Fue a Lourdes y sanó una tuberculosis ósea

La italiana Elisa Aloi

El doctor le dijo: «No vas a poder curarte», pero ella fue a Lourdes y sanó una tuberculosis ósea

Es la 61ª persona que recibió un milagro en Lourdes. Hoy lo cuenta, después de varios años, con todo lujo de detalles.

Actualizado 7 junio 2012

Luis del Real Espanyol/ReL

Elisa Aloi acaba de conceder una entrevista al portalAleteia.org en la que cuenta el milagro que la Virgen le hizo en el santuario de Lourdes. «Un milagro reconocido por la ciencia de la Iglesia«, señala la italiana Elisa.

«Estuve enferma durante 11 años. Enfermé a los 14.Tenía tuberculosis ósea multiple, y es aquí cuando comienza mi calvario. No podía moverme de la cama por la fiebre continúa y por los dolores».

«En poco tiempo el mal se extendió desde la rodilla a la cadera derecha y a la izquierda. Además de la operaciones, estuve enyesada desde el cuello hasta el muslo, teniendo que estar completamente estirada en la cama».

El doctor no le da esperanza de sanación

«Un día, el doctor que me atendía me dijo: `Elisa, que sepas que no podrás curate´, y yo le contesté: `Sí, esto lo sé´.

«Pero partí a Lourdes (era junio de 1958 y tenía 27 años) estaba muy mal; tenía fiebre alta», cuenta Elisa. Ya en Lourdes, «el sacerdote que me transportaba la camilla me preguntó el penúltimo día de la peregrinación: `Elisa, ¿quieres algo?´». 

¿Sugestión?

«Sí -le contesté- lléveme a las piscinas». De repente, «mis piernas se movían -cuenta con temblor Elisa. Y yo decía: `Señor, qué sugestión… Señor, quítame éste pensamiento de que puedo mover las piernas´».

«Me pusieron en la explanada con los extranjeros y grité: `Doctor Sapia, muevo las piernas dentro del yeso´. Él para no hacerme gritar se acercó a mi camilla y levantó la manta. Estaba inmovilizada. Observó que las heridas estaban cerradas y las gasas y los tubos de drenaje estaban límpios y puestos junto a las piernas».

Los médicos gritan ¡milagro!

«Después de la procesión me llevaron a un centro médico y, creí oír, que los doctores que me observaron gritaron ¡milagro!».

«Yo entonces les pedí a gritos: `Quítenme el yeso; quiero caminar´».

Nuevas pruebas de radiografía lo confirman

Elisa regresó a su casa, en Messina (Sicilia), y fue directa al hospital para que le hicieran nuevas pruebas de radiología que confirmaran el milagro. El médico le dijo: «Elisa, yo no pongo en duda los milagros de Dios y la Virgen; quisiera poner en duda las palabras de nuestro radiólogo. Él dice que no tienes absolutamente nada; ni tan siquiera huellas de descalsificación».

La firma de Dios

Elisa comenzó a caminar sin fisioterapeuta después de once años. «Digo siempre -subraya Elisa- que estas cicatrices que llevo en mi cuerpo son la firma de Dios». 

Declarado milagro formal en 1965

Elisa Aloi es la 61ª persona que ha recibido un milagro en Lourdes, constando la fecha del 5 de junio de 1958 como la de la sanación, cuando tenía 27 años. 

En 1965, Monseñor Fasola, Arzobispo de Messina, declara formalmente milagrosa la curación de Elisa Aloi. Unos meses más tarde, se casa. Entre 19966 y 1974, tendrá cuatro hijos. 

 

Beata Ana Catalina Emmerich

Ana Catalina Emmerich nació en Alemania en 1774 de familia muy pobre. A los 28 años de edad, entró a un convento agustino. Cuando las autoridades civiles cerraron el convento en 1812, se refugió en casa de una viuda, hermana de su confesor. Allí los enfermos y los pobres llegaban a ella en busca de ayuda. Ella sabía cuáles eran sus enfermedades y daba alivio a los necesitados.

En 1813 estando ella enferma en cama, los estigmas aparecen en su cuerpo. Desde ese mismo año no tuvo más alimento que la Comunión. Llegó a ser encarcelada y sometida a vigilancia día y noche con el objeto de averiguar el origen de esas heridas.

En los últimos años de su vida recibió las visiones de la vida de Cristo, de la Virgen María y de la vida después de la muerte, así como otras videncias de sucesos que acontecerían tiempo después como el Muro de Berlín, el Concilio Vaticano II…

Un notable escritor alemán, Clemens Brentano, al tener noticia de ello, acudió a visitarla. Se convirtió y permaneció al pié de la cama de la enferma copiando los relatos de la vidente desde 1818 a 1824.

El lunes 9 de febrero de 1824 Ana Catalina Emmerich murió en Dulmen consumada por las enfermedades y las penitencias. Fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 3 de octubre de 2004.

Otras visiones suyas fueron recogidas en el libro «La amarga Pasión de Cristo» que fue la fuente de inspiración de película La Pasión de Cristo, de Mel Gibson.

Ana Catalina Emmerich logró indicar con precisión en Éfeso la casa donde residió la Virgen María… los arqueólogos, sin más que sus indicaciones, la encontraron reforzando así la credibilidad de las visiones… leer más