Pequeño «milagro» en Faisalbad

Dos ancianos de un barrio pobre para una iglesia en Pakistán

El año pasado las inundaciones dejaron un inmenso agujero. Hoy es la iglesia de San Alberto.

Actualizado 10 diciembre 2011

ReL

El pasado 23 de noviembre se inauguró la pequeña iglesia de San Alberto en Faisalbad (Pakistán), en un barrio pobre de la ciudad que el verano pasado quedó asolado por las inundaciones. Guirnaldas de flores, pétalos de rosas y más de seiscientos católicos de la zona, apiñados en el pequeño templo, acompañaron a la primera misa, celebrada por padres dominicos.

Si ya es noticia esa pequeña pica en Flandes en un país donde los cristianos están cada vez más acosados por el auge islamista, lo es aún más las circunstancias que rodean la construcción de la iglesia, que depende de la parroquia del Santo Rosario.

En el lugar donde se alza sólo había, pocos meses atrás, un enorme agujero. La pareja de ancianos propietaria del terreno (Baba Emmanuel y Hanifa Bibi) lo donó a la Iglesia, y enseguida se pidió aportaciones a los vecinos, merced a cuya generosidad pudo colmarse el terreno, primero, y luego levantar el templo.

¿Por qué está dedicado a San Alberto? «Porque él dedicó toda su vida a difundir el mensaje de la verdad«, explicó durante la ceremonia el padre Pascal Paulus, viceprovincial de los dominicos, según recoge Asia News.

Durante las inundaciones, los fieles le habían pedido un lugar para rezar. Y no tardó en llegar. Otro dominico presente, el padre Patrick Peter, añadió que la forma en que se ha resuelto la petición y se han allegado medios para ello «es un ejemplo de trabajo en grupo y de dedicación a la cristiandad».

Y ahora queda lo más importante, completa el párroco, Iftikhar Moon: «Participar en las celebraciones con regularidad para satisfacer la sed de espiritualidad«.

Audio-libro sobre «El Pelé»

Llega desde Italia

Audio-libro sobre «El Pelé», gitano beato y mártir

Milicianos del Frente Popular le fusilaron en 1936 por defender a un sacerdote a quien golpeaban.

Actualizado 10 diciembre 2011

RomeReports / ReL

Ceferino Giménez Malla (1861-1936), también conocido como El Pelé, que no sabía escribir y se había convertido tardíamente, es el primer gitano que sube a los altares. Fue encarcelado y asesinado durante la Guerra Civil española por defender a un sacerdote al que unos milicianos del Frente Popular estaban golpeando.

En los últimos días de julio de 1936 dio la cara por el cura, a quien arrastraban por las calles de Barbastro para llevarlo a la cárcel, y también por llevar un rosario en el bolsillo. Le ofrecieron la libertad si dejaba de rezarlo. Prefirió permanecer en la prisión y afrontar el martirio. En la madrugada del 8 de agosto de 1936 lo fusilaron junto a las tapias del cementerio de Barbastro. Murió con el rosario en la mano, mientras gritaba su fe: ¡Viva Cristo Rey! Juan Pablo II le beatificó el 4 de mayo de 1997.

La editorial italiana San Pablo ha publicado ahora un audio-libro sobre este mártir español. Instituciones católicas como Caritas o la Fundación Migrantes participan en este proyecto cultural y educativo.

Según monseñor Bruno Schettino, presidente de la Fundación Migrantes, «estaba muy comprometido con los pobres, vivía su vida de gitano como testigo del amor del Señor y con gran devoción a María con el Rosario«.

Este libro sobre El Pelé es el séptimo de una colección en la que ya están Chiara Lubich o la Madre Teresa. El Centro Europeo Risorse Umane ha colaborado en su producción porque, según Roberto Tietto, «puso en el centro de su vida su fe cristiana hasta el martirio, hasta dar la vida por sus propias creencias y su propia fe».

Además de los testimonios que relatan la vida de este mártir del siglo XXI, el CD contieneonce canciones que harán que el lector conozca de forma más profunda la vida del «patrón de los gitanos».

En pie de guerra por su capilla y su Virgen

Fundado por inmigrantes portugueses

Vasco da Gama, «el club más católico de Brasil», en pie de guerra por su capilla y su Virgen

Romario y Bebeto son dos de las últimas estrellas de un equipo que es un clásico de los torneos de verano españoles y atesora trofeos en su país.

Actualizado 10 diciembre 2011

C.L./ReL

Decir Vasco da Gama es decir historia del fútbol brasileño, que es como decir historia del fútbol. Fundado en  1898 en Río de Janeiro como Club de Regatas, en 1915 dio el salto al fútbol de la mano de inmigrantes portugueses, y desde entonces ha ganado una Copa Libertadores y cuatro Ligas nacionales, además de convertirse en un clásico muy querido de los torneos de verano españoles.

Por sus filas han pasado figuras como Romario, Bebeto, Dirceu, Dunga o Djalminha, muchas de las cuales se consagraron en el equipo antes de dar el salto a Europa.

El Vasco da Gama presume de ser «el club de fútbol más católico de Brasil», y por ello tiene una capilla en su interior con una imagen de la Virgen de las Victorias, a la que profesan gran devoción todos sus aficionados.

Proyecto de derribo

Pero ahora, según cuenta Antonio Giuliano en La Bussola Quotidiana, el ayuntamiento quiere demoler la zona de la capilla para ampliar el estadio, y la junta directiva del equipo ha dicho que por ahí no pasa. Es su historia la que está en juego.

Todo empezó en 1923, cuando su presidente Antonio Campos, hombre de gran devoción, comenzó a repartir medallas de la Virgen a sus jugadores antes de cada partido. La capilla se ahora quiere derribar se consagró en 1955, pero la devoción no es algo que se quede en su interior: es muy común que entrenador y jugadores hagan sus declaraciones a la prensa en una mesa con una imagen de la Virgen al lado. Y la camiseta blanquinegra lleva bordada una Cruz de Malta.

«Llevo aquí 24 años y no me sorprende la oposición a la demolición de la capilla», afirma Enrico Arrigoni, sacerdote italiano que ejerce su ministerio en Río: el orgullo por la tradición católica se siente mucho en este club». 

Ocasión de evangelización

El capellán del Vasco da Gama, Eneas Berilli, añade que la devoción se hizo nacional con ocasión del campeonato del mundo de Suecia de 1958: hasta allí llevó Pelé a los jugadores brasileños a rezar antes de partir para Europa, y al volver para agradecer el triunfo en la final ante los anfitriones. 

En estas condiciones, «el fútbol puede ser una ocasión de evangelización, de dar a conocer la fe católica a las nuevas generaciones«, sostiene el padre Berilli: «Es raro encontrar en el mundo del fútbol dirigentes cuya mayor preocupación sea llevar a los jóvenes hacia lo más importante, la fe cristiana». 

Pero el caso es que en esa capilla que ahora se quiere demoler, el año próximo habrá,además de sacramentos, catequesis. La directiva, los jugadores y la afición del Vasco da Gama están seguros de que ganarán esta batalla.