Derecho a la educación diferenciada por sexos en España

RECUERDA QUE NO ES DISCRIMINATORIA SEGÚN LA UNESCO

El Ministro Wert sale en defensa del derecho a la educación diferenciada por sexos en España

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha defendido que se analice y debata la cuestión de la enseñanza separara por sexos, en el sentido de que no puede haber distinto trato en la financiación con fondos públicos si no hay discriminación en función de esa educación diferenciada. En una nota, Wert dice que el Gobierno «respeta y acata» las sentencias del Tribunal Supremo que avalan la denegación del concierto educativo a un centro privado de Cantabria y otro de Sevilla con educación diferenciada por sexos y que han sido dadas a conocer este miércoles. 

(Agencias/InfoCatólica) El ministro señala, sin embargo, que «hay que plantearse hasta qué punto el argumento de que la educación diferenciada supone discriminación entre los sexos es un argumento compatible con la Convención de la Unesco que firmó España contra la discriminación en la enseñanza».

En esa convención «se sostiene que la educación diferenciada, siempre que no suponga una desigualdad de oportunidades para chicos y para chicas, no supone una forma de discriminación».

Así pues, el ministro considera que esta es la cuestión principal, porque, «si no hay discriminación en función de esa educación diferenciada, no puede haber tampoco diferenciación en la aportación de fondos públicos».

Las sentencias, referidas a los colegios Elchato de Brunes, en Andalucía, y Torrevelo, en Cantabriadan la razón a los gobiernos autonómicos, que decidieron denegarles el concierto. Entre los argumentos, esgrime el incumplimiento del artículo 84 de la Ley Orgánica de Educación de 2006 relativo a la admisión de alumnos.

«Las administraciones educativas regularán la admisión de alumnos en centros públicos, privados y concertados de tal forma que se garantice el derecho a la educación, el acceso en condiciones de igualdad y la libertad de elección de padres y tutores (…)», reza este artículo, en cuyo apartado tercero precisa que «en ningún caso habrá discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».

Ambas sentencias cuentan con el voto particular del magistrado Antonio Martí García, que indica que con la normativa actual, la internacional y la propia anterior de esta sala, «se puede llegar a otra conclusión, pues estimó que la educación diferenciada no genera discriminación por razón de sexo, como la administración y la sentencias mantienen». Añade, además, que la preferencia en la LOE por la coeducación «no impide el que se pueda atender a otras opciones».

La Comunidad de Madrid no retirará los conciertos

Entre las reacciones políticas, destacan las de dirigentes de la Comunidad de Madrid. MientrasTomás Gómez se ha apresurado a anunciar acciones legales para la retirada del concierto de centros de este tipo en la región, con alusiones al Opus Dei, el consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, ha afirmado que el Gobierno regional seguirá apostando por que los padres «elijan libremente la enseñanza pública, concertada o privada que estimen oportuno para sus hijos».

Por su parte, la asociación de padres de alumnos católica CONCAPA, mayoritaria en la enseñanza concertada, ha defendido en una nota que el derecho a elegir la educación de los hijos no sólo abarca la elección del centro educativo, «sino también la metodología pedagógica».

«El concierto educativo financia la gratuidad de la plaza escolar como impone el artículo 27 de la Constitución; por tanto, es un derecho de la familia a la gratuidad de la enseñanza y no una subvención», dice también la nota, que defiende que la educación «diferenciada» es una metodología pedagógica «aceptada en todos los países desarrollados».

Luz Amparo ¿Camino de los altares?

Actualizado 21 agosto 2012

En la muerte de Luz Amparo (3) ¿Camino de los altares? 

Muchos seguidores de Luz Amparo Cuevas y de las apariciones de El Escorial se preguntan ahora, tras su muerte, cuándo se iniciará el proceso de beatificación de una mujer humilde que supo vivir, según ellos, las virtudes en grado heroico.

Sobre tan delicado asunto, don José María Ruiz Uceda, capellán de Prado Nuevo, me recordaba recientemente que el proceso de beatificación sólo puede ponerse en marcha transcurridos al menos cinco años desde la muerte de la candidata en este caso; salvo casos excepcionales, autorizados directamente por el Romano Pontífice.

“Eso no significa –añadía Ruiz Uceda- que no sigamos trabajando ya con vistas al futuro proceso”.

En lo que a mí respecta, puedo dar fe de la copiosa documentación (centenares de testimonios manuscritos de conversiones y curaciones, así como cartas interminables de consagrados y seglares, exhaustivos informes médicos, fotografías elocuentes…) que los responsables de la Asociación Pública de Fieles de Prado Nuevo siguen recopilando desde hace más de treinta años. Parte de ese auténtico arsenal de documentos pude examinarla por gentileza suya mientras componía mi libro Las apariciones de El Escorial (LibrosLibres).

Además del cardenal Rouco, el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, fue informado en su día de los fenómenos de El Escorial por el sacerdote pasionista don Juan Llorente Guerra, que recibió la vocación precisamente en Prado Nuevo.

Sucedió el 13 de octubre de 1995, durante una entrevista personal de aproximadamente treinta minutos de duración entre el padre Llorente y el entonces cardenal Ratzinger.

“Recuerdo perfectamente –me comentaba el propio don Juan Llorente- que Ratzinger me preguntó:

“- ¿Cómo es que siendo pasionista defiendes tanto estas apariciones?”.

Acto seguido, Llorente le habló de su conversión y de las “gracias” recibidas en Prado Nuevo, empezando por su vocación al sacerdocio y el milagro del sol. Enseguida reparó en la extraña coincidencia de que, el mismo día del aniversario de la última aparición de Fátima, hablase él a Ratzinger de las apariciones de El Escorial.  

Ratzinger aceptó todo el material informativo que le entregó el visitante: desde mensajes fotocopiados, hasta cintas magnetofónicas y un vídeo sobre Prado Nuevo como fuente de espiritualidad.

“Jamás olvidaré –concluía don Juan Llorente- que, tres meses después, coincidí de nuevo con él en la Universidad Gregoriana, durante la clausura de un Congreso. Al acercarme a saludarle, se acordó enseguida de mí, pues iba vestido con el hábito de la Congregación.

“Entonces me dijo:

“-Toda la documentación que me entregaste sobre El Escorial se está estudiando y va adelante”.

Ahora, el cardenal Rouco ha autorizado la capilla en Prado Nuevo tantas veces solicitada por la Virgen, respaldando así una vez más de facto las apariciones.

María Cristina de Saboya

Un proceso frustrado por la unidad de Italia

María Cristina de Saboya, la reina Borbón que pudo (aún puede) ser santa 

Murió a los 23 años en olor de santidad, pero eso no se reconoció hasta 1937. Luego todo se paró. 

Actualizado 23 agosto 2012 

C.L. / ReL 

Un reciente artículo en el diario L´Avvenire, del que es propietaria la conferencia episcopal italiana, hablaba de una reina «oscurecida por la razón de Estado». Esa razón de Estado es, obviamente, la unidad de Italia, porque cuando murió en olor de santidad María Cristina de Saboya (1812-1836) faltaba poco para que se pusiese en marcha un proceso que ni políticamente (por su carácter revolucionario) ni religiosamente (por su impronta masonizante) admitía que una Borbón devota y piadosa fuese elevada a los altares y convertida en icono popular.

Y, sin embargo, el pueblo consideraba una santa a la esposa de Fernando II de las Dos Sicilias y en cuanto tal reina de un territorio que se anexionó en 1861 el nuevo reino unitario.

Merece el homenaje más que otros

Franco Cardini, sin embargo, autor del artículo, considera que la celebración del 150º aniversario de la unidad de Italia no debe hacer olvidar historias que hace 150 años se olvidaron.

Porque hay otros centenarios que celebrar. El 14 de noviembre, los dos siglos del nacimiento de María Cristina de Saboya. Si no lo festejan los pueblos sobre los que reinó (piamonteses, sardos, napolitanos) en cuanto tales, que lo hagan al menos en cuanto católicos: «Merece ser recordada más que tantos utopistas, políticos sin escrúpulos y aventureros que han construido Italia», dice Cardini. Apenas un libro publicado en 2000 (La reginella santa [La reinecita santa] de Luciano Regolo), la recuerda.

Ya desde 1817, cuando tenía 5 años, Francisco I, rey de Nápoles, había pensado en ella como posible esposa de su hijo Fernando. Y a éste, dos años mayor, le gustó la idea en cuanto empezó a pensar en ello como príncipe. Así que al subir al trono en 1830 empezó un tira y afloja diplomático (la madre de María Cristina, María Teresa de Austria-Este, se oponía por la epilepsia de Fernando) hasta que todos concordaron.

Todos, salvo María Cristina. A todos había insistido en que a las pompas del mundo prefería el retiro del claustro y la paz del corazón. Pero entendiendo que era su deber como hija y heredera, el 21 de noviembre de 1832 contrajo matrimonio en Génova.

Según Harold Acton (1904-1994), erudito británico estudioso de los Borbones de Nápoles, «cuando llegó la hora de vestirse, rompió en lágrimas y sus damas de honor no sabían cómo consolarla. María Cristina les explicó que no podía apartar de sí el terror almatrimonio, hacia el cual no sentía la más mínima inclinación«. Sin embargo, durante toda la ceremonia mantuvo el tipo y el gesto correctos.

Fernando y ella fueron felices en su matrimonio, aunque la leyenda negra unitarista difamó esa verdad. María Cristina orientó a su esposo y rey hacia las obras de caridad. Muy devota,se había consagrado a la Virgen desde muy pequeña, y leía a diario la Biblia en la corte, donde procuraba que todos asistiesen a misa el domingo. No tenía respetos humanos, y cuando iba en su carroza y se cruzaba con un sacerdote que llevaba el viático en procesión a un enfermo, mandaba parar y se arrodillaba a su paso. Facilitó muchos matrimonios de personas pobres que no tenían dinero haciéndoles donativos, y su preocupación por los más necesitados la hacía muy querida por casi todos.

Los adversarios

Ese ´casi´ se reducía a los liberales más extremos, los futuros radicales de la unidad italiana, quienes la acusaban de supersticiosa, de estar en manos de los jesuitas y de ser un instrumento de la reacción clerical y monárquica.

Durante los tres primeros años de matrimonio, María Cristina y Fernando no tuvieron hijos, hasta que al final ella quedó embarazada en 1835. Tal vez algo presagiaba, porque poco antes del parto le dijo a su hermana: «Esta vieja se va a Nápoles a dar a luz y morir«. Y así fue. El heredero nació el 16 de enero de 1836, y el día 31 María Cristina falleció por las complicaciones del parto. Dos días antes había tomado al niño y, entregándoselo a su marido, le había dicho: «Responderás de él ante Dios y ante el pueblo. Y cuando crezca dile que muero por él». Fue enterrada en la napolitana basílica de Santa Clara.

La fama de santidad con la que murió dio origen a la temprana incoación de un proceso de canonización. Al parecer, entre los documentos del mismo hay referencia a algún milagro obtenido por su intercesión. En cualquier caso, tras la unidad de Italia las presiones anticlericales hacían poco aconsejable elevar a los altares a una reina, y menos aún Borbón.No fue hasta 1937 que Pío XI decretó la heroicidad de sus virtudes y la declaró Venerable.
 
«Luego, todo se cerró«, lamenta Cardini. Tal vez hasta que, el 14 de noviembre, con la evocación de su nacimiento, todo se ponga en marcha de nuevo.

Causa de Canonización de EDUARDO ORTÍZ DE LANDÁZURI

Causa de Canonización de EDUARDO ORTÍZ DE LANDÁZURI, médico, supernumerario del Opus Dei

Nació en Segovia el 31 de octubre de 1910. Estudió la carrera de Medicina. Obtuvo la Licenciatura en 1933 y el grado de Doctor en 1944. Comenzó el ejercicio de su profesión en el Hospital del Rey, de Madrid. En 1935, amplió estudios en Alemania. En 1940 se incorporó al Hospital Clínico de Madrid, para trabajar con el Dr. Jiménez Díaz, a quien consideró siempre su maestro en la medicina. En 1946 obtuvo la Cátedra de Patología General de la Facultad de Medicina de Cádiz, pero se trasladó pronto a la de Patología Clínica y Médica en la Universidad de Granada. En septiembre de 1958, se incorporó a la naciente Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, en cuya Facultad –y Clínica Universitaria– gastó sus años de trabajo hasta el día de su jubilación.El 11 de diciembre de 1998 se inició en Pamplona su Causa de Canonización.

Un largo itinerario espiritual y humano

Al comenzar la guerra civil española, su padre, militar de profesión, fue detenido en Madrid y condenado a muerte, a pesar de no haber participado en los sangrientos sucesos de aquellos días. Con su madre y su hermana pasó con él la noche anterior a su fusilamiento, que se produjo el 8 de septiembre. Refiriéndose a aquellos días diría más tarde: “Fueron los más dolorosos de mi vida”. El asesinato de su padre dejó una honda señal en su alma y supuso el inicio de una profunda crisis religiosa, que originó el proceso interior de su conversión a Dios.

El 17 de junio de 1941, contrajo matrimonio con Laura Busca Otaegui. Se conocieron en 1935, en el Hospital del Rey, donde también trabajaba ella, en el departamento de Farmacia. Tuvieron siete hijos. Su familia –su mujer y sus hijos– fue el primer campo de servicio en su vida.

El 1 de junio de 1952, pidió la Admisión en el Opus Dei. El encuentro con la Obra supuso el inicio de una seria lucha por el mejoramiento continuo de su vida cristiana, siguiendo el camino abierto por la vida santa y las enseñanzas de su Fundador, san Josemaría Escrivá de Balaguer, al que llegó a querer entrañablemente. Poco a poco, consciente de su filiación divina, adquirió una piedad sencilla y recia. Externamente se le veía siempre con una profunda paz y gran alegría, manifestada de modo natural incluso en los contratiempos y en los momentos de cansancio.

Su actividad profesional alcanzó una intensidad sorprendente: la jornada comenzaba muy temprano, con un tiempo dedicado a la oración y a la Santa Misa, y terminaba, de ordinario, en las primeras horas del día siguiente. Atendió con solicitud a sus colegas y colaboradores; para los estudiantes fue maestro y guía, tanto en lo profesional como en lo humano. Trataba con afabilidad a cada uno y procuraba estar siempre disponible; a la vez, era exigente consigo mismo y con los demás, porque quería hacer rendir para Dios los talentos recibidos. Los enfermos encontraron en él a un verdadero amigo, pues se interesaba por todas las facetas humanas de las personas, para ayudarles a mejorar tanto corporal como espiritualmente.

En el Opus Dei aprendió el valor de la unidad de vida. Entendió así que el cuidado de su familia, el estudio y el trabajo, el trato con los amigos, colegas y estudiantes debía estar impregnado de sentido cristiano; cada actividad, ordenada y realizada en su momento, le ayudaba a dirigir el alma a Dios: era el ofrecimiento de su vida, convertido en verdadera oración contemplativa.

En 1983, dejó la docencia, a los 73 años de edad. Poco después se le diagnosticó un tumor canceroso. Al ser operado, se descubrió que el cáncer era incurable porque estaba muy extendido. Desde el primer momento fue consciente de la gravedad de su enfermedad y la aceptó uniéndose cada vez más a los padecimientos de Cristo en la Cruz, por la Iglesia. Sus dos últimos años de vida fueron aún de gran actividad profesional, llena de afán por acercar muchas almas a Dios. El 1 de mayo de 1985, ingresó definitivamente en la Clínica Universitaria de Pamplona, testigo de sus infinitos desvelos por los enfermos, donde falleció a las 9’10 de la mañana del día 20, mientras repetía esta oración: ¡Señor, auméntame la fe, auméntame la esperanza, auméntame la caridad, para que mi corazón se parezca al tuyo!

Desde aquel momento se manifiesta la fama de su santidad que muchos ya apreciaban en su vida y son cada día más los que confían en su intercesión ante Dios.

Extractos del libro : “Eduardo Ortíz de Landázuri. El medico amigo” de Esteban López-Escobar y Pedro Lozano Bartolozzi, publicado por Rialp en 2003. Ver

El asalto a la libertad religiosa en EE.UU.

«Last ounce of courage» (dentro tráiler) 

Llega la película que removerá conciencias sobre el asalto a la libertad religiosa en EE.UU. 

Con actores como Marshall Teague, Jenniffer O´Neill o Fred Williamson, denuncia la desnaturalización políticamente correcta de la Navidad. 

Actualizado 24 agosto 2012

C.L. / ReL

Muchos de los problemas que está padeciendo la sociedad norteamericana ante los crecientes asaltos a la libertad religiosa van a quedar reflejados en la película Last Ounce of Courage(El último rescoldo de coraje, en traducción libre), que se estrena en próximo 14 de septiembre en 1200 cines de Estados Unidos.

Ha sido dirigida por Darrel Campbell Kevin McAffee y producida por Veritas, una productora que se define como «dedicada a hacer películas con un propósito»: «Nuestro compromiso es hacerpelículas por Dios y por la Patria, creemos que hay un espacio en el mercado para ese género», explica Kevin. El éxito en los últimos años de A prueba de fuego Cristiada prueba que es así.

La idea de Last Ounce of Courage, afirman los responsables de Veritas, es llevar a un producto de entretenimiento el problema de la libertad religiosa en Estados Unidosuna preocupación creciente. Para ello han contado con actores ilustres veteranos como Marshall Teague (La Roca, Armaguedón),Jennifer O´Neill (Río Lobo, Verano del 42) y Fred Williamson (Abierto hasta el amanecer, Starsky y Hutch) y jóvenes actores con futuro como Hunter Gómez, que interpreta su primer gran papel, y Jenna Boyd, que ha rodado algún episodio de CSI.

Fe y patriotismo

El argumento es sencillo: un joven llega al pueblo de su abuelo, un veterano de guerra escéptico y en no muy buenas relaciones con la comunidad. Ambos lloran la muerte en combate, años atrás, de quien fue padre de uno e hijo de otro. El chico tiene una pregunta para su abuelo: ¿qué hemos de hacer para que nuestra vida sea diferente? Y lo descubrirán muy pronto, cuando comprueben que el simple derecho de celebrar a Cristo en Navidad está siendo arrancado del país.

La temática llega en un momento muy sensible con ese tema. Las organizaciones laicistas están persiguiendo militantemente cualquier celebración colectiva de la fe,incluso la instalación de belenes en lugares públicos. Muchos norteamericanos se sentirán representados en la familia protagonista.

«Siempre quise hacer una película sobre la Navidad«, declaró Campbell a Catholic News Agency, y la inspiración le vino hace cuatro años cuando recibió un folleto tituladoMantengamos a Cristo en Navidad. El cineasta estaba harto de que la Navidad «estuviese siendo relegada al patio de atrás de la vida cívica». También ha concebido la película como un homenaje a quienes han dado su vida por su país, encarnados en el personaje referencial del militar padre e hijo, respectivamente, del adolescente y del anciano protagonistas.

«Creo en este país, creo en la gente. Creo en la libertad, creo en mi iglesia, en mi religión, en mi fe. Nuestra nación está fundada en la fe, la familia y la libertad, y de eso es de lo que va la película», concluye Campbell.

Vea el tráiler de Last Ounce of Courage: