Juan Pablo II y el Final de los Tiempos

Juan Pablo II y el Final de los Tiempos

…luego de mi última estancia en Garabandal

     Con motivo de mi reciente viaje a España para impartir conferencias en diversas ciudades del país, tuve la oportunidad de visitar el pueblo de Garabandal el pasado 6 de noviembre de este año 2005. La cercanía a un pueblo donde dictaría una charla me posibilitó el poder quedarme una noche y dormir en Garabandal para subir a “los pinos” al día siguiente. Como es conocido, en “los pinos” tendrá lugar un futuro Milagro y también fue el sitio donde tuvieron lugar una importante cantidad de éxtasis durante las apariciones. En esta ocasión tuve la oportunidad de hablar personalmente con un pariente muy cercano de Conchita González, una de las cuatro niñas videntes de Garabandal durante las apariciones ocurridas entre 1961 y 1965, y a quien se le ha encomendado la misión de anunciar al mundo la realización del Gran Milagro, precisamente 8 días antes de que éste tenga lugar.

   Pues bien, uno de los hechos proféticos que se ventilaron durante los días de la aparición como consecuencia de las conversaciones que la Santísima Virgen tenía con las cuatro niñas, y particularmente con Conchita González, fue el anuncio de que después de Juan XXIII sólo quedarían 3 Papas para el Final de los Tiempos, con la precisión importante de que Paulo VI, una vez que había asumido su misión como sucesor de Pedro, era el primero de los 3 Papas de esa mini lista. Así las cosas, cuando en 1978 Juan Pablo II ocupó la Silla de Pedro, y durante los 26 años y 5 meses siguientes que duró su Pontificado se confirmó entonces que Juan Pablo II era el último Papa previo al final de los Tiempos. Esta afirmación tuvo durante todos estos años varias interpretaciones:

1.     Que durante el  Pontificado de Juan Pablo II ocurrirían el Aviso y el Milagro anunciados en Garabandal y en otras importantes apariciones.

2.     Que él sería el último Papa de esta era y que ya no vendría ninguno más, al menos en esta etapa del Final de los Tiempos.

3.     Que a la muerte de Juan Pablo II ocuparía la Silla de Pedro un antipapa quien sería el Profeta del Anticristo (Apoc XIII).

4.     Que Juan Pablo II sería el Papa del Secreto de Fátima, por lo que él sufriría al final de su Pontificado el desgarramiento de un cisma dentro de la Iglesia en medio de una elección ilegítima de otro Papa – por lo que se convertiría por definición en antipapa – y, que en su caso, Juan Pablo II sería el Papa de la visión de Lucía que se vería forzado a huir de Roma por una revolución y buscar el exilio en otras tierras, por lo que a su muerte quedaría entonces el escenario listo para la aparición del último y personal Anticristo.

    En virtud de los hechos por todos conocidos de la muerte de Juan Pablo II y de la elección por mayoría abrumadora de Benedicto XVI – según varias fuentes confiables se habla de más de 100 votos en el 4º escrutinio – el descontrol y el desencanto dentro del mundo mariano de las apariciones no se hizo esperar, pues parecía que las profecías quedaban incumplidas. Muchos dejaron de creer en las apariciones marianas. Otros juzgaron a Garabandal como una aparición falsa. Y otros tantos pasaron por un momento difícil por no comprender a cabalidad el anuncio profético relacionado con Juan Pablo II. Asimismo, un grupo más reducido y a todas luces confundido determinó estimar a priori a Benedicto XVI como un antipapa, llegando incluso a afirmar que Juan Pablo II aún no había muerto, sino que había sido llevado oculto a algún lugar para que se «cumplieran» las profecías.

    Por nuestra parte, y tal y como se puede leer en otros artículos en esta página y después de hacer un atento y minucioso análisis de las profecías privadas que han probado ser auténticas respecto a Juan Pablo II, llegamos a la conclusión de que se había hecho una mala interpretación(incluido este servidor) respecto al futuro del Papa. El asunto era muy simple: si bien es cierto que la Santísima Virgen ha hablado de un cisma y de un Papa que huye de Roma, dichas profecías no necesariamente se aplicaban a Juan Pablo II, por cuanto que la propia Santísima Virgen no había mencionado directamente el nombre de Juan Pablo II, al menos estamos hablando de las profecías verídicas, pues aquellas que nombraban expresamente a Juan Pablo II como un Papa que sería forzado a huir, etc. resultaron ser falsas.

    No obstante lo anterior, quedaba por dilucidar un punto pendiente. Si Juan Pablo II no era el Papa del cisma ni del exilio, ¿por qué entonces la Santísima Virgen en Garabandal dijo con claridad que después de Juan XXIII sólo quedarían 3 Papas para el Final de los Tiempos? Porque si es así, como lo es, este Pontificado debe estar envuelto en una situación in-extremis que el Cielo estimó incluirlo ya dentro de este breve tiempo histórico del final de los tiempos en el que se culminará la batalla esjatológica entre “la Mujer y la serpiente” (Gen 3,15). Así las cosas, y tratando de averiguar a detalle sobre la profecía de los 3 Papas, encontré una versión que venía en apariencia a aclarar esta profecía. Se trata de un autor alemán, Albrecht Weber, quien afirma que de acuerdo con un comentario que hizo la propia Conchita en la cocina de su casa frente a cuatro testigos, en realidad no eran 3 los Papas que faltarían para el Final de los Tiempos a partir de Paulo VI, sino 4, pero que como uno reinaría por muy poco tiempo (Juan Pablo I) “la Virgen no lo tomaba en cuenta.”

    Este testimonio que se puede leer en el libro Garabandal -Der Zeigefinger Gottes (Garabandal – El Dedo de Dios) lo cito en mi libroPuntualizaciones Proféticas como una fuente que pudiera aclarar el asunto respecto a los 3 Papas. No obstante, en mi propio libro dejo abierta la puerta para seguir profundizando sobre este tema. Así, en la conversación que pude sostener con el pariente cercano de Conchita me transmitió que la postura de Conchita sigue siendo la misma de siempre, es decir, precisa que la Santísima Virgen se refería a 3 Papas antes del Final de los Tiempos, o sea, Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. Por tanto, Juan Pablo II fue el último Papa antes del Final de los Tiempos. 

    Entonces, ¿qué significa esta profecía? La respuesta la he explicado en el libro de Puntualizaciones Proféticas. Pero el asunto se reduce a lo siguiente. A partir de que Juan Pablo II ha entrado a la Casa del Padre, la humanidad entera ha comenzado el tiempo histórico denominado Final de los Tiempos que culminará con la aparición y reinado del Anticristo, así como con la Parusía o Manifestación de Cristo que pondrá fin al Misterio de la Iniquidad. Por tanto, la llamada primera culminación del caos y confusión mundial se irá desarrollando y palpando por el hombre durante estos próximos años hasta que aparezca el Anticristo y venga a «resolver aparentemente» todos los males que aquejarán a la humanidaddesastres naturales, guerras, caos financiero y económico, injusticia social y divisiones, hambruna y confusión religiosa, entre otros. Decimos primera culminación del caos y confusión porque habrá una segunda que tendrá lugar inmediatamente después y como consecuencia del reinado del anticristo, una vez que se descubra realmente su verdadera impostura y engaño.

    Así entonces el año del 2005 fijó el comienzo de un tiempo que durará pocos años de eventos sucesivos y vertiginosos que conllevarán deterioro y muerte en todos los niveles de la vida del hombre en este mundo. Grandes catástrofes de diversa índole serán causa de innumerables muertes que son ocasionadas por el pecado desenfrenado de la humanidad y permitidas por la Justicia infinita de Dios. Veremos y viviremos accidentes que no serán tales; inundaciones, epidemias mortales, terremotos y erupciones volcánicas (México se verá envuelto pronto en un problema de gran magnitud por estas dos causas); huracanes, tornados y tsunamis; graves revueltas mundiales, atentados, uso de armas de destrucción masiva, revoluciones sangrientas; caos financiero y económico ocasionados tanto por la mano del hombre como por los desastres que vendrán.

    En todo este proceso de gran sufrimiento, especial mención merece lo que le sucederá a la Iglesia. En lo personal estimamos que el Pontificado de Benedicto XVI será atípico por cuanto que la Santísima Virgen lo incluyó ya dentro del Final de los Tiempos (toda vez que como hemos dicho Juan Pablo II fue el último), por lo que no se descartaría un final sangriento de su Pontificado, hecho lo cual vendrá inmediatamente el cisma de la Iglesia con la elección de un Papa verdadero y otro elegido al mismo tiempo por un grupo de cardenales por medio de la fuerza y la traición a la propia Iglesia, por lo que será un falso pastor que se hará pasar como Papa frente al Papa elegido válidamente. En el marco de toda esta confusión y división que se desatará dentro de la Iglesia, una grave, violenta y sangrienta revolución en Italia y otros lugares de Europa hará que el sucesor legítimo de Benedicto XVI (y probablemente también el falso pastor, o sea, los dos) se veaobligado a huir de Roma sobre los cadáveres de sus sacerdotes tal y como está profetizado en Fátima y otros lugares. Hasta entonces vendrá elAviso de Garabandal para ser visto y sentido por absolutamente todos los hombres que estén vivos en ese momento, es decir, cada ser humano tendrá una experiencia íntima de Dios y verá el estado de su alma tal y como Dios la ve, con todas las  consecuencias físicas y espirituales que de ello se puedan tener.. Después de este acontecimiento sobrecogedor, entre 8 días después -como mínimo- y un año -como máximo-, ocurrirá el Gran Milagro. Después de todo esto, en algún momento ya muy cercano será asesinado el Papa, quedando entonces listo el escenario para la aparición del Anticristo.

    Como verá el lector se nos vienen encima grandes acontecimientos, muchos de ellos llenos de dolor y sufrimiento, originados por tres fuentes:Dios, el  demonio y el hombre. En este tiempo venidero de grandes desastres naturales hay que estar especialmente preparados pues no sabemos “el día y la hora”. Asimismo, nuestra vida de relación con Dios – y que es lo más importante – será gravemente afectada por la grandísima dificultad para poder crecer espiritualmente en el amor a Dios, pues el cisma que habrá y la proliferación de falsas filosofías con gran carga esotérica harán que sea muy difícil ser fieles a Dios.

    Finalmente, ¿cuánto tiempo se llevará todo esto? Sabemos que el día y la hora sólo los conoce el Padre, pero un análisis genérico de los tiempos nos permiten ubicar por varias razones que para fines de la presente década y principios de la siguiente estarán dadas las condiciones para el Aviso de Dios. De lo demás, sea el lector quien saque sus conclusiones y propósitos personales. Cada uno deberá asumir su lugar frente a Dios ypriorizar sus objetivos de vida en vista de todos los eventos que vendrán. Estamos ya en los tiempos profetizados desde tiempos inmemoriales. Son tiempos esperanzadores en extremo – pues se vislumbra en el horizonte el Reino de Cristo en la tierra. Pero también dramáticos y amargos en extremo, pues todos estos eventos constituyen y son preparatorios a la Gran Tribulación profetizada por Jesucristo, tribulación “cual no la habido ni la habrá semejante en el futuro. Y si aquellos días no se acortasen nadie se salvaría, pero en atención a los elegidos se acortarán aquellos días” (Mt 24, Lc 21, Mc 13).  

Luis Eduardo López Padilla

 

Autor: Moral y Luces

Moral y Luces

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