, el sacerdote le dijo que fuera a la iglesia y se sentara mientras decía misa, y luego hablaría con él. Donald lo hizo.
Con un pequeño grupo de mujeres filipinas recitó una oración repetitiva, por supuesto era el Rosario. Luego llegó el momento en que cambió su vida. El sacerdote se cambió de ropa. Calloway pensó que era algún tipo de rito. No tenía idea de lo que estaba pasando. «Me sorprendió. Todas estas mujeres se arrodillaban y ponían de pie al mismo tiempo.» Pero acaba de hacer clic. De repente, este joven adicto a las drogas fuera de control «sabía» lo que estaba pasando:
era un «verdadero» memorial de lo que había sucedido hace 2000 años atrás y lo estaba viviendo. «Se paró el tiempo«, dice. «Me vi en el Calvario con la contemplación de los fieles del sacrificio del cordero». Todo en él lo cautivó. Sintió la presencia de Cristo. Sabía que estaba allí como un sacerdote. Él tenía veinte años. Se da cuenta que «todo lo que sabía era que yo estaba locamente enamorado de Dios y nuestro Salvador». Tanto lo tocó esta experiencia de la Misa que el joven Calloway se sintió preparado para ir de puerta en puerta contando a todos sobre esto. El entusiasmo explotó.
Después de la misa se fue a casa, destruyó todos sus posters, agarró varias bolsas negras de basura grandes y se deshizo de casi todo en su habitación. Sustituyó todo con una foto del Papa y otra del Sagrado Corazón de Jesús, que el sacerdote le había dado junto con un crucifijo. «No recuerdo haber dicho una oración en mi vida», dice de su regreso a su habitación. «Miré el libro, los seis niños, que estaban de rodillas con sus manos juntas, y yo hice lo mismo. No tenía idea de cómo funcionaba. Yo no sabía lo que iba a ocurrir a continuación. Mis ojos se centraron en la imagen del Sagrado Corazón y mientras miraba la imagen sabía que algo estaba dentro, en mí y era el Dios-hombre colgado en la Cruz y que todo lo que la Santísima Virgen María dijo era para gente como yo». «Yo lloraba profusamente. Podría haber llenado un balde. Yo estaba tan arrepentido de las cosas que había hecho. Todo vino a mí a la vez. Sentía como si todos los líquidos de mi cuerpo salieran de mis ojos. Sin embargo, al mismo tiempo sabía que había esperanza y estaba llorando lágrimas de alegría. Casi reía. Yo sabía que este Jesús murió por mí y me amaba. Después de mucho tiempo me recosté en la cama y por primera vez en años me sentí libre».
«Una paz increíble se apoderó de mí. Algo me pasó que yo no sé cómo explicar. Cuando estuve a punto de dormir, algo vino detrás de mí y tiró de mi cuerpo. Mi alma o espíritu o lo que salía de mi cuerpo. No podía decir nada, no me podía mover, espiritualmente lloré, me aterroricé de miedo. La única persona que conocía era a María, entonces grité con toda mi alma “¡María!” – y de repente me empujaron de nuevo en mi cuerpo con la fuerza del universo sobre mí y oí la voz femenina más hermosa que he escuchado y haya oído, diciéndome: «Donnie, estoy tan feliz». «Nadie me ha llamado Donnie, sólo mi madre», señala. «Fue increíble».
Y esto fue lo que vino a continuación: Al instante, Calloway había perdido el deseo de seguir en todos sus vicios: los pensamientos impuros acerca de las mujeres y cigarrillos. No hubo más deseos de hacer todo lo que había estado haciendo!
«Dios simplemente me cambió, y fue increíble», dice. «Cristo me abrumó con su amor. Después de esto, vivía en la iglesia, recitando las estaciones de la Cruz hasta que la misa se llevara a cabo, incluso dormía en las bancas. Empecé a recitar el Rosario, llevaba un escapulario, leyendo todo lo que podía de los santos».
Él dice que experimentó en su ser una sobrenatural «infusión de conocimiento» sobre la fe católica y se convirtió en un plazo de nueve meses. Así nació el «nuevo» Donald Calloway, que poco después se unió a una congregación religiosa especialmente centrada en Nuestra Señora, los Marianos de la Inmaculada Concepción, fundados por el escolapio polaco Estanislao Papczynski en 1673.
La congregación, duramente perseguida por los zares en la época en que dominaban Polonia, estuvo a punto de extinguirse en 1908, cuando quedó un único miembro, el futuro obispo lituano Jorge Matualitis-Matulewicz, quien a su muerte en 1927 había conseguido reflotarla, contando entonces con trescientos miembros. Hoy está extendida por todo el mundo, con fuerte presencia en Estados Unidos.
Y allí fue donde fue ordenado sacerdote Donald Calloway, tras cursar estudios de filosofía y teología con franciscanos y dominicos. Tras su ordenación, ha escrito diversos libros sobre mariología y sobre la espiritualidad de santa Faustina de la Divina Misericordia, y ahora este testimonio de lo que la Santísima Virgen hizo en su alma. Siendo sacerdote, en un mes de septiembre, finalmente llegó a Medjugorje donde pronunció la homilía con cuarenta sacerdotes que se unieron a él en el altar. «Lo único que sabía era que yo amaba a Jesús. Me encantó cada minuto de Medjugorje».
En cuanto a su conversión, el Padre Calloway señala: «No hay accidentes en la vida. Todo sucede por una razón, porque son los planes de Dios Padre». Y en cuanto a Nuestra Señora de Medjugorje: sin ella, dice, «Yo podría estar muerto.» En palabras del surfista Peter Kreeft, autor de Surfeo, luego existo. Una filosofía del surf, «en su vida actuaron el poder de Jesús y el de María con la potencia de una ola del Pacífico». Y a fe, que supo cabalgarla. Artículo originalmente publicado por Camino Católico
In light of the spiritual housecleaning in Mexico in May, clergy weigh the efficacy of exorcising an entire geographic area.
BY PATTI ARMSTRONG 07/10/2015
Can — or should — an exorcism be done for the United States, as was done in Mexico this past May?
Cardinal Juan Sandoval Íñiguez, the archbishop emeritus of Guadalajara, performed the rite, together with priests from across Mexico, at the Cathedral of San Luis Potosí in a closed-door ceremony. The purpose: to drive away the evil responsible for skyrocketing violence, abortion and drugs in that predominantly-Catholic nation.
Such “exorcisms … have helped bring awareness that there is such a thing as sin influenced by Satan,” said Msgr. John Esseff, a priest for 62 years in the Diocese of Scranton, Pa., and an exorcist for more than 35 years.
“The devil has much to do with [influencing people in] breaking the law of God,” he said.
But an exorcism over the United States is unlikely, according to Msgr. Esseff.
Instead, he said such action can be done diocese by diocese, and he encourages each bishop to do so. “Every bishop is the chief exorcist of his own diocese,” Msgr. Esseff said. “Anytime anyone with the authority uses his power against Satan, that is powerful. Every priest and bishop has that power.”
During the exorcism of a diocese, Msgr. Esseff explained that the bishop calls on the power of Jesus over every court, every single institution, every individual and every family. “The whole country would have such
power if bishops would exorcise their dioceses.”
In 2013, Bishop Thomas Paprocki of Springfield, Ill., performed a minor exorcism at the Cathedral of the Immaculate Conception in Springfield in response to the governor’s signing same-sex “marriage” into law on that day.
The bishop explained that the minor exorcism, which takes place at every baptism and confirmation, is a ceremony to renounce Satan. (A major exorcism is directed at the expulsion of demons or to the liberation of a possessed person.) He said the prayer service was “not meant to demonize anyone,” but was “intended to call attention to the diabolical influences of the devil that have penetrated our culture.”
‘As Faith Diminishes, Superstition Increases’
Father Gary Thomas, pastor at Sacred Heart Catholic Church in Saratoga, Calif., and the exorcist for the Diocese of San Jose, said he has seen notable improvements after exorcising homes and when he re-dedicated a church.
However, he is cautious about the idea of exorcising an entire country.
“I’m not really sure about the efficaciousness of that,” he said. “I think there are too many implications we cannot back up if we start saying we are going to exorcise a country.” He also cautioned against making a public announcement when exorcising a geographic area because there is usually backlash in the form of skepticism and ridicule.
“I’m not saying it’s a bad idea — just that, if it’s done, it should be done quietly.”
According to Father Thomas, demonic activity has been increasing in the United States because people are choosing to be dissuaded away from God and opening portals such as New Age and witchcraft that are gateways to the demonic. “When faith becomes thin and Satan and agents of Satan move in, there are going to be effects,” he said.
“It was Pope Benedict XVI who said that as faith diminishes, superstition increases.”
Father Mike Driscoll, chaplain of St. Elizabeth’s Medical Center in Ottawa, Ill., and author of the new book Demons, Deliverance, and Discernment, explained that, in addition to possession, demons can infest a place or thing.
“The average Joe reading this might think, ‘Oh, there must be a bunch of people possessed who need to be exorcised,’” said Father Driscoll, who is a licensed counselor.
“But part of the exorcism ritual is casting out evil spirits, and it includes a blessing for protection of a place.” He said that when demons are driven out, it may not have obvious results to everyone, but it gives God more authority, and priests and laypeople are fortified.
Territorial Battlefield
Father Patrick (not his real name) is a parish priest and also an exorcist for his U.S. diocese. He said that there are differences when exorcising a place rather than a person.
“With a person, an exorcist investigates to identify the true nature of the problems,” he said. “With a place, the exorcist looks at a territorial battlefield where good angels have lost their authority because power has been given over to demons through rejection of God’s authority.”
According to him, exorcising a place is done to re-establish God’s authority. “We want to shift superiority over an area to the angels, but there is still the ground level [response] that needs all the priests to engage in battle too.”
Father Patrick said that he has seen holy priests turn their parishes around when the angels were called upon and God was given authority.
Ultimately, Father Thomas said the battle is fought in each person, since God doesn’t interfere in free will. “If people are not invoking the angelic, they fall away from the faith and live secular lives,” Father Thomas said. “Then what is the optic they [use to] judge how they act?”
Msgr. Esseff also stressed the power of prayer to discern and lead holy lives among laypeople.
“In families, there’s nothing like a parent in prayer. The mother and father should claim their children for Jesus, and they will not lose them.”
He also said people should remember that Jesus said that if two on three agree in prayer, it will be done in heaven (Matthew 8:16): “People do not need to fear, but to trust and respond to God’s love.”
Register correspondent Patti Armstrong writes from North Dakota.
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