Encended esta Nochebuena una vela

Propuesta del arzobispo de Valencia

«Encended esta Nochebuena una vela y ponedla en una de las ventanas de vuestras casas»

«Os invito a todas las familias cristianas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que hagáis un gesto significativo esta Navidad».

Actualizado 24 diciembre 2011

ReL

«El día 24 a las 12 de la noche encended una vela en vuestros hogares y ponedla en una de las ventanas de vuestras casas. Contemplad todos esa luz encendida que representa a Jesucristo que ha venido y que nos pide ser hombres y mujeres según sus medidas». Esta es la propuesta del arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, para esta Nochebuena.

En un artículo sobre la simbología de la luz y su significación espiritual en Navidad, el prelado expresa su asombro por el misterio que se celebra hoy: «¡Cómo impresiona contemplar lamanifestación de esa luz en el amor misericordioso de Dios! Dios con nosotros, Dios entre nosotros, Dios para nosotros».

«En Belén, contemplando a Jesús, percibiendo la pequeñez de Dios hecho hombre, se nos revela la grandeza del ser humano y la luminosidad que nos ciega de nuestra dignidad de hijos de Dios. ¡Qué grande es la confianza que ha puesto Dios en cada uno de nosotros!», señala. 

Según el arzobispo, el nacimiento de Jesús «es la luz del bien que vence al mal, es el amor que supera el odio, es la vida que derrota la muerte» y que, en definitiva, «es la gran noticia que llega a nosotros proponiéndonos el anuncio de la victoria definitiva del amor de Dios sobre el pecado y sobre la muerte».

Verdad y amor
En su reflexión, Osoro resalta que la luz significa, sobre todo, «conocimiento, verdad, en contraste con la oscuridad de la mentira y de la ignorancia» y también amor y «donde hay amor surge luz en el mundo, así como donde hay odio surge la oscuridad, de tal manera que la luz nos hace ver las oscuridades que hay a nuestro alrededor y nos invita a quitarlas».

Propuesta para esta Nochebuena
«Por eso, os invito a todas las familias cristianas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que hagáis un gesto significativo esta Navidad, que comporta una manera de vivir y de estar en medio del mundo. Gesto que nos lleve a realizar una renovación total de nuestra vida y de todo nuestro entorno. Se tiene que notar que la Luz que es Jesucristo alumbra en nuestra sociedad. ¿Qué os invito a hacer? Un gesto que os lleve al compromiso. El día 24 a las 12 de la noche encended una vela en vuestros hogares y ponedla en una de las ventanas de vuestras casas. Contemplad todos esa luz encendida que representa a Jesucristo que ha venido y que nos pide ser hombres y mujeres según sus medidas», agrega en su artículo

«Encended una vela y estad atentos a su llama. Pensad que representa a Jesucristo, nacido en Belén», invita Osoro.

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Una monja química y su fórmula para llegar al cielo

Concluye la fase diocesana para canonizar a la Madre Félix, fundadora de los Mater Salvatoris

El 16 de diciembre, el cardenal Antonio María Rouco Varela presidió la clausura de la fase diocesana de la Causa de

Una entrañable imagen de la Madre Félix, junto a la Madre Clara, actual consejera de la congragación

Canonización de la Madre María Félix Torres, fundadora de la Compañía del Salvador y de los colegios Mater Salvatoris. Ahora, el proceso será remitido a la Santa Sede, donde se estudiará la vida (y la santidad) de esta humilde religiosa, una de las primeras mujeres en España en obtener la licenciatura en Ciencias Químicas, y que dedicó su vida entera a entregarse a Dios a través del cuidado, la formación y la evangelización de los jóvenes

En sus últimos años, la Madre María Félix Torres llevaba una vida tan sencilla y tan retirada, que ni siquiera muchas alumnas de los colegios Mater Salvatoris que se cruzaban con ella por el centro sabían que ella era la fundadora. Sin embargo, cuando falleció, en 2001, cientos de personas se acercaron a la Casa general de la Compañía del Salvador (congregación que ella fundó), en Aravaca, para orar por última vez ante la Madre Félix. Las religiosas de su comunidad vieron con admiración cómo se recibían los primeros favores encomendados a su intercesión aquel mismo día; además, sacerdotes, consagrados y familias enteras pedían algún recuerdo personal de la Madre Félix y manifestaban su deseo de conocer más detalles sobre su vida y espiritualidad.

Testimonios y oraciones

Ahora, después de varios años de estudio sobre los detalles de su vida, y de recopilar datos y testimonios, acaba de concluir la fase diocesana de la Causa de Canonización de la Madre Félix, que seguirá su curso en la Santa Sede.
Durante la clausura del proceso -que fue presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela-, la Vicepostuladora de la Causa, la Madre Mercédes Díez, destacó el trabajo de la Comisión para la fase diocesana, que durante tres años ha celebrado 79 sesiones, ha interrogado a 53 testigos y ha recopilado numerosas pruebas documentales y escritos de la Madre Félix. Todo este material servirá para elaborar la Positio y demostrar, según confían los Postuladores, la heroicidad de sus virtudes y la veracidad de sus intercesiones. Eso sí, para que el proceso concluya como Dios quiere, junto al material que se envíe a Roma, «deben ir también nuestras oraciones», en palabras del cardenal Rouco, quien destacó que «esta es una Causa que se ha preparado simultáneamente con la Jornada Mundial de la Juventud, y la nota juvenil está ahí viva y actual, como le pasa a la propia Congregación», refiriéndose al elevado número de jóvenes religiosas presentes en el acto.
En efecto, el testimonio de vida de la Madre María Félix resulta hoy de una gran actualidad, pues fue una de las primeras españolas en obtener una licenciatura universitaria, y su vida de estudiante y apóstol es ejemplo válido para los jóvenes que encuentran difícil vivir su amistad con Cristo en determinados ambientes. Como religiosa, vivió el postconcilio buscando con radicalidad la voluntad de Dios, y enseñó a sus religiosas a reconocer la voz del Señor en la palabra de sus pastores.

Una llamada muy temprana

Nacida en Albelda (Huesca), en 1907, con 14 años se trasladó a Lérida para estudiar Bachillerato y allí hizo por primera vez los Ejercicios espirituales según el método de san Ignacio de Loyola. Entonces sintió la llamada que cambió su vida, y la de otros muchos: «Con un conocimiento pleno, con una luz extraordinaria de lo que hacía, irresistible y dulcísimamente atraída por el Señor, me ofrecí a Él para siempre. Soy suya, plena y conscientemente, para siempre».
Terminó el Bachillerato y se trasladó a Barcelona para estudiar Medicina. Su ardor apostólico la llevó a compaginar el estudio con la evangelización, y se convirtió en la primera Delegada de la juventud universitaria femenina de Acción Católica, desde donde se comprometió con numerosas obras de caridad. En 1930, se convirtió en una de las primeras españolas licenciadas en Ciencias Químicas, y en 1934, junto a su primera compañera, Carmen Aige, hizo un voto privado para gastar su vida «en provecho de las almas y en el servicio a la Iglesia». Su entusiasmo era tan evidente que, poco a poco, fueron uniéndose a ellas otras jóvenes universitarias.

Una obra para llevar almas al cielo

Finalmente, en 1952, fue erigida la Compañía del Salvador, un instituto religioso de espiritualidad ignaciana, dedicado a la educación cristiana de la juventud, sobre todo universitaria, de la que la Madre Félix fue Superiora General durante 18 años y desde donde fundó los colegios Mater Salvatoris y una obra que hoy se extiende por España, Venezuela, Estados Unidos, Puerto Rico y Benín. Desde ellos, y desde los colegios mayores universitarios que erigó, sus sucesoras siguen propagando el carisma que Dios le inspiró, como fórmula para ir al cielo: «Amor y devoción al Corazón de Jesús y a la Santísima Virgen, adhesión al Papa, según el espíritu ignaciano (las religiosas de la Compañía emiten un cuarto voto de especial obediencia al Papa), y un celo apostólico ardiente, para formar jóvenes auténticamente cristianos, que puedan influir en la sociedad». Murió dando testimonio ante sus religiosas, en Madrid, el 12 de enero de 2001. Sus restos reposan en la casa de la Compañía del Salvador en Mota del Marqués (Valladolid).

Madre Cristina, C.S.

El primer santo de la Polinesia española

Sucedió en un hospital y el que rezaba era el cardiólogo

El primer santo de la Polinesia española, ¿resucitó en 2003 a una mujer muerta?

El 19 de diciembre la Santa Sede aprobaba oficialmente el milagro: unos medios afirman que la mujer llevaba dos horas «clínicamente muerta»; otros afirman que sufría «muerte cerebral». Entonces, el médico rezó a Pedro Calungsod, un chico de 17 años que murió mártir evangelizando Guam junto a un jesuita español, Diego de San Vítores.

Actualizado 22 diciembre 2011

Pablo Ginés/ReL

Pedro Calungsod tenía unos 17 años y era el gran ayudante del jesuita español Diego de San Vítores en la evangelización de la isla polinesia de Guam. En el lugar donde ambos levantaron su primera humilde capilla en 1669, hoy está la hermosa catedral del Dulce Nombre de María, así, en español, porque aunque Guam fue conquistada por Estados Unidos en 1898 y su lengua principal hoy es el inglés, la catedral mantiene su nombre en español (véase en su web: www.aganacathedral.org ). 

Troceados y echados al mar

Pedro, de origen filipino, y su mentor Diego de San Vítores murieron juntos, hermanos en el martirio, el 2 de abril de 1672 en el pueblo de Tomhom. Unos guerreros enviados por un jefe local les mataron: al jesuita español le atravesaron el pecho con una lanza; al joven catequista filipino, le golpearon en la cabeza con una espada tipo katana. Sus restos no se pueden venerar: los trocearon y echaron al mar. 

El jesuita había intentado una evangelización pacífica, sin soldados. Pero después de este incidente llegarían los soldados y la llamada «Guerra de los chamorros» (nombre español de los habitantes de las islas Marianas), que duró unos 25 años. De hecho, los isleños se dividieron en dos bandos, porque muchos ya se habían bautizado y aceptaban la propuesta católica y protegían a los escasos españoles de las islas. Pedro y San Vítores murieron, pero fueron fructíferos y hoy se les venera en Guam y las Marianas: la archidiócesis de Agaña cuenta con 150.000 habitantes, de los que 130.000 son católicos. 

El discípulo se adelanta al maestro

En 1985 el jesuita fue beatificado por Juan Pablo II, y el catequista filipino se le sumó como mártir el 5 de marzo de 2000. Pero ahora Pedro Calungsod adelantará a su antiguo maestro en la gloria de los altares y pronto se celebrará su canonización, puesto que el pasado 19 de diciembre la Santa Sede aprobaba oficialmente el milagro aceptado por la Congregación para la Causa de los Santos, que no se dio en circunstancias confusas o remotas, sino en los quirófanos de un hospital de la ciudad filipina de Cebú en 2003.

Varios medios de comunicación afirman que la milagrada llevaba dos horas «clínicamente muerta» cuando el cirujano cardíaco rezó por ella pidiendo la intercesión del Beato Pedro. Otros afirman que sufría «muerte cerebral«. No hay un comunicado oficial de la Iglesia que haya difundido la naturaleza médica concreta del caso. 

Empresaria milagrada

Los medios más detallistas citan al vicepostulador de la causa, Ildebrando Leyson, quien asegura que la mujer, una empresaria que ni siquiera había oído hablar nunca del beato, sufría un «coma de grado 3 en la escala Glasgow«. El grado tres es el peor, el más bajo (no hay Glasgow 2 ni 1 ni 0), es el que se da cuando, tras un traumatismo cerebral, no se responde ni a estímulos auditivos, ni al dolor, ni a la luz en los ojos. La empresaria llevaba dos horas en este estado (que si no es la muerte es su antesala) a causa de un infarto de corazón. 

Hoy está sana, alegre, trabaja en la ciudad de Leyte y piensa acudir a la canonización, según adelantó en el Cebu Daily News el cardenal y arzobispo emérito Ricardo Vidal, gran promotor del beato. Los médicos locales, como los de la comisión médica vaticana, no atribuyen su recuperación a la medicina ni a una causa conocida. 

Es otro de esos milagros que se dan con luz y quirófanos, ante los médicos, en hospitales del siglo XXI, y no en rumores lejanos y confusos. Por razones de privacidad, no se han difundido aún los nombres de los médicos implicados, del hospital y de la mujer recuperada, pero es probable que en un futuro cercano ellos mismos se den a conocer. 

«Santo trabajador filipino en el extranjero»

Para los filipinos, especialmente para los de las islas Visayas y los de Cebú, Pedro es «su» santo. Solo hay otro santo filipino, San Lorenzo Ruiz, mártir en las persecuciones de Japón del siglo XVI. En la prensa filipina estos días se habla con orgullo de que él, como tantos compatriotas, era un «trabajador filipino en el extranjero«. 

En Cebú recuerdan con orgullo que su isla recibió cortesmente a los españoles y el cristianismo, que las olas del mar trajeron a sus playas la imagen de madera del Santo Niño de Cebú (así, en español; aún hoy es la mayor devoción del país) y que aceptaron el bautismo, en 1521, con Magallanes, 50 años antes que los habitantes de Manila. El portavoz de los obispos filipinos, Pedro Quitorio, anima a los fieles a encomendarse al nuevo santo en estos días de dolor a causa de la tormenta tropical «Sendong» que ha provocado grandes destrozos. 

Las Marianas… o los Ladrones

Las Islas Marianas deben su hermoso nombre al beato Diego de San Vítores, quien las llamó así en 1665 para congraciarse con la reina regente en España, María Ana de Austria, aunque también homenajeaba con ese nombre a la Virgen. Antes del misionero jesuita, el mundo usaba el feo nombre que les dio Magallanes cuando fue mal recibido por sus isleños: Islas de los Ladrones. 

El jesuita era de familia noble, y renunció a la carrera militar para dedicarse a la evangelización. Camino de Manila pasó por Guam en 1662 y se prometió que volvería para cristianizar las islas. Con apoyo moral de Felipe IV y de la Reina María Ana, pero sin apenas recursos, desembarcó en 1668, acompañado por el joven Pedro, intentando imitar a su modelo, San Francisco Javier, misionero sin soldados. El jefe Kepuha le recibió bien, pudo bautizar y empezar a catequizar bastantes isleños, y en la tierra que le dio hoy está la catedral de Dulce Nombre de María. 

Por desgracia, apenas un año después moría el acogedor jefe Kepuha y empezó una fuerte oposición a los misioneros. Como buen jesuita, en 1669 ya había creado una escuela para niños y después una para niñas, además que abrir 4 parroquias en diversos pueblos con la ayuda de Pedro.

Calaveras, brujas y prostitución institucionalizada

Sin embargo, había costumbres nativas que chocaban con el Evangelio. Los isleñosguardaban en sus casas los craneos de los antepasados y hablaban con ellos, les trataban con respeto, y parecía ser una forma de brujería.

Además, era una sociedad de castas muy estrictas, con una nobleza que veía muy mal la idea cristiana de que el bautismo hacía a todos los hombres iguales. 

El jesuita español predicaba a menudo contra los sacerdotes paganos (makahnas) y más aún contra las sacerdotisas (kakahnas), y éstas veían peligrar su estatus ante una religión que parecía menos femenina… pero también más igualitarista. 

Además, durante la pubertad los jóvenes varones se juntaban para vivir en Guma´Uritao («Casas de Hombres»), donde hombres mayores les enseñaban cosas adultas como pescar, navegar… y sexo, con la ayuda de mujeres que se dedicaban a eso, a entrenar sexualmente jovencitos. Para el jesuita, era mera prostitución institucionalizada y corrupción de adolescentes. 

Por último, con los europeos llegaron enfermedades. Eso fue aprovechado por un chino casado con una isleña, llamado Choco, que difundió el rumor de que el agua del bautismo y los óleos bautismales eran lo que envenenaba y enfermaba a la gente

Mártires por bautizar una niña

El 2 de abril de 1762, cuando apenas llevaban 3 años de trabajo misionero, llegó el martirio. El jefe Mata´pang era un acérrimo opositor a los cristianos, pero su esposa era conversa. Ella pidió a los misioneros que bautizasen a su niña recién nacida, y así lo hicieron. Cuando se enteró Mata´pang, envió a su guerrero Hirao, acompañado de algunos hombres, a matar a los misioneros. 

En el lugar del martirio hoy hay un monumento que recuerda cómo la lanza y la katana acabaron con el español y el joven filipino. Pronto los 130.000 católicos de la diócesis de Guam celebrarán al santo que comparten con los filipinos y la Iglesia universal. 

Difíciles condiciones de vida, religiosidad viva

Un testimonio de primera mano

Ucrania: Difíciles condiciones de vida, religiosidad viva

La renovación religiosa que puede observarse en Ucrania desde la caída de la dominación comunista sigue viva.

Actualizado 24 diciembre 2011

ACN

«Los fieles dan abiertamente testimonio de su fe». Con estas palabras, sor Margret Obereder, superiora provincial de las Redentoristas en Ucrania, describe el renacer religioso en este país del Este de Europa. La religiosa, procedente de Austria superior, se trasladó a Ucrania en 2001, para atender a un grupo de jóvenes greco-católicas que querían profesar como religiosas. De dicho grupo surgió la orden de las Hermanas Misioneras del Santo Redentor, que también se denominan Redentoristas. «Esta nueva comunidad, además de su espiritualidad redentorista, hunde sus raíces en la tradición ucraniana, greco-católica», según comentó sor Obereder en una visita a la asociación católica internacional «Ayuda a la Iglesia Necesitada».

La renovación religiosa que puede observarse en Ucrania desde la caída de la dominación comunista sigue viva, según las palabras de sor Obereder. El trasfondo de la cuestión: después de la segunda Guerra Mundial y de la toma del poder por los comunistas, la Iglesia greco-católica tuvo que refugiarse en la clandestinidad. Las propiedades de la Iglesia fueron confiscadas; fieles, religiosas, sacerdotes y obispos sufrieron persecución. Sólo después de la apertura política en 1989 volvió a ser reconocida la Iglesia greco-católica. «Después de muchos años de opresión, la gente está feliz de poder vivir su fe en libertad», dice la superiora de las redentoristas.

La participación en la vida de la Iglesia greco-católica es muy grande y también sigue siendo elevado el número de vocaciones sacerdotales y religiosas. A la conferencia de las superioras de órdenes religiosas de la Iglesia greco-católica en Ucrania, que dirige sor Obereder, pertenecen ya 19 órdenes, con 850 religiosas. En la orden de las redentoristas han ingresado en los últimos años 24 mujeres jóvenes, que desarrollan su labor en cinco parroquias, en Lviv, Kamianets-Podilskyi, Ternopil y Chernihiv, sobre todo en la pastoral juvenil.

La población recibe cordialmente a las jóvenes, a las que proporcionan alimentos. Con todo, las condiciones de vida de las religiosas no son fáciles, Como muchos ucranianos sufren la difícil situación económica y política. Carecen continuamente de reservas financieras; según comenta la superiora, sobre todo en los meses invernales muchas comunidades luchan por sobrevivir, pues carecen de dinero para pagar los gastos de calefacción. «Gracias a Dios, nuestras casas son pequeñas y la gente nos trae alimentos, una y otra vez», dice sor Obereder:

La asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada, financiada exclusivamente por donativos de particulares, presta apoyo a personas del ámbito eclesial que ayudan a otras. Cada año se financian al menos 5.000 proyectos, principalmente al servicio de la pastoral. Para Ayuda a la Iglesia Necesitada, la libertad religiosa es una prioridad, y desde su fundación en 1947, la Asociación se identifica con la defensa de los cristianos oprimidos y perseguidos. Cada dos años, la Asociación publica un «Informe sobre libertad religiosa en el mundo» y sobre la persecución de los cristianos a escala internacional. 

«Preservar el derecho a la vida»

Consejo de Ministros

Santamaría: habrá una reforma de la Ley del Aborto para «preservar el derecho a la vida»

El Gobierno pretende «preservar el derecho a la vida». «Garantizar la situación de las menores» será un objetivo de la nueva ley.

Actualizado 24 diciembre 2011

Efe

El Gobierno modificará la Ley del Aborto para «preservar el derecho a la vida y garantizar la situación de las menores», tal y como recogía el programa electoral del PP.

Así lo ha asegurado hoy la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en su primera comparecencia como portavoz del Ejecutivo tras la primera reunión del Consejo de Ministros.

Sáenz ha subrayado que esa modificación es un compromiso público del entonces candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, y del PP, que «cumple sus compromisos».

Protesta en Moncloa 

Anteriormente a esta comparecencia, representantes de la organización HazteOir.org se han concentrado en las puertas del Palacio de la Moncloa para pedir al nuevo Gobierno la derogación de la Ley del Aborto «cuanto antes».

Para ello, el presidente de la organización, Ignacio Arsuaga, ha entregado una carta dirigida a Rajoy.

En la misiva, este colectivo afirma que «el aborto no es una opción propia de una sociedad civilizada, como no lo fue la esclavitud en su momento».

La organización, que dice representar a 300.000 ciudadanos de diferentes plataformas, recuerda en la carta que durante los últimos cuatro años «cientos de miles» de españoles han salido a las calles «para reclamar la protección del derecho a vivir de todos los seres humanos y el fin del aborto».

10 partos con milagros modernos aprobados por la Iglesia

Por intercesión de santos de lo más variado

¡Feliz nacimiento! 10 partos con milagros modernos oficialmente aprobados por la Iglesia

Casos asombrosos del siglo XX y XXI, médicamente acreditados ante la Congregación para la Causa de los Santos, que implican a madres y bebés en la era de la tecnología pre-natal y las ecografías.

Actualizado 23 diciembre 2011

Pablo Ginés/ReL

Como el Nacimiento del portal de Belén no se conoce ningún otro, y sin duda es el más asombroso en los anales de la ciencia obstétrico-ginecológica. Pero también en tiempos modernos, de partos medicalizados, supervisados y con ecografías se han dado partos en los que la medicina se declaró impotente y sólo pudo ser testigo y acompañante de hechos inexplicables. 

Recogemos diez nacimientos con final feliz que han sido reconocidos oficialmente como milagros por la Iglesia Católica, al estudiarlos dentro de causas de canonización o beatificación.

1. Marie-Josee, Québec, Canadá, 1962
Intercesora: Maria Catalina de San Agustín (1632-1668)


El Hospital Hotel Dieu de Québec fue fundado en 1639 por los primeros misioneros de Canadá, los agustinos hospitalarios, aunque en 1962 era un hospital moderno y bien equipado. Marie-Josée era una niña que nació con fórceps el 6 de mayo de ese año y al principio parecía sana, pero al día siguiente empezó a escupir sangre por la boca. Había sufrido un derrame sanguíneo dentro del craneo a causa del fórceps, y una puntura lumbar confirmó la hemorragia. Tampoco conseguía coagular la sangre. Tuvo convulsiones su tercer día de vida y una parada respiratoria el quinto día. Vitamina K intravenosa, masajes en el torax, oxígeno… no eran más que medidas paliativas, insuficientes. 

Pero no murió, ni tampoco sufrió ningún daño cerebral como todo hacía pensar. Al cumplir 12 días, estaba perfectamente sana. Y siete años después, cuando los testigos médicos explicaron el caso, aún lo estaba. Y también 22 años después, cuando la Iglesia revisó el caso. 

La familia había pedido la intercesión celestial de la valiente misionera francesa en Québec María Catalina de San Agustín (en el mundo, Catherine Longpre), que había sido enfermera en ese hospital tres siglos antes, en medio de las guerras con los indios iroqueses.Este fue el milagro que sirvió para beatificar a Sor María Catalina en 1989. 

2. Solano Favarin, Santa Caterina, Brasil, 1979 
Intercesora: Gertrudis Comensoli (1847-1903)

Solano Favarin nació en el hospital Sao Sebastiao de Turvo (en Santa Caterina, Brasil) el 26 de julio de 1979. Su padre, Donato, era agricultor humilde, y su madre Anadir, ama de casa. El doctor Aroldo Duarte, que asistió al parto constató la malformación del niño: no podía mover sus piernas, plegadas en alto, si se le tocaba lloraba de dolor y en esa postura (la única que podía) no se le podía amamantar. El masajista Angelo Tomasi constantó que no se podían estirar las piernas. En el hospital Sao Josè de Criciuma las radiografías asombraron a los ortopedas: sólo con carísimas cirugías y largas terapias podía lograrse alguna mejora parcial.

Las Hermanas Sacramentinas, con su superiora, visitaron al bebé y organizaron una novena y grupos de intercesión y oración, en los que participaron miembros de Cursillos de Cristiandad, niños de la escuela infantil, grupos del Apostolado de la Oración… y la intercesión de la Madre Gertrudis Comensoli, fundadora de las religiosas. Sin ninguna terapia ni medicina, el 9 de agosto, último día de la novena, para asombro de todos, el niño dejó de llorar: las piernas se habían alargado, se habían soltado y funcionaban con absoluta normalidad. El médico Marcello Meschita constató que no había explicación médica, como confirmó la comisión médica de Roma en 1988. El milagro sirvió para beatificar a Madre Gertrudis. Luego realizaría otro en 2001 con un niño de 4 años que sirvió para su canonización. 

3. Valeria Atzori, Cagli, Italia, 1986
Intercesor: Nicolás Gesturi (1882-1958)

Valeria no nació pequeña, sino diminuta: 30 centímetros y 550 gramos. Ni siquiera era seismesina: era una prematura de solo 23 semanas de gestación. Su piel era roja-gelatinosa, transparente. No respiraba por sí misma. El doctor Franco Chappe, allí en la Clínica Universitaria de Cagli, aseguró que moriría y que, si no fuese así, sufriría graves daños cerebrales. Sufrió paradas respiratorias y cardíacas, y osteoporosis. En pocas horas se había deshidratado y pesaba ya solo 410 gramos. La alimentaron por vena umbilical y luego por sonda nasogástrica. Y no solo no murió, sino que cuatro meses después, la daban de alta.

Pero un año después, y dos años después, los controles eran claros: la niña no había sufrido ninguna secuela. Los informes de 1989 de las doctoras Melania Puddu y Liuliana Palmas lo confirmaron a los 3 años. Los médicos no se lo explicaban.

Pero los padres, Giovanni y Pietro, sí lo entendían: habían estado rezando en la tumba de fray Nicolás de Gesturi, muy conocido en Cagli. Juan Pablo II beatificó al fraile en 1999, cuando Valeria tenía 13 años. 

4. María Solís Quirós, Costa Rica, 1994
Intercesora: María Romero Meneses

Claudia Quirós, de Costa Rica, estaba embarazada en su cuarto mes de gestación, cuando revisando las ecografías del 22 de junio de 1994 su médico detectó ya un exceso de líquido amniótico que podía afectar en la boca del bebé, el tercero de la familia. El 5 de septiembre, en San José de Costa Rica, el doctor Orlando Sánchez le previno de que la niña nacería con el grado más grave de labio leporino y malformaciones del paladar. Tendría dificultades de lenguaje, oído, deformación de maxilares, infecciones… y la cirugía era necesaria para cerrar el paladar. Enviaron copias de la película ecográfica a dos especialistas del Baylor University Medical Center y del Children´s Medical Center de Dallas (Texas), que confirmaron los diagnósticos. 

Claudia y su esposo, Álex Solís Fallas, abogado, ex-diputado y profesor de la Universidad de Costa Rica, rezaron y pidieron oración. Claudia decidió comulgar cada día «para que la Sangre de Jesús bendijese a la niña». Además, su madre, que había sido alumna y amiga de la Sierva de Dios María Romero Meneses le animó a pedir su intercesión. Las religiosas de la iglesia de María Auxiliadora, por impulso de la abuela, también rezaban. 

El 28 de noviembre de 1994 había 11 médicos en el parto, preparados para operar a la niña… ¡que nació sana! El médico Jorge Márquez-Máximo Díaz, director del equipo, habló con la prensa costarricense emocionado: «me quedé desconcertado al ver que era una niña sana y normal, especialmente en la parte de la boca y el paladar donde esperábamos malformaciones». El diagnóstico, confirmado en Dallas, era irrefutable. Pero la salud de la niña también. Los doctores Gonzalo Montero y Ana Cecilia de Cavallini revisaron todas las pruebas en 1997 y 1998 para el arzobispado, y los médicos Carlos Alú y Nino Pasetto lo revisaron para la Santa Sede. El Papa Juan Pablo II beatificó a María Romero Meneses el 14 de abril del 2002, cuando la pequeña María tenía 8 años.

5. Milagros Candelaria Bermúdez, Altagracia de Orituco, Venezuela, 1995
Intercesora: Madre Candelaria de San José

Era 6 de septiembre de 1995 y los médicos estaban provocándole el parto a Rafaela Meza de Bermúdez en el Hospital Juan Francisco Torrealba, donde ella llevaba 8 días recluida y monitorizada. Y esperaban encontrar un bebé muerto. Los ecosonogramas mostraban que el corazón del bebé se había parado. “El bebé tenía una disminución importante del líquido amniótico. No encontré signos de vitalidad fetal, no tenía movimientos corporales, ni respiratorios, ni actividad cardiaca”, declaró luego el ginecobstetra Carlos Limonghia la prensa venezolana. El médico tratante, Pedro Rojas; Rafael Gallardo; obstetra, Marcos Ramírez, internista; la jefa de enfermería, Maribel Mena, y los médicos residentes fueron testigos de las condiciones adversas del bebé. 

“Los médicos me hacían muchos exámenes y me decían que mi bebé estaba muertoporque no sentían los latidos del corazón. No tenía líquido y aquello estaba seco, las enfermeras también se acercaron para ver lo que sucedía”, rememora Rafaela Mesa, que entonces tenía 34 años, un cuadro clínico de hipertensión arterial crónica, anemia y preeclampsia y otros cuatro hijos. 

“En el hospital trabajaba una mujer que perteneció a la congregación de las Carmelitas, llamada Yurima Cañizal. Ella me entregó una estampita de la Madre Candelaria y me dijo: “Vamos a rezar, Rafaela, no llores, vamos a pedirle un milagro a la Madre Candelaria». Antes de darme esa estampita ya yo venía con mi fe y tenía confianza en Dios y en ella de que me iba a hacer el milagro, a pesar de que me decían que el bebé estaba muerto». 

Sorpresa. A las 8 de la noche la niña salió viva, y lloró. Pesaba un kilo 300 gramos y medía 32 centímetros. Estuvo tres meses en incubadora y soportó varios paros respiratorios. Al escuchar el llanto de la pequeña, el padre, José Bermúdez, salió del hospital y abrió los brazos. Le dio alabanzas a Dios y dijo: “Hija, te llamarás Milagros del Valle Candelaria«. La niña hoy sigue sana y es buena estudiante, aunque su familia sigue siendo pobre: el padre es agricultor y la madre planchadora.

“¿Qué pasó? No lo sé”, se interrogaba con insistencia el doctor Carlos Limonghi en radios y diarios venezolanos. “Había cerca de 14 personas observando que el feto estaba muerto y yo busqué argumentos para tratar de negar el diagnóstico, estimulándole la barriga, moviéndola y colocándole una solución glucosada para mover al bebé, pero no había actividad cardíaca. Lo aseguro. Cuando se movió y respiró ocurrió un hecho extraordinario”.

Madre Candelaria de San José, fundadora de la Congregación Hermanas Carmelitas, en Venezuela, fue beatificada el 28 de abril de 2008 en Venezuela, con la presencia de 30.000 fieles y la notoria ausencia de las autoridades bolivarianas

6. Sandra Grossi de Almeida, Sao Paulo, Brasil, 1999
Intercesor: Antonio de Sant´Anna Galvao, «Fray Galvao» (1739-1822)

Aquí el milagro no reside en el bebé, sino en la madre, Sandra Grossi. A San Fray Galvão, el primer santo brasileño, canonizado en 2007, se le atribuye el milagroso parto de Sandra Grossi, de 37 años, licenciada en química y madre también de una niña adoptada. Ella tenía un«útero bicorde», un cartílago que se forma en medio del útero, separándolo en dos partes, lo que imposibilita el crecimiento del feto por falta de espacio, lo que le había causado ya tres abortos naturales

Sandra comenzó a rezar las oraciones llamadas «píldoras de Fray Galvao». En la primera noche de la primera novena a Fray Galvão, la hemorragia paró y los dolores cesaron. Sandra reconoció a este hecho : «Fue una señal de la intercesión de Fray Galvao por mí». En el cuarto mes de gestación la sometieron a una cirugía para cerrar el cuello del útero. Sandra siguió encomendándose a Dios por intercesión de Fray Galvao. En el quinto mes de gestación se dio un riesgo de aborto a causa del tamaño del bebé. 

Después de pasar por esa fase crítica, consiguió llegar a la 32ª semana de gestación, algo inimaginable para su caso. «Para los médicos parecía imposible pero no para Dios», reconoce Sandra. También parecía inimaginable la conservación del útero tras el parto, ya que el cartílago imposibilitaría la expulsión de la placenta y la única salida sería una histerectomía (extracción total del útero). El parto fue por cesárea el 11 de diciembre de 1999. Enzo padeció al nacer un problema pulmonar grave, una de las principales causas de muerte entre los prematuros. Su madre volvió a encomendarse al futuro santo. Al pequeño le quitaron los tubos al día siguiente, algo que en casos similares sucede sólo después de varias semanas. Hoy Enzo es un niño sano. Y Fray Galvão fue canonizado en Brasil personalmente por Benedicto XVI en su viaje del 11 de mayo de 2007: el primer santo brasileño. 

7. Begoña León, Madrid, España, 2000
Intercesor: Rafael Arnáiz, «Hermano Rafael»

De nuevo aquí el milagro se centra en la madre, no en el bebé. El hermano Rafael, hoy San Rafael de Arnáiz, uno de los patronos de la JMJ de Madrid, es el santo que intercedió por la madrileña Begoña León. La cosa empezó como una historia de Navidad, pero mala. El suplemento «Fe y Razón» de La Razón lo contó con detalle

El 25 de diciembre de 2000, Begoña León Alonso, embarazada de siete meses, ingresó de urgencias al hospital madrileño Gregorio Marañón, donde le practicaron la cesárea. La niña estaba sana, pero Begoña sufría una tensión altísima llamada «eclampsia» y no creían que el corazón aguantara. Además, se le añadía un fallo hepático y tenía hemorragias internas. Fue ingresada en reanimación: sufría el infrecuente «Síndrome de Hellp». «Yo oía decir, “corre, corre, que se nos va…» Pero no podía hacer nada», explicó Begoña a La Razón.

Una amiga, Mª Josefa González Cueva, «muy devota del beato Rafael», comenzó a rezar por ella. «Gracias a ella yo ya conocía al beato Rafael, me había dado alguna estampa y la novena, que rezaba mi madre», relata Begoña. Rezaban también en la Trapa de Dueñas, antiguo hogar del monje. «Cuando pasó todo, los médicos me llegaron a decir que en aquellos momentos no daban por mí ni medio real», asegura Begoña. 

Pero como un regalo de Reyes, todo cambió el 6 de enero, cuando mejoró sin razón aparente. «Yo lo atribuyo a un milagro, pero no por el hecho de ser creyente, que lo soy, sino porque ningún médico ha sabido darme una explicación científica. Cuando salí del hospital y les di las gracias, me dijeron “nosotros no hemos hecho nada, Begoña, has sido tú”. Yo estoy convencida de que fue el beato Rafael», asegura. Fue canonizado el 11 de octubre de 2009.

8. Gianna Mª Arcolino, Brasil, 2000
Intercesora: Gianna Beretta Molla

Santa Gianna Beretta está destinada a ser una de las más populares santas «comadronas», que ayuden a las parturientas y sus bebés. Por un lado, ella era doctora y madre de familia en pleno siglo XX. Por otro, murió en 1962 por salvar a su bebé, retrasando unos tratamientos. El milagro que concedió a Gianna María Arcolino llegó apenas unas semanas después del de Begoña León en Madrid.

Elisabete Comparini, brasileña, tenía tres hijos y quedó nuevamente encinta en 1999. Pero perdía mucha sangre y el 11 de febrero del 2000, a las 16 semanas de gestación, tuvopérdida completa del líquido amniótico. Los doctores le recomendaron un aborto para evitar riesgos de infección para ella. Primero con suavidad, luego con insistencia. Según los médicos, la posibilidad de supervivencia del niño en esas circunstancias era cero.

Pero Elisabete y su marido decidieron seguir adelante con el embarazo. Apareció por el hospital el obispo diocesano de Franca (Brasil), que les había casado, y su párroco… para darle la unción de los enfermos. Pero el obispo le dio además información sobre la beata Gianna Beretta, cuyo milagro de beatificación había sido curar a una parturienta tras una gravísima cesárea. Y el matrimonio y muchos más rezaron a la doctora Beretta.

Las semanas pasaron y la niña, contra toda lógica, seguía viva sin líquido amniótico… y así estuvo 16 semanas. Llegada la semana 32, el 31 de mayo del 2000, Elisabete fue operada y trajo al mundo una niña sana, que se llama Gianna María. La doctora Beretta fue canonizada el 16 de mayo de 2004. 

9. Pietro Schiliro, Milán, Italia, 2002
Intercesores: Louis y Zelie Guérin

Louis Martin y Marie-Celie Guerin de Martin, los padres de Santa Teresita de Lisieux, perdieron a cuatro de sus nueve hijos cuando aún eran niños. Por eso es significativo el milagro que los elevó conjuntamente a los altares como beatos: la curación del bebé italiano Pietro Schiliro. Pietro nació en Milán el 25 de mayo de 2002, el quinto hijo de Walter y Adele Schiliro. 

El bebé no podía respirar: «malformación congénita caracterizada por una grave subversión de estructura pulmonar». No podía respirar ni podría hacerlo nunca, según la ciencia. En teoría debía morir de un momento a otro, y cuando cumplió una semana fue bautizado de urgencia. Ese día, el sacerdote carmelita Antonio Sangalli recomendó a los padres de Pietro rezar una novena a los padres de Santa Teresa, con amigos y conocidos. Muchos se sumaron a la oración… y a partir del 29 de junio el niño mejoró. El 27 de julio estaba en casa. La beatificación conjunta se celebró el 19 de octubre de 2008 en Lisieux, con la presencia de Benedicto XVI (y del actual Ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, devoto de la pareja).

10. Rafael de Jesús Barroso Santiago, Xalapa, México, 2002
Intercesor: Rafael Guízar y Valencia

Desde 2006, San Rafael Guízar es el primer obispo mexicano santo. Su oración desde el Cielo curó al hijo de Valentina Santiago y Enrique Barroso, de Xalapa. A los 7 meses de embarazo, los médicos dieron la noticia a Valentina: el niño nacería con labio leporino y paladar hendido. «Nos encomendamos mucho a Rafael Guízar para pedirle su intercesión para que mi hijo naciera sano», rememora Valentina. «Nunca nos cansamos de pasar a la tumba de Rafael Guizar en la catedral«, dice la madre de Rafael. «Mis padres siempre fueron muy devotos a monseñor y nos inculcaron eso, venerarle y pedirle cualquier milagro», agrega la mujer. 

El 2 de marzo de 2002, su vástago nació completamente sano para sorpresa de los médicos. «Por eso mi hijo se llama Rafael de Jesús», declara Enrique. Luego el postulador de la causa «nos pidió las pruebas, los dos ultrasonidos y un video, preguntó al radiólogo del ultrasonido y se basó en eso para comenzar a investigar más». El obispo Rafael Guízar fue canonizado el 15 de octubre del 2006. 

Son sólo algunos de los casos asombrosos del siglo XX y XXI, médicamente acreditados ante la Congregación para la Causa de los Santos, casos que implican a madres y bebés en la era de la tecnología pre-natal, las ecografías y, tristemente, del aborto provocado.