Se busca exorcista

Actualizado 10 septiembre 2012

He conocido en persona a Eduardo, un veinteañero que me escribió desesperado en julio porque el demonio le mantenía atenazado desde hacía varios meses en una silla de ruedas.

Los médicos no lograban explicarse aquella extraña parálisis.

Como el joven imploraba los servicios de un exorcista, le puse rápidamente en contacto con el padre Salvador Hernández Ramón, de la diócesis de Cartagena, en Murcia.

Con casi un millar de exorcismos a sus espaldas, don Salvador me brindó su ayuda inefable mientras componía mi libro Así se vence al demonio (LibrosLibres).

La lectura de esta obra llevó precisamente a Eduardo a contactar conmigo por correo electrónico. Poco después, Eduardo arrancaba ya angustiado hojas al calendario estival en espera de que el padre Salvador regresase de sus merecidas vacaciones.

El infeliz quedó poseído por Satanás como consecuencia de sus coqueteos con el Reiki.

Desde entonces, dejó de ser persona. Contactó primero, a través de sus padres, con don Enrique, exorcista de la archidiócesis de Madrid. Tras varias sesiones con él, el joven estuvo a punto de quedar liberado pero el perverso diablo se las ingenió para desembarazarse enseguida del exorcista.

Don Enrique era hasta ahora el único sacerdote autorizado por el cardenal Rouco para expulsar demonios en Madrid… El “último mohicano”, tras las salidas sucesivas de los padres Fortea y Fernando de la diócesis de Alcalá de Henares, donde ya sólo el padreJesús realiza de vez en cuando algún que otro exorcismo ad casum.

Hace un mes, Eduardo volvió a escribirme para decirme que se había instalado provisionalmente en Corvera, el pueblo murciano de don Salvador, junto con su novia y una amiga. Habían alquilado los tres allí un apartamento muy cerca de la parroquia de don Salvador, donde Eduardo se sometía a un exorcismo diario. Cada tarde, como si de un ritual se tratase, las dos mujeres acompañaban al afectado en silla de ruedas hasta la misma puerta de la iglesia.  

Este último sábado, de visita en Corvera, conocí por fin a Eduardo… ¡Caminaba ya con absoluta normalidad y sonreía como sólo saben hacerlo los liberados!
A estas alturas, seguirá él a buen seguro dando gracias al Señor en su ciudad natal.

Igual que Eduardo, otros muchos hombres y mujeres desesperados aguardan ahora en “Urgencias” la llegada de un nuevo exorcista.

Pero aun así, un jerarca de la Iglesia española aseguraba recientemente que no eran necesarios exorcistas en todas las diócesis, alegando que el bajo número de casos registrados en muchas de ellas no justificaba su existencia.

“Lo más importante de todo –explicaba este prelado a un grupo de sacerdotes- es que haya una veintena de exorcistas bien preparados en España y que sean éstos quienes atiendan a todas las diócesis; de modo que el exorcista de Barcelona, por ejemplo, se haga cargo de los casos censados en Cataluña”.

“Además –se preguntaba este responsable de la Iglesia-, ¿qué sentido tiene nombrar a un exorcista en diócesis donde no hay apenas trabajo?, ¿iba a estar acaso cruzado de brazos todo el día?”. 

La persona en cuestión pasaba por alto dos detalles fundamentales.

El primero de ellos que, tal y como sucede hoy desgraciadamente, muchas personas afectadas por el demonio se ven obligadas a desplazarse centenares de kilómetros para someterse a los exorcismos con los gastos y molestias que eso conlleva. Y todavía más: que en demasiados casos, la víctima no llega a emprender jamás el viaje por pereza o falta de recursos; e incluso, habiéndose desplazado una primera vez, decide no regresar ya más para proseguir con los exorcismos cayendo sin remedio en la tentación del diablo.     

Me consta así, por ejemplo, que el exorcista de Cartagena sigue ocupándose de casos registrados en diócesis como Palma de Mallorca, Madrid, Barcelona o Almería, viéndose desbordado y a veces decepcionado porque alguna víctima que respondía bien a los exorcismos no regresó jamás.

La segunda cuestión es tan sencilla como que un exorcista de una pequeña diócesis no tiene por qué dedicarse en exclusiva a expulsar demonios, sino que puede y debe atender también las tareas propias de su ministerio sacerdotal.  

Pese a ello, la inmensa mayoría de las 69 diócesis de España carecen de un exorcista, según datos recopilados por el padre Antonio Doñoro.

Tan sólo 25 diócesis -el 36 por ciento del total- han dispuesto de un exorcista en algún momento de su historia, pero únicamente 18 lo conservan hoy… Sin contar también ahora, para colmo, con una archidiócesis de las dimensiones e importancia de Madrid.

Por orden alfabético, y sin ánimo de abrumar al lector, he aquí las 44 diócesis sin exorcista aún, enumeradas por Doñoro: Albacete, Astorga, Ávila, Barbastro-Monzón, Burgos, Calahorra y La Calzada-Logroño, Ciudad Real, Ciudad Rodrigo, Córdoba, Coria-Cáceres, Girona, Granada, Huelva, Huesca, Ibiza, Jaca, Jerez de la Frontera-Asidonia, León, Lleida, Lugo, Málaga, Menorca, Mondoñedo-Ferrol, Oviedo, Palencia, Salamanca, San Sebastián, Sant Feliú de Llobregat, Santander, Segorbe-Castellón, Segovia, Sevilla, Sigüenza-Guadalajara, Solsona, Tarazona, Tarragona, Terrassa, Teruel y Albarracín, Tortosa, Tui-Vigo, Valladolid, Vic, Vitoria y Zamora.     

Reflexionemos, finalmente, sobre esta advertencia evangélica tan actual pues Satanás, regocijado por la falta de exorcistas que le hagan frente, se ensaña cada día con nuevas víctimas: 

“Entonces dirá a los que estén a la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles: porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; era peregrino y no me acogisteis; estaba desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. (Mateo 25, 41-43). 

Remito al lector a mi nuevo Facebook https://www.facebook.com/josemariazavalaoficial

Espero que le guste. Gracias.

 

 

En plena clase desvela su embarazo

Ya lo han visto veinte millones de internautas

Una llamada al móvil en plena clase desvela su embarazo: divertido vídeo viral con mensaje provida

Actualizado 9 abril 2014

ReL

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Los grupos que apoyan a la mujer embarazada en riesgo de abortar han recibido este viral, ya visto por veinte millones de internautas, como una bendición. ¿Por qué? Porque supone una publicidad masiva, y además simpática, de su labor, que salva cada año en todo el mundo miles de vidas humanas. (Ver abajo el vídeo.)

Sucedió el pasado 1 de abril en el Aquinas College de Grand Rapids (Michigan, Estados Unidos). Stephen Barrows, profesor de Economía, tiene una política para que los alumnos no se olviden de apagar sus móviles: el infractor cuyo aparato suene en clase tiene que responder y ponerlo en manos libres para que todo el mundo escuche eso tan importante que interrumpe la explicación.

¿Qué le pasó a la joven Taylor Nefcy? Que al otro lado de la línea se oyó esto: «Soy Kevin, del Pregnancy Resource Center [Centro de Investigación del Embarazo]. Según nos pediste, te llamo para informarte de que los resultados son positivos. Enhorabuena«.

Tremendo shock en clase, aunque todos se lo toman bien. En ese momento el profesor ofrece a Taylor la posibilidad de quitar el manos libres, pero ya es tarde y la voz sigue: «Sé que nos dijiste que el padre ha desaparecido del mapa, pero estaremos en contacto contigo durante todo el proceso, así que no te preocupes de nada. Te ofreceremos sin coste alguno asesoramiento y otros servicios de maternidad«.

La joven despide la llamada, y el profesor, apesadumbrado y al mismo tiempo con una risa nerviosa, quiere pedir perdón ante las imprevistas consecuencias de su lucha contra los móvles: «Quisiera disculparme públicamente…»

Pero la chica le interrumpe: «No hay problema, estaba esperando esta llamada. Y ya sé cómo llamaré al niño: April de primero, y Fools de segundo«. Y es que el 1 de abril se celebra en Estados Unidos el llamado April Fools, algo parecido al Día de los Inocentes.

La carcajada que sigue a la ocurrencia terminó de relajar el ambiente. Y los grupos de apoyo a la mujer embarazada, felices de que millones de jóvenes hayan comprobado que existen alternativas al aborto ante un embarazo imprevisto, que hay personas y asociaciones que acompañan a las madres de principio a fin y sin gasto alguno para que tengan a su hijo y, sobre todo, que una nueva vida es algo que celebrar. Con risas incluso, como en este caso.

Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII en HD y en 3D

Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII será transmitida en HD y en 3D

 

Juan Pablo II y Juan XXIII
Juan Pablo II y Juan XXIII

VATICANO, 01 Abr. 14 / 02:01 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Centro Televisivo Vaticano (CTV), en un proyecto conjunto con Sony y Sky, transmitirá la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, el 27 de abril desde las 10:00 a.m. (hora local), en alta definición y en 3D para cerca de 20 países.

Según informó Radio Vaticano, este 27 de abril, millones de personas, desde sus casas o en una de las 500 salas de cine preparadas en todo el mundo por Nexco Digital gratuitamente para el evento, podrán “entrar” en la Plaza de San Pedro para rezar junto al Papa Francisco.

El Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Mons Claudio Maria Celli, destacó la importancia de “involucrar a los hombres y mujeres de hoy en todo el mundo que quieren estar presentes en este evento de gran fe”.

“Las nuevas tecnologías son un desafío, pero sobre todo son una gran oportunidad para la relación, el conocimiento, la participación, la oportunidad de vivir la historia”, señaló.

Andrea Zappia, el director general de la plataforma italiana de televisión satelital digital Sky indicó que “el 3D más que nunca en un evento como este no es una curiosidad. Permite una visión fuertemente moderna e innovadora, que nos permite comprender cómo las tecnologías actuales, frecuentemente usadas por motivos comerciales, pueden en verdad tener un valor informativo, social, espiritual, particularmente elevado”.

A su turno, David Bush, director de marketing de Sony Europa, señaló que “espero que ayude a difundir la emoción del evento a todas esas miles de personas en todo el mundo, que quieren estar allí físicamente. Y este es el objetivo de la tecnología, creo, tratar de replicar la experiencia real de estar aquí, en la Plaza de San Pedro”.

Por su parte, el director del Centro Televisivo Vaticano señaló que “queremos ofrecer, por un lado, una gran difusión de tipo inmersivo a las personas que no pueden venir. Para nosotros, todo el mundo está involucrado. En segundo lugar, sentimos la responsabilidad de preservar la historia, y por esto usamos la tecnología 4K”, de altísima resolución de video.

Pablo VI más cerca de la beatificación

Pablo VI más cerca de la beatificación: los teólogos aprueban el presunto milagro

A las 2:02 PM, por Buhardilleros

Vatican Insider

Presentamos esta noticia sobre la causa de beatificación del Papa Pablo VI, más cerca de su feliz conclusión, luego del reconocimiento del milagro atribuido a la intercesión del pontífice por parte de la comisión teológica.

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La consulta de los peritos teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos, al comienzo de esta semana, ha aprobado por unanimidad un milagro atribuido a la intercesión de Giovanni Battista Montini, Papa Pablo VI. Ahora la curación, ya juzgada “inexplicable” por la consulta médica guiada por el profesor Patrizio Polisca, deberá ser examinada por los cardenales y obispos del dicasterio, antes de la aprobación final del Papa Francisco. Si, como confirman a Vatican Insider autorizadas fuentes de la Congregación para las Causas de los Santos, estas últimas etapas tienen lugar en tiempos breves, se puede fácilmente prever en los próximos meses la beatificación de Montini.

El postulador de la causa, padre Antonio Marrazzo, había elegido desde hace tiempo, entre los que había recibido, un caso de curación que resultó “inexplicable” a los primeros exámenes clínicos. El 20 de diciembre de 2012, ya en vísperas de su histórica renuncia, Benedicto XVI proclamaba la “heroicidad de las virtudes” de Pablo VI, cerrándose así el proceso canónico. Para la beatificación se necesitaba sólo el reconocimiento de un milagro.

El presunto milagro que Marrazzo había presentado a la consulta concierne a la curación de un niño aún no nacido, que tuvo lugar en los primeros años de los ’90 en California. Durante el embarazo, los médicos habían encontrado un grave problema en el feto y, en razón de las consecuencias cerebrales que intervienen en estos casos, habían sugerido como único remedido a la joven madre el del aborto. La mujer se opuso, queriendo llevar a término el embarazo, a pesar de que se le aseguró que el hijo nacería gravemente afectado en lo físico y a nivel cerebral, y se confió a la intercesión de Pablo VI, el Papa que en 1968 escribió la encíclica Humanae Vitae.

El niño nació sin problemas: se ha esperado que llegase a la adolescencia para constatar la ausencia de consecuencias y la perfecta sanación. Se trata, había dicho Marrazzo en el 2012 a Radio Vaticana, de “un acontecimiento realmente extraordinario y sobrenatural, que tuvo lugar por intercesión de Pablo VI”. Una curación, continuaba el postulador de la causa, “en línea con el magisterio” del Papa que escribió laHumanae Vitae, un milagro vinculado a la “defensa de la vida, expresada en la encíclica, pero también en defensa de la familia, porque aquel documento habla del amor conyugal, no sólo de la vida naciente. Esta curación es lógica en la línea de Montini”.

Agresiones satánicas en Argentina

Argentina: preocupación por las agresiones satánicas a las iglesias de La Banda

A las 9:02 AM, por Luis Santamaría 

533a242694LIB010414CP30-27Fieles católicos de La Banda (provincia de Santiago del Estero, Argentina) han revelado que desaparecieron vestimentas de sacerdotes y de monaguillos en lugares de culto, según relata el diario El Liberal. Relacionaron el hecho con la destrucción de imágenes ocurrida el año pasado. “A veces se presentan como católicos y piden que les bendigan recipientes con agua que luego se llevan y no sabemos cómo los usan”.

Las sectas satánicas y cultos esotéricos parecen haberle declarado la guerra a los templos católicos bandeños, especialmente del sur de la ciudad, ya que no se conforman con atacarlos y arrancarles la cabeza a sus imágenes sagradas (vírgenes y santos), sino que también les roban los atuendos propios de las celebraciones litúrgicas (albas, por ejemplo), tanto de monaguillos como de sacerdotes.

Así lo revelaron a El Liberal servidores de capillas atacadas por personas que asisten a estos cultos, y brindaron testimonios increíbles de hasta dónde llegan los sacrilegios de los símbolos de la Iglesia Católica.

“A nosotros nos robaron ropa y hostias sin consagrar. A veces llevan agua bendita y otras roban ornamentos sagrados o ropa, a veces de las imágenes (vírgenes y santos), pero principalmente las litúrgicas, la ropa de los monaguillos o del sacerdote, suponemos que para hacer sus ritos, para hacer creer (a personas incautas) que están celebrando” con algún tipo de autoridad, expresaron sumamente preocupados miembros de una capilla del sur de la ciudad, de quienes se preserva su identidad para evitar algún tipo de represalias.

Ofrendas en las vías

Los fieles también denunciaron que son frecuentes los hallazgos de ofrendas en los predios del ferrocarril: “Por conocimiento y conversaciones con gente de la comunidad, prácticas hay, y el padre Juan (Castro Zavalía) lo dijo, en los vagones abandonados del ferrocarril sobre la calle San Martín. Y a veces encontraron en la zona del canal al fondo animales sacrificados, que son de esos ritos satánicos”.

Incluso, recordaron las palabras de un viejo combatiente de todas estas manifestaciones: “Eso siempre está, y como dijo el padre (Pedro Fils) Pierre: ‘Hay que rezar mucho porque La Banda, y en particular esta zona del sur, está muy invadida y expuesta a los ritos satánicos

Frente a las capillas

Contaron luego: “Varias veces los vecinos encontraron animales sacrificados, velas, etc., y a nosotros en la puerta de la capilla también nos dejaron (ofrendas o restos de ritos), como velas negras, una vez nos dejaron una caja completa de imágenes religiosas rotas. La última vez fue hace ocho meses o un año. En la misma época, las comunidades nos comentaban mucho de animales sacrificados cerca de las vías”.

Otros vecinos relataron: “También nos robaron lo que es ropa y hostias sin consagrar. A veces llevan agua bendita y otras roban ornamentos sagrados o ropa, a veces de las imágenes (vírgenes y santos), pero principalmente las litúrgicas, la ropa de los monaguillos o del sacerdote, suponemos que para hacer sus ritos, para hacer creer (a personas incautas) que están celebrando (con algún tipo de autoridad)”.

“Así fue que a nuestra capilla también se le perdió ropa y ornamentos del sacerdote, como un alba. Y nos comentaron que a veces hasta canjean con el mismo ladrón, que hacen estos sacrilegios con las cosas sagradas de Dios”.

Tal como informamos el pasado mes de febrero, uno de los párrocos de La Banda, Juan Castro de Zavalía, denunció el incremento del vandalismo satánico en la ciudad y las agresiones contra las iglesias.

 

El nuevo santo, José de Anchieta

Apóstol de Brasil: milagros, poesía, gramáticas, hospitales, colegios, Sao Paulo

A las 9:54 PM, por Juanjo Romero 

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El Santo Padre, el 2 de abril, por medio de lo que se denomina «canonización equipolente», reconocerá la santidad de José de Anchieta, el apóstol de Brasil y uno de sus fundadores.

Una vida apasionante: poeta, literato, escribió en portugués, latín y lenguas indígenas; diplomático, enfermero, naturista; redactó la primera gramática de lengua tupí; fundó hospitales, escuelas, pueblos y ciudades, entre ellas Sao Paulo. Y por encima de todo un enamorado del Señor, por eso fue beatificado por Juan Pablo II en 1980.

Ingresó en la Compañía de Jesús recién fundada, hijo de vasco y canaria, nació en Tenerife(1534). Estudió en Coimbra (Portugal). Vamos, desde el punto de vista humano un hombre de «las Españas», de esos a los que ninguna película haría justicia. Luchó contra los franceses y otros esclavistas en la apasionante historia de Brasil. Durante su gobierno jesuita puso el germen de lo que serían las famosas Reducciones de Paraguay. Quiso tanto a los indígenas y a los pobres que su primera ocupación fue darles la Buena Nueva. Ahora que se habla tanto de Nueva Evangelización pienso lo lejos que estamos de esos «titanes del Señor».

Yo descubrí su vida en un libro que nunca me canso de recomendar y regalar: «Hechos de los apóstoles de América» de José María Iraburu (¿os suena el autor?).

Iba a resumir los extensos trece folios que don José María le dedica, pero no haría más que desfigurarlos. Así que mejor os transcribo dos capítulos con detalles que quizá no leáis en las semblanzas que se publiquen estos días, esas cosas que según el parecer de algunos ya no se estilan. A buen seguro que os pica la curiosidad y termináis leyendo todo.

Predicar y hacer milagros

Al contemplar la figura de Jesús, de los Apóstoles primeros y de los santos misioneros posteriores, comprobamos con frecuencia que en su vida y ministerio obraron muchos milagros.

Hace poco, Lorenzo Bianchi, estudiando un punto de la reforma litúrgica postconciliar, hacía notar, como ejemplo, un cambio significativo en la oración de la misa de San Francisco Javier. Misal de San Pío V: «Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia a muchedumbres de las Indias por la predicación y los milagros de san Francisco… Misal de Pablo VI: … tú que has querido que nuevas naciones llegaran al conocimiento de tu nombre por la predicación de san Francisco Javier»… («30Días» XVI, 12). Se suprimieron los milagros en la acción misionera, quizá por imposibles o por increíbles, o quizá por innecesarios.

Cristo, sin embargo, envió sus apóstoles para que, juntamente, predicaran el Evangelio y obraran milagros, de manera que éstos hicieran creíble aquél: «Id y predicad el Evangelio… A los que creyeren les acompañarán estas señales»… (Mc 16,18). Así fue como evangelizó Jesús, predicando y haciendo milagros. Y aún dijo más: «en verdad os digo que el que cree en mí, ése hará también las obras que yo hago, y las hará mayores que éstas» (Jn 14,12).

Todo esto se cumplió ampliamente en la primera evangelización de América, pues en ella hubo santos misioneros que hicieron no pocos milagros. Concretamente, el beato José de Anchieta hizo cientos de obras prodigiosas. «Parece que escogió nuestro Señor al P. José -escribe Nieremberg- para autor de prodigios y maravillas, que declarasen a aquel nuevo mundo las grandezas del Criador» (578).

Los milagros fueron en su vida innumerables. En una ocasión, estando en la ribera del mar con un Hermano y otros pescadores, él se retiró a un rincón apartado de la orilla, donde estuvo tres o cuatro horas en oración. En este tiempo fue el mar creciendo, pero supo respetar al beato Anchieta sin salpicarle siquiera con sus aguas, de tal modo que cuando fue el Hermano a buscarle, primero le llamó a gritos, y luego hubo de «meterse entre dos montes de agua por el lado que dejaba el mar abierto, y avisó al Padre que era ya tiempo de recogerse». Cuando luego el Hermano manifestó su asombro, el Padre le dijo, sin darle mayor importancia: «¿No sabéis que el mar y el viento le obedecen?» (577).

Otra vez, en 1584, durante un viaje a Pernambuco, iba en canoa acompañado del Hermano Pedro Leitao, que estaba abrumado por el calor del sol. Sobre un árbol vio Anchieta tres o cuatro guaraces, aves grandes, preciosas, de color carmesí, y les dijo en lengua indígena: «Andad y llamad a las de vuestro linaje y volved todas a hacernos sombra en este camino», y así lo hicieron, obedientes, formando nube sobre ellos, hasta que la canoa salió al mar y ganó un viento fresco (575).

La escena evangélica de la pesca milagrosa se repitió tantas veces en la vida del padre Anchieta, que los pescadores, y especialmente los indios, «le veneraban con sumo respeto y sentían y hablaban de él como de un hombre a quien obedecía la naturaleza. Y cuando después de muerto querían nombrarle, le significaban diciendo: «Aquel Padre que nos daba los peces que queríamos, aquél que cuando le pedíamos un favor nos sacaba de cualquier peligro y de la muerte misma»» (584).

También fueron muchas las sanaciones, tanto de portugueses como de indios, obradas por Dios a través del padre Anchieta. Y el siervo de Dios, que tantas veces produjo en otros la salud, no tenía temor a los venenos o a las bestias feroces. Yendo una vez con otro de camino, les salió una víbora, y el compañero espantado quiso huir, pero el padre le retuvo, y como bromeando con la sierpe, la pisó con su pie, desnudo como siempre, incitándole a picarle como castigo, pues era un pecador; pero la víbora se estuvo quieta, hasta que el padre, mandándole no hacer mal a nadie, alzó el pie y la dejó marchar (558).

Innumerables profecías

Todavía más numerosos fueron en el beato Anchieta los casos prodigiosos de profecía. «Las profecías de este siervo de Dios fueron tantas y tan claras, asegura Nieremberg, que parece no le tenía Dios encubierta cosa como a su fidelísimo amigo» (585). «Cuanto decía este siervo de Dios era profecía, diciendo a las madres los sucesos de sus hijos, a las casadas de sus maridos ausentes, a los mercaderes de sus naves y mercancías, a los religiosos aun de sus pensamientos. Y fuera nunca acabar si hubiéramos de decir todas las maravillas y prodigios que obró Dios por este su siervo, a quien escogió la divina bondad para mostrar por él a aquellas gentes el poder de Omnipotencia» (591).

Los que con él vivían llegaron a familiarizarse con «la gran noticia de todas las cosas que Dios comunicaba a su grande siervo, que parece que no había cosa presente ni ausente, ni pasada ni por venir, ni grande ni pequeña que no supiese» (587). «A algunos que confesándose con el santo varón callaban algún pecado, él se lo decía y hacía que hiciesen entera confesión» (567).

A un desconocido que pretendía casarse, se lo prohibía, recordándole que su esposa vivía. A una mujer desconsolada, que daba por muerto a su marido, le aseguraba que estaba vivo y que regresaría en tales circunstancias. Visitando una vez, ya viejo, al enfermero, encontró a éste escribiendo a su hermana de Lisboa, y le dijo que no perdiera el tiempo, o que enviara la carta al cielo, pues ya había muerto. El enfermero le pidió, entonces, que ofreciese una misa por ella. «Ya lo he hecho, le respondió el padre Anchieta, cuando ella partió de esta vida» (556)… Y todos creían en sus palabras, pues ya sabían de otras veces que se cumplían siempre.

Este don lo tuvo desde bastante joven, pues ya de sus años en Piratininga hay varias anécdotas, como la siguiente. Un día el padre Adán González, estando en oración en la azotea, tuvo una visión en la que presintió que un hijo suyo, el Hermano Bartolomé, que había ingresado también en la Compañía, había muerto. Cuando al año vino en una nave la noticia, el padre González le pidió al beato Anchieta que ofreciera una misa por él. Le respondió éste que ya le había ofrecido cinco misas, precisamente cuando él tuvo aquella visión de la azotea, pues entonces fue cuando efectivamente murió su hijo (555).

San José de Anchieta, ruega por nosotros.

 

La Homilía de Rouco en el funeral de Suárez

LA IZQUIERDA Y LOS SEPARATISTAS ARREMETEN CONTRA ÉL

Avalancha de críticas de parte de la clase política española contra el cardenal Rouco por su homilía en el funeral de Suárez

La oposición ha censurado este martes las palabras que el arzobispo cardenal Antonio María Rouco Varela pronunció durante el funeral de Estado por el Adolfo Suárez y en las que aseguró que el ex-presidente de gobierno «quería superar la Guerra Civil: los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar». Algunos partidos de izquierda están aprovechando la ocasión para pedir que se ponga fin a los funerales de Estado.

 01/04/14 

Cardenal Rouco Varela

(Agencias/InfoCatólica) La portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, ha tachado este martes de «indignantes» las palabras del cardenal y ha considerado que «ha llegado el momento» de plantear que los funerales de Estado y otros actos sean laicos.

Rodríguez ha asegurado que, a título particular, le parecieron unas palabras «indignantes», una opinión que, a su juicio, comparten muchos de los asistentes al funeral de Estado por Adolfo Suárez en la catedral de La Almudena. «Fueron unas declaraciones claramente inadecuadas, inapropiadas, fuera de lugar y fuera de la realidad», ha enfatizado.

También el portavoz en el Congreso de IU, José Luis Centella, ha asegurado que las alusiones de Rouco a la Guerra Civil durante el funeral no fueron «una aportación a la convivencia», sino que consistieron en «levantar muros» y retrotraer a la sociedad «a tiempos pasados».

También ha afirmado, no se sabe muy bien en base a qué, que sus palabras no representan a la inmensa mayoría de los católicos. Centella ha considerado que el cardenal no debería «levantar fantasmas» sobre la Guerra Civil, y que la jerarquía de la Iglesia Católica «no es la apropiada» para pronunciarse sobre ese conflicto. Lo cierto es que la jerarquía de la Iglesia Católica fue, junton con multitud de fieles mártires, víctima del odio de la izquierda española antes y durante la Guerra Civil del siglo pasado.

UPyD: «Impresentable» y «alegato político»

La líder de UPyD, Rosa Díez, también ha tachado de «absolutamente impresentable» la homilía del cardenal. En declaraciones a los periodistas en el Congreso, ha insistido en que la homilía le ha parecido «completamente impropia» de un funeral de Estado que, a su juicio, «merecía un rigor, una seriedad y un respeto» que no se cumplió. También ha considerado «inapropiado» que sonara el himno nacional durante la consagración.

Los secesionistas catalanes también le critican

Por su parte, el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macias, ha acusado al cardenal Antonio María Rouco Varela de haber aprovechado el funeral para hacer un «alegato político» con el que, a su juicio, vino a «justificar de alguna manera» el alzamiento militar que dio lugar al inicio de la Guerra Civil en 1936.

Asimismo el portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso, Alfred Bosch, ha criticado que Rouco Varela aprovechara la homilía del funeral para invocar «el espectro» de la Guerra Civil, algo que ha considerado considarado «muy poco cristiano».

El diputado de Amaiur Sabino Cuadra ha calificado de «fascista» al arzobispo de Madridy ha destacado que «parece sacado de Atapuerca».

El PP no se pronuncia

En cambio, el vicepresidente primero del Senado, Juan José Lucas, (PP), ha afirmado este martes que únicamente vio el aspecto religioso en la homilía del cardenal Rouco Varela. «La interpretación que se ha hecho para unos será correcta y para otros menos correcta, yo vi únicamente el aspecto religioso», ha dicho Lucas y ha añadido que «el aspecto religioso tiene que desenvolverse en una sociedad como la española que tiene también una sociedad civil».

Por su parte, el vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, no ha querido opinar al respecto. «No valoro políticamente una homilía», ha respondido.

De igual opinión se ha mostrado el fiscal general del Estado, Eduardo Torre-Dulce: «No hago comentario sobre autoridades políticas o religiosas. Están en el ejercicio de su libertad de expresión».

El PNV desprecia al cardenal

También el diputado del PNV Emilio Olabarría ha eludido este martes dar una respuesta «más dura» a Antonio María Rouco Varela por sus palabras durante el funeral por el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, ya que el arzobispo de Madrid, «afortunadamente», ya pertenece al pasado y lo que diga no es «relevante».

 

 

Asediado por el diablo tras jugar con la uija

Durante años Guillermo no supo el origen de sus males

Asediado por el diablo tras jugar con la uija: su liberación comenzó en la parroquia de Medjugorje 

Actualizado 2 abril 2014


Jesús García / ReL
 

Muchos testimonios coinciden en relacionar la actividad demoníaca con haber participado en juegos o adivinaciones con uija
Muchos testimonios coinciden en relacionar la actividad demoníaca con haber participado en juegos o adivinaciones con uija

Guillermo Ortea llevaba una vida aparentemente normal. Casado y padre de cuatro hijos, nada hacía suponer que los problemas que acontecían en su vida y que poco a poco iban minando a la familia, podían tener un origen diabólico, camuflado en lo que parecía un sencillo e inofensivo juego de adolescentes: la tabla ouija. 

El último fin de semana de marzo de 2014 Guillermo Ortea contó su experiencia personal ante numerosos jóvenes y padres de familia en Barcelona y Gerona, advirtiendo de los peligros de las prácticas espiritistas. 

Él mismo cuenta que hasta quince años después de sus juegos con la ouija no se dio cuenta de que sufría de una influencia demoníaca que afectaba a todos los ámbitos de su vida, hasta llevarle al límite de la desesperación tanto a él como a sus familiares. Ahora da su testimonio para advertir a los jóvenes que estas prácticas espiritistas no son ningún juego inofensivo.

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-Guillermo, eres una persona de oración. En tu casa, a día de hoy, no pasa el día que tu esposa y tú no recéis juntos el rosario. ¿Has sido siempre así?
-No, ni de lejos. Esto es muy reciente. He pasado 35 años de mi vida no teniendo nada presente a Dios. O al menos, muy poco. La familia de la que vengo, en la que soy hijo único, no ha tenido en la fe un referente vital. Tal vez sí cultural, pero no vivencial, como ahora.

-¿Cual es la diferencia entre esa fe cultural y una fe vivencial?
-Rezar con el corazón. Eso marca la diferencia. Una cosa es hacerlo por costumbre, por cultura, por tradición, incluso por obligación, y otra es tener una relación viva, diaria, con Cristo. Tener presente a Dios en todas las cosas de tu vida, no solo los domingos. Para mí, el sentimiento religioso no existió nunca, ni al hacer la Primera Comunión ni nada. Eso empezó a cambiar hace apenas dos años, estando ya casado y teniendo cuanto hijos. Lo aprendí, o mejor dicho, lo recibí, en una peregrinación a Medjugorje.

-¿Antes de esa peregrinación, ibas a a Misa con tu mujer o te confesabas?
-Iba a Misa los domingos porque mi mujer se empeñaba, y a mí me salía más barato ir que pelearme con ella, pero era el primero en salir de la iglesia, nunca me enteraba de nada y lo que dices de confesarme, desde los tiempos del colegio fue algo que no hice salvo para alguno de los bautizos de mis hijos, que también viví de forma cultural. Me hubiese dado lo mismo bautizarlos cristianamente que bautiarlos por el rito hindú.

-¿Fuiste entonces a un colegio religioso?
-Sí, y curiosamente ahí se originaron mis problemas. Fuí a un colegio católico, muy conocido en Barcelona. Mis padres, que no eran personas religiosas, me llevaron ahí con 13 años para ver si me centraba. A esa edad yo ya me distraía demasiado con las chicas y con otras cosas y querían algo más estricto para mí.

-¿Por qué dices que tal vez ahí empezaron tus problemas?
-Porque fue en una de las convivencias para chicos que se organizaban en el colegio donde mi grupo de amigos y yo hicimos el idiota, pero prefiero contártelo más tarde, es importante seguir un orden.

-De acuerdo, tú mismo.
-Cuando mi mujer y yo nos casamos estábamos muy enamorados. Ahora creo que lo estamos más, pero el camino ha sido muy doloroso. Yo diría que incluso hemos llegado al borde, al límite de la separación, lo cual para mí creo que hubiese sido fatal. Me hubiese desesperado y posiblemente no estaría aquí contandote mi vida.

-¿Por qué llegasteis a esa situación?
-Por mi comportamiento inmaduro e ilógico, absurdo en muchísimas cuestiones sin importancia del día a día, y en otras muchas que sí que la tenían. Yo no estaba centrado en mi vida, en atender a mi mujer y mis hijos y siempre estaba distraído con cualquier cosa que me apeteciese a mí

»Esto poco a poco te va separando de la familia, huyes de tus responsabilidades, yllegamos un poco al límite cuando nació nuestra cuarta hija, porque nació con una enfermedad severa, lo que que te exige mucho más, y yo sin embargo, empecé a dar mucho menos. Me escondía.

-¿Cómo salisteis adelante?
-Mis suegros percibieron que estábamos llegando a una situación límite. Ellos ya vieron que sus rezos se estaban agotando sin que se remediase nada en nosotros y nos ofrecieron, como recurso de emergencia, ir a Medjugorje.

-¿Qué pensaste tú cuando te lo ofrecieron?
-Yo dije a mi mujer: “Perdona, pero yo no voy a dedicar mis vacaciones a estar en un convento ni nada así. No me da la gana, no me fastidies. ¿A qué voy a ir a Medjugorje? ¿Pero eso qué es?”.

– ¿Cómo es que fuiste, entonces?
-Por respeto a mis suegros. Ellos estaban preocupados, y son unas personas que nos quieren mucho. A su hija por supuesto, pero yo sé que a mí también me quieren mucho, y ya que me ofrecían algo por ayudarme, me sabía mal despreciarles. Acepté ir con mi hija Elena. Si Dios existía, que me lo demostrase curándola a ella.

-¿Qué pasó en Medjugorje?
-La pregunta sería mejor qué no pasó en Medjugorje, pero bueno, voy a tratar de resumir aquel segundo día allí.

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-Adelante
-Mi mujer se quiso confesar y fuimos hacia la parroquia. Cuando salió del confesionario fuimos dentro de la iglesia para oír Misa. Esto era durante el Festival de Jóvenes de Medjugorje y el día anterior habíamos oído Misa en la explanada, pero ese día decidimos quedarnos allí dentro, atrás del todo. 

»De repente entró una monja en la iglesia, una señora muy delgadita, con el pelo grisáceo, con una rebeca azul, una camisa grisácea y una falda larga de tubo, también azul. Tendría unos cincuenta años y su cara era muy dulce. Transmitía mucha paz. Se sentó al lado de Elenita y empezó a jugar con ella. La peque se quiso sentar en ella. Yo lo intenté evitar pero esta señora dijo que no pasaba nada, y así estuvieron toda la Misa. Había cierta comunicación entre ellas y a Elenita se le notaba estar a gusto a su lado

»Cuando llegó el momento de ir a comulgar, la monja, en italiano, sin venir a cuento, nos dice: “Vuestra hija no está enferma”. Yo me quedé como aturdido, porque se me juntaron demasiados pensamientos en la cabeza. Primero, quien eres tú para decirme a mí que mi hija no está enferma. Pero al mismo tiempo hubo sorpresa, porque ella no tenía por qué saber que mi hija tiene lo que tiene, ya que no se le nota a no ser que le de un episodio de epilepsia, que no fue el caso.

»Cuando pude reaccionar, le dije: “Mire señora, sí que lo está”. Pero insistió: “No, no está enferma. La niña tiene un bloqueo. Hay algo oculto que la bloquea”. Yo empecé a pensar que la mitad de aquel pueblo estaba loco. Se me hizo un nudo en la cabeza, de verdad. Me sentó mal, pero al mismo tiempo pensaba muy rápido sobre por qué esta señora nos decía esto. Entonces ella insistió: “Vuestra hija está sana. He rezado por ella durante la Misa y he percibido algo que no me gusta. Cuando volváis a casa llevadla a vuestro párroco y que haga una oración de liberación por ella. En un futuro, sanará. Creedme, que sé de lo que hablo”. Entonces, cambió el semblante, se pudo seria y nos preguntó a mi mujer y a mí:”¿Habéis hecho algún tipo de magia, espiritismo o habéis jugado con la güija o algo así?”.

-¿Os sentisteis incómodos?
-¡Por supuesto! Nos hizo preguntas fuera de lugar. Yo pensé que había sido un error ir a ese sitio. Yo no estaba preparado para ese episodio, pero no fue nada con lo que vino a continuación.

-¿Qué fue?
-Comulgamos y en cuanto nos dieron la bendición nos marchamos. Sabes que en la iglesia de Medjugorje hay un espacio entre la puerta del templo y la puerta de la calle, donde están colocadas las pilas de agua bendita y las revistas de la parroquia. Tal vez tardas cinco segundos en atravesarlo.

-Sí, así es
-En ese tramo, en ese lugar, a mí se me abren unos recuerdos en mi cabeza que yo tenía absolutamente olvidados, y de repente veo con toda claridad una serie de imágenes, como en flashes en mi cabeza, de mi época del colegio, con unos trece años, haciendo espiritismo con una güija.

-¿Puedes describir con detalle lo que viste?
-Perfectamente. Fueron unos recuerdos muy nítidos, que me vinieron de golpe, y que yo no había recordado jamás en mi vida, desde no sé cuando. Estaba yo con un grupo de compañeros del colegio, en una de sus casas de convivencias, alrededor de una güija que habíamos fabricado nosotros. Recuerdo que lo hicimos porque nos aburríamos, y no fue una sola vez, sino más veces. Era algo en cierta manera habitual. Pero sí que recuerdo que la primera vez fue en una de esas convivencias. De hecho, recuerdo las caras de las personas que estábamos allí.

-¿Qué recuerdas en cuanto a sensaciones?
-Recuerdo el morbo por lo desconocido, por lo prohibido, la curiosidad del adolescente ante lo peligroso. Recuerdo que aquel vaso se movió, pero yo ya no sabría decirte si lo movía yo o si se movía solo, y no te puedo dar muchos más detalles. Al mismo tiempo que esto se me revela en la cabeza, me acuerdo de algo que me asustó, y es verme a mí mismo haciendo güija, yo solo en mi casa, con una tabla que me fabriqué después yo mismo. Se me ponen ahora los pelos de punta.

-Guillermo, de todo esto que me cuentas, ¿no te acordabas de nada?
-Cero. Jamás. Nunca. Algo pasó alguna vez que me hizo olvidarlo todo. Y de repente, lo veo tan nítido como cualquier recuerdo de cosas que he hecho esta mañana. Fue un recuerdo que aglutinaba todas las veces que había hecho aquello, que no fueron dos o tres, fueron muchas, con relativa frecuencia, de manera muy inocente, por curiosidad, por pasar el rato, sin ninguna intención extraña. No sé, supongo que cuando eres adolescente buscas divertirte de cualquier manera y nunca nadie nos advirtió del peligro que eso conllevaba. No sabíamos ni de lejos lo serio que es este problema.

-¿Recuerdas cuando dejaste de hacer aquello?
-Yo hice güija con frecuencia los años que fui alumno de este colegio, que fue entre los trece y los dieciocho. No volví a hacerlo más y ni siquiera me acordé. Es como si me hubiesen cortado esos recuerdos de golpe al mismo tiempo que el interés por hacerlo. Pasó algo que me cortó la conciencia de haberlo hecho, pero no sé qué fue. No me volví a acordar hasta ese día en Medjugorje, en el momento en que salgo de esa iglesia.

-¿Cómo reaccionaste?
-Me puse literalmente malo. Me entró un sudor muy frío, se me aceleró el corazón y me temblaron las piernas. No es una forma de hablar, sino que literalmente casi me caigo. Salí de allí en estado de shock. Tuve que sentarme porque justo a continuación de recordar todo eso, tomé conciencia enseguida de que a mí me pasaba algo que tenía que ver con aquello, que los comportamientos tan extraños que he tenido siempre con mi familia, vienen de aquello. 

»Que hay muchas cosas que he hecho muy mal y que yo no sabía por qué las hacía, cosas que me descentraban de lo que realmente era importante en mi vida. Tomé conciencia de que había algo en mí como que me gobernaba más que yo,haciéndome tomar decisiones erróneas y haciendo que me comportara de manera equivocada. Entonces me di cuenta, allí sentado en la puerta de la parroquia, y sentí algo así como que Dios, o la Virgen, o quien fuese, como que me decía: “Guillermo, no es tu hija quien necesita ayuda, sino tú. Déjala a ella que está muy bien cuidada y ocúpate de arreglar lo tuyo”.

-¿Qué es «lo tuyo»?
-Yo he tenido algún tipo de influencia diabólica en algún grado. No creo que haya sido una posesión, pero sí he vivido bajo la influencia severa del Demonio durante años.En Medjugorje, gracias a Dios, la Virgen empezó a poner orden en mi desordenada vida, empezando por darme a conocer cual era mi problema, y el de mi familia. A partir de Medjugorje he ido conociendo verdades de nuestra fe, tan desconocidas incluso para los católicos en el seno de la Iglesia, que al principio te descuadran, pero que luego son muy ordinarias.

-¿A qué tipo de verdades te refieres?
-Hay muchas cosas que pensamos que no son verdad, y que sí que lo son. Por ejemplo, los dones del Espíritu Santo, esos de los que habla San Pablo. No son una manera bonita de hablar. Existen y si te abres a Él y le invocas con fe, se te dan. Son cosas que no se ven, como lo que nos pasó con esta religiosa en la iglesia.

-¿Dormiste aquella noche?
-¿Cómo voy a dormir? Es imposible. No pegué ojo. El cuerpo se resiente de tantos impactos en un solo día. Es como que se tiene que adaptar a las realidades del espíritu.

-¿Como estabas el día siguiente?
-El día siguiente mi estado era flotar.

-¿A qué te refieres?
-A que yo voy flotando. De repente la vida me pareció tan maravillosa, que parecía que mi cuerpo me pesaba poco. No se qué me pasaba, pero vi la vida como un don precioso, y empecé a rezar.

-Bueno, ya habías rezado un poco los días de antes.
-Yo no había rezado en mi vida. Ahí me di cuenta de lo que era rezar. En Medjugorje la oración te brota a raudales, no lo puedes parar. Es como respirar, una presencia de Dios constante, casi tangible. Como no sabes muy bien qué hacer con ese deseo, pues yo empecé a rezar rosarios, y no se cuantos pude rezar ese día. Fue maravilloso rezar sin esfuerzo. A mí siempre me había costado tanto, y de repente yo rezaba con la misma facilidad con la que das pasos al andar. Así pasé el resto de días en Medjugorje, flotando, rezando y feliz. Conociendo una felicidad nueva. Y así, volvimos a Barcelona.

-¿Qué reflexiones haces una vez que llegas a casa?
-Poco a poco fue pasando el tiempo y de una manera nítida me doy cuenta de que quien necesita ayuda de Dios no es Elenita. Ella es un ángel que nos ha enviado Dios, a la que Dios quiere mucho tal y como es, y que quien más bien necesita un milagro, soy yo. Me doy cuenta también de que nosotros no vivíamos la fe como debíamos vivirla. Al regresar a Barcelona comenzamos a vivir la fe desde una postura apostólica y evangelizadora en la que yo no me reconocía. O al menos, no me ubicaba para nada sabiendo como era apenas unos días antes. La vida te da la vuelta.

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-¿Sabrías decirme qué diferencia ves tú, desde tu perspectiva de cristiano que deja la fe y luego es converso, la diferencia entre rezar y orar?
-Creo que rezar es recitar unas oraciones y orar es ponerse en presencia de Dios. Compartir con Dios tu vida familiar. Eso es lo que empezamos a hacer a la vuelta de Medjugorje. Metimos a Dios en casa. Desde la vuelta de Medjugorje la vida en casa ha cambiado. Ante cualquier tesitura, nuestra actitud, la de mi mujer y la mía, es otra. Es diferente, y es que de verdad yo siento que a mí me han cambiado. 

-¿Cómo afrontasteis el tema de tus sesiones de güija?
-Empezamos a hacer oraciones de liberación. No exorcismos, pues es diferente, y el exorcismo requiere de una liturgia especial oficiada por un exorcista, pero sí pequeñas oraciones en las que implorábamos a Dios mi liberación, o la de aquellos que la necesitaran en mi familia. Entonces mi suegra me recomendó hacer un retiro, unos ejercicios espirituales dirigidos por el padre Ghislain Roy, un sacerdote canadiense que sabe de esto.

-¿A qué te refieres con lo de que ese padre Ghislain sabe de esto?
-El padre Ghislain es un sacerdote canadiense que posee una serie de dones que se han manifestado a lo largo de su vida sacerdotal, cosas extrañas incluso para la inmensa mayoría de los católicos, pero que están todas ellas descritas en la Palabra. Una de estas cosas es el descanso en el Espíritu. Al menos así lo llaman los que participan de la espiritualidad de la Renovación Carismática, gente muy abierta a las manifestaciones del Espíritu Santo.

-¿Qué es un descanso en el Espíritu?
-Pues yo no te se explicar realmente lo que es, pero yo viví un descanso de unos treinta minutos.

-No sé si eso es mucho o poco…
-Pues es una barbaridad. No suelen durar más de unos diez minutos, como mucho.

-¿Puedes relatar lo que viviste?
-Claro, no es nada raro, aunque ya sé que para muchos lo parece. Verás. El sacerdote te impone las manos y ora por ti. Entonces, Dios obra en ti de una manera sensible a los sentidos. Tal es así que te caes al suelo. Tu cuerpo se debilita y sin perder la consciencia, vives una experiencia en la que sin dejar de estar en la Tierra, tu espíritu, tu alma, saborea de alguna manera a Dios.

-¿Es algo parecido a lo que santa Teresa llamaba un arrobamiento?
-No lo sé. Podría ser.

-¿Dices que esto es normal?
-Sí. Lo anormal es que los sacerdotes no crean el poder del que disponen por el Orden Sacerdotal. Los sacerdotes tienen mucho poder. Si me apuras, y sin comparar lo que una y otra cosa son, pero más raro es lo que sucede en la transubstanciación, que un pedazo de pan se convierte en Cristo, y a todo el mundo le parece normal. Supongo que será cuestión de costumbres o educación, pero esto es así.

-De acuerdo. Sigue con tu descanso.
Cuando el padre Ghislain me impuso sus manos y oró en silencio, yo caí hacia atrás. Entré en un estado en el que como te he dicho, no llegas a estar inconsciente, pero al mismo tiempo recibes una percepción más amplia de las cosas. No se queda en la percepción física de los sentidos, sino que va un poco más allá. Los trasciende y ves cosas que pasan en tu interior, en tu alma.

-Suena a rollo esotérico.
-Esotérico y demoniaco fue la güija. Esto es de Dios. Yo lo llamaría místico. Nuestra historia como católicos está repleta de experiencias místicas en las vidas de los santos, por las que precisamente les hicieron la vida imposible, y luego ya ves. Son manifestaciones de Dios a través de sus elegidos. En este caso, a través de este sacerdote. 

-¿Cómo acabó esta experiencia?
-Yo estaba tumbado y empecé a ver como empezaban a salir hacia fuera de mí unas manchas negras, como nubarrones, que se iban hacia una luz que había encima de mí. Allí se disolvían. Yo esto lo veía mientras vivía una sensación de mucha calma, de mucho bienestar. Me pregunté que sería todo aquello, y lo interpreté como que era porquería o algo así que había en mí. Así un buen rato hasta que aquello dejó de salir e hice un ademán como de levantarme, pero el padre me lo impidió y me dijo: “No te levantes aún. Quédate ahí y deja que el Señor llegue a ti”. Me volví atrás y en unos tres segundos comenzó una segunda oleada. Ahí tuve una conciencia mucho más clara de que el Señor me estaba limpiando, así que esta vez me dejé hacer a conciencia. Llegó un momento que me encontraba tan bien, que tenía tal sensación de paz y de alegría al mismo tiempo, que yo pensé: “Señor, déjame ver a la Virgen. ¿Puedo verla ya?”. Pero no la vi. Creo que lo que yo viví es una antesala del Cielo, pero no me morí. Aquello acabó, me levanté y me marché.

-Dice la Palabra que cosas sorprendentes veremos si tenemos fe.
-En ese retiro se ven estas cosas. En Medjugorje también. Creo que en este retiro yo quedé liberado de lo que a mí me pasase, que llevaba arrastrando desde mi adolescencia, cuando al jugar con la güija abrí la puerta a la parte oscura de nuestra realidad trascendente, y luego, en verdad, nunca se la abrí a la parte buena, y ahí quedé atrapado. Jugar con la güija es como meter una bala en el tambor de una pistola y dejar espacios libres. Puede que no pase nada, o puede que sí. Si pasa tendrá conceciencias fatales.

-Una vez que ha pasado tanto tiempo, ¿qué recuerdas de Medjugorje? ¿Qué dirías si un desconocido te preguntases qué es lo que te sorprendió de allí, fuera de tu experiencia tan íntima?
-Que allí no te cuesta nada ponerte en presencia de Dios. Es como un cielo terrenal. Ambas realidades se solapan. Allí no te cuesta nada rezar ni ir a Misa.Cuando digo nada, es nada. Allí tu ser desea rezar, desea ir a Misa. Allí tu ser toma conciencia sensible al cuerpo de tu neecsidad de Dios. Yo esto no lo había visto nunca antes, ni nadie me lo había explicado. Allí pasa algo.

-¿Qué?
-Allí pasa lo que la Virgen quiere que te pase, y lo que tú la dejes hacer. Allí tú llegas y de primeras no pasa nada, pero en un momento dado, cuando quieres darte cuenta, es como si hubiese un parón en el tiempo, en el que entras y como que todas tus inquietudes, tus angustias, se quedan a un lado temporalmente, como congeladas. Así te da tiempo a detenerte en lo realmente importante en tu vida, que es dónde está Dios. Te da tiempo así a conocerle, un poquito, y cuando todo recobra su velocidad normal, tú ya has cambiado. 

»De hecho, una vez que regresas a casa, puede ser muy duro, porque regresas a una realidad repleta de cruz, y allí como que se ha quedado un poco a parte. Vuelves a la realidad limitada temporal de la que de alguna manera has salido por un tiempo. Pero es muy importante dejarte hacer, ponerte esos días en manos de Dios con el corazón abierto. Con confianza. Allí no hay cruz. Allí hay alegría. Allí no hay gente con mal humor, ni malas caras. En Medjugorje se crea una comunidad brutal entre miles de personas que solo desean el bien, un bien que conocen y que reconocen que viene de Dios, y conocen la manera de importarlo a sus vidas. Allí la vida no cuesta.

-¿Te sigue siendo fácil rezar?
-Sí, me es mucho más fácil que antes de ir a Medjugorje. Ya te dije que para mí, ir a Misa, era una tortura. Y orar, hablar con Dios, con Cristo… ahora es tan normal… Es como si hubiera conocido a un amigo nuevo, con el que más te gusta estar, con el que más te gusta compartir. Un amigo divino que está a la altura de los hombres. Es brutal.

-Ahora que le conoces y que le quieres dar a conocer, ¿quien dirías que es Dios?
-Dios es amor. Un amor enorme con el que puedes hablar y nunca pone mala cara.

-Guillermo, quiero hacer una reflexión contigo en este momento. Tú estudiaste en un colegio católico y te dedicabas a jugar con la güija. En España, algo se ha hecho muy mal para que habiendo tenido tan fácil la evangelización, haya tanta gente tan alejada de la Iglesia. ¿qué hemos hecho tan mal?
-Yo creo que nos han contado mal a Dios, lo hemos explicado mal. Durante muchos años no se ha contado bien cómo ni quien es Dios. La imagen que a mí me vendieron de Dios era falsa. Si me lo hubiesen presentado bien, tal vez no habría necesitado ir a Medjugorje, pero me lo contaron mal.

-¿Por qué? Quiero decir, que no sería con mala intención.
-Claro que no. Sencillamente se ha explicado mal a Dios porque no se le conocía. Si no conoces a Cristo no puedes presentarle. Necesitas vivir una experiencia que se llama encuentro personal con Cristo, en el que estáis solos tú y Él, sin nadie más que te contamine ni te distorsione, ni a favor ni en contra. Si le conoces ahí, ya podrás vivir tu experiencia de fe, no la que te contaron otros. Yo ya le he conocido, y con todo lo pecador que llego a ser, doy testimonio de Cristo, porque le he conocido.

-¿Por qué das testimonio?
-Yo doy mi testimonio porque la Virgen pide en Medjugorje que demos testimonio absoluto, y yo tengo una deuda muy grande. Me tomo muy en serio eso de encontrarme delante de Dios y que su primera pregunta sea: “Después de todo esto, ¿qué has hecho? ¿A quien se los has contado? ¿A tu familia y ya está? ¿Yo te enseño el cielo y tu lo metes en una lata?”. La Virgen dice en Medjugorje: “Yo busco apóstoles de hoy que transmitan la luz de Dios”. Lo que nos viene a decir esto es que ella busca gente dispuesta, que ella necesita reclutar gente que se ofrezca, porque somos muy duros y cuando consigue tocar el corazón de uno solo de nosotros, porque se ofrece, necesita que lo cuente.

-¿Cómo está Elena?
-Elena está mucho mejor. No curada, pero mucho mejor. Voy a contarte algo de ella. Cuando mi mujer se quedó embarazada, no la aceptamos bien. Era la cuarta y cayó como un jarro de agua fría. ¡Dios mío, qué error! No entraba en nuestros planes, rompía la carrera profesional de mi mujer. Hubo un rebote importante. Ahora sabemos que ella ha sido el ángel que nos ha enviado Dios para poder conocerle. Es el ángel que nos ha dado Dios para que mi familia siga unida y para llevarnos a Medjugorje. Elenita no necesitaba nada. Ella es así y Dios la quiere así y la quería así porque sabía que lo que mas necesitábamos nosotros era a Elenita, así. Él lo ha querido. Que ella se cura, fantástico. Que no se cura, fantástico también. Ella está cumpliendo en la tierra su misión, que es querernos desde su enfermedad y dejarse querer por nosotros.

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www.jesusgarciaescritor.es

Puede leer el testimonio de Guillermo íntegro en el libro Estamos de vuelta (ed. Libros libres).

 

A los 10 años de «La Pasión» de Mel Gibson

Juanjo Romero

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Diez años de la película «La Pasión de Cristo», de Mel Gibson. ¿Diez años ya? Si querido lector…[dejo un prudente espacio para poder emitir las consabidas exclamaciones: ¡cómo pasa el tiempo!, ¡no puede ser!, ¡qué mayores!, etc] Todavía recuerdo el día que la vi. A los dos o tres días era el estreno en salas comerciales. Me quedé mucho rato rezando, pensando, llorando…, bueno ya no lloraba, pero los efectos eran evidentes. ¿Recordáis la primera impresión?

Para los que consideren que el cine también es un arte, «La Pasión» es quizá la obra artística religiosa de más impacto y más catequética de la historia. ¿Exagero?, creo que no. Quien la haya visto, y son millones, no puede abstraerse a su iconografía y sus referencias. Me explico: ¿habéis intentado acompañar al Señor en el Vía Crucis, o habéis leído el Evangelio sin que os vengan sus imágenes? Lo dudo.

Evidentemente es muy dura. Como decía el director unos días antes del estreno:

–La pasión de Cristo, tal como la narran los Evangelios, fue muy violenta. Si usted es sumamente fiel a esa narración, ¿no cree que la gente podría presenciar escenas demasiado violentas?

–Mel Gibson: Para algunas personas podrían resultarlo, pero…, ¡eh!, fue así. No hay nada de violencia gratuita en esta película. Creo que un menor de doce años no debería verla, a no ser que sea muy maduro. Es bastante fuerte. Nos hemos acostumbrado a ver crucifijos bonitos colgados de la pared. Decimos: «¡Oh, sí! Jesús fue azotado, llevó su cruz a cuestas y le clavaron a un madero», pero ¿quién se detiene a pensar lo que estas palabras significan realmente? En mi niñez, no me daba cuenta de lo que esto implicaba. No comprendía lo duro que era. El profundo horror de lo que Él sufrió por nuestra redención realmente no me impactaba. Entender lo que sufrió, incluso a un nivel humano, me hace sentir no sólo compasión, sino también me hace sentirme en deuda: yo quiero compensarle por la inmensidad de su sacrificio.

La campaña que se montó para que no se emitiese fue brutal, los de mi quinta la recordarán. Mel Gibson no conseguía distribuidora, asumió los gastos y a día de hoy es la película de habla no inglesa (está rodada en arameo y latín) que mayores ingresos ha obtenido en la historia del cine en USA. La reciente «Hijo de Dios» no le ha llegado a la mitad con todo el aparato hollywoodiense en marcha.

Si yo fuera el demonio también habría intentado que no la viese nadie. Si yo fuera el demonio también estaría tan «enfadado» con Mel Gibson que le habría dedicado horas extra. Intentaría por todos los medios que no pusiese sus manos y utilizase su talento nunca más.

Este año, como los nueve anteriores comenzaremos en mi casa la Semana Santa viéndola, el Viernes de Dolores. Os animo, y también os animo a aprovechar los créditos iniciales para rezar por el director.

Gracias, Mel Gibson, por lo que has hecho. Es de justicia dártelas.