Cuidados paliativos especiales al final de su vida

En España cerca de 130.000 pacientes necesitan cuidados paliativos especiales al final de su vida

En España cada año unos 250.000 pacientes tiene su enfermedad en fase avanzada o terminal, de ellos se estima que 130.000 necesitan cuidados paliativos especiales al final de su vida, sin embargo, alerta el doctor Javier Rocafort, director médico de la Fundación Vianorte-Laguna, actualmente, no se cuenta con un Área de Capacitación Específica en Medicina Paliativa que ayude a atender como corresponde la demanda.

26 de noviembre de 2013

(EUROPA PRESS)

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En Europa ya existen 13 países en los que hay especialidad y Subespecialidad en Cuidados Paliativos, y, explica a Europa Press, «si nos consideramos un país europeo, debería regularse la forma en que se garantiza que un profesional sabe lo suficiente como para atender la fase final de una enfermedad cuando ésta es compleja».

No obstante, sin esta acreditación formativa, España se encuentra en la media de los países europeos aunque, advierte, «una de las cuestiones por las que no está a la cabeza del ranking es precisamente la falta de una especialización en paliativos».

Actualmente, de las 43 facultades de medicina, solo la mitad imparten asignaturas optativas de Paliativos, y únicamente hay 6 con programas formativos obligatorios. Sin embargo, «los cuidados paliativos son un derecho para todos los españoles», desde el momento en el que existe una Estrategia Nacional en Cuidados Paliativos para el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS), probada por unanimidad en el Consejo Interterritorial en 2007.

«La estrategia es asumida por todas las comunidades autónomas y casi todas han desarrollado planes completos de cuidado palitaivos», afirma, aunque «todavía quedan huecos por cubrir que nos equiparé a otros países europeos».

A nivel de la asistencia en España, entiende que el hecho de que los cuidados paliativos sea una disciplina «joven», sumado a la crisis que afecta desde hace años al país, han provocado que «haya zonas de España donde no hay una previsión completa y otras zonas donde hacen falta más equipos de paliativos».

«Los equipos están bien compuesto por profesionales capacitados pero sin un área de capacitación no podemos garantizar que el cien por cien de los equipos este compuestos por profesionales capacitados», afirma Rocafort, quien señala que «los ciudadanos españoles se merecen que la Administración garantice que los sistemas de selección, para conseguir profesionales adecuados, sean sistemas serios, basados en un título para desempeñar esta profesión».

Esta petición no es nueva, desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, así como desde organizaciones profesionales y familiares ya se ha realizado esta demanda que, por otra parte, «ha sido bien recibida desde la Administración y los grandes grupos políticos, así como desde el resto de sociedades médicas».

Precisamente, con el objetivo de dar a conocer aún más la situación de estos profesionales el Hospital Centro de Cuidados Laguna se ha organizado una Jornada sobre Especialización en Cuidados Paliativos. «Queremos poner de manifiesto, uniendo a todas las partes implicadas en una posible capacitación, que se puede hacer y que no hay barreras para llevarlo adelante, ya que hace falta en España», añade.

DOLOR FÍSICO Y PSICOLÓGICO

El objetivo de los cuidados paliativos es mejorar la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales.

Los equipo de cuidados paliativos están compuestos por profesionales de medicina y enfermería, así como psicólogos e incluso asistentes sociales. «Cuando la situación del paciente no se puede controlar con los medios clásicos requiere una atención especial», explica.

Es decir, «cuando un paciente no tiene una situación compleja, no hay problema porque no necesitan un equipo especializado de paliativos», sin embargo existe un gran número de pacientes que deben de afrontar «el dolor, la disnea, la angustia, y problemas sociales e incluso con la información que reciben» a los que se les debe ofrecer garantías de control de los efectos que le genera su enfermedad.

«La medicina paliativa, con distintos tipos de estrategia ha conseguido poder garantizar el control de cualquier síntoma hasta un nivel de control completo o muy soportable, en el que un síntoma grave se convierte en un síntoma leve», añade, al tiempo que destaca que su objetivo es «conseguir un grado de dolor muy aceptable y perfectamente soportable».

«Esto se puede conseguir siempre cuando interviene un equipo de palitivos por muy complejo que sean los síntomas», afirma Rocafort, quien destaca que en España existe mucho nivel entre los profesionales.

Cerca del 60 por ciento de los enfermos en fase terminal puede presentar dolor, mientras que de ellos el 35 por ciento los sufre de modo grave o severo, según una revisión de datos de estudios sobre prevalencia del dolor en enfermos que sufren enfermedades terminales en España. Como ejemplo, destacan problemas respiratorios afectan a entre el 70 y 90 por ciento de los pacientes con cáncer durante la última semana de vida, sobre todo se ven afectados por la sensación de asfixia.

Más a allá del dolor físico, se encuentra e estado psicológico de estos pacientes, así se sabe que en el 30 por ciento casos los pacientes en fase avanzada pueden sentir desánimo, mientras que el 43 por ciento presentan niveles elevados de angustia que necesitan el apoyo de profesionales.

«Esta situaciones demandan que los profesionales que les atienden sean muy competentes. Estamos poniendo toda la atención en una situación muy delicada y, por tanto, el manejo de estos síntomas debe ser exquisito», ha explicado reiterando que la importancia del desarrollo de un Área de Capacitación.

Por otra parte, destaca el beneficio que puede suponer en cuanto al ahorro la puesta en marcha de unidades de Cuidados Paliativos. Así, se ha estimado un ahorro que podría suponer un 40 por ciento, ya que favorece el control sobre las prescripciones farmacéuticas y pruebas complementarias.

La lucha por la vida de un bebé prematuro

Se llama Ward Miles

La lucha por la vida de un bebé prematuro extremo de 700 gramos revoluciona las redes sociales

Actualizado 25 noviembre 2013

Aciprensa

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Ward Miles Miller nació tres meses y medio antes de la fecha prevista de parto y con un peso de 700 gramos. Su padre Benjamin, fotógrafo de bodas, registró en un conmovedor video la intensa lucha de su hijo y la abnegación de su esposa Lyndsey por lograr su recuperación.

El video fue publicado el 31 de octubre pasado para conmemorar el primer año de Ward en casa. El bebé debió estar 107 días en una incubadora tras su nacimiento el 16 de julio de 2012, fiesta de la Virgen del Carmen. El video comienza con imágenes tomadas cuatro días después de su nacimiento, la primera vez que su madre Lyndsey lo pudo abrazar.

Benjamin Scott Miller cuenta en Vimeo, donde superó las 140 mil vistas, que su video «resume el primer año de mi hijo. Nació muy prematuro y tuvo que superar muchos y grandes obstáculos, pero no mayores que nuestro Dios. Esta es una historia del amor de una madre por su bebé«.

«Hice este video para conmemorar su primer año y lo lejos que ha llegado», dice Benjamin y revela que preparó el breve filme como un regalo de cumpleaños para su esposa.

«Quiero agradecer a los médicos, enfermeras y personal de todo el mundo que tiene comomisión hacer que los bebés estén mejor. ¡Es gracias a ustedes que mi hijo siempre tuvo la oportunidad de llegar a casa!»

En respuesta a uno de los comentarios que recibió su el video, Benjamin recuerda que durante su estadía en el hospital «vimos a muchas familias salir de cuidados intensivos sin sus bebés» y ahora reza para que alcancen la paz.

Es la familia con más hijos escolarizados de España

Rosa Pich: “Somos muy ricos… en hijos”

21/11/2013 – Patricia Ruiz-Ruescas

  • Consideran que las ayudas que ofrece el Estado a las familias numerosas son muy escasas.
  • Para ellos la clave de la educación está en poner ilusión, disfrutar a pesar de los momentos de caos, y transmitir esa alegría.

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Cuando un padre o una madre cuentan que tienen 18 hijos lo primero que se le viene a la cabeza a la persona a la que se lo dicen es la cantidad de cifras que tendrá su cuenta bancaria. “Muchas personas nos dicen que debemos ser muy ricos, y yo, pensándolo, me dije, pues sí, somos muy ricos… en hijos. En hijos puedo decir que somos ricos, pero las personas que tienen mucho dinero son las que suelen salir en las revistas de corazón y a mí, hoy por hoy, ni me han llamado, ni he salido en ninguna”, explica bromeando Rosa Pich-Aguilera Roca, autora del libro ‘¿Cómo ser feliz con 1, 2, 3… hijos?’.

Para Rosa su riqueza se basa en las ganas de disfrutar con su familia aunque reconoce que ha tenido que soportar muchas críticas por el hecho de tener 18 hijos. “Cuando paseábamos por el barrio e íbamos al mercado, porque los primeros años de matrimonio iba al mercado, ahora ya la vida no me da, me decían: ‘Señora, ¡pero cuántos tiene usted! ¿Y esperando otro? ¿Qué va a hacer con tantos?’. Y yo pensaba: ‘usted tiene que estar contenta porque yo cada semana vengo aquí a comprarle más fruta, y de momento los crío yo, no los cría usted’”.

A Rosa y a Chema con frecuencia les recriminaban que era unos inconscientes y que, en los tiempos que corren, “la vida no está para tener tantos hijos, pero ahora, con el paso del tiempo, piensan ‘qué feliz, qué contenta se la ve por la calle, rodeada de sus hijos’. Yo creo que uno de los problemas más grandes que tenemos hoy en día es la soledad, tampoco he tenido 18 hijos para no quedarme sola, pero sí que es verdad que una persona que ha sido generosa en su juventud y se ha dado a los demás, luego en la vejez siempre estará rodeada de hijos, de nietos o de amigos”, reflexiona Rosa.

Sus hijos… ¡quieren más hermanos!

Después de cada hijo la pareja recapacitaba sobre su estado psicológico, físico, y económico. “Valorábamos todos los aspectos, nos liábamos la manta a la cabeza y a por otro. Un poco una locura pero también… ¡bendita locura! A veces nos preguntábamos si llegaríamos a final de mes, pero luego pensábamos que uno más tampoco se iba a notar mucho porque los 18 no vienen de golpe… ¡Así que se le echa un poco más de agua al caldo y ya está!”, indica la autora, que reconoce que tener tantos hijos supone un coste económico y que desgasta físicamente, “pero al final ves que el corazón se ensancha, y cada vez más y más. Mis hijos cada noche me dicen, ‘mamá, ¿por qué no tenemos más?, no mellizos sino trillizos’. Los niños ven que mamá está feliz, que está con todos, y que un hijo más es una alegría y unas ganas de vivir y de disfrutar”.

Sin embargo, reconocen que las facilidades que ofrece el Estado por ser familia numerosa son muy escasas. “Actualmente el único beneficio que tenemos es el que ofrece Renfe, y alguna tienda que te descuenta un 10 por ciento”. Cada Navidad viaja en tren y se trasladan de Barcelona a Madrid, donde reside la familia de Chema, para pasar las fiestas. “Mi marido va con la furgoneta, en la que sólo puede llevar a nueve, y yo voy con los pequeños en Renfe, que pagan el 50 por ciento por ser menores de 12 años, y los pequeños de menos de 4 no pagan”, explica.

Educados para volar alto

Los Postigo Pich son en la actualidad la familia con hijos escolarizados más numerosa de España. “Los colegios a los que llevamos a nuestros hijos van en la misma dirección que nosotros, nos ayudan en la educación, tienen unos criterios y unas metas que hay que poner como objetivo a través de la educación y de la lucha”, señala la autora.

En la actualidad, y dada la situación en España, uno de sus hijos está estudiando en Corea. “Les estamos educando para que puedan volar muy alto, pero está claro que si aquí no encuentran trabajo tendrán que ir a buscarlo fuera”, indica. Para Rosa, sin embargo, la clave de la educación de sus hijos está en “tener mucho optimismo, muchas ganas de pasarlo bien, poner ilusión, disfrutar, a pesar de que haya momentos de caos… ¡y transmitirlo! En una casa lo que tenemos que valorar es si hay alegría. Está claro que en todas las familias hay gritos y peleas, pero la tónica general tiene que ser de alegría y de diversión”.

La conmovedora oración de un soldado soviético

«Me han dicho siempre que Tú no existes»

La conmovedora oración de un soldado soviético convertido antes de morir en la batalla

Un joven soldado ruso escribe durante la guerra
Un joven soldado ruso escribe durante la guerra

El predicador del Papa, el padre Raniero Cantalamessa, cuenta el testimonio de un joven soldado ruso, al que cuando murió en la II Guerra Mundial encontraron una preciosa oración en el bolsillo de su chaqueta.

Actualizado 13 noviembre 2013                                                  

Javier Lozano / ReL

Una de las esencias del comunismo que se ha evidenciado de manera más clara allá donde esta ideología totalitaria se ha puesto en práctica ha sido la de intentar arrancar el alma a la persona,intentar arrebatarle su ser espiritual para que pase a ser únicamente un número, un ente al servicio de los intereses del partido o del estado. China, Corea del Norte o la URSS son algunos ejemplos de ellos.

La URSS fue un claro ejemplo de ello e intentó eliminar la religión y la fe de su pueblo. Su radical programa de ateísmo ha dejado un país muy mermado espiritualmente, con mucha gente que no conoce a Dios y que no encuentra un sentido a su vida. Sin embargo, el comunismo no pudo vencer y son numerosos los ejemplos de conversión en medio de la persecución y de la perseverancia en una fe inquebrantable que ningún partido ni ningún cuerpo de inteligencia pudo borrar.

La persecución alimenta la fe y así quedó acreditado. En la URSS florecieron vocaciones en medio de una educación ateísta y anticristiana e incluso en ocasiones las autoridades soviéticas no pudieron frenar la religiosidad popular del pueblo.

Esto mismo ocurrió con miles de jóvenes soldados rusos durante la II Guerra Mundial. Pese a que habían sido educados en el ateísmo soviético muchos de ellos se encomendaban a laVirgen de Kazán y otros tantos aunque no habían oído hablar de Dios, encontraban la fe en medio de la batalla. Cómo ocurría esto sólo Dios lo sabe.

De hecho, el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa durante una homilía recordó una preciosa historia sobre uno de estos jóvenes soldados rusos durante la II Guerra Mundial.

Contaba el fraile capuchino como introducción a esta historia que “la fe no exime a los creyentes de la angustia de tener que morir, pero la alivia con la esperanza. El prefacio de la misa de mañana dice: ‘si nos entristece la certeza de tener que morir, nos consuela la esperanza de la inmortalidad futura’.

De este modo, enmarca este “conmovedor testimonio” en la Rusia soviética y cuenta como en 1972 se publicó en una revista clandestina la oración encontrada en el bolsillo de la chaqueta del soldado Aleksander Zacepa.

Lo hallaron muerto pero la oración había sido escrita pocas horas antes de la batalla en la que perdió la vida durante la guerra. Había sido preparado por Dios para este momento.

El joven soldado se dirige a un Dios que no conocía, del que no le habían hablado. Pero en medio de la muerte lo había descubierto y aún sabiendo que su vida estaba en juego confesaba ya no tener miedo a morir pues había descubierto precisamente dónde estaba la verdadera vida.

Esta es la oración íntegra hallada en el bolsillo de Aleksander Zacepa:

¡Escucha, oh Dios! En mi vida no he hablado ni una sola vez contigo,

pero hoy me vienen ganas de hacer fiesta.

Desde pequeño me han dicho siempre que Tú no existes…

Y yo, como un idiota, lo he creído.

Nunca he contemplado tus obras,

pero esta noche he visto desde el cráter de una granada el cielo lleno de estrellas

y he quedado fascinado por su resplandor.

En ese instante he comprendido qué terrible es el engaño…

No sé, oh dios, si me darás tu mano,

 pero te digo que Tú me entiendes…

¿No es algo raro que en medio de un espantoso infierno

se me haya aparecido la luz y te haya descubierto?

No tengo nada más que decirte.

Me siento feliz, pues te he conocido.

A medianoche tenemos que atacar,

pero no tengo miedo,

Tú nos ves.

¡Han dado la señal!

Me tengo que ir.

¡Qué bien se estaba contigo!

Quiero decirte, y Tú lo sabes, que la batalla será dura:

quizá esta noche vaya a tocar a tu puerta.

Y si bien hasta ahora no he sido tu amigo, cuando vaya,

 ¿me dejarás entrar?

Pero, ¿qué me pasa? ¿Lloro?

Dios mío, mira lo que me ha pasado.

Sólo ahora he comenzado a ver con claridad…

Dios mío, me voy… Será difícil regresar.

Qué raro, ahora la muerte no me da miedo».

 

Se bautizó y ayudó a los jesuitas a evangelizar China

Xu Guangqi, hoy hacia los altares, fue hombre de fe y razón 

Matemático, astrónomo, político… Se bautizó y ayudó a los jesuitas a evangelizar China 

Actualizado 9 noviembre 2013

Un grupo de sacerdotes y seglares reza ante la tumba de Xu Guangqi, en Sanghái
Un grupo de sacerdotes y seglares reza ante la tumba de Xu Guangqi, en Sanghái

Xu Guangqi fue un astrónomo, matemático, traductor y político chino, en proceso de beatificación, reconocido ya por la Iglesia comosiervo de Dios. 

Un libro que se acaba de presentar en Italia sobre su vida, titulado Un cristiano en la corte de los Ming,puede acercarlo a mucha gente, dentro y fuera de China. 

En el país asiático se le considera uno de los “Tres Pilares del Catolicismo Chino”. Para la Enciclopedia Británica, es el converso chino más importante antes del siglo XX.

De familia pobre… a Ministro de Cultura
Nació Xu Guangqi en Sanghái el 24 de abril de 1562 en el seno de una familia relativamente pobre, que se sustentaba gracias a una pequeña granja. 

Pese a las dificultades económicas que atravesaba su padre, Xu Sicheng, sus deudos pudieron enviarle al colegio a la edad de 6 años. A los 19 recibió el título equivalente al bachillerato, y ya no obtuvo titulaciones más altas hasta la treintena. No obstante, cultivó el estudio a lo largo de toda su vida.

Pronto entró a trabajar como burócrata al servicio de la corte de los Ming, la dinastía que comandaba entonces el imperio chino. Desarrolló con éxito una carrera política que le llevó a desempeñar puestos de alta responsabilidad. De hecho, a su muerte ocupaba el puesto de Ayudante del Primer Ministro de la corte imperial y Ministro de Cultura y Educación.

Una de las primeras pasiones intelectuales de Guangqi fueron las matemáticas. En aquellos años el estudio de las matemáticas en China había entrado en declive. Los relevantes avances que los chinos habían emprendido en el campo del álgebra en épocas anteriores yacían arrumbados en el olvido. 

Guangqi se convenció de que esta decadencia respondía a una desidia académica y científica, lo que le llevó a ser un feroz crítico de la sociedad china.

El padre Ricci se cruzó en su camino
Cuando tenía 39 años se cruzó en su camino la persona que le habría de cambiar la vida. Se trata del jesuita italiano Mateo Ricci, que consiguió llegar a Pekín en 1601 para impartir clases de matemáticas a la élite educativa. 

Uno de los objetivos de Ricci como profesor era inculcar las ideas matemáticas que había aprendido en Roma de su maestro Cristóbal Clavio, también jesuita. Xu Guangqi fue uno de sus principales alumnos. (Bajo estas líneas, un grabado que representa a Mateo Ricci, a la izquierda, vestido de sabio confuciano, y a Xu Guangqi).

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La influencia de Ricci sobre Guangqi fue tan decisiva que este decidió bautizarse solo dos años más tarde, en 1603. Como católico adquirió el nombre de Paul Siu. Laestrecha colaboración entre Ricci y Guangqi se desarrolló en una doble vertiente: la evangelizadora y la académica. 

En el terreno evangelizador, una clave del éxito de los jesuitas en China fue su esfuerzo por inculturar la fe, por integrarla en la cultura china.

El Papa Juan Pablo II explicaba así el mérito de Mateo Ricci en esta línea: «Elaboró la terminología china de la teología y la liturgia católica, creando así las condiciones para dar a conocer a Cristo y encarnar su mensaje evangélico y la Iglesia en el marco de la cultura china». Guangqi fue una de las piedras vivas para esta inculturación del Cristianismo en China.

Traductor de obras europeas
En el campo académico, Guanqi se convirtió en el primer nativo en publicartraducciones de libros europeos al chino. Mano a mano con Ricci, tradujo obras de matemáticas, hidráulicas, geografía… La traducción más conocida que llevaron a cabo en comandita fue la de los seis primeros libros de los Elementos de Euclides, en 1607. 

Una de las dificultades principales para los divulgadores era que sus enseñanzas resultaban muy extrañas para los estudiantes chinos, que habían recibido una formación en la materia radicalmente distinta. En este choque cultural Xu Guangqi también se prestó entusiasta a servir de puente.

De hecho, él era consciente de que el desarrollo técnico chino era muy inferior a la cultura occidental, en particular en las ciencias matemáticas. 

Llegó a predecir que pronto todos los estudiantes chinos utilizarían los Elementos de Euclides, lo cual se cumplió. 

Reforma del calendario chino
Otra de las pasiones de Xu Guangqi era la astronomía, y también en este campo desempeñó un papel trascendental. Él era partidario de reformar el calendario que regía en China para adoptar el occidental. En este debate también encontró un aliado esencial en Mateo Ricci, quien consideraba que esta reforma podría ser una gran “prueba” del poder del Cristianismo. (Bajo estas líneas, una Introducción a la Astronomía traducida por Xu Guanqi y editada por Li Zhizao).

Introduction_to_Astronomy_translated_by_Xu_Guangqi_and_edited_by_Li_Zhizao

El impulso a favor de esta reforma se vio favorecido cuando Ricci predijo con bastante exactitud un eclipse acontecido el 15 de diciembre de 1610, unos meses después de que él mismo muriera. Se predijo otro eclipse para el año 1629 y el gobierno chino convocó un concurso para ver quién podía determinar con mayor precisión la fecha del suceso. 

Se presentaron tres candidatos: la escuela tradicional china Da Tong, la escuela de calendario islámico y la escuela del Nuevo Método liderada por Xu Guangqi, que empleaba métodos europeos. Quien más se acercó a acertar la fecha del 21 de junio de 1629 fue Guangqi, y entonces el emperador le encargó la reforma del calendario. Cuatro jesuitas europeos le ayudaron en esta tarea que, debido a su muerte el 8 de noviembre de 1633, fue completada por Li Tang-Jin.

Defensa militar de China
En los últimos años de su vida Guanqi tuvo una enorme influencia en la corte imperial de los Ming. Y también puso su granito en la defensa militar de su país, campo al que también dedicó su estudio. Cuando los Ming sufrieron el ataque de los manchúes, el sabio de Sanghai convenció al emperador para que utilizara artillería europea para repelerlos. La estrategia fue efectiva en un principio, hasta que los manchúes emplearon también armas y tecnología europeas, lo que les llevó a la victoria en 1644.

El legado espiritual de Xu Guangqi perdura siglos después de su vida. Fue padre de un hijo y sus descendientes -la primera familia católica de Shangái- han continuado siendo «férreos católicos» hasta nuestros días. 

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Contribuyó de forma decisiva a consolidar la misión evangelizadora de la Compañía de Jesús y a introducir el Cristianismo en ámbitos confucianos y budistas.

Sus restos descansan en un parque que lleva su nombre, en su ciudad natal de Sanghái (en la imagen sobre estas líneas). 

Respetado en la China actual incluso por el gobierno comunista, su figura sigue ejerciendo atractivo como un puente entre China y el cristianismo, entre Oriente y Occidente y un ejemplo de vivencia fecunda de fe y razón, modelo para científicos y matemáticos en su época y en la nuestra.

El conmovedor gesto del Papa Francisco

El enfermo tiene neurofibromatosis 

El conmovedor gesto del Papa Francisco con un hombre muy enfermo… lo consoló, abrazó y besó 

Actualizado 6 noviembre 2013

Javier Lozano / LibertadDigital

El Papa Francisco con un enfermo
El Papa Francisco con un enfermo

El Papa Francisco se ha caracterizado durante su aún corto pontificado por hablar de las«periferias» existenciales y por prestar atención a los grandes olvidados de la sociedad. Los ancianos, los inmigrantes, los pobres y los enfermos se han convertido para él no sólo en una prioridad sino en algo en lo que todos los católicos deben mirarse.

Por ello, acudió a Lampedusa antes de que ocurriera el fatídico accidente que dejó cientos de muertes, ha comido con sin techo y los ha visitado en varias ocasiones y ha pedido a todos que no se vea a los vagabundos como algo más del paisaje de la ciudad. Pide que en ellos todos los creyentes vean al mismísimo Jesucristo, con sus llagas y sus heridas.

En la tradicional audiencia de los miércoles, el pontífice ha tenido otro de estos gestos conmovedores. Tras hablar a las decenas de miles de presentes, se acercó a saludar a los peregrinos. Allí había uno muy especial. Un hombre muy enfermo al que muchas personas no se atreverían ni a mirarle a la cara.

Sin embargo, el Papa vio en él al propio Cristo y emulando a San Damián de Molokai, el santo que cuidó y abrazó a los leprosos, Francisco acudió a él y con una gran ternura no sólo le saludó sino que le apretó a su pecho, le consoló y le besó. Un gesto de amor con la naturalidad de un Papa muy sensible. Un gesto que quedará ya para la historia de su pontificado.

El silencio en la Plaza de San Pedro
Pero este no ha sido el único gesto que ha tenido este miércoles el Papa con los enfermos. De hecho, a pesar de los miles de peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, el Pontífice ha pedido una oración silenciosa por una niña de 16 meses muy enferma. El silencio ha sido impresionante.

Y es que Francisco ha recibido en la Casa de Santa Marta a la niña Noemí junto su familia. Más tarde, en la audiencia general, el Papa decía: «Ahora quiero pediros un acto de caridad. Tranquilos eh, que no se trata de una colecta. Antes de venir a la Plaza he ido a ver a una niña de un año y medio con una enfermedad gravísima».

«Su madre y su padre rezan y piden al Señor que cure a esta niña: se llama Noemí y sonreía, ¡Pobrecita! Hagamos un acto de amor; no la conocemos pero es una niña bautizada, es una de nosotros, una cristiana. Pidamos que el Señor la ayude en este momento y le de la salud: primero en silencio y después rezaremos el Ave María».

La multitud ha rezado en silencio. «Gracias por este acto de caridad«, concluía el Papa, poco antes de dirigirse a consolar a otro enfermo y cuya imagen dará la vuelta al mundo.

«el santo deportivo»

El catolicismo de Juan Martín del Potro, «el santo deportivo» según The Telegraph 

Actualizado 5 noviembre 2013

Jorge Enrique Mújica, LC / ReL

El tenista argentino Juan Martín del Potro
El tenista argentino Juan Martín del Potro

Incluso no teniendo una gran cultura deportiva, el nombre de Juan Martín del Potro es muy conocido gracias a sus dotes con la raqueta. La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) lo clasifica como elquinto mejor tenista del mundo (dato consultado el 04.11.2013 en la web oficial de rankeos).

Audiencia con Francisco
Dada su notoriedad deportiva y su condición de argentino, fue ampliamente conocido el saludo que el tenista pudo dar a su compatriota, el Papa Francisco, al final de la audiencia general el pasado mes de mayo en el Vaticano.

Gracias a un artículo publicado en el periódico The Telegraph («ATP Tour Finals 2013: Juan Martín del Potro reveals faith behind his success», 02.11.2013) ahora sabemos que aquel encuentro no fue parte de un hecho aislado en el que dos personajes famosos se encuentran sino un momento de fe entre un feligrés católico y el máximo pastorde los católicos en el mundo.

Los peligros de la fama

«Yo soy muy católico», dice del Potro, quien añade: «Estoy tratando de ser una buena persona cada día y hacer lo que mis padres me enseñaron cuando era niño. Algunos atletas pueden cambiar porque no es fácil cuando te hiciste famoso muy rápido.

El dinero, las fotografías, los fans te siguen por todas partes, uno puede tener todo lo que quiere. Hay diferentes tentaciones, pero hay que estar tranquilo en el propio enfoque y trabajo. Uno necesita un equipo muy fuerte de trabajo para seguir siendo la misma persona todo el tiempo».

Intercambio de regalos con el Papa
Fruto de aquel encuentro con el Papa Francisco fue un Rosario que el mismo Papa le regaló: «Fue un gran momento para mí, tal vez el momento más grande de mi vida. Tuve la oportunidad de hablar con él sobre el tenis y sobre mi carrera. Todo el mundo sabe que soy católico y fue una fantástica oportunidad hablar con él y escuchar lo que está haciendo por el mundo. En nuestro país estamos muy orgullosos de contar con él».

Pero en su viaje a Inglaterra para un torneo de la ATP le robaron la cartera donde conservaba el regalo: «Yo llevaba el Rosario a todas partes. Eso es lo que más me importa». Entonces Del Potro regaló su raqueta de tenis al Papa Francisco.

Cerca de las iglesias
Pero en el artículo del Telegraph la pregunta más interesante, en cuanto que supone una moraleja, es cuando le interrogan acerca de cómo a pesar de la fama se mantiene con los pies en la tierra a lo que el tenista no duda en señalar su fe: «Voy a la iglesia en Argentina y trato de mantener el ritmo durante los torneos. A veces es difícil encontrar una iglesia, y luego está el problema de que la gente te siguen a todas partes. Pero trato de estar cerca de una cada vez que puedo».

Todas esas declaraciones son las que llevan al rotativo londinense a afirmar que considerando «los estándares a menudo cuestionables de los atletas profesionales, Del Potrocasi podría ser considerado un santo deportivo».

El primer cura negro de EEUU nació esclavo

Augustine Tolton podría llegar a los altares

El primer cura negro de EEUU nació esclavo, se ordenó en Roma y volvió como misionero

Actualizado 5 noviembre 2013

C.L. / ReL

Augustine Tolton.
Augustine Tolton.

Augustine Tolton (1854-1897) se ordenó sacerdote en 1886 y figura como el primer negro nacido en Estados Unidos que recibió las órdenes sagradas y ejerció luego el ministerio en su país.

Los hermanos James y Patrick Healy le habían precedido (1854 y 1864, respectivamente), pero eranhijos de irlandés y mulata, y por tanto medio-mulatos también y considerados irlandeses.

Tolton, por el contrario, nació en una granja de Missouri fruto del matrimonio en 1851 de dos esclavos nacidos también en Estados Unidos, Peter Paul y Marthe Jane, cuyos respectivos dueños eran dos familias católicas que instruían y bautizaban a los esclavos que compraban. Ambos eran, pues, católicos, como lo fueron su boda y sus hijos, el segundo de los cuales, Augustine, nació en 1854.

Una huida infernal
Su vida no se diferenció mucho de la de tantos otros esclavos, hasta que estalló la Guerra de Secesión en 1861. El padre de familia, Peter Paul, decidió unirse al ejército de la Unión, como hicieron unos 180.000 negros, y escapó de la granja de sus dueños. Murió poco después de disentería, prácticamente sin haber entrado en combate.

Aunque su mujer ignoraba ese hecho, decidió huir también, porque había sabido que algunos propietarios de esclavos de la zona le habían echado el ojo a sus tres hijos, los dos hijos mayores y la pequeña de veinte meses.

La escapada se convirtió en una difícil odisea de una madre arrastrando a tres niños, viajando sobre todo de noche, a punto de ser capturados, siendo objeto de fuego cruzado entre unionistas y confederados, y cruzando el río Mississippi en un bote viejo y sin experiencia en su manejo, hasta llegar a Hanibal primero y a Quincy después, ya en Illinois, en zona bajo control de los «azules».

Problemas raciales… no sólo blancos
Allí empezó a trabajar y a sacar adelante a los suyos. Al finalizar la guerra, en 1865, supo que su marido había muerto cuatro años antes. También lo hizo su hijo mayor, de una neumonía. Martha Jane era una asidua fiel de la iglesia de San Bonifacio, a la que asistían básicamente alemanes, cuyo idioma aprendió bien Augustine en esos años.

Cuando su madre quiso inscribirle en la escuela parroquial, sufrió el rechazo y el acoso del resto de alumnos y de sus padres, todos blancos, y a pesar del apoyo del párroco, el padre Schäffermeyer, y de la profesora, la Hermana Chrysologus, tuvo que abandonar en su empeño.

El camino de espinas de la formación
Pero el racismo no era sólo blanco. Augustine fue inscrito poco después en una escuela pública para negros… donde también era mirado con desprecio por sus compañeros mulatos.

Finalmente el padre Peter McGirr le acogió en otra escuela católica, la de San Lorenzo, y aunque también sufrió rechazo de sus compañeros blancos, los persistentes sermones del sacerdote consiguieron vencer esa falta de caridad, y Augustine empezó a aprender y formarse de verdad en 1868.

A pesar de ser prácticamente analfabeto, aprendió rápidamente a seguir la misa en latín, requisito para ser monaguillo en ella, como era su deseo. No se sabe cuándo hizo la primera comunión, pero sí que se confirmó en 1870 y que cada mañana, antes de acudir a su trabajo en una fábrica de tabaco, asistía a misa y comulgaba.

En busca de seminario

En algún momento manifestó al padre McGirr su deseo de ser sacerdote. No había en aquel entonces ningún sacerdote negro en Estados Unidos. El obispo de Alton, Joseph Baltes, se ofreció a sufragar sus gastos como seminarista si encontraba seminario, pero las gestiones resultaron en que todos afirmaban «no estar preparados» para recibir a un alumno negro. Así que en 1873 todos los sacerdotes de Quincy decidieron darle clases, y hasta 1875 continuó así su educación, al tiempo que trabajaba.

En 1878 se hicieron cargo de su formación los franciscanos, en particular el padre Richard Richardt, pero las dificultades para encontrar seminario eran las mismas, y eran por lo mismo: era negro.

Richardt, quien consideraba a Augustine «un monaguillo reverente, un hijo ejemplar, un trabajador concienzudo, un buen estudiante y un celoso apóstol laico», y el obispo Baltes, quien deseaba su educación y ordenación, acudieron entonces a Roma, y por medio del superior general franciscano y del cardenal prefecto de la congregación de Propaganda Fide, Giovanni Simeoni, lograron por fin plaza para él en el colegio Urbaniano de Roma, un seminario especializado en formar para las misiones.

La gran sorpresa, en Roma

El 15 de febrero de 1880 su madre y su hermana y los padres McGirr y Richardt le despidieron en la estación de tren de Quincy, rumbo a Chicago primero, al puerto de Hoboken en Nueva Jersey después, y luego en barco hasta Le Havre, en Francia, y luego París y Roma por tren. Llegó a la Ciudad Eterna el 10 de marzo. Empezaba una nueva vida en la que el color de su piel no era obstáculo para nadie.

Allí estudió seis años, convencido de que tras su ordenación sería enviado a África. Pero llegó el día en que se convirtió en sacerdote, el 24 de abril de 1886 en la basílica de San Juan de Letrán, y el cardenal Simeoni le dio la gran sorpresa. Volvería a Estados Unidos, y a su diócesis, Alton, le dijo el purpurado al estupefacto misacantano, que lo había pasado muy mal allí y no deseaba volver: «Se la considera la nación más ilustrada del mundo. Veremos si merece ese título. Si Estados Unidos nunca ha visto un sacerdote negro, deberá verlo ahora«.

Al día siguiente de su ordenación dijo misa en la basílica de San Pedro, con el cardenal Simeoni como acólito. Un tiempo después conoció al Papa León XIII, quien recibía a todos los sacerdotes de Propaganda Fide antes de partir a sus respectivas misiones.

El 11 de julio, el padre Tolton celebró en Nueva York la primera misa dicha en Estados Unidos por un sacerdote negro, y fue una misa solemne en una parroquia mayoritariamente de negros. Aquel día, Augustine volvió a ver a su madre seis años después, la bendijo y le dio la comunión.

Seis conversiones

Luego, ya en Illinois, fue destinado a la parroquia de San José en Quincy, donde sus primeros meses fueron poco fructíferos: sólo seis conversiones. El apostolado católico era muy difícil entre los negros allí, pero poco a poco empezó a notarse la presencia del padre Tolton.

El padre Brüner, de la parroquia de San Bonifacio, informó de que llenaba la iglesia cada domingo: «Es muy querido por todos y sus sermones gustan mucho». Y en la cola de su confesionario se entremezclaban blancos y negros. Aquellos, mejor situados económicamente, ayudaban al sostenimiento de la parroquia y de la escuela, donde empezaban a dejar de pasar las cosas que vivió el padre Tolton en su infancia.

Más cuestión de dinero que de piel

Pero algo las revivió. En 1887 llegó a San Bonifacio el padre Michael Weiss, quien a la postre sería el único miembro de la Iglesia de quien Tolton recibió desprecio por su raza. Le llamaba «el cura negro», y pretendió que limitase su apostolado a las personas con su mismo color de piel.

Había en realidad tras esa actitud racista una motivación económica: muchos blancos -que eran quienes podían contribuir a la Iglesia- preferían San José a San Bonifacio. Weiss emprendió una campaña contra él, que tuvo a su favor el prejuicio, pero en contra a las autoridades de la Iglesia.

Así, el cardenal James Gibbons, arzobispo de Baltimore, invitó a Tolton a intervenir en congresos en Baltimore, Nueva York, Boston…

«La Iglesia católica deplora la doble esclavitud, la del alma y la del cuerpo, y nos desafía a liberarnos de ambas«, dijo en 1889 en Washington, según recoge la página web de su proceso a los altares: «Yo fui un esclavo pobre, pero los sacerdotes de la Iglesia no me despreciaron. Por influencia de uno de ellos me convertí en lo que soy. Fueron los sacerdotes de la Iglesia quienes me enseñaron a rezar y a perdonar a mis enemigos. En esta Iglesia no tenemos que luchar por nuestros derechos por ser negros. La Iglesia tiene santos negros (San Agustín, Santa Mónica, San Benito el Africano), la Iglesia es abierta y acogedora. Es la Iglesia para nuestro pueblo».

De Quincy a Chicago

Pero el padre Weiss, pese a todo, ganó la partida porque la limitación de fondos económicos era real, y su campaña contra el exceso de recursos en el apostolado de los negros surtió efecto. Aunque el obispo James Ryan, que había sucedido a Baltes, consideraba a Tolton «un buen sacerdote», no supo encauzar el problema, y el mismo Augustine pidió el traslado de diócesis.

En diciembre de 1889 partió para Chicago, y pronto trabó contacto con Santa Katherine Drexler (1858-1955), quien al entrar en religión a los 33 años decidió dedicar su inmensa fortuna, heredada de su padre -un adinerado banquero- al apostolado entre los indios y los negros. La futura santa, canonizada por Juan Pablo II en 2000, ofreció su ayuda y la de su congregación y los años de Chicago, que fueron también duros para Tolton en el apostolado, le permitieron sin embargo emprender obras concretas de catequesis y enseñanza entre las gentes de color, la misión que había recibido en Roma.

Fulminado por el calor
El 9 de julio de 1897, con tan sólo 43 años de edad, cuando caminaba por una calle de Chicago camino de la rectoría a la vuelta de un retiro con otros sacerdotes, sufrió un desvanecimiento. Los médicos diagnosticaron un brutal golpe de calor y uremia, con fiebre por encima de los 40°C, y no pudieron hacer nada por salvarle. Murió ese mismo día.

Fue enterrado en Quincy, donde el diario local, The Quincy Journal, señaló que «pocas veces se había visto un funeral semejante: el cortejo fúnebre se extendió cuatro manzanas, además de los coches que trasladaron a las personas al cementerio».

Tolton no logró llamativos éxitos en su apostolado, pero sí resplandeció por sus virtudes. El 14 de febrero de 2011 el cardenal Francis George, arzobispo de Chicago, abrió su proceso de beatificación, y el 13 de febrero de 2012 la Congregación para las Causas de los Santos le otorgó la condición de siervo de Dios. El milagro que se está investigando como parte del proceso es el restablecimiento insólito de una persona a quien se daba por desahuciada.

Pero si finalmente sube a los altares, no será por su posición singular en la historia de la Iglesia norteamericana, en razón del color de su piel y de su pasado esclavo: será, señala Anita Moore, «porque fue un hombre devoto, fiel durante toda su vida a los deberes de estado, celoso por las almas, agradecido por los beneficios recibidos, amante de su rebaño, y paciente en sus sufrimientos y en su inmenso sacrificio de sí mismo«.

R.L. Stevenson, defendió así a San Damián de Molokai

El autor llegó a Molokai al poco de morir el misionero 

R.L. Stevenson, protestante y autor de «La isla del tesoro», defendió así a San Damián de Molokai 

Actualizado 6 noviembre 2013

Enmanuele Michela / Tempi.it 

R. L. Stevenson (a la derecha), en una de sus estancias en los mares del sur; visitó Molokai y conoció la obra de Damián
R. L. Stevenson (a la derecha), en una de sus estancias en los mares del sur; visitó Molokai y conoció la obra de Damián

¿Qué empuja una pluma fina como la del presbiteriano Robert Louis Stevenson a escribir en defensa del «vulgar, sucio, tozudo, beato» y católico Padre Damián?

La pregunta es legítima cuando se tiene entre las manos el volumen que acaba de ser publicado por la editorial Medusa (R. L. Stevenson, En defensa del Padre Damián), que recoge la apología escrita por el autor de La isla del tesoro del sacerdote flamenco Jozef de Veuster, llamado Damián, misionero de la Congregación de los Sagrados Corazones, fallecido en 1889 a causa de la lepra y proclamado Santo por Benedicto XVI en 2009.

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En la isla por los leprosos
Ellos no se conocían, si bien la fecha de nacimiento era similar y sus vidas se hubieran podido cruzar en la otra parte del mundo, en Hawái, donde ambos vivieron; peroStevenson llegó a la isla de Molokai un mes después de la muerte de Padre Damián. 

En ella había un gueto para leprosos, que vivían alejados del centro principal de Honolulu, abandonados a vivir con lo que la naturaleza les pudiera ofrecer: el misionero había conseguido que le mandaran entre los enfermos 17 años antes como capellán, y dedicó toda su vida a los necesitados, hasta el punto de contraer el mal que le llevó a la muerte.

Stevenson pasó entre los leprosos ocho días, acompañado por dos religiosas misioneras. Y su desconfianza hacia la obra de Padre Damián, y hacía todo el mundo católico, dejará espacio a un gran asombro y a una profunda admiración hacia el misionero belga, que llevará al autor de la Flecha negra a escribir a su amigo Colvin: «Nunca he admirado mi pobre raza tanto como ahora, y tampoco he amado la vida como lo he hecho en esa leprosería (…). Una de las hermanas llama a ese lugar “la taquilla para el paraíso”».

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Las acusaciones de los puritanos
Y sin embargo, el juicio que circulaba dentro de la Iglesia presbiteriana sobre Jozef de Veuster no era el mismo. Su celo estaba considerado fanatismo; su mezclarse con los enfermos era una decadencia impensable para la cultura puritana, cuyo objetivo era llegar a los hawaianos para civilizarlos. 

En cuanto a la lepra, las acusaciones eran muy graves: se decía que el Padre Damián la había contraído al tener relaciones sexuales con algunas mujeres de la isla.De esto hablaba, maliciosamente, el intercambio epistolar entre dos sacerdotes presbiterianos, los reverendos Gage y Hyde, publicada por éste último en el “Sydney Presbiterian”, con el fin de desmontar la fama que en poco tiempo se había construido sobre el misionero belga.

«Santo con toda la suciedad del hombre»
Y es contra ellos y en defensa del Padre Damián que Stevenson aferra la pluma, para escribir un texto que nunca conseguirá publicar, a no ser que lo haga a su cargo. A las argumentaciones de Gage y Hyde opuso su experiencia directa, vivida en los días que estuvo en la isla, donde el perfume de la grandeza del sacerdote no se había aún atenuado tras su muerte. 

Utiliza más de una vez la palabra “santo” para indicar a ese hombre «con toda la suciedad y la mezquindad de la humanidad, pero precisamente por esto aún más santo y héroe». Y concluye: «El hombre que intentó hacer lo que ha hecho Padre Damián es mi Padre, es el Padre de todos aquellos que aman el bien y habría sido también vuestro Padre, si Dios os hubiera dado la gracia de entenderlo».