Una conversión de hoy

Tras una familia rota llegó la soledad, la droga… pero sus debilidades le acercaron a Dios

La croata Matea vivía entre abundancia material pero de forma infeliz y abocada al abismo de la auto-destrucción. Cambió de vida en la Comunidad del Cenáculo.

Actualizado 11 junio 2012

ReL

Sor Elvira Petrozzi fundó en 1983 la Comunidad del Cenáculo como respuesta de la ternura de Dios Padre, al grito de desesperación de muchos jóvenes cansados, desilusionados, desesperados, adictos a las drogas y personas en general, que buscaban la alegría y el sentido verdadero de la vida.

A continuación reproducimos un testimonio impactante de una joven croata, llamada Matea, queha podido salir del abismo de la droga, gracias a la Comunidad del Cenáculo, lugar dónde ha encontrado sentido a su vida, y la solución a sus problemas.

“Dios eligió lo que el mundo tiene por débil, para confundir a los fuertes” (1 Cor 1,27)

La pobreza que acerca a Dios

«Vengo de Croacia, me llamo Matea, estoy contenta de poder compartir mi conversión, que le da sentido a mi vida. El Señor había probado muchas formas de acercarme a Él, pero ninguna tan eficaz como la de confrontarme con mis pobrezas. Siempre estuve convencida que en la vida la pasa mejor el más fuerte, el más grande, el más poderoso ¡así quería ser yo! La vida a veces me llevaba a situaciones opuestas y me daba cuenta que entre la cabeza y el corazón había una gran distancia, que lo que buscaba y quería ser era una gran mentira; mi corazón ya lo sabía, pero yo sofocaba la voz de la verdad dentro de mí.

Una familia rota que provocó soledad

»Nací de una mamá muy joven que en muy poco tiempo se casó y se divorció: desde entonces, siempre viví con uno de mis dos padres, y esta fue una de las heridas que poco a poco me fueron haciendo sentir cada vez más débil y sola. La educación firme y decidida de mamá me colocaba delante de un modelo que no podía seguir. Más lo intentaba, más me daba cuenta que yo no era así y sofocaba la verdad de mi corazón viviendo de ilusiones.

Confort material que no llena el corazón

»Mis padres se empeñaban en satisfacer todas mis necesidades materiales, pero ninguna cosa podía llenar el vacío que había adentro. La mayoría de las veces no supe comprender ni apreciar los regalos que recibía, porque en el fondo estaba buscando “algo más”. Me preguntaba si realmente había algo por lo que valiera la pena vivir ¡porque ese “algo” yo no lo tenía! Sufría mucho pero trataba de disimular ese dolor. Mirando a mis amigos me parecía que todos tenían algo que yo no tenía, me sentía distinta.

Mentalidad tóxica

»El tiempo pasaba, las heridas aumentaban y mi mentalidad era cada vez más “tóxica”. Al crecer en un mundo sin Dios en el que el pobre valía poco, quería ser cualquier cosa menos pobre y débil.

»Ocultando a todos mis caídas, mis pobrezas y mis errores, el corazón cada vez me pesaba más y la conciencia era muy frágil. . .hasta que caí.

Aparece la droga y comienza la muerte interna

»A los doce años comencé a destruir mi vida con la droga. Por fuera crecía, pero la vida dentro de mí moría, se apagaba. Cuanto más débil y necesitada estaba, más me mostraba fuerte e independiente, aplastando y comprimiendo lo que tenía adentro, ilusa de que podría salir de aquel infierno en cualquier momento ¡como si una mañana me hubiera podido despertar sana y feliz! Pero la vida no es un film y yo no lo logré, me había derrumbado y me encontré en la puerta de la Comunidad, que para mi significaba comenzar de nuevo todo. Agradezco a mis padres porque no se contentaron con mis promesas vacías y falsas y me señalaron este camino.

Era débil y necesitaba ayuda

»Cuando entré lo que más me costaba era verme y que me vieran débil. Fue difícil cambiar mi mentalidad, olvidar mis razones, admitir que necesitaba ayuda, pero estaba harta del pasado, quería caminar y vivir de una manera diferente.

»Gracias a Dios comencé a experimentar que ser pobre me acercaba a Él y regeneraba en mí algo que había perdido hacía años: ¡la esperanza! Empezaba a creer que todo había encontrado un sentido, que algún día lo lograría, y puedo testimoniar que ese día ha llegado.

»Hoy conozco mucho más mi fragilidad pero estoy feliz de ser como soy, porque al dejar pasar a Dios por mis debilidades, ¡se transforman en más humanidad y más capacidad de amar! ¡Qué bello: con Dios en el corazón, todo es un regalo! Tengo muchas ganas de vivir la verdadera y gran riqueza de la vida cristiana.

»Me hace feliz descubrir que primero vino Dios a mi encuentro, Él se me entrega y después me hace capaz de amar, de servir, de entregarme con alegría. Agradezco de corazón a la Virgen, la “gran mujer”, porque aceptó todo lo que era pobre y frágil en su historia diciendo “sí” al proyecto de Dios, abriendo la puerta también para mi salvación».

¡y abriendo una casa-familia!

Los García Ferrón vivirán en la Casa de la Almudena 

Cinco hijos, otro acogido, otro adoptado con síndrome de down… ¡y abriendo una casa-familia! 

Un niño en acogida siente pertenencia a una familia y cuesta menos al Estado. Un niño con síndrome de down puede ser el preferido de todos y unir a sus hermanos. Dios habla en la generosidad, explica Estrella. 

Actualizado 12 junio 2012 

Pablo J. Ginés/ReL 

Estrella Ferrón y Eduardo García son uno de los tres matrimonios que vivirán en la nueva Casa de la Almudena de Madrid, un centro muy especial que aprende de la experiencia italiana sobre casas-familias para acoger menores en situaciones problemáticas.

Estrella y Eduardo han aprendido a ser cada vez más abiertos a acoger.

«De recién casados fuimos a Egipto, en un viaje que buscaba apoyar a los cristianos de allí», explica Estrella. «Conocimos a un italiano de Comunión y Liberación que tenía 4 hijos biológicos y una chica de 15 años en acogida. Aquello me asombró y me sorprendió su serenidad».

Aprender a acoger más y más

«Después conocimos la asociación Familias para la Acogida (www.familias-acogida.es) a través de una amiga. Vimos que teníamos disponibilidad para acoger niños ucranianos que pasaban el verano con nosotros. Lo hicimos dos años. Después hicimos cursos de la Junta de Extremadura para familias de acogida. Nos dieron otra niña en acogida que no se adaptó bien, aunque seguíamos relacionándonos con ella en la casa tutelada. Después nos pasaron casos urgentes de niños para acoger temporalmente», va recordando Estrella.

Y todo eso, con las ocupaciones de una familia numerosa: «Tenemos cinco hijos biológicos: de 22, 22, 20, 18 y la pequeña, Mónica, que tiene 12 años».

En dos ocasiones, recibieron a niños con síndrome de down. 

«Y algo se nos movió en el corazón. Lo cierto es que necesité 45 años para aceptar a los niños con síndrome de Down. Yo antes decía en cada uno de mis partos: Señor, que mis hijos no estén enfermos. Fui maestra de educación especial y conocía sus dificultades. Nunca se me ocurrió que podría adoptarlos. Pero con uno de estos niños pensé: ¡Pero si sólo necesita afecto! ¡Qué será de él si no tiene padre ni madre!»

Así fue como adoptaron a Juanito, el más pequeño de la casa, con síndrome de Down.

La familia, más abierta

«Juan ha abierto aún más nuestra familia. He visto que era bueno para mi familia. Es el favorito de mis hijos, estamos encantados con él. Nos anuncia algo especial. Sé que yo sóla no podría con todo esto, pero acompañada sí. Y eso me llevó a pensar en la Casa de la Almudena, que es una casa de acogida en la que viviremos tres matrimonios y acogeremos niños y embarazadas y madres en situaciones complicadas».

La Casa de la Almudena nace, en parte, de la experiencia de Italia, donde la ley no permite los centros de acogida de menores si no es con el formato de casas-familia. 

Un niño en centro tutelado, 3.000 euros al mes

Estrella lo explica con detalle: «En un orfelinato o centro de menores tutelado, incluso si los niños están bien atendidos en lo físico y tecnico con pedagogos y psicólogos, falta la pertenenencia real. El niño sabe que nadie es «mío», ninguno son «los míos«. El Estado no podrá nunca suplir esta pertenencia. Además, una plaza en centro tutelado es cara: un niño allí cuesta 3.000 euros mensuales al Estado. En cambio, acogido en una familia no le cuesta nada. Yo tengo acogido a Alejandro, lo atiendo, sabe que le quiero.. y esa es la clave: ¡el niño necesita saber que lo quieren!» 

En la Casa de la Almudena los chicos acogidos tendrán a su familia como referencia, con sus hermanos todos juntos, con una familia de acogida. Los tres matrimonios allí se ayudarán con el centro de menores, el centro de día y un equipo técnico. «Tenemos préstamos que pagar! Pero el terreno lo cedió el cardenal Rouco«, explica Estrella. 

Inauguración muy pronto

La entidad que se responsabiliza es la misma fundación titular del Colegio John Henry Newman, ligado a Comunión y Liberación, cerca de la Casa de la Almudena que está en la esquina de calle Suecia con calle Nantes, en Madrid. La inauguración es el 22 de junio a las 7 de la tarde.

Estrella tiene clara una conclusión: «Dios se manifiesta a través de las personas y yo lo he visto actuar en la generosidad de la gente al abrir sus casas».

Antipapas de nuestro tiempo

Afirman ser los legítimos sucesores de Pedro 

Antipapas de nuestro tiempo: de Benedicto XL al Pío XIII chino, pasando por Inocencio XIV 

Entre lo chusco y lo trágico, entre lo patético y lo sectario, una veintena de historias recientes evidencian los riesgos de alejarse de Pedro. 

Actualizado 13 junio 2012 

Carmelo López-Arias / ReL 

Ser antipapa “de verdad” es algo muy serio, si vale la expresión. Exige cierta apariencia de legitimidad o cierta racionalidad en la pretensión. Por eso los listados clásicos de antipapas que manejan los historiadores eclesiásticos enumeran solamente 36 en dos mil años de historia de la Iglesia. Casi todos, en el primer milenio, y ninguno desde el cisma de Occidente.

A partir de ese momento, el progresivo perfeccionamiento en la elección del Sumo Pontífice y la mayor estabilidad del colegio cardenalicio convierte en patético cualquier intento de dar verosimilitud a un Papa alternativo. La excentricidad de los casos que veremos es patente incluso en su número: una veintena en medio siglo, y sin pretender exhaustividad, sistematicidad ni grandes honduras.

Setecientos años en secreto

La primera historia se remonta precisamente a 1423, cuando muere el aragonés, casi centenario, Don Pedro de Luna, elegido Papa en 1394 bajo el nombre de Benedicto XIII. Para entonces el cisma de Aviñón, en el que llegó a haber tres Papas, ya se había solucionado, tras la elección en 1417 de Martín V.

El Papa Luna tenía sus razones.

El problema es que Benedicto XIII, empecinado frente a todos en ser él el auténtico Sumo Pontífice, eligió cuatro cardenales para perpetuar su poder. Uno de ellos, Bernard Garnier, fue elegido Papa a la muerte del Papa Luna bajo el nombre de Benedicto XIV, pero prácticamente sólo lo supo otro de los cardenales de Luna, Jean Carrier, quien sin embargo no le reconocía como tal. Tres años después Carrier fue hecho prisionero, y cuando murió Benedicto XIV fue elegido Papa por Jean Farald, cardenal designado por el mismo Carrier. Como éste no había reconocido Papa a Garnier, eligió su mismo nombre, Benedicto XIV, y al poco murió en prisión en fecha indeterminada.

A partir de ahí comienza el misterio, del que se han ocupado diversos novelistas, dando lugar a una sucesión de pontífices clandestinos que habrían mantenido una Iglesia paralela y secreta vinculada, cómo no, a la custodia del Santo Grial. La línea “apostólica” llegaría hasta un supuesto Benedicto XL, de identidad desconocida pero de quien se hallan trazas en la Red, a la espera de un Dan Brown que fabrique con él una historia vendedora.

El engima Siri


Del mismo modo que con un origen serio como el Papa Luna ha salido una línea esotérica, también se ha jugado con la egregia figura del cardenal Giuseppe Siri (1906-1989), arzobispo de Génova desde 1946 hasta dos años antes de su muerte y uno de los prelados más brillantes de su tiempo, papabile en los cuatro cónclaves en los que participó: 1958, 1963 y los dos de 1978, y hombre de probada fidelidad a todos los Papas que conoció.

Precisamente el origen del misterio se encuentra en el primero de los cónclaves citados. El 26 de octubre de 1958, Siri habría obtenido los sufragios suficientes para ser Papa, renunciando a los pocos minutos por razones desconocidas. En las votaciones posteriores resultaría finalmente elegido el patriarca de Venecia, Angelo Roncalli, futuro Juan XXIII.

Sobre esta hipótesis se ha especulado mucho y probablemente no se resuelva jamás, pues amén del secreto que rodea al cónclave, en 1991 murió el cardenal canadiense Paul-Émile Léger, último de los que participaron en él. 

Es cierto que durante unos minutos de aquel 26 de octubre se vio humo blanco en la chimenea vaticana, y así lo recuerdan los testigos y lo recogieron los diarios Corriere della Sera The New York Times al día siguiente. También es cierto que un antiguo asesor del FBI, Paul L. Williams, autor del libro The Vatican Exposed (típico alegato tremendista sobre las finanzas del Vaticano), habla de un informe de la agencia que declara haber visto, fechado en 1961 y desclasificado en 1994, y que relataría esos hechos, atribuyendo la renuncia a una información que habría llegado al cónclave sobre repercusiones de ese nombramiento en el contexto de la Guerra Fría.

Por último, y es el dato más importante, hay un obispo –aún vive- que recibió del cardenal Siri, en el lecho de muerte, una confesión, de la que ha hecho partícipe a algunso testigos: “Que Dios me perdone haber renunciado a una responsabilidad muy grande”.

Aparece un vietnamita con un billete de Metro

Sea como fuere, nada de todo ello obsta a que ese gran obispo mantuviese absoluta lealtad aJuan XXIIIPablo VIJuan Pablo I Juan Pablo II, que le distinguieron también con su aprecio.

Sin embargo, a medida que estos rumores se fueron difundiendo –sobre todo los minutos defumata blanca y la especulaciones posteriores-, hubo quien empezó a disparatar. Y empezó a circular la especie de que el cardenal Siri no habría rechazado en realidad la tiara, sino que, bajo el nombre de Gregorio XVII, habría estado ejerciendo como Papa en secreto, designando cardenales.

Esa especie la lanzó un sacerdote vietnamita, ordenado en 1967, llamado Khoat van Tran, quien afirmó haberse reunido con el cardenal el 14 de junio de 1988. Nacionalizado norteamericano y asentado en Texas, se habría desplazado a Roma con la misión de arrancarle una confesión… y lo habría logrado. La reunión habría sido “tensa”, pero al final Siri lo habría admitido: “Soy el Papa Gregorio XVII y estoy en constante peligro de ser asesinado”. 

El padre Van Tran aporta pruebas definitivas y concluyentes de todo esto: un billete de metro y una captura de vídeo con la fecha puesta. 

Según esta teoría, a la muerte de Gregorio XVII habría tenido lugar un cónclave secreto en el que unos cardenales secretos habrían elegido un nuevo Papa secreto, llamado Inocencio XIV. De sus relaciones con Benedicto XL se sabe poco.

¿Papa chino o cuento chino?

Aún habría un tercer Papa desconocido. Todo provendría de una tercera línea sucesora que arranca en 1999 con la elección como Papa de un jesuita chino, Robert Zhong. Fue en un cónclave en lugar indeterminado (se especula si en Taiwan o en la China continental) en el que habrían participado setenta y cinco sacerdotes y obispos provenientes de diversas ramas cismáticas.

El padre Zhong habría elegido el nombre de Pío XIII, pero al saber que ya existía uno (lo presentaremos en sucesivas entregas: esto no ha hecho más que empezar), lo convirtieron en Pío XIV, quien por cierto tenía cuenta en Hotmail. 

A la muerte de Roberto Zhong, su secretario de Estado, Wen Cheng, nombró cardenal a uno de sus seguidores, Roberto Chung. Ambos se pusieron en contacto para elegir sucesor con Hans F. Lorenz, obispo veterocatólico (comunidad desgajada de la Iglesia tras la proclamación del dogma de la infalibilidad pontificia). Parece ser que el cónclave tuvo lugar en 2003, así que el zhonguismo -como es conocido- sigue en pie, aunque otros antipapas sostienen que todo es un camelo. 

Es que, como iremos viendo, los antipapas no se llevan bien entre sí.

[Agradecemos al padre Luis Gómez sus sugerencias y documentación para tirar de este curioso hilo, que continuaremos en sucesivas entregas.]