La primera Comunidad del Cenáculo en España

Pasa de una vida desenfrenada y con drogas, a dirigir un centro para ex drogadictos en Barcelona

Tiene a su cargo a 12 chicos con problemas de drogadicción. Su objetivo es recuperarles para la vida a base de trabajo y oración.

Actualizado 26 julio 2011

ReL

Juan García es el responsable de la primera casa de la Comunidad Cenáculo en España, una fraternidad de 12 chicos ubicada en la casa parroquial de San Cristóbal de Fogars de Montclús, en la diócesis de Terrassa, cerca de Barcelona.

Juan García, madrileño de 39 años, había estado sumergido en el mundo de las drogas y viviendo una desenfrenada vida hasta que tuvo un encuentro personal con el Jesucristo en la Comunidad Cenáculo. 
Hoy totalmente recuperado cuenta cómo logró salir del infierno. 

Una infancia difícil

«Me llamo Juan y soy español. Mi infancia estuvo marcada por un papá muy exigente, que pretendía mucho de sus hijos. Cuando murió, yo tenía quince años y estaba tan enojado con él y tan herido ¡que casi estaba contento! Hoy lo lamento porque no supe apreciar su amor. Ahora he comprendido que ése era su modo de quererme: insistir en decirme que tenía que estudiar para ser “alguien” en la vida, pero yo desgraciadamente no logré entenderlo ni agradecerlo. Todavía no lo he perdonado plenamente, pero tengo voluntad, sé que me quiso y que se esforzó mucho por la familia, y él también tenía sus dificultades.

»Reconozco que gran parte de mis problemas comenzaron allí: trataba de ir bien en la escuela sólo para que mi padre estuviera contento al final del trimestre, de lo contrario se enojaba mucho.

Miedo a mí padre

»Recuerdo todavía cuando llegaba a casa con la libreta escolar, ya sabiendo que mi padre se enojaría porque yo era un desastre. Siempre le tuve tanto miedo que nunca me abrí al diálogo, nunca le pedí ayuda, y así viví toda mi infancia en un silencio grande y triste.

»Nuestra familia está compuesta por cinco hermanos y una hermana: uno de ellos, Carlos, siempre estuvo cerca de mí después de la muerte de mi padre preocupándose por lo que hacía. Desgraciadamente él ya estaba por el mal camino y yo lo seguí. Gracias a Dios un día entró en la Comunidad Cenáculo y se puso a rezar por mí, también rezaban muchos amigos, hizo muchos ayunos y sacrificios durante meses, sin que yo lo supiera. Luego un día vino a buscarme a Madrid, a mi casa, para sacarme afuera de las tinieblas y llevarme de nuevo a la luz.

Un accidente de tráfico

»Después del último accidente automovilístico que había tenido, no lograba aceptar que había perdido una mano, que se me había derrumbado el mito del “chico lindo”, fuerte e inteligente, no me sentía más “nadie” y toqué fondo. Mi hermano me alcanzó la mano de la Comunidad Cenáculo pero en ese momento no quería ni escuchar hablar del tema.

»Hoy todavía no me explico cómo entré en la Comunidad Cenáculo: no quería vivir con drogadictos. No me aceptaba a mí mismo. . . ¡ni qué pensar a los demás! Pero se dio el milagro: entré en la casa donde estaba mi hermano y me di cuenta que esos chicos no eran los drogadictos “duros” y malos que me imaginaba, con los que pensaba que debía luchar como lo hacía en la calle; me encontré en cambio con jóvenes llenos de ganas de vivir y deseosos de ayudarme, y así me dejé envolver por su bien. También con esfuerzo probé ponerme de rodillas.

Háblale a Jesús aunque no creas

»Mi hermano me decía: “Ve delante de la Eucaristía y habla con Jesús aunque no creas”; yo respondía: “Pero si no creo, ¿cómo hago para hablar con Él?”. En esos días estaba comenzando la cuaresma y con otros chicos me puse el propósito de levantarme a las dos de la madrugada para rezar. Allí encontré algo que me “impulsaba”, que me sostenía: no me sentí más solo, había Alguien junto a mí que me ayudaba cada día.

»Después de cinco meses en la Comunidad Cenáculo me fijé en el sol, en los pajaritos, en la primavera que llegaba y me dije: “¿Pero te das cuenta cómo ya no veías nada de la belleza de la vida?”.

Sentirme amado

»Me sentía amado, había siempre alguien que me preguntaba: “¿Cómo estás?”, y comencé también yo a querer a los demás, a construir buenas amistades en la verdad y en la confianza, a entregarme a los chicos jóvenes que entraron después que yo, transmitiéndoles lo que me había hecho bien.

»Al principio era muy orgulloso: si transportábamos troncos, el más grande lo quería llevar siempre yo, y con un sólo brazo, quería demostrarles a los demás que yo era el más fuerte. Me dí cuenta que mi dificultad era aceptarme a mí mismo, quererme por lo que soy, aceptar mi vida así como era. Tuve que aprender a pedir ayuda, a decir: “Por favor, ¿me das una mano para atarme los zapatos? ¿Me ayudas a llevar este tronco?”, ésta fue para mí la batalla y la victoria más grande.

Rescatar a otro hermano

»Después de un tiempo fui a casa por la prótesis y pensé en mi otro hermano que vivía en París, también él desesperado y necesitado de ayuda. Fui a verlo y le dije: “Pudo nuestro hermano Carlos, estoy pudiendo yo, ¡tú también puedes!”. Pero él se justificaba diciendo que no podía entrar en Comunidad por el trabajo y el hijo. Yo insistía diciéndole: “Ven, prueba y después verás. El trabajo no es más importante que la vida y tu hijo necesita un padre que esté bien, no un borracho. ¡Hace muchos años que bebes y ni siquiera te das cuenta!”.

»Volví a la Fraternidad de Lourdes y comencé a rezar por él, y lo más lindo fue que el responsable de la casa me dijo: “Me uno a ti para ayunar y hacer adoración”.

»Durante tres años perseveré en la oración y esto me hizo mucho bien antes que nada a mí, me reforzó el carácter y reconstruyó mi fuerza de voluntad en el bien. Y cuando un día me llamó el responsable diciéndome que mi hermano estaba llegando no podía creerlo, ¡estaba exultante de alegría!».

Para más información: www.comunitacenacolo.it

50 años alimentándose solo con la Eucaristía

Actualizado 27 julio 2011

La vida y la Obra de Marta Robín es bastante desconocida en España. Es un caso único. Desde su cama de enferma movilizó a miles de laicos, sacerdotes y Jerarquía para llevar la educación cristiana a todo el mundo. Son muchos los Centros escolares que se fundaron con oración y con su aliento. Un alma mística del siglo XX, que llevó en su cuerpo los estigmas de la Pasión de Cristo, y durante 50 años solo se alimentó de la Eucaristía. 

Ofrecemos en este Post una larga información sobre la vida y la obra de Marta Robín. Merece la pena leerla para valorar lo que la Gracia de Dios es capaz de hacer en un alma enamorada.

50 años alimentándose solo con la Eucaristía

Primera etapa :

1902- 1918. Nacimiento y adolescencia de Marta Robin.

Marta Robin nació el 13 de marzo de 1902, en Châteauneuf de Galaure, población rural del norte del departamento de la Drôme, actualmente llamado Drôme de las colinas. Sus padres, Joseph Robin y Célestine Chosson poseían en el barrio de Moïlles una modesta casa construída con adobes rodeada de 13 hectáreas de tierras. Era preciso trabajar mucho para subvenir a las necesidades de una familia numerosa.

 

Marta Robin fue bautizada el 5 de abril de 1902 en la iglesia de Saint Bonnet de Galaure de la cual dependía en aquel tiempo el barrio de Moïlles.

En 1903, la familia Robin conoció la dificultad de una epidemia de fiebre tifoidea. Entre los niños contagiados, la penúltima, Cléménce murió, y Marta quedó fragilizada.

En 1909, emprendió el camino de la escuela, en la parte baja de la población de Châteauneuf. Su salud no le permitió realizar una escolaridad continuada: en efecto, no pudo obtener el Certificado de Estudios.

En la parroquia de Châteauneuf de Galaure, Marta recibió el sacramento de la Confirmación en 1911, hizo su primera Comunión, el 15 de agosto de 1912. Desde su infancia, tuvo para la Santísima Virgen una afección filial y ella la ruega muy a menudo. María será siempre para ella Madre y Educadora.

En 1914, abandona la escuela del pueblo y toma parte en los trabajos de la casa y del campo.

Segunda etapa :

1918 ­ 1928, diez años de lucha contra la enfermedad

En 1918, Marta Robin experimenta los primeros efectos de la enfermedad que ya no le abandonará: una encefalitis. Se intenta todo para cuidarla: visitas a varios médicos, tratamientos, cura de baños resinosos en Saint Peray en Ardèche. Para poder comprar las medicinas prescritas, Marta Robin cose y borda para algunas personas que le piden trabajar para ellas, porque su trabajo es siempre particularmente esmerado. Diez años de lucha contra la enfermedad, con esperanzas de curación y recaídas desesperantes.

 

En 1928, en el transcurso de una Misión Parroquial en Châteauneuf, Marta comprende, por una gracia de Dios, que será en la enfermedad y por el sufrimiento, como podrá unirse al Corazón de Jesús en Cruz, el Redentor de todos.

Tercera etapa:

1928 ­ 1936. Gracia de unión mística

Con la ayuda del Párroco, el sacerdote Faure, Marta Robin penetra cada vez más en una vida de silencio, de ofrenda, de oración. Su unión interior con Jesús se hace tal que cada viernes Marta será asociada a los sufrimientos de Jesús en su Pasión por todos los hombres.

En 1929, segunda progresión de la enfermedad. Tetraplejia y parálisis de las vías digestivas.

Sus amigos del valle vienen para confiarle sus preocupaciones, sus problemas, sus dificultades, sus alegrías también y van a su casa en familia, junto con sus hijos. Marta ama a los niños, su educación es importante para ella, se entrevista a menudo con las maestras del valle, con las responsables de actividades paraescolares. Pronto se impone a ella la idea de abrir una escuela cristiana para niñas y jóvenes : habla de ello al sacerdote Faure quien, a pesar de las dificultades del momento, compra el cuerpo central del castillo fortificado en ruinas.

El 12 de octubre de 1934, la Escuela acoge a siete alumnas de Châteauneuf y del valle de la Galaure. Poco a poco, Marta Robin comprende que esta bien modesta escuela es el primer elemento de una obra importante que Dios quiere enraizar en la propia parroquia de Châteauneuf

Cuarta etapa :1936 ­ 1948. Los difíciles tiempos de la fundación de Foyer de Châteauneuf

El 10 de febrero de 1936, el encuentro de Marta Robin y del sacerdote Georges Finet, de la diócesis de Lyon, será la ocasión providencial que permitirá precisar lo que serán los Foyers de Luz, de Caridad y de Amor. En el mes de setiembre, del 7 al 13, el sacerdote Finet predicará, en los locales de la Escuela, el primer retiro de 5 días que será el fundamento efectivo de los Foyers.

El Padre Finet y Marta esperan durante largo tiempo que el Padre Finet sea « liberado »para que pueda cumplir de lleno su misión en Châteauneuf.

En 1939, tercera progresión de la enfermedad que alcanza la retina : la ceguera. Marta vive en la oscuridad.

En 1943, creación de dos Foyers de Charité, uno en Savoie, el otro en Provenza

Quinta etapa :

1948 ­ 1961. Período de fundación de los Foyers de Charité en Francia y en Europa

Siempre atenta a cuanto se refiere a la educación; Marta participa a la apertura, en 1953 y 1954 de otros dos establecimientos escolares, uno en Saint Bonnet de Galaure, el otro en Châteauneuf, en el lugar llamado Mandailles.

Continúa recibiendo a los visitantes que acuden cada vez más numerosos y de todos los horizontes sociales, culturales, religiosos, de Francia y del extranjero.  En primer lugar: belgas, suizos, canadienses. Cuando no recibe, se hace leer el voluminoso correo que llega de diferentes partes del mundo

Como lo aprendió en su infancia, Marta piensa concretamente en los más desvalidos y hace confeccionar y expedir paquetes para los dispensarios y maternidades dirigidos por los misioneros, para las asistentas sociales de las prisiones, para los enfermos.

Marta ruega, ofrece, intercede en favor de cada uno de todos los hombres del mundo entero, particularmente para los sacerdotes. Marta vive en cuanto hija de la Iglesia, no como investida de una misión oficial, sino en su lugar, el más humilde posible, en el silencio, la ofrenda y la oración incesantes.

Sexta etapa :

1961 ­1977. El desarrollo de los Foyers y su extensión más allá de los mares

En 1961, veinticinco años después de la fundación del Foyer de Châteauneuf, se abre en el Togo, el primer Foyer de Charité fuera de Europa. Otros vendrán después en África, en América, en Asia. Los Foyers de Charité ubicados en una diócesis a petición del Obispo del lugar, participan en la evangelización pedida por el Concilio Vaticano II, para preparar el Nuevo Pentecostés anunciado por el Papa Juan XXIII. Animados por el Espíritu Santo, con toda la Iglesia, Padres y miembros del Foyer trabajan para revelar al mundo a Cristo-Luz dando a conocer su mensaje de Amor y de Salvación universal.

En 1961 : 12 Foyers de Charité en Francia y en Europa.

A medida que la Obra se desarrolla, Marta progresa en el silencio interior, en la renuncia a todo apoyo humano, en el abandono total a la Voluntad y al Amor Misericordioso del Señor.

Séptima etapa:

A partir de 1977. Búsqueda de un estatuto eclesial para los Foyers de Charité

Con todas sus fuerzas, Marta Robin anima y sostiene la búsqueda y los esfuerzos dirigidos a obtener la aprobación de los Foyers de Charité como comunidades de laicos

En 1980, Marta tiene la alegría de ver la inauguración, en el Foyer de Châteauneuf, de la Casa San José, que ella tanto había deseado para los padres ancianos de los miembros de los Foyers.

El 6 de febrero de 1981, muerte de Marta Robin, 6 obispos y cerca de 7000 personas asisten a los funerales el 12 de febrero.

En 1981, hay 52 Foyers de Charité.

En 2002 : 73 Foyers de Charité y 5 Foyers de Charité en fundación.
El 1° de noviembre de 1986 : decreto de reconocimiento de la Obra de los Foyers de Charité como Asociación Privada de Fieles de carácter internacional por el Consejo Pontifical para los Laicos.

En enero de 2000, entrega en Roma del decreto de aprobación definitiva de los estatutos por el Consejo Pontifical para los Laicos. 

«LES GRANDES INTUITIONS DE MARTHE ROBIN«

« Cuando se contempla lo que está naciendo en la Iglesia de Francia y que se ahonda un poco, a menudo uno encuentra a Marta Robin : ¡ qué mujer ! (Cardenal Decourtray) Esta pequeña campesina guardando cama durante 53 años recibió en su propia casa a más de 100.000 personas y cambió la vida de muchas personas escuchándolas, aconsejándolas, alentándolas. Marta hizo posibles múltiples reconciliaciones, suscitó decenas de vocaciones sacerdotales o consagradas. Más de 40 obispos y cardinales vinieron a verla y también muchas personalidades con responsabilidades dentro de la Iglesia. Ayudó de una manera u otra a más de 20 comunidades nuevas. Junto con el Padre Finet, Marta está al origen de la fundación de los Foyers de Charité. Estos son actualmente 73 y se hallan dispersos en 40 países

EL TESTIMONIO Y LA FECUNDIDAD DE UNA GRAN ENFERMA :

FLASH SOBRE UNA ETAPA DECISIVA DE SU VIDA (1918-1928)

A la edad de 16 años Marta Robin se ve alcanzada por la enfermedad.

Entre 1918 y 1928 Marta Robin lucha contra una enfermedad que provoca dolores intolerables, que se instala progresivamente y que será diagnosticada en 1942 como « encefalitis epidémica ». Marta Robin conoce, sucesivamente, durante diez años, esperanza de curación y desaliento, según que la enfermedad progrese o retroceda : « los ánimos están a veces muy bajos » escribe a una amiga. « ¿Qué decirle de mí misma? vida siempre igual, gris y monótona, trayendo más bien tristezas que alegrías ». A los 26 años, Marta Robin, a la edad en que se hacen proyectos, o se toman decisiones que orientan una vida, constata con tristeza que no es así para ella: « todo el mundo puede y debe cumplir su vocación pero yo no. He forcejeado con Dios » ¿Qué sentido dar a su propia vida, qué futuro? Marta conoce la angustia, ¿quizá incluso la rebelión ?

Diciembre de 1928. Una luz en la noche.

Gratuitamente, un día de diciembre de 1928, Marta Robin vive en el momento de recibir los Sacramentos un encuentro decisivo y definitivo con el Corazón de Jesús en Cruz. Una vida nueva va invadir su cuerpo y su corazón. Todo se ilumina, todo cobra (adquiere) sentido: esta enfermedad que habría podido conducirla a una lenta y segura destrucción de su persona a diferentes niveles se convierte, por paradójico que parezca, en « oportunidad » para otra vida que va a construirse diferentemente. « Después de años de angustias, después de dificultades físicas y morales, me atreví, escogí a Cristo Jesús ». Marta recibe del Corazón de Cristo en Cruz el sentido de su vida de enferma: unida a la de Cristo, su vida puede convertirse en fecunda para la Iglesia y para el mundo. Marta Robin hace en aquel momento la elección de una vida conforme a la de Jesús Amor Crucificado: « El Corazón de Jesús en Cruz es la morada inviolable que he escogido en esta tierra » Su párroco, el Padre Faure, es testigo de este acontecimiento y la acompaña en este nuevo camino. Su vida espiritual y su vida mística se desarrollan ahora en su vida misma de enferma que se convierte en medio de unión y de comunión, lugar de ofrenda y de abandono. Es el comienzo de las Gracias de unión. Vive en la Presencia de la Santísima Virgen, Su Gran Educadora, Su Querida Mamá. Marta vive ahora la palabra de Jesús: « Mi carne es verdaderamente una comida y mi sangre es verdaderamente una bebida » (Juan 6,55). El deseo de apostolado, exigencia del amor, se apodera de ella: « Estoy verdaderamente ávida, tengo realmente hambre de trabajar para el Amor y la Gloria de Dios. Un sacerdote que vino a rezar en su habitación quedó impresionado por su apertura universal: « la ventana de su pequeña habitación estaba abierta al mundo entero ».

Unos años más tarde nace el Foyer de Charité. Marta Robin vela sobre la Obra nueva de laicos y de sacerdotes fundada con el Padre Finet, Obra que ella llevaba en su corazón y su oración desde 1933.
Laicos y sacerdotes, en el Foyer de Charité, están llamados a vivir juntos la Palabra de Dios anunciada a todos aquellos que buscan a Dios, a todos aquellos que tienen hambre y sed de Su misericordia, a todos aquellos que persiguen una Esperanza.

UNA « NUEVA » MANERA DE VIVIR LA FE

Un Dios Padre. Marta Robin reaccionó con mucha fuerza contra la imagen de un Dios juez. Para ella, Dios era un Padre amante y solícito, próximo y lleno de atención. Marta insistió mucho sobre este punto, porque lo vivió en cada instante de su vida. La vida con Dios fue verdaderamente en su caso « una vida de familia ». Su ejemplo hay que tomarlo tanto más en cuenta cuanto que, a causa de su enfermedad, Marta habría podido adoptar una actitud de rebelión y de protesta contra Dios. Pero justamente fue más adelante en su relación con Dios al descubrir su Paternidad.

Jesús, Pan de vida. « Dios ha revelado a ciertas personas la verdad y la realidad humana de la Eucaristía. Se trata de los místicos de la Eucaristía » (Padre Jesús Castellano, Congreso sobre el secreto de los Místicos).

Marta Robin, durante más de 50 años, vivió de este don. Marta dice sobre la fuerza de la Eucaristía en ella : «Tengo ganas de gritar a quienes me preguntan si como, que yo como más que ellos, porque me alimento por la Eucaristía con la sangre y con la carne de Jesús. Tengo ganas de decirles que son ellos quienes detienen en sí los efectos de este alimento, quienes frenan sus efectos ».

Una relación íntima con María. Marta Robin tenía algo que decir sobre este punto, siempre en la misma línea del espíritu de familia que precedía a su relación a Dios como Padre. La Virgen María no es un ser abstracto y lejano, sino una madre atenta a sus hijos y obrando con poder en medio de los humanos. En su relación a María y en el abandono entre sus manos Marta Robin sacó la fuerza y la paciencia que necesitaba.

¿De qué manera una enferma puede incorporarse en la vida social, sentirse solidaria de los demás, sobre todo si está en cama y si sus miembros rehúsan todo trabajo? Marta Robin crea con ellos una nueva relación, una bella relación, que se establece por intermedio de Cristo. La vida de familia con Dios se desdobla misteriosamente ­ místicamente ­ en una vida de familia con los hombres. Es uno de los puntos más fuertes y más nuevos del testimonio de Marta Robin.

MARTA ROBIN Y LA IGLESIA  

Marta Robin trabajó desde su lugar para la renovación de toda la Iglesia favoreciendo la misión de los laicos, de laicos confirmados, conscientes de la importancia de su bautismo. Es para esto que los Foyers de Charité .fueron fundados teniendo una nueva visión de la vida de los sacerdotes, más fraterna, más familiar, más cercana a los laicos y colaborando más con ellos.

Manifestando su confianza en la Iglesia. Marta estuvo al corriente de las dificultades que podía atravesar la Iglesia católica y el Cristianismo en general. Pero ella no faltó nunca de confianza en el futuro. Sufrió por la Iglesia y en la Iglesia, pero ello no mermó su confianza; su testimonio es muy elocuente. Los sucesivos Obispos de Valence la apoyaron siempre y ella amó mucho a su Parroquia.

LOS FRUTOS DE LA OFRENDA SILENCIOSA DE MARTA ROBIN

Han sido evocados en miles y miles de testimonios.

Cada vez son más numerosos los visitantes que vienen para recogerse en su casa y confiar a su oración sus intenciones.

www.youtube.com/watch

Juan García Inza

Comulgar en la boca y de rodillas

Responsable vaticano para el Culto Divino

«Es recomedable que los fieles comulguen en la boca y de rodillas», dice el cardenal Cañizares

También ha señalado que si se hace de pie debería hacerse una genuflexión o una inclinación de la cabeza en señal de respeto.

Actualizado 27 julio 2011

Aciprensa

En entrevista concedida a ACI Prensa, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, señaló que los católicos deben comulgar en la boca y de rodillas.

Así lo indicó el Purpurado español que sirve en la Santa Sede como máximo responsable, después del Papa, de la liturgia y los sacramentos en la Iglesia Católica, al ser consultado sobre si es recomendable que los fieles comulguen o no en la mano.

La respuesta del Cardenal fue breve y sencilla: «Es recomendable que los fieles comulguen en la boca y de rodillas».

Asimismo, al responder a la pregunta de ACI Prensa sobre la costumbre instaurada por el Papa Benedicto XVI de hacer que los fieles que reciben la Eucaristía de él lo hagan en la boca y de rodillas, el Cardenal Cañizares dijo que eso se debe «al sentido que debe tener la comunión, que es de adoración, de reconocimiento de Dios».

«Es sencillamente saber que estamos delante de Dios mismo y que Él vino a nosotros y que nosotros no lo merecemos», afirmó.

El Purpurado dijo también que comulgar de esta forma «es la señal de adoración que es necesario recuperar. Yo creo que es necesario para toda la Iglesia que la comunión se haga de rodillas».

«De hecho –añadió– si se comulga de pie, hay que hacer genuflexión, o hacer una inclinación profunda, cosa que no se hace».

El Prefecto vaticano dijo además que «si trivializamos la comunión, trivializamos todo, y no podemos perder un momento tan importante como es comulgar, como es reconocer la presencia real de Cristo allí presente, del Dios que es amor de los amores como cantamos en una canción española».

Al ser consultado por ACI Prensa sobre los abusos litúrgicos en que incurren algunos actualmente, el Cardenal dijo que es necesario «corregirlos, sobre todo mediante una buena formación: formación de los seminaristas, formación de los sacerdotes, formación de los catequistas, formación de todos los fieles cristianos».

Esta formación, explicó, debe hacer que «se celebre bien, para que se celebre conforme a las exigencias y dignidad de la celebración, conforme a las normas de la Iglesia, que es la única manera que tenemos de celebrar auténticamente la Eucaristía».

Finalmente el Cardenal Cañizares dijo a ACI Prensa que en esta tarea de formación para celebrar bien la liturgia y corregir los abusos, «los obispos tenemos una responsabilidad muy particular, y no podemos dejarla de cumplir, porque todo lo que hagamos en que la Eucaristía se celebre bien será hacer que en la Eucaristía se participe bien«.

La sangre de San Pantaleón

En el Monasterio de la Encarnación, en Madrid

La sangre de San Pantaleón se licua un año más, y lo viene haciendo desde el año 1645

Un año más, en la festividad de san Pantaleón, se licuará de manera milagrosa la sangre del santo.

Actualizado 27 julio 2011

Efe

Medio centenar de personas esperaban ayer tarde la apertura del templo para observar cómo la sangre, contenida en una ampolla, ha pasado del estado sólido a líquido y ser, además, los primeros en besar un relicario con un trozo de hueso del Santo.

Hasta las 22.00 horas de hoy miércoles, festividad de San Pantaleón, ambas reliquias, que normalmente se custodian en el museo del monasterio, estarán expuestas en la iglesia, donde se celebrarán eucaristías por la mañana y por la tarde.

Para observar mejor la pequeña ampolla con la sangre, colocada dentro de una vitrina, se han instalado dos pantallas de televisión que muestran una imagen ampliada, a tiempo real, donde se observa cómo la parte superior de sangre ha adoptado un color rojo vivo, indicativo de la licuefacción.

Según ha explicado a Efe Gabriel Ricci, uno de los tres capellanes del monasterio, la sangre no ha dejado de licuarse desde que la trasladaron de Italia al monasterio de la Encarnación en el siglo XVII, en contra de la leyenda popular procedente de Italia que vaticina catástrofes si la sangre no se licua.

«Hay años que ha empezado a licuarse antes y se ha mantenido líquida más tiempo, no es una cuestión matemática y se ve por el color rojo de la sangre, que cuando está coagulada tiene una tonalidad marrón oscura, y al mover la ampolla», ha apuntado.

Dado que San Pantaleón era médico y fue mártir, normalmente los fieles rezan pidiendo que les proteja en los aspectos de la salud y alguno de los presentes le atribuyen auténticos milagros en casos de enfermedades graves.

Así, uno de los encargados de la vigilancia hoy en la iglesia ha asegurado a Efe que fue testigo, hace ahora unos diez años, de cómo «un niño que estaba desahuciado fue traído del Hospital Niño Jesús por su padre y se curó de manera inexplicable después de que la Priora del convento de clausura pasara la ampolla sobre el niño enfermo».

San Pantaleón, oriundo de Nicomedia, en la actual Turquía, murió el 27 de julio del año 305, perseguido por el emperador Dioclesiano, por ejercer la medicina gratuitamente, lo que suscitó la envidia y el resentimiento de sus colegas de la época, y negarse a apostatar de la fe cristiana.

En la ciudad italiana de Ravello se expone la ampolla más grande que existe con sangre del santo y de la que se extrajo la porción que se conserva en el monasterio madrileño y que miles de fieles visitan cada año en estas fechas.