Mes: enero 2015
Para que el amor dure
La receta del Papa Francisco para que el amor dure
La clave está en comprender de qué amor estamos hablando
Hoy en día existe un temor a tomar decisiones definitivas como es el matrimonio, pues se considera imposible mantener vivo el amor a través de los años. Sobre este tema ha hablado el Papa Francisco, quien invita a no dejarnos vencer por la “cultura de lo provisional” pues el amor que funda una familia tiene que ser “un amor para siempre”.
Qué entendemos por “amor”
Con la sabiduría y simplicidad que lo caracterizan, el Papa Francisco inicia con una importante aclaración sobre el verdadero significado del amor, pues ante el temor del “para siempre”, lleva a muchos a decir: “Estamos juntos hasta que nos dure el amor…”. Por lo tanto cuestiona diciendo:
“¿Qué entendemos por «amor»? ¿Solo un sentimiento, una condición psicofísica? Ciertamente, si es así, no se puede construir encima nada sólido. Pero si el amor es una relación, entonces es una realidad que crece y también podemos decir, a modo de ejemplo, que se construye como una casa. Y la casa se edifica en compañía, ¡no solos!. No querréis construirla sobre la arena de los sentimientos que van y vienen, sino sobre la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios”.
“El matrimonio es un trabajo de orfebrería que se hace todos los días a lo largo de la vida. El marido hace madurar a la esposa como mujer, y la esposa hace madurar al marido como hombre. Los dos crecen en humanidad, y esta es la principal herencia que pasan a los hijos.” Añade.
Tres palabras en las que se debe basar un matrimonio
El Papa aclara que el “para siempre” no es sólo cuestión de duración. “Un matrimonio no se realiza sólo si dura, es importante su calidad. Estar juntos y saberse amar para siempre, es el desafío de los esposos.”
Y habla sobre la convivencia matrimonial: “La convivencia es un arte, un camino paciente, hermoso y fascinante… que tiene unas reglas que se pueden resumir en tres palabras: ¿Puedo?, gracias, perdona.
¿Puedo?. Es la petición amable de entrar en la vida de algún otro con respeto y atención. El verdadero amor no se impone con dureza y agresividad. Y hoy, en nuestras familias, en nuestro mundo, a menudo violento y arrogante, hace falta mucha cortesía.
Gracias. No es sólo una palabra amable para usar con los extraños, para ser educados. Es necesario saber decir gracias para continuar adelante juntos.
Perdona. En la vida cometemos muchos errores, nos equivocamos tantas veces. Todos. De ahí la necesidad de utilizar esta palabra tan sencilla: “perdona”. En general, cada uno de nosotros está dispuesto a acusar al otro para justificarse. Es un instinto que está en el origen de tantos desastres. Si aprendemos a pedir perdón y perdonar a los demás, el matrimonio durará, saldrá adelante.”
Finalmente, el Papa expresa con una chispa de buen humor: “Todos sabemos que no existe la familia perfecta, como tampoco existe el marido perfecto ni la mujer perfecta. Ni hablemos de la suegra perfecta…”.
Ensalza las virtudes en las que fue formado
Michael Keaton, monaguillo de niño, ensalza en los Globos de Oro las virtudes en las que fue formado
Actualizado 13 enero 2015

A pesar de su dilatada y fructífera carrera como actor, a sus 63 años Michael Keaton aún no hacía recibido un premio de los considerados principales en el mundo del cine. Por fin le llegó este domingo, cuando recibió el Globo de Oro por su interpretación en Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia, del director mexicano Alejandro González Iñárritu.
Y aprovechó la ocasión para unas emocionadas palabras en las que quiso sobre todo tener presentes las virtudes aprendidas en su casa (ver abajo el vídeo, a partir del minuto 1:10).
Sustancioso discurso de agradecimiento
«En el hogar donde crecí, las cosas eran muy sencillas», recordó: «Trabaja duro, no te escaquees, aprecia lo que tienes, sé agradecido, sé respetuoso… y, también, nunca lloriquees, ¡nunca!, nunca te quejesy ¡por el amor de Dios! conserva siempre el sentido del humor. Mi nombre es Michael John Douglas, soy de Forest Grove, Pennsylvania. Soy uno de los siete hijos de George y Leona Douglas. Y no recuerdo una época en la que mi padre no tuviese dos trabajos. O en la que mi madre no estuviese rezando el rosario o yendo a misa o desviviéndose por cuidar a siete hijos en una humilde granja mientras era voluntaria en el Hospital del Valle de Ohio… ¡donde yo nací en el recibidor!».
Seguidamente Michael quiso dedicar unas palabras especiales a su hijo Sean, nacido de su matrimonio con Caroline McWilliams, de quien se divorció en 1990 tras ocho años de matrimonio y quien falleció en 2010. Keaton no se ha vuelto a casar, aunque mantuvo una relación con la actriz Courtney Cox.
«Tengo seis hermanos y hermanas maravillosos. Tengo algunos amigos enormemente cariñosos y generosos en todo el mundo. Mi mejor amigo es amable, inteligente, divertido, brillante, considerado, amable… ¿ya dije amable? Y también resulta que es mi hijo, Sean», dijo el galardonado actor, sin poder contener las lágrimas: «Te quiero con todo mi corazón, hijo. Esto va por todas esas personas. Os lo agradezco, de verdad, desde el fondo de mi corazón. No tenéis idea de lo que esto significa para mí. Vengo del lugar que vengo, y estoy orgulloso de todos mis amigos y mi familia. Gracias, muchas gracias. Estoy enormemente agradecido».
Orgulloso de haber sido monaguillo y ex alumno de escuela católica
En una reciente entrevista concedida a la revista Prestige de Hong Kong, Keaton habla de su próxima película, Spotlight, sobre el descubrimiento en Boston de los primeros casos de abusos sexuales por sacerdotes que desataron la cadena posterior de escándalos. En ella, interpreta al redactor jefe del equipo de The Boston Globe que llevó la investigación.
Durante la entrevista, Keaton se muestra satisfecho de su experiencia en el colegio católico al que acudió: «Me gustaba ir a la escuela católica. No es tan horrible como algunas personas pueden pensar. Mi experiencia fue estupenda. Eran clásicos la colleja con los nudillos, el ponerte cara a la pared o el castigo físico, pero era entonces lo normal. Yo no salí asustado a la vida. Me hizo tal y como soy«.
Michael frecuentaba el templo: «Era monaguillo. Y me gustaba ser monaguillo. A mis compañeros y a mí nos gustaba servir la misa e ir al colegio. Yo no iba más a la iglesia porque era un niño muy inquieto. Fue una buena experiencia para mí. Probablemente te moldea en lo que eres y en lo que crees».
Familias con niños: el fin del caos es posible
Aviso a navegantes: el texto que aparece a continuación no es exacto y se debe interpretar como una explicación literaria de la historia. Bueno, o tal vez no…
Tengo treinta años. Y este invierno, por primera vez, he conseguido colgar mi abrigo en el armario TODAS las veces que entro por la puerta de casa. Por primera vez, hago la cama nada más levantarme para que no se quede la habitación empantanada. Por primera vez, he logrado guardar mis zapatos en el cajón cuando me los quito, en vez de dejarlos tirados en algún rincón del salón. Y no solo eso, sino que mis hijos también están empezando a tomar el mismo rumbo. (¡Gracias a Dios!) Es cierto que, a pesar de todo, hay muchos momentos en que la casa se convierte en un caos y uno no sabe cómo avanzar para no tropezar con algún obstáculo. Pero, aún así, siento la necesidad imperiosa de discrepar abiertamente con la serie fotográfica de Danielle Guenther o, mejor dicho, con la página enfemenino.com, que es la que da el enfoque negativo, en mi opinión.
La serie, de por sí, no tiene nada de negativo. Se trata, esencialmente, de una decena de hipérboles visuales que tratan de expresar con cierta dulzura el caos que, a menudo, puede apoderarse de una familia con niños pequeños. El problema es el titular que da la web al comentar la noticia: «tener hijos no es tan idílico como nos cuentan: 10 imágenes que muestran la cruda realidad».
En primer lugar: nadie dijo que no iba a ser duro. La paternidad es una carrera de fondo cargada de obstáculos, caídas, golpes, traspiés y un largo etcétera de despropósitos. En cualquier caso, podríamos decir que la vida de cualquier persona, -con hijos o sin ellos-, lo es. Ahora bien, lo que tiene de idílico la paternidad es que, en la vida de un padre o una madre de familia, esos momentos difíciles están siempre llenos de dulzura, de cariño, de afecto, de satisfacción, porque ocurren siempre junto a las personas que más queremos y que más nos quieren. Y eso no se lo podrá quitar ni todo el caos del mundo concentrado en una sola habitación.
En segundo lugar: sería tendencioso mostrar la vida familiar como una foto de posado junto a un árbol de Navidad. Evidentemente, no es eso. Nadie, de todos modos, creo que lo piense así. Pero, del mismo modo, sería igual de falaz reducir esa vida rodeada de niños a un conjunto de fotografías que exhiben un caos descontrolado en el que los padres, únicamente, hacen lo que pueden por sobrevivir. Eso tampoco sería riguroso. Existe mucha más realidad detrás de esas imágenes -más o menos frecuentes según cada caso- del caos: existe algo a lo que quizás podríamos llamar ´el caos controlado´, y que llega en el momento en que los padres se deciden a coger las riendas de lo que sucede a su alrededor, cuando -de pronto- se hacen conscientes (unos lo saben desde que nace su primer hijo, otros lo averiguamos cuando el mayor ya tiene cuatro años… eso ya depende de la personalidad de cada uno…) de que esas pequeñas criaturas tienen una capacidad insospechable de asimilar los límites, respetarlos e, incluso, disfrutar de ellos.
Yo lo comprendí este verano, un día como cualquier otro, en mi casa, hablando con una amiga que tiene ya hijos adolescentes. Miré a mi alrededor y le dije: «perdona por el follón que tenemos y procura no mirar a tu alrededor para no asustarte». Entonces, traté de justificar el montón de desorden que, a ojos de cualquier ser humano medianamente razonable sería insoportable con una excusa de mercadillo: «es que son tantos y tan pequeños que es imposible controlar cómo se queda todo». Ella me miró sin hacer la menor mueca de compasión ni aprobación y -tratando de quitarme la venda de los ojos (en un gesto que agradeceré eternamente)- dijo muy tajante: «no es imposible, se puede y es necesario. Los niños son perfectamente capaces de respetar unos límites». Límites como: los pies no se ponen en el sofá; el lugar apropiado para comer es la cocina y no cualquier otro lugar de la casa; no es necesario zamparse una bolsa de gusanitos media hora antes de comer para matar el hambre; mientras uno come, no tiene por qué levantarse de la mesa; cuando entro en casa, guardo mis zapatos, abrigo, etc, en su sitio; antes de iniciar un juego nuevo, recojo el anterior; cuando me levanto por la mañana, guardo el pijama en el armario. Vamos, lo que haría cualquier persona con unas nociones mínimas de educación. Límites que, desde ese día, hemos procurado respetar y hacer respetar y que han hecho que la vida familiar haya ganado una dosis infinita de calidad. Porque, está claro que éramos nosotros, sus padres, quienes nos habíamos sentido desbordados hasta el extremo de ser incapaces de dar a nuestros hijos unas herramientas tan importantes para ser capaces de convivir -en familia y en sociedad- desde el mismo instante en el que nacen.
Evidentemente, eso no significa que, desde entonces, nuestra casa sea una especie de patena impecable donde no hay un solo juguete tirado por el suelo y no cae ni una miga de pan, pero sí supone que, los pequeños miembros de esta familia están aprendiendo que esa no es la situación ideal y que ellos son perfectamente capaces de controlar ese inevitable caos que puede suponer el hecho de que seis personas (o las que sean) vivan en una misma casa.
En cualquier caso, debo añadir que, sea como sea la visión de esta faceta de la vida que cada familia tenga, nunca en mi vida he visto a una niña comiendo cereales sentada en el suelo de un supermercado mientras su hermana lanza por los aires el contenido de un paquete de galletitas. Aunque, hay algo que sí he visto, y en primera persona: un carro de la compra con tres niños y una botella de cava que sale despedida hacia el suelo -creo recordar que, como en las pelis de acción, a una velocidad de medio centímetro por minuto. Aunque, a pesar de ello, fui incapaz de cogerla a tiempo-. El tapón, a consecuencia del gas del interior del recipiente, sale despedido por los aires (ahí se acelera completamente el proceso y pasa a ser de cámara hiper rápida) con la mala suerte (o buena, podía haber matado, literalmente, a alguien) que rebota contra una estantería de cereales, tirando al suelo la mitad de ellos.
¿Vale cualquier práctica sexual dentro del matrimonio?
La moral sexual católica no reprime el sexo: lo domina
Padre Henry Vargas Holguín
Dios le dio al ser humano la esencial vocación a ser un ser de relación. Así, cuando Dios dijo, que no es bueno que el hombre esté solo (Gen 2,18) afirmó que el ser humano, aislado en su individualidad, no puede realizarse completamente.
Él se realiza sólo en la medida que existe ‘para alguien’. Y para esto Dios le dio al ser humano el don de la sexualidad. ¿Con qué fin?
La sexualidad es un regalo de Dios gracias al cual una pareja de casados experimenta no sólo la finalidad unitiva o el bien de los esposos (con la alegría, el placer y la grandeza de la íntima comunión que implica); sino que también implica la finalidad procreadora (catecismo de la Iglesia en el numero 2363).
La finalidad procreadora del matrimonio pide que la sexualidad esté siempre abierta a la vida, pero de manera responsable (esto implica los métodos de planificación natural).
Pero esto tiene sentido dentro de un contexto de fidelidad, deorden, de continencia, de disciplina.
Por tanto la finalidad procreadora de la sexualidad excluye, sin bajar a detalles pormenorizados, cualquier otro uso ilícito o inmoral de la misma; es decir, el uso lícito de la sexualidad excluye otras prácticas sexuales que en nada tienen que ver con la transmisión de la vida.
La sexualidad hace parte intrínseca de la vocación al matrimonio, que hay que desempeñar con un amor que tiene que trascender.
La vocación matrimonial, ejerciendo una sexualidad sana, correcta y normal, es una vía recta hacia la santidad de los esposos.
Y aquí recordemos el respeto por el cuerpo, pues éste debe ser templo del Espíritu Santo, como dice san Pablo.
Cada pareja se pregunte: ¿Con sus actos sexuales se va en esa dirección?O por el contrario, ¿sus actos sexuales rayan en la vulgaridad, en la indecencia o la deshonestidad como consecuencia de una falsa concepción del amor o de la libertad?
La respuesta la tendrá cada pareja escuchando la voz de laconciencia; claro, si la conciencia está bien formada.
Si la pareja de esposos se relaciona sexualmente de forma indebida y deshonesta se debería confesar sin dar muchos detalles.
Es cierto que las acciones humanas tienen que tener como base la libertad, pero el ser humano de hoy ha hecho de la libertad, que sólo es un instrumento, un fin de sí misma; y, de este modo, está experimentando lo que ya se sabe: que la libertad no libera, libera la verdad.
Hay quienes en nombre de una idea equivocada del amor y de la libertad o por la deformación del juicio de la conciencia quieren eliminar cuanta norma ética o moral haya que regule la sexualidad para satisfacerse sexualmente o para dar rienda suelta a sus instintos.
Para este tipo de personas serviría mucho una imagen, pues una imagen vale más que mil palabras. Imaginémonos un barril de vino sin sus respectivos anillos de hierro; ¿qué pasaría?
Pues notaríamos que el barril perdería el vino por todas las rendijas. Podríamos titular la imagen precedente con la frase: ‘lo que se pierde por la libertad’.
Por tanto la sexualidad será ejercitada lícitamente dentro del contexto del matrimonio pero con respeto, con dignidad, con madurez humana, con decencia, con normas.
La sexualidad es una cosa muy seria; no es para banalizarla, ni para jugar con ella, ni para tergiversarla, ni ocasión para instrumentalizar a la otra persona, ni será nunca un pasatiempo.
La sexualidad procura un placer, pero este placer no debe ser conseguido a cualquier precio.
Y el placer que Dios ofrece como aliciente al cumplimiento honesto y correcto del fundamental deber conyugal, es lícito y bueno, y está santificado por Jesucristo, que dignificó el matrimonio al elevarlo como sacramento.
Es decir, el placer es bueno cuando lo experimentamos dentro del fin para el cual Dios quiso al ser humano sexuado; pero es malo, deshonesto, inmoral cuando, por buscarlo, nos apartamos de la voluntad de Dios.
Mientras no haya pecado, los esposos no deben considerar los actos de su vida matrimonial como un obstáculo para recibir la Sagrada Comunión.
Recordemos que el goce desordenado del placer sexual se llama lujuria y éste es un pecado capital, y si es capital es un pecado que genera otros más o menos graves.
Hoy en día los medios de comunicación presentan con frecuencia ciertos comportamientos sexuales como normales en el sentido de no patológicos; pero esto no significa que sean morales o conformes a los principios de la Iglesia.
Reducir el amor a sensaciones placenteras es degradarlo, pues el amor tiene una vertiente espiritual que es superior a todas las técnicas de manipulación de los órganos.
La genitalidad es uno de los aspectos de la sexualidad de la pareja, pero ni es el más importante ni es el más urgente, ni es el de mayor peso, ni es el más prioritario.
El amor es mucho más. Lo demuestran los abuelos que, sin ejercer la sexualidad, se siguen amando; es más, es un amor cada vez más puro, sublimado, más real o auténtico.
Lastimosamente hoy hay quienes, incluso dentro de los hijos de Dios, llaman madura, progresista y civilizada a la persona que, para ejercer la sexualidad, rompe moldes morales según le apetece.
Yo creo que es mucho más civilizada y madura la persona que tiene dominio propio, y sabe comportarse dentro de una rectitud moral.
Si se ejerce la sexualidad se tiene que hacer lejos de toda mentalidad erotizada; mentalidad que hace suponer que el ejercicio del sexo es la mayor felicidad del mundo y después resulta que no es así; pues las sensaciones carnales son efímeras, pobres, superficiales y dan menos que la felicidad espiritual.
Además dicen los sexólogos que la actividad sexual no es lo más importante en la vida de pareja.
Hay sexólogos que cifran todo el éxito de la pareja en que el sexo ‘funcione’ bien; lastimosamente tienen una visión de la pareja unidimensional. Reducen todo el amor a la mecánica de la genitalidad.
El ser humano es mucho más que un animal ávido de sensaciones. El ser humano puede amar, puede comunicar ideales e ideas, puede sentir una armonía espiritual; y todo esto le lleva a una plenitud gratificante. La felicidad humana es mucho más que un simple placer sensitivo.
El sexo se ha convertido en un bien de consumo aun dentro del matrimonio, y muchas veces se vive el sexo sin amor. ¿El resultado? Un hastío que desemboca en un vacío interior.
La sociedad y los miembros de la Iglesia deben hacer un esfuerzo por devolverle a la sexualidad el puesto que merece por el valor que tiene, pero parece una tarea imposible, pues la gente va a la cacería de experiencias diferentes, de mayores y nuevas sensaciones que van más allá de la racionalidad.
Sin ánimo de ofender a nadie, los animales irracionales, en el uso de los órganos sexuales, dan ejemplo al ser humano.
Fácilmente se llega a las aberraciones más indignantes, a abusos y perversiones sexuales. Esta sociedad erotizada está convirtiendo a muchos en auténticos maniacos sexuales, hambrientos de toda clase de anormalidades. A veces se llega incluso, dentro del matrimonio, a buscar el placer con agresividad.
La sociedad de hoy parece inculcar y promover unos lemas: ‘Viva la liberación de tabúes; afuera los escrúpulos anticuados’. Bajo estos lemas vamos hacia un pansexualismo degradante.
Se está produciendo, a escala mundial, una desconcertante exaltación del sexo, del nudismo, de la obscenidad que lo invade todo, dando origen una triste quiebra de la moral pública y privada.
Pero cuidado que la moral sexual católica no reprime el sexo, lo domina, que no es lo mismo. Reprimir tiene un sentido peyorativo; dominar, no. El sexo hay que dominarlo.
En la vida no podemos hacer todo lo que nos apetece; el apetito no es la suprema norma de conducta. Se hace lo que hay que hacer a través del correcto, sano y lógico uso de los órganos sexuales, y cuando hay que hacerlo.
Al instinto sexual le apetecen muchas cosas que no podemos ni debemos hacer. El apetito hay que subordinarlo a un orden superior.
Pero tampoco se trata de poner al apetito sexual una camisa de fuerza, sino de encauzar el apetito sexual para que cumpla la finalidad querida por Dios. Las cosas encauzadas son útiles, desbordadas son catastróficas.
El instinto sexual desbordado en prácticas sexuales extrañas esclaviza al ser humano, lo animaliza y lo lleva a las perversiones sexuales más monstruosas y degradantes.
La moral sexual católica también busca liberar a la mujer de la instrumentalización del hombre y la dignifica, exigiendo para ella el máximo respeto.
True Romance
More than 50 years together started with a year apart
Back in 1962, a logistical issue or two got in the way of Mike Maus dropping on one knee to propose to Coralinn Tuttle.
First, he was stationed in Germany and she was attending college in New Jersey. Maybe he could have popped the question from the only phone on his floor of the bachelor officers’ quarters. But, he recalls, overseas calls cost a nickel a second.
So he wrote her a letter and enclosed an engagement ring.
“He’s very good with letters,” Coralinn says.
“I can write,” says Mike matter-of-factly. “I thought it was a very good letter. I was very much in love. All you had to do was express that and away you went.”
She said yes, obviously, but she wouldn’t put the ring on her finger until she talked to him.
“He could have been out in the field,” she says. “I didn’t really know. It wasn’t instantaneous speaking as we have now. It was leaving a trail of messages.”
There’s something romantic about that, isn’t there? There was no tweeting their engagement to the world. No Facebook posts with a million likes. No texting emoticons to each other. It was just two young people an ocean apart, linked by that letter and dozens of others exchanged during the year.
They’d met a couple of years earlier on a blind date. Mike was a senior at the United States Military Academy at West Point, where Coralinn’s father was dean of the military psychology and leadership department. She was a high school senior.
They were, Mike says, “very much taken with each other.”
After West Point graduation, he stayed in the U.S. for a year to go through airborne, ranger and artillery training school. She began attending Rider College, where he’d drive as often as he could to see her. Then he was transferred to Germany.
As fate would have it, her father received an assignment in Oberammergau, Germany, where the family moved in June 1963. Nepotism rules kept her from working with her dad, so she found a job as a legal secretary with the U.S. Air Force — “happily,” Mike says, “near where I was stationed.”
They married on April 4, 1964, and stayed in Germany for a year, where the first of their three children, Mike’s namesake, was born. Their two daughters, Cynthia and Christine, are Little Rock babies, born in Mike’s home state.
“You can take the boy out of Arkansas,” Coralinn says, “but not for very long.”
Mike left the Army and began working for Southwestern Bell and later AT&T, and was transferred just about as much as Coralinn’s career Army dad had been. The couple lived in Pine Bluff and Little Rock, Ark.; a time or two in Dallas; twice in New Jersey. When Mike retired at age 58, they settled in England.
Then Mike’s dad passed away. His mother and sister were in the Dallas area, so Mike and Coralinn moved back to Texas to be close to them. They settled in McKinney 15 years ago, living in their ninth house since they married. But they don’t exactly stay put. They go to Nuevo Vallarta, Mexico, and to Hawaii for a couple weeks every year. They’ve been all over the world. Next up? Africa for a photographic safari, shooting pictures to add to the 19,000 they’ve shot in the past 15 years.
They also do a lot of volunteer work, primarily at their church. Coralinn attributes their camaraderie and happiness to their stong Catholic faith.
“You have to have faith in God,” she says. “As long as we do good things and make measured decisions, things will be fine. I had breast cancer in 2000. My husband and family and friends and great doctors and the grace of God got us through that.”
Says Mike: “She’s a first-born and I’m a first-born, so there’s a push-pull about who’s in charge.”
“We’ve learned to relinquish times we’re not in charge,” Coralinn says.
Marriage, she says, “takes a lot of love and sincerity.”
“A good sense of humor,” Mike says. “Some tolerance.”
“And faith,” Coralinn says again. “You have to have a lot of faith in the person you’re considering marrying. You have to know he or she has your best interest at heart and loves you more than life itself. You have that hope this is the person you’ll marry for a lifetime. You have enough faith they’ll support you through all things.”
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Relaciones sexuales tempranas
Las relaciones sexuales de los jóvenes solteros, por lo general, no son planeadas y ocurren sin protección, dando como resultado la obtención de una enfermedad de transmisión sexual o embarazos no deseados. En México nacen, al año, 450,000 niños de madres menores de 20 años. El incremento de casos de VIH/SIDA originados en la adolescencia es de casi 32,000 al año[1].
El sentirse atraído físicamente hacia alguien del sexo opuesto, no es sino el primer paso que se ha de vivir para llegar a conocer el verdadero amor, pero fincar una relación en este hecho, es como querer construir una casa sobre arenas movedizas.
La pureza es la integración de la sexualidad en el dominio del mundo. La pureza personaliza; la impureza cosifica. ¿Qué hay de más impersonal que unas caderas? Cuando el hombre o la mujer buscan eso, no buscan a la persona sino sus dimensiones. Lo que importa entonces del otro no es su yo, sino sus dimensiones. Una persona impura se haceobjeto y hace objeto al “ser amado”.
La sexualidad bien vivida es tremendamente personalizada. A veces el varón engaña a la mujer con la idea de que entregándose a él va a ser más mujer. Y la mujer, sin darse cuenta quizás, convierte su intimidad en oferta y, finalmente, es desechada si no rectifica.
El varón es cazador por naturaleza. Imaginemos un cazador que busca venados; los animales le huyen pero de pronto encuentra uno que no se esconde, que más bien se expone. No le cuesta trabajo cazarlo pero esta vez se aburre: fue una pieza demasiado fácil. Al hombre le gustan las conquistas difíciles.
La pureza permite amar con un corazón recto e indiviso. Justamente porque el sexo es una maravilla se ha de guardar para el matrimonio.
[1] Registro nacional de casos de SIDA, Dirección adjunta de epidemiología, julio de 1997, México.
El Opus Dei inicia su Año Mariano dedicado a rezar por las familias
Numerosas familias de la capital italiana acudieron el pasado domingo a la basílica de san Eugenio para adorar al Santísimo y pedirle, junto con Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, por todas las familias del mundo. Como es sabido, el Prelado ha convocado un año mariano en el que fieles y cooperadores del Opus Dei rezarán especialmente a la Virgen por las familias, uniéndose de este modo a las intenciones del Papa Francisco.
En su oración ante el Santísimo Sacramento, Mons. Echeverría dijo: “Hoy, fiesta de la Sagrada Familia, sentimos aún más la cercanía de este Señor nuestro, que ha querido venir a estar entre nosotros por medio de una familia. Ha asumido nuestra naturaleza para que entendamos que podemos santificar todas las circunstancias de la vida, también la vida en familia”.
El Prelado añadió: “Gracias, Señor, porque has querido manifestar tu cercanía a través de este camino, para que no te sintamos lejos. Damos gracias también a María y a José. Tenemos necesidad de dirigirnos a esas dos figuras excelsas: ella, una mujer como todas las mujeres; él, un hombre como todos los hombres. Ambos supieron manifestarte su amor a través de las cosas de la vida ordinaria, que para muchos pueden no tener importancia. Ellos nos han demostrado que todas las actividades nobles pueden convertirse en oración y nos han preparado así un camino para vivir cerca del Señor”.
“Gracias, Señor –ha continuado con su oración el Prelado–, que nos has permitido tocarte, seguirte, como lo permitiste a María y José; gracias porque has querido ser uno de nosotros, Tú que eres perfecto Dios y perfecto Hombre. No te has querido ahorrar ninguna situación que pudiera separarte del hombre. Has querido sufrir el cansancio y la escasez, encontrando la felicidad en una familia pobre”.
“Hoy, siguiendo el deseo del Papa, rezamos por todas las familias del mundo. No se puede ser un católico de verdad si no se ama a los propios padres, hijos, hermanos, cónyuge… Es el camino que nos ha indicado el Señor”.
Además, ha señalado que “es importante que cada día recemos por todas las familias del mundo, y que recemos para que las naciones acojan con pleno derecho esa ley natural que viene de Dios. Que los gobernantes sean justos y no deshagan este gran tesoro que nos ha dado el Señor. De esa manera, la gente será más feliz aunque a veces vivir en familia cueste esfuerzo, viviendo el sacrificio ordinario. Con alegría no queremos ceder en la protección de esta institución proveniente de la ley natural, y rezaremos constantemente por la familia”.
“Ojalá cada uno sienta como propia la responsabilidad de sacar adelante la familia: de nuestra oración, de nuestros sacrificios depende la felicidad de muchas familias del mundo”.
El prelado concluyó así su oración: “También nos dirigimos una vez más a la Virgen para que nos ayude a ser felices en esta familia sobrenatural del Opus Dei -¡que es familia!-. Que el Señor nos enseñe a servir a todas las familias. Que Dios os bendiga”.
Más adelante, recitó ante el Santísimo Sacramento la oración por las familias que el Papa Francisco preparó en torno al reciente Sínodo extraordinario. Dice así:
Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
haga tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica.
¿Cómo motivar a niños a rezar el Rosario?
A lo largo de los años he intentado animar a mis hijos a rezar el Rosario con una mezcla de éxitos y fracasos, y por tanto admiro a las madres que me dicen que rezan el Rosario todas las noches en familia y también la labor de la Armada Blanca. Uno se podría pensar que quizá es demasiado pedir a niños pequeños rezar el Rosario todos los días, pero eso es precisamente lo que hizo la Ssma. Virgen María cuando se apareció a tres pastorcillos en Fátima. Cuando empezaron sus apariciones el 13 de mayo de 1917, Lucía tenía 10 años, Francisco 8 años, y Jacinta solo 7 años y no se pasaban todo el día en la iglesia.
¿Qué estrategias usó nuestra Sra. de Fátima para lograr que esos tres niños rezaran el Rosario cada día con devoción?
1) Dar ejemplo de cómo rezar, hasta antes de mencionar el Rosario. Antes de las apariciones de la Virgen, Dios mandó al Ángel de Portugal para decirles a los niños: “¡Orad conmigo!”. Les dio ejemplo y les enseñó simples oraciones, asegurándoles: “Los Corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras súplicas”. Cuando les encontró no rezando al aparecerse a ellos la segunda vez, les exhortó: “¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho!” y les reveló: “Los corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia”. En su 3ª. aparición, les demuestra la Presencia del Señor en el Ssmo. Sacramento, postrándose ante Él. Ya les demuestra la necesidad de la oración y la actitud que deberían de tener, como podemos hacer los padres con nuestros hijos desde su infancia.
2) Insistir amablemente. En cada una de sus seis apariciones en Fátima, la Ssma. Virgen María repite su petición de que los pastorcillos recen el Rosario todos los días y que continúen a hacerlo. Si la Ssma. Virgen María no se contentó con decirlo una vez, no deberíamos de desanimarnos si hemos de insistir con cariño una y otra vez para que nuestros hijos tomen la costumbre de rezar el Rosario todos los días.
3) Demostrar que nos importa. La Ssma. Virgen María se mostró a veces triste, apelando a la compasión de los pastorcillos. Explica Lucía: “Delante de la palma de la mano derecha de nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en él. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, y que quería reparación.” (2ª. Aparición Virgen) Añade también que en su última aparición a los pastorcillos, la Ssma. Virgen María “tomando aspecto más triste dijo: -‘Que no se ofenda más a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido.” Si de verdad nos importa la oración, los niños se darán cuenta de ello.
4) Recordarles la necesidad de reparación para evitar el infierno. A veces podríamos pensar que hablar sobre el infierno y sobre los pecados podría asustar demasiado a los niños, pero la Ssma. Virgen María no se andó con rodeos y hasta les mostró una visión del infierno en su tercera aparición, pidiéndoles: “Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: ‘Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas’”. En su cuarta aparición insistió: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas». Si la más tierna de las Madres no les evitó a los pastorcillos pensar en el infierno, tampoco deberíamos de tener miedo de hacerlo con nuestros hijos, por su bien.
5) Recordarles que el esfuerzo será premiado.
La Ssma. Virgen María motivó a los pastorcillos también revelándoles lo que podrían obtener rezando el Rosario. En su primera aparición dijo que Francisco iría al Cielo, “pero tiene que rezar antes muchos rosarios” y les animó a todos: “Rezad el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra». Dio el mismo fin en su tercera aparición, añadiendo además que se rezara para impedir mayores castigos. En sus cuartas y quintas apariciones prometió hasta la cura física de algunos enfermos. Les alentó con recompensa inmediata, apareciéndose su segunda y tercera vez tras el rezo del Rosario. Para que no se desanimaran, les aseguró: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará” (3ª. Aparición).
La Iglesia Católica anima de la misma forma a los fieles, concediendo indulgencia plenaria al rezo del Rosario en la iglesia o en familia, según el “Manual de Indulgencias de la Penitenciaría Apostólica” (1986) bajo las condiciones usuales indicadas en las “Normas sobre las indulgencias” [Si no se cumplen las condiciones, la indulgencia es parcial]:
“1. Basta el rezo de sólo una tercera parte del rosario: pero las cinco decenas deben rezarse seguidas.
2. A la oración vocal hay que añadir la piadosa meditación de los misterios.
3. En el rezo público, los misterios deben enriquecerse de acuerdo con la costumbre admitida en cada lugar; en el rezo privado, basta con que el fiel cristiano junte a la oración vocal la meditación de los misterios. (48)”
De esta forma concreta los fieles están asegurados de que sus oraciones hacen una gran diferencia a sí mismos o a las almas en el Purgatorio (a quienes se les puede aplicar las indulgencias obtenidas). El mismo Señor concedió a la Iglesia por medio de sus apóstoles este poder como administradora de gracia, como se lee en el Evangelio del Domingo de Pentecostés [05.19.13]: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Juan 20, 23).
Confiemos, pues, en los consejos de la Ssma. Virgen María de rezar el Rosario todos los días y también en el poder de su intercesión ante el Señor, como explica el Bto. Cardenal Newman:
“Esto es por qué la Ssma. Virgen es llamada Poderosa – no, a veces, Toda-poderosa, porque ella tiene más que nadie, más que todos los Ángeles y Santos, este gran, prevaleciente don de la oración. Nadie tiene acceso al Todopoderoso como Su Madre; nadie tiene mérito como el suyo. Su Hijo no le negará nada que ella pida; y aquí se encuentra su poder. Mientras ella defiende a la Iglesia, ni las alturas ni las profundidades, ni los hombres ni los espíritus malvados, ni los grandes monarcas, ni destreza humana, ni violencia popular, pueden servir para dañarnos; ya que la vida humana es corta, pero María reina en las alturas, una Reina para siempre.” [“Meditaciones sobre la Letanía de Loreto para el mes de mayo” (enlace en inglés, traducción mía)]
“Virgo Potens”, Virgen Poderosa, ruega por nosotros.
Mujer detenida por destruir adorno satánico
Florida: detienen a una mujer por intentar destruir el adorno satánico del Capitolio
Luis Santamaría, el 2.01.15 a las 9:28 AM
Una mujer estadounidense fue arrestada el pasado 23 de diciembre en el Capitolio de Florida después de que intentara destruir un adorno “satánico” colocado en el edificio gubernamental con ocasión de las fiestas de fin de año (así es como se refieren a la Navidad). El Templo Satánico, dueño de este monumento, condenó por Facebook el acto de vandalismo.
Según informaron medios estadounidenses, de los que se hace eco el diario hondureño Tiempo, Susan Hemeryck, de 54 años, empezó a destruir el objeto asegurando que “no podía aguantar más” la presencia de Satán. La mujer fue detenida por las fuerzas de seguridad y acusada de destrucción criminal.
El adorno, que mostraba un ángel cayendo a un lago de fuego, fue restaurado rápidamente a su estado original. Según sus autores, este monumento fue puesto para protestar por la colocación de ornamentos religiosos en el edificio gubernamental.
El grupo satánico, que asegura estar menos orientado a la adoración del diablo de la tradición cristiana y más a la promoción de los valores humanistas, logró a inicios de diciembre que se aprobara la colocación de su adorno tras amenazar con demandar al gobierno estatal. Éste previamente se había negado a colocar su ornamento, a pesar de que ya había puesto monumentos de religiones ficticias, al considerar que era demasiado ofensivo.
En su cuenta de Facebook, el Templo Satánico lamentó el acto de vandalismo que, según consideraron, “debería ser condenado por todas las personas decentes y todos aquellos que aseguran apoyar la libertad de culto. Es necesario recordar que la libertad de expresión es un foro abierto a todos los grupos, incluso aquellos cuyo mensaje otros consideran controversial o poco popular”.
Un “monumento” satánico más
Por otro lado, según informa RT, el pasado 21 de diciembre los miembros del Templo Satánico colocaron ante el Capitolio del estado de Míchigan (EE.UU.) la figura de una serpiente enrollada alrededor de la cruz satánica ofreciendo el libroRevolt of the Angels (la rebelión de los ángeles), con el objetivo de mostrar sus puntos de vista y promover sus creencias a pocos días de la festividad cristiana de la Navidad, tomando informaciones de la agencia AP.
La acción ha creado polémica entre los cristianos por la fecha que se ha escogido para llevarla a cabo. “Podrían haberlo instalado en julio, abril o cualquier otro momento», opinó el republicano Rick Jones, que ante los rumores sobre la instalación del monumento satánico decidió el pasado 19 de diciembre instalar una escena de la Natividad de Jesucristo ante el edificio.
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