Habrá una cuarta película de Narnia

Habrá una cuarta película de Narnia y será «El sobrino del mago»


Asombra que no sea «La Silla de Plata», pero Walden Media prefiere una historia más cósmica

P. J. Ginés
La tercera película de la serie de Narnia, «La Travesía del Viajero del Alba«, no arrasó en la taquilla americana con la velocidad que su productora, Walden Media, habría deseado. Por eso muchos temían que no hubiese más películas narnianas. Sin embargo, a medio plazo y en el mercado internacional la película funcionó muy bien y la productora ya ha anunciado que rodará una cuarta entrega.
Lo que asombrará a muchos fans de las novelas infantiles que escribió C. S. Lewis es que la película elegida será«El sobrino del mago»en la que se narra la creación del mundo de Narnia, el origen de la bruja Jadis, el armario mágico, del fanal en el descampado y de otros misterios.
Muchos lectores de Tolkien consideran que «El sobrino del mago» es el «Ainulindalë» de Lewis, o su «Génesis»: unahistoria cósmica, sobre el origen de todo un universo, con más teología y menos aventuras que otras novelas de la serie. Como eso casa mal con una película de acción infantil, cabe sospechar que el guión sea muy libre y aporte muchos fragmentos añadidos al libro. Sólo así se explica que la productora no haya optado por «La Silla de Plata«, una típica historai de «quest» o búsqueda muy fácil de adaptar a la gran pantalla.
Michael Flaherty, co-fundador y presidente de Walden Media, fue quien anunció estos planes en un comicado, en el que adelanta que el estreno podría ser en 2013, a ser posible en el tiempo de Navidad, ya que achacan la taquilla floja de Narnia 3 a su estreno veraniego.“Estamos empezando a hablar con Fox y con los herederos de C.S. Lewis sobre El sobrino del mago que será nuestra próxima película,” dijo Michael Flaherty. “Si todos llegamos a un acuerdo para seguir adelante, el siguiente paso sería encontrar a alguien para escribir el guión. Por lo tanto, podría ser una realidad en un par de años”.

Flaherty admite que “Me encanta el sobrino del mago porque es una gran historia de los orígenes. Tienes la oportunidad de aprender mucho acerca de dónde provenía el armario, el fanal y en definitiva de dónde vino Narnia”.

Flaherty afirma que es el segundo libro más popular de la serie, superado solo por El león, la bruja y el armario. Pero eso puede explicarse por razones extra-literarias: «El león» fue la primera novela original, mientras que «El sobrino» es anterior en la narración pero es la sexta novela que Lewis escribió en la serie, cuando ya era muy popular. En España está numerado como el primer capítulo de la serie y suele ser el primero en regalarse, pero en realidad no es una buena introducción al mundo de Narnia y es mejor leerlo después de «El león, la bruja y el armario«.«La travesía del Viajero del Alba» recaudó sólo 24,5 millones de dólares en su estreno en EEUU, y 107 millones en las salas de ese país. Parecía un fracaso, ya que el coste en 3-D fue de 155 millones. Pero en el extranjero recaudó 300 millones: muy aceptable (aunque menos de los 745 de la primera película narniana).

Más abortos, más preservativos y ningún símbolo religioso

PROPONEN ACABAR CON LA FINANCIACIÓN PÚBLICA DE LA ESCUELA PRIVADA

Las Juventudes del PSOE quieren más abortos, más preservativos y ningún símbolo religioso en la escuela pública

Juventudes Socialistas de España (JSE) ha elaborado una propuesta programática para las elecciones municipales y autonómicas en la que defiende «garantizar la eliminación de todos los símbolos religiosos de los centros de enseñanza públicos» y reducir los conciertos educativos, «hasta su completa desaparición». Propugna que la inspección educativa vigile que en todos los centros se imparta Educación para la Ciudadanía «en todos y cada uno de sus apartados».

(EP/InfoCatólica) Los jóvenes socialistas proponen que Educación para la Ciudadanía se imparta en todos los centros, públicos y concertados, por profesores sensibilizados en «igualdad y violencia de género». Además impulsan la figura del “agente de educación en igualdad” para que forme a profesores y alumnos en esta materia.   

La JSE pide que se impartan conocimientos básicos de economía, gratuidad de los libros de texto con sistemas de reaprovechamiento como bancos de préstamo y regular el uso de los barracones como aulas, como máximo durante tres años. A su juicio, la EpC debería enseñar también a los estudiantes el perjuicio que supone defraudar a la Administración para obtener prestaciones por desempleo.

Además, los jóvenes del PSOE quieren fomentar las campañas de prevención de embarazos no deseados y de transmisión del VIH-Sida y campañas de educación sexual adecuadas a cada edad, así como de consumo de alcohol y tabaco y para fomentar el ocio sano.

Proponen también máquinas expendedoras de preservativos en institutos, universidades y centros de ocio y garantizar el acceso a la píldora del día despuésconforme a la ley, instando a las administraciones a inspeccionar y sancionar a las farmacias que no la cumplan.

Centros de planificación familiar


Asimismo, apuestan por garantizar la “correcta” aplicación de la ley del aborto por parte de los centros de planificación familiar,  garantizando los derechos de las jóvenes a acogerse a los supuestos previstos por la ley.

Aumentar los centros de planificación hasta uno por cada 75.000 habitantes, gratuidad de los tratamientos de fertilidad y de las operaciones de cambio de sexo en las comunidades donde no sea así y gratuidad de la vacuna del virus del papiloma humano hasta los 18 años -desde los 14 actuales- completan las propuestas de JSE en el capítulo de salud sexual y reproductiva.

Acabar con la pobreza

Sé que hoy voy a quedar como un villano, pero no me importa

Dar dinero al que está en la calle, será algo muy bueno para el alma, no lo niego. Pero, desde luego, no ayuda para nada a acabar con la pobreza. Si de verdad queréis acabar con la indigencia, a los que hay que ayudar es a los que luchan contra ella de un modo profesional.

14/04/11 10:49 AM

El primer edil de Madrid ha pedido una ley que permita a los alcaldes retirar a los indigentes que duermen en la calle. Como es lógico toda la progresía ha puesto el grito en el cielo. Esa progresía que cobra 70.000 euros al año sin contar las dietas.

Desde aquí quiero apoyar completamente al alcalde. En Madrid nadie tiene necesidad de dormir en la calle. Todos pueden dormir en los dormitorios municipales, en los cuales hay siempre plazas libres.

Es como cuando alguien pide en la calle dinero para comer, porque se muere de hambre. En Etiopía no lo sé, pero en Madrid son muchos los lugares donde se puede comer todos los días de beneficencia, y sea dicho de paso se les da de comer con toda la dignidad del mundo.

No niego que los que piden en la calle sean pobres. Pero su problema no se resuelve con dinero. Todos los que trabajan con ellos, saben muy bien que para ayudarles lo que hay que hacer es ayudar a las instituciones que trabajan de verdad contra la pobreza: Caritas, Misioneras de la Caridad, Hermanos de San Juan de Dios, salesianos, etc, etc, etc, un largo etcétera. Un largo etcétera que trabajan mucho y bien contra la pobreza.

Pero por mal que suene, lo que resulta bastante inútil contra la miseria es dar dinero al que pide en la calle.

Dar dinero al que está en la calle, será algo muy bueno para el alma, no lo niego. Pero, desde luego, no ayuda para nada a acabar con la pobreza. Si de verdad queréis acabar con la indigencia, a los que hay que ayudar es a los que luchan contra ella de un modo profesional.

No digo que sea así en todas partes del mundo, por supuesto, pero la pobreza en ciudades como Madrid, se ha convertido en un trabajo. No en un negocio, pero sí en un trabajo.

Una parte de los pobres no quiere trabajar, eso hay que decirlo así de claro. No hablo de lo que imagino, he conocido y conozco a varios en esa situación. Sonará todo lo mal que se quiera, pero es así. Siendo nacionales del país, pudiendo trabajar legalmente, sanos y fuertes como robles, pero no quieren trabajar. ¿Por qué? Porque una serie de abuelitas de buena voluntad (de las que van a misa todos los días) les pagan todos los días la cantidad suficiente para vivir. Con lo mínimo, pero para vivir, sí.

Otros tienen problemas mentales. Este tipo suele ser los que duermen entre cartones y buscan en los contenedores de la basura.

Otros tienen problemas con adicciones: drogas y alcohol. Estos son los más vivos. Saben dónde ponerse, cómo dar pena. Suelen sacar dinero para vivir y para mantener su adicción. Saben cómo convencer a este tipo de abuelitas de tierno corazón. El dinero de estas almas cándidas acaba en una cuenta de Suiza de un narcotraficante sudamericano, tras pasar por los bolsillos de varios intermediarios.

Por último está la mayoría de la gente pobre. Estos no están en las calles pidiendo. Están tratando de formarse, de buscar un puesto de trabajo, o trabajando de forma ilegal por horas en puestos mínimamente remunerados.

Lamento haber puesto ante los ojos de todos una verdad tan cruda y malsonante, pero las cosas son así. Hablo por experiencia. Podría poner tantos y tantos ejemplos vistos con mis propios ojos. Los de los 70.000 euros al mes hablan de teorías, yo hablo de una realidad que cualquier que trabaje con ellos sabe que es así. Pero nadie se atreve a decirla en los medios de comunicación, porque suena fatal. Pero mi único compromiso es con la verdad.

Me han quedado dos elementos más en la lista. El primero son los enfermos con deformidades y amputaciones. Antes he dicho que la mendicidad no es un negocio, pero estos sí que sacan dinero. Existe una relación proporcional entre el horror de su deformidad, y el dinero que sacan mensualmente. Como toda persona mínimamente razonable, estoy en contra de convertir las calles en escaparates de la exhibición de toda miseria física.

El último elemento que me queda en la lista son los lugares privilegiados. Entre estos se cuentan las puertas de determinadas iglesias del centro de la ciudad. No sé si las buenas y generosas viejecitas que ponen su monedita, se habrán dado cuenta de que en estas iglesias sólo hay un pobre. No importa cuánto saque el pobre al mes: sólo habrá uno. Está claro que un puesto así, digámoslo así, se tiene en propiedad. De momento, los notarios no han permitido emitir escrituras para registrar esos puestos o para transferirlos en herencia. Pero algunos de esos puestos ciertamente son tan valiosos como para valer la pena el pasar por esas formalidades burocráticas y pagar por ellas.

Yo sólo he pillado una vez a un pobre fuera de su horario de trabajo. Fue entonces cuando comprendí con un solo golpe de vista, que los andrajos de su breve jornada laboral nada tenían que ver con sus verdaderas ropas. Es más, era evidente que sus tristes enfermedades también parecían estar confinadas a aquella esquina.

Acabo con un consejo. Si queréis ayudar a los pobres, ayudadles de verdad, no os limitéis a anestesiar vuestras conciencias con unos miserables céntimos.

P. José Antonio Fortea, sacerdote

Publicado originalmente en el Blog del Padre Fortea

Padrenuestro de una madre con cáncer (II)

Actualizado 18 abril 2011

Os invito a continuar con la lectura de la glosa de antes de ayer, en la que Soledad, sigue desgranando las palabras del Padrenuestro. ¡Cuántas veces!, rezamos un  Padrenuestro maquinalmente, pero no nos paramos a pensar lo que decimos. Incluso rezamos un Padrenuestro en la cocina, para medir el tiempo, en que se debe de tener un huevo en agua hirviendo, para que sea un huevo pasado por agua, pero nunca meditamos despacio lo que decimos.

“Padre nuestro, a mí el pronombre plural me consuela muchísimo porque me une a todos vosotros que cada uno tenéis vuestra cruz y vuestra vida, más fácil o más difícil, todos y cada uno tenéis seguro una cruz. Me consuela porque me une a todas las mujeres y hombres, en especial a los que sufren. Decir Padre nuestro me lleva a los salmos y me hace sentirme muy Pueblo de Dios, muy Pueblo de Dios desde el principio, que no estoy sola, que no estamos solos en el sufrimiento. También al decir Padre nuestro me siento unida a todos los orantes, a todos los contemplativos, a todos los sacerdotes, a todas las personas que oran. . . y siento la fuerza de la oración y me acojo a esa oración, esa oración que noto que es la que me mantiene a flote estos días porque si no, esta alegría, ¿yo de qué? No podría tenerla.

Siento lo que llamamos la Comunión de los Santos, de los que están en el Cielo y de los que estamos en la Tierra. Siento la comunión de todos, porque Padre Nuestro me une también la gente que ya está en el Cielo, somos Iglesia, unos aquí otros allí pero todos somos hijos. Los de allí, los mártires y todos los que nos preceden nos animan a vivir con esperanza y con alegría lo poquísimo que dura lo de aquí. Muchas veces pienso: “hay que largo, llevo ya casi 4 años con la enfermedad” y pienso ¿y qué es….?

Vamos a seguir… Padre nuestro que estás en el Cielo, y es que estás. Aquí el lenguaje, sobre todo el castellano sí que nos ayuda a distinguir entre el ser y el estar. Eres nuestro Padre y estás, estás en el Cielo, estás allí pero aquí también, y estas aquí conmigo y estás con nosotros, de modo que debemos tener aquí un poco de Cielo aunque a veces no nos enteramos pero aquí también tenemos un poco de Cielo puesto que el Señor está con nosotros. Al Cielo quiero ir Señor, quiero ir contigo y estar ahí para siempre y con tu gracia Señor iré.

Se me llena el corazón de Esperanza. Acordaros que esto es una mala noche en una mala posada y tenemos que aprovechar el poco tiempo que tenemos para estar aquí y vivir la fe porque luego cuando lleguemos allí ya no tendremos la fe, tendremos algo mucho más grande, que será la plena visión de Señor. Tenemos que aprovechar esta vida, las ocasiones que Él nos brinda, no digo que yo pueda disfrutar de la enfermedad porque sería una mentira gordísima, pero como decía siempre el P. Mendizábal: “ofrecer la cruz, ofrecer la enfermedad, ofrecer el dolor y luego pasarlo como se puede”, todos se lo hemos oído decir. Si me viene la cruz Señor será por algo, entonces aquí estoy pero Señor, prepárame. Prepáranos un sitio, ¡y uno bueno! Uno bueno.

Santificado sea tu Nombre, que sea santificado tu Nombre, ¿yo que puedo hacer Señor para Santificar tu Nombre? Pues yo no puedo hacer nada. Hacer, hacer y además cada vez menos porque estoy muy limitada. Pero es que tú no quieres que yo haga, es que solo quieres que yo esté aquí santificándote y bendiciéndote, diciendo que sea santificado tu nombre, aceptando, alegre porque tú eres y estás conmigo y como decía M. Teresa de Calcuta, “concédeme Señor seguir sonriéndote”. Aunque no vea, concédeme Señor seguir sonriéndote y así hacer que tu nombre sea bendecido por los demás, que te conozcan a través de mi sonrisa. Últimamente mi sonrisa está fatal porque tengo un problema en la boca, mis hijos me dicen: “mamá estás muy seria” y digo, ya fatal si yo lo único que tenía era la sonrisa y ahora me la quitas, ¿Señor no sé qué quieres? Pues nada, que siga aquí. Señor, Tú sabes que tengo sufrimiento físico, limitación, y mucha renuncia y yo te lo ofrezco a mayor gloria tuya. Yo te lo ofrezco.

A veces me pasa Señor que yo no veo nada, que tengo días de mucha oscuridad y sin embargo otros te veo a través de mí. Y yo ya no entiendo nada. Si eso es así, Señor para gloria tuya. Señor que yo no deje de bendecir tu nombre.

Venga tu reino. Tu reino, ¿cuál es tu reino Señor? Es un reino de paz, es un reino de amor. Tengo aquí un recorte que guardo siempre con mi Nuevo Testamento del P. Valverde que supongo que muchos le conoceríais, un recorte de cuando murió en el año 2003. El título de la misa que él celebro en sus 50 años decía, al final de mi vida más que nunca creo en el amor. Pues eso, yo creo que el reino es un reino de amor.

Tu reino Señor no es un reino de éxitos humanos, ya nos lo dijo tu hijo hace 2000 años pero no nos lo creímos y seguimos tan torpes y seguimos empeñados en los éxitos, en el bienestar, en buscar el confort, en buscar el lujo, el éxito profesional, el éxito personal. Que no, que no, cuando te busco profundamente encuentro cruz y cuando saco fuerzas para seguir buscándote me encuentro otra vez con la cruz. Pero Tú nos has enseñado que la cruz no es el fin, solo es el camino a tu reino de amor.

Aunque estamos aquí, nos enseñas a buscar tu reino y a pedir tu reino. Tu reino me has enseñado Señor que está dentro de mí y no fuera, porque los días que estoy con menos fuerzas y te digo hoy toca estar sentada, en casa y nada más, esos días muchas veces tengo tu paz y tengo tu reino y veo en todos tu amor. Veo que tu reino está dentro, está dentro y muchas veces lo buscamos fuera. Tantos días nos pasa que tienes un disgusto porque te dan una mala noticia o porque te encuentras fatal y dices y ahora qué hago: voy a llamar a mi hermana a contárselo, y voy a llamar… a contárselo y de repente hay días que digo, que noooo…, se lo voy a contar, primero se lo voy a contar al Señor, me voy a consolar con Él, voy a buscar en Él y luego ya llamo a María, (mi hermana se llama María).

También se lo cuento a María, María la Madre, porque Ella me consuela. Tu reino es de luz, dame luz Señor, que yo vea Señor, como el ciego al borde del camino, dame luz. Tu reino es Amor. Una petición que tira a ser muy ignaciana, pido conocimiento interno de tu corazón de Padre. Aunque no siempre lo sienta porque hay muchos días que no me entero de nada. Dame a conocer tu amor a través de tus caricias, ¿y cuáles son tus caricias? Tantas como me has dado, porque claro, yo a veces pienso: “Tú tienes mucha cara porque tú te querías ir de rositas toda la vida”. Yo tengo 43 años y llevo 3 enferma pero ¿y los 40 anteriores? Es que tanto como me han mimado, mis padres, mis hermanos, el Mater Salvatoris, mi marido, mis niños, tanta formación, tantos sacerdotes, la Congregación Mariana, ¿y eso que pasa?, ¿qué de repente te olvidas? No ese es tu reino, esas son tus caricias.

Señor, concédeme con tu gracia transmitir tu amor, ese reino de amor a las personas que me encuentro a diario porque si ellos saben que les amas ellos amarán a otros y así se extenderá tu reino. Tu reino aquí en la Tierra es de fe y de esperanza, no me quites la esperanza Señor, no me ocultes tu rostro.

Aquí, la verdad es que me he ido al Nuevo Testamento del P. Iglesias a ver que decía del Reino del Padre nuestro, y dice: “¿Por qué no recibieron el Reino del Señor? Que tu Reino venga pronto y definitivamente. Los escribas y fariseos rezaban diariamente en la oración que sea engrandecido y santificado su gran nombre, haga reinar su reino y germinar su Redención, que introduzca a su Mesías y rescate a su Pueblo”. ¿Y por qué no lo recibieron? La explicación que vale también para nosotros puede estar en la siguiente petición del Padrenuestro. “Hágase tu voluntad”.

Dada la longitud de este testimonio, este se ha dividido este en tres partes. La continuación, de esta Segunda parte, puede leerse pasado mañana en la glosa del día 20 de abril de este año.

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

Padrenuestro de una madre con cancer (I)

Actualizado 16 abril 2011

El 16 de febrero de este año ReL, publico la siguiente noticia.   

“El pasado domingo 13 de febrero murió Soledad Pérez de Ayala, más conocida como Sole, tras cinco años padeciendo un cáncer. Era madre de familia y profesora titular de Filología Inglesa de la Universidad Complutense (Madrid). Ha vivido su vida cristiana como congregante mariana en “Mater Salvatoris».

Y Hace unos días, he recibido de una lectora un impactante testimonio de la fe y valentía de Soledad Pérez de Ayala, que desde la casa de Nuestro Padre, estará ya intercediendo por todos nosotros y muy en especial por esos tres pequeños que se han quedado huérfanos de madre, y por su marido, hermana y toda su familia. Es muy duro esto, para nosotros que solo tenemos conocimiento de ello y no lo hemos vivido, pero para Soledad, tuvo que ser un Calvario, que ahora ya para ella, ha pasado y está recogiendo los frutos de este Calvario.

Glosas, sobre el “porqué del sufrimiento humano”, ya he escrito varias, pero no es este el momento de extenderme sobre este tema, sobre el cual siempre he visto que tiene un extraño nexo de unión con la felicidad. Ahora es el momento de callarme y leer, lo escrito por una pluma más autorizada y ya santificada con la corona de su triunfo:

“Desde hace 3 años largos peleo con una enfermedad que me dicen que es incurable pero yo sigo ahí para adelante. El motor por supuesto es el Señor. Hay dos elementos que me mantienen con vida por este orden, la oración y la quimioterapia. Mientras haya quimioterapia, me dicen, mientras haya tratamiento te seguiremos dando y yo digo, muy bien pero es más importante la oración. Por supuesto que la mía pero sobre todo la vuestra, la de los que me rodean y la de toda la gente que me quiere.

¿Qué les digo? Yo pensaba ¿Qué les voy a decir? Porque creo que vosotros tenéis más experiencia vital, más experiencia de oración o me podrías contar vosotros tantas cosas a mí. Pero luego es verdad que pienso, que el Señor nos da una experiencia a cada uno, un camino a cada uno y que es único e irrepetible y que muchas veces con la cruz que nos da, nos da también una gracia especial para admirar la belleza de cada una de nuestras circunstancias. Y eso es lo que yo trato de transmitir, la belleza de mi cruz que es una enfermedad un poco difícil. Ahora llevo un mes difícil, con una quimioterapia difícil. Ayer cuando me levanté por la mañana enfadadísima porque me iban a dar una quimio nueva yo no la quería, le dije: “Señor me he cansado, ya no me des más quimio que yo ya me voy contigo”. Antes de ir al médico me había dado ánimos nuevos, y me había dado otra vez mi alegría y nada, dije: “pues vamos a seguir con la quimioterapia”.

¿Por qué no comentaba el Padre nuestro a la luz de la enfermedad? Así que nada ahí voy. Es la oración que todos rezamos todos los días. He cogido el evangelio para ver el contexto en el que el Señor nos dio esta oración, esta oración para todos, para los sanos y para los enfermos también nos lo dio. “Al rezar, no habléis a destajo como lo hacen los gentiles pues se creen que gracias a su palabrería van a ser escuchados. Por tanto no os parezcáis a ellos, que antes de pedírselo vosotros, vuestro Padre sabe de qué tenéis necesidad así que vosotros rezad así. . .

El Padre como no va a saber de qué tenemos necesidad. Muchos de vosotros, supongo que casi todos tenéis experiencia de paternidad, de hijos. Yo lo veo con mis niños antes de que se acerquen yo se lo que les pasa. Justo antes de venir han llegado del colegio y ya he estado 5 minutos con ellos y sabía que les tenía que decir: “Tú hoy no estudies, tú hoy no veas la televisión. . .”ya solo por la cara se les ves si están cansados, todo.

Empiezo por Padre, y en Padre me quedo. Ya en la primera palabra del padrenuestro me quedo y me hago niña y acepto y no entiendo. Muchas veces no entiendo pero acepto y confío en Ti, tus planes no los puedo comprender yo pero tampoco los niños entienden los míos. Mis niños, la mayor que tiene 11 años, muchas veces no entiende porque le mando hacer algo y lo hace, no tiene más remedio claro, entonces yo tampoco.

La distancia que hay entre mis niños y yo es tan pequeña, y sin embargo la distancia que hay entre Dios Padre y yo es tan grande que si mis niños no me entienden a mí como voy a entender yo los planes de mi Padre. Entonces busco las actitudes de mis niños que se convierten en mis 3 maestros de vida. Busco sus actitudes y la primera es una actitud de confianza. Yo confío en ti.

Ayer mi hija pequeña como todas las noches se vino a mi lado: “mamá cuéntame en un cuento” y me agarró del brazo. Entonces yo pensé, a ver Padre, ¿cómo puedo agarrarte yo del brazo? ¿Y Tú qué cuento me vas a contar? Yo le digo, cuéntame el cuento de la Vida, y el cuento de la Verdad. También con el Padre busco consuelo, igual que los niños buscan consuelo en su madre y en su padre. Estoy mezclando Padre y Madre, tantas veces hemos odio que Dios es Padre pero que es Madre también, que tiene las características de Madre. Claro yo como soy madre lo intento ver de esa manera. Busco consuelo, en el Padre me siento protegida, querida y confortada. Busco también su cercanía en el dolor, en la limitación, en la renuncia y trato de meterme hasta físicamente en los brazos del Padre. También como hacen los niños conmigo trato de comentar con Él lo que pasa cada día: hay días que me encuentro muy bien y entonces Señor pues que alegría hoy, “gracias porque me das fuerzas”, pero hay días de mucha tristeza también se lo cuento y también tengo días de dolor y hay días de decir, “hoy no puedo más”, y hay días de que entiendo nada, “Señor hoy no entiendo nada” y también se lo digo porque creo que también es una manera de estar con Él. Él es Padre y yo soy hija, me parece increíble.

Ayer mi hijo veía en la televisión que habían inaugurado una exposición de fotografías de todo el mundo en las que exploraban la relación de maternidad y paternidad, sobre todo madres con sus hijos, con sus bebés, y decían es una de las sensaciones más íntima, más profunda que puede haber. Esa sensación yo también la tengo con mi Padre y me parece increíble, es una relación íntima, es una relación cercana. A veces se me saltan las lágrimas. Cuando pienso esto y digo: “entonces, ¿por qué no me ahorras todo esto? Yo soy tu hija pequeña, soy tu hija más pequeña y si me quieres, ¿por qué no me lo ahorras?”.

Sabéis que me dice: “mira Getsemaní, mira la oración en el Huerto”, ¿por qué? Porque ahí está mi hijo. Veo al Señor, a Jesús, a nuestro Maestro de vida que es Hijo. Yo soy hija de Dios y Jesucristo es hijo de Dios. Es increíble que el Señor me permita llamarle igual que su Hijo Unigénito. Ahí en Getsemaní aprendo a ser hija, intento aprender a confiar, veo el dolor del Señor y veo la confianza, y aprendo a ver que mi vida tiene un valor igual que la cruz tiene un valor infinito, pues a lo mejor mi vida también tiene un valor. Aprendo a ver que soy de la familia y aprendo a ver que cuentan conmigo. Doy gracias al Señor por contar conmigo. Padre, gracias.”

Dada la longitud de este testimonio, se ha dividido este en tres partes. La continuación, de esta primera parte, puede leerse pasado mañana en la glosa del día 18 de abril de este año.

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.