Fechas de la JMJ Río 2013

Por el sitio oficial del evento y el arzobispo de Río

Confirmadas las fechas de la JMJ Río 2013: del 23 al 28 de julio

Actualizado 14 diciembre 2011

Aci

El Pontificio Consejo para los Laicos en el Vaticano confirmó hoy las fechas para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Río de Janeiro entre el 23 y el 28 de julio de 2013.

La información fue divulgada hoy por el sitio oficial del evento www.rio2013.com y por el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, a través de su cuenta de twitter.

Las fechas se confirmaron durante la reunión de los miembros del Pontificio Consejo para los Laicos y la comisión del Comité Organizador Local (COL) de Río que llegó ayer 12 de diciembre a Roma para ver los detalles del evento.

Con Mons. Tempesta están en Roma dos obispos auxiliares de Río de Janeiro, Mons. Antônio Augusto Dias Duarte y Mons. Paulo Cezar Costa, Mons. Joel Portella Amado, coordinador general, y los sacerdotes P. Márcio Queiroz, encargado de comunicaciones de la JMJ, y Renato Martins, responsable de los actos centrales de la JMJ.

Entre los temas tratados está también la elección del logo oficial de la JMJ Rio2013 tras un concurso internacional cuyo ganador será anunciado próximamente.

La comisión regresa a Rio el 14 de diciembre y está prevista una reunión de todos los sectores del COL para tratar los temas relacionados a la JMJ.

Los hermanos de Alexia, rompen su mutismo

Con ocasión de la venta del DVD sobre su vida

Los hermanos de Alexia, la niña madrileña en proceso de beatificación, rompen su mutismo

¿Cuál era el secreto de Alexia, que hacía felices a los que le rodeaban incluso en medio del dolor?

Actualizado 14 diciembre 2011

Pablo. J. Ginés / La Razón

«Alexia fue una niña alegre, normal, con ganas de vivir, a la que con 13 años la vida le dio un zarpazo inesperado. Después de un año de operaciones con un sufrimiento terrible, murió con 14 años. Afrontó el dolor con fe, esperanza, amor y fortaleza. ¿Cuál era el secreto de Alexia, que hacía felices a los que le rodeaban incluso en medio del dolor?».

Así resumió la periodista y religiosa teresiana Ninfa Watt el misterio sobrenatural, pero también cotidiano, que refleja el documental «Alexia», de Pedro Delgado, estrenado en mayo en cines y cuya edición en DVD se presentó el lunes en el Colegio Jesús Maestro, de Madrid, el mismo donde estudió la Sierva de Dios Alexia González-Barros. Once tomos describen sus virtudes heroicas en el proceso de beatificación que llegó a Roma en mayo de 2000. 

Francisco y María José González-Barros, hermanos de Alexia que casi nunca comparecen ante la prensa, explicaron que «este documental nos ha dejado contentos y satisfechos. No había ninguna razón sensata para negarnos a cooperar. Pusimos a disposición de esta película todo lo que Alexia dice de sí misma», incluyendo 40 minutos de cintas domésticas. María José González Barros detalló que «aunque rezábamos en casa, mi madre no enseñó a Alexia a hacer oración mental; creo que eso lo aprendió en el cuarto de hora de oración silenciosa que se da cada día en todos los colegios teresianos en la tradición de San Enrique de Ossó. Durante años ella había rezado cada día en la capilla de este colegio, ante Jesús Sacramentado, “que se haga siempre lo que tú quieras”, y eso que decía en su vida normal lo dijo luego ante la enfermedad». 

«Recibimos cartas describiendo favores por su intercesión cada día», explicó Francisco. «Ella ya era muy conocida, ya tenía fama de santidad, antes de la película “Camino”, de Javier Fesser, y antes de este documental, pero estas películas, luminosas u oscuras, influyen bastante poco en su fama; Alexia va por su propia ruta». 

Francisco fue testigo del dolor de esos días. «Ella, con 14 años, tenía un dolor que los médicos definían como constante e importante, y nosotros estábamos allí con nula capacidad para ayudarla. Pero ves un plan de Dios que no entiendes, aunque aceptas. Ella vivía una relación clara, evidente y cercana con Jesús. Allí la humanidad y la divinidad se unían. La fuerza del caso de Alexia se reduce a esto: ella creyó y no tuvo dudas».

El documental no es un drama ni una historia triste. El director, Pedro Delgado, y el guionista, Jerónimo José Martín, insisten en que expresa «el porqué de la alegría y entereza de Alexia, las raíces sobrenaturales de su fortaleza, una espiritualidad que bebe del Opus Dei, pero también de las teresianas. La primera persona en impulsar su causa de beatificación fue el padre Apodaca, claretiano, promotor de las causas de Santa Maravillas y San Pedro Poveda». «El gran desafío en la época actual es el sufrimiento, y las grandes películas de este año tratan ese tema: “De dioses y hombres”, “En un mundo mejor”… “El árbol de la vida”, de Terrence Malick, trata de una madre que ha perdido a su hijo», señaló Jerónimo José Martín. Hay amigos cineastas sin fe que le han dicho a Pedro Delgado que la votarán para los Goya. Pero con o sin premios, incluso sin beatificación y sin películas, Alexia ya cambia vidas, como el grano del Evangelio, que muere y da mucho fruto.

Hasta que se cruzaron Santa Teresa y un himno

Su padre era masón

Lucetta Scaraffia, «herética» y feminista… hasta que se cruzaron Santa Teresa y un himno

Hoy es consultora del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Ella misma explica cómo fue su conversión.

Actualizado 14 diciembre 2011

ReL

De pequeña, Lucetta Scaraffia rezaba, sí: pero le pedía a Jesús no terminar siendo monja. Creció con una madre católica y un padre masón. Si por parte de él no recibió formación religiosa, por parte de ella la que recibió fue muy rigorista: «Mi madre no me dejaba ir al cine, porque lo consideraba un lugar de perdición, ni pantalones vaqueros. ¡Hice el 68 en traje de chaqueta!», recuerda con humor.

Porque la historiadora de la Universidad de La Sapienza de Roma, turinesa de 1948, que hoy escribe en L´Osservatore Romano, forma parte del Pontificio Consejo de Nueva Evangelización, defiende a la Iglesia y se opone al aborto y a la eutanasia, dejó de ir a misa en aquellos años sesenta, perdió la fe y se convirtió en una «herética», como ella misma dice, y militante feminista radical. 

En 1971 contrajo matrimonio canónico, pero reconoce que sólo para contentar a su madre, por lo que fueanulado años después, cuando ya se había divorciado de ese primer marido, había tenido un hijo fuera del matrimonio, y vivía con una nueva pareja.

La porquería de las comunas

¿Qué cambio se produjo en su vida? Ella misma lo contó hace dos años en una entrevista concedida a Panorama, donde cuenta que las primeras dudas sobre su feminismo le surgieron por dos razones.

Primero, cuando en «reuniones de autoconciencia» escuchaba los relatos íntimos de sus conmilitonas. Segundo, cuando en un viaje a Londres para entrar en relación con las feministas inglesas le desagradaron «la porquería y el desorden que reinaba en suscomunas«.

Por aquel entonces estaba de moda estudiar la vida de algunas santas de la Iglesia para reinterpretarlas haciendo «historia social, nada más». Ella se consagró entonces a leer a Santa Rita de Casia y a Santa Teresa de Jesús. «Y sus textos comenzaron a hablarme más allá de mi intención inicial. Comprendí que había algo más. Me había seducido el objeto de mi estudio».

Estas dudas y estas lecturas, sin embargo, estaban sólo preparando el terreno para su verdadera conversión, que no llegó hasta veinte años después.

En presencia de Andreotti

A finales de los años ochenta pasaba una tarde por delante de la basílica de Santa María en Trastévere, en Roma, cuando vio allí congregada bastante gente. Preguntó, y es que estaba el primer ministro Giulio Andreotti en la recepción de un icono de la Virgen del siglo VI.

«No sé cómo», explica, «me encontré en el primer banco del templo. El icono hizo su entrada, precedido por una larga procesión. El coro entonó el Akathistos bizantino, el más antiguo himno litúrgico dedicado a la Madre de Dios. Y entonces me sentí mal. Me invadió un fortísimo sentimiento de luz, de calor, de presencia. Comprendí que ella estaba allí. Existía y me hablaba. Se me revelaba. Las palabras no permiten explicar la gratuidad de la gracia divina. Desde entonces quedé completamente cambiada».

Se puso en contacto con las misioneras del Sagrado Corazón de Jesús de Santa Francesca Cabrini (1850-1917), monja italiana que vivió y murió en Estados Unidos y fue canonizada por Pío XII, quien la proclamó patrona de los emigrantes. Se empapó de su espiritualidad.

El buen combate

Y desde entonces no ha dudado en meterse en batallas arduas. Se ha opuesto públicamente al aborto y ha hecho sin miedo afirmaciones muy políticamente incorrectas.

Por ejemplo, defiende que la Iglesia no es sexófoba. «Hasta la Revolución Industrial, la Iglesia y la sociedad promovían un mismo objetivo: tener hijos. Una necesidad impuesta por la necesidad de brazos y por la alta mortalidad infantil. A partir del siglo XIX, sus caminos se separan. La sociedad acusa a los sacerdotes de prescribir obligaciones que no son naturales. Pero no es que el mundo de hoy sea permisivo y la Iglesia represiva: simplemente tienen dos visiones distintas del cuerpo».

También se opone a que los homosexuales puedan casarse entre sí, encargar hijos o adoptarlos: «La Iglesia se pone de parte de los más débiles, en este caso los niños, que tienen todo el derecho a tener un padre y una madre y a crecer con ellos».

Y teme que la eutanasia acabe siendo aprobada: «La edad media aumenta, y mantener a los enfermos es costoso. Habrá una competición para expulsar a los más indefensos«.

Una de las razones del éxito de Scaraffia es precisamente su contundencia. Como suele ocurrir entre quienes se han alejado de Dios y lo han redescubierto, carecen de respetos humanos. Es lo que hace falta para la Nueva Evangelización, y por eso en mayo Lucetta fue nombrada por el Papa como consultora del Consejo Pontificio que preside el arzobispo Rino Fisichella.

Una nueva andadura con gente dispuesta a dar la cara. Justo lo que hace falta.