Juan Pablo II y Juan XXIII serán canonizados juntos en la fiesta de la Divina Misericordia
Los papas Juan Pablo II (1920-2005) y Juan XXIII (1881-1963) serán canonizados el próximo 27 de abril y se convertirán así en los otros dos pontífices proclamados santos en los últimos cien años junto con Pío X, según anunció hoy el papa Francisco en latín.
La fecha de su canonización fue elegida por el papa Franciscodurante el consistorio celebrado hoy junto con los cardenales y corresponde al primer domingo después de las celebraciones de la Semana Santa, cuando la Iglesia católica celebra la fiesta de la Divina Misericordia.
Es una fiesta que instituyó el propio Karol Wojtyla tras hacer santa en el año 2000 a la monja polaca Faustina Kowalska. Va ligada a una visión de la santa: una imagen de Jesús de la que salen dos rayos, rojo y pálido, representando los sacramentos y la vida del Espíritu Santo, y las palabras «Jesús, confío en ti».
El papa Francisco hizo alusión, siempre en latín, a la vida de Juan Pablo II y de Juan XXIII.
El camino hacia la santidad tiene varios escalones: En los casos más tradicionales, primero es necesario ser nombrado Venerable Siervo de Dios, el título que se da tras la muerte a quien se le reconoce haber vivido «las virtudes de manera heroica».
Después es necesario tras una especie de «juicio» que sea reconocido un milagro para ser proclamado beato y después otro para la canonización, aunque el papa puede saltarse alguno de estos pasos como en el caso de Juan XXIII.
La canonización del papa polaco ha llegado en tiempo récord, pero ha seguido todos los pasos marcados por la Iglesia.Y es que la subida a los altares de Juan Pablo II, cuyo papado duró casi 27 años, fue casi por aclamación popular tras el «santo súbito» (santo ya) que resonó durante días en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
En mayo de 2011, la Congregación para las Causas, el organismo del Vaticano que evalúa a los candidatos a la santidad, consideró como primer milagro el caso de la monja francesa y enfermera Marie Simon Pierre, de 51 años, quien según la comisión médica se curó de manera inexplicable de la enfermedad de Parkinson, la misma que sufrió Wojtyla en los últimos años de su vida.
El caso sorprendente de Juan XXIII
En cuanto a Juan XXIII, el papa Francisco, que en sus seis meses de pontificado ha resaltado en numerosas ocasiones la figura del «Papa Bueno», sorprendió el 5 de julio pasado al anunciar que lo proclamará santo sin esperar ese milagro, en una decisión inédita.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, afirmó que Francisco, en el caso de Juan XXIII, no tiene dudas de su santidad.
«Conocemos todos las virtudes y la personalidad del papa Roncalli, no es necesario explicar los motivos de su santidad», dijo Lombardi,que precisó que ello no quiere decir que a partir de ahora todos los beatos sean canonizados sin un segundo milagro.
La santificación de Juan Pablo II y Juan XXIII se produce en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, convocado por Roncalli, aquel papa del norte de Italia al que todos consideraban un papa de «transición».Se da el caso de que Juan XXIII fue beatificado junto al papa Pío IX (1792-1878, elegido Papa en 1846).
Los obispos filipinos restauran la «oración a San Miguel» al final de la misa
A las 5:36 PM, por Juanjo Romero
Tiempos curiosos y confusos. Remedios extraordinarios. En los últimos años algunos obispos han empezado a recuperar la oración a San Miguel al final de la misa, tal como la prescribió León XIII.
Aunque el exorcismo formalmente nunca fue abolido por completo, la inserción en la Santa Misa pasó a mejor vida ya en los 60 [1]. Aún así, los papas han recomendado vivamente su rezo [2].
El siguiente paso para renovar –volver a hacer nuevo– este remedio no lo toma a título personal un obispo, lo hace toda una conferencia episcopal, la filipina. En una circular a todas las diócesis,la CBCP ( Catholic Bishops’ Conference of the Philippines) autoriza su uso después de la misa en el país y «recomienda encarecidamente su rezo por los grandes conflictos y problemas del país».
Mons. José Palma, Arzobispo de Cebú y Presidente de la CBCP, recuerda que:
A través de esta oración, invocamos a San Miguel para defendernos y defender nuestro país contra la malicia y las trampas del maligno
Miguel, que significa «Quién como Dios», va a triunfar sobre todos los intentos malvados de desfigurar el rostro de la humanidad porque Dios, que es más fuerte, actúa en él.
Quizá, para contextualizar mejor la noticia, convenga recordar que Filipinas es el tercer país con más católicos del mundo (tras Brasil y México) y la Iglesia en Filipinas supune el 7% de toda la Iglesia.
Me encantaría que el Santo Padre que recientemente consagró en el Vaticano imágenes de San Miguel y San José, y «extendió» a San José en el resto de plegarias eucarísticas, hiciese lo mismo que los obispos filipinos para la toda la Iglesia.
Las condiciones que aconsejaron a León XIII recomendar su rezo no eran mejores que las actuales. Y no recuerdo un papa que haya predicado tantas veces sobre el demonio en tan poco tiempo como el Papa Francisco, no me extraña que algunos anden tan revueltos.
Que mañana sea la fiesta de San Miguel Arcángel es pura coincidencia, en serio.
Las fotos de Nathan, de 14 semanas de gestación, muestran la humanidad de los no nacidos
«Nadie puede negar que a las 13 semanas y 4 días no era un bebé»
«¡Su pequeño cuerpo era tan perfecto!»
«Con diez dedos minúsculos y diez dedos de los pies diminutos»
«Tenía una nariz, una boca, dos pequeños ojos y oídos»
Allison besa a su hijo Nathan de 13 semanas y 4 días de gestación.
Según la ley de Texas, Nathan no tuvo la edad ni el peso suficiente para obtener un certificado de defunción, aún así sus padres, que sufren la irreparable pérdida de su hijo, quisieron darle un entierro digno.
REDACCIÓN HO.- Allison y Daniel estaban emocionados con un nuevo embarazo y el hecho de poder darle un hermanito a su hijo Mattew: seguir día a día su desarrollo, escuchar su corazón, verle como movía sus brazos y piernas en las ecografías. Allison: “Yo lo amaba desde el momento en que supe que era mío”.
Sin embargo, a las 15 semanas las pruebas delataron lo peor, el corazón de Nathan no latíay su peso y talla sólo correspondía a un feto de 13 semanas y 4 días de gestación. Allison relata a LifeNews que sintió como si corazón dejase de latir con el de su hijo.
Solo cuatro días menos y el cuerpo de su hijo hubiese sido tratado como un residuo
“El doctor nos dijo que no había signos de infección por el aborto involuntario y que podíamos regresar” a casa y “acudir a mi ginecólogo”. “Sólo así, sin funeraria, sin ataúd, sólo yo, mi marido y nuestro hijo muerto en mi seno debíamos volver a casa y esperar a las horas normales de oficina”. «Yo sé que el Señor me dio una paz más allá de mi comprensión durante este tiempo”.
Al día siguiente a Allison le provocaron el parto para que tuviese a su hijo ya muerto, pues le dijeron a partir de la semana 13 era el medio más eficaz para extraer al bebé y que no quedaran residuos en su interior, además se lo podría llevar a casa y enterrar. Nathan tenía, según las ecografías, 13 semanas y 4 días. “Sólo cuatro días antes y el cuerpo de mi bebé posiblemente hubiera sido víctima de horrores indescriptibles y seguramente descartado como residuos. ¿Cómo puede ser eso?”, exclama Allison.
Testimonio de una madre sobre su hijo perfectamente formado
«Su pequeño cuerpo era tan perfecto, con diez dedos minúsculos y diez dedos de los pies diminutos. Tenía una nariz, una boca, dos pequeños ojos y oídos». “Estaba tan perfectamente formado. Nadie puede negar que a las 13 semanas y 4 días de edad no era un bebé”.
La familia quiso enterrarlo adecuadamente aunque, según la ley, hasta la semana 20 de gestación el bebé no necesita un certificado de defunción o estar legalmente enterrado en un cementerio.
La historia real de Mao, la chica que quería bailar para Dios, tocará muchos corazones
Con motivo del Domund -Domingo mundial de las misiones-, que tiene lugar el 20 de octubre, Obras Misionales Pontificias (www.omp.es) ha lanzado un emocionante vídeo de 15 minutos con la historia real de Mao, una niña que quería ser bailarina.
«Señor, te había regalado mi vida. Había decidido bailar para ti. ¿Por qué me has hecho esto? Tú me has robado la pierna», se rebela la muchacha llorando.
Una de las minas antipersona que dejó la dictadura comunista de Pol Pot (1975-1979) y de los Jemeres Rojos destruyó su pierna.
Cada año, se producen en Camboya más de 300 accidentes, que dejan como secuela horribles mutilaciones como la de Mao, que ve cortados sus sueños.
Sin embargo, Mao encontrará su lugar a través de la fe y la caridad, sin tener que renunciar a la danza. Los talleres del obispo Kike le ayudarán, y la historia emocionará a quien la vea.
El obispo de las sillas de ruedas
En Battambang (Camboya), donde viven unos 4 millones de habitantes, los católicos son apenas unos 4.000. Sin embargo, su obispo, el jesuita español Enrique (Kike) Figaredo, es conocido mundialmente por su trabajo con los discapacitados víctimas de las minas anti persona, y por su labor evangelizadora a través de las obras caritativas. Le llaman «el obispo de las sillas de ruedas».
La historia, escrita y dirigida por Javier Alonso y José Cabanach, expresa el lema del Domund de este año: Fe+Caridad=Misión.
El obispo Kike Figaredo es uno más de los de 13.000 misioneros católicos españoles repartidos en 130 países del mundo. Kike Figaredo nació en Gijón en 1959, e ingresó en la Compañía de Jesús con 20 años. Ha desempeñado su labor misionera en Tailandia y Camboya, donde fue nombrado Prefecto Apostólico de Battambang en el año 2000.
Raúl Lemus es ahora director de vocaciones en la diócesis de Santa Rosa, California.
Si alguien sabe de discernimiento, es él, así que no se arredra ante su nuevo cometido comodirector de vocaciones de la diócesis de Santa Rosa(California): Raúl Lemus, sacerdote salvadoreño de 45 años -aunque lleva desde los cuatro en Estados Unidos-, lleva doce meses con ese encargo de parte de su obispo, Robert Vasa, quien conoce bien su historia.
Una historia tan sorprendente que choca a su mismo protagonista: «Hace veinticinco años no me lo habría creído», declaró a Our Sunday Visitor.
Bronquista y ligón Llegó a Estados Unidos siendo niño desde El Salvador. De familia muy humilde -su padre lavaba los platos en un restaurante-, conociólos barrios más duros de San Francisco. Fue educado religiosamente por su madre, que le llevaba a las iglesias más hermosas de la ciudad: «Me encantaba que me diese un dólar para echar en la colecta«.
Pero a partir de los 14 años, y hasta los 22, se apartó por completo de la Iglesia. Se hizo presumido y empezó a aspirar a ser actor. Se convirtió en un «bronquista», al tiempo que conocía lo peor del submundo de las bandas y las drogas que afecta a una parte de la juventud latina, aunque sin introducirse en él. No así su hermano Carlos, que acabó afectado por el alcoholismo y la drogodependencia y tuvo que se ingresado en una clínica para desintoxicación, obligando a toda la familia a cambiarse de casa.
Lo cual sería providencial para él, pues el nuevo hogar estaba junto a laparroquia de San Vicente de Paúl, de estructura tradicional y hermosos altares de mármol, abundantes imágenes y espectaculares vidrieras. «Estaba llena de lo que llamo santas distracciones«, confiesa Don Raúl.
Pero a él le distraían otras cosas. Se dio cuenta de que la parroquia congregaba a un buen número de chicas guapas, y decidió volver a pisar los templos de los que llevaba tanto tiempo ausente: «Acabé siendo monaguillo, luego lector y luego ministro de la comunión», dice, para finalmente ingresar en el seminario y ordenarse sacerdote.
La semilla plantada en la infancia ¿Cómo sucedió? Al empezar a visitar la parroquia, se enganchó al grupo de jóvenes, donde se le descubrieron dotes de liderazgo natural que pronto le otorgaron un papel relevante en la comunidad. «Durante ese tiempo», explica, «me enamoré de Dios y de la Iglesia, y comprendí que en mi vida faltaba algo».
Su familia tenía amistad con un sacerdote salvadoreño, Emiliano Caballero, a quien el joven Raúl apreciaba mucho porque era alguien «normal» a quien «le preguntabas sobre Dios y te respondía en un español muy clarito». Y ese modelo del sacerdote «de gran corazón y que hacía bromas» como el padre Caballero, había plantado en él la semilla de la vocación en su infancia, y había llegado el momento de que fructificase.
En 2002 Raúl Lemos fue ordenado sacerdote, y el padre Caballero estuvo allí ayudándole a revestirse. Sigue siendo hoy su modelo de aproximación a los jóvenes, en particular los de la comunidad hispana.
A lo largo de todos estos años de sacerdocio «ha habido dificultades», admite Don Raúl, pero «ha valido la pena». Se declara «de la vieja escuela», aunque «no conservador», yrecientemente aprendió a celebrar la misa tradicional: «Me gusta su silencio sagrado. Es hermoso».
Pocas vocaciones latinas Cuando la gente le pregunta a qué se dedica, responde como el santo cura de Ars, San Juan María Vianney: «Mi trabajo es ayudaros a ir al cielo«. Como director de vocaciones tiene por delante una labor difícil, porque las vocaciones entre la comunidad hispánica están descendiendo en Estados Unidos. En su diócesis, de 140.000 habitantes, hubo este año dos ordenaciones y tienen siete seminaristas.
El padre Lemus apunta una razón para esa disminución en el ámbito latino: «Muchos niños de origen hispano van a la escuela pública, donde no se puede hablar de Dios, pero sí se puede hablar mal de Dios. Se sumergen en una cultura laicista y pierden la fe».
Por eso anima a los padres a proponer a sus hijos modelos sacerdotales positivos, invitando a un cura a cenar a casa, o viendo películas que presentan retratos positivos de sacerdotes, o incluso regalándoles kits infantiles de misa para que jueguen a celebrarla. (Jugar a decir misa no era inhabitual en las familias católicas hace un siglo.)
La noche del pasado lunes, en Medjugorje (Bosnia y Herzegovina), una imagen de la Virgen fabricada en escayola, comenzó a desprenderun efecto luminoso de extraña naturaleza. El fenómeno es visible a simple vista para cualquier persona que se acerque a verla, pero está resultando tremendamente difícil obtener algún reflejo del mismo en cualquier aparato fotográfico.
Medjugorje es una aldea mundialmente conocida por el supuesto caso de apariciones marianas y numerosos posibles milagros acontecidos allí desde que en 1981, seis jóvenes de la aldea, hoy adultos, dijeran haber vivido una experiencia mística de encuentro con la Virgen María, que se vendría dando hasta nuestros días. El Vaticano estudia el caso desde 2010.
Vicka, una de las videntes de Medjugorje, ante la imagen que protagoniza el misterioso fenómeno. Foto: Jesús García.
El hecho comenzó a suceder en torno a las 22:00 del pasado lunes, cuando una mujer italiana estaba rezando ante la imagen, ubicada en una habitación de la antigua casa de Vicka Ivankovic, una de las supuestas videntes. «Cuando esta mujer dejó de rezar y se marchaba con quienes le acompañaban, al apagar la luz, se dieron cuenta del resplandor que salía de la imagen». Lo cuenta Goran Rasevic, uno de los testigos que vio con sus propios ojos el fenómeno unos minutos después de que empezara a suceder. «No había pasado nunca nada igual«, explica.
Visible desde la calle La imagen en cuestión es una imagen de la Virgen de Lourdes, fabricada en escayola de alrededor de un metro de alto, y traída a esta casa hace cuarenta años, ocho antes de que comenzaran las apariciones. «El resplandor se podía ver bien fuerte desde la calle, lo cual empezó a atraer a los vecinos que estaban cogiendo uvas en los campos, y al ver la maravilla que estaba ocurriendo, fueron a contar al resto del pueblo lo que pasaba», añade Goran.
La luz que emana la Virgen es difícil de describir, «incluso unos la describimos de una manera y otros de otra«, puntualiza Irene de Ramiro, española afincada en Medjugorje desde hace tres años, y que ha podido tocar con sus propias manos la misteriosa imagen. «La tocas y está fría, como la escayola. No desprende ningún tipo de calor, pero sí una luz muy cálida, de un color parecido al celeste, con una intensidad muy fuerte pero que no deslumbra. Sin embargo desde la calle se ve muy bien que hay una fuente de luz en la habitación«, explica con asombro contenido.
El problema con cámaras de foto y vídeo El fenómeno parece ser esquivo con los medios fotográficos, ya que a pesar de haber sido fotografiado por reporteros profesionales llegados de los medios mas importantes de Sarajevo y Dubrovnik, no queda registrado en las memorias digitales. «Cuando la graban o le hacen una foto, o se ve solo la imagen, blanca y de escayola, o se ve una especie de luz verdosa que nada tiene que ver con lo que se ven en vivo aquí», aclara Nikola Djukic, vecino de Medjugorje que ya ha podido ver el fenómeno en tres ocasiones. «Anoche fui a las doce y a las tres de la mañana. La segunda vez la luz era mucho más intensa que la primera. He repetido la visita 24 horas después y es impresionante«, comenta a Religión en Libertad.
Para Irene de Ramiro, el hecho de que el efecto no se pueda fotografiar es un signo: «Los que vivimos en Medjugorje somos muy prudentes, porque nunca queremos cometer errores con estas cosas tan delicadas, por eso yo me alegro de que este signo no se pueda fotografiar. Esto quiere decir que lo que aquí sucede es para vivirlo, no para mirarlo. Me dan pena los peregrinos que veo que vienen a ver la imagen y quedan defraudados porque cuando han hecho la foto no ha quedado reflejado el fenómeno en su cámara. No sé qué es lo que quieren, ¡si lo tienen delante de su narices! Pero esto demuestra que no se puede hacer negocio con esto, y que Medjugorje no es para curiosos, sino para vivirlo con el corazón, algo que implica trabajo interior».
«Rezar más el rosario» Desde el pasado lunes han sido varios miles de peregrinos los que han podido visitar el fenómeno en casa de Vicka. Organizados por pequeños grupos que pasan por turnos, algunos de ellos han tenido que esperar hasta tres horas para poder contemplar lo que podría ser un milagrovisible, indeleble y continuado, pues en las últimas 48 horas no ha remitido. «El ambiente en Medjugorje es de prudencia, pero también hay un evidente entusiasmo, porque los que somos de aquí sabemos discernir cuando la Virgen María actúa y esto nos está recordando al inicio de las apariciones», explica Goran Rasevic.
La luz que emite la imagen de la Virgen es homogénea en todo lo que es la ropade la imagen, no en sus caras ni en sus manos.
A día de hoy, tan solo uno de los videntes, la propia Vicka Ivankovic, se ha pronunciado cuando ha sido preguntada por el fenómeno: «Esto nos tiene que animar a rezar más el rosario«.
Es muy sencillo, breve y eficaz. Consagrarte a San Miguel Arcángel es una de las mejores cosas que se pueden hacer en este mundo.
Antes de empezar a escribir Así se vence al demonio, el padre Salvador, exorcista de Cartagena (Murcia) me preguntó: ¿Te has consagrado a nuestro patrono?”.
Y me faltó tiempo, la verdad, para hacerlo… Conseguí una medalla del príncipe de las milicias celestiales y recé con todo el fervor de que fui capaz la oración de consagración. En el reverso de la medalla que siempre llevo colgada al cuello junto con el escapulario de la Virgen del Carmen y la Cruz de San Benito, figura esta inscripción:
“Yo, José María, estoy consagrado a San Miguel Arcángel. La Santísima Trinidad y la Santísima Virgen vienen conmigo. San Miguel y su Ejército me defienden de todo mal”.
Prueba tú mismo a consagrarte a tan poderoso guardián y verás cómo notas su protección. Te dejo aquí la oración:
“¡Oh, nobilísimo Príncipe de la jerarquía angélica! Valeroso guerrero del Altísimo, celoso defensor de la gloria del Señor, terror de los espíritus rebeldes, amor y delicia de todos los ángeles justos, mi queridísimo Arcángel San Miguel, deseando formar parte del número de tus devotos y siervos, hoy a ti me consagro, me ofrezco y me entrego.
“Coloco mi persona, mi trabajo, mi familia y todo lo que me pertenece bajo tu poderosísima protección. Es pequeño el ofrecimiento de mi servicio, siendo yo un miserable pecador, pero acepta generosamente el ofrecimiento de mi corazón. Acuérdate de que de hoy en adelante estoy bajo tu amparo y que debes asistirme durante toda la vida. Alcánzame el perdón para mis numerosos y graves pecados; la gracia de amar a Dios con todo mi corazón, a mi muy querido Salvador Jesucristo, a mi Madre Santísima y a todos los hombres, mis hermanos, amados por el Padre y redimidos por el Hijo. Obtenme los auxilios necesarios para alcanzar la corona de la Eterna Gloria.
“Defiéndeme de los enemigos del alma, especialmente en la hora de mi muerte. ¡Oh, Príncipe gloriosísimo! Asísteme en la última lucha, arroja lejos de mí y precipita a los abismos del infierno al ángel soberbio y prevaricador que un día postraste en combate en el Cielo. En esa hora, San Miguel Arcángel, condúceme ante el trono de Dios para cantar contigo y con todos los ángeles la alabanza, honor y gloria de Aquel que reina por todos los siglos. Amén”.
La foto corresponde al Sínodo Ortodoxo Ruso del 27 de julio, cuando se aprobó la fiesta de esta imagen
La historia es compleja, pero muy oficial: un monje hizo una foto a la cola de hombres que recogían comidaen un monasterio de la península del Monte Athos, en Grecia. Cuando revelaron la foto, apareció lo que parecía ser una figura femenina.
Puesto que la entrada a las mujeres estaba (y está) prohibida en toda la península, llena de monasterios exclusivamente masculinos, y ya que nadie había visto a esa mujer -ni ninguna otra- entre los pobres,se dedujo que era la Virgen María. Y así lo ha reconocido ahora la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Tenemos la foto, el autor, el momento y el lugar de los hechos.
Sucedió el 3 de septiembre de 1903. Aunque para los monjes del Monte Athos, entonces como hoy, esa no es la fecha que usan, porque no emplean el calendario gregoriano (por ser de origen católico, instituido por el Papa Gregorio). Según su viejo calendario juliano (pagano, lo instituyó Julio César) la fecha era -y es- el 21 de agosto.
El lugar es la Puerta Grande del monasterio de San Pantaleón, que entonces -como hoy- es un monasterio de monjes ortodoxos rusos en la península griega del Monte Athos. Hoy, en ese lugar, una placa recoge la escena (como vemos en la foto bajo estas líneas).
El autor era el hermano Gabriel, monje del monasterio. El momento era el del reparto de limosna para monjes mendicantes y otros necesitados, más mundanos, que se hacía una vez por semana. Lo que se repartía era comida: tortas de pan “cherek”, pan horneado y bendecido en el monasterio.
Ni el hermano Gabriel, el fotógrafo, ni los otros monjes de la foto, ni nadie que aparezca en la escena, vio a esa mujer ni esa figura. Apareció sólo en la fotografía, al revelarla. Allí está, la figura más a la izquierda, de pie, junto al monje sentado. O, al menos, parece una mujer. Pero ¿cómo podía ser una mujer, si las mujeres tienen vetada la entrada a toda la península? He aquí la fotografía de 1903.
Los monjes recordaron entonces las palabras del hermano Sebastián. Según él, los porteros habían comentado que un eremita varias veces había visto a una mujer a la hora de repartir los panes cherek.
Algunos de los monjes itinerantes, se decía, también habían visto a la Santa Virgen en vivo entre los pobres y peregrinos. Sin embargo, en el mismo día de tomarse la foto nadie la vio.
Y era un día especial, porque el reparto de comida estaba a punto de prohibirse, o al menos, de limitarse seriamente.
El contexto en los archivos Se sabe por los archivos del monasterio que desde finales del siglo XIX hasta principios del XX se realizaba este reparto semanal de comida. El monasterio tenía comunidades externas en dos puertos del sur de Rusia, Taganrog y Odessa, desde donde enviaban al embarcadero de Monte Athos barcos cargados de alimentos.
En esa época el Monasterio de San Pantaleón ¡contaba con 3.000 monjes residentes!, y además había otros 4.000 ermitaños y monjes rusos repartidos en pequeñas ermitas y celdas de la península monástica griega.
El Monasterio una vez a la semana hacía un reparto de estas tortas de pan «cherek» junto a la Puerta Grande, y acudían entre 600 y 800 personas: peregrinos piadosos, monjes itinerantes, hombres espirituales que estaban por allí, confiando en la Providencia… y también aprovechados o gandules.
Una caridad ¿»inútil y dañina»? Pocos días antes de la foto, el 14 de agosto (fecha juliana), el gobierno monástico de Monte Athos, el Kinot, integrado sobre todo por griegos, comunicó al monasterio ruso que ese reparto de comida era «inútil y dañino».
En una carta, el Kinot decía a los rusos: “La limosna repartida evangélicamente sólo puede ser agradable a Dios si se destina a las personas dignas de ayuday que la necesiten. Dada a la gente que indignamente representan a los solicitantes de la limosna y que sólo cuentan con esta atención y sólo por ella residen aquí, esta misma limosna se convierte en causa del daño”.
Los rusos decidieron acatar las instrucciones y efectuar un último reparto el 21 de agosto, al cumplirse una semana de recibir la misiva, y leerla a los mendicantes. Fue el momento en que el hermano Gabriel hizo la foto.
Al ver la imagen femenina, allí, en la cola, quizá recibiendo un pan, entendieron que la Virgen quería insistir en la necesidad de ser generososcon los pobres. El monasterio ruso se reorganizó para repartir más y mejor la comida entre los mendicantes.
La Virgen es la Abadesa del monte Athos La idea de que la Virgen estuviese por el Monasterio no sonó extraña a los monjes porque entroncaba con una devoción muy antigua, que cuenta con iconos notables: la de «Santa María Virgen Abadesa del Monte Athos«.
Según la tradición, en el siglo X (antes de la ruptura entre católicos y ortodoxos) el santo monje Atanasio decidió abandonar su monasterio porque allí se pasaba mucha hambre. Muchos ya se habían ido. Por el camino, Atanasio encontró una mujer que le preguntó a dónde se dirigía. El monje estaba asombrado: ¿cómo podía estar allí una mujer, si la península les estaba vedada?
La mujer reprochó a Atanasio que intentase irse. “¿Dónde está tu fe? Regresa, te voy a ayudar”, prometió ella.
– ¿Quién eres tú? -preguntó el monje.
– Soy aquella a cuyo nombre dedicas tu monasterio. Soy la Madre de tu Señor. Y desde ahora y para siempre seré la ecónoma y administradora de tu monasterio.
Para confirmar la certeza de sus palabras, ordenó al monje golpear con su báculo una roca a la orilla del camino, y de entre las piedras salió un manantial, y cuando el monje, atónito, volvió a su monasterio, lo encontró con las despensas llenas de trigo.
Desde entonces, en el Monte Athos no hay cargo de ecónomo, sólo su ayudante: se considera que la Ecónoma es la Madre de Dios. Y durante mil años, si un monje ha creído ver una mujer en la península monástica, ha sospechado que se trata de ella.
En los iconos aparece vestida de monje o abad, incluso con báculo, flotando sobre la península montañosa.
Una foto para los que hacen colas La fotografía de 1903 no circuló mucho en un principio, y en cualquier caso era un regalo para los monjes rusos, no para los griegos. Luego llegó la tiranía soviética y la persecución de todo lo religioso, y escaseaban las ayudas para San Pantaleón, que se arruinó.
A finales de los 80, cuando empezó la reconstrucción del monasterio, se imprimieron muchas copias de la fotografía y se repartíanpor una Rusia que estaba a punto de dejar de ser soviética con una breve descripción de los hechos.
Muchos rusos, que pasabangran parte del día haciendo cola para conseguir algo de pan,podían sentir que la mismísima Madre de Dios compartía esta experiencia.
La Virgen «photo-graphia» En 2003, al cumplirse un siglo, el monasterio estableció una fiesta propia: la fiesta del «Icono Dibujado por la Luz» (en griego, eso significa «photo-graphia», dibujo con luz... pero ellos lo llamaban en ruso). Se pintó un icono basado en la foto con finalidades litúrgicas(bajo estas líneas). A base de materiales de archivo y memorias orales, fue restablecido el orden de los hechos históricos.
En 2011 en el lugar de la aparición de la Madre de Dios se construyó una capilla conmemorativa en la que se arregló un manantial para celebrar ritos de bendición de agua. Empezaron a circular testimonios de sanación y gracias a partir del uso de ese agua bendita. También se consagró una capilla dedicada al nuevo icono de Dibujado por la Luz. Un par de ciudades rusas empezaron a colocaer placas conmemorativas del hecho en sus iglesias.
Aprobación de la Ortodoxia Rusa El 27 de julio de 2013, en la reunión ordinaria del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el monasterio de las Cuevas de Kiev, se tomó la decisión (diario de sesiones, número 97) de incluir en las celebraciones oficiales de la Iglesia Ortodoxa Rusa la festividad en memoria de la aparición de la imagen Dibujada por la Luz de la santa Madre de Dios en el Monte Athos en 1903. Es lo más parecido a una aprobación oficial de una aparición en esta iglesia.
No queda claro cual es el status de esta imagen y supuesta aparición entre los otros ortodoxos, sobre todo entre los griegos, ya que parecería que la Madre de Dios quería regañar a las autoridades monásticas de la Iglesia Griega, en beneficio de las rusas.
Lo que sí queda para la Iglesia universal es el icono de la Abadesa del Monte Athos, previo a la separación entre católicos y ortodoxos, que ha dado origen a distintas representaciones que publicamos bajo estas líneas.
Para muchos partidarios de la eutanasia, el estado de coma es prácticamente un estado de muerte suspendida. Deciden terminar el proceso de suspensión, “que muera de una vez… una muerte ‘digna’, libre de sufrimiento”, dicen. ¿Será así? En realidad, y esto no es ningún secreto, la persona en estado de coma duerme, no sufre. Quienes han despertado no tienen remembranzas de dolor alguno, simplemente el tiempo se fue en un soplo, continúan viviendo en el momento en que perdieron el sentido. Pero quienes deciden dar muerte a los que están en coma, lo que hacen es dejar de sufrir ellos, terminar con los cuidados… y con el gastos de dinero.
29 años en coma Ante esas actitudes, la realidad los contradice, pues hay casos de personas que salen del coma de pronto, muchas veces sin explicación médica.
Éste es el caso deAnne Shapiro, quien tras 29 años sin contacto con la realidad, de pronto despertó. Durmió a los 50 años y despertó de 79.
A grandes rasgos, la historia es la siguiente: Shapiro fue una canadiense que cayó en coma el día del asesinato del Presidente John F. Kennedy, el 22 de noviembre de 1963. Despertó el 14 de octubre de 1992, 29 años después.
El shock que vivió fue enfrentar un mundo muy distinto, desconocido, con unos ancianos que no reconocía: ella misma y su esposo Martin. Lo que sucedió con su despertar podía ser historia de una película, y así se hizo.
Ron Laytner, del diario The Jamaica Observer, quien tuvo oportunidad de hablar con ella, contó la historia de Anne en noviembre de 2003, el año ella cumplía los 90 años, esto es, 11 después de volver del coma.
Me casé en la salud y en la enfermedad Pero lo más importante es la historia de Martin, su esposo, quien cuidó de ella amorosamente durante todos los años que duró el sueño, el coma de Anne. “Me casé con ella con el voto de estar juntos en la salud y en la enfermedad, y así lo hice”, declaró.
Al principio, durante dos años, Anne estuvo totalmente paralizada, durmiendo con los ojos abiertos, una condición conocida como “ojos de muñeca”.
Cada dos horas Martin puso gotas en sus ojos para prevenir que se secaran, y continuó haciéndolo durante los años en que estuvo dormida.
La oración fue la única medicina El dedicado marido la vistió, peinó y alimentó “como a un niño indefenso”, dijo. Inicialmente no pudo moverse por dos años, pero después logró ser tenida en pie y, con ayuda en ambos costados, dar algunos pasos. Pero lo hizo y continuó como una muñeca de trapo, inconsciente.
En las noches Martin permaneció a su lado, rezando porque recuperara la conciencia. Consultó a expertos, como Ron Laytner nos narra en su reportaje, pero nadie pudo ayudarla.
Un nuevo y apasionante mundo Durante su largo sueño, continúa Laytner, el cuerpo de Anne Shapiro se deterioró. Fue operada de cataratas, se le practicó una histerectomía, y tuvo una operación de reemplazo de cadera. Todo ello mientras permanecía profundamente dormida.
A la par, sus hijos se casaron y tuvo nietos. Muchos eventos mundiales sucedieron que ella ignoraba. Los padres y hermanos de Anne fallecieron, y tanto ella como su marido se hicieron viejos.
Despertó de pronto, y ante el asombro de Martin, se sentó y le pidió: “prende la televisión, quiero ver Yo amo a Lucy”. Al ver la televisión en color, no podía entenderlo.
Las sorpresas del nuevo mundo se sucedieron una tras otra: teléfonos inalámbricos, celulares y más. “Era como una persona muerta vuelta a la vida”. Estuvo dos días despierta tratando de ajustarse a la realidad.
El Dr. Glenn Englander, quien la estaba tratando por tener presión alta el día que despertó del coma, consideró un milagro su recuperación. “Le dí algo para bajar su presión arterial”, dijo el médico. “Si hice algo desconocido para ayudarla, me gustaría saberlo, para poder ayudar así a otras personas”.
Anne volvió a bailar La mejor parte del milagro, narra Laytner, fue el renovado romance entre Anne y su devoto Martin, quien cuidó de ella todos esos años. “Apenas podíamos caminar, pero quería que la llevara a bailar”, dijo el marido al reportero.
Varios años después, Martin murió, falleció también su hijo Marshall, y ella fue llevada al centro para el cuidado de adultos mayores del Hospital General North York, en Toronto. Allí vivió los años que le quedaron de vida, platicando con las enfermeras cuando éstas le hablaban. Miraba por la ventana –moviéndose entre 1963, cuando cayó en coma, y su presente– de un mundo violento.
La noche del 8 de noviembre de 2003 –14 días antes del 40 aniversario del asesinato de John F. Kennedy–, cayó en nuevo coma, del cual ya no despertó.
Anne Shapiro perdió la conciencia a sus 50 años, despertó a los 79, y murió a los 90. El amor de su esposo la mantuvo viva durante su sueño. ¿Podríamos haber recomendado a Martin que la dejara morir para que “no sufriera” y tuviera una muerte “digna”? Evidentemente que no. Al morir naturalmente muchos años después, tuvo, entonces sí, una muerte digna; lo otro hubiera sido un homicidio, legal o ilegal. Su sueño del coma fue un ejemplo de vida, no de muerte, ésa es la lección de Anne.
José Gabriel Brochero, muerto en 1914, es conocido como el cura gaucho
Rutas, parajes, pueblos y ciudades del norte argentino son invadidos por estos días por la imagen de un hombre de sombrero y poncho y montado en una mula.
Es la figura del sacerdote que nació, vivió y murió en Córdoba (Argentina), José Gabriel Brochero (www.curabrochero.org.ar), y que será proclamado beato este sábado en el pueblo serrano que lleva su nombre.
Hasta 100.000 peregrinos Para la ceremonia se estima que los peregrinos que viajen hasta Villa Cura Brochero, pegada a Mina Clavero, superarán los cien mil.
En esa misa, que celebrará el sábado, a las 10, el cardenal Angelo Amato, titular del organismo de la Santa Sede dedicado a los procesos de canonización,la Iglesia pondrá al cura gaucho, como se conoce a Brochero, como ejemplo de sacerdote y de ciudadano.
Según el obispo de Cruz del Eje y titular de Causa de los Santos del Episcopado argentino, monseñor Santiago Olivero, Brochero «se adelantó a los tiempos y supo pensar la realidad, porquela promoción humana y la evangelización que proponemos hoy no estaban tan claras en su tiempo«.
Murió de lepra en 1914 La intervención social, que Brochero desplegó en forma simultánea con la espiritual, fue de tal importancia que sólo dos años después de su muerte, ocurrida en 1914 a causa de la lepra, las autoridades políticas cambiaron el nombre del pueblo en el que vivía y que hasta entonces se llamaba Villa del Tránsito.
Sus gestiones hicieron posible la apertura de caminos, acequias, diques, una estafeta postal y un telégrafo.
Entre otras obras fundó escuelas y logró, con la construcción de un acueducto, la llegada del agua al pueblo desde el río Panaholma.
«Más importante que haber hecho caminos es que Brochero hizo sentir a la gente la necesidad de salir al encuentro de los otros«, dijo el padre Jorge Frigerio, director del Centro de Estudios Brocherianos. Y agregó: «Si uno se encierra en sí mismo, no necesita caminos; Brochero es un constructor de entramado social».
En Villa Cura Brochero, además de la tumba del nuevo beato, se pueden visitar la Casa de Ejercicios Espirituales que construyó el cura y la vivienda en la que pasó sus dos últimos años de vida.
Niño milagrado Allí, la afluencia de peregrinos creció en dimensiones aún no estimadas desde diciembre pasado, cuando Benedicto XVI aceptó como un milagro obtenido por intercesión de Brochero la curación de Nicolás Flores cuando tenía once meses de vida.
El sábado,Nicolás, que hoy tiene 13 años, llevará al altar una reliquia del curaque desde ese día será el octavo argentino en la lista de beatos.
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