Negocio turbio y lucrativo: mujeres y niños son mercancías
El documental sobre el útero de alquiler
Actualizado 30 enero 2014
Tras haber realizado un vídeo sobre el drama de las mujeres que venden sus óvulos y otro sobre el de los bebés probetas, Jennifer Lahl, fundadora y presidente del Center for Bioethics and Culture Network (www.cbc-network.org), ha conseguidoentrevistar a algunas mujeres que han alquilado el propio útero a parejas estériles.
El contenido del nuevo cortometraje está sintetizado en el título “Breeders: a subclass of women?” (“Madres de alquiler: ¿una subclase de mujeres?”).
Mujeres y niños son «una mercancía»
También en este trabajo emerge un cuadro de dolor análogo al de las dos películas anteriores:
– hijos entendidos como “derechos” de los padres;
– un mercado que las trata como mercancía;
– mujeres destruidas, convencidas de que hacían algo bueno;
– prácticas ilegales y descontroladas; una industria en expansión.
«No soy una subrogada – explica una mujer llorando – sino su madre, pensaba que habría podido permanecer vinculada a ellos pero…»
«Creía que era una cosa hermosa pero… estaban a punto de salir de la habitación y les dije: “¡Por favor, dejádmelo ver!”».
Una experiencia que desgasta
En el documental intervienen también expertos, médicos y juristas. Entre estos últimos hay quien explica la gravedad de episodios que suceden en claro contraste también con la ley. Una mujer explica cómo la práctica ya está tolerada: «Una de las voluntarias del hospital llegó y dijo: “Aquí tenemos un caso de maternidad subrogada”». Por último, una pareja desvela con tristeza que «intentar formar una familia fuera de la norma es algo que realmente desgasta…»
Explotando a las mujeres pobres
El equipo de rodaje, dirigido por Lahl, intentó también ir a la India para enseñar la explotación de las mujeres más pobres de los países del tercer mundo.
Pero durante el rodaje las entrevistas fueron interrumpidas bruscamente cuando la agencia que recluta a las muchachas entendió que la finalidad era mostrar la verdad: «Todo nuestro equipo fue dañado y la película fue secuestrada. Estamos ante un negocio poderoso y rico que no quiere desvelar toda la historia. Las mujeres son tratadas como animales de cría» ha explicado Lahl.
(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)