Hoy el reto del amor es revisar los cables

Mira si esta semana te has dejado a alguien desenchufado de tus seres queridos

El disco duro externo también se ha llenado ya. Como se bloqueaba a cada clik, ayer, a pesar de que la tecnología y yo no somos íntimos, decidí poner remedio antes de que saliese por los aires.

Lo cierto es que, hace poco, unos buenos amigos nos habían regalado un disco externo muy potente. Era el momento de estrenarlo.

Quise enchufar el disco con el ordenador apagado. Tras superar una selva de cables desordenados, descubrí que todos los puertos USB estaban ocupados. Un poco a ojo calculé cuál era el del disco antiguo, lo desenchufé y puse el nuevo.

Encendí el ordenador. Bloqueado… Reconociendo dispositivo… Bloqueado otra vez… ¡Dispositivo preparado! Cogí el ratón y…

-¡Vaya por Dios! ¡Ahora el ratón ha decidido dejar de funcionar! -comenté en voz alta- Ay, no… Ups, creo que es el USB que acabo de desenchufar… –

Escuchando las risitas del resto del Novi, volví a sumergirme en la selva de cables. «Vamos a ver… Si no era éste, entonces el disco viejo es ese otro. Vale, quito el disco y meto el ratón».

Tras un rato bloqueado, el ratón volvió a funcionar. Rápidamente fui a crear una carpeta para volcar los documentos. Crear carpeta… Nombre de la carpeta… y nada, que no había manera de escribir.

-¡¡Uuuuuuyyyy!! Chicas, acabo de desenchufar el teclado…

Como puedes imaginar, las risas se convirtieron en carcajadas…

De nuevo en la selva de cables, me daba auténtico miedo tocar ninguno… así que, como ya iba con un poco de prisa, me lancé a lo seguro.

-Bueno, chicas -exclamé triunfante- ahora sí: funciona el disco nuevo, tenemos ratón, hemos recuperado el teclado… pero nos hemos quedado sin altavoces.

Contándole lo ocurrido al Señor en la oración, me he dado cuenta de que Él es como un enorme ordenador con miles de puertos USB. Puede parecer que hay muchos, que está todo lleno, pero Cristo te conoce, pequeño aparato, y en su corazón tienes un puerto USB con tu nombre. Eres importante para Él; tanto, que te ha regalado una misión única para realizar en tu vida: teclado, ratón… Muchos, diferentes, y todos necesarios.

Hoy el reto del amor es revisar los cables. Sí, pequeño aparato, porque Cristo te ha dado una misión, pero quiere realizarla contigo. Su amor es la electricidad que te pondrá en marcha. Deja que te llene en la oración y hoy mira si esta semana te has dejado a alguien desenchufado de tus seres queridos. ¡Hoy dedícales tiempo, que vuelva a uniros el amor! ¡Feliz domingo!

VIVE DE CRISTO