Rescata chicas en Las Vegas con una oración contra el demonio

Por fe, perdona al chulo que le pegaba y reza por él 

Annie Lobert, ex-prostituta, rescata chicas en Las Vegas con una oración contra el demonio 

Fue abusada de niña y despreciada de adolescente. Empezó como acompañante de lujo y bailarina, y luego fue prostituta cara en Las Vegas. Su chulo le pegaba y pese a todo ella le necesitaba. Buscó llenar su vida con drogas y espiritualidades. Sólo en la puerta de la muerte encontró a Jesús. Y decidió ayudar a otras mujeres.

Actualizado 25 junio 2012 

Ángeles Conde / ReL 

«Eres preciosa y Jesús te quiere«. Con estas palabras, Annie Lobert se acerca a las prostitutas de Las Vegas. Ella es ex-prostituta, y junto a otras ex-prostitutas recorre la noche para rescatar a las mujeres del tráfico sexual. 

«Les digo eso nada más verlas porque necesitan saber que son valiosas, que son bellas y que hay alguien que las ama incondicionalmente», explica. 

Su experiencia la impulsó en 2005 a crear Hookers for Jesus, una organización cristiana que lucha contra la explotación sexual, la pornografía y la industria del sexo. Fue «trabajadora del sexo» durante 16 años: primero en Minneapolis, Minnesota, Hawaii y los once últimos, y más traumáticos, en Las Vegas. 

Ahora su misión, tal y como ella describe, «es salvar el alma de las mujeres que venden su cuerpo» en la oportunamente llamada Sin City (Ciudad del Pecado).

Abusada y nunca amada

La historia de autodestrucción de Annie se inicia en su infancia. Fue víctima de abusos sexuales con 8 años. Ella misma reconoce además que nunca se sintió amada y que esa circunstancia mermó su autoestima: “Sólo pensaba en qué Dios estaría enfadado conmigo. Le imaginaba con un enorme martillo esperando el momento de aplastarme con él si hacía algo mal”. 

A los 18 años perdió la virginidad con un chico que le rompió el corazón. Entonces despertó su lado rebelde y se lanzó a los brazos de una vida de promiscuidad y a la “experimentación”. Durante unas vacaciones con una amiga en Hawaii vendió por primera vez su cuerpo por dinero. 

Soñando con Pretty Woman

Al regresar a su ciudad, abandonó su trabajo y se introdujo en el mundo de la prostitución de lujo. Primero se consideraba «bailarina exótica» y «acompañante de lujo». Después tuvo que aceptar encargos más y más exigentes. La seducción del dinero le hizo irse hasta Las Vegas, donde pensó que ganaría más: “Eran miles de dólares cada noche; noches incluso de más de 10.000. En Las Vegas viví la ilusión del glamour, las fiestas y el dinero. No podía resistirme a la luz de los casinos y entrar para ver si encontraba a algún cliente muy rico que me rescatara. Todas soñamos con ser Julia Roberts en Pretty Woman”.

Durante los once años que ejerció como prostituta en Las Vegas llenó su vida con fiestas, gente famosa, viajes, hombres y caros objetos materiales pero, como dice Annie, “al final pierdes tu alma en todo este proceso. Vivir en el mundo de Las Vegas me hizo hacer cosas que no hubiera hecho en cualquier otra circunstancia”.

Violencia y drogas y vacío interior

La primera vez que invocó a Jesucristo fue cuando estuvo a punto de ser asesinada por su “chulo”. Al enterarse de que Annie quería dejar la prostitución, la encerró en el maletero de su coche y la amenazó con quemarla en el desierto. Su chulo la liberó pero unos meses después la secuestró y le propinó una paliza en el desierto. 

Ese no fue el peor día para Annie: al poco tiempo fue diagnosticada de linfoma. Sin embargo, no abandonó la prostitución porque tenía facturas médicas que pagar. Sumida en una gran depresión por la muerte de varios familiares próximos, su enfermedad y el creciente deseo de abandonar esa vida sin poder hacerlo, Annie entró en el infierno de las drogas: “Es increíble, pero después de curarme, comencé a consumir drogas. Tenía el corazón roto, ninguna voluntad de seguir luchando y sufría por el continuo abuso verbal, físico y sexual que sufría siendo una prostituta de lujo”.

Xanax, valium, cocaína, alcohol y ludopatía… Nada llenaba su vacío interior y entonces probó con diferentes formas de “religiosidad”: wicca, vampirismo, masonería, budismo, new age… todo ello le provocó un desorden por estrés postraumático. 

Además, como muchas otras prostitutas, desarrolló una adicción o dependencia hacia el mismo chulo que le pegaba. Estaba perdidamente enamorada, enganchada, hacia la misma persona que la apalizaba y vendía.

Los estudios que maneja su asociación dice que casi 7 de cada 10 mujeres que trabajan en la industria del sexo sufren este estrés postraumático: enfermedad, ansiedad, depresión, insomnios, pesadillas, pérdidas de memoria, anorexia, bulimia, depresión clínica…todos estos eran los síntomas de Annie tras once años trabajando en la industria del sexo en Las Vegas. 

Sobrevivir a la sobredosis

Una noche de 2003 casi murió por sobredosis: “Sentía un dolor horrible en mi pecho.Estaba esperando ver las llamas del infierno y le pedí a Jesús que, si me salvaba, le hablaría al mundo entero de Él. Y Jesús vino a rescatarme”. 

Y así lo hizo cuando se recuperó. Annie comenzó a usar su dolorosa experiencia en ayudar a personas explotadas sexualmente en Las Vegas. 

“Mi pasión es ayudar a prostitutas, proxenetas, strippers y a cualquiera que se haya visto en las redes de la explotación sexual. Quiero ayudarles a ver que hay una vida real esperándoles fuera de la industria del sexo. Si necesitan ayuda para escapar de este estilo de vida, aquí estoy yo para ayudar, no para juzgar”.

Verdades claras

Al mundo y a los clientes les recuerda lo que no quieren pensar: «Las mujeres no son robots, no disfrutan de los actos sexuales, ni de la esclavitud de vender su cuerpo. Tenemos sentimientos y no los podemos eliminar mientras somos prostitutas ostrippers. Nos duele, sangramos, lloramos, somos hermanas, madres, hijas, primas, sobrinas, niñas pequeñas». 

A las mujeres atrapadas en el negocio les propone un cambio radical, y para eso necesitan a Jesús. Les dice: «Dios te ama a ti, sí, a ti, a esa persona que vive derrotada», les dice. «No dejes que el demonio te robe la alegría más tiempo. Pide a Jesús que entre en tu corazón y observa cómo puede cambiar tu vida radicalmente. ¿Sabías que Jesús murió para que fueses libre? ¿Quieres salir de la celda de tu mente? Reza esta oración».

La oración busca romper el círculo de esclavitud en el que vive la mujer: 

«Jesús, creo que eres el Hijo de Dios. Ven a vivir a mi corazón vacío. Manda tu Espíritu Santo a llenarme con tu paz, pasión y amor. Cámbiame completamente, de dentro afuera. Que pueda caminar en el destino perfecto que tienes para mí. Enseñame a vivir mi nueva vida. Abre mis ojos a tu verdad. Rompe las mentiras que el demonio ha puesto en mi mente. En ti confío, oh Señor. Gracias, Jesús. Amén.» 

El poder del perdón

¿Y después? Después viene el reto de perdonarse una misma y perdonar a los enemigos. Annie lo explica: «Si Jesús podía perdonarme, ¿no podía perdonarme yo misma también? Y me perdoné por todas las cosas horribles que había hecho y el yugo de la atadura y la culpa se quitó de mi espalda». 

También perdonó a su chulo, «y a todos los demás que me ofendieron. Rezo por mi chulo cada día y sé que Dios tiene un plan grande para él. ¡Perdona y serás libre!»

Curso Virtual Office Eclesial

Curso Virtual Office Eclesial para Parroquias en español

Inscripciones abiertas

ROMA, martes 26 junio 2012 (ZENIT.org).- El Centro RIIAL Guadalupe tiene abiertas las inscripciones para la nueva edición del Curso Virtual “Office Eclesial para Parroquias en español”, que comienza el martes 3 de julio de 2012.

El Curso –informa en una nota la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL)- esta dirigido a secretarías parroquiales, auxiliares administrativos, sacerdotes, religiosos y todo interesado en la gestión, administración y coordinación de las actividades de una parroquia.

Es coordinado e impartido por los miembros del Centro RIIAL Guadalupe de modo totalmente virtual y sin ningún tipo de actividad presencial a través del Aula Juan Pablo II, disponible las 24 horas en Internet. De esta manera se facilita la participación para aprender desde el hogar, la parroquia o desde un centro comunitario de Internet.

El Curso tiene una duración de diez semanas y brinda la formación necesaria para la aplicación del software gratuito de la RIIAL en las parroquias, con todos sus módulos: Agenda, Personas, Familias, Celebraciones, Catequesis, Directorio, Económico y Sacramental.

Para realizarlo solo se requieren conocimientos de operación de PC (Windows y Office), una computadora con sistema operativo Windows XP o Windows Vista, acceso a Internet y una disponibilidad de 6 horas en la semana, distribuidas según la conveniencia de cada participante.

Para inscribirse o solicitar mayor información: www.centroguadalupe.org.

Enlace al Curso: http://www.centroguadalupe.org/detalle_noticia.php?id=MjAw.

India: ¿Suceden milagros?

Se multiplican los fieles en una diócesis por repetidas curaciones inexplicables

ROMA, martes 26 junio 2012 (ZENIT.org).- Repetidos casos de curaciones inexplicables, consideradas sobrenaturales, son la principal causa del masivo crecimiento de la Iglesia en un remoto ángulo de India, según el obispo de la región.

El obispo John Kattrukudiyil de Itangar, Arunachal Pradesh, al noreste de India, subrayó el fenómeno de las curaciones como explicación del crecimiento de la Iglesia en su diócesis desde virtualmente ningún fiel hasta el 40% de la población en 35 años.

Durante una visita a la sede internacional de la fundación caritativa Ayuda a la Iglesia Necesitada, en Konigstein, Alemania, el obispo describió la situación en su diócesis diciendo: “Repetidas veces me cuentan historias de curaciones que han sucedido en varios lugares”. “Lo que cuentan me llena de asombro”.

El obispo, cuya región es fronteriza con China, Bhutan y Birmania, añadió: “Tengo una gran base teológica en mis estudios y es fácil hacerse escéptico sobre este tipo de cosas, pero la gente está abslutamente convencida de que han recibido la curación”.

Habló de un suceso a un hombre que renunció a un pasado gastado en perseguir a la Iglesia y se convirtió para casarse con una chica católica.

El obispo Kattrukudiyil dijo: “Tras hacerse católico al hombre se le pidió que fuera a rezar sobre un hombre paralítico. El no quería pero fue y rezó y al día siguiente el hombre se levantó y caminó hasta la iglesia. Estaba tan impresionado de esta experiencia milagrosa que empezó a ir a la iglesia y ahora es un miembro muy activo de la parroquia”.

Sin embargo, el obispo admitió que, mientras había oido muchos relatos de primera mano de esta clase, eran a menudo tratados con escepticismo cuando los contaba a otros.

Dijo: “cuando recuento estas historias a la gente en Europa y donde sea, dicen ‘Oh obispo, usted nos está contando cuentos’”.

Pero describió cómo estas experiencias estaban profundizando la vida espiritual de la gente.

El obispo añadió: “Hay muchas historias [de curación] que me llegan que no puedo ignorar. Esta es la experiencia de una Iglesia muy joven, experimentando las misma gracia de la Iglesia de los tiempos apostólicos”.

El obispo Kattrukudiyil dijo: “El hecho de que mucha gente experimentó la curación orando a Jesús atrajo a mucha gente a la Iglesia en sus primeros días, y ellos consiguieron una especie de paz espiritual por pertenecer a la Iglesia”.

Añadió: “De su experiencia, señalan que cuando vinieron juntos y fueron a la casa de alguno que estaba enfermo y rezaron sobre el, el individuo experimentó la curación”. “La gente que ha estado sufriendo de varias enfermedades por largo tiempo fue curada, es realmente una experiencia de la primera Iglesia la que esta gente tuvo”.

Según el obispo, los cristianos se han multiplicado en Arunachal Pradesh en los últimos 35 años desde ningún fiel hasta un esperado 40% de la población total, cuando el resultado del censo de 2010 se publique.

El país estaba cerrado a los misioneros cristianos a causa de la restricción de entradas que permitían las leyes, que sólo fueron revocadas en los años 1990, pero la situación cambió cuando gente joven de Arunachal Pradesh quiso educarse en las escuelas católicas de la vecina Assam.

Algunos estudiantes de las escuelas católicas pidieron el bautismo, y con el permiso de sus padres, recibieron el sacramento antes de volver a sus aldeas, donde la fe se extendió.

Algunos de estos estudiantes fueron luego elegidos en puestos de gobierno y ayudaron a cambiar la situación.

Mientras en muchos lugares los nuevos católicos afrontaban palizas, quema de sus casas, la matanza de sus animales domésticos y la expulsión de sus trabajos o escuelas, gradualmente las cosas mejoraron y no se han registrado incidentes de persecución o acoso en los últimos veinte años.

El obispo Kattrukudiyil dijo: “Hoy la Iglesia no sólo es tolerada sino admirada por sus trabajos de desarrollo en educación y cuidados de salud”. “Los políticos aprovechan cada ocasión para solicitar a la Iglesia sus actividades filantrópicas”.

El obispo Kattrukudiyil agradeció a Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) por su colaboración en apoyar el crecimiento de la Iglesia mediante proyectos para construir un seminario menor, conventos y capillas así como a través de capacitación para catequistas y profesores.

Dijo: “AIN ayuda especialmente en la catequesis, formación, construcción de capillas, estas son las más iportantes áreas de nuestras actividades”. “Siempre sentimos que AIN está detrás de nosotros para ayudarnos en todo lo que necesitamos”.