Los 10 bulos más frecuentes sobre el aborto

Desmontados por Benigno Blanco

Los 10 bulos más frecuentes sobre el aborto que aparecerán estos días en los medios 

Actualizado 21 diciembre 2013

ReL

Un feto en el vientre de su madre
Un feto en el vientre de su madre

Benigno Blanco, Presidente del Foro de la Familia y una de las personas que más han trabajado en el mundo entero por erradicar el aborto en el mundo, responde a diez tópicos muy extendidos sobre la supresión del embarazo. Con la presentación de la reforma de la ley del aborto en España se reavivará un debate que nunca ha desaparecido de la sociedad.

Son muchos los mitos, las falacias y mentiras en torno a esta cuestión, y es necesario saber responder con argumentos claros. Este texto publicado en el semanario Alfa y Omega, que dirige Miguel Ángel Velasco, puede ser de utilidad.

1. Se trata del derecho de la mujer a decidir
No. Cuando la ley permite a los libres disponer de la vida de los esclavos, a los padres de la vida de los hijos recién nacidos, a los hombres de la vida de la mujer, a los arios de la vida de los judíos, a los blancos de la vida de los negros, o a las embarazadas de la vida de sus hijos no nacidos…; no se trata del derecho a decidir de los libres, los padres, los hombres, los arios, los blancos o las embarazadas, sino de la denegación del derecho a la vida de los esclavos, los recién nacidos, las mujeres, los judíos, los negros o los aún no nacidos.

2. Hay dudas razonables sobre cuándo se origina la vida humana
No es cierto. Hay evidencia científica de que la vida individual -y no sólo en la especia humana- se origina con la concepción al formarse el patrimonio genético del individuo que le definirá para siempre como uno de la especie humana sin margen de duda alguna. Y si alguien tuviese dudas al respecto, la más elemental consideración ética debe llevar a aplicar una presunción de humanidad o presunción de vida, pues no es admisible asumir el riesgo de matar a un hombre sobre la base de una duda (sobre si está o no está allí donde se dispara, por ejemplo).

3. Si no se legaliza el aborto, habrá abortos clandestinos y morirán muchas mujeres
No es cierto. No hay ninguna evidencia científica de que eso sea verdad, sino de lo contrario:

Cuando algo se legaliza, aumenta su número; y cuando algo se prohíbe, va disminuyendo su práctica. Si no fuese así, el derecho penal carecería de razón de ser.

* En los países donde el aborto está prohibido (por ejemplo, Irlanda) la mortalidad femenina por razones atinentes al embarazo y el parto es inferior a la de países vecinos donde el aborto es legal (por ejemplo, Gran Bretaña). Lo mismo sucede en Chile, único país de su entorno donde no se permite el aborto por ninguna causa, respecto a los países vecinos.

* En todos los países donde se ha legalizado el aborto, su número ha aumentado cada vez más; y en los países donde se vuelve a proteger la vida, su número disminuye, como ha sucedido en Polonia a partir de 1993.

Este argumento da por supuesta una falacia: la de que las mujeres, en cualquier caso, abortarán. Y eso no es cierto, las mujeres van asumiendo el aborto como una solución a sus problemas cuando éste es legal. Si la ley no lo permite, el aborto adquiere el carácter residual de todo lo ilícito.

4. La ONU reconoce el derecho al aborto con carácter universal
Es falso. Ningún instrumento de derecho internacional en materia de derechos humanos reconoce el derecho al aborto, ni con carácter universal (ONU), ni regional (tratados europeos o latinoamericanos de derechos humanos). Así lo ha establecido el TEDH respecto a Irlanda, por ejemplo.

Sí existen algunas plataformas, conferencias internacionales o comités varios en la comunidad internacional que han empezado a usar en los últimos años la expresión derechos sexuales y reproductivos, que algunos quieren interpretar como comprensiva del derecho al aborto; pero ni esas plataformas, conferencias o comités tienen valor jurídico vinculante para los Estados, ni nunca se ha admitido pacíficamente que esa expresión incluya el aborto.

5. La normalización del aborto es la única opción progresista y su implantación es imparable
No es cierto. La normalización legal del aborto es un fenómeno muy reciente -y siempre discutido y contestado en todos los sitios- que empezó (si dejamos de lado los países comunistas que no respetaron ningún derecho humano) en USA en 1973 y, desde ahí, se fue extendiendo a Europa, primero, y después al resto del mundo, a impulsos de ideologías, intereses económicos y estrategias políticas hoy muy contestadas (obsesión maltusiana por el control de la población, revolución sexual sesentayochista, imperialismo yanqui, presión de la industria del aborto y la anticoncepción sobre los Gobiernos, ideología de género, etc).

El aborto no sólo no está normalizado en el mundo, sino que encuentra cada vez más resistencia en todas partes y, en primer lugar, en Estados Unidos, donde empezó este fenómeno. En este país, ya una mayoría de la población se define como pro life -provida- y no como pro choice -pro-elección-, según la encuesta Gallup; y más de la mitad de los Estados de la Unión han aprobado en los últimos años leyes restrictivas del aborto con una cadencia que sigue en aumento, a pesar de contar en estos momentos con el Presidente más proabortista de su historia, Obama.

Por otra parte, varios países del ex bloque comunista han aprobado leyes restrictivas del aborto a partir de 1989 (el caso más exitoso es el de Polonia), y en toda la América Latina se está produciendo una gran resistencia a la aprobación del aborto que se exige a aquellos países de forma insistente y colonialista desde Naciones Unidas.

En la Europa occidental, el aborto es objeto de amplio debate social en países como España, Irlanda, Francia o Italia. En ningún sitio es algo normalizado y pacífico.

6. Sin el aborto, la bomba demográfica explotaría y la vida en la tierra sería imposible
No existe ninguna bomba demográfica sino, por el contrario, un grave problema demográfico de envejecimiento de la población que hace peligrar la subsistencia de nuestras sociedades (en Europa, y en España de forma particular, esto es evidente). Incluso los países que, como China, han apostado por el aborto como instrumento de control de la población, están dando marcha atrás por los terribles trastornos en su población que han provocado.

Incluso si fuese verdad que existiese un problema de crecimiento de la población, noparece que eliminar vidas humanas sea la forma más humana de resolver este problema. El fin no justifica los medios, máxime si los medios son homicidas.

7. El aborto es una conquista feminista a la que no podemos renunciar
No es cierto. El aborto es una solución machista a un problema de todos. El aborto es la garantía última de la irresponsabilidad sexual del varón que, gracias a él, deja en manos de la mujer toda la responsabilidad de las relaciones sexuales: gracias al aborto, el varón se desentiende de las consecuencias de su actividad sexual abocando a la mujer a abortar (y es ella quien cargará con el peso moral, sicológico y vital de esta decisión), o a asumir las consecuencias (la responsabilidad sobre el niño) en caso de no hacerlo.

El aborto sí que es violencia de género contra la mujer. Cuando se legaliza el aborto, la mujer se puede ver sometida a todo tipo de presiones para abortar recayendo sobre ella la responsabilidad de liberar a todo su entorno de la responsabilidad sobre la vida en marcha en su interior.

8. Sin aborto legal, la revolución sexual estaría en peligro
Este argumento sí es veraz. Sin el aborto legal, la irresponsabilidad sexual sistemática y generalizada no sería posible. La legalización del aborto es el precio que pagamos para ser sexualmente irresponsables de forma sistemática, sin consecuencias en el corto plazo. Pero este precio es muy alto: millones de niños que no llegan a nacer, millones de vidas de mujeres destrozadas, una sexualidad deshumanizada, pues su consecuencia no es la vida, sino la muerte, etc.

9. Las leyes permisivas del aborto no obligan a nadie: quien no quiera abortar no está obligado a hacerlo
Este argumento no es cierto, pues:

a) las leyes permisivas del aborto crean estructuras de violencia estructural sobre la mujer para que aborte que no existirían con carácter general si el aborto no fuese legal. Ésta es experiencia común en muchas mujeres que han abortado: no fueron libres, sino que acudieron al aborto presionadas por un entorno que sólo les ofrecía esa solución a sus problemas.

b) La legalización del aborto introduce en nuestro ordenamiento jurídico la violencia como forma legítima de resolver problemas, y esto afecta a toda la sociedad por el efecto pedagógico de las leyes.

c) El aborto legal supone que el Estado asume que no debe proteger la vida de un grupo de seres humanos, los no nacidos. Se degrada así el compromiso ético y humanista del Estado, la sociedad en su conjunto y el Derecho. Y esto siempre tiene consecuencias (negativas).

10. Exigir la prohibición del aborto es una inadmisible injerencia de la Iglesia en la vida pública de una sociedad pluralista
Hipócrates y Galeno no eran católicos -pues vivieron siglos antes de Cristo- y ya establecieron que la ética médica impedía la práctica del aborto. Si legalizásemos todo lo que la Iglesia prohíbe, deberíamos legalizar el asesinato, la violación, el robo…, y prácticamente todo lo que el Código Penal prohíbe. No parece éste, por tanto, argumento muy serio.

Fallece con 92 años el padre Loring

Escribió «Para Salvarte»: 1 millón de copias en España

Fallece con 92 años el padre Loring: evangelizador tenaz, apóstol del ciberespacio, bloguero de ReL

Actualizado 25 diciembre 2013

Pablo J. Ginés/ReL

El padre Loring en junio de 2012... viajero infatigable, ha emprendido su último periplo
El padre Loring en junio de 2012… viajero infatigable, ha emprendido su último periplo

El sacerdote jesuita y predicador incansable Jorge Loring Miró ha fallecido en este día de Navidad de 2013, en la clínica El Ángel de Málaga, con 92 años, después de sufrir un ataque cerebrobascular.

El funeral tendrá lugar a la una de la tarde del 26 de diciembre en la parroquia del Sagrado Corazón de la ciudad.

Nacido en Barcelona en 1921, Jorge Loring tenía muy vivas sus dos líneas genealógicas, la catalana y la andaluza, peroejerció la mayor parte de su ministerio sacerdotal en Andalucía, especialmente como predicador en los astilleros y otras industrias de Cádiz, Puerto de Santa María y la costa andaluza.

El Ayuntamiento de Cádiz ha declarado, en honor a su figura, que el consistorio mantenga a media asta las banderas durante 3 días.  El Ayuntamiento recuerda que «el padre Loring era muy conocido y querido en la ciudad y en 2006 fue nombrado Hijo Adoptivo de Cádiz«.

Se ordenó sacerdote en 1954, a los 33 años. Durante un cuarto de siglo fue el encargado espiritual de cinco grandes fábricas de Cádiz, pero su fama le vino por sus libros y conferencias sobre la Sábana Santa de Turín, del que era una autoridad mundial. Era un tema sobre el que impartió charlas por América y Europa hasta casi el final de su vida.

«Infatigable» e «incombustible»
El adjetivo que más se aplicaba en los últimos 20 años a este jesuita era «incansable», «infatigable» e «incombustible». Parecía que iba a vivir para siempre, y sin dejar de trabajar. En este mismo año 2013 publicó una reedición en Editorial Buenas Letras de su divertido libro «Anécdotas de una vida apostólica», donde cuenta numerosas «batallitas» de evangelización en las situaciones más extrañas: con masones en México, obreros de la construcción y aviadores, perdido en aeropuertos, en misiones callejeras por Barcelona, descubriendo Internet, etc…

Otra de sus obras más recientes es «Más de 200 respuestas a preguntas que usted se ha hecho sobre la fe, la moral y la doctrina católica» (febrero de 2010, LibrosLibres), en su particular estudio sencillo y contundente.

Era bisnieto de la familia industrial de Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia Livermore, y su padre fue el ingeniero malagueño Jorge Loring Martínez, que patentó diversos avances en navegación aérea y fundó una línea de zepelines entre Sevilla y Buenos Aires.

Por eso, Loring siempre usó su capacidad divulgativa y su lenguaje extremadamente sencillo y directo para refutar el supuesto conflicto entre ciencia y religión.

Como muchos otros jesuitas de la historia y de la actualidad, era un enamorado de la astronomía (aunque sólo a nivel aficionado).

Hablar del infierno… y no perder el humor
Como el también jesuita Jorge Bergoglio (Papa Francisco), a Loring le gustaba hablar del demonio y del infierno, sin ninguna concesión a la postmodernidad. Solía citar en entornos industriales sus visitas a altos hornos, el material fundido a altísimas temperaturas, para ayudarse con imágenes infernales, pero sin que faltase nunca el buen humor.

Con más de 63 ediciones, su libro «Para Salvarte» era una especie de enciclopedia en lenguaje divulgativo de la fe católica, siempre centrado en «lo que importa, que es salvarse». Sólo en España circulan más de 1 millón de ejemplares. Además publicó ediciones en México, Ecuador, Perú, Chile, EE.UU., Egipto, Israel, Rusia, etc.

Cura anciano…¡ciberapóstol de éxito!
Toda su vida recibió y contestó un flujo inacabable de correo, pero con la llegada de Internet se multiplicó y se convirtió en un «ciberapóstol» que intentaba responder a todo el mundo, incluso preguntas comprometidas sobre sexo o moral, aunque fuese remitiéndose a textos que ya había escrito, o con respuestas personalizadas.

En diciembre de 2009, cuando tenía 88 años, empezó a escribir en su blog de ReligionEnLibertad (llamado, cómo no, «Para salvarte») y se mantuvo fijo como blogero 4 años.

El pasado 9 de diciembre de 2013 aún publicaba este texto sobre la verdad, una declaración de intenciones (quizá un testamento) sobre una vida dedicada a hablar con firmeza y certeza sobre las cosas de Dios, sin dejarse nunca cortejar por relativismos ni tibiezas. Refleja a la perfección sus pasiones, su estilo y su ministerio de toda una vida. Publicamos aquí ese último texto en ReL.
La verdad 
(Jorge Loring, sj, 9 de diciembre de 2013)

Leí en IDEAS CLARAS del 23 de marzo, un artículo de J. R. Ayllón que me ha sugerido este escrito sobre LA VERDAD.

Podríamos definir la verdad como la concordancia de nuestras ideas intelectuales a la realidad.

Ante la verdad podemos adoptar tres posturas: la duda, la opinión y la certeza.

La duda: cuando no tenemos razones para optar por una cosa o por otra. Si en el campo me encuentro un manantial de agua dudo si es potable o no.

Puede ser potable porque es agua de la sierra; pero puede estar contaminada de sales tóxicas.

Hay que analizarla para salir de la duda.

La opinión se da cuando tengo razones para optar en un sentido, pero no son suficientes para la certeza: ¿hay seres inteligentes en otros astros?

Ni la ciencia ni la religión me impiden creerlo. Dado el número de miles de millones de astros del cosmos, parece probable que los haya.

Pero en el Observatorio de Arecibo (Puerto Rico) han mandado un mensaje binario que ha llegado a los límites de nuestra galaxia y no hemos recibido respuesta.

No estamos seguros de que los haya.

Se da certeza cuando puedo optar con seguridad. Esta seguridad puede venir:

1.- Por evidencia racional: el todo es mayor que su parte.

2.- Por comprobación experimental: el café me quita el sueño.

3.- Por testimonio ajeno:

Éste puede ser:

a) humano: La fórmula de Einstein, e=mc2. La energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado.

b) divino: palabras de Cristo-Dios: su presencia real en la Eucaristía.

Para garantizar la confianza del testimonio me tiene que constar de que “sabe lo que dice y dice lo que sabe”.

Es decir, no es ignorante del tema y no me engaña.

Y yo me digo: ¿hay alguien más listo que Dios, y que yo pueda saber que no me engaña?

Por eso:

SÉ DE QUIÉN ME HE FIADO: DEL AMIGO QUE NUNCA FALLA, JESUCRISTO

JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com
www.arconet.es/loring