14 de Agosto

14 de Agosto
El comité organizador de la JMJ es un gran laboratorio de ideas en el que todos aportan lo que saben. Desde su constitución, hace casi dos años, en él trabajan experimentados profesionales, como los ex directores generales de Aena o General Motors, hasta un coronel del Ejército retirado o incluso jóvenes misioneros que un día decidieron dejar la comodidad del hogar paterno para llevar a los demás la buena noticia del Evangelio. «El hecho de contar con gente que tiene tanta experiencia da muchísima tranquilidad a la organización y agradecemos mucho su dedicación porque lo hacen por amor a la causa», señala el director Ejecutivo de la JMJ, Yago de la Cierva, quien subraya que el 75% de las personas que preparan la JMJ son voluntarios.
Entre las filas de este «cuartel general», también hay caras muy jóvenes, que han llegado de los puntos más recónditos del planeta, como Taiwán, Vietnam o Canadá, convirtiendo la sede del comité organizador incluso en una pequeña ONU, en la que es común que los jóvenes hablen varios idiomas. «Esto independientemente de la faceta religiosa es un gran evento y una gran palestra de entrenamiento en comunicación, en informática, en la web, se aprende mucho», afirma De la Cierva.
De este «think tank» han surgido ideas tan originales como el cómic manga sobre Benedicto XVI o tan complejas como dar de comer a medio millón de peregrinos durante las 30 horas que permanecerán en el aeródromo de Cuatro Vientos a la espera de la misa de clausura, el domingo. Para todos ellos, los días de los preparativos han acabado. LaJMJ está a punto de comenzar.
Hna. Montse. Siervas Hogas de la Madre
Las nuevas tecnologías son la especialidad de las Siervas del Hogar de la Madre. Para ellas el medio también es el mensaje. Y más cuando de lo que se trata es de acercar a los jóvenes a Cristo. Además de llevar uncanal de televisión en Cantabria, estas monjas han desembarcado en el comité organizador de la JMJ para hacer lo que mejor saben hacer: llevar la parte técnica de la web, crear aplicaciones y editar los vídeos de promoción del encuentro del Papa con los jóvenes en Madrid. «Nos preguntamos dónde nos necesitaba la Iglesia y nos formamos para hacerlo», explica la hermana Montse, quien, a sus 37 años, ha partido de cero, leyendo manuales de Informática y haciendo todo tipo de cursos. La «productora» de la JMJ está integrada además por otras tres religiosas de esta misma congregación: Sonia, Christen y Megan. «Aquí estamos para lo que necesiten, ya sea para editar vídeos de publicidad o de promoción para difundir la JMJ». Para ellas, colaborar con este evento es una oportunidad «preciosa» y una «manera de ayudar a que los jóvenes vivan una experiencia fuerte de fe». «Es increíble cómo va creciendo el entusiasmo a medida que se acerca la llegada del Santo Padre».
José Aranda. Voluntario
«A menudo a la gente le sorprende mucho ver a un chico con melenas y a lo heavy metal en misa, pero es un prejuicio sin fundamento». Así se presenta José Aranda, un estudiante de la Universidad de Navarra, que se sumará como voluntario a la JMJ. Para este joven rockero es«bueno que se vea que hay cristianos de todas las apariencias, porque refleja que esto es algo para todos y nadie en absoluto está exluido». José acaba de producir, junto a un grupo de amigos y a propósito de la JMJ, una serie de vídeos, que han colgado en Youtube, en el que explican con sus propias palabras la postura de la Iglesia sobre temas tan polémicos, como el uso del preservativo. Su objetivo es mostrar que muchos jóvenes se identifican «totalmente» con el mensaje de la Iglesia.
Giselle Azebedo. Misionera
como voluntaria a la organización de la JMJ —hace dos meses— trabajó como misionera en la Universidad Católica de Chile. «Me parece fenomenal poder ayudar a los jóvenes de todo el mundo a que vivan esta experiencia de fe. La JMJ demuestra que la Iglesia es joven y está viva», asegura esta brasileña, que antaño también fue bailarina de danza clásica.
DENVER, 12 Ago. 11 / 09:02 am (ACI/EWTN Noticias)
En entrevista concedida a ACI Prensa, el Obispo Jean Laffitte, Secretario del Pontificio Consejo para la Familia, alertó sobre la tendencia actual de concentrarse demasiado en el aspecto sexual de la «Teología del Cuerpo» desarrollada por el Beato Juan Pablo II, con lo que se corre el riesgo de eliminar la profundidad y el misterio del amor divino y humano.
«El problema está en que, si te concentras solo en el sexo no puedes ir más allá, y no llegas a ver que esta belleza es un don dado por el Creador pero en un contexto mucho más amplio», explicó el Obispo.
En el diálogo del 3 de agosto, Mons. Laffitte se refirió al actual debate sobre cómo interpretar las enseñanzas del recordado Pontífice, precisando que lo esencial es entender primeramente el designio de Dios al crear hombre y mujer.
Las enseñanzas de Juan Pablo II sobre el amor humano y la sexualidad fueron desarrolladas durante su pontificado en las audiencias generals de los miércoles entre 1979 y 1984, un aporte sin precedentes en la historia de la Iglesia.
Sexualidad y el Cuerpo
El Obispo Laffitte dijo también a ACI Prensa que si bien es normal sentirse atraído por «la belleza de la sexualidad y del cuerpo humano», no está de acuerdo en enfatizar «el fenómeno sexual» sin brindar toda la perspectiva del «misterio de la creación y el misterio del llamado de Dios a través del amor humano», como enseñó Juan Pablo II.
El Prelado vaticano explicó que luego de crear a Adán y Eva de la nada, Dios pudo haber usado el mismo método para crear a todas las demás personas de la historia humana. Sin embargo, les dio al hombre y a la mujer la sexualidad para participar en la obra creadora de la vida humana.
«El Creador quiso que el ser humano sea Su mediador en el acto de la creación. Eso es extraordinario. Desde ese momento, en Su intención providencial, el hombre y la mujer que Él creó serían los mediadores a través de quienes Él seguiría dando vida», indicó.
«Ese es el misterio de la sexualidad», dijo el Obispo, «la expresión del amor divino y humano que están integrados»
Por eso, precisó, «es imposible aislar la sexualidad» de esa integración y «aislar el cuerpo de todo este misterio» porque eso sería «aislar a la criatura de su Creador».
Mons. Laffitte dijo también a ACI Prensa que el misterio de las relaciones sexuales engloba «no solo la unidad de los cuerpos» sino una unidad de cuerpos «que están animados por Dios y que expresa un amor espiritual».
«Cuando el Papa Juan Pablo II habla sobre el cuerpo eso es lo que tenemos que entender», precisó.
El Secretario del Pontificio Consejo indicó además que el término «Teología del Cuerpo» es una traducción al inglés de lo que originalmente se llamó «La Catequesisdel Amor Humano».
Aunque el término en inglés Theology of the Body «no es incorrecto», no necesariamente transmite «la integridad de las catequesis». «No es una expresión equivocada, si vemos la intención de Juan Pablo II», añadió.
«Él (Juan Pablo II) estaba hablando sobre al amor humano y no solo se enfocaba parcialmente en el cuerpo y la sexualidad, que es al final de cuentas una expresión corporal del amor», dijo el Obispo.
«Ciertamente el cuerpo tiene una dimensión teológica, pero esta dimensión es dado por el designio de Dios sobre el amor y lo que, en la naturaleza del hombre y la mujer, pertenece al cumplimiento de ese designio».
Enseñanzas sobre la sexualidad en el mundo moderno
Luego de alabar la intención de popularizar las enseñanzas de Juan Pablo II sobre la sexualidad humana, el Obispo alertó del «riesgo» que significa transmitir una visión reducida de ellas.
Por ello enfatizó que el mundo de hoy, el amor humano y la sexualidad han sido «desfigurados» y las enseñanzas de la Iglesia sobre este tema deben ser difundidas como medio de evangelización, accesible a todos.
En respuesta a quienes dicen que los temas filosóficos y antropológicos que usa el fallecido Pontífice en sus enseñanzas son demasiado complejos para la persona promedio, el Obispo Laffitte señaló a ACI Prensa que cualquiera «con buena fe puede ser siempre sensible al misterio».
«Incluso cuando una persona no sabe leer ni escribir, cuando se enamora de alguien ingresa a un misterio extraordinario», dijo. No importa el nivel de conocimiento intelectual del individuo porque «tiene la misma experiencia» que posee alguien muy educado cuando está enamorado.
Mons. Jean Laffitte alertó también sobre una aproximación «vulgar» a la discusión sobre la sexualidad humana en el contexto de las enseñanzas de la Iglesia. «El hombre y la mujer han pecado», explicó «y en nuestros cuerpos sufrimos las consecuencias de esta herida en nuestra naturaleza».
El Prelado dijo que es «irreal» pensar que podemos discutir o tratar el tema de la sexualidad humana de manera casual o indiferente, o ignorar la realidad del pecado.
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