Muere Magaly Llaguno

Muere Magaly Llaguno, pionera del movimiento pro vida en Estados Unidos 

Actualizado 30 junio 2013 

Aciprensa 

Magaly Llaguno
Magaly Llaguno

Este viernes 28 de junio falleció en Miami, Estados Unidos, Magaly Llaguno, cubana de nacimiento ypionera del movimiento pro-vida en Estados Unidos. Murió en el Hospital de la Universidad de Miami luego de haber luchado durante varios años contra el cáncer que la aquejaba.

Adolfo Castañeda, reconocido miembro de Vida Humana Internacional (VHI), exhortó a elevar «nuestras oraciones por Magaly para que el Señor la tenga en su gloria y sus familiares y demás seres queridos sean consolados». 

Según señala una biografía de VHI, institución en la que sirvió por años Magaly Llaguno, ella nació en Cuba y llegó como refugiada a Estados Unidos en 1959. Se educó en una escuela metodista en la Habana y asistió a la Universidad Católica Villanueva, donde comenzó a interesarse en conocer más sobre la Iglesia Católica.

Se reconvirtió al catolicismo en un Cursillo de Cristiandad en 1970 y dos años más tarde fundó el Comité Pro Vida Internacional, organización que dirigió durante más de 12 años. Fue miembro fundador de la junta directiva del National Right to Life Committee (Comité Nacional Pro Vida de EE.UU.) y del Catholic League for Religious and Civil Rights (Liga Católica Pro Derechos Religiosos y Civiles). 

En 1984 el Padre Paul Marx le pidió que fundara la sección hispana de Human Life International (HLI) y en 1992 recibió de sus manos el premio «Human Life International Award», que en aquella época otorgaba anualmente HLI «a la persona que más ha hecho en defensa de los bebés por nacer». 

El el 7 de Julio del 2007 HLI también le entregó el premio «Cardinal von Galen Award», que HLI otorga anualmente para honrar a una persona destacada por su defensa de la vida. 

En 1991, en la ocasión del Primer Vértice Mundial Provida en Roma, Magaly Llaguno le entregó al Beato Juan Pablo II un álbum de fotos de VHI en América Latina y de agradecerle personalmente por su enérgica defensa de la vida. 

El 8 de diciembre de 1992, Día de la Inmaculada Concepción, Llaguno recibió el premio «Primum Regnum Dei» de la Arquidiócesis de Miami, por su dedicación a Jesucristo y a Su Iglesia. 

Organizó y participó de más de 20 congresos internacionales y numerosos programas de radio y televisión, incluyendo una serie sobre el aborto titulada «Por amor a la vida», transmitida por EWTN, el canal católico más grande del mundo. 

El Premio «Pueblo de la Vida» del Secretariado para las Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, le fue otorgado el 8 de agosto del 2011, en el marco de un congreso para directores y directoras de oficinas de Respeto a la Vida de todo el país.

 

 

 

 

 

Llegó a la fe por Teresa de Ávila

Presentadora de TV especializada en política

Espiritual pero sin bautizar, la periodista Daniela Drtinova llegó a la fe por Teresa de Ávila

Actualizado 2 julio 2013

P. J. Ginés/ReL

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Potencia sin control. Un alma mística, sin formación alguna. 

Así era de niña, y de adolescente, la pequeña Daniela Drtinova, que hoy es una de las periodistas televisivas más populares de República Checa, quizá el país más ateo de Europa. 

Vida interior pero, ¿y Dios?
Su padre era pintor y tenía una intensa vida espiritual interior, pero Daniela nunca ha averiguado si Dios formaba parte de ella. 

Su madre venía de una familia de 9 niños, criada en la naturaleza, en las colinas checas de Novohradske, con una fe «personal y no institucionalizada», de la que nunca habló hasta que su hija se hizo cristiana. 

El caso es que sus padres no sólo no la bautizaron, sino que nunca le hablaron de temas de fe

En casa no había hostilidad a la religión, ni un agnosticismo militante. Pero tampoco era un ambiente en el que la pequeña Daniela pudiera hablar con detalle de su mundo interior.

Espiritualidad desde los 7 años

Desde los 7 años, le resultaba fácil entrar en ensoñaciones intensas, largos ratos volcada en sus cuentos y fantasías imaginadas. Leía y soñaba acerca de ángeles y ninfas del bosque, de los cuentos de la escritora Eliska Krasnohorska. 

Leyó un libro del norteamericano John Irwin, «Una oración por Owen Meany«, que le influyó toda su vida. El cuento trataba del mundo interior de un niño, Owen Meany, «quedesde su infancia sabe que su destino le lleva a sacrificarse por salvar a otros«. 

Ella, como Owen, sentía que tenía un llamado, algo especial que realizar en la vida, y que está enraizado en la vida interior, no en lo social y exterior.

«Fue como un relámpago»
A los 11 años, en 1981, vivió una experiencia espiritual que describe como «muy fuerte y, sin duda alguna, de un estadio elevado, fue como un relámpago». 

Daniela no concreta mucho, pero insiste en que desde esa experiencia «mi vida interior empezó a ser más importante para mí que la exterior. Pero en esa época no entendí que eso tenía que ver con la fe». 

Vivió parte de la adolescencia en Italia y parte en una Checoslovaquia comunista, anticlerical, que se acercaba hacia la caída del Muro de Berlín. Para Daniela, la gente que iba a la Iglesia era «peculiar». ¿Cómo podían compartir las cosas espirituales, reunirse en público, en un edificio, para lo sagrado? Para ella, lo sagrado era íntimo: nunca lo había comentado con nadie, no entendía que pudiera tener una dimensión pública. Si lo comentaba ¿no le dirían que estaba loca?

Jung: poniendo orden
Fue en la adolescencia que leyó el libro «Memorias, sueños y reflexiones«, una especie de autobiografía espiritual de Carl Gustav Jung, uno de los grandes estudiosos del subconsciente por una vía alternativa a Freud, una vía que investiga los sueños y su relación con los mitos y los arquetipos. Era también una puerta de entrada para disciplinar con ejercicios su alocada vida interior

A los 18 años, con el Muro de Berlín tambaleándose, ella entendió que toda esa «sacralidad interior» tenía que ver con Dios. Que tras esa «chispa», esa «luz», había una Personalidad, una conciencia y liderazgo, una Persona…

Entre la política… y una santa española
Estudió Derecho, pero en 1993, con 23 años, ya estaba trabajando de cronista política en televisión. Y después de 8 años explicando lo que hacían los políticos de la recién nacida República Checa, ya pasó a presentar un programa de entrevistas políticas. 

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En esta etapa de su vida adulta descubrió una maestra que pudiera guiar sus impulsos místicos y espirituales. Era española y llevaba siglos muerta. Era Santa Teresa de Ávila. 

«Ella fue mi guardiana y maestra de mi mundo interior. Me bauticé con su nombre. Leí ´Las Moradas o el Castillo Interior´, y ´Camino de Perfección´ y su vida, y todo lo que había escrito, lo que había vivido, ¡me era tan cercano! A través de ella toqué muchas veces una fe viva. Me acompañó en mi camino como si estuviese realmente presente». 

También San Juan de la Cruz y su «Noche oscura» iluminarían más adelante su camino
 y la alimentarían espiritualmente. 

Así, la espiritualidad y la Iglesia Católica se unieron para ella, y en 2003, con 33 años, se bautizó en la parroquia de Santa Inés, en Praga. 

No es fácil ser madre conversa
No es fácil ser madre católica sin haber recibido la fe en la propia infancia. ¿Cómo transmitirlo a su hija Natalka, que nació en 2002? De hecho, su padre -están separados-, es protestante, y la niña también. 

Pero ella le acompaña a misa a veces. Daniela comenta cómo en misa todos se dan la paz y dicen «la paz contigo», pero luego en casa, cuando hay una pelea, la niña le recuerda: «¡en la iglesia me das la paz y aquí no me dejas tranquila!» 

También le dice: «mamá, estás obsesionada con Jesús»... que no es mala cosa cuando una es periodista especializada en política. Daniela, que fue una autodidacta espiritual, intenta no forzar nada en su hija que, dice, es de talante tozudo.

Acción y contemplación
Hoy Daniela Drtinova entiende que en la Iglesia se equilibran la acción y la contemplación, lo activo y lo pasivo, Marta y María. 

«Busco lo esencial en el silencio, la concentración; allí está el Altísimo; es el regalo más grande que podría tener», escribe.

Esterilizar a las clases bajas

QUIEN GANE MENOS DE 77.000 EUROS ANUALES NO DEBERÍA PODER TENER HIJOS

Esterilizar a las clases bajas, dice una multimillonaria

ginaJesús D Mez Madrid. Gina Rinehart ha propuesto esterilizar a las clases bajas para evitar que se multipliquen. Ha llegado incluso a marcar la cifra: quien gane menos de 77.000 euros anuales no debería poder tener hijos. ¿Monstruoso no? Pues hay quien le ríe las gracias. Las familias que ganen más dinero, continua Gina Rinehart, deberían «animarse a tener 10 o 12 hijos». Parece lógico: que se reproduzcan los que pueden económicamente, los que no, que sean esterilizados. Un claro caso de inducción al darwinismo social.

Y es que el darwinismo social, que es muy parecido al nazismo, dicho sea de paso, propone la eliminación de los elementos débiles de la sociedad. Estos elementos débiles pueden ser discapacitados, personas con Síndrome de Down, ancianos, enfermos terminales, personas en estado embrionario… Es curioso que a casi todos nos indigne lo que dice esta millonaria australiana pero que bastante menos gente se indigne cuando el tema en cuestión es la eutanasia, el aborto o los embriones con enfermedades incurables.

 Si pensamos como si las personas fuesen piezas de un reloj muchas cosas tienen su lógica. Incluidos sistemas políticos que tanto asustan, como el nazismo. Pero hablamos de personas. Parece un pequeño detalle sin importancia pero en cuanto lo perdamos de vista estaremos perdidos. Recuerdan: “el feto es un ser vivo pero no es humano”. Lo estamos empezando a dejar de ver. Y lo peor es que nos estamos acostumbrando. Muchos tenemos la sensación de que empezamos a aplicar no cierta naturalidad el darwinismo social.

Consejos a los matrimonios

Dejando aparte las dificultades que pueda haber entre padres e hijos, también son corrientes las riñas entre marido y mujer, que a veces llegan a comprometer seriamente la paz familiar. ¿Qué consejos daría usted a los matrimonios?.

aer8esQue se quieran. Y que sepan que a lo largo de la vida habrá riñas y dificultades que, resueltas con naturalidad, contribuirán incluso a hacer más hondo el cariño.

Cada uno de nosotros tiene su carácter, sus gustos personales, su genio —su mal genio, a veces— y sus defectos. Cada uno tiene también cosas agradables en su personalidad, y por eso y por muchas más razones, se le puede querer. La convivencia es posible cuanto todos tratan de corregir las propias deficiencias y procuran pasar por encima de las faltas de los demás: es decir, cuando hay amor, que anula y supera todo lo que falsamente podría ser motivo de separación o de divergencia. En cambio, si se dramatizan los pequeños contrastes y mutuamente comienzan a echarse en cara los defectos y las equivocaciones, entonces se acaba la paz y se corre el riesgo de matar el cariño.

Los matrimonios tienen gracia de estado —la gracia del sacramento— para vivir todas las virtudes humanas y cristianas de la convivencia: la comprensión, el buen humor, la paciencia, el perdón, la delicadeza en el trato mutuo. Lo importante es que no se abandonen, que no dejen que les domine el nerviosismo, el orgullo o las manías personales. Para eso, el marido y la mujer deben crecer en vida interior y aprender de la Sagrada Familia a vivir con finura —por un motivo humano y sobrenatural a la vez— las virtudes del hogar cristiano. Repito: la gracia de Dios no les falta.

Si alguno dice que no puede aguantar esto o aquello, que le resulta imposible callar, está exagerando para justificarse. Hay que pedir a Dios la fuerza para saber dominar el propio capricho; la gracia, para saber tener el dominio de sí mismo. Porque los peligros de un enfado están ahí: en que se pierda el control y las palabras se puedan llenar de amargura, y lleguen a ofender y, aunque tal vez no se deseaba, a herir y a hacer daño. 

Con un matrimonio de Irlanda, 1959
Con un matrimonio de Irlanda, 1959

Es preciso aprender a callar, a esperar y a decir las cosas de modo positivo, optimista. Cuando él se enfada, es el momento de que ella sea especialmente paciente, hasta que llegue otra vez la serenidad; y al revés. Si hay cariño sincero y preocupación por aumentarlo, es muy difícil que los dos se dejen dominar por el mal humor a la misma hora…

Otra cosa muy importante: debemos acostumbrarnos a pensar que nunca tenemos toda la razón. Incluso se puede decir que, en asuntos de ordinario tan opinables, mientras más seguro se está de tener toda la razón, tanto más indudable es que no la tenemos. Discurriendo de este modo, resulta luego más sencillo rectificar y, si hace falta, pedir perdón, que es la mejor manera de acabar con un enfado: así se llega a la paz y al cariño. No os animo a pelear: pero es razonable que peleemos alguna vez con los que más queremos, que son los que habitualmente viven con nosotros. No vamos a reñir con el preste Juan de las Indias. Por tanto, esas pequeñas trifulcas entre los esposos, si no son frecuentes —y hay que procurar que no lo sean—, no denotan falta de amor, e incluso pueden ayudar a aumentarlo.

Un último consejo: que no riñan nunca delante de los hijos: para lograrlo, basta que se pongan de acuerdo con una palabra determinada, con una mirada, con un gesto. Ya regañarán después, con más serenidad, si no son capaces de evitarlo. La paz conyugal debe ser el ambiente de la familia, porque es la condición necesaria para una educación honda y eficaz. Que los niños vean en sus padres un ejemplo de entrega, de amor sincero, de ayuda mutua, de comprensión; y que las pequeñeces de la vida diaria no les oculten la realidad de un cariño, que es capaz de superar cualquier cosa.

A veces nos tomamos demasiado en serio. Todos nos enfadamos de cuando en cuando; en ocasiones, porque es necesario; otras veces, porque nos falta espíritu de mortificación. Lo importante es demostrar que esos enfados no quiebran el afecto, reanudando la intimidad familiar con una sonrisa. En una palabra, que marido y mujer vivan queriéndose el uno al otro, y queriendo a sus hijos, porque así quieren a Dios.

Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, 108